El uso estiércoles ha sido tradicionalmente utilizado en la agricultura, para optimizar y mejorar el rendimiento de suelos agrícolas ya anteriormente degradados y sobreexplotados. Este trabajo es un intento de establecer la utilidad y viabilidad de esta técnica en la mejora de la estabilidad del suelo. Se han estudiado la estabilidad de los agregados en dos tipos de suelos, arcillosos y yesíferos, y su comportamiento frente a la erosión mediante diferentes ensayos. Se trata, por un lado, de suelos naturales, y por otro, de suelos preparados con una carga equivalente a 21 m3/Ha de purín. Los resultados demuestran que, en función del contenido previo en materia orgánica del suelo, esta práctica tradicional puede generar graves consecuencias al disminuir la agregabilidad del suelo, aumentando la erodibilidad del mismo.