En el sector central de la Depresión del Ebro se localizan dos áreas en las que se reconoce actividad eólica. Los Torrollones de Gabarda son relieves residuales de areniscas y limolitas miocenas, en los que se depositan arenas eólicas sobre los bancos de areniscas, datadas por OSL y 14C desde 3619±237 yr. BP en las partes bajas y 824±106 yr. BP en zonas más elevadas. No tienen ninguna dirección dominante, por lo que deben considerarse relieves residuales, en los que actúan procesos de meteorización y exportación de ladera. En la región de Quinto de Ebro se reconocen yardangs, elaborados en rocas duras miocenas, que presentan morfologías de crestas alargadas, lomo de ballena, mesas y cerros cónicos. Se ha datado la base de la acumulación de los corredores y parece indicar que la acción eólica se manifestó con anterioridad a 4,6 Ka. BP. Igualmente se reconoce otra fase árida entre 3600 y 800 a. BP.