Principales infecciones en el paciente oncológico: manejo práctico

Egileak

  • J. Fortún

Gako-hitzak:

Fiebre. Neutropenia. Cáncer. Inmunosupresión.

Laburpena

Las complicaciones infecciosas constituyen una de las causas más importantes de morbi-mortalidad en los pacientes oncológicos. La neutropenia es el factor de riesgo de desarrollo de infección más importante en el paciente oncológico. Aunque las mortalidades más altas se mantienen asociadas a las infecciones por enterobacterias y Pseudomonas aeruginosa, la frecuencia de las infecciones por gram-positivos es superior. Las infecciones fúngicas profundas, al igual que las producidas por bacterias resistentes o poco frecuentes suelen ocurrir en periodos tardíos de neutropenias prolongadas. En los últimos años ha habido diferentes estudios que han mostrado la eficacia de las pautas antibióticas en monoterapia en el manejo del paciente neutropénico con fiebre. La inmunosupresión celular no suele tener tanta relevancia como la neutropenia en los pacientes oncológicos no complicados. Sin embargo, el uso de dosis altas de esteroides en algunos pacientes y sobre todo la utilización de análogos de purina y de anticuerpos monoclonales ha hecho cambiar esta situación en los últimos años. En estos pacientes se recomienda la utilización de medidas profilácticas dirigidas frente a Citomegalovirus, virus Varicela-zoster, P. carinii (o jirovecii) e infecciones fúngicas. La bacteriemia asociada a la cateterización endovascular constituye la principal causa de bacteriemia en estos pacientes, sobre todo por microorganismos gram-positivos. En caso de infección, es aconsejable siempre la retirada del catéter. Sin embargo, en determinadas circunstancias, donde la colocación de un nuevo catéter pueda ser comprometida, dadas las características del paciente y con agentes poco virulentos (por ej. estafilococos coagulas-negativo), puede intentarse un tratamiento conservador. La persistencia de fiebre o bacteriemia tras la retirada del catéter deben hacer sospechar la presencia de una infección profunda, fundamentalmente tromboflebitis supurada o endocarditis. El conocimiento adecuado de las complicaciones infecciosas en estos pacientes y su correcto manejo y prevención son determinantes para reducir la elevada mortalidad asociada a estos cuadros.

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Argitaratuta

2008-12-24

Zenbakia

Atala

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