SUMARIO
  1. Referencias

El estudio de las transiciones a la democracia encontró en América Latina una fuente de evidencia empírica abundante. En la literatura académica destacan obras ya clásicas como las de Linz y Stepan (‍1978, ‍1996) y O’Donnell y Schmitter (‍1986), aportaciones que se enfocaron en determinar con gran acierto los factores explicativos de los procesos de transición a la democracia, su consolidación, estabilidad o crisis. Esta literatura evidenció que los sistemas de competencia, la cultura política, las condiciones económicas, las dependencias históricas, las instituciones y el contexto social son determinantes para las transiciones y la estabilización de las democracias. Sin embargo, una vez que las democracias se asentaron, ¿qué sucedió en los sistemas latinoamericanos? ¿Cuál fue el papel de las élites políticas? Es aquí en donde el libro Élites, radicalismo y democracia: un estudio comparado sobre América Latina encuentra una línea de análisis y proporciona un estudio de gran valor teórico y empírico.

El autor Asbel Bohigues esboza su análisis en torno a tres objetivos. El primero de ellos es ampliar el estudio de la democracia y sus variedades a partir de una concepción multidimensional. El segundo objetivo es contribuir al estudio de las élites políticas a partir de nuevas evidencias sobre el impacto de estas en dicha concepción multidimensional de la democracia. El tercero es analizar los aspectos de las élites que afectan a las diferentes variedades de democracia en interacción con factores institucionales, culturales y socioeconómicos (p. XII). A partir de estos dos últimos objetivos, el autor centra su análisis en las variedades de la democracia y las posturas ideológicas y democráticas de la élite política en la realidad latinoamericana. Este planteamiento ha sido poco estudiado en la literatura especializada y ha cobrado interés desde la primera década del presente siglo, lo cual tiene que ver con el proceso de asentamiento de las democracias y sus variaciones en los países de la tercera ola, en donde el autor centra el objeto de su análisis empírico y comparativo.

A diferencia de investigaciones clásicas (‍Linz y Stepan, 1978, ‍1996; ‍O’Donnell y Schmitter, 1986; ‍Mainwaring y Pérez-Liñán, 2013), más centradas en el estudio de la estabilidad, crisis o cambio de las democracias, el libro aquí recensionado examina cómo las variedades de democracia son, en gran parte, efecto de las élites políticas de estos sistemas. Al contrario de otros trabajos, la tesis fundamental del autor es que, una vez la democracia está en funcionamiento y/o en proceso de asentamiento, la élite podría determinar la variedad de la democracia. Lo anterior cuestiona teóricamente el argumento de que el apoyo a la democracia y un bajo radicalismo son determinantes para la democracia porque, según postula Bohigues, se trataría de factores más asociados a las transiciones que a periodos en los que la democracia ya está en funcionamiento pleno como la única forma de competición política y acceso al poder. Para dar respuesta a la cuestión anterior, el libro examina la radicalización de la élite (polarización), el apoyo a la democracia (elecciones y partidos políticos) y las variedades de la democracia, buscando una conexión entre ellas que contribuya al entendimiento de las democracias en América Latina.

Se trata de una perspectiva poco utilizada, principalmente en el estudio de la democracia y las élites políticas en América Latina, pero que está en sintonía con trabajos como el de Alcántara et al. (‍2020), quienes destacan los efectos de la élite política y los procesos de cambio y consolidación democrática latinoamericana, o con la visión de la competencia política desarrollada por Benito y Ruiz (‍2020), quienes relacionan la polarización ideológica y la estabilidad, crisis o cambio de los sistemas de los sistemas de partidos en la región. Además, Bohigues intenta ofrecer luz sobre las condiciones democráticas y el rol de las élites políticas previo a la crisis sanitaria, en línea con estudios recientes sobre la toma de decisiones de las élites y sus efectos en estos sistemas (‍García et al., 2021).

