La presencia de discursos de odio (DO) en internet se ha incrementado en las últimas décadas (Sambaraju y McVittie, 2020; Salminen et al., 2020), potenciada por su rápida difusión en redes sociales y por el aliento que recibe del movimiento alt-right en diferentes países (Costello et al., 2019; Davis y Perry, 2021). Los DO preocupan a gobiernos e instituciones, aunque no revistan la misma gravedad que los delitos (Schweppe y Perry, 2022), porque, junto a insultos y bromas ofensivas, difunden, con distinta intensidad, amenazas físicas o formas de acoso por motivos de identidad (Sue et al., 2008) que erosionan la convivencia entre grupos. Además de las consecuencias negativas que dichos mensajes generan en los grupos vulnerabilizados a quien se dirigen, también suponen trabas al desarrollo de un debate cívico y de calidad propio de las sociedades democráticas, que excluye por principio ataques, insultos y uso de un lenguaje ofensivo contra otros participantes y contra aquello sobre lo que se discute (Ksiazek et al., 2015).
La primera dificultad de la investigación en este ámbito es definir qué son los DO, dada su naturaleza compleja y multidimensional (Papcunová et al., 2021). Sin una caracterización propia y claramente discriminativa es complicada su detección (Zhang y Luo, 2018). Papcunová et al. (2021) proponen diversos indicadores para su identificación: uso de lenguaje sexista, negación de los derechos humanos, incitación a la violencia, atribución de estereotipos negativos a una minoría o insultos a un grupo en función de su raza, etnia, origen nacional o afiliación religiosa, entre otros aspectos. No obstante, esta propuesta no resuelve todas las dudas (MacAvaney et al., 2019) sobre la inclusión, o no, que plantean los ataques a individuos concretos o a colectivos que hacen del odio un objetivo común (por ejemplo, el Ku Klux Klan). Además, estos indicadores requieren de matizaciones toda vez que son interpretables, entre otras razones, porque los diferentes estilos lingüísticos incluyen formas sutiles como la ironía, el humor o la sátira, que pueden generar distintos efectos de sentido (Fortuna y Nunes, 2018; Filibeli y Ertuna, 2021). Todo ello plantea la naturaleza subjetiva de la percepción del odio online en función de las diferencias individuales y de los distintos contextos culturales (Salminen et al., 2018; Udanor y Anyanwu, 2019). Así pues, el estudio de los DO ha de situarse en un doble plano: el de la producción y el de la recepción. Sin duda hay expresiones que contienen odio pero pueden ser percibidas como tales, o no, y con distinta intensidad por grupos con características diferentes. Esta investigación atenderá precisamente al análisis de la percepción que tiene la población residente en España sobre la gravedad de los DO.
Factores que determinan la percepción del discurso de odio
La percepción del odio implica dos procesos (Ohme y Mothes, 2020). En primer lugar, el receptor reconoce un mensaje de odio y, en segundo lugar, asume (o no) ese contenido y genera (o no) una reacción (sentimiento, acción, etc.) si se siente comprometido a intervenir. En la percepción tiene importancia tanto la presentación como el contenido del mensaje. Por ejemplo, se sabe que la presentación visual de un mensaje tiene mayor impacto que un texto escrito y facilita el reconocimiento de su gravedad (Schmid et al., 2022). Respecto al contenido, se ha visto que las expresiones con amenazas de violencia se perciben como más graves que las que carecen de ellas (Leonhard et al., 2018).
Los DO se reciben (y producen) en contextos concretos (Bormann et al., 2021) caracterizados por valores sociales, determinadas dinámicas en la opinión pública (Boeckmann y Turpin-Petrosino, 2002) y actitudes normativas con relación al ordenamiento jurídico de cada país, que pueden acentuar o mitigar la percepción de gravedad. Los escenarios específicos que crean las redes sociales también resultan claves en la recepción y valoración de los DO, dado que la mayoría de sus usuarios comparten sentimientos previos al respecto (Van Duyn y Muddiman, 2022).
