RESUMEN

La pandemia de la COVID-19 ha supuesto un importante focus de atención para los actores políticos desde su irrupción en los medios en diciembre de 2020, y fue noticia principal a lo largo de varias semanas. ¿Qué ha implicado esto para las ONG del medio ambiente pendientes de otra crisis global como el cambio climático? ¿Cómo ha afectado la forma que tienen de formular y de interpretar los problemas por los cuales abogan? Siendo actores claves a la hora de definir y crear significados en torno a los problemas públicos, este artículo investiga hasta qué punto la pandemia ha supuesto una oportunidad para las ONG ecologistas para difundir y enmarcar temas como el cambio climático. Para responder a estas preguntas se realiza un análisis temático de las noticias publicadas entre enero y diciembre de 2020 por las cinco ONG del sector de mayor tamaño y presencia institucional en España. Se constata que los temas en los cuales han puesto énfasis son aquellos que tienen que ver con las similitudes de la crisis climática y la crisis de la COVID-19 en cuanto a su dimensión global y local. En cambio, al analizar el contenido de las noticias individuales de cada ONG, se observan diferencias importantes en parte relacionadas con su propia identidad organizativa.

Palabras clave: ONG, COVID-19, pandemia, medio ambiente, cambio climático, análisis temático de texto, enmarcamiento.

ABSTRACT

The COVID-19 pandemic has been a major focus of attention for political actors since its emergence in the media in December 2020, making headlines for several weeks. What has this meant for environmental NGOs that are also concerned with another global crisis such as the climate change? How has it affected the way they frame and interpret the issues they advocate? As key actors in the process of defining and creating meanings around public issues, this article investigates the extent to which the pandemic has provided an opportunity for environmental NGOs to disseminate and frame issues such as climate change. In order to answer these questions, a thematic analysis was carried out of the news published by the five NGOs in the sector with the largest size and institutional presence in Spain, between January and December 2020. It is found that emphasis has been placed on topics where similarities exist between the climate crisis and the COVID-19 crisis in terms of their global and local dimensions. On the other hand, important differences can be observed when analyzing the content of the individual news items of each NGO, which are partly related to their own organizational identity.

Keywords: NGO, COVID-19, pandemic, environment, climate change, thematic text analysis, framing.

Cómo citar este artículo / Citation: Muñoz, L. (2021). La pandemia de la COVID-19 en el radar de las ONG ecologistas: entre lo global y local. Revista Española de Ciencia Política, 57, 139-‍164. Doi: https://doi.org/10.21308/recp.57.05

SUMARIO
  1. RESUMEN
  2. ABSTRACT
  3. INTRODUCCIÓN
  4. LA CREACIÓN DE MARCOS COMO ACTIVIDAD ESTRATÉGICA DE LAS ONG
  5. APROXIMACIÓN METODOLÓGICA
  6. TEMAS EMERGENTES ENTRE LA PANDEMIA Y EL CAMBIO CLIMÁTICO
  7. CONCLUSIONES
  8. AGRADECIMIENTOS
  9. NOTAS
  10. Referencias
  11. ANEXO

INTRODUCCIÓN[Subir]

La crisis sanitaria se ha convertido en una oportunidad para pedir a los Gobiernos una respuesta urgente ante el reto que representa el actual calentamiento global. La pandemia por COVID-19 es una crisis coyuntural que abre una ventana de oportunidad política, un periodo de tiempo relativamente corto durante el cual hay una probabilidad sustancialmente mayor de que las decisiones de los actores políticos afecten el resultado de la política (‍Capoccia y Kelemen, 2007: 348). Se trata, por lo tanto, de un periodo de definición de lo que serán algunas políticas de ahora en adelante, incluyendo los esfuerzos de mitigación del calentamiento global. Las crisis se consideran una oportunidad de aprendizaje que lleva a reformas y cambios en la política (‍Sabatier y Jenkins-Smith, 1993; ‍Kingdon, 2002). Son una oportunidad, también, para crear conciencia entre los ciudadanos. Al igual que otros actores políticos, las organizaciones no gubernamentales (ONG) reaccionan a las crisis movilizando a sus audiencias para ejercer presión a través de la protesta, pero también utilizando dicho contexto para enfatizar aspectos de un problema que en otras circunstancias pasarían inadvertidos (íd.). El objetivo de este artículo es analizar: a) la forma en que las ONG del medio ambiente han reaccionado ante la crisis de la COVID-19; b) los temas que han relacionado con la pandemia, y c) hasta qué punto han aprovechado la pandemia para enfatizar diferentes temáticas relacionadas con el cambio climático. A partir de un análisis temático de las noticias publicadas por las ONG ecologistas entre enero y diciembre de 2020, se examina su papel en la creación de marcos y significados relacionados con la crisis sanitaria y, a la vez, con la crisis climática.

