Reseñas de libros e informes / Books and Reports Reviews

DOI: 10.22325/fes/res.2024.242

García Faroldi, Livia. Haciendo malabares. Conciliación y corresponsabilidad de las parejas trabajadoras españolas. Valencia: Tirant Humanidades, 2023




Mercedes Fernández Alonso ORCID

Departamento de Sociología, Universidad de Málaga, España. mfalonso@uma.es. Email

Revista Española de Sociología (RES), Vol. 33 Núm. 3 (Julio - Septiembre, 2024), a242. pp. 1-3. ISSN: 1578-2824





La obra ofrece un excelente análisis en profundidad, a través de datos primarios y secundarios, sobre la conciliación de la vida laboral y familiar, de la mano de una socióloga con una alta producción científica en este campo en nuestro país. El eje principal del libro es uno de los grandes retos a los que se enfrentan las familias españolas: cómo compaginar trabajo y familia en un contexto social donde las políticas familiares son escasas, si nos comparamos con otros países del entorno. Las primeras páginas del texto resaltan la ardua tarea de la conciliación para las parejas trabajadoras en la sociedad española. El hecho de tener hijos y trabajar a la vez conlleva, en palabras de la autora, “hacer malabarismos”. Todo ello en una sociedad donde se reivindica cada vez con más fuerza la corresponsabilidad igualitaria de los adultos que componen el hogar familiar.

La estructura de la obra gira en torno a nueve capítulos. El primero de ellos versa sobre las parejas de doble ingreso. Haciendo un recorrido general por el mismo, se abarcan conceptos como la participación laboral femenina, el incremento de sus niveles educativos o de su tasa de ocupación (según tenencia de hijos, tipo de jornada o nivel educativo); o la evolución de la tasa de empleo de hombres y mujeres, todo ello secundado por un análisis de datos secundarios provenientes de diversas fuentes como el INE, la OECD o Eurostat. Para la autora, lo más comúnmente extendido hoy en día en España es que los menores vivan en hogares donde ambos miembros de la pareja trabajen, principalmente a tiempo completo. Esto les lleva a diseñar diferentes estrategias para poder conciliar ambas esferas: laboral y familiar. Una realidad que, a diferencia de las generaciones de más edad, se ha convertido en estrategias de pareja.

Una de las pautas laborales que más han cambiado respecto a épocas anteriores es el hecho de que muchas mujeres sigan trabajando cuando tienen descendencia. Esta idea da lugar al capítulo segundo de la obra, referido a “los roles maternales y paternales: un cambio lento pero continuo”. Los roles de género han cambiado en las últimas décadas por diversos motivos: aumento de la tasa de empleo femenino, desarrollo de políticas sociales y familiares, aumento de las actitudes igualitarias y mayor equilibrio en el reparto de tareas domésticas. Sin embargo, como sostiene la autora, aunque se aprecian cambios, aún permanece una imagen negativa del empleo de las mujeres una vez que tienen hijos, fundamentalmente si son de corta edad. Más concretamente, de los datos mostrados, distinguiendo según el sexo de la persona entrevistada, se concluye el capítulo reflexionando sobre las expectativas de la sociedad sobre cómo debe comportarse un padre o una madre, que a día de hoy siguen siendo diferentes dependiendo de las actividades desarrolladas.

El tercer capítulo del libro versa sobre la metodología y las fuentes de datos. En primer lugar, se retoman los objetivos del trabajo: conocer las estrategias de reparto de los cuidados y tareas domésticas en los hogares donde ambos miembros de la pareja trabajan a tiempo completo, el papel en las redes de apoyo de los progenitores de los compañeros de colegio de sus hijos y el impacto del confinamiento domiciliario en la vida laboral y familiar. Además de los datos ofrecidos en los dos primeros capítulos de la obra, con la intención de establecer una comparación, el estudio se complementa con el análisis cualitativo de entrevistas en profundidad a quince parejas de perfil variado del área metropolitana de la provincia de Málaga, con la intención de conocer sus principales redes de apoyo.

Los capítulos cuarto y quinto se centran en el discurso de algunas parejas que han sido entrevistadas. Se examinan en profundidad cuestiones como el reparto desigual de tareas domésticas marcado por el género, el mantenimiento de la responsabilidad femenina en la planificación del hogar, los motivos subyacentes a esta realidad, la insatisfacción de las mujeres, el cuidado de los menores o las vacaciones escolares. En resumen, para García Faroldi continúa estando presente en el discurso que las madres son “mejores” para atender a quien está enfermo y que los padres deben dedicar un mayor esfuerzo a ayudar económicamente a la familia.

La satisfacción con el tiempo para la familia, el trabajo y para uno mismo es la temática principal del capítulo sexto. A la conciliación de la vida familiar y laboral, se le añade la dimensión personal. Los prolongados horarios laborales son la causa principal de poder dedicar menos tiempo a la familia, fundamentalmente para los varones entrevistados, y apenas tener tiempo libre para uno mismo, tendencia más observada entre las mujeres. Otros temas relevantes que salen a la luz tras el análisis de los discursos, son las consecuencias negativas derivadas de estos procesos, como grandes dosis de estrés o falta de tiempo para estar a solas con la pareja. El apartado se concluye enfatizando la necesidad de hacer reflexionar a las autoridades públicas, al sector empresarial y, en definitiva, a la sociedad en su conjunto.

