RESUMEN

El objetivo central de este artículo es poner de relieve la importancia del componente emocional en la explicación del apoyo electoral a la formación de extrema derecha Vox. Para ello, se analizan los componentes del voto a esta formación en las dos últimas elecciones generales —Congreso de los Diputados—, de abril y noviembre de 2019, prestando especial atención a los de carácter emocional (presencia e intensidad de distintos tipos de emociones en los votantes de Vox). Utilizamos una aproximación metodológica cuantitativa, a partir de datos de encuestas realizadas por el Equipo de Investigaciones Políticas (EIP) de la Universidad de Santiago de Compostela. Los principales resultados presentados en este trabajo permiten concluir la existencia de un perfil altamente emocional entre los votantes de Vox, que se expresa en sentido positivo hacia su propio líder y su partido. Ese componente emocional también se manifiesta hacia los líderes y partidos con los que Vox contiende, si bien en sentido positivo hacia líderes y partidos de derecha y centro-derecha (PP y Ciudadanos) y en sentido negativo hacia los ubicados en la izquierda o el centro-izquierda (UP y PSOE). El análisis multivariante utilizado confirma, adicionalmente, la importancia que tuvo el componente emocional en la explicación del voto a Vox en los procesos electorales mencionados, componente expresado en el sentimiento de esperanza provocado por su líder, Santiago Abascal, y el de preocupación, generado por Pedro Sánchez entre los votantes de Vox.

Palabras clave: comportamiento electoral, emociones, extrema derecha, partidos de derecha radical populista, Vox, España, elecciones generales.

ABSTRACT

The main objective of this article is to highlight the importance of the emotional component in explaining the electoral support for a far-right party, such as Vox. To this aim, the components of the vote for this formation are analyzed, paying special attention to those of an emotional nature (presence and intensity of different types of emotions in Vox voters), in the last two general elections —Congress of Deputies—, of April and November 2019. We use a quantitative methodological approach, based on survey datasets produced by the Political Research Group (EIP) of the University of Santiago de Compostela. The main results presented in this work allow us to conclude the existence of a highly emotional profile among Vox voters, that is expressed in a positive sense towards their own leader and their party. This emotional component also manifests towards the leaders and parties that compete with Vox, although in a positive sense towards right and center-right leaders and parties (PP and Ciudadanos) and in a negative sense towards those located on the left or the center-left (UP and PSOE). Moreover, the multivariate analysis shows the relevance of the emotional component in the explanation of the vote for Vox in the electoral processes, expressed through feelings of hope triggered by its leader (Santiago Abascal) and feelings of fear triggered by the PSOE leader (Pedro Sánchez) among Vox voters.

Keywords: electoral behaviour, emotions, far right, populist radical right parties, Vox, national elections, Spain.

Cómo citar este artículo / Citation: Oñate, P., Pereira López, M. y Mo Groba, D. (2022). Emociones y voto a Vox en las elecciones generales españolas de abril y noviembre de 2019. Revista Española de Ciencia Política, 58, 53-‍81. Doi: https://doi.org/10.21308/recp.58.02

SUMARIO
  1. RESUMEN
  2. ABSTRACT
  3. INTRODUCCIÓN
  4. EL PAPEL DE LAS EMOCIONES EN EL AUGE DE LA EXTREMA DERECHA EN EUROPA
  5. MARCO ANALÍTICO Y METODOLÓGICO
  6. UN ANÁLISIS DEL VOTO A VOX DESDE LA PERSPECTIVA EMOCIONAL
    1. Perfil emocional de los votantes de Vox
    2. El componente emocional en el voto a Vox
  7. CONCLUSIONES
  8. NOTAS
  9. Referencias
  10. ANEXOS

INTRODUCCIÓN[Subir]

La aparición, auge e, incluso, institucionalización de partidos de extrema derecha o derecha populista radical en Europa es ya un hecho incontestable, a pesar de los muchos debates que todavía están abiertos en el ámbito académico respecto de unos u otros aspectos relacionados con ello. La mayoría de los sistemas políticos europeos cuentan con formaciones políticas de ese cariz, que aparecieron antes o después en las últimas cuatro décadas y que ejercen mayor o menor influencia en la vida política respectiva. El éxito electoral de Vox en las elecciones al Parlamento de Andalucía celebradas el 2 de diciembre de 2018 y en la mayoría de los sucesivos procesos electorales de distinto nivel celebrados desde entonces ha incorporado a España a esa tendencia. Así, España se incorporaba —junto con Portugal— tardíamente a lo que Cas Mudde (2019) denominó la cuarta ola de esta familia de partidos.

La literatura especializada en este fenómeno que explica las diversas causas y características de la irrupción y presencia de estos partidos en los sistemas políticos democráticos es ya ingente, superior a la suma de la dedicada al análisis del resto de familias de partidos (‍Mudde, 2016; ‍Arzheimer, 2018). Se trata de un fenómeno que plantea importantes desafíos para los sistemas políticos, ya sea por su influencia en la conformación y funcionamiento de los Gobiernos y Parlamentos, el condicionamiento del debate político, la competición partidista o las políticas públicas resultantes (‍Oñate, 2021). Más allá de que puedan apuntarse características y pautas comunes, cada caso presenta particularidades propias con las que el fenómeno se despliega en su respectivo sistema político, generando reacciones y consecuencias de distinta índole en sus otros actores y la ciudadanía en general, manifestándose como un fenómeno extremadamente complejo (‍López y Colomé, 2020).

Desde el año 2011, el sistema político español —y más concretamente el sistema de partidos— venía evidenciando síntomas respecto de importantes cambios estructurales. Estos cambios manifestaron sus primeras consecuencias en el año 2014, con la irrupción en el nivel nacional y en las elecciones al Parlamento Europeo del mismo año de dos nuevas formaciones políticas: Podemos y Ciudadanos. Se trata de dos partidos que poco o nada compartían en términos ideológicos, programáticos u organizativos, salvo el hecho de representar lo que en aquel momento se definió como la nueva política, frente a la que representaban los partidos tradicionales o mainstream, particularmente, en este sentido, el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Estas mutaciones en el sistema de partidos rompieron con el bipartidismo imperfecto que tradicionalmente había existido en España, configurando arcos parlamentarios plurales que verían la luz a nivel nacional a partir de las elecciones generales de 2015, en las que estas nuevas formaciones se hicieron con más de un tercio del porcentaje de voto. La consecuencia fue la aparición de importantes cambios en el ámbito político (mociones de censura, repetición de convocatorias electorales, cambios de liderazgo en los principales partidos…), que han marcado notablemente la política española de los últimos seis años.

A esos cambios en la dinámica política española se unió en el año 2019[1] la exitosa irrupción en el nivel nacional de un nuevo partido político: Vox. Más allá de los diferentes términos con los que se haya calificado en estos años a esta formación (partido de ultraderecha, extrema derecha o derecha radical populista), su surgimiento ha representado un importante desafío para el conjunto del sistema, modificando los espacios de competición, especialmente en el espectro político de la derecha e impactando en la lógica discursiva de manera notable. Un impacto que se vio respaldado electoralmente de manera clara con la obtención de 24 escaños en el Congreso de los Diputados en las elecciones de abril de 2019, permitiéndole su entrada en las instituciones, y que se confirmaría con el espectacular crecimiento electoral en la repetición de estos comicios en noviembre de 2019, al conseguir 52 escaños. Esa irrupción en las instituciones representativas estatales se replicaría en bastantes de las asambleas autonómicas y municipales, propiciando a Vox una notable presencia en la política institucional en los distintos niveles de gobierno.

En este contexto, la pregunta de investigación que guía este trabajo puede formularse de la siguiente manera: ¿cuál es el papel del componente emocional en la explicación del voto a Vox? En otros términos, ¿cuáles son y qué peso tienen los factores (y, entre ellos, los de carácter emocional) que explican el voto a Vox en los procesos electorales nacionales celebrados en abril y noviembre de 2019? Así, en estas páginas indagaremos específicamente el rol que juegan, junto con las variables clásicas del análisis electoral (‍Ortega y Montabes, 2020; ‍Ortega et al., 2021), otras de carácter emocional o afectivo en el voto a Vox.

Para poder dar respuesta a estas cuestiones, hemos estructurado el manuscrito en cuatro partes. Comenzaremos por realizar una breve revisión bibliográfica de aquellos trabajos más relevantes en lo que al estudio de los partidos de extrema derecha se refiere, poniendo especial hincapié en aquellos que han realizado una aproximación desde un punto de vista emocional o afectivo. A continuación, expondremos brevemente los objetivos e hipótesis de la investigación, así como el diseño metodológico escogido. Finalmente expondremos los resultados obtenidos desde una perspectiva descriptiva que nos aporte una primera panorámica que permita sentar las bases de algunas de las cuestiones que se desarrollarán con mayor detalle en el análisis multivariante. Concluiremos el manuscrito con la recopilación de una serie de reflexiones que nos permitirán valorar el alcance de nuestros objetivos y la validez de las hipótesis planteadas.

EL PAPEL DE LAS EMOCIONES EN EL AUGE DE LA EXTREMA DERECHA EN EUROPA[Subir]

Dejando de lado la riqueza y complejidad terminológica y conceptual que suscita esta familia de partidos, la perspectiva del estudio de este fenómeno que considera las emociones ha estado ligada al carácter populista con el que tantas veces se ha calificado a la derecha radical (‍Antón-Mellón y Hernández-Carr, 2016; ‍Betz, 1993, ‍2002; ‍Betz y Johnson, 2004, ‍2017; ‍Castanho, 2018; ‍Evans, 2005; ‍Mudde, 2007, ‍2010, ‍2014, ‍2017; ‍Rydgren, 2003; ‍Spierings y Zaslove, 2015; ‍Verbeek y Zaslove, 2015; ‍Jaráiz et al., 2020; ‍Oñate, 2021). Se trata de una cuestión nada sencilla, teniendo en cuenta la complejidad conceptual que el término populismo entraña: más allá de las múltiples acepciones que se puedan asimilar al mismo, creemos que lejos de ser un rasgo característico necesario o definitorio de esta familia de partidos políticos, el populismo de la derecha radical o la extrema derecha debe ser entendido —más que como una ideología soft o thin (‍Mudde, 2004: 543; ‍2019: 7-‍8, 30)— como un «estilo político» (‍Inglehart y Norris, 2017; ‍Norris e Inglehart, 2019) o un «estilo de comunicación política» (‍Jagers y Walgrave, 2007) que es adoptado no solo por este tipo de formaciones políticas.

