Entrevista / Interview

DOI: 10.22325/fes/res.2023.152

Juventudes latinas en España: identidades culturales, prácticas políticas y juvenicidio. Entrevista a Carles Feixa


Latin youth in Spain: cultural identities, political practices and youthcide. An Interview with Carles Feixa


Henry Steven Rebolledo Cortés ORCID

Universidad Nacional Abierta y a Distancia, Colombia. henry.rebolledo@unad.edu.co. Email

Revista Española de Sociología (RES), Vol. 32 Núm. 1 (Enero - Marzo, 2023), a152. ISSN: 1578-2824




RESUMEN

Las investigaciones recientes acerca de las juventudes están demostrando las luchas en que los y las jóvenes constituyen mundos de vida en resistencia a sociedades precarizadas. Esta entrevista es realizada a Carles Feixa, catedrático de Antropología Social en la Universitat Pompeu Fabra, Doctor por la Universidad de Barcelona, España y Honoris Causa por la Universidad de Manizales, Colombia. En el presente trabajo, se presenta una entrevista realizada en el mes de marzo de 2022, desarrrollada en la visita a expertos en asuntos de juventud en Manizales, Colombia, en el marco de una investigación doctoral, para analizar la conformación de los procesos de construcción de identidades, prácticas políticas y culturales desde las juventudes latinoamericanas en territorios de España y Europa.

Palabras clave: Carles Feixa, juventud, política, identidad, trasnacional.


ABSTRACT

Recent research on youth is demonstrating the struggles in which young people constitute worlds of life in resistance to precarious societies. This interview is conducted with Carles Feixa, Professor of Social Anthropology at Pompeu Fabra University, and Doctor from the Universidad de Barcelona, Spain, and Honoris Causa from the Univesidad de Manizales, Colombia. In the present work, an interview carried out in the month of March 2022 is presented, carried out during a visit to experts in youth affairs in Manizales, Colombia, within the framework of doctoral research, to analyze the conformation of the processes of construction of identities, political and cultural practices from Latin American youth in territories of Spain and Europe.

Keywords: Carles Feixa, youth, politics, identity, transnational.




INTRODUCCIÓN


La obra e investigación del profesor Carles Feixa Pàmpols, actual catedrático de la Universitat Pompeu Fabra en Barcelona, nacido en Leída, Cataluña, España, ha sido fundamental para la comprensión, el abordaje y el acompañamiento a las juventudes en América latina y Europa. Desde sus estudios sobre las culturas juveniles y las denominadas “bandas latinas” logra recuperar las producciones culturales que las juventudes de América Latina vienen construyendo al llegar al territorio europeo y que permiten configurar además de unas identidades interculturales unas acciones colectivas. Pasando de bandas a movimiento social desterritorializado y trasnacional, al tener distintas incidencias en diferentes territorios tanto en América Latina como Europa. Estas bandas latinas, entre ellos los Latín King, los Ñetas, generaron procesos organizativos y asociacionistas juveniles formales (Feixa y Canelles, 2007). Frente a la exclusión, surgió la acción colectiva y la conciencia de conjunto, la organización se vuelve algo en la que encontrar una práctica social, cultural y comunicativa para distintos jóvenes latinos.

Esta noción de las bandas latinas genera una tendencia de trabajos desde las narrativas y las etnografías con y desde jóvenes que han vivido la experiencia, que configuran unas identidades culturales, y conforman prácticas o acciones frente a lo que se vive al ser joven en múltiples condiciones, entre ellas, la condición de ser jóvenes latinos migrantes en Europa.

