LA UNIVERSIDAD COMO COMUNIDAD DE DIÁLOGO
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Resumen
La universidad se ve afectada por la crisis social, y temas como identidad, misión y funciones de la universidad son debatidos en todos los espacios a lo largo de las últimas décadas. Si actualizamos el sentido de misión de la universidad, tendríamos que subrayar los posibles rasgos comunitarios de la sociedad universitaria. Para cumplir con este objetivo, la actividad dialógica es esencial. Necesitamos introducir algunos cambios en la práctica universitaria: conceder más valor al diálogo, abrirlo a todos los interlocutores que saben de un tema, estar dispuestos a aprender de los otros, introducir algunos temas de interés para ilustrar posibles soluciones ante problemáticas sociales actuales. En concreto proponemos algunos retos: diálogo interdisciplinar; diálogo sobre las cuestiones morales; diálogo entre creyentes, creyentes diversos y no creyentes. Para llevar a cabo esa tarea, la institución universitaria debe garantizar un espacio liberado de la presión económica y política que procede de agentes externos e internos: externos, el mercado y el poder político —Estado, partidos políticos—; internos, sujetos con intereses económicos y de poder en la gestión de la vida universitaria. A la vez, la universidad, no puede centrar su actividad libre, independiente de la vida social, ha de ser una libertad que equilibre autonomía y responsabilidad social.