Desde el inicio de la pandemia, el tema del cambio climático saltó a los diferentes medios de comunicación y el confinamiento forzoso hizo visible de una forma dramática que de un día para otro se podría parar la actividad económica, especialmente, aquella que tiene que ver con la generación de gases de efectos invernadero —considerado como el factor clave en el calentamiento global—[1], como la producción de energía y el transporte. De acuerdo con el Global Carbon Project[2], las políticas gubernamentales durante la pandemia de la COVID-19 alteraron drásticamente los patrones de demanda de energía en todo el mundo. Se cerraron muchas fronteras internacionales y se confinó a la población en sus hogares, lo que redujo el transporte y cambió los patrones de consumo. Las emisiones diarias de CO₂ a nivel mundial disminuyeron en un 17 % a principios de abril de 2020 en comparación con los niveles medios de 2019, debido principalmente a la reducción en el uso del transporte de superficie. Cuando terminaron las restricciones y los cierres por la COVID-19, las emisiones volvieron a su ritmo normal y el breve descenso de las emisiones de CO₂ tuvo un impacto insignificante en el aumento de las temperaturas globales[3]. A medida que se ha vuelto a la apertura de la mayoría de las actividades económicas, el debate sobre temas medioambientales ha dejado de centrarse en los impactos más directos de la pandemia, como la disminución de las emisiones de CO₂, para centrarse en la necesidad de que los paquetes de estímulo para la recuperación se basen en el desarrollo de una economía limpia que reduzca la crisis climática.

Con un enfoque más a largo plazo, las ONG y la comunidad científica han advertido que la pandemia es un síntoma de una crisis sistémica global mucho mayor, en la que la relación entre las actividades humanas y el entorno natural se desestabiliza rápidamente. Como cuestión científica, sin embargo, el cambio climático suele percibirse como algo abstracto, complejo y distante. Muchos de sus impactos, como los cambios irreversibles en la biodiversidad y el aumento del nivel del mar, han sido mal definidos o carecen de relevancia en el día a día (‍Vu et al., 2021). En general, las consecuencias se sitúan principalmente a medio y largo plazo. Por ejemplo, en un reciente informe Ecologistas en Acción (‍2019) realizaba el siguiente diagnóstico para finales del presente siglo:

De seguir las tendencias de emisiones actuales, la temperatura podría aumentar 4 ºC a final del siglo xxi […]. Un clima 4 ºC más cálido es sencillamente el escenario de un mundo radicalmente distinto y mucho más difícil para la vida humana. En el proceso conoceremos aumentos del nivel del mar, fenómenos climáticos extremos, desertificación, incendios forestales, pérdida de productividad de las cosechas mundiales y una progresiva inhabitabilidad de zonas hoy superpobladas. Todo ello pondrá contra las cuerdas a nuestros sistemas socioeconómicos.

Cierto es que ni la comunidad científica ni las ONG ecologistas han tenido un camino fácil a la hora de convencer a los Gobiernos y a los ciudadanos de la necesidad de llevar a cabo medidas urgentes para evitar un mayor calentamiento. Por ejemplo, en cuanto a la enmarcación del problema —un paso previo y fundamental a la hora de incidir en la política—, la definición de cambio climático genera importantes controversias, caracterizadas por diversas y complejas consideraciones éticas (‍Grasso y Markowitz, 2015). Existe una intensa competencia entre la industria, los científicos, las ONG y los responsables políticos, cada uno de los cuales pretende «enmarcar el tema según su agenda particular» (‍Vu et al., 2021).

A pesar de las evidencias científicas y el aparente consenso sobre sus causas e impactos, el cambio climático es objeto de campañas de negación, generando dudas e incertidumbre entre los ciudadanos. Varias de estas campañas han sido iniciadas por empresas de combustibles fósiles, think tanks, científicos contrarios y políticos (‍Dunlap y McCright, 2010). En el presente, sin embargo, no se puede negar que el cambio climático ocupa un lugar central en las agendas de los Gobiernos a nivel mundial. El 12 de diciembre de 2015, los 196 países que forman parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) adoptaron el Acuerdo de París. Algunos de los acuerdos se consideraron, en general, como un cambio a favor, aunque no totalmente alineado con las posiciones de las ONG (‍Burkett, 2016; ‍Vanhala y Hestbaek, 2016; ‍Allan y Hadden, 2017)[4]. Estas medidas obligan a los Gobiernos a realizar cambios, pero se sabe que existe un largo camino a recorrer antes de que la crisis climática se considere bajo control.

A partir de aquí, en este trabajo se analiza hasta qué punto otra crisis global, en este caso una crisis sanitaria, ha influido en la forma en la que las ONG enmarcan los problemas medioambientales y, en concreto, el cambio climático (o crisis climática). Para ello se han analizado las noticias sobre la COVID-19 publicadas en las páginas web de las organizaciones que forman parte del G5, formado por las cinco ONG ecologistas más grandes de España y con mayor capacidad de interacción con los poderes públicos (‍Jiménez, 2005, ‍2007; ‍Muñoz y Moya, 2017, ‍2019). Las noticias fueron publicadas entre enero y diciembre del 2020. Este periodo cubre desde el momento inmediamente anterior al inicio del estado de alarma el 14 de marzo hasta el final de ese mismo año. Aunque el periodo de tiempo es limitado, y no tiene en cuenta ni el momento previo ni la continuidad de la pandemia durante el 2021, el artículo ofrece un panorama de cómo las ONG ecologistas han reaccionado a la crisis de la COVID-19 en el momento de mayor atención mediática. Para analizar el enmarcamiento que han realizado en relación con el cambio climático, se lleva a cabo un análisis temático de texto (co-ocurrencias) que permite sistematizar el contenido de las noticias e identificar los temas asociados con la pandemia. Los resultados apuntan a que, en conjunto, las ONG consideran que las características de la pandemia como un problema global, con una fuerte incidencia en la vida de las personas a nivel local, coinciden con características similares de la crisis climática. Al mismo tiempo, las ONG muestran diferencias en los argumentos y temas más utilizados en relación con sus preferencias y su identidad organizativa.

