Se seleccionó un gradiente altitudinal de Sur a Norte en Creta (Grecia) con el objetivo de evaluar la influencia del factor clima y el factor usos del suelo en los procesos de erosión, utilizando como metodología básica las simulaciones de lluvia. También, se tomó como indicador de la degradación de la estructura del suelo, su agregación, estudiándose la distribución del tamaña de los agregados y la estabilidad en agua de los microagregados. Para todo ello se determinaron 4 zonas de estudio a lo largo del gradiente altitudinal elegido, cuyos rangos de precipitaciones varían desde los 1400 mm/anuales en la zona más alta, a 400 mm/anuales en la zona más baja. Aparecen diferentes usos del suelo como son: pastoreo intensivo, pequeños incendios controlados y terrazas agrícolas abandonadas. En cada zona se tomaron perfiles representativos y se realizaron experimentos con lluvia simulada en las distintas superficies, y bajo diferentes usos del suelo. Tanto las condiciones climatológicas como el uso actual del suelo juegan un importante papel en el control de la erosión. La respuesta erosiva a lo largo del gradiente es máxima en la zona más húmeda y alta y mínima en la zona más seca y baja. Esta respuesta es, en gran medida, diferente a la esperada, valorando el factor climático. La explicación podría radicar en el diferente grado de pastoreo de cada zona, muy intenso en la zona más elevada e inducido por la mayor disponibilidad de humedad para la vegetación, produciendo la compactación del suelo y como consecuencia una mayor escorrentía.