El libro de Bohigues se estructura en ocho capítulos organizados en tres apartados. La primera parte (capítulo introductorio y capítulo II) delinea los aspectos teóricos y conceptuales y la relevancia de la investigación en el marco del estudio de las democracias, dejando claras las particularidades en América Latina. Se presentan las perspectivas más relevantes para el estudio y la asociación entre ambos conceptos. El autor concede mayor importancia al concepto democracia, revisando para ello desde las visiones clásicas hasta sus fundamentos liberales. Además, realiza un análisis de la literatura relativa a la modernización de la democracia y la contrasta con los estudios dedicados a la transición, quiebra y consolidación de la misma. Esta revisión permite al autor subrayar la necesidad de aproximarse a estos conceptos a partir de una perspectiva multidimensional y abordar las variedades de democracia en un contexto de asentamiento.

La segunda parte del libro (capítulo III), presenta el diseño metodológico de la investigación, donde se propone una estrategia de métodos mixtos con tres etapas: 1) análisis cuantitativo con HJ-Biplot, que da paso a la aproximación cualitativa a través del 2) análisis comparativo cualitativo (QCA) con conjuntos difusos y 3) el process tracing comparado. El estudio se nutre principalmente de dos bases de datos: Élites Latinoamericanas, de la Universidad de Salamanca (PELA-USAL) para las actitudes de las élites (apoyo a la democracia y radicalismo), y Varieties of Democracy (V-Dem) para la medición e identificación de las variedades de la democracia: electoral, liberal, participativa, deliberativa e igualitaria. El análisis incluye dimensiones y variables relacionadas con la desigualdad, la institucionalización del sistema de partidos, la edad de la democracia, el apoyo ciudadano a la democracia, las coyunturas críticas y el desarrollo económico. Destaca el desarrollo por parte del autor de medidas como el índice de coyunturas críticas, al que incorpora indicadores de estabilidad política y económica, y un índice de democracia plena en el que incluye las cinco variedades de democracia. En la selección de casos se incluyen dieciocho países latinoamericanos en un período de dos décadas (1995-‍2015): Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, República Dominicana, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

La tercera parte del libro —constituida por los capítulos IV («Ciclos y coyunturas críticas en América»), V («Distintas élites, distintas variedades»), VI («Las vías a una democracia plena») y VII («Uruguay y El Salvador en perspectiva comparada»)— presenta el análisis empírico. En concreto, esta parte se ocupa de las trayectorias de las variedades de democracia durante las décadas de consolidación democrática y busca su relación con las élites legislativas. Para ello, el autor estudia el comportamiento de los sistemas a partir de las variedades de la democracia, lo que le permite evidenciar los efectos diferenciados de la relación entre élites y democracia. Y observa cómo la radicalización de las élites se asocia positivamente con las variedades de democracia igualitaria y deliberativa, pero no con las variedades liberal y electoral, donde prima el apoyo a la democracia y no la radicalización.

Una de las particularidades de estos capítulos es que las élites son estudiadas desde su radicalización ideológica dentro de la escala izquierda-derecha, el apoyo hacia la democracia y los posicionamientos de las élites respecto a las instituciones democráticas (elecciones y partidos). Bohigues parte de la concepción del radicalismo en términos de altos niveles de polarización, cuyos efectos la literatura ha advertido generalmente que son perjudiciales en los procesos de transición y consolidación democrática. Teniendo en cuenta que el apoyo de las élites políticas a la democracia y a sus instituciones en conjunción con bajos niveles de radicalismo son generalmente asumidos como condiciones necesarias para el éxito de la democracia, esta investigación es de suma importancia porque se cuestionan los efectos negativos de la polarización y, en cambio, se plantea que el radicalismo (ideológico) podría resultar positivo para la democracia y que los sistemas democráticos, una vez que son estables, requieren de procesos de radicalismo ideológico. Se trata de una cuestión no menor en los momentos actuales en los que los sistemas latinoamericanos viven un nuevo ciclo de polarización ideológica de sus Gobiernos.

De acuerdo con lo anterior, según la investigación, una vez la democracia se ha impuesto y se encuentra en proceso de estabilización, el efecto de las élites es menor porque, independientemente de que las élites legislativas apoyen a la democracia, esta seguirá en funcionamiento después de los procesos de transición debido a la capacidad de las propias instituciones de procesar las necesidades del sistema y su rendimiento.