En lo que resta de este trabajo, se hace primero una breve revisión de la literatura sobre el papel de las ONG en la creación de significados y de enmarcamientos de los problemas públicos, que permite elaborar algunas expectativas sobre su comportamiento. En el tercer apartado se explica la aproximación metodológica utilizada en el análisis de noticias y sus implicaciones. En el cuarto, se discuten los resultados de este análisis y, finalmente, se presentan las principales conclusiones.

LA CREACIÓN DE MARCOS COMO ACTIVIDAD ESTRATÉGICA DE LAS ONG[Subir]

De acuerdo con la literatura, debemos esperar que las ONG tengan un papel activo y consiente en la creación de conocimiento e información. Ello les permite interpretar la realidad de acuerdo con sus principios y crear marcos, además de transmitir sus demandas a la ciudadanía y a los Gobiernos. Actúan, por lo tanto, como cadena de transmisión de valores, preferencias, información y conocimientos (‍Albareda, 2018). Facilitan un diálogo independiente y abierto con otras organizaciones de la sociedad civil y proveen asesoramiento político, para lo cual utilizan información propia o elaborada por terceros, con quienes comparten unas ideas y creencias sobre un tema. En suma, crear información y conocimiento es una estrategia de movilización en sí misma, ya que les permite influir en el establecimiento de la agenda o en las decisiones políticas (‍Joachim, 2007; ‍Dür y Mateo; 2014; ‍Muñoz, 2016; ‍Muñoz y Orué, 2021).

Esta función es clave cuando se trata de asuntos de elevada complejidad, en los que se entremezclan una gran diversidad de intereses, como la actual pandemia o el cambio climático, temas en los que los Gobiernos consideran deseable la colaboración con las ONG para mejorar la gobernanza (‍Ansel et al., 2021). En este contexto, las ONG ayudan a crear puentes entre los científicos y otros actores, como los medios de comunicación, los responsables políticos y el público. Por ejemplo, en el caso del cambio climático se sabe que difunden conocimiento basado muchas veces en investigación científica con un lenguaje y escalas temporales adecuadas para la elaboración de las políticas, con el objetivo de conseguir cambios de comportamiento en la sociedad (‍Gemmill y Bamidele-Izu, 2002; ‍McNaught et al., 2014, ‍Ihlen et al., 2015). Elaboran estrategias de adaptación, refuerzan los análisis científicos y operan como repositorios de información sobre el tema (‍McGregor et al., 2018).

Al ser una actividad estratégica, la creación de información es reinterpretada y presentada a partir de un marco de referencia creado por las propias ONG. Parten de sus preferencias políticas para enmarcar los temas en consonancia con su marco ideológico. Al tratarse de organizaciones guiadas por principios y valores, cabría esperar que enmarquen los problemas públicos y las alternativas no de forma neutral, sino de una manera que ayude a su causa (‍Muñoz y Orué, 2021). Por ejemplo, Joachim (‍2007) ilustra cómo las organizaciones de derechos de la mujer han enmarcado estratégicamente la violencia contra las mujeres como una violación de los derechos humanos, y no simplemente como un problema de las mujeres, lo que aumenta su capacidad de influir en el establecimiento de la agenda.

En este punto, es importante dejar claro qué se entiende en este trabajo por enmarcamiento o marcos. Siguiendo a Goffman, se entiende que son «esquemas de interpretación» que permiten a los actores «localizar, percibir, identificar y etiquetar eventos y acontecimientos específicos. Un marco interpretativo funciona como el marco de un cuadro: centra la atención en ciertos elementos de importancia y desvía la atención de otros aspectos que pueden ser menos relevantes» (‍1974:21). Esta definición se complementa con la intención o motivaciones de quien realiza el enmarcamiento. Esta idea se basa en algunos trabajos, considerados ya clásicos, que indican que los marcos ayudan a condensar el mundo para dar sentido a los acontecimientos y experiencias (‍Snow y Benford, 1988; ‍Benford y Snow, 2000; ‍Chong y Druckman, 2007). Entendemos que cuando las ONG localizan, perciben, identifican y etiquetan eventos y acontecimientos lo hacen en relación a sus propias preferencias sobre el tema. Por lo tanto, podemos esperar que al interpretar e informar sobre la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, las ONG lo harán indicando, señalando y localizando eventos relacionados con la forma como interpretan y entienden otros problemas globales, en particular el cambio climático; por ejemplo, destacando quiénes son los responsables de encontrar soluciones, qué acciones se deben emprender, quiénes son los afectados o cuáles son las principales consecuencias.

No obstante, las ONG ecologistas son muy diversas. Algunas parten de grupos locales o regionales; otras, en cambio, son ONG con un enfoque y presencia internacional. También existen diferencias en cuanto a las temáticas en las que están especializadas: algunas tienen un carácter generalista, mientras que otras se dedican a temas específicos como la conservación aves o la protección de un entorno natural. Su misión también puede ser el desarrollo sostenible, la mitigación de la pobreza o el bienestar de los animales. En la práctica, ello implica que deberíamos encontrar marcos diversos entre las propias ONG a la hora de interpretar determinados acontecimientos. Por tanto, se espera diversidad entre ellas a la hora de enmarcar la pandemia en relación con el cambio climático, tal como sucede también en otros ámbitos de la acción colectiva. Por ejemplo, Pleyers (‍2020) argumenta que los movimientos sociales han tendido a mostrar la pandemia desde diversos puntos de vista. Algunos han enfatizado desigualdades urbanas; otros desde un punto de vista interseccional, revelando que las mujeres y las minorías han sufrido especialmente el encierro y han hecho frente a la mayor parte de la tarea crucial de cuidar en las familias comunidades y hospitales públicos.