Este estilo político se caracterizaría por una retórica que evoca entre los electores los agravios latentes y apela a las emociones provocadas por estos, ofreciendo soluciones simplistas e irrealistas a los problemas sociopolíticos. Asumiendo esta definición —que descansa sobre apelaciones emocionales— el populismo juega con un amplio abanico de emociones negativas o muy negativas, tales como el enfado, el desprecio (‍Fieschi y Heywood, 2004: 291) o el resentimiento (‍Betz, 1990; ‍Schaffner et al., 2018), con el fin de movilizar al pueblo en contra del establishment político y de las ideas y valores imperantes en la sociedad (‍Betz y Johnson, 2004: 313), a fin de lograr réditos electorales. De hecho, la evidencia sugiere que los discursos basados en el enfado y el resentimiento popular han tenido un impacto significativo en la movilización social (‍Betz, 2002). Una estrategia utilizada por muchos de los líderes políticos y que parece estar siendo empleada con éxito por Santiago Abascal y su formación, especialmente tras la irrupción de Vox en el Parlamento de Andalucía: sus discursos están plagados de apelaciones emocionales al miedo (‍Winter, 2019), la ansiedad y el enfado, animando al electorado a levantarse en contra de lo que su líder denomina «dictadura progre» (‍López-López y González, 2020).

Lo que resulta más relevante es que estos discursos no tienen un efecto inocuo en la sociedad, sino que la utilización frecuente y la consiguiente profusión de emociones de carácter negativo entre los ciudadanos ha dado lugar a un creciente malestar social hacia la clase política, que ha contribuido a explicar —junto a otros factores— el auge que la extrema derecha ha experimentado en Europa Occidental en los últimos veinte años. Dicho de otro modo, la percepción ciudadana de que las demandas sociales no están siendo debidamente atendidas por los dirigentes políticos, en tanto estos no se preocupan sinceramente por los intereses del pueblo, ha contribuido a crear un clima de crispación, desconfianza y desafección hacia la política, del que se han beneficiado las formaciones de extrema derecha, al gestionar la explosión emocional de la ansiedad, el resentimiento y/o el desencanto de la ciudadanía. Se ha conformado, así, una estructura de oportunidad que han aprovechado los líderes de estos partidos para apelar entre la ciudadanía a su apreciación de pérdida de poder, promocionando al mismo tiempo un liderazgo autoritario fuerte (‍Betz, 1990, ‍1994, ‍2001). Un liderazgo que se revela fundamental a la hora de generar apego emocional entre el electorado y los partidos y líderes de esta «nueva» extrema derecha (‍Eatwell, 2018).

La habilidad y éxito de la extrema derecha al apelar y movilizar el resentimiento popular se debe en gran medida a que estas organizaciones se han presentado como vehículos o catalizadores de la expresión de la frustración y el descontento social (‍Bélanger, 2004), dotadas además de la capacidad suficiente para presionar a los partidos políticos del establishment para que estos escuchen y atiendan las demandas ciudadanas (‍Eatwell, 2003, ‍2018). Aunque el objetivo de la presión no sea otro que el de devaluar la legitimidad de las élites políticas tradicionales en beneficio de sus propios intereses.

No obstante, aunque las emociones están presentes en la literatura sobre la explicación del auge de la extrema derecha en Europa Occidental, hasta la fecha han sido escasas las aportaciones empíricas que han tratado de demostrar en qué medida y cómo las emociones han contribuido a que los partidos de extrema derecha radical alcancen no solo el éxito electoral, sino también la relevancia política (‍Rivera et al., 2021; ‍Castro, 2020; ‍Jaráiz et al., 2020; ‍Jost, 2019; ‍Marcus et al., 2019; ‍Vasilopoulos et al., 2018a, ‍2018b, ‍2019). Por esta razón, entendemos que el trabajo que presentamos contribuye decisivamente a la literatura sobre comportamiento electoral, al aportar evidencia empírica respecto de la relevancia de ese componente efectivo o emocional en la explicación del comportamiento electoral —en particular, en el voto a un partido de extrema derecha o de derecha radical populista—, tomando como caso de estudio el contexto político español.

MARCO ANALÍTICO Y METODOLÓGICO[Subir]

Como ya se mencionó en la introducción, el objetivo central del presente trabajo es la determinación del papel que juega el componente emocional o afectivo en la explicación del voto a Vox en los procesos electorales de abril y noviembre de 2021. Obviamente, se considerarán los componentes emocionales junto con los que tradicionalmente se han utilizado para explicar el comportamiento electoral, analizando el peso de cada uno de ellos. Nuestro objetivo nos lleva a plantear cuatro hipótesis de investigación que contrastaremos con el análisis empírico que se presentará a continuación:

  • H1. Los votantes de Vox muestran un perfil marcado e intensamente emocional hacia su líder y hacia su partido.

  • H2. Los votantes de Vox tienen una construcción emocional intensa, de carácter positivo y/o negativo, hacia líderes y partidos políticos contendientes de esta formación.

  • H3. El componente emocional no sustituye a los componentes clásicos en la explicación del comportamiento de voto a Vox, sino que se suma a ellos para explicar cabalmente el voto a esta formación.

  • H4. El componente emocional en la explicación de voto a Vox se hace patente tanto en términos positivos (relacionado con el líder del partido) como negativos (relacionado con líderes de otros partidos).

Para llevar a cabo el análisis, se ha hecho uso de dos estudios demoscópicos de carácter postelectoral realizados por el Equipo de Investigaciones Políticas de la Universidad de Santiago de Compostela (EIP-USC) tras la celebración de los mencionados comicios. La información técnica sobre ambos trabajos puede consultarse en la tabla 1 que se adjunta. En términos de contenido, nos gustaría señalar la inclusión en ambos estudios de un apartado específico destinado al análisis de las emociones expresadas por los ciudadanos españoles hacia los principales partidos políticos y sus líderes. El cuestionario permite analizar tres cuestiones relativas a cada emoción: su presencia, su intensidad y la duración de la expresión de un total de trece emociones para cada uno de ellos[2].

Tabla 1.

Estudios demoscópicos utilizados en el análisis

Año Estudio Características técnicas
2019 Estudio postelectoral elecciones generales en España USC, abril 2019
(EPEGE EIP-USC abril 2019)
Fechas: 12 de junio-12 de julio de 2019.
Universo: población mayor de 18 años, residente en España.
Tamaño muestral: 1000.
Supuestos: p=q.
Error asociado: ± 3,1%.
Afijación: proporcional (cuotas de sexo y edad).
Administración: telefónicamente mediante el sistema CATI.
2020 Estudio postelectoral elecciones generales en España, noviembre 2019
(EPEGE EIP-USC noviembre 2019)
Fechas: 14 de enero-22 de febrero de 2020.
Universo: población mayor de 18 años, residente en España.
Tamaño muestral: 1000.
Supuestos: p=q.
Error asociado: ± 3,1%.
Afijación: proporcional (cuotas de sexo y edad).
Administración: telefónicamente mediante el sistema CATI.

Fuente: elaboración propia a partir del banco de datos del EIP-USC.

Este trabajo ha sido diseñado con un enfoque metodológico tanto descriptivo como explicativo. A partir de un primer análisis descriptivo, en el que se mostrará el perfil emocional de los ciudadanos que apoyan a la formación de extrema derecha, se presentará una segunda parte centrada en analizar, a través de técnicas estadísticas multivariantes (concretamente, mediante regresiones logísticas binarias) el efecto que este perfil pudiera tener en la decisión de voto a Vox. Como ya se ha señalado, en el análisis se han tenido en cuenta tanto elementos tradicionales del análisis del comportamiento político-electoral como nuevos elementos explicativos, como son la expresión emocional hacia líderes y partidos políticos[3]. El objetivo final es observar si la inclusión de este componente afectivo contribuye o no a mejorar la explicación de voto a esta formación de extrema derecha radical.

La selección de las variables independientes introducidas en nuestros modelos de regresión (tabla 4, en Anexos) responde a la lógica de las diversas teorías que han explicado el auge de la extrema derecha en Europa Occidental. Así, en primer lugar, hemos incorporado el conjunto de variables sociodemográficas (sexo, edad, nivel de estudios, situación laboral, nivel de ingresos y religión), ya que desde la literatura se ha identificado el target electoral prioritario de la extrema derecha como el de un hombre joven o mayor, con un nivel de estudios bajo, empleado en el sector privado o desempleado, de clase media-baja y con ingresos reducidos, preocupado por la presencia de inmigrantes y la inmigración, y con sentimientos anti-establishment (‍Betz, 1990, ‍1994; ‍Arzheimer, 2009; ‍Arzheimer y Carter, 2006, ‍2009; ‍Eatwell, 2000; ‍Falter y Schumann, 1988; ‍Kessler y Freeman, 2005; ‍Lubbers y Scheepers, 2001; ‍Lubbers et al., 2002; ‍Mudde, 2019).

