Monográfico / Monographic

DOI: 10.22325/fes/res.2022.105

Generaciones y curso(s) de vida: una mirada longitudinal a los retos demográficos contemporáneos


Generations and the life-course(s): a longitudinal approach to the contemporary demographic phenomena


Celia Fernández-Carro ORCID

Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), España. celia.fernandez@poli.uned.es

Rafael Grande ORCID

Universidad de Málaga, España. rgrande@uma.es

Pau Miret Gamundi ORCID

Centre d’Estudis Demogràfics – CERCA, España. pmiret@ced.uab.cat

Marta Seiz ORCID

Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), España. mseiz@poli.uned.es

Revista Española de Sociología (RES), Vol. 31 Núm. 2 (Abril - Junio, 2022), a105. pp. 1-10. ISSN: 1578-2824


Recibido / Received: 02/01/2022
Aceptado / Accepted: 04/01/2022




RESUMEN

La Demografía es una disciplina esencial y transversal para todas las Ciencias Sociales, que además mantiene un vínculo especialmente estrecho con la Sociología dado el uso compartido de teorías y métodos de análisis. A pesar de su relevancia, aún son relativamente escasas en España las publicaciones que abordan el estudio de los procesos sociales desde un punto de vista específicamente demográfico. Para contribuir a llenar este vacío, el Comité de Investigación de Sociología de la Población y Demografía de la FES coordina este monográfico, cuyo hilo conductor se articula en torno a una de las aportaciones esenciales que la Demografía ha hecho a las Ciencias Sociales: la óptica longitudinal. Como punto de partida, este artículo reflexiona sobre el papel que tiene la Demografía en el estudio de la realidad social, destacando la necesidad de utilizar enfoques longitudinales como la óptica generacional o biográfica para analizar algunos de los principales retos demográficos que afrontan las sociedades contemporáneas: las dinámicas de formación familiar, fecundidad, salud y envejecimiento.

Palabras clave: Demografía, Sociología, tiempo, estudios longitudinales, sociedades contemporáneas.


ABSTRACT

Demography is an essential discipline, transversal to all the Social Sciences. It also maintains a particularly tight link with Sociology, given their shared use of theories and methods of analysis. Despite its relevance, publications dealing with the study of social processes from a specifically demographic point of view are still relatively scarce in Spain. To contribute to filling this gap, the Sociology of Population and Demography Research Committee of the Spanish Federation of Sociology (FES) coordinates this special issue, which revolves around one of Demography’s main contributions to the Social Sciences: the longitudinal perspective. As starting point, this article reflects on the relevance that Demography has for the study of social processes, highlighting the necessity to take longitudinal approaches as a generational or a biographical perspective to explore the main demographic challenges that contemporary societies are faced with: family formation, fertility, health, and ageing.

Keywords: Demography, Sociology, time, longitudinal studies, contemporary societies.




INTRODUCCIÓN


La Demografía es una disciplina que se encarga de estudiar los fenómenos que condicionan la dinámica y evolución de las poblaciones. Su premisa fundacional es que, para lograrlo, es necesario comprender cómo, cuándo y porqué se producen los principales acontecimientos vitales; el nacimiento, la reproducción y la muerte, y cuáles son sus efectos agregados.

Aunque el neologismo demografía fue formulado a mitad del siglo XIX por Achille Guillard en su obra Éléments de Statistique Humaine ou Démographie Comparée (1855), el origen de la Demografía moderna puede rastrearse hasta un par de siglos antes, con el surgimiento de la denominada “aritmética política”. Ya en los siglos XVII y XVIII, figuras como John Graunt y William Petty1, que sistematizaron el análisis de la mortalidad elaborando las primeras tablas de vida, Johann Peter Süßmilch2, que fue de los primeros en teorizar sobre la relación entre la población y la economía, o Antoine Deparcieux3, pionero en análisis de la supervivencia, sentaron las bases para que los asuntos relativos a la población se abordasen mediante métodos numéricos. Desde entonces, el desarrollo del registro sistemático de datos estadísticos ha propiciado que esta disciplina se fuera complejizando, sobre todo a nivel metodológico. Las poblaciones dejaron de ser vistas como simples stocks, para pasar a ser consideradas sistemas reproductivos en constante evolución y cambio.