En las ONG, la creación de marcos y significados es intrínseca a la elaboración de su propia identidad, conformada por la ética y las creencias que dan sentido a sus acciones. Se entiende que la identidad de las ONG expresa la conexión cognitiva, moral y emocional de los miembros con la organización (‍Polleta y Jasper, 2001). Este factor, por lo tanto, influye en la forma en que enmarcan las cuestiones políticas, así como en las soluciones políticas que plantean. Además de su misión, en el caso de las ONG ecologistas se considera que su identidad es el resultado de tres factores: su origen territorial, la naturaleza de los vínculos con organizaciones sociales y políticas preexistentes y el tipo de liderazgo que tienen (‍Jiménez, 2007). El origen territorial de estas ONG como atributo organizativo es especialmente importante en relación con la forma en que interactúan con los diferentes niveles de gobierno, desde lo local hasta el ámbito internacional. La escala geográfica a la que se organiza un grupo (local, regional o internacional) establece una serie de restricciones cognitivas y normativas que influyen en sus acciones. Por ello, esperamos que los rasgos de su identidad conlleven diferencias entre ellas a la hora de elaborar una narrativa informativa que trasmiten en diferentes canales de comunicación (‍Li et al., 2021).

APROXIMACIÓN METODOLÓGICA[Subir]

Para examinar hasta qué punto las ONG han aprovechado la pandemia para enfatizar diferentes temáticas relacionadas con el cambio climático y cuáles son las temáticas que han tenido más asociación con la COVID-19, se han analizado las noticias publicadas por las organizaciones que forman parte del G5[5] en España respecto de la crisis sanitaria entre enero y diciembre de 2020. Se trata de Ecologistas en Acción, WWF, Greenpeace, Amigos de la Tierra y SEOBird Life. Esta elección se justifica por el hecho de que existen variaciones importantes entre ellas en cuanto a la temática de especialización, tamaño y origen (nacional o internacional), y al mismo tiempo se mantiene constante el hecho de ser las organizaciones con mayor acceso formal a las instituciones en España. Es decir, todas ellas se pueden considerar como insiders o stakeholders (actores relevantes en la política).

En cuanto a las diferencias, con la excepción de Ecologistas en Acción, las cuatro ONG restantes son la rama española de ONG internacionales ampliamente conocidas. Dos de ellas son claramente generalistas (Greenpeace y Ecologistas en Acción); es decir, están activas en una diversidad de temas medioambientales como la protección de la biodiversidad, pero también en temas de desarrollo y desigualdades sociales. Amigos de la Tierra se podría considerar generalista, aunque tiene un fuerte enfoque en temas de agroecología. SeoBirdlife y WWF se consideran ONG conservacionistas; es decir, se centran en la protección de especies de animales en peligro —la primera es especialista en aves— y ambas tienen además una fuerte raíz en grupos de especialistas y científicos en temas medioambientales.

En cambio, existen indicadores afianzados en relación con el carácter de insiders de la política. Desde la década de 1990, estas organizaciones han formado parte con frecuencia de órganos consultivos gubernamentales y han sido invitadas al Congreso de los Diputados como expertas para la discusión de leyes en tramitación (‍Jiménez, 2005; ‍Muñoz y Orué, 2021). Esta interacción con las instituciones no es reciente y pueden considerarse como interlocutoras de los poderes públicos en temas de medioambiente. Por ejemplo, Ecologistas en Acción formó parte del Consejo Asesor de Medio Ambiente creado en 1994 por el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, y posteriormente del Consejo Nacional del Agua. En comparación con otras ONG, Ecologistas en Acción ha tenido un mayor acceso al proceso de elaboración de políticas, ya que ha participado en diez órganos consultivos gubernamentales, el mismo número que, por ejemplo, la patronal Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) (‍Muñoz y Moya, 2017).

Aunque sabemos que los estudios recientes sobre la información elaborada por las ONG se han basado principalmente en el análisis de las redes sociales, principalmente Facebook y Twitter (‍Li et al., 2021), en este estudio se ha optado por el análisis de noticias y de informes publicados en sus páginas web. Se considera que este tipo de texto permite un desarrollo de la argumentación más amplio en el que el enmarcamiento de las ONG queda explícitamente desarrollado. La audiencia de estas noticias son principalmente los miembros de estas organizaciones o seguidores, así como miembros de la Administración pública más próximos a las temáticas de medioambiente. Una idea aproximada sobre la audiencia es el número de socios o el número de seguidores en la red social Twitter. Aunque se debe decir que existe una variación importante al respecto entre ellas: mientras que SeoBirdlife tiene más de dieciocho mil socios y más de cien mil seguidores, Greenpeace España reporta más de trescientos mil socios y más de seiscientos mil seguidores (para información más detallada ver la tabla 1 del anexo).