En segundo lugar, tradicionalmente se ha argumentado que las formaciones de extrema derecha se han «alimentado» electoralmente de quienes han sufrido en mayor medida las consecuencias de la postindustrialización y de la globalización (‍Betz, 1993, ‍1994; ‍Kitschelt, 1995; ‍Bosch y Durán, 2019). Es decir, la extrema derecha se ha beneficiado de los perdedores de la modernización, de aquellos que se sienten económicamente marginados y afrontan una situación económico-material precaria como consecuencia de los procesos de globalización. Por ello, en nuestros modelos hemos incluido las valoraciones que hacen los individuos tanto respecto de la situación económica del país (actual y prospectiva) como de su propia situación económica personal.

También hemos seleccionado las variables que hacen referencia a valores postmaterialistas; en particular a tres de ellos planteados en términos dicotómicos: servicios públicos-impuestos, libertad-seguridad y multiculturalismo-inmigración, dado que parte de la literatura entiende que los partidos de extrema derecha representarían una respuesta al cambio de valores que supone el paso del materialismo al postmaterialismo (‍Ignazi, 2006; ‍Minkenberg, 1992; ‍Inglehart y Norris, 2017; ‍Norris e Inglehart, 2019). También hemos incluido en este grupo la variable utilizada prioritariamente en muchas de las explicaciones del auge de la extrema derecha en las últimas dos décadas en Europa: la inmigración (‍Hainsworth, 2008: 70; ‍Eger y Valdez, 2015; ‍Bar-On, 2018).

Otro grupo de variables que hemos considerado apropiado incluir en los modelos tiene que ver con las valoraciones acerca de la situación política (actual y prospectiva), confianza en la clase política —medida en la que considera que los políticos españoles representan los intereses de los ciudadanos—, grado de interés por la política y nivel de satisfacción con la democracia, además de una batería de variables relacionadas con la desafección. Creemos que pueden ser útiles para analizar lo que en la literatura se conoce como la tesis del voto protesta, o lo que es lo mismo, a la explicación del éxito de la extrema derecha como una consecuencia derivada del profundo malestar de la ciudadanía con la clase política. Esta tesis se encuentra considerablemente relacionada con el populismo, componente que hemos querido analizar a través de una batería de preguntas específicas, relativas a este fenómeno.

Por último, también se han tenido en cuenta otras variables políticas habitualmente utilizadas en los análisis sobre comportamiento electoral, tales como la influencia del liderazgo político (a través de la inclusión de la valoración de los principales líderes políticos nacionales), la simpatía hacia la formación de extrema derecha, además de uno de los issues que más ha marcado el devenir de la política española y del que Vox ha hecho bandera: la independencia de Cataluña.

UN ANÁLISIS DEL VOTO A VOX DESDE LA PERSPECTIVA EMOCIONAL[Subir]

Perfil emocional de los votantes de Vox[Subir]

Creemos oportuno ofrecer la primera aproximación analítica a los votantes de Vox en clave emocional, presentando los porcentajes de presencia e intensidad de diversas emociones que los entrevistados afirman sentir tanto hacia el líder y partido de los que se sienten más próximos como hacia los otros partidos políticos y sus líderes (gráficos 1 y 2). Al tratar las emociones de los encuestados hacia los partidos y los líderes, las encuestas que utilizamos solo preguntaron sobre la intensidad con la que se sintió cada emoción si previamente el entrevistado había afirmado haberla sentido en algún momento en cada caso. Así, tal y como se puede observar en el gráfico 1, los votantes de Vox manifiestan haber sentido considerables niveles (porcentuales) de sentimiento emocional hacia su líder, Santiago Abascal, en lo que a las emociones positivas (entusiasmo, esperanza, orgullo y tranquilidad)[4] se refiere. Unos porcentajes que resultan elevados —teniendo presente lo observado en trabajos previos— y superiores a los expresados por otros grupos de votantes hacia otros líderes y partidos (‍Pereira et al., 2021a, ‍2021b): los porcentajes relativos a la presencia de la emoción son superiores al 60,0 % (respecto de todas y cada una de las emociones analizadas). Se puede observar, además, que esos porcentajes se incrementan en la segunda cita electoral (noviembre), con la única excepción del entusiasmo, cuyos niveles se mantienen más o menos estables. La emoción que en mayor medida dicen haber sentido los votantes de Vox hacia Santiago Abascal es la de entusiasmo, con valores que rozan el 93,4 % en noviembre de 2019. Es importante señalar, además, que los valores relativos a la intensidad con la que se sienten las emociones son también considerablemente elevados en ambos momentos, abril y noviembre de 2019, y también superiores en el segundo caso, situándose en todos los supuestos cercanos al 4,5 sobre 5.

Gráfico 1.

Emociones expresadas por los votantes de Vox hacia su líder, Santiago Abascal (presencia e intensidad). Abril y noviembre de 2019

media/image1.jpg
Nota: las columnas representan los valores porcentuales de presencia emocional hacia el líder, y las líneas la intensidad media de las emociones que previamente el/la encuestado/a afirma haber sentido o sentir en algún momento hacia dicho líder.

Fuente: elaboración propia a partir de datos de los estudios EPEGE/EIP-USC de abril y noviembre de 2019.

Gráfico 2.

Emociones expresadas por los votantes de Vox hacia la formación (presencia e intensidad). Abril y noviembre de 2019

media/image2.jpg
Nota: las columnas representan los valores porcentuales de presencia emocional hacia el partido, y las líneas la intensidad media de las emociones que previamente el encuestado/a afirma haber sentido o sentir en algún momento hacia dicha formación.

Fuente: elaboración propia a partir de datos de los estudios EPEGE/EIP-USC de abril y noviembre de 2019.

Se observa un patrón similar respecto a las emociones que este grupo de votantes dicen haber sentido hacia Vox (gráfico 2). Los valores porcentuales de entrevistados que dicen haber sentido esas emociones hacia el partido son similares, siendo las cifras superiores para el partido, en comparación con el líder, solo respecto de la esperanza (rozando el 96,5 %, en abril de 2019). En cuanto a la intensidad con la que se sintieron esas emociones respecto del partido se registraron también valores medios notablemente elevados, superiores en la segunda convocatoria electoral.

En cuanto a las emociones que los votantes de Vox dijeron haber sentido hacia los líderes de otros partidos y hacia esas formaciones (tablas 2 y 3), debe señalarse que —con carácter general— se observan diferencias entre líderes y partidos políticos de diferentes espacios ideológicos: así, las emociones respecto de los ubicados en la izquierda (Pedro Sánchez-PSOE y Pablo Iglesias-UP) son fundamentalmente negativas (ansiedad, enfado, miedo y preocupación) o muy negativas (amargura, asco, desprecio, odio y resentimiento)[5]. En cambio, las emociones que los entrevistados dicen haber sentido hacia los líderes y partidos ubicados en la derecha y el centro derecha (Pablo Casado-PP y Albert Rivera-Ciudadanos) fueron tanto de carácter positivo como negativo.

Tabla 2.

Emociones expresadas por los votantes de Vox hacia los líderes de otros partidos (presencia e intensidad media). Abril y noviembre de 2019

Pablo Iglesias Pedro Sánchez Albert Rivera Pablo Casado
Abril 2019 Noviembre 2019 Abril 2019 Noviembre 2019 Abril 2019 Noviembre 2019 Abril 2019 Noviembre 2019
P (%) I P (%) I P (%) I P (%) I P (%) I P (%) I P (%) I P (%) I
Emociones positivas Entusiasmo 7,1 2,5 42,9 3,1 32,2 3,7 17,9 2,4 24,7 3,5
Esperanza 3,6 2,0 60,7 2,9 58,9 3,4 53,6 2,9 56,0 3,4
Orgullo 32,1 3,1 28,8 4,0 14,3 2,8 27,4 3,5
Tranquilidad 3,6 3,0 3,6 3,0 46,4 2,6 32,1 3,9 42,9 2,8 37,8 3,6
Emociones negativas Ansiedad 25,0 4,1 40,6 4,6 21,4 3,50 30,6 4,0 3,6 4,0
Enfado 53,6 4,3 65,3 4,5 64,3 4,4 67,4 4,3 17,9 2,8 8,2 3,3 7,1 3,0 8,2 3,7
Miedo 57,1 4,5 72,6 4,5 35,7 3,8 62,2 4,4 7,1 3,5 3,1 4,0 3,6 5,0
Preocupación 82,1 4,2 82,5 4,6 71,4 3,9 88,1 4,5 10,7 4,0 6,7 2,7 21,4 2,5 10,0 3,2
Emociones muy negativas Amargura 17,9 4,0 24,6 4,2 14,3 3,5 22,1 3,9 3,6 3,0 3,1 4,5 3,1 3,0
Asco 28,6 4,4 35,5 4,1 21,4 4,0 39,7 3,9 3,6 5,0
Desprecio 35,7 4,5 40,6 4,2 32,1 4,4 49,1 4,2 7,1 3,5
Odio 21,4 4,8 23,8 4,2 14,3 4,3 24,2 4,3 3,6 2,0
Resentimiento 14,3 4,5 19,9 4,4 21,4 3,0 27,2 3,9 3,6 5,0 3,5 4,6 3,6 3,0
Nota: los datos bajo la inicial P hacen referencia a la presencia de la emoción (medida en porcentaje de los votantes de Vox que dicen haberla sentido); los datos bajo la inicial I, aluden a la intensidad con la que esos entrevistados dicen haber experimentado dicha emoción (medida en una escala del 1 al 5, siendo el 5 la máxima intensidad).

Fuente: elaboración propia a partir de datos de los estudios EPEGE/EIP-USC abril y noviembre de 2019.

Tabla 3.