En el panorama actual, la Demografía está ganando terreno como área de conocimiento, especialmente en el contexto internacional, donde cada vez es más frecuente que los análisis realizados en disciplinas como la Sociología, la Antropología Social, la Ciencia Política, la Economía Aplicada o la Salud Pública adopten un enfoque poblacional que tenga en cuenta las interacciones entre las dinámicas demográficas, económicas y sociales. En España también hay indicios de ese creciente interés por conocer las tendencias y la evolución de la población, y no solo en el ámbito académico. Fenómenos como las muy bajas tasas de fecundidad, el aplazamiento de la emancipación del hogar de origen y de la formación familiar, los cambios en la composición de los hogares, la intensidad y dirección de las corrientes migratorias, la despoblación de zonas rurales o las consecuencias del aumento de la longevidad son objeto de debate cotidiano en conversaciones informales y medios de comunicación. También la agenda política ha dado un lugar estelar a estas cuestiones aglutinadas bajo el denominado “Reto Demográfico”. Así, el recientemente creado Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico aprobó en 2019 la Estrategia Nacional frente al Reto Demográfico que identifica como principales desafíos la despoblación, el progresivo envejecimiento, y los efectos de la población flotante vinculada al turismo.

En definitiva, se puede afirmar que los fenómenos demográficos están de moda. Por eso llama tanto la atención la escasez de publicaciones que aborden el estudio de los procesos sociales desde un punto de vista específicamente demográfico. Este conocimiento es esencial si se quiere dotar de profundidad a los debates cotidianos sobre las dinámicas de la población y sus consecuencias. Fenómenos sociológicos como la crisis de los cuidados o las desigualdades sociales en términos de género, educativos, laborales, de salud o generacionales difícilmente pueden entenderse aislados de las pautas familiares contemporáneas o de la evolución de la fecundidad, la longevidad y la mortalidad. Del mismo modo, comprender la naturaleza y el alcance de las dinámicas del mercado laboral requiere conocimiento sobre la evolución de las migraciones o las decisiones reproductivas. Una comprensión en profundidad de las transformaciones demográficas permitirá asimismo hacer frente a discursos que puedan distorsionar la percepción social sobre la naturaleza, el alcance, las causas o las consecuencias de estas.

Con la intención de contribuir a llenar el vacío existente, así como a impulsar enfoques analíticos que combinen planteamientos sociológicos con la atención a la evolución de fenómenos demográficos, el equipo directivo del Comité de Investigación de Sociología de la Población y Demografía de la Federación Española de Sociología (FES) ha coordinado este número monográfico. Los cinco artículos que lo conforman están centrados en transformaciones demográficas recientes de importancia clave en la sociedad española contemporánea, abarcando algunas de las áreas tradicionalmente contempladas en los estudios de población: trayectorias y transiciones familiares, nupcialidad, fecundidad, salud y envejecimiento. El hilo conductor del número es el uso de una perspectiva longitudinal, generacional o basada en el análisis biográfico de los acontecimientos para el análisis de la realidad social.

Mediante estas perspectivas, el presente monográfico pretende también satisfacer, al menos en parte, una demanda particular de la comunidad académica. Existe una conciencia creciente de la necesidad de generar información sociodemográfica que cubra diversas dimensiones temporales para poder ampliar los horizontes analíticos y realizar estudios comparables con los de países de nuestro entorno, que a menudo tienen acceso a datos de registro o de naturaleza longitudinal. En este contexto, se plantea asimismo la necesidad de dotar al análisis de las dinámicas de población de una mayor visibilidad, espacio y capacidad de difusión dentro de las Ciencias Sociales en general y la Sociología en particular, dada su importancia para una plena comprensión del panorama social de nuestra época. De esto último dan fe las profundas transformaciones demográficas experimentadas por la sociedad española en las últimas décadas y sus repercusiones en numerosos ámbitos sociales, así como los retos relacionados que se plantean de cara al futuro.

