Reseñas de libros e informes / Books and Reports Reviews

DOI: 10.22325/fes/res.2020.68

Análisis sociológico del discurso: enfoques, métodos y procedimientos. Benno Herzog y Jorge Ruiz (eds.). Valencia: Universitat de Valencia, 2019


Araceli Serrano Pascual ORCID

Universidad Complutense de Madrid, España araceli@cps.ucm.es

Ángel Zurdo Alaguero ORCID

Universidad Complutense de Madrid, España angel.zurdo@ccinf.ucm.es

Revista Española de Sociología (RES), Vol. 29 Núm. 3 - Sup 1 (Junio - Diciembre, 2020), pp. 247-251. ISSN: 1578-2824




El libro que edita la Universidad de Valencia de la mano de Benno Herzog y Jorge Ruiz posee un interés incuestionable, al constituir uno de los escasos textos en castellano que aborda un acercamiento cartográfico (aunque sea sin ambición de exhaustividad) a las diversas aproximaciones teóricas y metodológicas en torno al análisis de textos y discursos. La compilación presta una especial atención a los enfoques sociológicos, incorporando miradas que se inscriben en tradiciones tan diversas como la española, la anglosajona, la francesa y la alemana.

Muchas son las compilaciones y los manuales sobre análisis del discurso que han sido editados en el ámbito anglosajón. Contamos con numerosas y muy recomendables aportaciones, entre otras, la compilación realizada por Tannen, Hamilton y Schiffrin, o la de Angermuller, Maingueneau y Wodak, sin olvidar la ya clásica aportación de Gee y Handford. También podemos localizar compilaciones orientadas, prioritariamente, a la revisión de las perspectivas teóricas más ‘clásicas’, articuladoras iniciales del actual campo del análisis del discurso, como son las de Jaworski y Coupland, o la de Wetherell, Taylor y Yates. Sin embargo, en lengua castellana tienen un carácter realmente excepcional aquellos aportes que aspiran a recoger y articular la pluralidad de enfoques existentes, siendo textos que suelen obviar la valiosa aportación que se ha realizado desde la sociología cualitativa española, no atendiendo a su especificidad, a las diferencias y afinidades que presenta con respecto a otras tradiciones de análisis del discurso. En el contexto español, tan solo puede referenciarse la compilación de Lupicinio Íñiguez (publicada a principios de los años 2000), obra que, en su momento, supuso una relevante contribución a la literatura en castellano sobre análisis del discurso, al incorporar y revisar algunas de las perspectivas más conspicuas dentro del campo (sociolingüística, etnografía de la comunicación, análisis conversacional, análisis crítico del discurso y psicología discursiva). Este texto, activa su ‘mirada’ desde la psicología social, pero no incorpora parte de las aportaciones más relevantes que han empujado el desarrollo del campo del análisis del discurso en los últimos lustros. También en el ámbito académico catalán, encontramos contribuciones que han dado lugar a obras de aproximación práctica al análisis del discurso como la de Calsamiglia y Tusón, texto que destaca ―como Van Dijk señala en su prefacio―, por la valiosa integración que realiza de distintas tradiciones: anglosajona, francesa, española y latinoamericana.

Muchos han sido los ámbitos de la investigación y teorización social en los que el análisis del discurso ha desplegado toda su potencialidad: el poder, el género, las migraciones, las élites, los medios, las artes, las redes sociales, la publicidad, el deporte, el silencio, el miedo, el espacio, la política, los políticos, los partidos políticos y un largo etcétera; en definitiva, un amplio espectro de esferas, fenómenos y procesos sociales. Pero, esta proliferación de estudios del discurso, tanto teóricos como empíricos, también se ve acompañada ―y frecuentemente enmarañada― por la abundancia de aproximaciones multidisciplinares, por la incorporación y compatibilización (no siempre consistente) de tradiciones muy diversas, el hincapié en dimensiones y lógicas analíticas muy diferentes, y el recurso a definiciones un tanto ‘volátiles’, imprecisas y multiplicadas del concepto ‘Discurso’. Se genera, de esta manera, la impresión de ser un ámbito saturado, pero, al mismo tiempo, fragmentado, desordenado, y hasta falto de rigor, caracterizado por propuestas atomizadas que, con frecuencia, se niegan y desdeñan, que no dialogan desde sus presupuestos, un espacio donde no se desarrolla una ‘dialéctica’ articulada a partir de espacios de debate y reflexiones cruzadas. Es, precisamente, esta ‘hipertrofia caótica’ (teórica y metodológica) en el desarrollo del campo del análisis del discurso (paralizante para el no iniciado), la que trata de enfrentar y clarificar la compilación de Herzog y Ruiz. Esta obra constituye un espacio, a la vez complejo y accesible, reflexivo y productivo, que complementa y actualiza la exigua literatura en castellano, en un intento por aunar y ofrecer un marco de comparación e interconexión de distintas tradiciones.

