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DOI: 10.22325/fes/res.2024.208

Territorios de la vulnerabilidad digital: situaciones, emociones y actitudes de los jóvenes en el entorno online


Digital vulnerability territories: situations, emotions and attitudes of young people in the online environment



Sonia Carcelén-García * ORCID

Departamento de Marketing, Universidad Complutense de Madrid, España. sonialca@ucm.es. Email

Myriam Durán-Vilches ORCID

Departamento de Sociología: Metodología y Teoría, Universidad Complutense de Madrid, España. myduran@ucm.es. Email

María Galmes-Cerezo ORCID

Departamento de Marketing, Universidad Complutense de Madrid, España. mgalmes@ucm.es. Email

Revista Española de Sociología (RES), Vol. 33 Núm. 1 (Enero - Marzo, 2024), a208. pp. 1-23. ISSN: 1578-2824


Recibido / Received: 02/02/2023
Aceptado / Accepted: 29/08/2023



Sugerencia de cita / Suggested citation: Carcelén-García, S., Durán-Vilches, M., y Galmes-Cerezo, M. (2024). Territorios de la vulnerabilidad digital: situaciones, emociones y actitudes de los jóvenes en el entorno online. Revista Española de Sociología, 33(1), a208. https://doi.org/10.22325/fes/res.2024.208




RESUMEN

El joven ha integrado una parte importante de su cotidianeidad en el ecosistema digital, en donde se están generando situaciones de fuerte impacto emocional. Este estudio identifica aquellas situaciones en las que los jóvenes españoles (entre 18 y 35 años) se sienten vulnerables en el entorno online, a partir de sus emociones, actitudes y experiencias vividas; además se realiza una radiografía del perfil sociodemográfico del joven más vulnerables en el mundo digital. La recogida de información se ha realizado a través de una metodología cualitativa mediante grupos de discusión y cuantitativa a una muestra representativa de 1.500 jóvenes. Los principales resultados han permitido identificar un mapa de territorios de vulnerabilidad digital de los jóvenes, donde el relato emocional adquiere importantes matices según el nivel de madurez y experiencias digitales vividas a lo largo de los años, siendo en concreto las mujeres y los jóvenes de menor edad (18 a 21 años), el segmento más sensible ante las distintas situaciones de vulnerabilidad digital.

Palabras clave: Vulnerabilidad digital, jóvenes, emociones, actitudes, riesgos, internet, redes sociales.


ABSTRACT

Young people share an important part of their daily lives in the digital ecosystem generating situations of strong emotional impact. This study identifies those situations in which young Spaniards (between 18 and 35 years old) feel vulnerable in the online environment based on their emotions, attitudes and lived experiences, also makes an x-ray of the sociodemographic profile of the most vulnerable young people in the digital world. The information was collected through a qualitative methodology using focus groups and a quantitative methodology using a representative sample of 1,500 young people. Main findings have led to the identification of a “digital vulnerability territories map” of young people. This map shows important nuances in emotional narratives that depend on the level of maturity and digital experiences over the years. Women and the youngest segment of the group (18-21 years old) appear as the most sensitive to different situations of digital vulnerability.

Keywords: Digital vulnerability, young people, emotions, attitudes, risks, internet, social network.




INTRODUCCIÓN


Vulnerabilidad digital

Los jóvenes actuales han crecido en un entorno digitalizado integrándolo en su vida cotidiana a través de dispositivos inteligentes, aplicaciones móviles y otros avances tecnológicos (Garmendia et al., 2016; Mascheroni y Holloway, 2019; Garitaonandia et al., 2020). Este nuevo ecosistema digital, que se encuentra en continua expansión, introduce nuevos factores de riesgo en el análisis de la vulnerabilidad de los jóvenes , que están siendo objeto de un gran número de estudios.

El concepto de “Vulnerabilidad digital” sirve para describir la disposición de determinados individuos o grupos a sufrir perjuicio en su acceso y exposición a los medios y servicios de la información. En este contexto se considera especialmente vulnerables a los jóvenes que pasan gran parte de su tiempo en el entorno online (Fuente-Cobo, 2017; García-Jiménez et al., 2022).

La identificación de los jóvenes como grupo vulnerable se asocia con cualidades de fragilidad ante determinadas situaciones de riesgo (Feito, 2007), las cuales se intensifican entre los jóvenes a través de la concurrencia de varios factores como: el uso excesivo de Internet y redes sociales, la alta penetración y accesibilidad de los smartphones (Pastor et al., 2022); el fuerte poder de seducción de la tecnología (Díaz-López et al., 2020); así como su inmediatez y sus posibilidades de anonimato (Sánchez Romero y Álvarez González, 2018).

El trabajo de Subramaniam et al. (2020) examina el concepto de vulnerabilidad digital de los jóvenes en los trabajos publicados entre 2009 y 2018, y plantea la existencia de un doble enfoque: autores que parten de la premisa de que los jóvenes son especialmente vulnerables en este ecosistema tratando de identificar situaciones y contextos de riesgo para poder influir en políticas sociales que les protejan y; otros estudios que consideran que este punto de partida supone una visión pesimista, centrada en solo investigar el uso problemático de Internet y las redes sociales.

Nuestra aproximación al objeto de estudio se realiza desde un punto intermedio entre estos dos enfoques, ya que consideramos que, el entorno digital tiene unas características que le dotan de cierta excepcionalidad como contexto de riesgo al mostrar un fuerte magnetismo entre un colectivo que no tiene clara la naturaleza de su impacto y que, en muchos casos, no ha sido capaz de desarrollar capacidades y competencias digitales que le permitan protegerse. Además, siguiendo a Fu y Cook (2021) , consideramos que el joven de hoy se encuentra en un nuevo modelo de socialización híbrido (online-offline) en el que va madurando y adquiriendo, a partir de sus experiencias y aprendizajes, escudos de protección para reducir su fragilidad en la vida, de tal manera que el uso de la tecnología, como la incorporación de otros hábitos no digitales, su impacto está muy determinado por el uso responsable o no, que la persona haga de ellos.

Este trabajo ha identificado aquellas situaciones del entorno online donde se desenvuelven los jóvenes españoles, en las que se sienten más vulnerables, a partir de sus emociones, experiencias vividas y actitudes. Además, el estudio ha definido perfiles de jóvenes, en función de sus características sociodemográficas, más sensibles hacia los peligros que pueden sufrir en este entorno y que, por tanto, les pueden hacer más vulnerables.

Situaciones de riesgo para los jóvenes en el ecosistema digital y factores asociados

Los estudios que tratan esta cuestión se centran en el comportamiento de los jóvenes y su exposición a determinadas situaciones consideradas de riesgo, y sus posibles consecuencias, así como los factores que incrementan o disminuyen su vulnerabilidad.

Algunos estudios sobre los factores de riesgo asociados al uso inadecuado de las redes sociales parten de la Teoría del comportamiento problemático de Jessor, e identifican los contextos que puedan interferir en el desarrollo psicosocial exitoso, detectando los escenarios de especial vulnerabilidad para los jóvenes (Jessor, 1987). Desde este enfoque se han investigado las relaciones entre la conducta problemática y determinados escenarios online, como el acoso y el contacto con extraños (Gámez-Guadix et al., 2016; Kircaburun et al., 2019). Otras investigaciones analizan el papel de los factores de riesgo que lo pueden incrementar (como problemas emocionales, o búsqueda de sensaciones), o minimizar actuando como escudos de protección (como la calidad del entorno familiar, o el apoyo social de los amigos) asociados a la conducta problemática de los jóvenes en el ecosistema digital (Symons et al., 2017; Kvardova et al., 2021; Tóth‐Király et al., 2021, Wang et al., 2021).

