Demonios de papel. Diarios desde un archivo de la represión franquista, de Alfonso M. Villalta Luna

Resumen

Pocos temas despiertan en la opinión pública española respuestas emocionales tan profundas y posicionamientos políticos tan antitéticos como la denominada cuestión de la «memoria histórica». El conocimiento y transmisión de nuestra historia, ya se sabe, tiene siempre algo de ideológico. Cuando esta se relaciona, además, con un pasado traumático —porque traumáticos son, no lo olvidemos, los recuerdos de la Guerra Civil y dictadura—, la cuestión se vuelve tanto más compleja, difícil de narrar y polémica. Las memorias de la España franquista no solo permanecen en nuestros días como pantanos y autopistas, sino que también es posible encontrarlas en el callejero de algunas ciudades, en algún que otro monumento de exaltación de la dictadura y en las muchas fosas comunes sin identificar que suponen, cuanto menos, una anomalía para una democracia que se dice moderna y avanzada. Además, estas memorias perviven como recuerdos para las familias que sufrieron el régimen y en forma de viejos y arrugados papeles almacenados en los múltiples archivos resultado de las prácticas de control, represión y organización total de la vida bajo el gobierno franquista.