Zbigniew Brzezinski (1997:11; 50), ex consejero de Seguridad Nacional de Jimmy Carter, señalaba ya a finales del siglo xx en su obra, El gran tablero mundial, que Ucrania era uno de los pivotes geopolíticos que se localizaban en Eurasia, tablero donde los diferentes se jugarían la primacía global en los próximos años, así como aconsejaba acerca de la política que Estados Unidos habría de seguir en Eurasia tras la desintegración de la Unión Soviética a fin de perseguir sus intereses a largo plazo. En este sentido, ya por aquel entonces Brzezinski remarcaba la importancia que tenía Ucrania para la geoestrategia estadounidense y europea, en tanto que la pérdida de independencia de ésta tendría consecuencias inmediatas para Europa Central, además de permitir el acceso ruso a los recursos suficientes para su transformación en un poderoso Estado imperial (Brzezinski, 1997:54).
No obstante lo anterior, el cobro del dividendo de la paz, que permitió el desarrollo, progreso y apogeo de organizaciones de integración regional como la Unión Europea, así como el fenómeno globalizador y la interdependencia que trajo consigo, contribuyeron durante décadas a que lo que frecuentemente se ha denominado Occidente desatendiera los conceptos básicos que habían dado forma a las relaciones entre los Estados a lo largo de la historia. Si bien en 2014 tuvo lugar la anexión de Crimea, había quienes se resistían a abandonar el pensamiento optimista y posmoderno desarrollado en los felices años que comenzaron con el final de la Guerra Fría, sin prestar atención a las implicaciones geopolíticas derivadas de los sucesos que venían sacudiendo el vecindario europeo desde comienzos de la década.
De este modo, aun cuando la invasión que acometió la Federación Rusa la madrugada del 24 de febrero de 2022 ha disipado las dudas existentes acerca del retorno de la competición estratégica entre grandes potencias al escenario internacional, el mencionado conflicto ha suscitado asimismo otra serie de dudas que La guerra en Ucrania. Los 100 días que cambiaron la guerra contribuye a solventar. Esta obra, editada por Guillem Colom, profesor titular de Ciencia Política en la Universidad Pablo de Olavide, constituye un corpus que pretende arrojar algo de luz sobre los aspectos estratégico-militares más destacables de esta guerra durante sus primeros cien días de duración.
La presente obra se estructura en cinco capítulos, precedidos por un breve prólogo a modo de introducción y clausurados por un capítulo final dedicado a las conclusiones. Uno de los aspectos más relevantes del presente ejemplar es la diversidad de autores que han participado en el mismo, encargados cada uno de ellos de la redacción de un capítulo especializado en su área de conocimiento, y cuya contribución ha sido armonizada por la laboriosa labor del editor, quien contribuye con la redacción del prólogo y el capítulo que precede a las conclusiones.
A este respecto, el libro comenzaría con un primer capítulo, redactado por el profesor Josep Baqués, quien abordaría necesariamente las implicaciones geopolíticas que se derivan del estallido del conflicto. En este sentido, además de hacer referencia a las razones que, de acuerdo con las principales escuelas de geopolítica y la corriente neorrealista, podrían explicar la mencionada invasión, se destacarían otros importantes aspectos para la geopolítica, tales como la relevancia de la disuasión y los motivos por los que ha fallado, las opciones elegidas por los contendientes una vez desencadenada la guerra, así como los efectos derivados para la distribución de poder en el mundo.
A continuación, los siguientes dos capítulos plantearían aspectos estrechamente relacionados con el desarrollo del conflicto. Al tiempo que el tercer capítulo, elaborado por el coronel José Luis Calvo Albero, abordaría las lecciones militares que se desprenden de la invasión, el segundo capítulo, correspondiente a Christian Villanueva, abarcaría los aspectos estratégicos de la guerra. En este sentido, este segundo capítulo analizaría cronológicamente el desarrollo de las operaciones militares durante los mencionados cien primeros días de la guerra, desde los acontecimientos previos a la invasión hasta la última fase reseñada en el libro, identificada como fase de estancamiento o, como los rusos tienen a bien referir desde su perspectiva, la segunda fase de la guerra, dirigida a la liberación del Donbás. Por su parte, el tercer capítulo, centrado en las primeras impresiones militares que se desprenden de estos primeros cien días de conflicto, contribuiría a poner de manifiesto que la realidad de los acontecimientos ha demostrado una mezcla de lecciones ya aprendidas de otros conflictos y experiencias nuevas, señalando que, a pesar de las proclamas de que los conflictos convencionales constituían un tiempo pretérito, la guerra sigue apoyándose sobre los mismos pilares y el conflicto convencional no ha de ser descartado como una de las opciones a utilizar por los Estados.