Algunas de las investigaciones que estudian los riesgos a los que se enfrentan los jóvenes en Internet, consideran que a medida que los menores se van haciendo adultos, y van adquiriendo experiencia y aprendizaje, su fragilidad y nivel de riesgo va disminuyendo (De Frutos Torres y Vázquez Barrio, 2012; Narros et al., 2022). Otros estudios revisan la relación entre las destrezas digitales y los riesgos de uso de Internet (Catalina-García et al., 2014, Lopez-Sintas et al., 2020); así como la influencia de la familia y su efecto protector ante esos peligros (Mesch, 2018; Rodríguez-de-Dios et al., 2018).

A partir del análisis de la literatura científica se ha identificado un grupo numeroso de investigaciones que estudian, desde un enfoque cuantitativo, el comportamiento de los jóvenes en el ecosistema digital ante determinadas situaciones que previamente han sido identificadas como de riesgo; así como los principales factores asociados y posibles escudos de protección. Así, al uso compulsivo de Internet se han asociado factores psicológicos como una baja autoestima, una propensión a la introversión o inestabilidad emocional (Buecker et al., 2020), y el agotamiento escolar (Salmela-Aro et al., 2017). Pero también hay estudios que han identificado factores asociados a una menor propensión, como la satisfacción con la vida familiar (Taş, 2021). Muy interesante es la idea de que el uso intensivo de Internet no siempre tiene que significar un riesgo, sino que depende fuertemente de las características psicológicas del joven (Helsper y Smahel, 2020).

Entre los estudios que han clasificado estas situaciones de especial vulnerabilidad de los jóvenes, destaca la revisión académica realizada por Subramaniam et al. (2020) que ha delimitado once escenarios de riesgo del uso de la tecnología en los jóvenes: exposición al ciberacoso, autorrepresentación online, exposición temprana a internet, solicitud sexual, informaciones falsas, exposición a contenido explícito, victimización por parte de los compañeros, pérdida de la privacidad, juego online peligroso, exposición a contenido sobre uso de drogas, y el acceso a contenidos violentos. Otro referente en este campo es el trabajo de El Asam y Katz (2018) que identifica cuatro territorios de riesgo en el entorno online: riesgos de contacto, de contenido, de actividades y de ciberataques.

Finalmente, la revisión de la literatura nos ha llevado a identificar otro grupo de investigaciones menos numerosas que profundizan en la vulnerabilidad digital de los jóvenes desde su propia visión, utilizando investigación cualitativa para examinar sus percepciones ante estos escenarios de riesgo. Se analizan los relatos de los jóvenes sobre diferentes cuestiones como pueden ser las relaciones de pareja en las redes sociales de citas (Howard et al., 2019), la utilización del humor en el acoso verbal en las redes sociales (Oonagh et al., 2020); o la utilización del anonimato en el ecosistema digital (Keipi y Oksanen, 2014), para identificar sus percepciones sobre los riesgos y las emociones expresadas ante estos contextos.


Objetivos y metodología


El objetivo del estudio es identificar las distintas situaciones que hacen sentir vulnerables en el entorno online a los jóvenes españoles, así como examinar qué emociones y actitudes les generan las situaciones previamente detectadas.

Este objetivo general se desagrega en los siguientes objetivos específicos:

  1. Identificar las diferentes situaciones de riesgo percibidas por los jóvenes en el entorno online partiendo de: el análisis de las emociones vividas en dicho contexto y, la reconstrucción en detalle de la experiencia percibida como vulnerable.

  2. Conocer cuáles son las actitudes señaladas por los jóvenes españoles (de 18 a 35 años) hacia las distintas situaciones vividas en el entorno digital que les hacen sentir vulnerables.

  3. Averiguar si existen perfiles sociodemográficos de jóvenes (en función del sexo, edad, nivel de estudios, clase social, tamaño familiar y Comunidad Autónoma) más conscientes de su vulnerabilidad en función de sus actitudes y emociones sentidas en diferentes situaciones de riesgo en el entorno online (Internet y las redes sociales).

La recogida de información se ha realizado a través de una triangulación metodológica, basada en un estudio cualitativo y cuantitativo, para poder obtener un mayor conocimiento del problema a investigar.

Metodología cualitativa

La primera fase de la investigación se ha abordado a través de la metodología cualitativa mediante la técnica de los grupos de discusión, favoreciendo que el discurso emocional fluya libremente y se puedan conocer las percepciones, emociones de los participantes, creando un espacio donde el joven se encuentre abierto a compartir de forma natural sus experiencias y vivencias entre un grupo de iguales con los que se siente reconocido (Krueger, 1991). El objetivo de esta fase de la investigación ha sido explorar en las situaciones de riesgo que perciben los jóvenes en el ecosistema digital y profundizar en las emociones que sienten, tratando de identificar distintos escenarios de vulnerabilidad digital. Para ello, se han realizado 3 grupos de discusión online (formados por 6 participantes cada grupo), con una duración de aproximadamente dos horas cada uno. La selección de la muestra se realizó en base a una diversidad de variables que pudieran representar de forma rica y variada el universo de los jóvenes españoles. Las variables utilizadas para la selección de la muestra han sido: sexo, ocupación, nivel de estudios, si viven independientes o no del hogar familiar y, lugar de residencia. La muestra compuesta por 18 jóvenes españoles entre los 18 y 30 años, se ha dividido en 3 segmentos de edad que configuran tres momentos vitales diferenciados:

  • El grupo de los 18 a 21 años (50% hombres y 50% mujeres) está representado por un joven 100% estudiante universitario, sin ocupación, que convive en el contexto del hogar familiar. Solo una joven de 20 años se sale de este perfil, ya que ha realizado estudios de FP y en el momento actual se encuentra en paro y convive con su pareja.

  • El grupo de los 22 a 25 años (50% hombres y 50% mujeres) está representado por un joven graduado universitario en la búsqueda de empleo (en este grupo había 2 participantes en paro, 3 trabajando a tiempo parcial y 1 estudiando un postgrado). Todos los participantes excepto 1, siguen viviendo con sus padres.

  • El grupo de los 26 a 30 años (50% hombres y 50 % mujeres) está definido por un joven independizado del hogar familiar (excepto 1 participante que continúa viviendo con sus padres), formado en estudios universitarios (excepto 1 participante) y con una variedad de situaciones ocupacionales (1 opositor, 3 trabajando por cuenta ajena, 1 autónomo y, 1 en paro).

La realización de los grupos se ha realizado en noviembre de 2021 y para su desarrollo se ha elaborado una guía de discusión abierta que respetara el libre fluir discursivo de los participantes sobre los principales temas a investigar. El análisis de los resultados se ha llevado a cabo a través del análisis del discurso sobre las transcripciones literales de los grupos, lo que ha permitido la categorización de los territorios de vulnerabilidad.

Metodología cuantitativa

La segunda fase del estudio es una investigación cuantitativa a través de una encuesta online asistida por ordenador (CAWI) a una muestra de 1.500 personas residentes en España, entre 18 años y 35 años (con una media de edad de 26,9 y una desviación típica de 5,2). La selección de las unidades muestrales, es decir los individuos 1 , se ha obtenido de forma aleatoria a través de un panel de encuestas online 2 . La distribución de la muestra es representativa de la población española entre 18 años a 35 años en función del sexo, la edad y la Comunidad Autónoma de residencia (INE Base, 2021). Por tanto, la muestra de investigados se compone de un 49,1 % de mujeres, un 50,6 % de hombres y un 0,3% que no manifiestan su género, con las siguientes franjas de edad: 18-21 años (20,6 %); 22-25 años (20,6 %); 26-30 años (28,1 %); 31 a 35 años (30,7 %). A este tamaño muestral le corresponde un error orientativo, en el supuesto de muestreo aleatorio simple, del ±2,58% para un nivel de confianza del 95,5 % (P=Q= 50% y 2 sigma). El objetivo de esta fase ha sido conocer las actitudes de los jóvenes ante sus experiencias en el entorno online e identificar posibles diferencias en función de las variables sociodemográficas.