En la apreciación de la gravedad de los DO influye igualmente la experiencia que los usuarios tengan del entorno online y en concreto de las redes sociales. No hay consenso en cuanto a los resultados de los estudios al respecto. Para Schmid et al. (2022) las expresiones de odio pasan más desapercibidas (se invisibilizan, en cierto sentido) cuanto más habituado esté el sujeto al uso de las redes sociales. En este sentido, Soral et al. (2018) sostienen que un uso mayor puede desensibilizar. Álvarez-Benjumea (2023) apunta, incluso, que la exposición continuada a DO alienta la difusión de otros similares porque desinhibe esa conducta entre quienes comparten las mismas ideas. Sin embargo, otros estudios (Ziegele et al., 2018) sostienen que un mayor consumo de medios en las redes sociales -en concreto noticias políticas- supone estar en mejor capacidad para percibir la gravedad de los mensajes con odio.
La historia personal del sujeto también resulta fundamental: los individuos que han sido víctimas de DO y que han experimentado amenazas a su identidad social suelen prestarles más atención por verse más afectados emocionalmente (Cáceres-Zapatero et al., 2023). Incluso, se ha señalado (Kocoń et al., 2021) que el estado de ánimo del momento en el que la persona se enfrenta al mensaje tiene una importancia crucial a la hora de valorar su gravedad. Además, las personas no siempre comparten los juicios que se vierten en esos mensajes, lo que indudablemente condiciona su valoración (Wojatzki et al., 2018).
Las variables edad y género han sido posiblemente las más analizadas en los estudios sobre la percepción y reacción de los usuarios ante los DO. En relación con estas variables se ha mostrado que los jóvenes parecen estar más habituados a este tipo de mensajes, los identifican menos y los procesan más frívolamente. Esta reacción se explica fundamentalmente por el uso intensivo y extensivo que los jóvenes realizan de los medios online. En contraposición, las personas mayores, menos habituadas a las redes sociales, y por tanto menos familiarizadas con estos mensajes, se enfrentan a los mismos con mayor seriedad y emotividad (Schmid et al., 2022). Ahora bien, la variable género aporta matices significativos, puesto que las mujeres, en general, presentan mayor sensibilidad hacia este tipo de discursos y los valoran como más graves que los hombres (Kenski et al., 2020).
Resulta interesante comprobar que, en la incidencia de la ideología política de los usuarios en la valoración de los DO (Abuín-Vences et al., 2022), el género sigue constituyendo una variable decisiva. Costello et al. (2019) señalan que en Estados Unidos los hombres de ideología conservadora consideran los mensajes de odio menos graves que los hombres liberales, al margen de la edad, pero también señalan al género como un factor especialmente sensible a estas expresiones, puesto que las mujeres conservadoras perciben estos mensajes como los liberales.
En todo caso, y a pesar de estos resultados, hay autores que no consideran al género como un factor determinante. Por ejemplo, en la investigación citada de Schmid et al. (2022) se concluye que el sexo no pareció influir en la percepción del DO, y Frischlich et al. (2021) , además de no encontrar una relación entre la ideología política y la percepción de los DO en el contexto alemán, no señalan tampoco diferencias por género, aunque reconocen que la ineficacia política percibida desempeña un papel en el fomento de las actitudes poco cívicas.
Estas discrepancias se deben posiblemente a la existencia de otras identidades -de mayor o menor calado- que pueden condicionar la sensibilidad y actitud ante los DO, más allá de la edad y del género. Así, se ha señalado que la adscripción a grupos religiosos (Davis y Perry, 2021), étnicos, incluso aficionados a la tauromaquia (Bautista-Ortuño et al., 2018) o seguidores de equipos de fútbol (Bonaut et al., 2023) pueden reaccionar con más o menos contundencia cuando las expresiones incívicas atacan estos ámbitos solo por la vinculación a los mismos.
Tomando en consideración todo lo anterior, y a fin de aportar conocimiento en este campo de estudio, el objetivo general de esta investigación es, como ya se ha señalado, analizar la percepción que tiene la población residente en España sobre la gravedad de los DO que se difunden en la Red. Asimismo, se plantean dos objetivos específicos: 1) proponer una agrupación de los DO, a partir de las características que los configuran, para delimitar categorías diferenciadas de estas expresiones y 2) establecer tipologías poblacionales en torno a la sensibilidad que muestran respecto a las distintas categorías en las que se puede agrupar los DO.
