Los ensanches en Galicia

Resumen

El artículo pretende mostrar las intervenciones urbanas que bajo la legislación de Ensanche se producen en las ciudades de La Coruña y Vigo, no tanto como verdaderos ensanches sino, en el primer caso, como proyectos de alineaciones con ausencia de verdadera voluntad y necesidad de ordenar suelo, pero sí manejando criterios realistas en la propia dimensión del proyecto, en la integración de lo construido en las manzanas propuestas, en la aceptación de propuestas de ordenación ya sugeridas en el Proyecto de Reforma y Ensanche de la ciudad realizado en 1874 por los ingenieros Barón y Yáñez, a través de sus alineaciones y, en definitiva, en el «buen entender» la ciudad del arquitecto municipal Juan de Ciorraga, su primer instigador y su ejecutor final. En el segundo caso, el Ensanche que se materializará en Vigo, se corresponde solamente con un fragmento de una ordenación de 1837 realizada por el ingeniero Agustín de Marcoartú para los muelles y nueva población de Vigo, siguiendo las trazas de actuaciones anteriores como el Puerto de la Paz de Bilbao, el Barrio de la Magdalena en Ferrol o las actuaciones de Santander. Ahora bien, este proyecto de nueva población tampoco puede entenderse con el lenguaje del Ensanche, sino conceptualmente en el tratadismo militar previo. Por todo ello, el episodio de los Ensanches en Galicia debe entenderse desprovisto de acentos significativos y resultado más de respuestas legislativas, a las que se incorporan distintos proyectos existentes, que de verdaderas propuestas proyectuales ex-novo. El desarrollo de «los ensanches» en otras poblaciones gallegas (Santiago, Orense, Pontevedra) se produce a partir de la legislación del 24 y deben entenderse ya como planes que se plantean a través del Ensanche y extensión, pero también con los grandes trazados de principios de siglo, buscando la visión global de la forma urbana.