La Sociología como ciencia de la población4

La Demografía es una disciplina relativamente joven en el ámbito de las Ciencias Sociales, a la que le ha costado encontrar un espacio científico propio dentro de este campo de estudio. Sorprende que los estudios demográficos no hayan alcanzado aún una visibilidad acorde con su relevancia para las Ciencias Sociales dentro del contexto español y, especialmente, en el ámbito de la Sociología. Mientras que a nivel internacional es muy frecuente adoptar perspectivas multidimensionales que conecten conocimientos demográficos, sociológicos, politológicos y económicos, en España, todavía se tratan todavía se tratan con relativa frecuencia como compartimentos estancos. Además, el desarrollo del análisis sociodemográfico en España tiene como dificultad añadida que la Demografía no cuenta con unos estudios de grado propios. Como consecuencia, la formación en esta disciplina sigue vinculada a titulaciones de muy diversa naturaleza en las que no suele ocupar un lugar prominente, sino que se ofrece como asignatura aislada (y a menudo optativa); lo que propicia que continúe recibiendo una atención tangencial. No obstante esta circunstancia también conlleva que se haga de la adversidad virtud: el ejercicio de la demografía en España se caracteriza por un enfoque y unas raíces multidisciplinares, producto de los ámbitos científicos diversos de los que proceden las personas que lo llevan a cabo. Esta naturaleza multidisciplinar enriquece la disciplina y facilita su aproximación a otras áreas de las Ciencias Sociales.

Si bien el conocimiento demográfico es transversal a todas las Ciencias Sociales, el vínculo entre Demografía y Sociología es especialmente estrecho. La naturaleza social de la dinámica poblacional ha conllevado que ambas disciplinas hagan un uso compartido de propuestas teóricas, conceptos, y métodos de análisis, generando saberes que se retroalimentan continuamente. Por un lado ―y sin despreciar la importancia de los factores psicológicos, biológicos o ambientales―, la Demografía se apoya habitualmente en la Sociología para contextualizar y explicar sus análisis. La dinámica de la población es prácticamente inseparable del contexto sociocultural donde se produce, puesto que las normas y valores sociales condicionan los comportamientos colectivos que subyacen a fenómenos demográficos como la fecundidad o la mortalidad. También la estructura social condiciona a la probabilidad de ocurrencia y el momento en que se experimentan acontecimientos como tener descendencia, migrar a otro continente o tener una muerte prematura. Así lo muestran algunas investigaciones de corte demográfico que, por ejemplo, exploran el vínculo de la educación con la esperanza de vida y la salud (Permanyer et al., 2018; Solé-Auró et al., 2020; Blanes y Trias-Llimós, 2021), con la formación de pareja (Martín-García et al., 2017) y la fecundidad (Bueno y García-Román, 2020; Requena, 2021) o con los movimientos migratorios (González-Leonardo, 2020). En una línea similar, otros trabajos analizan el efecto sobre la fecundidad de las condiciones laborales (Baizán, 2006) y otros factores que inciden en la emancipación y la formación de pareja (Esteve et al., 2020); o el impacto de las condiciones de llegada en los patrones reproductivos de la población inmigrante (Del Rey y Grande, 2017).

Por otro lado, también hay una constante interacción entre la Sociología y la Demografía a nivel metodológico, especialmente evidenciada por aquellos estudios sociológicos que adoptan un enfoque cuantitativo. La operacionalización de conceptos como generaciones y cohortes y variables de control como el sexo y la edad ―características demográficas por excelencia― son utilizadas de forma habitual en modelos con ambición explicativa, así como en descripciones de múltiples fenómenos sociológicos cuyas manifestaciones varían entre distintos grupos poblacionales.

Los fenómenos demográficos a través del tiempo: la perspectiva longitudinal

En palabras del demógrafo italiano Livi Bacci (1993, p. 9), el objeto de estudio de la Demografía es la formación, supervivencia y desaparición de las poblaciones a lo largo del tiempo. De ahí que una de las aportaciones esenciales que esta disciplina ha hecho a las Ciencias Sociales haya sido la de considerar el tiempo en el análisis de los fenómenos sociales y los acontecimientos que conforman su evolución. El tiempo puede adquirir dos acepciones básicas: el tiempo de calendario o tiempo cronológico, que hace referencia al momento en el que sucede determinado acontecimiento, y el tiempo como duración, que se refiere al tiempo transcurrido desde o hasta un evento demográfico; por ejemplo, el nacimiento o un cambio de residencia. La combinación del tiempo de calendario y el tiempo de duración da lugar a un tercer tipo: el tiempo biográfico.

