La necesidad de lograr un "pacto sobre el territorio"

Resumen

El equipo de la Consejería en el segundo periodo de 1991, coincidía en las declaraciones públicas, en un ESTADO DE OPINION sobre el territorio, el urbanismo y el medio ambiente que se traducía en: a) Una conciencia de la gravedad de la situación en el archipiélago; b) La sensación de que ni la legislación estatal, ni la autonómica, ni el planeamiento urbanístico eran suficientes para GOBERNAR eficaz y satisfactoriamente el TERRITORIO; c) La evidencia de un grave deterioro del paisaje, hecho en sí mismo preocupante en islas de menos de 2.000 kilómetros cuadrados, pero más aún si se tiene en cuenta que el mayor porcentaje de la actividad económica gira e n torno al turismo, para el cual la calidad del medio ambiente y el paisaje son un recurso escaso; y d) El desequilibrio territorial que estaba causando la existencia de dos áreas metropolitanas en las islas capitalinas (Las Palmas-Telde y Santa Cruz-La Laguna) con un proceso de concentración de población en estas islas y en estas ciudades. La sensación de extrema gravedad de los problemas territoriales y de la impotencia para resolverlos eficazmente sólo con las medidas convencionales de Gobierno culminó con una idea que se plasmó en el PACTO DEL TERRITORIO o la necesidad de impulsar dentro de la sociedad un PROCESO DE CONCIENCIACION que redundase en una mayor VALORACION DEL TERRITORIO Y UN CONSENSO SOCIAL en especial del Medio Ambiente frente al puro desarrollo económico y la liberalidad de emplazamiento de las actividades o la privatización de los valores territoriales.