A partir de las noticias identificadas, se ha creado una base de datos que contiene el nombre de la organización, fecha de la noticia y el texto completo entre enero y diciembre de 2020. En total, se han encontrado 283 noticias publicadas por las organizaciones del G5 en relación con la COVID-19 y el cambio climático. La identificación se ha hecho en la página web de las organizaciones a partir de una búsqueda por palabra clave. Esta búsqueda ha incluido las palabras COVID, COVID-19, SARSCov2, coronavirus, pandemia, crisis sanitaria, cambio climático, crisis climática y calentamiento global. Como se aprecia en la figura 1, la gran mayoría de noticias fue publicada entre marzo y junio de 2020, con un ligero repunte en septiembre de 2020 que coincide con una segunda ola de incremento de los casos. Para más detalle sobre el número de noticias publicadas por cada ONG de forma mensual, véase la tabla 2 del anexo.

Figura 1.

Porcentaje de noticias sobre COVID-19 y cambio climático: ONG del G5

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Fuente: elaboración propia a partir de la información disponible en la web de las organizaciones del G5.

Esta recopilación de información ha permitido realizar un análisis de contenido temático, transformando sistemáticamente una gran cantidad de texto (en este caso todo el contenido de la noticia online, considerado como datos brutos) en un resumen conciso y organizado de los resultados clave. Utilizando el software de análisis de textos TLAB+[6], se ha creado un corpus conjunto con todas las noticias del G5 formado en total por 283 documentos (noticias) con 5188 palabras y 13085 lemas. Estos últimos son una etiqueta informática, que coincidirá generalmente con el lexema o raíz de las palabras, pero que no necesariamente han de ser equivalentes. La creación del corpus también segmenta la información en contextos (18269) y ocurrencias (213581).

Para identificar los temas más recurrentes respecto al cambio climático y la COVID-19 a lo largo del primer año de pandemia, se han utilizado dos técnicas de análisis: la primera es el topic modeling, basado en el análisis de temas emergentes. Se trata de una aproximación que aplica grupos de algoritmos a la minería de texto y al aprendizaje automático para descubrir temas dentro de cuerpos de texto no estructurados (‍Grün y Hornik, 2011). En nuestro caso, se han analizado 5150 contextos elementales y 2014 palabras claves para identificar los grupos de temas más recurrentes con la ayuda de TLAB+, que utiliza un modelo probabilístico generativo llamado Asignación Latente de Dirichlet (ALD o DLA). Los temas emergentes resultantes son cinco, como se explica en la siguiente sección. La segunda técnica consistió en un análisis de co-ocurrencia en relación al tema de la COVID-19 en las noticias. Este análisis resulta de un cálculo de las veces que dos o más unidades léxicas están presentes juntas en los mismos contextos elementales (CE). El contexto de las co-ocurrencias se realiza a partir de n-gramas (secuencias de «n» palabras clave dentro de cada contexto elemental).

TEMAS EMERGENTES ENTRE LA PANDEMIA Y EL CAMBIO CLIMÁTICO[Subir]

El análisis de topic modeling del corpus creado con las noticias del G5 muestra la existencia de cinco temas emergentes: a) biodiversidad; b) ciudad; c) combustibles fósiles; d) desarrollo, y e) Naciones Unidas. Las temáticas emergentes identifican grupos de palabras en los cuales un término co-ocurre con otros formando un conjunto que destaca dentro de todo el texto analizado. Lo primero que llama la atención es la dimensión puesta en los aspectos globales y locales de la pandemia, que a su vez son los temas que presentan una mayor relación probabilística con palabras compartidas. La dimensión global en las noticias de las ONG puede observarse en la temática emergente identificada como Naciones Unidas. El nombre de esta organización internacional, encargada de debatir problemas globales, se asociada con una alta probabilidad con palabras como derechos humanos, reconocer y Estados miembros (ver figura 2). De ello se desprende que el G5 relaciona la pandemia de la COVID-19 como un momento propicio para insistir en la esfera internacional en que el acceso a un medio ambiente sano debe ser entendido y reconocido como un derecho humano.

Figura 2.

Temáticas emergentes del G5 durante la pandemia: Probabilidad de coincidencia de Naciones Unidas con otras palabras

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Fuente: elaboración propia, a partir del topic modeling.

En una entrevista realizada al Dr. David Boyd —relator especial de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente— y publicada como noticia por SeoBirdlife, se puede leer lo siguiente: «Si el mundo puede movilizarse tan rápidamente para responder a la COVID-19, ¿por qué no puede hacerlo ante la amenaza que se avecina aún más grave del cambio climático?». Para Boyd, la discrepancia en la acción es una pequeña sorpresa y tiene sus raíces en la desigualdad. «La COVID-19 amenaza a todos, incluidas las personas ricas y poderosas del norte global», dice. «Por otro lado, los efectos del cambio climático los están sintiendo en este momento personas que no tienen mucha voz y están en lejos de las personas que gobiernan el mundo».

En esta temática también destaca el señalamiento de actores considerados como responsables de las políticas vinculadas al cambio climático, en particular la Unión Europea, pues la Comisión Europea aparece como etiqueta en este tema emergente, aunque con menor probabilidad. La temática Naciones Unidas y las etiquetas asociadas a ella permiten observar que el G5 ha asociado la pandemia a la dimensión global que comparte con el cambio climático, identificando y señalando a los responsables, así como las acciones que realizar (llamamiento o reconocer).