Para recoger la información se ha utilizado un cuestionario estructurado “ad-hoc” que incorpora, además de los identificadores sociodemográficos de los investigados, otro conjunto de variables relativas a los siguientes aspectos (ver tabla 2):

  1. Comportamientos de uso de Internet y redes sociales por parte de los investigados.

  2. Actitudes hacia las distintas situaciones que hacen sentir vulnerables a los jóvenes en el entorno digital.(26 ítems) En todos los casos se ha utilizado una escala de Likert de 6 posiciones (0=No sabe/No contesta, 1=Completamente en desacuerdo, 2=Bastante en desacuerdo, 3=Ni de acuerdo ni en desacuerdo, 4=Bastante de acuerdo y 5=Completamente en desacuerdo), ofreciendo el conjunto de los ítems considerados una alta fiabilidad global (α de Cronbach = 0,933).Las distintas actitudes se han agrupado en las siguientes 5 categorías:

  • Actitudes generales hacia situaciones en Internet y las redes sociales.

  • Actitudes hacia la imagen personal proyectada en redes sociales.

  • Actitudes hacia la imagen idealizada o falseada en redes sociales.

  • Actitudes hacia comportamientos inadecuados en Internet y las redes sociales.

  • Actitudes hacia comportamientos comerciales de las empresas en Internet y las redes sociales.

  • Actitudes hacia comportamientos responsables en Internet.

La elección de las actitudes analizadas se fundamenta en los resultados de los focus group previamente realizados, así como en diversos estudios e informes sobre ciberconductas de riesgo (Livingstone et al., 2014; Garmendia et al., 2016; Ramos-Soler et al., 2018; Perís Hernández et al., 2018; Garitaonandia et al., 2020; Osorio-Tamayo y Millán Otero, 2020; Galbava et al., 2021; Romera et al., 2021, Andrade et al., 2021).

La recogida de información del cuantitativo se ha realizado durante marzo de 2022 y los datos obtenidos han sido analizados con el paquete estadístico SPSS v25.0 (IBM Corp. 2017) aplicándose para su análisis técnicas univariables y bivariables de estadística descriptiva e inferencial, así como el análisis de tablas cruzadas con prueba de la Chi cuadrado y V Cramer para observar si existe o no asociación estadística entre las distintas variables estudiadas. Para realizar los distintos análisis estadísticos y facilitar su interpretación, se han recodificado las variables relativas a las actitudes estudiadas en tres categorías: la primera categoría agrupa las valoraciones 1=Completamente en desacuerdo y 2=Bastante en desacuerdo; la segunda categoría hace referencia al valor 3=Ni de acuerdo ni en desacuerdo y la tercera agrupa las valoraciones 4=Bastante de acuerdo y 5=Completamente de acuerdo.


Resultados


Territorios de vulnerabilidad digital de los jóvenes: Actividades de riesgo y su impacto emocional

Desde el discurso espontáneo del joven sobre Internet, se observa un punto de partida muy interesante para el análisis de la vulnerabilidad en sus usos digitales, como es el reconocimiento de la naturaleza ambivalente de Internet como medio que le potencia y le limita al mismo tiempo. Internet es percibido como un medio de naturaleza creadora, que le otorga una capacidad de creación sin precedentes, impulsándole y haciéndole crecer, convirtiéndose en un medio esencial en sus vidas “Yo creo que lo mejor es la posibilidad de compartir información de forma instantánea, tanto con personas que conozcas como que no conozcas” (hombre, 19 años). Pero, al mismo tiempo reconoce en Internet una cara oscura que no controla y por la que sabe que paga un peaje importante poniendo en juego conductas y emociones perjudiciales:

La gente desconoce el poder que tiene de destruir, de hacerte papilla. Es un arma de doble filo, te puede hacer perder mucho tiempo” (hombre, 18 años), “En internet pagas regalando todos tus datos personales y parte de tu vida privada, y eso puede acabar jugando en tu contra” (hombre, 22 años).

El joven reconoce su vulnerabilidad desde las malas experiencias a lo largo de su vida digital, donde la variable edad desvela una de las claves del análisis: el aprendizaje que tiene el joven a lo largo del tiempo es una herramienta para protegerse de la naturaleza más tóxica de Internet, aquella que impacta directamente en el desarrollo de sus emociones negativas.

“Al llevar varios años usando estas redes sociales, somos más capaces de identificar lo que puede ser de verdad o lo que no. O si te llega un correo sabes cómo identificar que la dirección no es de quién te lo está enviando, es de alguien que se lo ha creado para engañarte. El uso de la red social nos ha ido dando más información y somos más capaces de diferenciar entre lo que es de verdad y lo que no” (hombre, 26 años).

En este contexto digital, el joven traslada un mapa de 8 “Territorios de vulnerabilidad digital” en cada uno de los cuales se han descrito las situaciones que lo activan, las emociones que generan, los escenarios donde acontecen y finalmente el perfil del joven que lo protagoniza (Tabla 1). La edad es la variable que establece las diferencias discursivas por target, el resto de las variables (sexo, ocupación, nivel de estudios y si son independientes del hogar familiar o no), no han proporcionado diferencias determinantes a nivel discursivo con la muestra utilizada en el estudio cualitativo.


Tabla 1 Resumen de los Territorios de vulnerabilidad entre los jóvenes en el contexto digital

Situaciones que activan la vulnerabilidadEmociones que se activan en el jovenEscenarios de vulnerabilidadPerfil donde se activa más la vulnerabilidad
Territorio 1: “Siento CRÍTICA”. El poder del anonimato
Ataques y críticas Faltas de respeto Acoso (Bullying y Ciberbullying)Odio Impotencia Rabia CulpabilidadRRSS18-25 años
Territorio 2: “Siento PRESIÓN SOCIAL”. El poder de la tiranía de las redes sociales
Sobre exposición continua Conexión 24 horas Publicación constante de contenido personal Ansiedad Miedo al rechazo Miedo a perderse algoRRSS18-21 años
Territorio 3: “Siento VERGÜENZA”. El poder de la pérdida de control del contenido
Pérdida de intimidad Publicación indebida de contenido privado Fácil acceso a contenido inapropiado/peligroso Preocupación por la huella digitalVergüenza Rabia ImpotenciaRRSS Instagram18-21 años
Territorio 4: “Siento INSUFICIENCIA”. El poder de los influencers
Consumo excesivo de contenido idealizado y de poco valor Pérdida de tiempo Aspiración a una vida idealizada - Vacío - Frustración - InferioridadRRSS Cuentas de influencers 18-21 años
Territorio 5: “Siento que ME ETIQUETAN”. El poder de la imagen digital
Proyección de una imagen estereotipada del joven Juicios incorrectosFrustración ImpotenciaRRSS22-25 años
Territorio 6: “Siento PÉRDIDA DE CONTROL”. El poder del intrusismo en la Red
Pérdida del control de la información facilitada Publicidad invasiva Estrategias comerciales abusivas Aceptación de cookies Censura de la RedInseguridad Resignación Impotencia ManipulaciónRRSS Webs comerciales22-30 años
Territorio 7: “Siento INTIMIDACIÓN”. El poder de la pantalla
Suplantación de identidades Utilización indebida de información personal Amenazas Sexting Hackeo de cuentas privadasMiedo Inseguridad Desconfianza SoledadRRSS18-21 años
Territorio 8: “ME SIENTO ENGAÑADO”. El poder de la falta de experiencia/madurez
- Fake news - Estafas/sorteos engañosos, etc.- Miedo - Desconfianza - InseguridadRRSS Internet18-21 años


