Convocatoria monográfico "Pensando las violencias desde el antipunitivismo ¿son posibles otras respuestas?"
Coordinación: Ana Alcázar-Campos (Universidad de Granada), Estibaliz de Miguel Calvo (Universidad del País Vasco- Euskal Herriko Unibertsitatea) y Lorena Valenzuela-Vela (Universidad de Granada).
En este monográfico pretendemos problematizar algunos a prioris asentados en el movimiento feminista español con la aprobación y puesta en marcha de la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género (tal y como abordan Bustelo Ruesta, 2004; Carballido González, 2007; De Miguel Álvarez, 2003; Ferrer y Bosch, 2007; Gil -Ruiz, 1996) y lo que eso ha supuesto a nivel de desarrollo de servicios y recursos para las mujeres que se encuentran en esa situación. Cuestionamiento que parte de nuestra creencia en la necesidad de que existan políticas públicas más incluyentes y respuestas que no pongan tanto el acento en la respuesta del sistema penal, en la idea de que el castigo es parte de una cultura patriarcal que articula identidades generizadas a través de la dicotomía víctima-agresor (Uría Ríos, 2020; Valenzuela-Vela y Alcázar-Campos, 2020; Yesuron, 2021). Así, estamos interesadas en visibilizar exploraciones feministas de formas de justicia y reparación ante las violencias machistas más acordes con principios no punitivos, que están ocurriendo en diversos contextos geográficos y desde variadas tradiciones de pensamiento (Davis et. al, 2022; Serra, Garaizábal y Macaya, 2021; Daich y Varela, 2020; Cuello y Morgan, 2018).
Las críticas a la razón punitiva y el planteamiento de posibilidades de respuesta ante las violencias y conflictos sociales desde los feminismos no es unitaria ni homogénea sino “un conjunto de preocupaciones y aproximaciones políticas de algunos feminismos a las estrategias de castigo, en los momentos en los que las lógicas de la dominación patriarcal se entrecruzan con la selectividad sexo-genérica de los aparatos represivos de los Estados” (Arbuet, 2020: 103). Camila Arbuet, agrupa esta diversidad en tres corrientes:
(1) el feminismo negro en Estados Unidos, acentuando la continuidad entre el sistema esclavista y las políticas de encierro, critica al sistema penal y a las lógicas de castigo, especialmente en lo que concierne a la cárcel en la generación de sujetos criminales racializados y generizados. (2) El feminismo de las políticas sexuales o del activismo pro-sexo, que cuestiona las normas sexuales y la construcción de las sexualidades desviadas. Y (3) el “feminismo latino, migrante, cuir, a veces enunciado como transfeminismo” entre quienes denuncian las fronteras y los delitos transfronterizos, especialmente los sexuales, como espacios de generación de pánicos y de exacerbación de la demanda de punición.
Desde la ciencia penal feminista se ha puesto de manifiesto el carácter patriarcal del poder punitivo (Restrepo y Francés, 2016), advirtiendo de los riesgos de criminalización que el endurecimiento de las respuestas penales está trayendo para los colectivos no hegemónicos, así como la falta de respuesta adecuada a las necesidades de mujeres que no encajan en la norma, tales como migrantes (Crenshaw, 2012), prostitutas (Briz, 2021a), trabajadoras de hogar (Briz, 2021b) o personas trans (Spade, 2018; 2015). La criminología y la sociología jurídica feminista entienden el sistema penal como patriarcal y revictimizante, señalando que narrativas de la ley y su puesta en práctica marginan las voces de quienes sufren las violencias (Bodelón, 2016; Francés, 2015; Larrauri, 2011; Maqueda, 2009), volviéndose a menudo contra ellas (Ortubay, 2015).
Las reflexiones antipunitivistas no constituyen únicamente una propuesta de abolir la prisión y las prácticas del castigo, también han planteado líneas de abordaje de los conflictos, violencias y problemas sociales a través de los principios de la justicia restaurativa y la justicia transformativa. Caminos de exploración que emanan sobre todo del activismo feminista y de grupos sociales autónomos entrecruzando la teorización, el activismo y las artes.
Con este monográfico buscamos pensar las respuestas a las violencias, de género y más allá, desde una mirada crítica al punitivismo. Partimos de la producción que viene articulando las ideas antipunitivas, (que surgen en buena medida a partir del movimiento abolicionista de las prisiones, siendo una de sus exponentes la feminista afro Angela Davis, en EE.UU.) y que conectan con el abordaje de la violencia de género. Aspecto que viene siendo trabajado desde la criminología y la ciencia penal feminista (Bodelón, 2016; Francés, 2015; Larrauri, 2011; Maqueda, 2009; Ortubay Fuentes, 2015) y donde nos parece importante reivindicar el papel de las ciencias sociales, humanas y jurídicas en el análisis de estas medidas.
Líneas de trabajo orientativas para las contribuciones:
Este número monográfico da cabida, tanto a propuestas que miran críticamente el contexto carcelario, que nos remiten a los orígenes del antipunitivismo, como aquellas que abordan las interacciones de la reflexión teórica con la política pública (sea en forma de leyes, análisis de programas de acción concretos, etc.) y las respuestas a las violencias, en un sentido amplio, donde se incluyen las perspectivas comunitarias, de despolicialización y descoloniales, siempre con una mirada feminista. Buscamos hacer un “mapeo” de posibles respuestas no punitivas a situaciones en las que mujeres y otras disidencias experimentan violencias de distinto tipo. Esto nos lleva a problematizar el concepto de violencia de género, en singular, que viene utilizándose en muchas partes del mundo. Queremos profundizar acerca de qué entendemos por punitivo y, su reverso, lo no punitivo, así como sus conexiones con los feminismos. Nos interesa ahondar en la construcción de modelos y prácticas de justicia que repiensen el estatuto de “víctimas” y “victimarios” o la relación entre justicia individual y colectiva, la justicia comunitaria, la justicia descolonial, los movimientos defund the police... En definitiva, abordajes y respuestas que se dan a las violencias (machistas) desde diferentes ámbitos feministas, a partir del cuestionamiento del paradigma punitivista. Es por eso por lo que recibiremos propuestas que aborden:
- Miradas críticas al contexto carcelario.
- Acercamientos a los orígenes del antipunitivismo.
- Respuestas a las violencias, en un sentido amplio, donde se incluyen las perspectivas comunitarias, de despolicialización y descoloniales, pero siempre con una mirada feminista.
- Construcción de modelos y prácticas de justicia que repiensen el estatuto de “víctimas” y “victimarios”.
- Repensar la relación entre justicia individual y colectiva, la justicia comunitaria, la justicia descolonial, los movimientos de desinversión en policía…
Fecha Límite para recepción de trabajos: 30/05/2025. Ver convocatoria || Descargar PDF