Emociones expresadas por los votantes de Vox hacia los partidos políticos de oposición (presencia e intensidad media). Abril y noviembre de 2019

PODEMOS PSOE C´s PP
Abril 2019 Noviembre 2019 Abril 2019 Noviembre 2019 Abril 2019 Noviembre 2019 Abril 2019 Noviembre 2019
P (%) I P (%) I P (%) I P (%) I P (%) I P (%) I P (%) I P (%) I
Emociones positivas Entusiasmo 3,6 5,0 10,7 2,7 3,5 2,5 42,9 3,2 31,0 3,2 32,1 3,2 37,6 3,3
Esperanza 3,6 2,0 17,9 2,8 6,7 2,5 53,6 3,1 58,1 3,2 42,9 3,3 67,0 3,5
Orgullo 3,6 2,0 10,7 3,0 3,2 4,0 46,4 2,9 25,0 3,6 35,7 3,1 23,5 4,1
Tranquilidad 17,9 2,8 3,2 3,5 53,6 2,7 32,5 3,6 35,7 3,3 47,0
Emociones negativas Ansiedad 25,0 4,4 36,7 4,7 21,4 4,2 20,3 3,9 7,1 3,5 1,6 3,0 7,1 4,5 1,5
Enfado 46,4 4,6 65,2 4,6 46,4 3,9 63,2 4,5 10,7 3,3 3,5 4,1 28,6 4,0 15,2 4,1
Miedo 53,6 4,5 62,4 4,7 35,7 3,7 46,8 4,4 7,1 3,0 3,6 1,0
Preocupación 71,4 4,3 78,5 4,5 67,9 3,7 73,5 4,5 14,3 3,5 1,6 3,0 25,0 3,0 7,0 3,9
Emociones muy negativas Amargura 14,3 4,5 19,9 4,9 10,7 3,6 20,3 4,6 3,6 5,0 3,6 5,0 3,5 5,0
Asco 25,0 4,6 33,4 4,5 10,7 4,0 23,3 4,0 3,6 5,0 3,6 5,0 2,0 5,0
Desprecio 25,0 4,7 33,6 4,5 17,9 4,0 19,0 4,3 3,6 5,0 7,1 5,0 3,5 4,6
Odio 17,9 4,8 19,9 4,9 10,7 4,3 11,9 4,6 3,6 3,0 3,6 4,0 2,0 5,0
Resentimiento 10,7 5,0 18,7 5,0 14,3 3,8 23,8 4,5 3,6 5,0 2,0 5,0 7,1 4,5 5,4 3,4
Nota: los datos bajo la inicial P hacen referencia a la presencia de la emoción (medida en porcentaje de los votantes de Vox que dicen haberla sentido); los datos bajo la inicial I, aluden a la intensidad con la que esos entrevistados dicen haber experimentado dicha emoción (medida en una escala del 1 al 5, siendo el 5 la máxima intensidad).

Además, las cifras de entrevistados que dicen haber votado por Vox y que reportan haber sentido emociones negativas tanto respecto de Pablo Iglesias como de Pedro Sánchez se incrementan en la segunda convocatoria electoral (tabla 2). Las emociones que en mayor medida suscitan estos líderes entre quienes dicen haber votado por Vox son la preocupación, el miedo y el enfado, con porcentajes por encima del 53 % en los tres casos, superando la cifra del 80 % en el caso de la preocupación. Los porcentajes de votantes de Vox que dicen haber sentido emociones muy negativas (desprecio, asco u odio) son también notablemente altos[6]. Esta extendida presencia de emociones negativas y muy negativas no había sido registrada en estudios previos (‍Jaráiz et al., 2020; ‍Pereira et al., 2021b). También es importante señalar que esas emociones se sienten con un nivel de intensidad elevado: prácticamente todas ellas con valores medios superiores a 4 sobre 5.

Estos patrones se replican también en cuanto a las emociones suscitadas por los partidos entre los votantes de Vox (tabla 3), aunque con porcentajes de presencia e intensidad inferiores a los observados respecto de los líderes. Una tendencia que se ha observado en trabajos previos (‍Jaráiz et al., 2020 y ‍Pereira et al., 2021a), y que evidencia la conexión emocional que se establece en política con los liderazgos, independientemente de la valencia de dicha afectividad.

Como hemos dicho, el patrón emocional de los votantes de Vox respecto de los líderes de formaciones de derecha y de centro-derecha es completamente opuesto. Se aprecian elevados porcentajes de votantes que manifiestan haber sentido emociones positivas —especialmente, esperanza y tranquilidad, pero también entusiasmo— tanto hacia Albert Rivera como hacia Pablo Casado (tabla 2). La presencia de emociones positivas para Rivera fue más alta en la primera convocatoria, mientras que lo fue en la segunda para Pablo Casado —con la excepción de la emoción tranquilidad[7]—. Los niveles de intensidad con la que los votantes de Vox dijeron haber sentido tales emociones fueron notablemente menores a aquellos de las emociones negativas hacia los líderes de partidos de izquierda o centro-izquierda, no superando —salvo en contadas ocasiones— el 3,5 sobre 5, y manteniéndose en la mayoría de los casos con valores medios inferiores a 3. En cuanto se refiere a emociones negativas, los porcentajes de votantes de Vox que expresaron haberlas sentido respecto de estos líderes fueron muy bajos sin superar en casi ningún caso el 7 % (salvo en el supuesto del enfado hacia Albert Rivera en las elecciones de abril, y la preocupación hacia Rivera y Pablo Casado en las de noviembre).

En lo relativo a las emociones positivas expresadas hacia las formaciones de estos dos líderes políticos, PP y Ciudadanos, el patrón difiere del mencionado anteriormente en el caso de las formaciones y líderes de izquierda (tabla 3). Así, nos encontramos con que no hay diferencias porcentuales tan marcadas, siendo además en varias ocasiones (caso de las emociones positivas hacia el PP en el mes de abril) superiores en el caso del partido que de su líder. Patrón que también se observa en lo tocante a las intensidades, superiores en términos medios a las observadas en el caso de los líderes. Por último, hay que destacar también la escasa o nula presencia de emociones negativas o muy negativas expresadas hacia estas dos formaciones por los votantes de Vox.

El componente emocional en el voto a Vox[Subir]

Tras presentar los datos descriptivos de los patrones del componente emocional de los votantes de Vox respecto de los principales líderes y formaciones políticas, en este apartado vamos a realizar un análisis explicativo del voto a Vox contemplando también la variable emocional al objeto de contrastar las hipótesis que se plantearon más arriba. Para ello, hemos recurrido al diseño y ajuste de dos modelos lineales generalizados con función de enlace logit. En ambos casos, la variable dependiente es el voto a Vox en la anterior elección (abril y noviembre de 2019). Las variables independientes consideradas, tal y como se comentó anteriormente, se refieren tanto a elementos tradicionalmente presentes en los trabajos sobre comportamiento electoral como a factores novedosos en este tipo de análisis, con especial atención al componente emocional, tal y como también se ha hecho en trabajos previos sobre el análisis de voto a esta formación (‍Castro, 2020; ‍Cazorla y Jaráiz, 2020; ‍Ortega y Montabes, 2020; ‍Rivera et al., 2021).

Antes de abordar en detalle los resultados concretos de ambas modelizaciones, conviene subrayar su potente nivel explicativo: de 0,712 en el modelo planteado para las elecciones del mes de abril y de 0,773 en el modelo planteado para las elecciones del mes de noviembre (gráficos 1 y 2 y tabla 5)[8]. Este alto nivel explicativo —unido al tipo de técnica estadística utilizada— es un buen indicador de la pertinencia de la inclusión del componente emocional en la explicación (en contraste con modelos explicativos que se limitan a contemplar las variables tradicionales de este tipo de análisis, como se indicaba más arriba).

En los gráficos 3 y 4 se muestran los valores exponenciales de beta de las variables independientes que resultan explicativas para los modelos de voto a Vox para las elecciones generales de abril y de noviembre de 2019[9]. Como se puede observar, existen algunas similitudes entre los resultados de ambas modelizaciones, pero también algunas diferencias que merecen ser subrayadas, especialmente en lo tocante al componente emocional, principal tipo de variable que nos ocupa.

En el caso del modelo planteado para la elección celebrada en el mes de abril (que supuso la emergencia de Vox en el ámbito nacional), observamos que hay dos variables cuyo potencial resulta fundamental para la explicación del voto a Vox: la presencia emocional de esperanza hacia el líder de la formación, Santiago Abascal (8,711), una cuestión que ya avanzaba en cierta medida el análisis descriptivo dada su importancia porcentual; y la simpatía hacia el partido político (7,665). La presencia de ambas variables incrementaría notablemente la probabilidad de voto a Vox. Además, debe tenerse presente la rapidez con la que los electores (potenciales votantes de Vox) construyeron la identificación con este partido, por mucho que no resulte una cuestión nueva, ya que había sido previamente estudiada respecto de otros nuevos partidos, como Podemos y Ciudadanos (‍Pereira y Lagares, 2019).

Otra variable que destaca como factor explicativo del voto al partido de derecha radical es el liderazgo político, presente en el modelo a través de la significatividad e influencia estadística de dos variables (más allá de la vinculación emocional señalada): la valoración del líder de la formación, Santiago Abascal (1,536) y la valoración del líder del Partido Popular, Pablo Casado (0,664), aunque —como cabía esperar— en ambos casos con un impacto diferente sobre la variable dependiente: si una valoración más positiva del líder de extrema derecha contribuye claramente a incrementar la probabilidad de voto para esta formación —como suele ser habitual en los análisis de comportamiento electoral (‍Pereira y Lagares, 2019; ‍Pereira et al., 2019)—, la valoración positiva del líder del PP disminuye dicha probabilidad. El efecto de la variable del líder popular sobre el voto a Vox es sin duda relevante, teniendo presente que un importante porcentaje de votantes de la formación de extrema derecha habían votado por el PP en anteriores comicios. Este efecto del liderazgo de Casado sobre el voto de estos electores podría estar evidenciándose como una de las posibles causas de la volatilidad de los apoyos del PP a Vox, como un efecto negativo del actual liderazgo del Partido Popular para esa parte del electorado. Futuros trabajos pondrán de manifiesto este doble efecto de los liderazgos del PP y Vox.

