Mayor validez ecológica del Game-Based Performance Test en comparación con el Yo-Yo IR1 en jugadoras de balonmano amateur

Resumen

Objetivos: Las demandas competitivas de los deportes de equipo como el balonmano requieren pruebas de campo para replicar con precisión la carga fisiológica, perceptiva y metabólica de los. Este estudio comparó la capacidad del Yo-Yo Intermittent Recovery Test level 1 (YYIRT-1) y el Game-Based Performance Test (GBPT) para reproducir las respuestas psicofisiológicas y metabólicas observadas durante los partidos oficiales en jugadoras de balonmano amateur.

Métodos: Dieciséis jugadoras (21,9 ± 3,2 años) de la Liga Catalana Femenina Senior (Cataluña, España) completaron ambas pruebas durante la pretemporada y en diez partidos oficiales consecutivos. Se analizaron variables cardiovasculares (frecuencia cardíaca media y máxima, distribución de zonas de intensidad), perceptivas (tasa de esfuerzo percibido, perfil de estados de ánimo, escala de estrés percibido) y fisiológicas-metabólicas (lactato sanguíneo, presión arterial, equilibrio de hidratación) mediante modelos mixtos lineales.

Resultados: Aunque ambas pruebas obtuvieron valores máximos de frecuencia cardíaca comparables a la competición, solo el GBPT replicó la distribución temporal en las zonas moderadas y altas. El RPE fue más alto en ambas pruebas que en los partidos, mientras que el YYIRT-1 produjo un perfil de estado de ánimo más negativo que el GBPT y la competición. El lactato en sangre fue mayor en las pruebas (GBPT: 8,8 mmol· L⁻¹; YYIRT-1: 10,2 mmol· L⁻¹) que en los partidos (3,9 mmol· L⁻¹). La pérdida de masa corporal fue mayor en los partidos (1,18%) que en el GBPT (0,15%) y YYIRT-1 (0,31%). Durante los partidos, las jugadoras pasaron un 21,9% del tiempo en vivo por encima de la frecuencia cardíaca máxima alcanzada en el YYIRT-1, en comparación con el 4,5% en el GBPT.

Conclusiones: El GBPT mostró mayor validez ecológica que el YYIRT-1, reproduciendo demandas competitivas de manera más realista, mientras que el YYIRT-1 sobreestimó la exposición de baja intensidad e indujo un mayor estrés supramáximo y psicológico.