Debido a esto, dos enfoques analíticos longitudinales son especialmente utilizados desde la Demografía: la óptica generacional y la óptica biográfica o paradigma del curso de vida.

En primer lugar, la óptica generacional plantea un estudio de los individuos a través del tiempo teniendo en cuenta las trayectorias a lo largo del curso de vida que caracterizan a una misma cohorte durante su biografía o a diferentes generaciones (Welti, 1998). La adopción de una perspectiva diacrónica posibilita obtener conclusiones sobre la causalidad de los fenómenos sociales y generar modelos explicativos que consideren distintos niveles de relación. Mientras los estudios sincrónicos permiten describir la estructura y composición de las poblaciones en un momento dado, la óptica longitudinal con un enfoque generacional permite conocer qué procesos subyacen a las estructuras observadas. Dicho de otra manera, los abordajes que contemplan la evolución de los fenómenos a lo largo del tiempo ―sea para una misma generación o entre generaciones― nos permiten pasar del plano descriptivo al explicativo en el estudio de los procesos sociodemográficos. La versatilidad de la óptica generacional, los enfoques biográficos y la perspectiva longitudinal en términos más generales proporciona un conocimiento mucho más detallado de los retos demográficos que afrontan las sociedades contemporáneas. Así, existen investigaciones que estudian el cambio entre generaciones de fenómenos tanto demográficos como sociológicos muy diversos, como pueden ser la distribución de los ingresos y las preferencias ocupacionales en generaciones de inmigrantes (Zhan, 2022), la relación entre los niveles de fecundidad de padres e hijos (Beaujouan y Solaz, 2019), las desigualdades en salud (Björkegren et al., 2022) o las actitudes hacia el cuidado (Miyawaki, 2020).

Permítasenos una pequeña digresión para puntualizar qué se entiende por óptica generacional. En la tabla 1 se exponen las tasas de fecundidad por grupos quinquenales de edad para España según períodos quinquenales de observación (por mil mujeres). La tasa total de fecundidad (suma de las tasas específicas) de cada período calcula el número de descendientes por mujer de una cohorte hipotética que se hubiese comportado como lo hicieron las mujeres en esos momentos: este indicador ha descendido de 2,5 durante los años 1976-1980 a 1,3 en el periodo 2016-2020, lo que supone una caída de casi un 50%. Pero desde la óptica generacional y la perspectiva longitudinal se busca evaluar no el valor de la fecundidad de una cohorte hipotética, sino la descendencia final de una generación según su comportamiento a lo largo del tiempo. Así, estimamos que la descendencia al final del periodo reproductivo (de los 15 a los 49 años) del grupo de cohortes que en 1976-1980 tenía 15-19 años (que se corresponde grosso modo a las mujeres nacidas en 1961-1965) y que ―leyendo la tabla en diagonal― fueron cumpliendo cinco años más durante cada período, fue de 1,73 hijos por mujer. Al estimar la descendencia final de dos grupos generacionales más, se observa que este indicador ha ido descendiendo a los 1,59 hijos por mujer para las cohortes nacidas de 1966-1970 y hasta los 1,46 hijos para las nacidas alrededor de 1971-1975.

Incluso podemos atrevernos a retrotraer estas pautas para las generaciones 1956-1960 y prever qué sucederá con las nacidas en 1976-1980. Así, nos lanzamos a decir de dónde partimos, pues si estimamos el comportamiento por edad en la fecundidad entre las más jóvenes de las nacidas en 1956-1960 llegamos a la conclusión que tuvieron 2,0 descendientes por mujer: la supuesta cifra clave para la reproducción del volumen de las generaciones. De la misma manera, si estimamos la de las nacidas en 1976-1980 (no por valentía, sino porque la fecundidad más allá de los 45 años permanece anclada en un 1 por mil) obtenemos que tendrán 1,38 hijos por mujer. ¿Se trata de un mínimo? Muy probablemente: si las nacidas en 1981-1986 continúan con una fecundidad similar más allá de los 40 años presentarán la misma descendencia final que sus antecesoras, a saber, una de las más bajas del mundo. En suma, este ejercicio permite entender de forma didáctica la importancia de complementar los análisis transversales adoptando una mirada generacional a la hora de comprender los cambios sociales y los actuales retos demográficos.