Metodología
Se ha empleado una metodología de carácter cuantitativo a partir del diseño, aplicación y análisis de una encuesta de elaboración propia, para analizar las opiniones, actitudes y percepción que tiene la población sobre los DO. El instrumento fue diseñado por los autores, contrastado con los expertos de la empresa encargada de su aplicación y testado en una prueba piloto a un grupo reducido de personas, que no formaron parte de la muestra final. Dicha prueba permitió mejorar el diseño del cuestionario, matizando mínimamente la literalidad de algunos de los ejemplos de DO utilizados, a fin de que fueran más comprensibles al leerse fuera de su contexto original. El cuestionario definitivo se estructura en 18 preguntas 1 , realizado online (CAWI) mediante correo electrónico y una duración de 10-15 minutos.
Población y muestra
Se estudia población general residente en España, mayor de 16 años. La muestra, sociodemográficamente representativa, está compuesta por 1022 sujetos. El muestreo fue calculado en el supuesto aleatorio simple, con cuotas de sexo, edad, estatus EGM y CCAA por zona Nielsen (Cataluña y Baleares; Levante; Andalucía; Centro; Noroeste; Norte Centro; Canarias; Área Metropolitana Barcelona; Área Metropolitana Madrid). El margen de error es de ±3,1% con un 95% de nivel de confianza (p=q=50%). El trabajo de campo fue realizado por la Fundación iS+D entre el 27 y el 29 de abril 2022.
Variables y técnicas de análisis implementadas
Para este trabajo se han seleccionado una serie de variables que se midieron con el instrumento de obtención de datos diseñado y aplicado a la muestra que formó parte de esta investigación. Dichas variables son las siguientes 2 : Gravedad percibida del discurso de odio, Sexo, Edad, Nivel de estudios, Ideología, Difusión del odio, Actitudes hacia el discurso de odio, Acciones ante el discurso de odio, Uso de redes sociales.
Para alcanzar los objetivos planteados se aplica una estrategia de análisis basada en técnicas estadísticas univariables y multivariables. En primer lugar, se ha realizado un análisis descriptivo de la variable Gravedad percibida del discurso de odio. A continuación, se emplea un análisis factorial de componentes principales con los ítems que forman dicha variable con el objeto de hacer aflorar su estructura empírica subyacente. Por último, se ha obtenido a partir de la aplicación de un análisis de correlaciones y otro de comparación de medias, una tipología que pretende delimitar grupos poblacionales en torno a su sensibilidad hacia los distintos DO, utilizando para ello las dimensiones resultantes del análisis factorial y las distintas variables medidas y seleccionadas para este estudio. El análisis de los datos se ha realizado con el paquete estadístico SPSS versión 28.0.1.1 (14).
Resultados
Gravedad percibida del discurso de odio
Para medir la percepción que la población tiene sobre el nivel de gravedad que presentan distintas expresiones, se seleccionaron una serie de frases reales extraídas de investigaciones previas sobre presencia de odio en TikTok, Twitter, Facebook (Herrero et al., 2022; Cabeza et al., 2022) y de comentarios enviados a la prensa digital (Paz-Rebollo et al., 2021). Los ejemplos que finalmente formaron parte del cuestionario se seleccionaron atendiendo a la pirámide de odio de la Liga Antidifamación (Anti-Defamation League, 2021). Los 17 ítems obedecen a una gradación en la gravedad de las expresiones de odio que va desde términos despectivos e hirientes, menosprecio de características personales y vejaciones y descalificación moral e insultos, a amenazas físicas y apelaciones a la violencia y al exterminio, y constituyen una muestra de las distintas retóricas y colectivos que son habitualmente objeto de odio en España.
En general, y pesar de que las respuestas podrían estar moderadas por un cierto sesgo de “deseabilidad social”, se constata un elevado grado de conciencia y sensibilidad respecto a los DO por parte de la población, percibiéndose todas estas expresiones con un nivel alto de gravedad (Tabla 1). Las cuestiones sociales (discriminación de género, inmigración, segregación social), despiertan mayor sensibilidad que, por ejemplo, el ámbito político y sus actores, que se perciben como menos graves. Asimismo, se observa mayor sensibilidad hacia las expresiones violentas, que son contempladas como más graves que los apelativos despectivos (panchitos, derechón), salvo en el caso de los insultos por motivos de género.