A continuación, se explican cada uno de los territorios identificados:

Territorio 1: “ME SIENTO VULNERABLE CUANDO…. ME SIENTO CRITICADO/A”. “Cualquiera te puede decir lo que quiera, están libres de insultar o de decir cualquier cosa” (hombre, 18 años). El joven se siente vulnerable ante la falta de respeto que se respira en las RRSS por ataques de personas conocidas y/o desconocidas, donde el medio empodera al sujeto a expresarse agresivamente desde su condición del anonimato y deslocalización: “En la red social no hay nadie cara a cara, la gente es mucho más valiente y te dice cualquier cosa sin ningún tipo de respeto” (hombre, 18 años), “Cuando das tu opinión sobre algún tema, eres criticado, te atacan, en cualquier red social, por gente conocida y desconocida” (mujer, 20 años). La crítica despierta en el joven emociones como el odio y la rabia, haciéndose especialmente relevante entre los más jóvenes (18 y 21 años), los cuales disponen de menos herramientas para su gestión, llegando a vivir situaciones de fuerte impotencia al sentirse amenazados e incluso acosados, provocando situaciones de fuerte riesgo emocional como la culpabilidad. “Cuando miras las redes sociales ves algunos comentarios que te hacen cuestionarte lo que estás haciendo ahí. Te sientes culpable de leer esos comentarios” (hombre, 23 años). “A un amigo mío se metían mucho con él en clase y por redes sociales, yo veía esa clase de comentarios y me incomodaban. En Instagram, se creaban perfiles falsos para insultarle. Le hacían bullying y cyberbullying” (mujer, 20 años).

Territorio 2: “ME SIENTO VULNERABLE CUANDO… SIENTO PRESIÓN SOCIAL”: “Cada vez hay más redes sociales, más cosas y queremos estar en todos lados y al final estamos exponiendo más nuestra vida en más sitios” (mujer, 24 años). El joven declara sentir la tiranía de las redes sociales, al tener que estar conectado constantemente y “obligado” a publicar y subir contenido, viéndose envuelto en una dinámica incontrolada de sobreexposición continua. “Es un poco de presión social, porque ahora el que no usa redes sociales es un pringado. La sociedad te lleva a que tú uses redes, a que publiques todo lo que haces, subas ciertas fotos, o hagas ciertos tipos de cosas que a lo mejor no harías si no te presionaran tus amigos, tu clase, en general, la gente” (mujer, 26 años). La ansiedad es la emoción que mejor caracteriza este territorio de vulnerabilidad, la sensación de tener que estar conectado todo el tiempo por el miedo a perderse algo (FOMO, Fear of Missing out), o no sentirse parte del grupo, en definitiva, el miedo al rechazo que se proyecta con más fuerza en el colectivo de los más jóvenes, más prisioneros de esta presión social. “Tanta abundancia acaba siendo algo negativo porque siempre tienes la sensación de que te pierdes algo” (hombre, 29 años). “Hay una ludopatía en el joven que está todos los días subiendo videos, exponiendo su vida, entrando en un ciclo en el que toda la gente puede opinar sobre su vida” (hombre, 26 años).

Territorio 3: “ME SIENTO VULNERABLE CUANDO… ME SIENTO AVERGONZADO/A”: “Alguna actividad que me da mucha vergüenza es cuando compartes historias en Instagram y vas a subir una historia a mejores amigos y sin darte cuenta lo subes al normal y luego te das cuenta y lo ha visto todo el mundo” (mujer, 24 años). El joven desde su discurso más racional se muestra muy atento al cuidado de su intimidad, ahora bien, la propia dinámica de las redes sociales provoca en el sujeto ciertas situaciones donde esa privacidad salta al espacio público de manera no deliberada, colocándole en una posición de vulnerabilidad. “En el instituto varias parejas que acabaron mal difundieron imágenes de sus ex de desnudos y acabó teniéndolos un montón de gente” (mujer, 23 años). Otro escenario donde el joven siente que se atenta hacia su privacidad es ante la falta de control del uso de su propia información, una vulnerabilidad que le llega de su entorno más cercano, de una especie de “hater conocido”, que actúa de forma inadecuada como consecuencia de una deslealtad (asociado a venganzas personales, rupturas de pareja, etc.), o simplemente por la falta de pudor hacia la privacidad de otro. “Siempre hay un amigo que cuando vas de fiesta o estás haciendo cualquier cosa, graba todo y lo sube y a ti no te hace gracia que ciertas cosas acaben en Instagram o una red social” (hombre, 22 años). El joven se siente avergonzado y frustrado ante la pérdida de control de su información personal haciéndose especialmente relevante entre el discurso más adulto preocupado por su huella digital. “Lo peor es lo que hay en redes que subiste un día y ya no te acuerdas y sigue ahí reflejado” (mujer, 24 años). “Yo cuido mucho mi imagen en redes sociales porque nunca sabes en un futuro cuando te va a pasar factura” (hombre, 22 años).

El discurso del joven más adulto y experimentado en el entorno digital muestra una voz de alarma ante la fuerte necesidad de controlar la información en la Red, no solo la de ámbito privado y personal, sino también el acceso a contenidos indeseados, haciendo especialmente vulnerable a los menores en la facilidad de acceso a contenidos de naturaleza violenta y con fuertes connotaciones sexuales. “Si hablamos de pornografía, antes un niño podía acceder a algo por una revista o una película, pero era mucho más complicado. Y ahora es en un click, que además puedes no hacerlo ni siquiera a propósito” (hombre, 26 años).

Territorio 4: “ME SIENTO VULNERABLE CUANDO… ME SIENTO INSUFICIENTE”: “Yo tenía un par de amigos que se tuvieron que desinstalar Instagram porque les generaba mucha ansiedad, se sentían inferiores cuando veían la vida falsa de otra gente. Estaban todo el rato mirando las historias de Instagram, y veían que toda la gente está feliz y ellos estaban muy mal porque no se lo pasaban tan bien como la gente que ellos veían, (...) todos sabemos que en las redes sociales se proyecta una realidad que no es del todo cierta” (hombre, 25 años). El influencer se convierte en un objeto de consumo de “alto valor”, con un alto poder de atracción sobre el joven. En este contexto se genera un marco de relaciones de carácter parasocial donde el sujeto alcanza un alto grado de empatía y cercanía con el influencer generando actitudes de consumo adictivo hacia el contenido que éste publica. “Ver fotos de otra chica y sentirte tú vulnerable por el hecho de qué cuerpazo tiene, que guapa es, y te comparas” (mujer, 20 años). “Cuando uno va detrás mucho de una persona, un influencer y adopta una imagen de cómo debe ser él a raíz de otra persona” (hombre, 19 años). “Si tú estás viendo en Instagram gente que sale con el mejor perfil, maquillada, con la luz perfecta, y tú vas al espejo y te ves mucho peor, eso te puede afectar mucho psicológicamente. A las chicas muchísimo, más que a los chicos” (hombre, 18 años). Nos encontramos con un joven que, si bien es consciente de la superficialidad del influencer y de su impostura, se deja arrastrar por un mundo “idealizado” y la tiranía de una estética o estilo de vida muy alejado de su realidad. Especial mención se muestra en el discurso de las chicas, donde la presión de los estereotipos tradicionales de belleza está muy presente en los personajes que siguen. El joven muestra actitudes de consumo compulsivo de influencers, especialmente preocupante entre los más jóvenes (18 a 21 años) que declaran sentirse vacíos y culpables ante un consumo masivo que aporta poca transcendencia a sus vidas. “Cuando paso horas viendo vidas de otra gente que ni me va ni me viene, pierdo bastante parte de mi vida, viendo contenido que en realidad no va a aportar nada a mi persona” (mujer, 19 años). “Reflexiono un poco y me he dado cuenta de que no he hecho nada, que me he comido la tarde en Instagram, que se te escapa la tarde, y el día, que es la vida al final” (hombre, 18 años).