En segundo lugar, y en la línea mencionada, la necesidad de conocer no sólo cómo evolucionan las poblaciones a lo largo del tiempo, sino también las trayectorias vitales de los individuos que las componen ha dado lugar a la aparición del paradigma del curso de vida, que aúna conocimientos y metodologías procedentes tanto de la Demografía como de la Sociología. Esta perspectiva, también conocida como óptica biográfica, se ha revelado como el principal marco teórico desde el que plantear aproximaciones longitudinales al estudio de las vidas humanas. El curso de vida se ha definido como “una secuencia de eventos y roles definidos socialmente que el individuo experimenta a través del tiempo”, (Giele y Elder, 1998, p. 22), que se materializa y evoluciona a través de trayectorias simultáneas pertenecientes a diferentes esferas vitales: familia, trabajo, salud, vivienda, etc. (Willekens, 1991). El concepto de interdependencias es central en la perspectiva del curso de vida, y alude a la interrelación que mantienen las distintas esferas y trayectorias vitales (Elder et al., 2003; Bernardi et al., 2019), que implica que los cambios producidos en cualquiera de esas esferas pueden desencadenar modificaciones en las otras. Otro de los supuestos fundamentales de esta perspectiva es que el curso de vida tiene “memoria” y que los eventos experimentados durante los primeros años o décadas de vida tienen su reflejo durante la edad adulta o la vejez. Por ejemplo, las investigaciones llevadas a cabo por Hayward y Gorman (2004) o Arpino et al. (2018) mostraron que no contar con recursos materiales durante la niñez implica una mayor probabilidad de experimentar peor salud durante la vejez; o el trabajo de Ploubidis et al. (2020) que encuentra una asociación entre problemas de salud mental en la infancia y la adolescencia con niveles menos favorables de biomarcadores en la edad adulta y un mayor riesgo de mortalidad prematura. La perspectiva del curso de vida también asume que el momento sociohistórico que viven las personas influye en la ocurrencia y en los tiempos de los acontecimientos (Mayer, 2004). Por ejemplo, Van Winkle (2018) ha mostrado recientemente que las trayectorias familiares que presentan las mujeres de más de 60 años en Europa varían en función de las condiciones macroestructurales en las que se desarrollaron. Una de las mayores ventajas del marco analítico del curso de vida ha sido su aplicabilidad multidisciplinar. La constante colaboración entre áreas científicas ha fomentado la reinterpretación y el perfeccionamiento de los principios que lo conforman, dotándolo del grado de madurez teórica y metodológica del que disfruta actualmente.

Dado que el cambio social se expresa tanto entre generaciones como a lo largo del curso vital de una misma cohorte la perspectiva longitudinal con una óptica tanto generacional como biográfica se convierte en una mirada imprescindible para la Sociología de la Población. En un reciente manual sobre demografía (Lutz, 2021) este aspecto se presenta a través del concepto del metabolismo de las poblaciones.


Tabla 1. Tasas específicas de fecundidad por edad según períodos y generaciones.

Períodos

1976-80

1981-85

1986-90

1991-95

1996-2000

2001-05

2006-10

2011-15

2016-20

Más de 50

1

0

0

0

0

0

0

0

0

45-49

2

1

1

0

0

0

1

1

1

40-44

18

12

7

5

6

8

11

15

17

35-39

54

38

29

29

37

49

59

63

65

30-34

105

80

74

80

88

97

97

92

87

25-29

166

127

107

90

69

64

64

58

52

20-24

130

88

59

37

24

29

35

28

24

15-19

26

20

15

9

8

10

12

9

6

Menos de 15 años

0

0

0

0

0

0

0

0

0

Tasa total de fecundidad (de período)

2,51

1,83

1,45

1,25

1,16

1,29

1,40

1,33

1,27

Generaciones

Tasa total de fecundidad (de cohorte)

1961-1965

1,73

1966-1970

1,59

1971-1975

1,46

1976-1980

1,38

Fuente: elaboración propia a partir de los datos secundarios de INE.