Otra variable con un importante peso explicativo en el modelo es la autoubicación ideológica de los electores. Su efecto directo y positivo en el modelo refleja la importancia que tiene sobre la probabilidad de voto a Vox el hecho de autoubicarse en posiciones del extremo derecho de la escala ideológica (1,842). Por último, debe señalarse el notable efecto explicativo del voto a Vox que adquiere en el modelo una variable de carácter estructural como es el sexo del entrevistado: ser hombre incrementa sustancialmente la probabilidad de voto a Vox (4,975) respecto a ser mujer, diferencia que suele ser habitual entre los votantes de esta familia de partidos, tal y como han puesto de manifiesto otros trabajos previos (‍Castro, 2020; ‍Ortega et al., 2021).

Gráfico 3.

Gráfico de coeficientes (Exp (B)) de los modelos de regresión logística binaria del voto a Vox. Abril de 2019

media/image3.jpg

Fuente: elaboración propia a partir de datos de los estudios EPEGE/EIP-USC de abril de 2019.

En el modelo elaborado para la explicación del voto a Vox en la elección celebrada en el mes de noviembre (gráfico 4), la variable que ejerce un mayor efecto sobre el voto a Vox es la simpatía por este partido (33,562): efecto notablemente superior al que podíamos observar en el modelo anterior. En segundo lugar, y al igual que sucedía con el modelo elaborado para la votación del mes de abril, destaca el efecto del componente emocional, representado en este caso por dos variables: de nuevo, la presencia de la emoción esperanza suscitada por el líder Santiago Abascal (13,713) y la presencia de la emoción preocupación expresada respecto del candidato del PSOE y presidente del Gobierno —en funciones— en el momento de celebrarse la elección, Pedro Sánchez (8,021).

Observamos de nuevo una considerable relevancia del efecto del liderazgo sobre el voto a Vox, representado por las dos variables que ya se observaban en el modelo ajustado para la elección celebrada en abril: la valoración de Santiago Abascal y la valoración del líder del PP, Pablo Casado. La relación existente entre ambas variables y la variable dependiente es —de nuevo— la misma que la observada en la anterior modelo: si bien una valoración más positiva del líder de Vox genera un incremento de la probabilidad de voto esta formación (1,450), a medida que aumenta la valoración positiva de Casado se genera una reducción de la probabilidad de voto a la formación de extrema derecha (0,637).

Gráfico 4.

Gráfico de coeficientes (Exp (B)) de los modelos de regresión logística binaria del voto a Vox. Noviembre de 2019

media/image4.jpg

Fuente: elaboración propia a partir de datos de los estudios EPEGE/EIP-USC de noviembre de 2019.

En este segundo modelo, relativo a la elección de noviembre, pierden relevancia algunas variables que sí tenían peso explicativo en el correspondiente a la elección de abril, como el sexo o la autoubicación ideológica del entrevistado. En cambio, se manifiesta con un considerable peso explicativo en el voto a Vox una variable que implica desafección e indiferencia hacia la clase política y el sistema democrático, en consonancia con el mensaje político populista adoptado por Vox: grado de acuerdo con la afirmación «esté quien esté en el poder, siempre busca sus intereses», variable que incrementa sustancialmente la probabilidad de voto a esta formación (1,420). Tal y como dijimos en el apartado de metodología —y se recoge en la tabla 5, en Anexo— estas actitudes han sido fomentadas desde los discursos de los líderes de Vox, en un intento por erosionar el sistema político existente y presentarse como los legítimos representantes del pueblo, desplazando en esta actividad a los representantes de los partidos tradicionales. La relevancia de estas actitudes en el electorado para el voto a Vox ya ha sido observada previamente (‍Pereira et al., 2021b) y entronca con la presencia de esos elementos populistas asociados al discurso político y al comportamiento de los votantes de esta familia de partidos.

Se confirman, así, las cuatro hipótesis planteadas en este trabajo. Los votantes de Vox tienen un intenso perfil emocional en relación con el líder y la formación política por los que votan, así como una construcción emocional hacia líderes y partidos con los que Vox contiende: de carácter positivo, líderes y partidos ubicados en la derecha y el centro-derecha; de carácter negativo hacia los líderes y partidos ubicados en la izquierda y el centro-izquierda. Nuestro análisis también ha evidenciado que los componentes emocionales o afectivos son notablemente relevantes para explicar el voto de este tipo de partidos de extrema derecha o derecha radical, aunque no excluyen la relevancia de los factores no emocionales con los que tradicionalmente se ha explicado el voto, sumándose a ellos para una mejor comprensión del comportamiento político electoral. Y hemos comprobado, igualmente, que ese componente emocional se hace patente en la explicación del voto a Vox tanto en términos positivos (emoción suscitada por el líder de la formación radical) como negativos (la generada por el líder del partido que ocupaba —en funciones— y ocuparía tras las elecciones el Gobierno).

CONCLUSIONES[Subir]

Los resultados de la investigación presentada suponen una contribución relevante a los estudios sobre el comportamiento político electoral y el apoyo a los partidos de extrema derecha o derecha radical. En particular, permiten realizar una serie de consideraciones de interés en relación tanto con el perfil emocional de los votantes de Vox como con el efecto que el componente afectivo habría tenido sobre el voto a esta formación en las elecciones generales de abril y noviembre de 2019 en España. Ello evidencia la pertinencia de incluir este componente emocional o afectivo en los análisis electorales para alcanzar una comprensión más cabal del comportamiento electoral de los ciudadanos.

En primer lugar, en cuanto al perfil emocional de los votantes de Vox, estos expresan un complejo y rico perfil emocional sustentado en tres tendencias que son, a su vez, complementarias. Por un lado, la expresión de emociones positivas —con elevado nivel de intensidad emocional— hacia su líder, Santiago Abascal, y hacia la formación política, lo que permitiría confirmar nuestra primera hipótesis. Por otro lado, la notable presencia en los votantes de Vox de emociones positivas con intensidades emocionales moderadas hacia los líderes y formaciones situados en el mismo lado del espectro ideológico, Pablo Casado-PP y Albert Rivera-Ciudadanos, lo que confirma la primera parte de nuestra segunda hipótesis: resulta lógica al considerar la transferencia de voto que se produjo entre estas dos formaciones y Vox en los dos procesos electorales analizados. Al mismo tiempo, los votantes de Vox manifiestan una marcada e intensa (presencia e intensidad) construcción emocional negativa y muy negativa hacia los líderes y formaciones de izquierda, lo que confirma la segunda parte de nuestra segunda hipótesis en este trabajo. Es importante señalar que esa elevada presencia de emociones que pueden calificarse como muy negativas no había sido observada en otros comicios (‍Pereira et al., 2021a), lo que podría ser consecuencia no solo de la aparición en escena de la formación de extrema derecha, sino del consiguiente mayor tensionamiento político del sistema.

En cuanto al perfil emocional en términos globales, es interesante señalar la mayor emotividad que se aprecia en los datos obtenidos en noviembre de 2019, con motivo de la repetición electoral. Esto confirma lo ya observado en otros trabajos respecto a otros líderes y partidos políticos (íd.) y supone otro síntoma tanto del mayor tensionamiento político existente en estos segundos comicios como del auge y asentamiento de Vox en el seno del sistema político español.

Pero si los análisis realizados en la primera parte de este trabajo evidencian esa importancia del componente afectivo entre los votantes de la formación de extrema derecha, el análisis multivariante que hemos desarrollado lo confirma: las modelizaciones ajustadas que hemos elaborado y expuesto en estas páginas nos permiten evidenciar el notable incremento de la riqueza explicativa que implica la inclusión del componente emocional, junto a los componentes clásicos, en el análisis del comportamiento de voto a Vox. Esta cuestión ya había sido puesta de manifiesto para el apoyo a esta formación en trabajos previos realizados en el contexto andaluz (‍Rivera et al., 2021), así como para otras formaciones en el contexto nacional (‍Jaráiz et al., 2020; ‍Cazorla y Jaráiz, 2020). Confirmarla en este caso para los dos procesos electorales nacionales de abril y noviembre de 2019 supone una contribución que nos permite confirmar la tercera de nuestras hipótesis.

Debe precisarse que la importancia explicativa que el componente emocional tiene sobre el voto a la formación encabezada por Santiago Abascal se canalizó en dos sentidos: por un lado, de forma positiva, a través de la emoción esperanza generada por la figura del líder del partido en sus potenciales votantes; por otro lado, en sentido negativo, como en la expresión de la emoción preocupación que suscita en los mismos la figura del principal líder de la oposición, Pedro Sánchez. Se confirmaría, así, la cuarta hipótesis que planteamos en esta investigación.

Para finalizar, y a modo de reflexión a tener en consideración para futuras investigaciones en este campo, creemos que hay que destacar la utilidad que la inclusión del componente emocional ha tenido en el análisis del comportamiento político, y en especial el de algunas emociones concretas como el miedo o el enfado (‍Vasilopoulos et al., 2018a, ‍2018b). Así mismo, también nos gustaría señalar la parsimonia y eficacia que presenta la utilización individualizada de las emociones en el análisis del comportamiento electoral, una cuestión que hasta ahora no ha estado demasiado presente en la literatura empírica en este terreno, donde se ha abogado en mayor medida por el análisis emocional a través de la construcción de componentes o factores emocionales (‍Marcus y Mackuen, 1993; ‍Marcus et al., 2000, ‍2017). Finalmente, consideramos que sería importante sopesar en futuras investigaciones si la intensidad de los componentes emocionales hacia Vox y su líder se sostienen en el largo plazo o son, más bien, consecuencia efímera o temporal de la irrupción y auge de esta formación en el panorama político español, para desvanecerse o reducirse notablemente con el paso del tiempo y la cristalización del sistema de partidos.