Parte de esto se refleja en sus últimas obras, la actual más reconocida es el libro “El Rey. Diario de un Latin King” (Feixa y Andrade, 2020) que relata una crónica vida de la juventud latina vivida desde un Latin King, como parte también más de una década de trabajos desde el proyecto denominado “Transgang”, bandas trasnacionales, que se percatan y responden por las presencias, vivencias, los imaginarios, las simbologías de los jóvenes en sus procesos migratorios y los grupos urbanos llamados bandas. El libro logra relatar de manera autobiográfica y cronológica el mundo de un joven en las bandas latinas, que habla de los jóvenes y su cultura, pero además de las instituciones sociales con las que se relacionan.

Esta entrevista, como parte de la investigación doctoral del autor, permite abrir líneas de interpretación y comprensión sobre las juventudes latinas en territorios de España y Europa, en torno a la manera como se configuran los mundos de vida juvenil, las identidades culturales, étnicas, diversas, políticas, sus prácticas y acciones colectivas en la calle; las acciones conectivas en la virtualidad, formas en que se enfrentan y ven confrontados a las condiciones de precarización y aniquilación de la vida juvenil y sus mundos. En las actuales sociedades atravesadas por pandemias, por crisis sociopolíticas y económicas en que se calcinan las posibilidades de la condición juvenil con futuro distópico (Feixa, 2020) marcado por los Estados y las políticas de muerte, adultocentricas y juvenicidas.

Juventudes latinas: identidades trasnacionales

Henry Rebolledo (HR): Quisiera preguntarte varias cosas para poder ampliar su trabajo en los últimos años: ¿Qué opinión tiene sobre las juventudes latinas en España, en términos políticos y de identidad?

Carles Feixa (CF): Digamos que ya llevamos más de dos décadas, 20 o 25 años de presencia de los llamados “Jóvenes Latinos” en España, la cual empezó en los 90, donde principalmente llegaron mujeres, que venían solas, supongo. Sin embargo, es a partir del 2000 cuando empiezan a llegar grupos familiares, niños, adolescentes y jóvenes, quienes se incorporan a la sociedad española. De entrada, no se habla mucho de ellos, pero es a raíz de justamente de las denominadas “bandas latinas” que se despierta un poco el interés y a la vez el miedo por los latinos. Un evento clave, fue un asesinato, acontecido en Barcelona, en 2003. En dicha ocasión, un joven colombiano llamado Ronny Tapias, al salir de un instituto, venganza entre pandillas. Por esta razón, actualmente, tras casi 20 años, se sigue relacionando a los latinos de manera predominantemente alarmistas.

Por una parte, los estereotipos y los discursos no han cambiado mucho. En el último mes han ocurrido dos nuevos asesinatos en Madrid, 1 uno similar al de Ronny Tapias, a la salida de un centro escolar: un enfrentamiento, un apuñalamiento que relaciona a pandillas de latinos, aumentando aún más los prejuicios racistas de exclusión, carentes de conocimiento de condiciones de partida.

Actualmente, la situación real de estos jóvenes, ha ido mejorando, dado que ya no son los jóvenes que acaban de llegar por reagrupación, sino que muchos de ellos ya pertenecen a las denominadas segundas generaciones, incluso muchos de ellos han nacido en España o son hijos de personas de origen latinoamericano asentados y establecidos es el país.

A nivel general, digamos, lo primero que se encontraron al llegar era la necesidad identitaria, que unía su identidad como jóvenes y sus vinculaciones a los elementos y a la cultura juvenil de origen, incluye la música, el arte, las pandillas, toda esta serie de elemento con su identidad étnica en este proceso, que yo denomine de etnogénesis de la identidad latina. Era algo artificial inicialmente, puesto que no existe una “cultura latina” propiamente dicha, sino que la cultura o la identidad latina se construye en el lugar de destino a partir de heterorepresentaciones, de cómo el país da acogida, de la ciudad de acogida. Puesto que se veía y unificaba en una misma categoría a personas que venían de lugares muy diversos, desde el punto de vista nacional. Ecuador era el país que en aquel momento tenía mayor presencia, Colombia también tenía bastante, igualmente Argentina tenía una presencia histórica, y después Centroamérica, Honduras, sobre todo, y del Caribe República Dominicana. Todos estos países tenían historias y tradiciones culturales muy distintas, aunque cuando llegaban aquí se les veía bajo un mismo parámetro o perfil.