Presentación del monográfico

Este monográfico pretende constituir un espacio académico de reflexión sobre la potencialidad de la sociología de la población en el estudio de la realidad social. Para lograrlo, se han planteado dos objetivos. En primer lugar, el presente monográfico busca difundir investigaciones sobre tendencias demográficas actuales que combinan enfoques y herramientas compartidas por la Sociología y la Demografía, tendiendo puentes entre ambas disciplinas. Como se ha señalado, a pesar de que se trata de dos áreas intrínsecamente interconectadas, las investigaciones que vinculan las técnicas demográficas con una visión sociológica más amplia con vistas a procurar claves explicativas no han sido tradicionalmente muy abundantes en el ámbito español, si bien esta tendencia ha mostrado visos de cambio en las últimas décadas. En este sentido, se desea contribuir a su evolución, incrementando la difusión de la sociología de la población y sus potencialidades, y fomentando las líneas de investigación sociodemográfica y de demografía aplicada. Se espera que el enfoque colaborativo ayude, además, a vincular el conocimiento generado mediante la investigación social con la gestión pública, aportando evidencias para debatir sobre algunos de los principales desafíos a los que se enfrentará en las próximas décadas. En resumidas cuentas, el monográfico propuesto pone el foco, desde el análisis empírico y una perspectiva longitudinal ―que comprende también los enfoques generacional y biográfico―, en fenómenos y cambios recientemente acontecidos en relación con las dinámicas poblacionales en España, así como en explicaciones relevantes de los mismos desde un punto de vista sociológico.

Por otro lado, la tradicional escasez de fuentes que registran datos longitudinales y la complejidad de las metodologías utilizadas para analizarlos ha supuesto que la mayoría de los estudios sobre la realidad social en España sean de corte transversal. Por este motivo, el segundo objetivo del monográfico es promover la investigación con datos longitudinales en el ámbito de la Sociología, poniendo de manifiesto sus aportaciones y ventajas analíticas. El aumento de la disponibilidad de datos estadísticos y registros de carácter longitudinal experimentado en España en los últimos años ―aunque aún lejano de la situación de otros países del entorno―, posibilita la óptica longitudinal y los análisis que contemplan perspectivas temporales. Por un lado, contamos con encuestas de carácter retrospectivo que permiten la reconstrucción de trayectorias vitales de la población residente en España. Entre ellas se encuentra, por ejemplo, la Encuesta de Fecundidad de 2018 implementada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que ha provisto a los equipos de investigación de una gran riqueza de información longitudinal actualizada sobre temas relacionados con la formación familiar y los patrones y deseos reproductivos, incluyendo también un amplio abanico de variables de carácter socioeconómico. La participación de España en encuestas internacionales también brinda la oportunidad de plantear análisis comparativos o de extraer una submuestra solo para este país. Es el caso de la encuesta SHARE (Survey of Health, Ageing and Retirement in Europe), una fuente de datos panel que recoge información sobre cómo están envejeciendo las personas mayores de 50 años en Europa, o la Encuesta Social Europea, que recoge información para examinar el cambio en la estructura social, las condiciones de vida y las actitudes en Europa. Por otro lado, la disponibilidad de datos de registros administrativos y las posibilidades de vincular fuentes de datos de stock (como el Censo o el Padrón) con fuentes de flujos (como los registros de acontecimientos vitales del Movimiento Natural de la Población o los propios registros administrativos) son cada vez mayores.