NOTAS[Subir]

[1]

Si bien este partido afloró electoralmente en las elecciones autonómicas andaluzas de diciembre de 2018, el objetivo de este trabajo se ciñe al análisis del voto Vox en el ámbito nacional. Puede verse un análisis del voto a esta formación en las elecciones de 2018 al Parlamento de Andalucía en Rivera et al. (‍2021), así como en Ortega et al. (‍2021).

[2]

Para más información sobre la construcción teórico-metodológica que se encuentra detrás de este modelo de análisis de las emociones, puede verse Jaráiz et al. (‍2020), Pereira et al. (‍2021a, ‍2021b) o Lagares et al. (‍2022).

[3]

Para más información sobre la tipología y naturaleza de las variables independientes incluidas en el análisis ver tabla 4, en el apartado Anexos.

[4]

Apenas se registraron emociones de carácter negativo hacia el líder o el partido, por lo que no se incluyen sus cifras en estos dos gráficos.

[5]

La agrupación en estos componentes emocionales procede tanto de la construcción planteada por Marcus y Mackuen (‍1993), Marcus et al. (‍2000, ‍2005, ‍2017) como por la experiencia observada en trabajos previos propios (‍Jaráiz et al., 2020; ‍Rivera et al., 2021; ‍Pereira et al., 2021a).

[6]

La presencia y exaltación del odio en la extrema derecha ya ha sido observada en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016 (‍Lamerich et al., 2018). Una de las aplicaciones del odio es la construcción de campañas de desinformación (‍Quandt, 2018; ‍Larsson, 2020) orientadas a la desacreditación de los rivales políticos y a la movilización de un target concreto.

[7]

Hay que tener presente como posible factor explicativo de esta tendencia emocional positiva hacia los líderes de ambas formaciones el hecho de que el grueso de los electores que apoyaron a Vox tanto en abril como en noviembre de 2019 sean exvotantes tanto del PP como de Ciudadanos, tal y como confirman los datos de la encuesta sobre transferencias de voto: entre los que votaron por Vox en la elección de abril de 2019, el 57,1 % había votado en la anterior elección al PP y el 26,2 % a Ciudadanos. Para la elección de noviembre esos porcentajes fueron del 60 % y del 15 % respectivamente.

[8]

En la tabla 5, en el apartado de Anexos, se recogen los valores de ajuste de todos los coeficientes de los modelos.

[9]

En la tabla 5, en el apartado de Anexos, se recogen los valores de los coeficientes beta, errores estándar y nivel de significatividad de cada variable independiente, así como las medidas de ajuste global de cada modelo.

Referencias[Subir]

[1] 

Antón-Mellón, Joan y Aitor Hernández-Carr. 2016. «El crecimiento electoral de la derecha radical populista en Europa: parámetros ideológicos y motivaciones sociales», Política y Sociedad, 53 (1): 17-‍28. Disponible en: https://doi.org/10.5209/rev_POSO.2016.v53.n1.48456.

[2] 

Arzheimer, Kai. 2009. «Contextual factors and the extreme right vote in Western Europe, 1980-‍2002», American Journal of Political Science, 53 (2): 259-‍275. Disponible en: https://doi.org/10.1111/j.1540-5907.2009.00369.x.

[3] 

Arzheimer, Kai. 2018. «Conceptual Confusion is not Always a Bad Thing: The Curious Case of European Radical Right Studies», en Karl Marker, Annette Schmitt y Jürgen Sirsch (eds.), Demokratie und entscheidung beiträge zur analytischen politischen theorie. Biesdbaden: Springer. Disponible en: https://doi.org/10.1007/978-3-658-24529-0_3.

[4] 

Arzheimer, Kai y Elisabeth Carter. 2006. «Political opportunity structures and right-wing extremist party success», European Journal of Political Research, 45: 419-‍443. Disponible en: https://doi.org/10.1111/j.1475-6765.2006.00304.x.

[5] 

Arzheimer, Kai y Elisabeth Carter. 2009. «Christian religiosity and voting for West European radical right parties», West European Politics, 32 (5): 985-‍1011. Disponible en: https://doi.org/10.1080/01402380903065058.

[6] 

Bar-On, Tamir. 2018. «The radical right and nationalism», en Jens Rydgren (ed.), The Oxford handbook of the radical right. Oxford: Oxford University Press.

[7] 

Bélanger, Éric. 2004. «Antipartyism and third-party vote choice: a comparison of Canada, Britain and Australia», Party Politics, 37 (9): 1054-‍1078. Disponible en: https://doi.org/10.1177/0010414004268847.

[8] 

Betz, Hans-Georg. 1990. «Politics of resentment. Right-wing radicalism in West Germany», Comparative Politics, 23: 45-‍60. Disponible en: https://doi.org/10.2307/ 422304.

[9] 

Betz, Hans-Georg. 1993. «The new politics of resentment: radical right-wing populist parties in Western Europe», Comparative Politics, 25 (4): 413-‍427. Disponible en: https://doi.org/10.2307/422034.

[10] 

Betz, Hans-Georg. 1994. Radical Right-Wing Populism in Western Europe. Londres: Palgrave McMillan. Disponible en: https://doi.org/10.1007/978-1-349-23547-6.

[11] 

Betz, Hans-Georg. 2001. «Exclusionary Populism in Austria, Italy and Switzerland», International Journal, 56 (3): 393-‍420. Disponible en: https://doi.org//10.1177/002070200105600302.

[12] 

Betz, Hans-Georg. 2002. «Conditions favoring the success (and failure) of radical right-wing populist parties in contemporary democracies», en Yves Mény y Yves Surel (eds.), Democracies and the Populist Challenge. Londres: Palgrave Macmillan.

[13] 

Betz, Hans-Georg y Carol Johnson. 2004. «Against de current-stemming the tide: The nostalgic ideology of the contemporary radical populist right», Journal of Political Ideologies, 9 (3): 311-‍327. Disponible en: https://doi.org/10.1080/1356931042000263546.

[14] 

Betz, Hans-Georg y Carol Johnson. 2017. «Against de current-stemming the tide: The nostalgic ideology of the contemporary radical populist right», en Cas Mudde (ed.), The populist radical right. A reader. Londres: Routledge.

[15] 

Bosch, Agustí e Iván M. Durán. 2019. «How does economic crisis impel emerging parties on the road to elections? The case of Spanish Podemos and Ciudadanos», Party Politics, 25 (2): 257-‍267. Disponible en: https://doi.org/10.1177/135406 8817710223.

[16] 

Castanho, Bruno. 2018. «Populist radical right parties and mass polarization in the Netherlands», European Political Science Review, 10 (2): 219-‍244. Disponible en: https://doi.org/10.1017/S1755773917000066.

[17] 

Castro, Paloma. 2020. La construcción emocional de Vox [tesis], Erika Jaráiz Gulías (dir.), Universidad de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela.

[18] 

Cazorla, Ángel y Erika Jaráiz. 2020. «Componentes emocionales en el voto a la extrema derecha», en Erika Jaráiz, Ángel Cazorla y María Pereira (eds.), El auge de la extrema derecha en España. Valencia: Tirant lo Blanch.

[19] 

Eatwell, Roger. 2000. «The rebirth of the «extreme right» in Western Europe», Parliamentary Affairs, 53 (3): 407-‍425. Disponible en: https://doi.org/10.1093/pa/53.3.407.

[20] 

Eatwell, Roger. 2003. «The theories of the extreme right», en Peter Merkl y Leonard Weinberg (eds.), Right-wing extremism in the twenty-first century. Londres: Routledge.

[21] 

Eatwell, Roger. 2018. «Charisma and the radical right», en Jens Rydgren (ed.) The Oxford Handbook of the Radical Right. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780190274559.013.13.

[22] 

Eger, Maureen A. y Sarah Valdez. 2015. «Neo-nationalism in Western Europe», European Sociological Review, 31 (1): 115-‍130. Disponible en: https://doi.org/10.1093/esr/jcu087.

[23] 

Evans, Jocelyn A. 2005. «The dynamics of social change in radical right-wing populist party support», Comparative European Politics, 3: 76-‍101. Disponible en: https://doi.org/10.1057/palgrave.cep.6110050.

[24] 

Falter, Jürgen W. y Siegfried Schumann. 1988. «Affinity towards right-wing extremism in Western Europe», West European Politics, 11 (2): 96-‍110. Disponible en: https://doi.org/10.1080/01402388808424684.

[25] 

Fieschi, Catherine y Paul Heywood. 2004. «Trust, cynicism and populist anti-politics», Journal of Political Ideologies, 9 (3): 289-‍309. Disponible en: https://doi.org/10.1080/1356931042000263537.

[26] 

Hainsworth, Paul. 2008. The extreme right in Western Europe. Londres: Routledge. Disponible en: https://doi.org/10.4324/9780203965054.

[27] 

Ignazi, Piero. 2006. Extreme right parties in Western Europe. Oxford: Oxford University Press.

[28] 

Inglehart, Ronald y Pippa Norris. 2017. «Trump and the populist authoritarian parties: The silent revolution in reverse», Perspectives in Politics, 15 (2): 443-‍453. Disponible en: https://doi.org/10.1017/S1537592717000111.

[29] 

Jagers, Jan y Stephan Walgrave. 2007. «Populist as political communication style: an empirical study of political parties’ discourse in Belgium», European Journal of Political Research, 46 (3): 319-‍345. Disponible en: https://doi.org/10.1111/j.1475-6765.2006.00690.

[30] 

Jaráiz, Erika, Ángel Cazorla y María Pereira (eds.). 2020. El auge de la extrema derecha en España. Valencia: Tirant lo Blanch.

