Lugar de atención, sintomatología y curso clínico, gravedad y letalidad en 536 casos confirmados de covid-19 en adultos mayores de 50 años en el área de Tarragona, marzo-junio de 2020
Resumen
Fundamentos: Los datos clínicos de ámbito poblacional sobre COVID-19 son escasos. Este estudio analizó distintas características de presentación de la enfermedad y su relación con letalidad en adultos de 50 años y más.
Métodos: Cohorte retrospectiva que incluyó todas las personas mayores o con 50 años con diagnóstico confirmado de COVID-19 en Tarragona del 01/03/2020 al 30/06/2020 (n=536). Se valoró el lugar de atención/tratamiento (ambulatorio/hospital/residencia), las comorbilidades previas, los signos/síntomas de presentación, el curso clínico, la gravedad y la letalidad (muerte por cualquier causa en 30 días post-diagnóstico). Chi cuadrado y test exacto de Fisher se usaron para la comparación de proporciones.
Resultados: De los 536 casos (edad media 74 años, 43,8% varones), 150 (28%) fueron ambulatorios, 179 (33,4%) hospitalizados y 207 (38,6%) ocurrieron en residencias/sociosanitarios. Los síntomas más prevalentes fueron fiebre (57,9%), tos (49,8%), disnea (41,5%, malestar general (36,2%), fatiga (24,4%), diarrea (19,6%), mialgias (17,3%), cefalea (14,6%), confusión/letargia (14,6%), dolor torácico (10%), anosmia (9,8%), disgeusia/ageusia (8,1%) y odinofagia (7,7%). La letalidad global fue 23,1% (1,7% en 50-64 años, 25,5% en 65-79 años y 38,7% en ≥80 años, p<0,001; 26,8% en hombres vs 20,3% en mujeres, p=0,075; 3,3% en ambulatorio/domicilio vs 29,6% en hospitalizados vs 31,9% en residencias/sociosanitarios, p<0,001). Según sintomatología, la máxima letalidad se observó en pacientes con confusión/letargia (77,6%) y la mínima en aquellos con ageusia/disgeusia (4,8%), anosmia (3,9%) o mialgias (1,1%). Según la comorbilidad, la máxima letalidad apareció en pacientes con enfermedad neurológica (36,7%), renal (35,4%) y cardiaca (35,3%).
Conclusiones: Se constata una relativamente alta letalidad de la COVID-19 en la población general mayor o de 50 años durante la primera ola epidémica. La edad avanzada, el sexo varón, la institucionalización y la presencia de algunos signos/síntomas y/o comorbilidades se asociaron con mayor mortalidad.