Pero inicialmente no había un discurso político, sino que había un discurso más bien identitario en la necesidad de buscar un referente. Estos jóvenes llegaban solos, según las historias de vida que recogimos en el estudio que hicimos en el 2005, por encargo del ayuntamiento de Barcelona (Feixa et al., 2006). Bueno, se sentían muy desamparados porque ellos no venían por decisión propia la mayoría, sino que venían por reagrupación, por decisión de sus padres o sus madres básicamente. Y después al llegar aquí, no sabían muy bien a dónde iban, se encontraban un poco solos, entraban a un sistema educativo muy distinto al que conocían. En Cataluña también, además tenían que aprender un nuevo idioma con un cierto rechazo social a raíz de este miedo que se fue generando por el tema de las bandas latinas.

Si 20 años después ya hay una nueva generación en parte se puede traducir en estos intentos políticos de organizarse de una manera más sistemática, más politizada, defendiendo sus derechos. El primero de los cuales -bueno eso fue desde el origen desde la llegada, era tener papeles, la regularización, y todas las contradicciones de la ley de extranjería que permitían venir, pero no quedarse. No era un permiso para siempre, sino que podía variar la función del permiso de trabajo y del permiso de residencia de los padres, se fue endureciendo las condiciones para tenerlo.

Lo segundo era tener trabajo para los que tenían edad laboral, y lo tercero era todo el resto, interacción social, participación social y política. Y ahí desde el principio se dieron como dos grandes actitudes; la actitud de los que desde que llegaban querían un poco difuminarse, integrarse en la sociedad y no dejar de ser latinos, pero ser como los de aquí. Eso se traducía en unirse con los jóvenes de aquí, relaciones de pareja, gustos musicales, integrarse, identificarse, invisibilizarse, por una parte. Y en el otro extremo lo contrario sería encapsularse en el grupo de pares, del mismo origen, de la misma nacionalidad, reforzar la identidad latina a nivel musical.

Bueno ahí tuvo mucho que ver el auge del reggaetón que hace 20 años era poco conocido, estaba llegando y era algo propio de los latinos, y hoy en cambio es algo muy popular y de todo el mundo. Entre estos dos extremos, de la invisibilización o de la integración social y del reforzamiento del lazo identitario de los latinos, de esta etnogénesis de los latinos, hay muchas fórmulas intermedias que se fueron generando.

Ahora, lo que yo estoy estudiando es el tema de las bandas a nivel trasnacional (Feixa et al., 2019; Feixa y Andrade, 2020) y han ido saliendo temas de participación política, sin negar o sin descartar lo identitario, porque como sabemos los investigadores en juventud, en las segundas generaciones lo identitario a veces se refuerza. Aunque hayan nacido o se hayan criado aquí no dejan de redescubrir ese lazo con la comunidad originaria, eso pasa con los latinos y pasa también con los norteafricanos, en los jóvenes de origen de Magreb, por ejemplo, cuando se les niega un poco esa idea de definición de quiénes son, buscan reconstruir su identidad a través de ese juego de opuestos. Y en esas estamos en un momento donde también en Europa hay discursos racistas, mucho más explícitos que hace 20 años, entonces eran latentes, pero quizás no tan explícitos. Hoy hay un partido político que es “VOX” que utiliza descaradamente ese tema, esa retórica. El reto hoy es cómo construir a partir de ahí una presencia como ciudadanos que vaya más allá de la situación legal porque aquí hay de todo, hay gente que ya se ha nacionalizado y qué son españoles y actúan en todos los sentidos. Hay otros que todavía por distintas circunstancias, aunque lleven muchos años aquí no se han podido regularizar. Otros cuyos papeles dependen de sus padres, de sus madres, y de situaciones muy heterogéneas. Lo que sí, es que comparten una situación de precariedad laboral que con la crisis vino muy marcada, porque antes hasta el 2008, aunque la ley de extranjería lo dificultaba, el mercado laboral era muy abierto y había necesidad, pero no se tenía muchas dificultades en encontrar trabajo, después del 2010 o 2011, la cosa se ha dificultado bastante.