Finaliza la parte empírica con un análisis de los procesos de los casos específicos de El Salvador y Uruguay, dos de los sistemas latinoamericanos más polarizados. Este análisis confirma las evidencias del análisis cuantitativo, destacando que en sistemas con altos niveles de radicalismo los posicionamientos de la élite son relevantes al inicio de los procesos de transición, pero no para el funcionamiento posterior de estas democracias. El autor precisa que las democracias asentadas en estos países son alimentadas por el radicalismo ideológico, entre otros elementos contextuales. Con esta idea, el autor condensa las variables y dimensiones clásicas que se estructuran bajo una perspectiva novísima para análisis de las democracias en la región.

Finalmente, el capítulo VIII cierra la obra con las principales aportaciones de la investigación y las consideraciones finales. Sobre la base de la conclusión general de que el radicalismo ha resultado positivo para las democracias latinoamericanas, el autor confirma que cada variedad de democracia ha sido determinada por la radicalización de las élites y que el apoyo a la democracia y un bajo radicalismo son fundamentales para el surgimiento y supervivencia de la democracia. Sin embargo, una vez asentada el apoyo a la misma por parte de las élites tiene pocos efectos en ella debido a que las instituciones procesan de alguna forma esta relación. Para el autor, la existencia de élites radicales contribuye positivamente a los procesos de consolidación democrática y, a diferencia de las democracias ya consolidadas, podría hasta cierto punto suplir las deficiencias de determinados tipos de democracia. Pese a ello, el autor puntualiza que esta radicalización también provoca inestabilidad en el sistema de partidos, cuestión que no aborda de forma detallada.

En términos generales, el libro (producto de la tesis doctoral del autor) despliega un ejercicio técnico avanzado en la construcción de medidas para su posterior contrastación empírica, siempre contemplando la combinación de métodos y herramientas que le ayudan a corroborar sus postulados teóricos. Cabe señalar que el autor omite la discusión respecto a los presidencialismos y la relación entre poderes, lo cual podría ser una deficiencia en su aproximación; pese a ello, el libro salva dicha omisión con un profuso análisis histórico de la realidad latinoamericana. En esencia, es una obra que será de gran valor para los interesados en el análisis de las élites, el comportamiento de los poderes legislativos, la democracia, los partidos políticos y la polarización ideológica en América Latina. Además, ofrece un marco explicativo que podría ser replicado en otros contextos, siempre desde una mirada comparativa. En síntesis, es sin duda una obra que promete ser de obligada lectura para los interesados en el estudio de las élites y democracias en la región.

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[1] 

Alcántara, Manuel, Mercedes García Montero y Cristina Rivas Pérez (eds.). 2020. Politics and Political Elites in Latin America. Challenges and Trends. Cham: Springer. Disponible en: https://doi.org/10.1007/978-3-030-51584-3.

[2] 

Benito Sánchez, Ana Belén y Leticia M. Ruiz Rodríguez (eds.). 2020. La dimensión ideológica en la competición partidista. Madrid: Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.

[3] 

García Montero, Mercedes, Mélany Barragán Manjón y Manuel Alcántara Sáez (dir.). 2021. Los Parlamentos en América Latina en tiempos de pandemia. Madrid: Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.

[4] 

Linz, Juan J. y Alfred Stepan. 1978. The Breakdown of Democratic Regimes. Baltimore: Johns Hopkins University Press.

[5] 

Linz, Juan J. y Alfred Stepan. 1996. Problems of Democratic Transition and Consolidation. Southern Europe, South America, and Post-Communist Europe. Baltimore: Johns Hopkins University Press.

[6] 

Mainwaring, Scott y Aníbal Pérez-Liñán. 2013. Democracies and Dictatorships in Latin America. Emergence, Survival, and Fall. Cambridge; Nueva York: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO9781139047845.

[7] 

O’Donnell, Guillermo y Philippe C. Schmitter. 1986. Transitions from Authoritarian Rule. Prospects for Democracy. Baltimore; Londres: Johns Hopkins University Press.