Territorio 5: “ME SIENTO VULNERABLE CUANDO… SIENTO QUE ME ETIQUETAN”: “A los jóvenes en las redes sociales se les acaba generando una imagen que no es la correcta” (hombre, 22 años). Destaca en el discurso del joven adulto la preocupación por la imagen estereotipada que se proyecta en los medios de comunicación y de la que no siente responsable (como el comportamiento de la juventud durante la pandemia o casos mediáticos de conductas inapropiadas entre este colectivo). “Cuando en Twitter o Instagram ves algún caso mediático de algo que ha pasado con un grupo de jóvenes, que ha hecho algo mal, me siento decepcionada porque engloban a todos y tú piensas, yo no actúo de esa manera y se me mete en ese grupo y se me juzga igual” (mujer, 24 años). “A los jóvenes en las redes sociales se nos acaba generando una imagen que no es la correcta” (hombre, 22 años). “Genera impotencia y me da pena porque nuestra generación no es muchas de las cosas que se generalizan con nosotros (hombre, 22 años). La estereotipación del joven se hace especialmente presente en sus usos digitales cuando se siente encasillado por el contenido que publica y las opiniones que expresa. Internet muestra su cara menos tolerante, limitando la libertad de expresión de un joven que se siente juzgado y reducido a una etiqueta basada en estereotipos y creencias ideológicas. “Que te tengan que poner una etiqueta porque suba una foto “x”, que significa algo que no tiene nada que ver conmigo” (mujer, 28 años). “En Twitter a la mínima te etiquetan de alguna ideología, por ideas que tiene la gente en la cabeza, prejuicios personales, te van etiquetando a nivel ideológico que luego no tiene nada que ver” (hombre, 29 años). “Si muestro una opinión en mis redes tengo que asumir que me van a etiquetar de forma correcta o incorrecta” (hombre, 27 años). El sentir “que me etiquetan” se desarrolla en diferentes contextos, entre los jóvenes más adultos destaca el entorno laboral y la frustración e impotencia ante un medio que no le permite singularizarse expresando su individualidad, y que, por el contrario, le intenta generalizar y simplificar. “Con el tema de búsqueda de trabajo en LinkedIn, me agobia o me frustra el decir ¿por qué me tengo que describir en una página, en base a un criterio, si es que tengo muchas facetas más que esto?, al final te etiquetan y hacen una selección de lo que tú eres, por la foto que subas, por cómo describas tu trabajo, cómo te expreses…” (mujer, 28 años).

Territorio 6: “ME SIENTO VULNERABLE CUANDO… ME SIENTO CONTROLADO/A”: “Internet es un sitio gratuito en su gran parte porque no pagas dinero, pagas regalando todos tus datos personales y parte de tu vida privada, y eso puede acabar jugando en tu contra” (hombre, 22 años). El joven se siente atrapado por la Red, pagando un “alto peaje” para poder acceder a contenidos y tener una navegación fluida a cambio de información personal y aceptar unas cookies, que rastrean sus movimientos en Internet. Además de sentirse controlado, percibe una pérdida de control sobre su información, ya que no conoce el uso posterior que le darán las empresas o instituciones. “Cuando recopilan tu información para venderla” (hombre, 19 años). “Cuando tienes que identificarte o dar cierta información sobre ti, cuando únicamente quieres informarte o ver algo sin más” (mujer, 28 años). Se sienten impotentes y resignados ante un sistema que ha establecido la Red, del que son prisioneros. La pérdida de control se pone de manifiesto ante prácticas comerciales y publicitarias invasivas, donde se sienten “espiados o escuchados” a través de sus múltiples dispositivos. “Yo he asumido que están invadiendo nuestra intimidad. Sobre todo, el abuso de la publicidad, todo el rato te están avasallando” (mujer, 26 años). “Lo peor es que estás en casa con una conversación sin tener el móvil en la mano, y hablar de un viaje o de un producto y luego usar el móvil y los banners que te salen son de esa conversación que tuviste hace un par de horas. Te escuchan, es inevitable y no se puede hacer nada” (mujer, 28 años). “Un punto negativo es la vulnerabilidad de la privacidad de los datos. Si estoy buscando en Amazon, o un producto en El Corte Inglés, y luego estoy en una página completamente diferente, me vienen anuncios incluso en Instagram de cosas que he buscado previamente.” (hombre, 27 años). El joven más adulto es más consciente de su vulnerabilidad ante el “acoso” de las empresas cuyo objetivo comercial es la obtención de datos personales para utilizar posteriormente en sus estrategias de marketing y comunicación. “Cuando voy a inscribirme a una oferta de trabajo en una página en la que ya estoy inscrita y me toca inscribirme en otra página porque me redirigen y luego cuando te preseleccionan, te hacen inscribirte en su página personal y piensas: ¿todos mis datos tienen que estar en todas las páginas del mundo de internet?” (mujer, 26 años). También surge en el discurso del joven una vulnerabilidad ante las acciones de naturaleza más sutil que las empresas/instituciones llevan a cabo para controlar los contenidos que consumimos en Internet (“controlan lo que quieren que veamos”), provocando una sensación de “falsa libertad” en un medio que presume de apertura e independencia. “Yo me siento vulnerable en la censura que hay en internet, en el control de esos comentarios que hay por parte de las redes sociales o del Gobierno” (hombre, 18 años).

Territorio 7: “ME SIENTO VULNERABLE CUANDO… ME SIENTO INTIMIDADO”: “Hace cuestión de un año, nos vamos de vacaciones y al volver me llega un correo con un asunto súper alarmante que me decía que en la habitación en la que nosotros habíamos estado había un tío que había colocado una serie de micrófonos y cámaras y nos pedía una cantidad de dinero o iba a publicar todo en las redes sociales” (hombre, 22 años). El joven se siente fuertemente vulnerable ante determinadas situaciones que amenazan su espacio más íntimo a través del hackeo de sus cuentas privadas, la suplantación de identidades y/o la manipulación de información personal. Este contexto provoca impotencia en un joven que no sabe o no tiene herramientas suficientes para resolver estas situaciones, generando una fuerte sensación de miedo y desconfianza ante la “violación” de su espacio personal. “A mí y a mi pareja nos hackearon la red social y nos podían leer las conversaciones cada vez que hablábamos. Esto me hacía sentir muy incómodo, (...) con miedo de qué puedo decir sin que nadie lo lea” (hombre, 23 años). “Cuando hablas con alguien en una conversación privada y sacan fotos de la conversación y la publican, sientes que revelan la intimidad de uno” (hombre, 19 años). “A mí me pasó con WhatsApp, donde falsificaron fragmentos de mi conversación” (mujer, 23 años). La intimidación por mensajes con fuerte carga sexual principalmente de desconocidos (a través de imágenes o interacciones repetitivas e insistentes para intentar contactar con la persona), invade el espacio digital personal del joven, donde su privacidad se ve comprometida. Este escenario de vulnerabilidad nos desvela a un joven indefenso, ante una pantalla “desafiante”, que no le protege y que por el contrario le genera soledad y fuerte sensación de inseguridad. “Al final te sientes como sola porque puedes llegar a sentirte bastante incómoda por ciertos comentarios, o por el sentido que torna la conversación y no saber muy bien cómo actuar” (mujer, 19 años). “El problema está en gente que manda mensajes, te empieza a llamar insistentemente o te empieza a pasar fotos sexuales. A un montón de mis amigas les pasa en Instagram a pesar de ser con cuenta privada” (hombre, 19 años).