Por otro lado, el cuarto capítulo, elaborado por la profesora Beatriz Cózar, realizaría una aproximación a la respuesta que ha proporcionado la Unión Europea ante la invasión. Partiendo necesariamente del hecho de que el proyecto europeo ha sido desde sus comienzos renuente a utilizar la fuerza y a dotarse de herramientas de poder duro, la respuesta europea no solamente ha sido novedosa, sino que ha traído consigo grandes avances hacia la autonomía estratégica. Haciendo especial hincapié en los paquetes de sanciones que han supuesto una aproximación real al lenguaje del poder por parte de la Unión Europea, también abordaría la respuesta en el ámbito militar, representada por los fondos destinados a la adquisición de armas para Ucrania, así como el dinero proporcionado a Ucrania para que lo utilice en ese sentido.
Finalmente, antes de abordar las conclusiones, el profesor Colom prestaría atención al impacto derivado de la guerra en Ucrania para la defensa española. Este capítulo plantearía la situación de nuestra defensa y presentaría los escenarios que debieran abrirse tras la guerra, así como pondría de manifiesto los problemas existentes que habrán de ser abordados en un futuro.
Así las cosas, si bien se trata de una obra de una extensión breve, en menos de doscientas páginas tiene la capacidad de abordar los aspectos más importantes a nivel militar y estratégico que se desprenden del estallido inmediato del conflicto. Sobre el particular, podrían destacarse varias cuestiones que se plantean en la obra y cuya trascendencia se incrementará de forma notable en los próximos años debido a la realidad geopolítica del presente escenario internacional.
A este respecto, el retorno de la guerra convencional ha traído consigo no sólo la introducción de conceptos nuevos, sino asimismo la recuperación de conceptos clásicos, algunos de los cuales parecían ya olvidados. Frente al retorno de la movilización nacional y el papel de las unidades de reserva y defensa territorial se contraponen la consolidación o apertura de nuevos caminos en el desarrollo de conceptos más novedosos, tales como la guerra electrónica, el empleo de vehículos autónomos y la importancia de la comunicación política en los conflictos armados actuales. De esta manera, la invasión de Ucrania nos ha retrotraído a un pasado considerábamos ya extinto. No obstante lo anterior, si bien el retorno de la guerra convencional ha sido acogido con desconcierto, esto no puede conducir inexorablemente a pensar que todos los conflictos en el futuro próximo serán guerras convencionales a gran escala, sino que, como bien recalca el coronel Calvo Albero, debemos ser conscientes de que se trata de una posibilidad más en la rivalidad entre Estados.
Estrechamente relacionado con lo anterior se encontraría necesariamente el más que evidente retorno de la competición entre grandes potencias al escenario internacional, destacando la capacidad del presente conflicto de desencadenar una reconfiguración del espacio geopolítico. Si bien es cierto que el papel desempeñado por Estados Unidos en el conflicto es destacable en tanto que puede tener repercusiones en el desarrollo de su rivalidad con el gigante asiático, la cual constituye su prioridad estratégica a largo plazo, el desenlace de la guerra será notablemente significativo debido a la influencia que ejercerá en la composición y distribución del sistema internacional, hasta el punto de condicionar la gestación de alianzas y la modificación de conceptos que habían dado forma a las relaciones entre los Estados durante las últimas décadas.
En relación a lo dispuesto anteriormente, cabría asimismo señalar el papel de la UE, así como de sus Estados miembros, cuyas deficiencias son identificadas por la presente obra. En este sentido, la Unión Europea y sus Estados miembros han avanzado más que nunca en la autonomía estratégica, aun cuando, tal y como la presente obra pone de manifiesto, está en manos de los Estados europeos el contar con una política de defensa y seguridad. Sin embargo, con vistas al futuro, también reside en los Estados europeos la responsabilidad de gestionar las relaciones con Rusia. Si bien la Unión Europea ha demostrado una notable unidad en la respuesta que ha forjado ante la invasión de Ucrania, las relaciones entre la mencionada organización y la Federación Rusa hasta el mencionado conflicto se han caracterizado por la diversidad de opiniones respecto a la cuestión rusa entre los Estados miembros, lo que ha limitado la habilidad de Bruselas de diseñar una política concreta y clara. De este modo, aun cuando la respuesta de la Unión Europea ha demostrado fuerza y unidad, no puede pasarse por alto la necesidad de mantener la unidad entre los Estados en el largo plazo y abordar una respuesta común para lidiar con Rusia en el futuro.
Por consiguiente, no cabría sino afirmar que La guerra en Ucrania. Los 100 días que cambiaron Europa constituye una obra que permite una aproximación al conflicto en Ucrania desde varias perspectivas relevantes a la hora de analizar el mismo, además de ser capaz de relacionar los aspectos tratados con cuestiones que tienen y tendrán una enorme relevancia en el presente escenario internacional. Por otro lado, no debiera sino resaltarse que la obra cumple con una más que importante labor de divulgación de conocimientos que tradicionalmente se han considerado más restrictivos, haciendo este conocimiento, si bien más accesible, no necesariamente menos construido en términos teóricos, para los cuales se ha beneficiado del conocimiento por sus autores de las diferentes áreas de conocimiento, así como de su no desdeñable experiencia profesional, contribuyendo no solamente a promover la cultura estratégica, sino asimismo la cultura política, de la cual necesariamente forma parte.