La segunda temática emergente es ciudad, que representa la dimensión local de la pandemia (ver figura 3). Las palabras con mayor probabilidad de ocurrencia son movilidad, eléctrico y precio, junto a palabras específicas como coche, vehículo, tren o calidad del aire. El cierre forzoso de todas las actividades y el confinamiento de las personas de un día para otro hacía evidente que se pueden tomar medidas más directas para reducir las emisiones de CO₂ en las ciudades, impulsando el uso de otras formas de transporte. Por ejemplo, en una noticia de mayo de 2020 titulada «Cinco formas de REinventar una ciudad mejor», en relación con la pandemia Greenpeace publicó:

Las estimaciones sugieren que las ciudades son responsables del 75 % de las emisiones globales de CO₂, siendo los principales contribuyentes el transporte y el uso de energía en los edificios. Las ciudades devoran tanta energía que son un verdadero «pozo» de consumo energético. Hacer nuestras ciudades más habitables y sostenibles incluye transformar la forma en que consumen energía de forma más eficiente, por ejemplo, mejorando el diseño de los espacios y edificios, y rehabilitando los existentes.

En otra noticia de septiembre de 2020 de WWF, la organización señala: «La pandemia ha impactado nuestra forma de vivir y ganarnos la vida, pero, a la vez, nos brinda un panorama de cómo se podrían ver nuestras ciudades bajo una nueva perspectiva». Al mismo tiempo, estas noticias sobre cómo la pandemia podría transformar las ciudades coinciden con la aparición de diversas plataformas y movilizaciones ciudadanas a las que estas ONG han dado apoyo, como Recuperem la ciutat[7]. Se podría inferir que la elección de temáticas tiene un sentido estratégico para las ONG, pues se conecta con otras estrategias de movilización como la protesta en temas paralelos (‍Pleyers, 2020).

Figura 3.

Temáticas emergentes del G5 durante la pandemia: probabilidad de coincidencia de Ciudad con otras palabras

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Fuente: elaboración propia a partir del topic modeling.

El tercer tema emergente es el desarrollo. Las palabras con mayor probabilidad de relación con esta temática son aquellas que hacen referencia a diferentes sectores económicos como el turismo, las infraestructuras, las energías renovables o con vivienda y urbanístico (ver figura 4). Se destaca también la aparición de palabras relacionadas con actores políticos (comunidades autónomas) y con la regulación (normativa). En conjunto, al hablar de desarrollo el G5 apunta a sectores económicos que pueden tener una gran incidencia en la reducción de gases de efecto invernadero como el suministro de energía o la producción industrial (construcción e infraestructuras entre otros). En una noticia de junio de 2020, Amigos de la Tierra señala:

Europa se encuentra en un momento clave en el que prepara el plan de recuperación económica tras la devastación producida por la COVID-19. Por ello es urgente asegurar que esa recuperación económica garantice que nuestra sociedad y comunidades locales sean más resilientes y más justas a largo plazo [...]. Esto significa garantizar una transición energética con emisiones cero neto reales mucho antes y en consonancia con la ciencia y proteger todas la inversiones de la UE a prueba de clima, para proteger a la población y al medio ambiente de los perores efectos del cambio climático.

Las comunidades locales hacen referencia a comunidades en materia de energía; de esta forma se busca convencer de la importancia de utilizar energías renovables y producidas a pequeña escala, en contraposición con el modelo actual de grandes empresas energéticas.

Figura 4.

Temáticas emergentes del G5 durante la pandemia: Probabilidad de coincidencia de desarrollo con otras palabras

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Fuente: elaboración propia a partir del topic modeling.

Tras estos temas, en términos de probabilidad de ocurrencia entre palabras, se encuentra la temática de los combustibles fósiles, considerados como la principal fuente de emisión de los gases de efecto invernadero[8]. Las palabras altamente asociadas con este tema son dinero público e invernadero, y las palabras específicas son destinar, rescate, recuperación económica y acuerdo de París (ver figura 5).

Aparecen, aunque con baja probabilidad de coincidencia, palabras relacionadas con actores políticos como Gobierno y UE, o palabras como reducción y compromiso. Se observa que las noticias de las ONG centradas en los combustibles fósiles enfatizan la preocupación por que las ayudas de los Gobiernos y de la UE se acaben dirigiendo a la industria de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas), en lugar de a fuentes de energía limpias. Ello se deriva de la asociación de palabras que también surgen en esta temática como rescate y destinar.

Figura 5.

Temáticas emergentes del G5 durante la pandemia: Probabilidad de coincidencia de combustibles fósiles con otras palabras

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Fuente: elaboración propia a partir del topic modeling.

Un ejemplo de esta temática se encuentra en una noticia de agosto de 2020 de Greenpeace:

Greenpeace defiende el papel del ferrocarril como alternativa sostenible para reducir un gran número de vuelos, puesto que un viajero en tren emite hasta 20 veces menos CO₂ que si viaja en avión. A la denuncia […] se suma la demanda de condiciones climáticas a los rescates de la aviación: hasta el momento, España ya ha ayudado con 1010 millones de euros a Iberia y Vueling mediante créditos ICO avalados por el Estado.

La última temática emergente es la biodiversidad, una de las preocupaciones clave de las ONG ecologistas, pues todas comparten como principio fundamental la protección de la biodiversidad. Las palabras claves con mayor probabilidad de aparecer son por este orden: recursos naturales, agrario, extinción prevenir y objetivos de desarrollo sostenible (ODS). Entre las palabras específicas relacionadas con la biodiversidad se encuentran términos como forestal, cultivo y seguridad alimentaria. Otras palabras asociadas con menor probabilidad de coincidencia son cambio climático, ecosistema o costa. En relación con las acciones, se observa un enmarcamiento que enfatiza el peligro (abandono y extinción) y pone el acento en sectores como la agroalimentación o el sector forestal (ver figura 6).

