“Podríamos rendir mucho más si tuviéramos entrenamientos específicos para chicas” – Impactos de la encarnación de la tradición para mujeres karatekas de alto-nivel (“We could perform much better if we had specific training for girls” – Impacts of the embodiment of tradition for elite-level karateka women)

Resumen

A pesar de varias luchas para lograr la igualdad en la sociedad, una lucha abrazada ante todo por los movimientos feministas, las mujeres siguen siendo vistas, enfocadas y tratadas como otro en el deporte. Las mujeres que practican artes marciales y deportes de combate alteran en cierta medida el orden normativo social y deportivo. Pero para poder permanecer en entornos donde su presencia es desafiante, también se ven confrontadas en su actuación disruptiva. Terminan incorporando la dinámica interna de los dojos, adaptándose y a menudo reproduciendo las enseñanzas tradicionales que disciplinan a los y las practicantes. No basta con llegar a ser igual. Algunas atletas que pueden ser reflexivas y críticas con sus experiencias pueden iniciar un movimiento para alzar la voz y abogar por la equidad en lugar de, o en combinación con la igualdad. Realizamos un estudio con la selección femenina española en preparación para participar de los únicos, hasta la fecha, Juegos Olímpicos en los que estaba incluido el kárate, Tokio 2020 (2021), buscando comprender cómo lidiaron subjetivamente con las cuestiones superpuestas que componen el kárate. En este artículo, nos centramos en la encarnación generificada que las atletas de alto nivel hacen de la llamada tradición en su práctica de kárate y cómo reproducen o se oponen a dicha tradición. Su posible resistencia se configura como un reclamo para la transformación del entorno a través de la equidad y el respeto a las características personales y como luchadoras, sin embargo, el proceso es desafiante. Pueden reproducir y continuar la corriente de la tradición; enfrentar confusión personal al tratar de comprender las contradicciones de resistir la dominación y simplemente permanecer en el equipo o como karatekas; pueden aun ser cuestionadas al ser consideradas traidoras y entrar en conflicto con posicionamientos feministas; y, sin embargo, algunas parecen iniciar un movimiento de nueva disrupción interna, llamando la atención sobre el hecho de que se sigue ignorando a las mujeres, y a la vez reclamando para que haya más mujeres en el deporte, demostrando que el cambio no ha sido suficientemente logrado.

Palabras clave: género, equidad, desafíos, cambio, justicia social.

Abstract. Despite several struggles to achieve equality in society, a fight embraced first and foremost by feminist movements, women remain being seen, addressed, and treated as other in sport. Women who practice martial arts and combat sports to some extent disrupt the normative social and sportive order. But to be able to remain in environments where their presence is challenging, they are also challenged in their disruptive acting. They end up embodying the internal dynamics of dojos, adapting to and often reproducing the traditional teachings that discipline practitioners. It is not enough to became equal. Some athletes who can be reflexive and critical of their experiences may start a movement of raising their voices to advocate for equity instead of, or in combination with equality. We carried out a study with the Spanish women’s squad in preparation to attend the unique, to date, Olympic Games that karate was included into, Tokyo 2020 (2021), seeking to understand how they were subjectively dealing with overlapping issues that compose karate. In this paper, we focus on the gendered embodiment that women high-level athletes make of the so-called tradition in their practice of karate and how they reproduce or oppose to such tradition. Their possible resistance is configured as a claim for transformation of the environment through equity and respect for their own fighters’ and personal features, however, the process is challenging. They may reproduce and continue the stream of tradition; face personal confusion in trying to understand the contradictions of resisting domination and just remain in the team or as karateka; they still can be challenged by being named traitors and be conflicted with feminist positionalities; and yet some seem to start a movement of new internal disruption, making it loud that women are ignored, and posing a claim for more women in sport, showing that change has not been achieved enough.

Key words: gender, equity, challenges, change, social justice.