Prácticas políticas: Acciones conectivas juveniles

HR: En alguno de sus trabajos uno encuentra unas nociones frente a esto que es la generación juvenil y en la metáfora de androides, de los “blade runnersFeixa (2014) ¿será que podemos pensar que este poder tecnológico, que tiene esta generación, obedece justamente acá a una generación de jóvenes latinos que están tratando de enfrentarse a un mundo adulto-céntrico y precarizador?

CF: Sí, son tan androides o tan replicantes como los jóvenes locales, con la diferencia de que ellos utilizan esas conexiones virtuales para vivir entre los dos mundos literalmente, no como los jóvenes de aquí pueden tener conexiones transnacionales, pero no han vivido en la mayoría en otro país ni tienen vínculos en otro país. En cambio, los jóvenes latinos, tanto si han nacido allí como si han nacido aquí, esa conexión con el mundo digital les permite concebir una cultura transnacional en sentido pleno. Eso sí ha cambiado en los últimos 20 años, se ha intensificado por qué hace 20 años era emergente, o sea, ya había internet obviamente, pero no había todavía redes sociales, eran muy precarias, los jóvenes no tenían smartphone, o lo tenía muy pocos, pero ya empezaban, ya iban a los cibercafés o los locutorios para comunicarse, pero no había esa hiperconectividad que hoy hay. Y por tanto, digamos, los jóvenes latinos son replicantes hasta el punto de que ha sido muy importante algo que nunca se dice, pero que ha sido trascendente: que ellos han ayudado a su familia a una mejor conexión con el lugar de origen, porque antes era muy complicado, o no era muy fácil la conexión, primero por carta, después por teléfono y las videoconferencias y los chats, todo esto, han sido los jóvenes quiénes han ayudado a sus familias a establecer esa conexión que hoy está muy presente y que demuestra este mundo virtual. Que además no es solo de dos sitios, sino que puede ser de más. Por ejemplo, los de las pandillas, suelen estar en contacto con distintas localidades de España, con distintas localidades del país latinoamericano de origen, pero también con el lugar de origen del grupo que suele ser Estados Unidos, con jóvenes latinos en los Estados Unidos, incluso con otros lugares de Europa. Con lo cual se crea esa comunidad imaginada en términos de Benedict Anderson 2 , que en el espacio virtual que se traduce de manera muy fluida.

HR: Justamente algunos han venido hablando de esta categoría del E-migrante cómo Mauricio Olivera 3 que estuvo estudiando acá en la Autónoma de Barcelona, y hablaba de esta categoría como las juventudes que logran activarse vitalmente, políticamente, se politizan con los medios digitales, Germán Muñoz quien también habla de las acciones conectivas de estas juventudes y bueno, yo he venido encontrando que algunos de estos colectivos se politizan mucho a través de plataformas digitales y allí logran denunciar o anunciar lo que encuentran en su país de origen, y también logran activar a otros jóvenes acá en este lugar de acogida ¿será que podemos hablar de que esto es un estilo de generación nueva o cuál será la generación que estamos viviendo?

CF: Esto ya pasó en el 2011 en España a raíz del 15 M, de los Indignados. Pero que también coincidió en Colombia con el movimiento estudiantil de la MANE, en Chile con los Pingüinos, en Brasil con el movimiento del Passe Livre, luego en México con #YoSoy132. Hubo varios movimientos en 2011, el año de la indignación, que era lo que yo denomine los movimientos hashtag (Feixa et al., 2016). A través del hashtag se movilizaban, no es que fuera la causa el hashtag, sino que el hashtag o las redes virtuales ayudaban a organizar estos movimientos, la acción o el ciberactivismo.