En el texto se incluye, de manera destacada, la fructífera y solvente tradición española en el campo del análisis del discurso, a partir de las aportaciones inscritas en la conocida como Escuela Cualitativista de Madrid (con una orientación sociohermenéutica), que es incorporada en esta obra a través de representantes de la que podemos considerar segunda generación de la escuela (Luis Enrique Alonso y Fernando Conde), y autores de la tercera (Manuel Rodríguez Victoriano y Jorge Ruiz) e, incluso, cuarta generación (Marina Requena). Dentro de esta perspectiva de análisis se presentan dos capítulos de especial interés. En uno de ellos (el segundo capítulo del libro) escrito por Ruiz y Alonso, se exponen los fundamentos teóricos a partir de los cuales cristaliza el conocido como análisis sociológico del discurso, que implica la incorporación de la hermenéutica social ligada a la práctica de una sociología comprensiva. Asimismo, se revisan sus principales aportaciones y se incluye una reflexión sobre sus límites. Una segunda aportación desde esta escuela (recogida en el noveno capítulo) se orienta hacia el más concreto y aplicado concepto análisis sociológico del sistema de discursos, especificando algunos de sus procedimientos, herramientas y conceptualizaciones: conjeturas analíticas, estilos discursivos, posiciones discursivas, asociaciones, condensaciones, desplazamientos, configuraciones narrativas o espacios semánticos. Nos referimos al capítulo elaborado por Requena, Conde y Rodríguez, que retoma de forma sintética parte de los aportes contenidos en el conocido texto de Fernando Conde (2009) enmarcándolos en la Escuela Cualitativista y en sus referentes teóricos.

Por su parte, la aportación de Benno Herzog incorpora la tradición frankfourtiana del análisis como crítica social orientada a la transformación, lo que supone la incorporación de la tradición más clásica en el seno de la epistemología crítico dialéctica al campo del análisis del discurso, apuntando elementos de análisis claves como son la demanda de reconocimiento o los discursos silenciados.

Con una orientación muy plural, la compilación introduce al lector o lectora a otros enfoques contemporáneos alejados de la perspectiva sociohermenéutica, como puede ser el análisis postfundacional (de filiación postestructuralista), identificado habitualmente con la denominada ‘Escuela de Essex’, en este caso, a través del texto de Emilia Palonen y Taavi Sundell. En una línea relativamente confluente, con reminiscencias foucaultianas, se integra el denso y, en ocasiones, abstruso capítulo firmado por Johannes Angermuller, una de las figuras más visibles de la corriente postestructuralista, quien, desde su complejo constructivismo deconstructivista, intenta comprender el orden social desde la consideración de los actores como efectos discursivos, prestando especial atención a la organización de las prácticas interpretativas. Desde una tradición que se desarrolla en paralelo, y en buena parte convergente, el capítulo final del libro, escrito por Andrea Bührmann y Werner Scheneider incorpora la tradición foucaultiana, retomando una de las conceptualizaciones más productivas de la misma, la noción de ‘dispositivo’ (muy característica de la llamada Escuela Francesa).