Territorio 8: “ME SIENTO VULNERABLE CUANDO… ME SIENTO ENGAÑADO/A”: La falsa información, el punto de no saber si lo que lees es verdad o no, si te están manipulando para que hagas esto o lo otro para que pienses “x” cosas” (mujer, 19 años). El joven se siente vulnerable ante la falta de transparencia del contenido y la presión de determinadas actividades comerciales que se desarrollan en la Red provocando fake news, sorteos engañosos, estafas, etc. Adquiere especial importancia en el grupo de los más jóvenes por la falta de experiencia e ingenuidad en el uso del medio donde el joven se declara temeroso a realizar determinadas prácticas por miedo a sufrir un engaño. “El hecho de participar en un sorteo y que al día siguiente me siguiera una cuenta y dijera has ganado un sorteo y luego fuera mentira” (hombre, 21 años). “Mi pareja participó en un sorteo en Instagram y le escribieron desde otra cuenta diciendo que había sido seleccionado como el ganador y era falso, era una cuenta falsa en la que le pedían un número de cuenta.” (mujer, 23 años). “Me pasó en Wallapop que iba a realizar la compra de un móvil, y pedían que les dieras tu cuenta Paypal en modo amigo cuando realmente lo que querían es que les dieran el dinero y luego se borraban la cuenta de Wallapop y no sabías más de ellos” (hombre, 25 años).

Actitudes de los jóvenes ante las situaciones que les hacen sentir vulnerables en el entorno digital

Respecto al primer bloque de actitudes generales manifestadas por los jóvenes españoles hacia situaciones de vulnerabilidad en Internet y las redes sociales (ver tabla 2), un 45% declara que debería reducir el tiempo diario que le dedica y el 40,6% siente que ese tiempo dedicado al consumo en ocasiones de “contenido de poco valor” podría haberse aprovechado haciendo otro tipo de actividades de mayor relevancia e impacto en su vida personal.

Alrededor de un tercio de la muestra se siente inseguro (31,4%) o presionado (29,9%) por tener que publicar contenido o interactuar (ej. dar likes) en redes sociales de forma constante. Esta sobre exposición continuada provoca en el joven diferentes situaciones de vulnerabilidad relacionadas con la pérdida de la intimidad y la posibilidad de que su privacidad pueda verse atacada, tanto por personas conocidas como desconocidas.

En cuanto al segundo bloque, un 35,7% de los encuestados señala estar preocupado por la imagen estereotipada que se proyecta de sí mismos en Internet y las redes sociales (36,8%). También les inquieta la huella digital que han dejado en la Red (40,6%), donde la inexperiencia digital y madurez personal en los años tempranos de su juventud, puede pasarles “factura” en su edad más adulta.

Respecto al tercer bloque, un tercio de la muestra declara sentirse mal (32,2%), frustrado (31,5%) o vacío (33,9%) cuando consume contenido idealizado de otras personas (sobre todo influencers), generándoles además miedo por las posibles consecuencias negativas psicológicas que le puede provocar (36,8%).

El Bloque cuarto se centra en aquellas actitudes hacia situaciones concretas que generan vulnerabilidad en el joven en el entorno digital como la falta de respeto (49,7%), el acoso (35,7%), la suplantación de identidades (43,1%) o la facilidad con la que se puede acceder a contenidos peligrosos o inadecuados (52,5%).

El Bloque quinto investiga las situaciones relacionadas con las acciones abusivas e invasivas por parte de las empresas como: aceptar cookies (55,3%), el bombardeo constante de publicidad (52,5%) o facilitar información personal sin saber su uso posterior (50,7%), entre otras.

Por último, casi el 60% de los jóvenes encuestados considera que los menores y las personas mayores son un público mucho más inexperto y vulnerable que ellos en el entorno digital. Como ya se comentó anteriormente, el aprendizaje y experiencias vividas a lo largo de los años les hacen estar más alerta ante determinadas situaciones y protegerse más ante los riesgos que se pueden encontrar en Internet. Por ello, un 43% de los jóvenes estaría dispuesto a compartir con otros públicos sus experiencias negativas y más de la mitad de los encuestados (56,7%) cree que son necesarios planes de prevención y educación por parte de las Instituciones Públicas dirigidos a estos públicos para enseñarles los peligros que se pueden encontrar en el entorno digital.


Tabla 2 Actitudes manifestadas por los jóvenes hacia las situaciones de vulnerabilidad en el entorno digital

Bloque 1. Actitudes hacia situaciones de vulnerabilidad en Internet y las Redes Sociales
De acuerdoIndiferenteEn desacuerdo
En ocasiones, me siento inseguro/a cuando interactúo en RRSS31,4%32,4%36,2%
En ocasiones, las RRSS me generan presión social (ansiedad por los likes, o por tener que subir contenido constantemente)29,9%29,0%41,1%
Siento que las RRSS me quitan mucho tiempo para hacer otras cosas más importantes en mi vida40,6%29,6%29,8%
Debería reducir el tiempo diario que dedico a las RRSS45,0%30,0%25,0%
Me genera desconfianza que cualquiera pueda ver mi información privada en RRSS43,9%28,7%27,4%
Me da miedo que alguien utilice de forma negativa/incorrecta el contenido personal que subo en RRSS44,3%28,7%27,0%
Me agobian las posibles críticas que puedo tener por los contenidos que publico en RRSS32,9%29,8%38,1%
En las Redes Sociales, cualquiera puede decir lo que quiera sin miedo a las consecuencias42,9%27,8%29,3%
Bloque 2. Actitudes hacia la imagen personal proyectada en Redes Sociales
Me preocupa la imagen que se pueda proyectar de mi en RRSS35,7%30,1%34,2%
No me gusta que me etiqueten por lo que aparece de mí en las RRSS36,8%31,3%31,9%
Me preocupa la huella digital que puede quedar de mí en RRSS40,6%30,8%28,6%
Bloque 3. Actitudes hacia la imagen idealizada/falseada transmitida en Redes Sociales
La imagen idealizada de otras personas que se proyecta en RRSS me hace sentirme mal32,2%31,0%36,8%
Me frustro cuando veo la vida de otras personas en RRSS y la comparo con la mía31,5%28,6%39,9%
Me siento vacío/a cuando paso mucho tiempo viendo la vida de otras personas (influencers) que no me aporta nada a mi vida33,9%30,8%35,3%
Me da miedo que las RRSS puedan afectarme psicológicamente de forma negativa36,5%30,9%32,6%
Bloque 4. Actitudes hacia comportamientos inadecuados en Internet y Redes Sociales
Siento rabia e impotencia ante los mensajes que faltan al respeto en RRSS49,7%27,8%22,5%
Me da miedo que puedan suplantar mi identidad en RRSS43,1%28,2%28,8%
Me incomoda lo fácil que se accede a contenidos inadecuados o peligrosos en RRSS52,5%24,3%23,3%
Me da miedo que me puedan acosar en RRSS35,7%29,2%35,1%
Bloque 5. Actitudes hacia los comportamientos comerciales de las empresas en Internet
Me molesta tener que aceptar cookies para ver determinados contenidos55,3%22,5%22,2%
Me molesta el bombardeo de publicidad que recibo en las RRSS52,5%24,3%23,3%
Me preocupa cómo pueden usar las empresas mis datos personales en el entorno digital50,7%27,3%22,0%
Me frustra que las empresas puedan utilizar mis conversaciones personales con objetivos comerciales51,0%26,0%23,0%
Bloque 6. Actitudes hacia comportamientos responsables en Internet
Las Instituciones Públicas deberían elaborar planes de prevención, educación y concienciación dirigidos a los menores sobre el riesgo del uso indebido de Internet y RRSS56,3%23,2%20,5%
Me gustaría poder compartir mis experiencias negativas vividas en RRSS para ayudar a otras personas y que no les pase lo mismo que a mí42,3%31,7%26,0%
Los menores y las personas mayores son un público más vulnerable que yo en RRSS56,7%21,4%21,8%


