DOI: 10.22325/fes/res.2023.169

Asbel Bohigues. Élites, radicalismo y democracia. Un estudio comparado sobre América Latina. Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Madrid, 2021



Emma Turiño González

Departamento de Derecho Público General, Political and Administrative Science, Universidad de Salamanca (USAL), España. . Email




Si se tuviese entre manos la tarea de identificar un concepto en constante redefinición y disputa dentro de las Ciencias Sociales, la democracia lideraría el pódium. Es habitual que cuando se estudia el liderazgo, el Estado, la legitimidad, los partidos o se debate sobre la compleja abstracción del poder político, la democracia como régimen hegemónico o the only game in town (Linz y Stepan, 1996) se descubra como protagonista indiscutible, funcionando como el eje ideológico sobre el que se cimentan estas y otras muchas reflexiones. El libro Élites, radicalismo y democracia (2021), deAsbel Bohigues , afronta el desafío de investigar en este campo. Analizando dieciocho democracias latinoamericanas en el período 1995-2015 organiza su propuesta en base a la pregunta de cuál es el papel de las élites políticas en el desarrollo de las diferentes variedades de democracia, y con la hipótesis de que el radicalismo de la élite no es necesariamente algo incompatible con la democracia.

Dada la necesidad de estimular el diálogo entre las conceptualizaciones formales y los estudios empíricos, Bohigues estudia las múltiples voces de las teorías de la democracia y a su vez trabaja con, principalmente, dos bases de datos: la Base de Datos de Élites Latinoamericanas de la Universidad de Salamanca (PELA-USAL) y Varieties of Democracy (V-Dem). Se centra en el estudio de cinco variedades de democracia: la democracia electoral, la liberal, la participativa, la deliberativa y la igualitaria. Cuando el autor discute el radicalismo de los líderes se refiere a aquellos diputados que se sitúan en los extremos de la escala ideológica izquierda-derecha, esto es 1-2 y 9-10. La relevancia del estudio de estos radicales también se justifica por su aumento exponencial, pasando de una media regional del 8% a un actual 24% en veinte años. Esto significa que, en promedio, uno de cada cuatro diputados se sitúa en uno de los dos extremos de la escala izquierda-derecha (Bohigues, 2021, p. 111). Rescatando la reflexión de Sartori (2005), Bohigues “ha pensado antes de contar” o ha “usado la lógica al pensar”, algo transversal en toda la obra pero que destaca en un último capítulo comprometido con la metodología del rastreo de procesos de los países Uruguay y El Salvador, dos casos representativos de los hallazgos.

La estrategia de métodos mixtos empleada es refrescante para un debate algo anquilosado. A su vez, los hallazgos son significativos, y se confirma la hipótesis inicial: el radicalismo está asociado positivamente con algunas variedades de la democracia. En una época en la que la literatura sobre polarización pareciera estar apuntando hacia los múltiples riesgos de la radicalización ideológica de los líderes políticos en las democracias contemporáneas, y como exponente reciente podría citarse el texto How democracy dies (Levitsky y Ziblatt, 2019) la presente obra se desenvuelve en un escenario teórico contraintuitivo y pasa a formar parte del grupo de investigaciones que han descubierto algunos efectos positivos de la polarización y el populismo.

En el capítulo 2, Democracia y élites, se justifica la importancia y la novedad del estudio, teniendo en cuenta que el análisis de los representantes políticos para valorar las calidades de las democracias es habitualmente un tema ignorado en los estudios comparados (Alcántara, 2004) y el enfoque metodológico de entrevistas a los líderes no es en absoluto algo extendido. Por esta razón, las encuestas personales mediante las que se elabora la Base de Datos de Élites Latinoamericanas de la Universidad de Salamanca (PELA-USAL) constituye una fuente de datos única y de gran relevancia en este tipo de discusiones. El capítulo 3 está dedicado al diseño metodológico, las preguntas, objetivos e hipótesis.

En el capítulo 4, Ciclos y coyunturas críticas en América Latina, se acota temporalmente el estudio y sus principales dimensiones. Bohigues construye un índice para la medición de su concepto de coyunturas críticas siguiendo las reflexiones de Capoccia y Kelemen (2007) . Los capítulos 5, 6 y 7 corresponden al desarrollo específico de las tres aproximaciones metodológicas que articulan es resto de la obra. El capítulo 5, titulado Distintas élites, distintas variedades hace uso de la conceptualización de las cinco variedades de democracia mencionadas previamente y, mediante un análisis cuantitativo, se confirma la relación positiva entre radicalismo y las democracias igualitaria y deliberativa, y la relación negativa en los casos de las democracias electoral y liberal. A su vez, los datos muestran como el apoyo a la democracia no afecta en los componentes liberal y participativo, pero sí que influye en lo electoral, lo deliberativo y lo igualitario.