La tradición clásica e inaugural identificada como análisis cuantitativo del contenido también se incluye en el texto. Aunque enmarcada en una perspectiva epistemológica contrapuesta a las anteriormente consideradas, se incorpora y actualiza esta tradición, a través de dos aportaciones. Por una parte el texto de Ronny Scholz, se centra en los procesos de operacionalización y cómputo lexicométrico, característicos de la lingüística del corpus para analizar textos (que no discursos, desde nuestra perspectiva) apuntando las posibilidades de las nuevas tecnologías en la “recogida” y tratamiento de información cualitativa y como paso exploratorio previo a otras formas de análisis. Por otra parte, en el séptimo capítulo, se incluye un texto enmarcado en aproximaciones que sitúan en el centro de los análisis las relaciones entre elementos: sujetos, entidades, instituciones, en definitiva, nodos, con los que Joan Miquel Verd nos introduce en el análisis reticular del discurso. Se reincorporan así, de forma actualizada, las aportaciones clásicas en los nuevos contextos hiperconectados a través de redes rastreables.

Por otra parte, siguiendo esta línea que vincula formas de análisis a dispositivos de producción y “recolección” de información (análisis de redes, análisis lexicométrico) el texto incorpora espacios que, en los contextos anglosajones, están generando un ingente volumen de publicaciones: el análisis del discurso desde la metodología etnográfica. Los aspectos discursivos han sido tradicionalmente descuidados por la etnografía al priorizar, de forma cada vez más reflexiva, los elementos observacionales de la interacción, así como aquellos vinculados a la cultura material. Este ajuste de cuentas de las aproximaciones etnográficas con los elementos discursivos, queda apuntada en el texto de Felicitas Macgilchrist y de Tom Van Hout en el que se combina análisis observacional, análisis de contenido clásico y análisis asistido por ordenador en la grabación sistemática en formato vídeo, en un estudio de caso desarrollado en una redacción de un periódico en Bruselas.

Por último, aunque en realidad se trate del primero de los capítulos, el texto incluye una mirada sobre el análisis del discurso, aplicada a un área concreta del pensamiento sociológico, una de las más clásicas y relevantes en la sociología contemporánea que es la Sociología del Conocimiento. Acompañados en este trayecto por Reiner Keller, el texto nos introduce en las principales reflexiones que desde este ámbito se han ido generando, trabajando para ello con conceptos clave como son los de patrones de interpretación, clasificaciones, estructura de los fenómenos o estructuras narrativas.

Esta diversidad de enfoques queda entretejida y articulada en el capítulo introductorio que nos ofrecen los editores (Herzog y Ruiz) y que constituye un indispensable marco de (relativa) sutura a la hora de conectar y confrontar las distintas tradiciones, vertebradas muy frecuentemente a partir de presupuestos teóricos y metodológicos no solo heterogéneos e irreductibles, sino, en aspectos cruciales, incompatibles y hasta contradictorios. Los editores recogen la naturaleza multidisciplinar del análisis del discurso, que se proyecta necesariamente sobre la problemática, poliédrica y difusa definición de discurso; partiendo de su etimología, se atiende fundamentalmente a su enorme ‘polifonía’ teórica. Se hace referencia, también, a cómo el discurso debe ser considerado desde una triple articulación, que incorpora el lenguaje, las prácticas y el contexto ―micro, meso y macrosocial― remitiéndose en este caso a la obra de Angermuller.

En esta introducción resulta reseñable la revisión de las dificultades a la hora de delimitar qué es o no discurso, qué es discursivo y qué extradiscursivo, y qué es o no un discurso concreto y cómo diferenciarlo de otros y caracterizarlo. La constatación de esta dificultad y la distancia entre la construcción teórica de los límites del discurso y las dificultades prácticas de delimitación en los contextos empíricos concretos, constituye un elemento que nos hace comprender una parte importante de los problemas de abordaje del campo de los discursos que son puestos de relieve en los diversos capítulos de este libro, así como las diferentes vías de enfrentarlo y concretarlo en análisis específicos.

En este sentido, el texto en su conjunto, armado a partir de una lúcida selección de enfoques y autores, hace que nos encontremos ante un aporte realmente necesario, no solo interesante y, en general, accesible, sino también actualizado con respecto al complejo espacio disciplinar del análisis del discurso, aunque no figure entre sus pretensiones construir una cartografía completa y exhaustiva del mismo, labor por otra parte imposible en una obra de extensión limitada.