Características sociodemográficas asociadas a las actitudes hacia las situaciones de vulnerabilidad digital

Para conocer si existe un perfil del joven más asociado a determinadas situaciones de vulnerabilidad en el entorno online, se han realizado cruces entre la actitud declarada hacia esas situaciones y distintas características sociodemográficas, como el sexo, la edad, el nivel de estudios, la clase social, el tamaño familiar y la Comunidad Autónoma de residencia. Después de estudiar los resultados, únicamente el sexo y la edad son las dos variables, de todas las analizadas, en las que se han encontrado diferencias significativas (mediante el análisis de Chi cuadrado cuyo valor se puede ver en la tabla 2 y, la prueba V Cramer, donde la asociación en todos los casos era fuerte, entre 0.600 y 0.800 o, muy fuerte, entre 0,800 y 1).

Centrándonos en las dos variables sociodemográficas que han mostrado significación, en la primera de ellas, el sexo se observa que existe asociación estadística entre el hecho de ser mujer y las actitudes negativas ante las situaciones de vulnerabilidad que se producen en el entorno digital. En este sentido las mujeres declaran sentir más miedo, desconfianza, rabia, impotencia, frustración o preocupación ante determinadas situaciones donde perciben un mayor riesgo o peligro frente a los hombres (tabla 3).


Tabla 3 Actitudes de los jóvenes por género

Género
Hombre % VerticalMujer % VerticalTotal % VerticalChi-cuadra-doSignifi- cación
Me da miedo que las RRSS puedan afectarme psicológicamente de forma negativaDe acuerdo34,0%39,0%36,5%10,2160,037*
Indiferente29,6%32,2%30,9%
En desacuerdo36,4%28,8%32,6%
Me genera desconfianza que cualquiera pueda ver mi información en RRSSDe acuerdo39,4%48,6%43,9%17,5280,002**
Indiferente29,2%28,1%28,7%
En desacuerdo31,4%23,2%27,4%
Me da miedo que alguien utilice de forma incorrecta contenido personal de mis RRSSDe acuerdo39,8%49,0%44,3%17,6540,001**
Indiferente29,2%28,2%28,7%
En desacuerdo31,0%22,8%27,0%
Siento rabia e impotencia ante los mensajes que faltan al respeto en RRSSDe acuerdo43,7%56,0%49,7%25,1270,000**
Indiferente31,9%23,6%27,8%
En desacuerdo34,4%20,4%22,5%
Me da miedo que puedan suplantar mi identidad en RRSSDe acuerdo38,3%47,9%43,1%17,0590,002**
Indiferente29,1%27,3%28,2%
En desacuerdo32,5%24,8%28,8%
Me incomoda lo fácil que se accede a contenidos inadecuados en RSSSDe acuerdo48,2%57,0%52,5%13,3280,010*
Indiferente26,1%22,3%24,3%
En desacuerdo25,7%20,8%23,3%
Me da miedo que me puedan acosar en RRSSDe acuerdo31,5%40,1%35,7%14,5280,006**
Indiferente29,8%28,5%29,2%
En desacuerdo38,7%31,4%35,1%
Me molesta el bombardeo de publicidad que recibo en las RRSSDe acuerdo52,4%60,6%52,5%20,4410,000**
Indiferente22,2%22,8%24,3%
En desacuerdo25,5%16,7%23,3%
Me preocupa cómo pueden usar las empresas mis datos personales en el entorno digitalDe acuerdo46,6%55,0%50,7%10,5300,032*
Indiferente29,6%25,0%27,3%
En desacuerdo23,9%20,1%22,0%
Me frustra que las empresas puedan utilizar mis conversaciones personales con objetivos comercialesDe acuerdo46,7%55,6%51%19,1700,001**
Indiferente27,8%24,3%26%
En desacuerdo25,5%20,1%23%
Las Instituciones Públicas deberían elaborar planes de prevención, educación y concienciación dirigidos a los menores sobre el riesgo del uso indebido de Internet y RSSSDe acuerdo51,6%61,1%56,3%17,6680,001**
Indiferente24,0%22,4%23,2%
En desacuerdo24,4%16,5%20,5%

[i] *. Significativo en el nivel 0,05.

[ii] **. Significativo en el nivel 0,01.

Respecto a la edad, la segunda variable sociodemográfica que ha mostrado significación, se observa que una menor edad del joven (18 a 21 años) se asocia a unas actitudes negativas manifestadas hacia las situaciones de vulnerabilidad que se producen en el contexto digital. De nuevo, la experiencia vivida a lo largo de los años y los aprendizajes adquiridos juegan un factor importante a la hora de proteger al joven frente los peligros que puede encontrarse en el entorno online (Tabla 4).


Tabla 4 Actitudes de los jóvenes por edad

Edad
18-21 % Vertical22-25 % Vertical26-30 % Vertical31-35 % VerticalTotal % VerticalChi-cuadra-doSignificación
Siento que las RRSS me quitan tiempo para hacer otras cosas más importantes en mi vidaDe acuerdo47,9%42,5%37,5%37,3%40,6%20,6440,002**
Indiferente24,9%33,4%32,3%27,5%29,6%
En desacuerdo27,2%24,0%30,2%35,1%29,8%
Me agobian las posibles críticas que pueda tener de los contenidos que publico en RRSSDe acuerdo37,7%36,1%31,9%25,6%32%19,8870,003**
Indiferente23,7%30,6%31,2%32,1%29,8%
En desacuerdo38,6%33,2%36,9%42,3%38,2%
Me preocupa la imagen que se pueda proyectar de mi en RRSSDe acuerdo40,8%39,0%32,6%32,8%35,7%14,7910,022*
Indiferente30,4%30,3%32,4%27,6%30,1%
En desacuerdo28,8%30,6%35,0%39,6%34,2%
La imagen idealizada de otras personas que se proyecta en RSSS me hace sentirme malDe acuerdo36,9%33,7%32,7%27,8%32,2%12,9610,044*
Indiferente25,2%34,3%30,3%33,2%31,0%
En desacuerdo37,9%32,0%37,0%39,0%36,8%
Me siento vacío/a cuando paso tiempo viendo la vida de otras personas que no aporta nada De acuerdo37,1%35,8%32,1%32,3%33,9%12,4050,050*
Indiferente29,4%34,2%33,3%27,3%30,8%
En desacuerdo33,5%30,0%34,7%40,5%35,3%
Me da miedo que las RSS puedan afectarme psicológicamente de forma negativaDe acuerdo44,0%38,5%35,4%31,2%36,5%18,6500,005**
Indiferente27,8%33,7%31,1%31,0%30,9%
En desacuerdo28,2%27,8%33,5%37,9%32,6%
Me da miedo que me puedan acosar en RRSSDe acuerdo40,5%39,8%34,8%30,6%35,7%13,7520,033*
Indiferente25,9%28,2%31,8%29,5%29,1%
En desacuerdo34,3%31,4%33,4%39,9%35,2%
Me gustaría poder compartir mis experiencias negativas vividas en RRSS para ayudar a otras personas y que no les pase lo mismo que a míDe acuerdo43,7%43,4%41,1%41,6%42,3%14,1220,028*
Indiferente27,2%30,7%37,8%29,9%31,7%
En desacuerdo29,4%25,6%21,1%28,4%26,0%

[i] *. Significativo en el nivel 0,05.

