Reseñas de libros e informes / Books and Reports Reviews

DOI: 10.22325/fes/res.2023.227

Bárez Cambronero, Francisco Javier. (2023). Las claves emocionales de la exclusión social. Tirant Humanidades



Nicolás Ureña Bautista ORCID

Universidad de Málaga, España. nurena@uma.es. Email

Revista Española de Sociología (RES), Vol. 33 Núm. 2 (Abril - Junio, 2024), a227. pp. 1-2. ISSN: 1578-2824





Las emociones han adquirido una relevancia mayúscula en los últimos años, impregnando con su impronta prácticamente todas las disciplinas académicas y, entre ellas, también a la sociología. Pensar lo emocional actualmente parece estar acotado como algo novedoso, aunque en los términos amplios de la teoría sociológica conlleva volver a sus orígenes. Incorporar las emociones al entendimiento social es revitalizar las visiones clásicas, donde la racionalidad y la afectividad todavía no se había especializado como partes diferenciadas de algo común: la conducta social humana. Sin embargo, el retorno específico sobre las emociones las vuelve a señalar como un producto de las relaciones, no como algo aislado, sino incrustadas y producidas en las estructuras sociales donde las personas nos ubicamos. Bajo esta idea Las claves emocionales de la exclusión social de Francisco Javier Bárez Cambronero enseña cómo los condicionamientos sociales de la experiencia emocional generan formas concretas de percibir y dar respuestas a las situaciones vitales.

El autor consigue mediante la combinación de la Sociología de las Emociones y la Sociología de la Vulnerabilidad y la Exclusión Social problematizar la influencia de las conductas emocionales en los procesos de exclusión. En ello, muestra que la mayoría de los procesos emocionales se estructuran y organizan como medios de control y reproducción social. Demuestra que aquellas “fuerzas” que producen las reacciones emocionales, son en realidad parte de una mecánica emocional impresa en la regulación social de las emociones. Es por ello que través de esta mediación emocional, las percepciones y significados atribuidos a las experiencias de nuestras vidas no son iguales, ya que cada individuo recrea las representaciones sociales heredades en su contexto de origen. Desde este prisma, plantea que las estrategias y acciones utilizadas para confrontar las dificultades serán diversas, conllevando algunas respuestas emocionales que incrementen los procesos de exclusión social y planificando una intervención sobre ellas.

Como las emociones son relacionales, el modo en el que estas se gestionan y organizan se aprenden contextualmente, desarrollándose diferentes formas de inteligencia socioemocional y deparando algunas de ellas en conductas de riesgo. La idea del aprendizaje es lo que estructura esta investigación-acción, primero, al analizar la exclusión social y las emociones y, segundo, al diseñar talleres de educación socioemocional en modo de intervención. Así, mediante la creación de evidencia empírica se constata como estos procesos de aprendizaje desencadenan y, a su vez, pueden reducir la exclusión social.

Dotar de recursos a estos colectivos más vulnerables, no solo en el plano material, sino también en la gestión socioemocional permite desarrollar competencias sociales de resiliencia. Bárez aporta con su obra la ejemplificación de como el aspecto emocional es el conducto que unifica lo individual y lo estructural. Asimismo, crea una simbiosis entre la tesis y la praxis al ubicar en el centro la sociología de las emociones aplicada. El cariz de aplicabilidad viene de la mano del concepto de inteligencia socioemocional (como del glosario de términos que enriquecen su obra y la sociología de las emociones española) al entenderlo como: “capacidad para identificar, usar, comprender y gestionar las emociones propias y ajenas, utilizar habilidades sociales y mantener relaciones saludables” (Bárez, 2023, p. 40).

El mencionado concepto señala a lo emocional como elemento condicionante de la conducta individual y colectiva, explicándolas como parte de la acción social. En ello, la inteligencia emocional ayuda a comprender e instrumentalizar la parte de la acción social que compromete a la respuesta emocional de dicha acción. Desarrollar y reaprender este tipo de inteligencia permite volver consciente el entramado social de relaciones en que habitamos, atisbar parte de las causas implicadas en nuestros comportamientos y mejorar la empatía individual y societal. Además de amplificar las oportunidades de interacción en los mercados afectivos de las relaciones, potenciando las posibilidades de aumentar el bienestar socioemocional de los grupos más vulnerables.

El estudio de Francisco Javier Bárez continúa con la tradición del estudio de la sociología de las emociones. Aunque sublimando los aportes anteriores en una práctica sociológica hilvanada tanto teórica como metodológicamente, luciendo el compromiso social no solo por su diseño, sino también por su resultado. Demostrando que el aprendizaje y uso responsable, a la par que adecuado, de la inteligencia socioemocional es un factor preventivo de los problemas sociales, contribuyendo a modificar los modos en los que se enfrentan las contingencias diarias y favoreciendo la emancipación ciudadana de contextos de exclusión social.


REFERENCIAS


Bárez Cambronero, F. J. (2023). Las claves emocionales de la exclusión social. Tirant Humanidades.