La lluvia torrencial y los incendios forestales son quizás las perturbaciones más importantes de los sistemas naturales en las áreas de clima mediterráneo. En el presente trabajo analizamos los efectos combinados de ambos impactos en una comunidad arbustiva con elevado riesgo de incendio mediante quemas controladas y simulación de lluvia torrencial. Nuestro trabajo demuestra que la cubierta vegetal es sumamente efectiva en el control de la erosión del suelo (valores entre 20 y 60 Mg ha-1) incluso en condiciones extremas de precipitación torrencial. En segundo lugar hemos observado que tras el fuego la erosión aumenta de manera notable respecto al suelo no quemado (valores entre 300 y 8420 Mg ha-1), varía extraordinariamente en el espacio y puede relacionarse con la severidad del incendio. La persistencia de restos orgánicos parece relacionarse con la severidad del fuego. Finalmente se sugiere que la hojarasca tras la quema controlada parece ejercer un efecto decisivo sobre el proceso de erosión.