Procreación, sustancia compartida y parientes de leche en el sur de Europa

Autores/as

  • Elena Soler

DOI:

https://doi.org/10.11156/aibr.v14i3.74375

Resumen

En esta investigación partimos de la premisa que desde la Antigüedad grecorromana hasta el siglo XIX, que es cuando aparecen los primeros descubrimientos en el campo de la biogenética, uno de los modelos de procreación que encontramos en el sur de Europa es intra-extrauterino. Un modelo que incluye cuatro etapas: concepción, embarazo, parto y lactancia. La leche humana es percibida como sangre menstrual que desaparece durante nueve meses para alimentar al embrión en el útero, ser desviada y purificada al transformarse en leche. En el imaginario colectivo, la frontera de los fluidos (sangre-leche), por su carácter de mutación, no está muy definida, siendo la sangre, en su sentido más amplio, el principio rector[1]. Por eso se entiende que dos personas, hasta el momento no emparentadas biológicamente, al lactar de la misma mujer-nodriza, se puedan llegar a reconocer como hermanos-as de leche y, a la mujer lactante, madre de leche. A partir de esta premisa, el objetivo de esta investigación es hacer una propuesta teórica a la antropología del parentesco, al incorporar la leche humana en su doble dimensión simbólica: como alimento, por nuestra condición de mamíferos, y símbolo de la reproducción y, por tanto, del parentesco en el caso de circular y ser compartida. Para amparar esta propuesta se procederá al análisis de fuentes históricas, la etnología comparada, y al resultado de un estudio etnohistórico centrado en el papel que tuvieron las nodrizas domésticas en la construcción del parentesco de leche en España.

Biografía del autor/a

Elena Soler

 

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Publicado

2019-09-01