[31] 

Jaráiz, Erika, Nieves Lagares y María Pereira. 2020. «Emociones y decisión de voto. Los componentes de voto en las elecciones generales de 2016 en España», Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 170: 115-‍136. Disponible en: https://doi.org/10.5477/cis/reis.170.115.

[32] 

Jost, John. 2019. «Anger and authoritarianism mediate the effects of fear on support for the Far Right-What Vasilopoulos et al. (2019) really found», Political Psychology, 40 (4): 705-‍711. Disponible en: https://doi.org/10.1111/pops.12567.

[33] 

Kessler, Alan y Gary Freeman. 2005. «Support for the extreme right-wing parties in Western Europe: individual attributes, political attitudes, and national context», Comparative European Politics, 3: 261-‍288. Disponible en: https://doi.org/10.1057/palgrave.cep.6110063.

[34] 

Kitschelt, Herbert. 1995. The radical right in Western Europe: a comparative analysis. Michigan: University of Michigan Press. Disponible en: https://doi.org/10.3998/mpub.14501.

[35] 

Lagares, Nieves, María Pereira y Erika Jaráiz. 2022. «La construcción emocional de la identificación partidista. El caso de las elecciones generales de 2016 en España», Revista Española de Investigaciones Sociológicas (en prensa).

[36] 

Lamerichs, Nicolle, Dennis Nguyen, M. Carmen Puerta Melguizo y Radmila Radojevic. 2018. «Elite Male Bodies: The Circulation of Alt-Right Memes and The Framing of Politicians on Social Media», Participations. Journal of Audiences and Reception Studies, 15 (1): 180-‍206.

[37] 

Larsson, Anders O. 2020. «Right-Wingers on the Rise Online: Insights from the 2018 Swedish Elections», New Media and Society, 22 (12): 2108-‍2127. Disponible en: https://doi.org/10.1177/1461444819887700.

[38] 

López, Alfonso y Gabriel Colomé. 2020. «La extrema derecha hoy: de Europa a España», en Erika Jaráiz, Ángel Cazorla y María Pereira (eds.), El auge de la extrema derecha en España. Valencia: Tirant lo Blanch.

[39] 

López-López, Paulo C. y Serafín González. 2020. «Temas, discurso y emociones en la extrema derecha europea. El caso de Vox en España», en Erika Jaráiz, Ángel Cazorla y María Pereira (eds.), El auge de la extrema derecha en España. Valencia: Tirant lo Blanch.

[40] 

Lubbers, Marcel, Mérove Gijsberts y Peer Scheepers. 2002. «Extreme right-wing voting in Western Europe», European Journal of Political Research, 41: 345-‍378. Disponible en: https://doi.org/10.1111/1475-6765.00015.

[41] 

Lubbers, Marcel y Peer Scheepers. 2001. «Explaining the trend in extreme right-wing voting: Germany 1989-‍1998», European Sociological Review, 17 (4): 431-‍449. Disponible en: https://doi.org/10.1093/esr/17.4.431.

[42] 

Marcus, George y Michael MacKuen. 1993. «Anxiety, enthusiasm and the vote: the emotional underpinnings of learning and involvement during presidential campaigns», American Political Science Review, 87 (3): 688-‍701. Disponible en: https://doi.org/10.2307/2938743.

[43] 

Marcus, George, Rusell Neuman y Michael Mackuen. 2000. Affective Intelligence and political judgement. Chicago: Chicago University Press.

[44] 

Marcus, George, Rusell Neuman y Michael MacKuen. 2017. «Measuring emotional response: comparing alternative approaches to measurement», Journal of Political Science Research and Methods, 5 (4): 733-‍754. Disponible en: https://doi.org/10.1017/psrm.2015.65.

[45] 

Marcus, George, John Sullivan, Elizabeth Theiss-Morse y Daniel Stevens. 2005. «The Emotional Foundation of Political Cognition: The Impact of Extrinsic Anxiety on the Formation of Political Tolerance Judgments»Political Psychology, 26 (6): 949-‍963. Disponible en: https://doi.org/10.1111/j.1467-9221. 2005.00452.x.

[46] 

Marcus, George E., Nicholas A. Valentino, Pavlos Vasilopulos y Michael Foucault. 2019. «Applying the theory of Affective Intelligence to support for authoritarian policies and parties», Political Psychology, 40 (1): 109-‍139. Disponible en: https://doi.org/10.1111/pops.12571.

[47] 

Minkenberg, Michael. 1992. «The new right in Germany. The transformation of conservatism and the extreme right», European Journal of Political Research, 22: 55-‍81. Disponible en: https://doi.org/10.1111/j.1475-6765.1992.tb00305.x.

[48] 

Mudde, Cas. 2004. «The populist Zeitgeist», Government and Opposition, 39 (4): 541-‍563. Disponible en: https://doi.org/10.1111/j.1477-7053.2004.00135.x.

[49] 

Mudde, Cas. 2007. Populist radical right parties in Europe. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO9780511492037.

[50] 

Mudde, Cas. 2010. «The populist radical right: a pathological normalcy», West European Politics, 33 (6): 1167-‍1186. Disponible en: https://doi.org/10.1080/01402382.2010.508901.

[51] 

Mudde, Cas. 2014. «Fighting the system? Populist radical right parties and party system change», Party Politics, 20 (2): 217-‍226. Disponible en: https://doi.org/10.1177/1354068813519968.

[52] 

Mudde, Cas. 2016. The study of populist radical right parties: towards a fourth wave. Center for Research on Extremism. C-REX Working Papers, 1. Oslo: Center for Research on Extremism, The Extreme Right, Hate, Crime and Political Violence. University of Oslo.

[53] 

Mudde, Cas (ed.). 2017. The populist radical right. A reader. Londres: Routledge. Disponible en: https://doi.org/10.4324/9781315514574.

[54] 

Mudde, Cas. 2019. The Far Right Today. Cambridge: Polity.

[55] 

Norris, Pippa y Ronald Inglehart. 2019. Cultural Backlash: Trump, Brexit and the raise of authoritarian populism. Nueva York: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/9781108595841.

[56] 

Oñate, Pablo. 2021. «El populismo y los partidos de derecha radical populista: caracterización, evolución y efectos», en Paz Villar (ed.), Retóricas negativas: la desinformación de la derecha radical y su cobertura mediática. Valencia: Tirant lo Blanch.

[57] 

Ortega, Carmen y Juan Montabes. 2020. «Los votantes de extrema derecha: quién votó a Vox en las dos elecciones generales de 2019», en Erika Jaráiz, Ángel Cazorla y María Pereira (eds.), El auge de la extrema derecha en España. Valencia: Tirant lo Blanch.

[58] 

Ortega, Carmen, José Manuel Trujillo y Pablo Oñate. 2021. «El surgimiento de la derecha radical en España: la explicación del voto a Vox en las elecciones andaluzas de 2018», Revista de Estudios Regionales (aceptado para su próxima publicación: http://www.revistaestudiosregionales.com/articulosPendientes/ver/id/201).

[59] 

Pereira, María, Adrián García y Paloma Castro. 2019. «La protesta y el voto. ¿Cuánto hay de protesta en el voto a los nuevos partidos?», en Nieves Lagares, Carmen Ortega y Pablo Oñate (eds.). Las elecciones autonómicas de 2015 y 2016. Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas.

[60] 

Pereira, María y Nieves Lagares. 2019. «Los anclajes tradicionales del voto en el contexto de la crisis y la nueva política», en Nieves Lagares, Carmen Ortega y Pablo Oñate (eds.), Las elecciones autonómicas de 2015 y 2016. Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas.

[61] 

Pereira, María, Nieves Lagares y Paulo C. López-López. 2021a. «Partidos y líderes en las elecciones generales de 2016 y 2019. Una visión emocional», Revista de Estudios Políticos, 193: 211-‍249. Disponible en: https://doi.org/10.18042/cepc/rep.193.07.

[62] 

Pereira, María, Nieves Lagares y Diego Mo. 2021b. «Actitudes populistas, voto y emociones en España tras la irrupción de Vox», en José Rúas, Iván Puentes y Paulo Carlos López (eds.), Política, sociedad y tecnología. Colombia: Tirant lo Blanch (en prensa).

[63] 

Quandt, Thorsten. 2018. «Dark participation», Media and Communication. 6 (4): 36-‍48. Disponible en: https://doi.org/10.17645/mac.v6i4.1519.

[64] 

Rydgren, Jens. 2003. «Meso-level reasons for racism and xenophobia. Some converging and diverging effects of radical right populism in France and Sweden», European Journal of Social Theory, 6: 45-‍68. Disponible en: https://doi.org/10.1177/1368431003006001560.

[65] 

Rivera, José M., Paloma Castro y Diego Mo. 2021. «Emociones y extrema derecha: el caso de Vox en Andalucía, España», Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 176: 119-‍140. Disponible en: https://doi.org/10.5477/cis/reis.176.119.

[66] 

Schaffner, Brian. F., Matthew Macwilliams y Tatishe Nteta. 2018. «Understanding White polarization in the 2016 vote for president: The sobering role of racism and sexism», Political Science Quarterly, 133: 9-‍34. Disponible en: https://doi.org/ 10.1002/polq.12737.

[67] 

Spierings, Niels y Andrej Zaslove. 2015. «Gendering the vote for populist radical-right parties», Patterns of Prejudice, 49 (1-‍2): 135-‍162. Disponible en: https://doi.org/10.1080/0031322X.2015.1024404.

[68] 

Vasilopoulos, Pavlos, George E. Marcus y Michael Foucault. 2018a. «Emotional responses to the Charlie Hebdo attacks: addressing the authoritarianism puzzle», Political Psychology, 39 (3): 557-‍575. Disponible en: https://doi.org/10.1111/pops.12439.