El presente monográfico se compone de cinco artículos que utilizan la perspectiva longitudinal para analizar distintos aspectos de las dinámicas poblacionales: formación familiar, fecundidad, salud y envejecimiento. Todos ellos tienen un enfoque cuantitativo y utilizan datos referidos al contexto español. El primer artículo, firmado por Marta Seiz, Teresa Castro, Julia Cordero y Teresa Martín, examina el cambio en las normas sociales sobre la formación familiar en España durante las dos últimas décadas. Las autoras utilizan un enfoque generacional para analizar la transformación de las percepciones y actitudes relativas al calendario y la secuencia de eventos como la cohabitación, el matrimonio y la llegada de la descendencia. Este trabajo cubre parte del vacío de investigaciones sobre la evolución de las normas sociales en un contexto de profundas transformaciones de las dinámicas de formación familiar y fecundidad.

También en relación con los factores que condicionan la formación familiar, Thaís García-Pereiro y Carmine Clemente analizan en el segundo artículo la relación que guardan el nivel educativo y la trayectoria laboral con las transiciones a la primera cohabitación y al matrimonio. Este análisis profundiza en los cambios por sexo y generación, evidenciando el aumento de la cohabitación en detrimento del matrimonio para hombres y mujeres y todas las generaciones.

Alberto Del Rey, Rafael Grande y Jesús García-Gómez, en el tercer artículo del monográfico, comparan la primofecunidad de distintas generaciones en función de sus características sociodemográficas y familiares y de sus principales transiciones vitales. El artículo combina así la óptica generacional al comparar la transición a la maternidad de las mujeres nacidas en las décadas de 1960, 1970 y 1980, y la perspectiva del curso de vida al analizar cómo condiciona la fecundidad la formación de pareja, la trayectoria laboral y la emancipación del hogar paterno.

El cuarto artículo, elaborado por Celia Fernández-Carro y Jordi Gumà, permite adentrarse de lleno en el enfoque de curso de vida. El trabajo profundiza en las conexiones entre etapas vitales, explorando hasta qué punto las trayectorias familiares de las personas mayores están relacionadas con la calidad de vida que presentan en la vejez. El trabajo utiliza una perspectiva biográfica para comparar las tipologías de trayectorias familiares de hombres y mujeres mayores, dando cuenta de una mayor heterogeneidad de trayectorias entre la población femenina. A su vez, también se muestra que las trayectorias menos normativas y estandarizadas se asocian con una peor calidad de vida.

Por último, el quinto artículo continúa explorando los factores que condicionan la salud en la vejez. En él, Aina Faus y Arantxa Grau abordan un objeto de estudio tan poco explorado como la sexualidad de las personas mayores. A través de un análisis generacional y de género, estas investigadoras reflexionan de forma crítica sobre los factores que inciden en la salud sexual en la vejez, cómo son conceptualizados por el paradigma médico dominante y los efectos que esto tiene sobre las representaciones sociales de la misma.

Cerramos, así, la presentación de este número monográfico con la satisfacción de poder ofrecer una panorámica de la evolución de varios fenómenos centrales para la demografía actual en España a través de la comparativa generacional y la perspectiva del curso de vida de los individuos. Esperamos que las contribuciones que componen este volumen animen tanto a la discusión sobre las cuestiones específicas contempladas en cada artículo, como a la continuidad de la utilización de enfoques, datos y metodologías longitudinales para el análisis de los retos demográficos contemporáneos.




NOTAS


1 A ambos se les considera creadores de los primeros censos de carácter estadístico durante el siglo XVII en Inglaterra.

2 Su obra El orden divino en las circunstancias del sexo humano, el nacimiento, la muerte y la reproducción (título original en alemán; Die göttliche Ordnung in den Veränderungen des menschlichen Geschlechts aus der Geburt, dem Tode und der Fortpflanzung desselben), publicada en 1741, es considerada el primer tratado de demografía.

3 Este autor formalizó en su obra Essai sur les probabilités de la durée de la vie humaine (1746) el contenido de una tabla de mortalidad. Posteriormente, en 1766, el astrónomo Pierre Wargentin elaboró el primer ejemplo considerado “convincente” de una tabla de mortalidad con los datos registrados para Suecia.

4 El título de este apartado se toma prestado del libro de John Goldthorpe Sociology as a Population Science” (2015, Cambridge University Press). La obra también está disponible en una edición en español titulada La sociología como ciencia de la población (2016, Alianza Editorial).


REFERENCIAS


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