[ii] **. Significativo en el nivel 0,01.




Discusión y conclusiones


El punto de partida para identificar los territorios de vulnerabilidad que aporta el estudio se inicia explorando en la dualidad emocional en la que se encuentra el joven en el uso de Internet desde su naturaleza ambivalente como medio que le potencia y le limita al mismo tiempo, lo que les ha ayudado a reconocerse en su propia vulnerabilidad.

Una de las aportaciones de este estudio es su aproximación a la vulnerabilidad digital del joven a través del análisis de las emociones que experimentan desde una base unificada de todas las situaciones que identifican de riesgo o peligro en Internet y las Redes Sociales. Esta aportación ha sido enriquecida desde una perspectiva metodológica mixta.

El estudio cualitativo ha permitido crear el contexto perfecto para explorar las emociones que el joven experimenta cuando entra en un territorio peligroso, donde se le brinda la oportunidad de poder manifestarse desde el encuentro con su grupo de iguales y desde la libertad de reflexionar sobre acciones que forman parte de su intimidad y que no siempre encuentran el foro para poder expresarse y compartir.

Por su parte, el estudio cuantitativo amplia el análisis con una muestra representativa de jóvenes, lo que ha permitido identificar los perfiles sociodemográficos (en cuanto a sexo y edad) más sensibles hacia las distintas situaciones de vulnerabilidad digital.

Los resultados de nuestro estudio muestran que este espacio digital constituye un escenario exigente y adictivo donde el joven experimenta acciones como frustración, impotencia, obsesión y ansiedad al no poder llegar al nivel de presencia y de imagen que se espera de él/ella.

Internet se configura desde su naturaleza más tóxica y manipuladora en un medio de comunicación que refuerza estereotipos limitantes en un joven que siente que se le etiqueta en función de sus contenidos. Además, constituye un medio que perpetua e impulsa unos modelos tradicionales proyectados de la mano de los influencers, que imponen unos prototipos aspiracionales a un joven, con más fuerza en el caso de las mujeres, que se sienten insuficiente ante esos arquetípicos idealizados que son transmitidos.

La falta de control de la información atenta contra la intimidad de un joven que siente que tiene que pagar un peaje por navegar en la Red, prisionero de un sistema que no pone límites claros al acceso de contenidos, y que genera un marco de desconfianza y opresión a su libertad de expresión. Keipi y Oksanen (2014) ya identificaron, a partir de relatos de jóvenes, algunos riesgos percibidos en sus experiencias en las redes sociales, como el ciberbullying, la falta de respeto, la suplantación de identidad, o el acoso sexual. En el presente estudio, los participantes han manifestado experimentar emociones negativas como miedo, impotencia, rabia, desconfianza o inseguridad cuando navegan por la Red, la identificación con estas sensaciones les ayuda a ser conscientes de su propia vulnerabilidad en el ecosistema digital. Y, han sido en concreto las mujeres y los jóvenes de menor edad (18-21 años) los segmentos más conscientes de los riesgos que existen en Internet y, por tanto, al sentirse más vulnerables, pueden aplicar un mayor número de barreras de protección para protegerse de esos peligros detectados.

Los jóvenes nos alertan de la vulnerabilidad de los menores en el acceso a contenidos inapropiados desde la falta de experiencia y las prácticas que ponen en juego suplantando identidades adultas accediendo a webs prohibidas y contenidos de naturaleza violenta y con alta carga sexual.

La investigación no solo desvela determinados escenarios de vulnerabilidad digital asociados a diferentes situaciones específicas, sino y lo que es más importante, las consecuencias emocionales que conllevan en un joven que, a pesar de ser nativo digital y tener una gran experiencia y conocimiento en competencia digitales, en muchas ocasiones no cuenta con las herramientas de control suficientes como para poder gestionarlas correctamente y reducir las consecuencias negativas del uso tan activo y frecuente de Internet y las redes sociales. En el estudio de Kvardova et. al (2021) relativo al riesgo de exposición de los menores a contenidos peligrosos en el entorno online, se identificaron algunos factores que pueden aumentar estos peligros, entre los que se encuentran los problemas emocionales y la búsqueda de sensaciones, así como otros que los reducen o minimizan como un entorno familiar positivo o el apoyo social de sus amigos, aspectos que pueden servir como escudos de protección en este contexto.

La investigación nos traslada que el joven madura desde su propia experiencia, en un fluir entre el joven y un contexto híbrido on y off que configura su identidad, lo que implica “probar” y “padecer” los riesgos y problemas que se encuentran en el entorno online (Dewey, 1916). Esta línea de análisis ya ha sido investigada por otros autores (Fu y Cook, 2021), que señalaron como la percepción de vulnerabilidad se va reduciendo a medida que el joven va madurando y entrando en su edad más adulta, siendo a partir de sus experiencias y aprendizajes, como se construyen los escudos de protección que reducen su fragilidad.

En esta misma dirección, Helsper y Smahel (2020) señalan que cuanto mayor es el nivel de alfabetización digital adquirido desde la experiencia y/o formación del joven, es más capaz de identificar el riesgo al que se puede enfrentar en Internet. Así mismo, De Frutos Torres y Vázquez Barrio (2012) observaron a un joven y adolescente inmerso en la realidad digital en todas las situaciones de su vida, y que en cierta forma es consciente de los riesgos asociados a la Red, fundamentalmente aquellos relacionados con su privacidad, y cómo a medida que adquiere más experiencia y madurez tiende a realizar una mayor racionalización de su comportamiento digital.

Por tanto, la vulnerabilidad del joven está estrechamente relacionada con su capacidad de poner límites al uso del medio y tener una mirada “alerta” y “crítica” hacia él mismo. Especial importancia adoptan las redes sociales que se configuran como entornos de máxima vulnerabilidad para un joven donde además de padecer la presión social, se convierte en un espacio imprescindible para sentirse reconocido por el grupo de iguales y donde proyectar su identidad.

Este estudio abre un amplio abanico de posibilidades para el desarrollo de estrategias que ayuden al adolescente y joven a identificarse en su propia vulnerabilidad, a través de herramientas que le ayuden, desde un alto conocimiento de las emociones vividas y sentidas en el contexto digital.

Una limitación del estudio es que, si bien la metodología cualitativa nos ha permitido una producción discursiva muy rica, una muestra ampliada que incluya mayor diversidad en variables sociodemográficas como formación y estatus del contexto familiar, nos permitiría profundizar en los territorios de vulnerabilidad identificados.

Esta línea de investigación centrada en la vulnerabilidad desde su dimensión emocional puede hacer grandes aportaciones en la mejora de las competencias digitales en el futuro, con nuevos estudios entre este público objeto de estudio.




NOTAS


[1] Todos los sujetos dieron su consentimiento informado para formar parte del estudio. El estudio se realizó de acuerdo con la Declaración de Helsinki, el Código ICC/ESOMAR para la práctica de la Investigación Social y de Mercados en España (https://iccwbo.org/publication/codigo-internacional-iccesomar-para-la-practica-de-la-investigacion-social-y-de-mercados/ ) y la Norma ISO-20252.

[2] El trabajo de campo y recogida de información fue realizado por la empresa Análisis e Investigación como parte del estudio “Jóvenes y vulnerabilidad en entornos digitales” desarrollado para la Fundación The Family Watch en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid.


Financiación


Este estudio ha sido financiado por la Fundación The Family Watch -Instituto Internacional de Estudios sobre la Familia en colaboración con la Universidad Complutense (Ref. Proyecto Art. 83: 274-2021)


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