Es quizá la propia estructura del libro lo que a nuestro juicio constituye el elemento que hemos considerado mejorable en esta compilación. Una organización de los capítulos que desbordara la simple secuencia y a la que se dotara de alguna estructura significativa, que agrupara perspectivas epistemológicas, tradiciones confluyentes, o niveles de aproximación al análisis, que diferenciara unas aportaciones y tradiciones de otras, hubiera facilitado la articulación de un espacio de reflexión donde considerar más nítidamente variantes, transformaciones e hibridaciones o diversidad de acentos, frente a espacios de debate que implican miradas contrapuestas o divergencias conceptuales. Así, se habría podido potenciar una síntesis creativa derivada de la propia lectura. En esta línea, se puede echar en falta un mayor grado de ‘intertextualidad’ entre los capítulos, que entretejiera un espacio de encuentro dialogado y dialéctico de posiciones, que permitieran al lector ubicarse en sus prácticas o en sus aprendizajes. Es posible que un ordenamiento de los capítulos con sentido epistemológico que confluyera con un diálogo abierto en el seno de y entre las diversas aproximaciones permitiera a las lectoras y lectores introducirse en el complejísimo espacio del análisis del discurso, con más criterio para poder valorar, situar y criticar cada uno de los aportes. Quizás sea esto pedirle mucho a un texto, que considerado en los contextos en los que habitualmente se desarrolla el conocimiento, hubiera encontrado los obstáculos del tiempo disciplinante y un esfuerzo ímprobo, que los espacios académicos contemporáneos y sus exigencias productivistas no permiten.

También en el espacio de los deseos, el texto podría haber incluido aproximaciones críticas con respecto a modalidades hegemónicas de análisis del discurso, que en buena parte de los contextos de reflexión en Occidente constituyen el mainstreaming, como son la Teoría Fundamentada o el Análisis Conversacional, así como una crítica a la frecuente tendencia a hablar de ‘datos cualitativos’ en referencia a los materiales susceptibles de análisis desde las aproximaciones del Discurso. Por último, podría haber sido interesante, incluir algunas de las aproximaciones al análisis de los discursos que se están incorporando desde perspectivas epistemológicas que abogan por un cruce de saberes que incorpore el propio autoanálisis de los objetos de conocimiento (convertidos en sujetos), como se está trabajando desde perspectivas participativas, feministas o decoloniales. Lógicamente este horizonte, imposible en un solo texto, no es más que un deseo, que de haberse cumplido (labor por otra parte inalcanzable), hubiera hecho mutar la atención hacia otra potencial falla, necesariamente constitutiva de toda obra temporalmente cerrada para su publicación.

Otro comentario final que queríamos añadir hace referencia al título de la obra. La decisión tomada al nominarlo Análisis sociológico del discurso, podría llevar a una confusión entre lo que viene a ser la confluencia de una diversidad de aproximaciones desplegadas fundamentalmente desde campos próximos a la Sociología y lo que está convirtiéndose en un concepto más o menos cristalizado y densificado que sirve para denominar una manera de aproximación al discurso (más bien a los discursos) vinculada a la fructífera tradición de análisis socio-hermenéutico en que confluyen los diversos autores encuadrables en la llamada Escuela Cualitativista de Madrid y en la cual el concepto de análisis sociológico del sistema de discursos adquiere un peso fundamental a través de la obra Fernando Conde, uno de los autores del libro que aquí se presenta.

En definitiva, el texto que reseñamos constituye una profunda, compleja y atrevida aproximación a una cartografía tentativa (no exhaustiva), actualizada y que hace justicia con aproximaciones no frecuentemente reconocidas en el campo del análisis del discurso. Estamos convencidas de que este texto supone un trabajo imprescindible para todas y todos aquellos que tienen interés en este amplio y complejo espacio de los estudios sobre el Discurso y constituirá, a buen seguro, el inicio de espacios de reflexión necesarios que ahonden en las potencialidades y limitaciones, en los ámbitos y los contextos de aplicación de las diversas aproximaciones, tradiciones y variantes del análisis de textos y discursos.


REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA


Conde, F. (2009). Análisis sociológico del sistema de discursos. Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas.