Se estudia la evolución geomorfológica mantenida durante 20 años por laderas repobladas mediante aterrazamientos sobre sustratos sedimentarios en ambientes semiáridos, a través de la cuantificación de las formas de erosión y el estudio de las modificaciones microtopográficas sufridas por dichas laderas. Los resultados obtenidos muestran un incremento de la actividad geomorfológica tras el aterrazamiento que en general parece haberse mantenido hasta la actualidad. Como consecuencia, las diversas estructuras creadas durante el aterrazamiento se han visto alteradas, mostrándose ineficaces en el control hidrológico y favoreciendo la exportación de importantes cantidades de sedimentos. La elevada fragilidad ante perturbaciones intensas de los ambientes semiáridos, a causa de las características climáticas y edáficas, y la enorme agresividad que conlleva el uso de esta técnica se presentan como las causas principales de la escasa o nula recuperación geomorfológica de las laderas.