En el capítulo 6, Las vías a una democracia plena, se exploran los caminos de las condiciones necesarias y suficientes mediante el análisis cualitativo de conjuntos difusos (fsQCA). Vuelve a confirmarse la hipótesis del autor al descubrirse múltiples vías que conducen hacia la democracia plena y que no incluyen necesariamente el apoyo a la democracia por parte de las élites. La combinación entre radicalismo y democracia produce también resultados positivos para el régimen, pero el factor de más impacto es su estabilidad en el tiempo, es decir, que el consenso no sea intermitente.

Para finalizar, en el capítulo 7 y mediante un rastreo de procesos comparado (Uruguay y El Salvador), se confirma la clave del radicalismo de las élites políticas: las élites radicales que apoyan la democracia -elecciones y partidos políticos- la favorecen y no la obstaculizan, pero las élites radicales que no apoyan la democracia tienen efectos dañinos.

Gran parte de los escenarios políticos latinoamericanos están atravesados por el fenómeno de la personalización de la política. Es una tendencia que se está extendiendo con velocidad por otras partes del mundo, como Europa, y que guarda cierta relación con la dinámica de la política estadounidense. Radiografiar con precisión los perfiles de la clase política y sus impactos en la democracia tiene especial sentido en América Latina, región donde los partidos políticos no tienen una implantación tan sólida como en otros lugares. Son estas élites las que están actualmente construyendo el sentido de lo que debe ser o no ser un régimen democrático, poniéndole cara y dándole voz.

Estos hallazgos son sumamente relevantes dado el contexto histórico y político en el que se encuentra la región, atravesando un ciclo caracterizado por la fatiga democrática (Alcántara 2019), y fuerza a dejar de entender el fenómeno como algo unidimensional. El trabajo de Bohigues contradice la idea de que el radicalismo amenaza con quebrar desde dentro la democracia, y demuestra desde tres enfoques complementarios, con técnicas cuantitativas y cualitativas, que una élite ubicada en los extremos de la izquierda y la derecha no pondrá necesariamente en riesgo que el régimen democrático continúe siendo el único juego en la ciudad. Es más, puede incluso llegar a mejorar algunas de sus partes. Como sugerencia para posibles futuras investigaciones teóricas sobre el juego político de la democracia conviene discutir la casi completa desvirtuación de la dicotomía izquierda-derecha y lo complejo de parametrizar en este ángulo cuando el significado de ambos extremos difiere tanto en función de los contextos nacionales. Para solucionar este segundo problema podrían emplearse algunos criterios estadísticos, como por ejemplo la medición del radicalismo en base a desviaciones estándar de la media de cada país. Así mismo habría que discutir cómo esta dicotomía es operativa intra régimen, señalando los extremos de sus límites asumibles, pero que no refleja otros extremos ideológicos que podrían oponerse a sus reglas desde fuera.

Poniendo a dialogar los hallazgos contraintuitivos con las teorías dominantes, el autor también descubre como la desigualdad puede tener efectos positivos en la perpetuación de la dimensión liberal y deliberativa de la democracia. En resumen, Élites, radicalismo y democracia es un texto de obligada lectura para quien desee profundizar en las teorías de la democracia y en los análisis de la élite política latinoamericana.


REFERENCIAS


Alcántara, M. (2019). Los partidos y la fatiga de la democracia, especial referencia al caso de América Latina. Derecho electoral, (28).

Alcántara, M. (2004). Partidos políticos en América Latina: precisiones conceptuales, estado actual y retos futuros. Revista de Estudios Políticos, (124), 55-94.

Capoccia, G., & Kelemen, D. (2007). The Study of Critical Junctures. Theory, Narrative, and Counterfactuals in Historical Institutionalism. World Politics, 59(3), 341-369.

Levitsky, S., & Ziblatt, D. (2019). How democracies die. Penguin Books.

Linz, J. J., & Stepan, Alfred (1996). Problems of Democratic Transition and Consolidation. Southern Europe, South America, and Post-Communist Europe. Baltimore, Maryland: Johns Hopkins University Press.

Sartori, G. (2005). ¿Hacia dónde va la ciencia política?. Revista Española de Ciencia Política, (12), 9-13.