Del territorio de la aldea a los paisajes de aldea en los valles del Nansa (Cantabria)

Resumen

Las bases metodológicas y conceptuales que orientan el desarrollo de
este trabajo se fundamentan en una doble consideración acerca de la definición del
territorio y la aldea, como hechos o estratos superpuestos que configuran estos valles:
1) El territorio actual es el resultado de la evolución de la base geológica con sus
procesos naturales y de las intervenciones humanas con sus transformaciones acumuladas
a lo largo de la historia. El patrimonio territorial comprende esta superposición
temporal y espacial. 2) La aldea medieval definida como una comunidad de vecinos
dotada de personalidad socio-política que habita y explota un determinado
territorio acotado como término propio. En este espacio construye y desarrolla el conjunto
de sus actividades según un modelo de organización preciso que se repite por
los valles y montañas y que tiene su expresión jurídica en las ordenanzas concejiles.
La aldea es la célula que estructura el territorio. Una tercera consideración se refiere
al paisaje, entendido como la imagen —e interpretación— del territorio. Los paisajes
de aldea se han construido e insertado en las grandes unidades definidas por los relieves
de la base geomorfológica. El paisaje del valle es desde esta perspectiva, la
suma de los paisajes de aldea.