En estos diez años la cosa ha ido madurando a nivel tecnológico, también a nivel de facilitación organizativa con distintas fluctuaciones, y la pandemia lo ha acabado de estabilizar a través de todos los sistemas de conferencias on-line y toda esta conectividad. Pero, digamos, sería un error pensar que la causa de esta movilización es el ciberespacio. El ciberespacio es el instrumento, el medio, que sobre todo facilita que luchas que están en distintos lugares del mundo y sobre todo en su lugar de origen, se puedan conectar con las luchas de aquí. O sea, son los movimientos glocales en sentido literal, puesto que ayudan a que lo que sucede en el país de origen no quede como algo muy lejano, sino que los jóvenes migrantes están al día e informados de lo que está sucediendo. Por ejemplo, en Colombia cuando hubo las protestas hace unos meses, incluso aquí están más informados que allí porque aquí tenían más medios para verlo, pero no se desvinculan del todo de lo que pasa de su barrio, en su ciudad, en su territorio, está como a caballo de estos dos mundos.

Existe el peligro de que algunos de estos activistas sean lo que se llama clicktivistas, qué es solo hacer click o like sin ir más allá, pero yo la mayoría que conozco se anuda en las dos dimensiones, o sea, nunca solo totalmente virtual ni totalmente face-to-face, sino que hay una mezcla, una interacción muy constante en este activismo que se refuerza mutuamente y que deja de ser algo únicamente local y pasa de ser algo glocal. Pero claro, para que tenga una continuidad en el tiempo debe haber algún tipo de grupalidad que lo estabilice, que son estas entidades de migrantes, asociaciones latinoamericanas por orígenes. Hasta ahora estaban muy dominadas por el mundo adulto, por los emigrantes de otra generación y los jóvenes tenían poca presencia. Por eso los jóvenes se agrupaban de formas más informales como las bandas o como el ocio nocturno. Yo creo que ahora puede hacer un momento de renovación generacional, que están tomando el relevo. Estas nuevas generaciones hashtag como yo las denominó que ya están mucho más educadas y mucho más fluidas en el mundo digital, toman las riendas de un nuevo tipo de entidades latinoamericanas más dinámicas, no tan establecidas, pero es una hipótesis.

Juvenicidio moral: la condición del joven del migrante latino

HR: Muy bien, Bueno quisiera conversar un poco en cuanto a lo que se enfrentan o nos enfrentamos colectivos juveniles y las mismas juventudes hablando de la categoría del juvenicidio, que desde hace unos años venimos enterándonos por pensadores como usted. Sí bien en Latinoamérica, por ejemplo, se recrudece el juvenicidio desde la violencia directa, no porque las otras no estén ¿no? la estructural, la violencia simbólica, está allí, entonces, usted habla en algunos escritos de “juvenicidio moral” que viven los jóvenes acá en España (Feixa, Cabasés y Pardell, 2016). Bueno sin duda los jóvenes latinos tienen que vivirlo, pero ¿qué ha encontrado en estos últimos años respecto a esto?

CF: En efecto, digamos cuando los colegas latinoamericanos propusieron el concepto: José Manuel Valenzuela, Rossana Reguillo, Germán Muñoz y tantos otros, obviamente respondían a una situación dramática. Pero muy dependiente del contexto de algunos países latinoamericanos, donde los derechos humanos aplicados a la juventud se ponían entre paréntesis. Entonces me di cuenta de que esa noción no podía replicarse mecánicamente en Europa, sin negar que en el pasado hubieran existido, aquí tuvimos guerras mundiales, guerras civiles donde la juventud desapareció y hubo un exterminio muy grande, pero no en las últimas décadas. Pero sí que había o sí que hay todas unas formas programadas de exclusión social de la juventud, de todas las juventudes, al margen o más allá de las diferencias internas. Aunque con algunas juventudes mucho más vulnerables en este sentido. La juventud en general, a raíz de la crisis vivió una precarización laboral y una estigmatización simbólica, donde incluso las clases medias lo sufrieron, los estudiantes universitarios. Por eso de algún modo esa es la causa del 15M, de los Indignados.