Clasificación de los discursos de odio
Para analizar la estructura latente subyacente de las expresiones de odio, a fin de reducir el número de indicadores y facilitar la interpretación, se ha realizado un análisis factorial 3 basado en componentes principales con los 17 ítems seleccionados. El valor alfa de Cronbach, examinando los 17 ítems, fue .93. Al revisar las correlaciones entre las variables no se estimó necesario excluir ninguna del análisis, dado que todas correlacionaban adecuadamente con las demás. El modelo final que se consideró, debido al equilibrio entre el potencial interpretativo y el porcentaje de la varianza explicada, se compone de cuatro dimensiones o factores que sintetizan la información de los 17 ítems y que explican el 67,46% de la varianza. El análisis mostró un ajuste de la muestra de 0.955 (Kaiser-Meyer-Olkin) que resulta significativo (p<.001, prueba de esfericidad de Bartlett), lo que indica que el modelo de correlaciones resultante no se debe al azar. Para mejorar la interpretación de los resultados se ha procedido a aplicar una rotación varimax de los factores obtenidos, permitiendo definir mejor la relación entre los elementos y la denominación conceptual de los factores. La solución factorial rotada (Tabla 2) informa de la existencia de cuatro factores latentes que agrupan todas las variables, superando las cargas factoriales los criterios para su inclusión señalados en la literatura (Bandalos y Finney, 2019).
[i] Nota: Método de extracción: análisis de componentes principales. Método de rotación: Varimax con normalización Kaiser. La rotación ha convergido en 6 iteraciones. A fin de facilitar la interpretación se han sombreado aquellos ítems que puntúan por encima de 0.45 en cada factor y se han agrupado por factores.
Los resultados revelan un modelo bastante equilibrado en el peso de los factores en cuanto al porcentaje que aporta cada uno de ellos a la varianza total explicada. A partir del análisis realizado, teniendo en cuenta las correlaciones de los ítems con los factores y la forma en la que se agrupan en ellos, se ha procedido a la siguiente denominación y descripción de los mismos:
Factor 1. Odio racista y excluyente. Incluye los siguientes cinco ítems que son representativos de un discurso discriminatorio e intolerante hacia diferentes colectivos, especialmente aquellos que tiene la condición de inmigrante: “Creo que los derechos de los españoles deberían ir antes que los de los extranjeros”, “¿Cuándo vamos a deportar a los inmigrantes islámicos y africanos?”, “Votar izquierda es votar a etarras y comunistas” 4 , “El barrio está lleno de panchitos” y “Los moros son terroristas”.
Factor 2. Odio machista y de género. Contiene los cinco ítems siguientes, que ejemplifican una forma de expresión que denigra a determinadas personas por su condición sexual o de género: “Me han salido unos padres bujarras, una hija promiscua, una mujer estúpida (pero con tetorras) y otro hijo que no conozco”, “Las bolleras no están bien de la cabeza”, “Menuda guarra, zorra, subnormal y gilipollas”, “Los maricones están desatados hoy en día” y “Sean sinceras zorras, todas en el fondo quieren un africano”.
Factor 3. Odio violento e irónico. Comprende los siguientes cuatro ítems, que tienen en común el uso del sarcasmo o la violencia explícita como forma de articular un discurso visiblemente intransigente hacia distintos grupos sociales: “El problema de los poblados chabolistas se podría solucionar con dinamita”, “¿Sabes cómo matar a 24 niños africanos al mismo tiempo? Tirando una granada y diciendo "manzana"”, “La solución para los okupas: encerrarlos por fuera y prenderle fuego si de todas formas vas a terminar reformando las viviendas” y “Yo a los inmigrantes les pondría como "voluntarios obligatorios" en la prueba de nuevos fármacos y tratamientos. Ya que tenemos que mantener despojos, que hagan algo de provecho”.
Factor 4. Odio ideológico. Agrupa los tres siguientes ítems, que muestran un modo excluyente y reaccionario de expresarse con relación a distintas orientaciones políticas: “Un viejo derechón (de derechas) hablando derechadas”, “Todos los mongolos españolitos de banderita y puro, para ti, menudos despojos humanos” y “Su compañera de bancada en el congreso asiente como el perro de juguete en la bandeja de un coche”.