Las redes de apoyo para el cuidado de menores es el eje central del siguiente capítulo. Según datos de la Encuesta Social General Española (2018), seis de cada diez personas con hijos menores han recibido en los últimos seis meses ayuda para cuidarlos de su círculo social más próximo. Las parejas entrevistadas mencionan como principal fuente de ayuda un familiar cercano, en la mayoría de las ocasiones alguna abuela. Seguidamente, se analiza el contexto escolar como entorno de sociabilidad donde poder encontrar lazos de ayuda mutua entre progenitores. Las relaciones creadas en él se convierten en importantes fuentes de apoyo instrumental, emocional e informacional. Estas relaciones, fundamentalmente femeninas, tienen un papel importante en la provisión de ayuda, complementando a la familia. A continuación, se hace especial mención a los motivos para pedir ayuda. Acudir a familiares, generalmente abuelos para cuidar a niños de menores edades, se asocia a razones de confianza, a los valores que se pueden transmitir, a la ausencia de coste económico o simplemente al disfrute de la mutua compañía. Las parejas tratan de buscar alternativas (adaptando los horarios laborales, utilizando ayuda externa, etc.), pero los costes asociados -como favores a los jefes o compañeros o desembolso económico- son más elevados que los beneficios.

En el capítulo ocho se explica el impacto que tuvo la pandemia en la vida familiar. El confinamiento supuso cambios en las dinámicas familiares, especialmente en el reparto de tareas domésticas y de cuidados. Entre los elementos que se analizan se encuentran los efectos de este periodo en el ámbito laboral. Por ejemplo, el fenómeno del teletrabajo, por primera vez en la mayoría de los casos, fundamentalmente en la población entre 25 y 44 años y entre quienes tienen estudios superiores. Aunque en general positivamente valorado, en los discursos sociales salen a relucir situaciones de tensión, especialmente entre las mujeres, en aquellas familias con hijos menores de edad que demandan atención. Un segundo aspecto estudiado es el desarrollo del curso escolar; hogares convertidos en aulas a través de la modalidad virtual. Se detecta en general un descontento sobre cómo se organizó el curso desde los centros educativos (métodos de enseñanza, plataformas educativas, actividades en línea, etc.), especialmente en torno al alumnado de menor edad. A continuación, se examina el impacto emocional del confinamiento en la ciudadanía, donde salen a relucir sentimientos tanto negativos como positivos. Por un lado, las parejas entrevistadas mencionan el desgaste psicológico y emocional, por otro, una de las consecuencias positivas del confinamiento fue la posibilidad de pasar más tiempo en familia. El capítulo concluye con el impacto de la pandemia en las redes familiares, siendo lo más relevante el surgimiento de nuevas estrategias de conciliación intentando involucrar lo menos posible a los abuelos.

Por último, a modo de conclusión, la autora hace una síntesis final sobre los aspectos más relevantes encontrados en los diferentes capítulos y reflexiona sobre las estrategias de reparto de cuidados y tareas domésticas de las parejas, en las que ambos miembros trabajan a tiempo completo y tienen hijos menores convivientes. Por ejemplo, se recalca la consolidación de la implicación masculina en el hogar, aunque todavía no se pueda hablar de un reparto igualitario entre hombres y mujeres. Por ejemplo, precisando en el tipo de actividades realizadas por las parejas en el hogar, hay tareas equilibradas como hacer la compra, la comida, las tareas relacionadas con la ropa (lavar, tender y recoger), las actividades rutinarias diarias relacionadas con el cuidado de menores y las de carácter más lúdico y de acompañamiento. Sin embargo, siguen apareciendo algunas diferencias atribuidas al género, siendo las mujeres más responsables de la limpieza, del “cambio de armario”, de la plancha de la ropa de los menores, de todo lo relacionado con el centro escolar y de la planificación, en general, del hogar. Ello conlleva a que se siga detectando en la sociedad actual entre el colectivo femenino una sobrecarga de tareas domésticas, una mayor adaptación de sus horarios laborales y un menor grado de satisfacción. Tratando de buscar una explicación a dicho fenómeno, la profesora García Faroldi reflexiona sobre las perspectivas de la racionalidad económica o la socialización de género de la mano de diversos autores avezados en la materia (Becker, Domínguez, Flaquer o Durán, entre otros).

A continuación, se retoma el tema de las redes de apoyo de cuidado y la importancia de los vínculos no familiares; las luces y sombras del confinamiento y la pandemia, y el logro de la conciliación y la corresponsabilidad. En cuanto a las redes de apoyo, aunque el papel de la familia (principalmente de las abuelas) sigue siendo especialmente relevante, esta estrategia de conciliación se combina en la actualidad con otras redes de ayuda procedentes de los vínculos de amistad o del contexto escolar. Respecto a la pandemia y al confinamiento, se resalta el estrés y la sobrecarga de trabajo, fundamentalmente para las madres, aunque también es especialmente relevante el hecho de pasar más tiempo en familia y realizar actividades de ocio, aspecto más comúnmente encontrado en el discurso de los hombres. El apartado se cierra con una reflexión y una serie de recomendaciones sobre, a pesar de los avances conseguidos en los últimos años, la necesidad de políticas para fomentar la conciliación y la corresponsabilidad, junto con medidas que promuevan la vivienda accesible o la estabilidad laboral para las parejas jóvenes.

Como se ha podido comprobar a lo largo del trabajo, la autora hace un extenso recorrido a lo largo del tiempo de la conciliación de la vida laboral y familiar, reto todavía pendiente en las sociedades contemporáneas. Aspectos como las estrategias que se emplean, el reparto de las tareas y los cuidados, los factores intervinientes, el papel de las redes de apoyo o la influencia del confinamiento durante la pandemia, reciben un tratamiento exhaustivo que dotan a la obra de gran rigor teórico y metodológico, convirtiéndola, sin duda, en un trabajo sociológico de lectura muy recomendable.


REFERENCIAS


Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). (2018). Estudio: 3201 - ENCUESTA SOCIAL GENERAL ESPAÑOLA (ESGE) 2017. https://www.cis.es/detalle-ficha-estudio?origen=estudio&idEstudio=14380