Si nos centramos en las juventudes de origen migrante, en concreto las latinoamericanas, hay una doble marginación, un doble juvenicidio moral. El que sufren en cuanto jóvenes, y el que sufren en cuanto migrantes (y para las chicas el que sufren en cuanto mujeres). Y ahí lo vemos, en el proyecto que actualmente dirijo o llevo a cabo, que se llama TRANSGANG, 4 que es el análisis de las pandillas transnacionales, lo estamos viendo, recogiendo los testimonios y la vida de jóvenes, en este caso, no solamente latinoamericanos, sino también norteafricanos, quienes nos comentan sentirse en “no man's land”, en tierra de nadie. Por una parte, una serie de elementos objetivos, como es el mercado laboral, la disminución de las oportunidades laborales y los mini jobs, y la desigualdad salarial que les impide emanciparse propiamente dichos.

Y, por otra parte, todo el tema moral o simbólico, qué es tanto más importante, el sentimiento de sentirse rechazados, que viene pues del racismo, de la falta de referentes, de la falta de perspectivas de futuro. Que en el pasado se tradujo en el no hay futuro punk y hoy se traduce, puede traducirse, en un sentimiento depresivo, incluso el suicidio. Hoy en Europa, en España, sobre todo ahora, después de la pandemia, ha pasado a ser la causa número uno de muerte de la juventud. O bien, también, puede tener una reacción contraria hacia el activismo, digamos de hacer de la necesidad virtud y el crear formas de resistencia frente a esta situación, frente al juvenicidio moral, que es un término que no está asentado, así como el juvenicidio en América Latina ha pasado a ser una categoría académica, aquí cuesta mucho introducirlo porque hay un discurso contrario de que los jóvenes son unos privilegiados, que son una generación de cristal, que no se esfuerzan, que no saben sacrificarse, que no saben encarar al futuro. Creo que es un discurso muy adulto-céntrico, es un adulto-centrismo que no llega al extremo del exterminio físico, pero sí que constantemente está socavando los cimientos de la dignidad como persona de toda una generación.

En el caso de los jóvenes latinos hay un sector muy precario que se ha visto así, en parte por esta situación legal entre la regularización y la desregularización, falta de alternativas laborales, a veces acaban enfrentándose a la autodestrucción, en las drogas o en la autodestrucción de las batallas internas, como este asesinato que te comentaba, este doble asesinato de hace un mes en Madrid, que en un mismo fin de semana hubo dos muertos y varios heridos en enfrentamientos entre pandillas, lo que genera un efecto en cadena de mediatización, estigmatización, culpabilización. Las víctimas se convierten en los culpables de esta situación. Entonces se culpa a las víctimas de ser los causantes de su violencia letal.

No es lo mismo, porque aquí son dos muertes en un fin de semana, en otros lugares de América Latina no sería noticia porque es lo habitual, aquí sí que es algo dramático. Puede ser algo que sirva para tomar conciencia y reaccionar, siempre y cuando sean toques de alerta sobre las condiciones de vida de estos jóvenes, y sobre cuáles son sus alternativas de futuro. Pero por desgracia hay todo un discurso también de los partidos de extrema derecha, de tinte claramente xenófobo, defendiendo, por ejemplo, las políticas de deportación. Es la política que se aplicó históricamente en los Estados Unidos, y qué fue el origen de todo esté mal, de cuando personas que habían nacido, incluso crecido aquí, cometían un delito así fuera pequeño, como participar en una pelea, se les deportaba. Y claro, cuando se les deporta es un doble fracaso porque es el fracaso de tener que emigrar y después tenerse que devolver sin las raíces, sin una base sólida y ahí sí que la deportación no deja de ser una forma de juvenicidio muy potente para personas que han optado por vivir en otro país.