Tipologías en relación con la sensibilidad ante el discurso del odio
Una vez obtenidos los componentes que agrupan diferentes tipos de DO, se estableció una tipología a fin de delimitar grupos poblacionales en torno a su sensibilidad (entendida como el nivel de gravedad percibida hacia dichos discursos). Para ello, se han analizado los cuatro factores resultantes del análisis factorial en función de: a) distintas variables sociodemográficas; b) diversas actitudes y acciones en torno al DO; y c) la frecuencia de uso de varias redes sociales.
Relevancia de las variables de ubicación sociodemográfica
Para establecer la posible influencia del sexo en la sensibilidad hacia los distintos DO 5 , se realiza una prueba t con las puntuaciones de las dimensiones obtenidas en el análisis factorial, para evaluar si la media de hombres y mujeres es estadísticamente diferente. Como se aprecia en la Tabla 3, se produce una diferencia significativa de medias en los factores “Odio racista y excluyente” (p<.05) y “Odio machista y de género” (p<.001), con un tamaño del efecto bajo en el primer caso (d de Cohen = - 0.13) y moderado en el segundo (d de Cohen = - 0.36), siendo los hombres menos sensibles que las mujeres (MHombre < MMujer) en ambos tipos de DO. En los otros factores la diferencia de medias entre hombres y mujeres no es estadísticamente significativa (p>.05).
Se analiza seguidamente la correlación entre la edad, el nivel de estudios y la ideología con relación a la percepción de gravedad que se atribuye a los distintos tipos de DO (Tabla 4). Respecto a la edad, se ha encontrado una correlación negativa muy baja, en los factores “Odio racista y excluyente” (r (1020) = - .09, p<.001) y “Odio machista y de género” (r (1020) = - .12, p <.001), que indicaría que, a medida que se eleva la edad, la sensibilidad hacia esos discursos disminuye. Sin embargo, hay una correlación positiva, de intensidad igualmente muy baja, en los factores “Odio violento e irónico” (r (1020) = .12, p <.001) y “Odio ideológico” (r (1020) = .12, p <.001), que sugiere que las personas de mayor edad valoran como más graves ese tipo de expresiones.
Respecto a la relación entre el nivel de estudios y la gravedad percibida en los distintos DO, se ha encontrado una correlación positiva muy baja, en el factor “Odio racista y excluyente” (r (1020) = .10, p<.001), que indica que el aumento en el nivel de estudios se relaciona con una mayor sensibilidad hacia ese tipo de discurso. En los otros factores no se ha encontrado una relación estadísticamente significativa con relación a la variable estudios (p>.05).
Por último, respecto a la relación entre la ideología y la valoración de la gravedad que se percibe en los distintos DO, existe una correlación negativa moderada en el factor “Odio racista y excluyente” (r (1020) = - .40, p<.001) y una correlación negativa muy baja en los factores “Odio machista y de género” (r (1020) = - .11, p<.001) y “Odio violento e irónico” (r (1020) = - .09, p <.001), que señalaría que, a medida que la ideología tiende hacia la derecha, la sensibilidad hacia esos discursos disminuye. Mientras que se produce una correlación positiva, de intensidad igualmente muy baja, en el factor “Odio ideológico” (r (1020) = .19, p <.001), que sugiere que las personas de ideología de derechas perciben como más graves ese tipo de discursos.
Odio racista y excluyente | Odio machista y de género | Odio violento e irónico | Odio ideológico | |
---|---|---|---|---|
Edad | -.090** | -.123** | .121** | .122** |
Nivel de estudios | .098** | .009 | .049 | -.039 |
Ideología | -.402** | -.114** | -.089** | .189** |
Actitudes y acciones frente a las expresiones de odio con relación a la gravedad percibida de los discursos
Se ha analizado la relación entre determinadas actitudes 6 hacia las expresiones despectivas, insultantes o de menosprecio hacia una persona o colectivo por su condición racial, de orientación sexual, ideología, religión, nacionalidad, etnia, etc., y el nivel de gravedad con el que se perciben (Tabla 5). En primer lugar, se estudia si el nivel de acuerdo con la frase “Se debería denunciar esas conductas”, influye en dicha valoración del DO. En este caso, se ha encontrado una correlación positiva baja, en los factores “Odio racista y excluyente” (r (1020) = .21, p<.001), “Odio machista y de género” (r (1020) = .30, p<.001) y “Odio violento e irónico” (r (1020) = .30, p<.001), que indica que, a medida que aumenta el acuerdo con que las conductas vinculadas a la difusión del DO deberían denunciarse, la sensibilidad hacia esos discursos también es mayor. Lo mismo ocurre cuando se valora el “Odio ideológico”, aunque en este caso la fuerza de la correlación es muy baja (r (1020) = .11, p<.001). Es decir, se ha encontrado relación entre considerar graves los discursos de odio racista y excluyente, machista y de género y violento e irónico y el hecho de que estas expresiones deberían denunciarse. También respecto al odio ideológico, aunque en este caso con menor fuerza.
Seguidamente se comprueba si el grado de acuerdo con la frase “Algunas de esas expresiones son muy graciosas”, se relaciona con la valoración de la gravedad de los diferentes DO. En este caso, se constata la existencia de una correlación negativa baja, en los factores “Odio racista y excluyente” (r (1020) = - .21, p<.001), “Odio machista y de género” (r (1020) = - .24, p<.001) y “Odio violento e irónico” (r (1020) = - .32, p<.001), que mostraría que a medida que aumenta el acuerdo con que esas expresiones (despectivas, insultantes o de menosprecio) son muy graciosas, la sensibilidad hacia esos discursos disminuye. Mientras que la relación entre esa variable y el “Odio ideológico” no es estadísticamente significativa (p>.05). En otras palabras, coincide que algunas personas que perciben menos gravedad en los discursos racista y excluyente, machista y de género y violento e irónico consideran que estas expresiones son muy graciosas.
Por otro lado, se ha estudiado la posible interacción entre diferentes acciones 7 que se pueden llevar a cabo al ver/escuchar una expresión despectiva, insultante o de menosprecio y la percepción de gravedad de los distintos tipos de DO identificados en este estudio (Tabla 6). En primer lugar, se observa la relación entre la frecuencia en la que la persona reconoce que ha abandonado la red social o el medio donde vio el comentario y la gravedad con la que valoran esos discursos. Se ha encontrado que existe una correlación positiva muy baja, en los factores “Odio racista y excluyente” (r (1020) = .07, p<.05), “Odio violento e irónico” (r (1020) = .10, p<.001) y “Odio ideológico” (r (1020) = .15, p<.001), que muestra que cuanto más frecuente es realizar esa acción, con más gravedad se perciben esos discursos. La relación entre esa variable y el “Odio machista y de género” no resulta estadísticamente significativa (p>.05).
A continuación, se comprueba la posible relación entre la frecuencia en la que la persona declara que ha preferido mantenerse al margen para evitar conflictos y la valoración de la gravedad de los diferentes DO, verificándose que se produce una correlación negativa muy baja, en el factor “Odio racista y excluyente” (r (1020) = - .16, p<.001), que sugiere que una mayor frecuencia de realización de esa acción se asocia con una menor sensibilidad hacia este discurso. Para el resto de discursos no se puede establecer una relación estadísticamente significativa (p>.05).
Por último, se estudia la relación entre la frecuencia con que se reconoce compartir, difundir o reenviar expresiones despectivas, insultantes o de menosprecio hacia una persona o colectivo y su valoración de la gravedad de los DO. Se aprecia una correlación negativa muy baja, en los factores “Odio racista y excluyente” (r (1020) = - .08, p<.001), “Odio machista y de género” (r (1020) = - .10, p<.001) y, una correlación igualmente negativa de intensidad baja en el factor “Odio violento e irónico” (r (1020) = - .21, p<.001), que indicaría que cuanto más frecuente es compartir, difundir o reenviar odio, la sensibilidad hacia esos discursos disminuye. La relación entre esa variable y el “Odio ideológico” no es estadísticamente significativa (p>.05). En definitiva, la percepción de menor gravedad en las expresiones que contienen odio se relaciona para algunas personas con compartir, difundir o reenviar dichas expresiones.
Relación entre el uso de distintas redes sociales y la gravedad percibida del discurso de odio
Complementariamente a los análisis anteriores, se estudia si la frecuencia de uso de distintas redes sociales 8 se relaciona con el nivel de gravedad percibido en los cuatro tipos de DO analizados (Tabla 7). Se ha encontrado que la mayor frecuencia de uso de Instagram correlaciona positivamente, con una intensidad muy baja, con el “Odio racista y excluyente” (r (1020) = .08, p<.05) y el “Odio machista y de género” (r (1020) = .11, p<.001), esto es, a mayor frecuencia de uso de esta red social, mayor parece ser la sensibilidad hacia esos DO. Para el resto de dimensiones del DO no se aprecia una correlación estadísticamente significativa (p>.05).