[69] 

Vasilopoulos, Pavlos, George E. Marcus, Nicholas Valentino y Michael Foucault. 2018b. «Fear, anger, and voting for the far right: evidence from the November 13, 2015 Paris terror attacks», Political Psychology, 40 (4): 713-‍717. Disponible en: https://doi.org/10.1111/pops.12513.

[70] 

Vasilopoulos, Pavlos, George E. Marcus, Nicholas Valentino y Michael Foucault. 2019. «Anger mediates the effects of fear on support for the far right-A Rejoinder», Political Psychology, 40 (4): 713-‍717. Disponible en: https://doi.org/0.1111/pops.12598.

[71] 

Verbeek, Bertjan y Andrej Zaslove. 2015. «The impact of populist radical right parties on foreign policy: The northern league as a junior coalition partner in the Berlusconi governments», European Political Science Review, 7 (4): 525-‍546. Disponible en: https://doi.org/10.1017/S1755773914000319.

[72] 

Winter, Aaron. 2019. «Online Hate: From the Far-Right to the “Alt-Right”, and from the Margins to the Mainstream», en Karen Lumdsen y Emily Harmer (eds.), Online Othering: Exploring violence and discrimination on the web. Londres: Palgrave.

ANEXOS[Subir]

Tabla 4.

Variables independientes incluidas inicialmente en el análisis multivariante

Variable Tipo de variable Codificación
Voto a Vox Nominal 1: Voto a Vox
0: Otra forma de voto
Sexo Nominal 1: Hombre / 0: Mujer
Edad Cuantitativa 18-99
Nivel de estudios Ordinal 1: Nivel de estudios más bajo / 7: Nivel de estudios más alto
Activos remunerados Nominal 1: Activos remunerados
0: Otra situación laboral
Activos no remunerados Nominal 1: Activos no remunerados
0: Otra situación laboral
Pasivos remunerados Nominal 1: Pasivos remunerados
0: Otra situación laboral
Nivel de ingresos Ordinal 1: Nivel de ingresos más bajo 10: Nivel de ingresos más alto
Católico practicante Nominal 1: Católico practicante
0: Otra definición religiosa
Valoración situación económica personal Cuantitativa 0: Muy mala/10: Muy buena
Valoración situación económica/política actual Cuantitativa 0: Muy mala/10: Muy buena
Valoración situación económica/política prospectiva Cuantitativa 0: Muy mala/10: Muy buena
Autoubicación ideológica Cuantitativa 0: Posición más a la izquierda
10: Posición más a la derecha
Autoubicación identitaria Cuantitativa 0: Mínimo nacionalismo
10: Máximo nacionalismo
Sentimiento español Nominal 1: Únicamente español
0: Otro sentimiento identitario
Confianza en la clase política Cuantitativa 0: Ninguna confianza
10: Máxima confianza
Medida en la que considera que los políticos españoles representan los intereses de los ciudadanos Cuantitativa 0: Nada/10: Mucho
Grado de interés por la política Cuantitativa 0: Ningún interés/
10: Mucho interés
Nivel de satisfacción con la democracia Cuantitativa 0: Muy insatisfecho
10: Muy satisfecho
Grado de acuerdo con las afirmaciones:
— «Los políticos en el Congreso tienen que seguir la voluntad del pueblo».
— «Las decisiones más importantes deberían ser tomadas por el pueblo y no por los políticos».
— «Las diferencias políticas entre la élite y el pueblo son más grandes que las diferencias que existen en el pueblo».
— «Preferiría ser representado por un ciudadano común que por un político experimentado».
— «Los políticos hablan mucho y hacen poco».
— «En política se llama consenso a lo que realmente significa renunciar a los propios principios».
Cuantitativa 0: Totalmente en desacuerdo
10: Muy de acuerdo
Grado de acuerdo con las afirmaciones:
— «Esté quien esté en el poder siempre busca sus intereses».
— «Generalmente la política es tan complicada que la gente como Ud. No puede entender lo que pasa».
— «Los/as políticos/as no se preocupan mucho de la gente como Ud.».
— «A través del voto, la gente como Ud. puede influir en lo que pasa en la política».
— «Está mejor informado/a sobre política que la mayoría de la gente».
Cuantitativa 0: Totalmente en desacuerdo
10: Muy de acuerdo
Multiculturalismo-inmigración Cuantitativa 0: Multiculturalismo
10: Inmigración
Servicios públicos-impuestos Cuantitativa 0: Servicios públicos
10: Impuestos
Libertad-seguridad Cuantitativa 0: Libertad/10: Seguridad
Principal problema en España: independencia de Cataluña Nominal 1: Independencia
0: Otro problema
Valoración líderes políticos (Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias y Albert Rivera) Cuantitativa 0: Muy mal/10: Muy bien
Simpatía Vox Nominal 1: Simpatía Vox
0: Simpatía hacia otros partidos
Presencia de las emociones (entusiasmo, esperanza, orgullo, tranquilidad, ansiedad, enfado, miedo, preocupación, amargura, asco, desprecio, resentimiento y odio) Nominal 1: Presencia emociones
0: Ausencia emociones

Fuente: elaboración propia a partir de datos de los estudios EPEGE/EIP-USC Abr. 2019 y EPEGE/EIP-USC Nov. 2019.

Tabla 5.

Modelos de regresión logística binaria del voto a Vox en abril y noviembre de 2019

Modelo abril 2019 Modelo noviembre 2019
Valoración de Pablo Casado (PP) -0,409 (0,180)[*] -0,451 (0,144)[**]
Valoración de Santiago Abascal (Vox) 0,429 (0,160)[**] 0,372 (0,138)[**]
Presencia emocional de Esperanza hacia Santiago Abascal 2,165 (0,917)[**] 2,618 (0,711)[***]
Presencia emocional de Preocupación hacia Pedro Sánchez 2,082 (0,768)[**]
Simpatía hacia Vox 2,037 (0,747)[**] 3,513 (0,688)[***]
Autoubicación ideológica del entrevistado/a 0,611 (0,284)[*]
Sexo del entrevistado/a (referencia, mujer) 1,605 (0,767)[*]
Grado de acuerdo con la afirmación: «Esté quien esté en el poder siempre busca sus intereses» 0,350 (0,107)[***]
Constante -9,139 (1,952)[***] -8,617 (1,403)[***]
𝑃𝑠𝑒𝑢𝑑𝑜 𝑅2 0,712 0,773

Nota: se presentan en la tabla los valores de los coeficientes beta con su correspondiente error estándar.

Nota: significatividad: [*] 𝑝 < 0,05 [**] 𝑝 < 0,01 [***] 𝑝 < 0,001

Fuente: elaboración propia a partir de datos de los estudios EPEGE/EIP-USC de abril y noviembre de 2019.

Biografía[Subir]

[a]

Pablo Oñate, catedrático de Ciencia Política en la Universidad de Valencia y autor de varios libros, capítulos y artículos de revistas especializadas sobre comportamiento político, sistemas electorales y elecciones, partidos políticos, sistema político español, Parlamentos y parlamentarios y élites políticas. En la actualidad trabaja en análisis empíricos de la representación política y de parlamentarios. Entre sus recientes publicaciones destacan: «La geografía electoral y el apoyo a Vox en las elecciones generales de noviembre de 2019», con Carmen Ortega y Pablo Oñate, en Erika Jaráiz, Ángel Cazorla y María Pereira (eds.), El auge de la extrema derecha en España (‍Tirant lo Blanch, 2020); «El populismo y los partidos de derecha radical populista: caracterización, evolución y efectos», en Paz Villar (ed.), Retóricas negativas: la desinformación de la derecha radical y su cobertura mediática (Tirant lo Blanch, 2021); y «El surgimiento de la derecha radical en España: la explicación del voto a Vox en las elecciones andaluzas de 2018», con Carmen Ortega y José Manuel Trujillo (Revista de Estudios Regionales —próxima publicación—).

[b]

Profesora de Ciencia Política en la Universidad de Santiago de Compostela (USC) desde 2015. Licenciada en Ciencia Política y de la Administración y doctora en Ciencia Política por la citada universidad. Autora de un gran número de libros, capítulos y artículos de revistas especializadas sobre comportamiento político, elecciones y partidos políticos. Entre sus publicaciones destacan: con Nieves Lagares y Paulo Carlos López-López, «Partidos y líderes en las elecciones generales de 2016 y 2019. Una visión emocional» (REP, 193, 2021); con Erika Jaráiz y José M. Rivera, «Un análisis emocional de las respuestas de los electores a la comunicación online de los candidatos en campaña. Análisis comparado de las elecciones generales de 2019 en Bolivia y España» (JILAR, 27, 2021); con Erika Jaráiz y Nieves Lagares, «Emociones y decisión de voto. Los componentes de voto en las elecciones generales de 2016 en España» (REIS, 170, 2020); y con Erika Jaráiz y Ángel Cazorla (eds.), El auge de la extrema derecha en España (‍Tirant lo Blanch, 2020).

[c]

Doctor en Ciencia Política y de la Administración y máster en Marketing, Consultoría y Comunicación Política por la USC. Miembro del Equipo de Investigaciones Políticas de la USC. Investigador predoctoral con la beca de Formación de Profesorado Universitario (FPU) del Ministerio de Universidades. Actualmente profesor sustituto en el Departamento de Ciencia Política y Sociología de la USC. Su tesis doctoral se enfoca en el estudio de las emociones y su impacto en el comportamiento político. Entre sus publicaciones más recientes cabe destacar: con José M. Rivera, y Paloma Castro, «Emociones y extrema derecha: el caso de Vox en Andalucía» (REIS, 176, 2021); con Nieves Lagares, «Los líderes de extrema derecha», en Erika Jaráiz, Ángel Cazorla y María Pereira (eds.), El auge de la extrema derecha en España (‍Tirant lo Blanch, 2020).