HR: Bueno, finalmente pensando un poco en todos estos acontecimientos que vive o está pasando el mundo y Europa en particular y saliendo o no, de una pandemia biológica con otras crisis, por ejemplo, ahora está crisis qué puede ocurrir con la guerra que está pasando en estos momentos en Rusia, seguramente encontraremos o no otras formas en la que aparecen en escena las juventudes europeas o ¿Usted qué opina al respecto?

CF: Bueno, el siglo XX europeo es un siglo juvenicida porque en las dos guerras mundiales, sobre todo en la primera guerra mundial y en la guerra civil española, quienes murieron fueron los jóvenes mayoritariamente, en las trincheras, en los campos de batalla, en el exilio, en la cárcel, fueron las víctimas primordiales (González y Feixa, 2013).

Después de los años 40 y de la reconstrucción, Europa sí que se reconstruyó. La Unión Europea debe reconocerse que tuvo un impulso muy potente en las políticas de juventud. Se juntaron los intercambios juveniles. Por el tema de la bomba atómica, el evitar una nueva guerra mundial durante varias décadas nos vacuno de ese deseo de destrucción, y el presente, de algún modo es volver al pasado. Ya hubo un accidente en la guerra de Bosnia qué fue la primera, la guerra de la ex -Yugoslavia qué fue el primer enfrentamiento donde también fueron los jóvenes las víctimas. Pero la situación actual, por una parte, la crisis sanitaria de la pandemia es un ejemplo de cómo, aunque los jóvenes no sean las víctimas de la enfermedad directamente, si lo han sido indirectamente puesto que se han restringido muchos las libertades, y en España me imagino que lo has sabido en Valencia, se les culpo enseguida del botellón, de los rebrotes y de los contagios a partir del botellón qué son fiestas de ocio nocturno en espacios abiertos y libres, clandestinos. Que, por cierto, Valencia fue un lugar donde se inventó ese sistema de la raves, de las fiestas ilegales como alternativa al ocio comercial, una red de fiestas auto-organizadas por los propios jóvenes. Pero que estos últimos años eso se ha criminalizado mucho y se ha culpado, sin pruebas, a los jóvenes participantes en estas fiestas como los irresponsables, los causantes de todos los males. Y por otra parte la guerra en Ucrania, bueno de nuevo, es el viejo principio de que las guerras son siempre lugares donde se matan jóvenes que ni se odian, ni se conocen, dirigidos por adultos que si se odian y si se conocen pero que no son capaces de buscar mecanismos de resolución de estos conflictos por las vías pacíficas. Siempre las juventudes son la carne de cañón de todas las guerras y esta no es una excepción.

HR: Bueno, muchas gracias, profesor Carles.

Agradecimientos

Se agradece de manera especial al doctor Carles Feixa por sus aportes a esta investigacion y la producción de conocimiento en torno a las juventudes de jóvenes latinos que hoy día estan enfrentados a las condiciones del joven latino migrante en Europa, participantes de este trabajo. La producción de este artículo como producto de investigacion, también ha sido posible gracias la financiación del Programa de Beca Doctoral del autor, a través del Ministerio de Ciencia de Colombia.




NOTAS


1 Se refiere a la muerte de dos jóvenes de origen latinoamericano en Madrid la noche del 5 al 6 de febrero de 2022 en enfrentamiento entre dos pandillas de origen dominicano -DDP y Trinitarios-, que despertó una gran oleada de interés mediático.

2 El concepto de Comunidades Imaginadas es de Benedict Anderson (1983).

3 Olivera (2014).


REFERENCIAS


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