En el caso de Twitter, se observa una correlación positiva muy baja con el “Odio racista y excluyente” (r (1020) = .12, p<.001), lo que indicaría que una mayor frecuencia de uso correlaciona con una mayor percepción de gravedad de ese tipo de discurso. En el resto de DO no se produce relación entre las variables (p>.05).
Por su parte, la frecuencia de uso de TikTok correlaciona de manera negativa muy baja con el “Odio violento e irónico” (r (1020) = - .09, p<.001), de manera tal que la mayor frecuencia de utilización de esta red social se asocia con una menor sensibilidad hacia este tipo de DO. Los otros DO no están relacionados estadísticamente con la frecuencia de uso de TikTok (p>.05).
Por último, la frecuencia de uso de la red Twitch correlaciona positivamente, con una intensidad muy baja, con el “Odio racista y excluyente” (r (1020) = .11, p<.001), lo que indica que mayor frecuencia de uso se relaciona con una valoración más alta de la gravedad de ese discurso. Mientras que esa correlación tiene un signo negativo y una intensidad baja cuando se trata de “Odio violento e irónico” (r (1020) = - .20, p<.001) y muy baja con el “Odio ideológico” (r (1020) = - .08, p<.05). Para el factor “Odio machista y de género”, la relación no llega a alcanzar el nivel mínimo para ser considerada significativa (p>.05).
Características de la población respecto a los cuatro tipos de discurso de odio
A partir de los análisis anteriores se puede establecer la siguiente tipología para cada uno de los tipos de DO sometidos a estudio en este trabajo:
Son más sensibles a este tipo de discurso de odio, esto es lo valoran o perciben con mayor nivel de gravedad: las mujeres, las personas de edades más jóvenes, con mayor nivel de estudios y una autoubicación ideológica más a la izquierda. También aquellas personas que consideran en mayor medida que las conductas de difusión de odio deberían denunciarse y que están menos de acuerdo en que algunas de esas expresiones son graciosas. Asimismo, son más sensibles aquellas que indican que con mayor frecuencia abandonan la red social o medio cuando ven una expresión de odio, que menos frecuentemente se mantienen al margen (cuando ven/escuchan expresiones de odio) y que con menor frecuencia reconocen compartir, difundir o reenviar este tipo de expresiones. Por último, son también más sensibles aquellas personas que señalan un uso más frecuente de Instagram, Twitter y Twitch.
Son más sensibles a esta categoría de DO, considerándolo más grave: las mujeres, las personas de edades más jóvenes y con una autoubicación ideológica más a la izquierda. También aquellas personas que consideran en mayor medida que la difusión de odio debería denunciarse y que están menos de acuerdo con que algunas de esas expresiones (de menosprecio) son graciosas. Asimismo, son más sensibles aquellas que declaran compartir, difundir o reenviar este tipo de expresiones con menor frecuencia. Por último, son también más sensibles aquellas personas que señalan un uso más frecuente de Instagram.
Son más sensibles a esta forma de DO, percibiéndolo como más grave: las personas de mayor edad y con una autoubicación ideológica más a la izquierda. También aquellas personas que más entienden que la difusión de odio debería denunciarse y que están menos de acuerdo con que algunas de esas expresiones (de menosprecio) son graciosas. Asimismo, son más sensibles aquellas que indican que abandonan con más frecuencia la red social o medio cuando ven un comentario de odio y que con menor frecuencia reconocen compartir, difundir o reenviar este tipo de expresiones. Por último, son también más sensibles aquellas personas que señalan un uso menos frecuente de TikTok y Twitch.
Son más sensibles a este tipo de discurso de odio, atribuyéndole un nivel de gravedad más elevado: las personas de mayor edad y con una autoubicación ideológica más a la derecha. También aquellas personas que consideran en mayor medida que la difusión de odio debería denunciarse. Asimismo, son más sensibles aquellas que más frecuentemente abandonan la red social o medio cuando ven un comentario de esas características (relativo al odio) y que declaran un uso poco frecuente de la red Twitch.