Figura 6.

Temáticas emergentes del G5 durante la pandemia: Probabilidad de coincidencia de biodiversidad con otras palabras

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Fuente: elaboración propia a partir del topic modeling.

Se observa también que durante la COVID-19, el G5 ha enfatizado el papel en el calentamiento climático no solo del sector energético, sino también de otros sectores económicos como la agricultura y la alimentación o el sector forestal. A nivel mundial, la Organización Mundial de la Agricultura y la Alimentación calcula que el 10 % de las emisiones de gases de efecto invernadero se deben a la actividad agrícola (‍FAO, 2020). En una noticia de septiembre de 2020, Ecologistas en Acción destaca claramente la relación entre la pandemia y la crisis climática:

Las pandemias y la crisis ambiental están relacionadas. El hacinamiento animal de la ganadería industrial y, especialmente, la pérdida de biodiversidad fomentan la aparición de nuevos virus que infectan a las personas. Además, el cambio climático puede derivar en que vectores de transmisión de enfermedades infecciosas (como los mosquitos) puedan ampliar su radio de acción. Mitigar la pérdida de biodiversidad y el cambio climático es la manera más eficaz de evitar futuras pandemias.

Si analizamos ahora por separado al G5, encontramos divergencias a la hora de aproximarse a la crisis sanitaria en sus noticias. Para explicar estas diferencias en términos de enmarcamiento, se ha hecho un análisis de co-ocurrencia de la palabra COVID-19 con otras palabras, resultando un cuadro de aquellas con mayor porcentaje de asociación, entre las que Ecologistas en Acción es la que muestra mayores porcentajes de asociación, seguida por este orden de WWFEspaña, SeoBirdlife, Greenpeace y Amigos de la Tierra. En general, sin embargo, dicho porcentaje es más bien bajo en todos los casos, lo que indica que en las noticias sobre cambio climático y la pandemia se hace mención a la COVID-19, pero no existe un elevado grado de co-ocurrencia con la mayoría de palabras que aparecen en el texto.

De acuerdo con lo esperado, cada ONG muestra un mayor nivel de co-ocurrencia con palabras que expresan sus preferencias, valores e identidad organizativa. Ecologistas en Acción relaciona la COVID-19 con temas o reivindicaciones políticas como el espacio público, la ley de puertos, la calidad del aire, la crisis económica y la justicia social (ver figura 7). No obstante, sorprende observar la falta de co-ocurrencia con actores o responsables políticos. Esto podría implicar que esta organización tiende a localizar e identificar conceptos abstractos que permiten interpretar el problema desde una determinada perspectiva, como justicia social; pero tiene menos tendencia a identificar a los actores responsables o que intervienen en la solución del problema.

Figura 7.

Ecologistas en Acción. Co-ocurrencia con la palabra COVID- 19

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Fuente: elaboración propia a partir del análisis de co-ocurrencias de las noticias de Ecologistas en Acción con la palabra COVID-19.

Figura 8.

WWF. Co-ocurrencia con la palabra COVID-19

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Fuente: elaboración propia a partir del análisis de co-ocurrencias de las noticias de WWF con la palabra COVID-19.

En las noticias de WWFEspaña hay una mayor co-ocurrencia con palabras asociadas directamente con la pandemia como crisis sanitaria o brotes, aparición, infectado, control, transmisión y protección (ver figura 8). No se observa una asociación importante con reivindicaciones o enmarcamientos políticos. En cambio, sí se muestra una propensión a relacionar la COVID-19 con residuos, plástico y sostenible. Destaca la atención prestada a las granjas y al visón. Además, una proporción significativa de las noticias de esta ONG protectora de las especies animales se centra en los contagios masivos y en el cierre de granjas de visón americano en toda Europa, así como a la denuncia de casos en España. En una noticia de diciembre de 2020, por ejemplo, señalaba:

Nuevas enfermedades zoonóticas, que pasan de los animales a los humanos, han surgido cada vez más en las últimas décadas. Estos incluyen el ébola, el SARS y, más recientemente, la COVID-19. Este aumento no deseado ha sido impulsado por la destrucción de bosques y otros hábitats naturales para destinarlos a la agricultura y desplazando a los animales salvajes de su hogar para comerciar o cultivar de manera intensiva, lo que produce mayores contactos entre la vida silvestre y personas. El sistema productivo de alimentas está detrás de gran parte de esta pérdida de biodiversidad.

Para esta organización, la COVID-19 se inscribe en el enmarcamiento sobre la pérdida de diversidad en la naturaleza y su asociación con riesgos y peligros para las personas, incluidos nuevos tipos de enfermedades o brotes pandémicos. En otras palabras, la actual pandemia se interpreta como un síntoma más de la crisis medioambiental que está llevando a la pérdida de diversidad en los ecosistemas.

La siguiente organización con mayor probabilidad de co-ocurrencia entre COVID-19 y las noticias publicadas durante el año de la pandemia es SEOBirdlife. Las noticias de esta organización tienen una mayor relación con palabras que implican una acción, de lo cual se puede inferir que las noticias van destinadas especialmente a movilizar a su audiencia con verbos como reflexionar, señalar, servir, cambiar y liberar. Otra palabra relacionada con acciones de movilización es manifiesto, por ejemplo, a favor de los productores de alimentos sostenibles. Al inicio de la pandemia, el G5 junto a otras organizaciones firmaron un manifiesto para apoyar a la pequeña y mediana agricultura, ganadería y pesca, argumentando que las medidas para detener la crisis sanitaria perjudican duramente a este sector en beneficio de las grandes superficies. Destaca, finalmente, que es el primer caso en el que aparece la asociación con recuperación y reconstrucción.

Figura 9.

SeoBirdlife. Co-ocurrencia con la palabra COVID- 19

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Fuente: elaboración propia a partir del análisis de co-ocurrencias de las noticias de SeoBirdlife con la palabra COVID-19.

El análisis de co-ocurrencia de Greenpeace muestra principalmente una asociación con palabras que señalan a actores políticos, en concreto a los Gobiernos europeos (ver figura 10). Su enmarcamiento, por lo tanto, busca identificar a los actores responsables. También aparecen verbos que pueden interpretarse como motivaciones para la movilización de los ciudadanos, como obligar, evidenciar, servir, agravar o aprovechar. Destaca que junto con SeoBirdlife es la única ONG que asocia COVID-19 con el debate actual sobre los fondos europeos de recuperación económica, con palabras como ayudas, aprovechar, recuperación y mundial.

Desde abril de 2020, la organización ha publicado diversas noticias sobre los planes de recuperación económica. Por ejemplo, en una de ellas señalaba:

El presidente […] anunció […] unos presupuestos de «reconstrucción social y económica». En la UE se está intentando […] generar un Plan Marshall […] que, confiemos, nos hagan salir de esta crisis sin las consecuencias nefastas para las personas y el medioambiente de crisis anteriores. Necesitamos respuestas globales y colectivas ante esta crisis sanitaria que, como ocurre con la climática, no tiene fronteras.

Figura 10.

Greenpeace. Co-ocurrencia con la palabra COVID- 19

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Fuente: elaboración propia a partir del análisis de co-ocurrencias de las noticias de Greenpeace con la palabra COVID-19.

Finalmente, la ONG Amigos de la Tierra muestra la menor proporción de co-ocurrencia con la palabra COVID-19. La primera palabra con la que muestra una asociación es estado de alarma, y no pandemia, enfermedad o crisis, lo que podría indicar una preferencia por enmarcar los problemas con argumentos políticos (ver figura 11). En el mismo sentido irían las co-ocurrencias con palabras de acción como cuidar y proteger, o términos como urgente, excusa y manifiesto que implica una acción de movilización política. Otros temas asociados se relacionan con sectores que tienen una incidencia en el cambio climático como plástico o ganadería industrial. Junto con SEOBirdlife, esta ONG asocia la pandemia a la crisis climática. Otras palabras relacionadas con este tema serían verde, proteger y planeta.

Figura 11.

Amigos de la Tierra. Co-ocurrencia con la palabra COVID- 19

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Fuente: elaboración propia a partir del análisis de co-ocurrencias de las noticias de Amigos de la Tierra con la palabra COVID-19.

CONCLUSIONES [Subir]

En este trabajo se ha examinado cuál ha sido la reacción de las ONG ecologistas a la pandemia mundial provocada por la COVID-19, tomando en cuenta hasta qué punto han creado un enmarcamiento sobre la pandemia en relación con el cambio climático. En concreto, se ha analizado el contenido textual de las noticias publicadas por las ONG ecologistas que forman el G5 en España, utilizando técnicas como el topic modeling y el análisis de co-ocurrencias. Los resultados confirman que las ONG al hablar de la pandemia lo han hecho a partir de sus preferencias y creencias. Las noticias que mencionan COVID-19 y cambio climático se centran en tres temas a priori transversales en los argumentos y discursos de las ONG ecologistas: biodiversidad, combustibles fósiles y desarrollo. No obstante, emergen dos temáticas con mayor probabilidad de asociación con la crisis del llamado coronavirus: Naciones Unidas y ciudad, lo cual puede interpretarse como la dimensión global y local de la pandemia.

La temática emergente de Naciones Unidas demuestra que la crisis de la COVID-19 ha representado una oportunidad para introducir en la agenda la necesidad de poner en marcha soluciones globales a los problemas. Por ejemplo, el cambio climático se enmarca como la necesidad de que el derecho a un ambiente sano sea introducido al marco maestro de los derechos humanos. La misma demanda se hace a nivel local; así, la temática sobre la ciudad se asocia de forma importante con la calidad del aire de las ciudades y por lo tanto con un medio ambiente sano. Sin embargo, a nivel local la temática hace un mayor énfasis en decisiones políticas de ámbito local como el uso del transporte o la generación de la energía. Las ONG realizan una lectura que interpreta la pandemia, en palabras de WWF como «el gran acelerador» que expone «las vulnerabilidades preexistentes de nuestras sociedades, desencadenando una terapia de choque en forma de fuertes restricciones e impulsando al cambio». En ese sentido, la crisis de la COVID-19 como un shock event ha propiciado una adaptación de los marcos o discursos utilizados por las ONG para enfatizar aquellas dimensiones del problema que consideran más relevantes para propiciar un cambio político (ver introducción a este número monográfico al respecto).

Por otra parte, al analizar individualmente a las organizaciones del G5 no se observan la existencia de patrones muy marcados, pero se pueden identificar dos tipos de comportamiento político: uno más ideológico que utiliza palabras como justicia social o estado de alarma, y otro de estrategia política que busca la movilización de los ciudadanos con palabras como reflexionar, proteger o manifiesto. En cuanto a la identificación de los actores, se observa una tendencia a señalar a actores europeos e internacionales más que a actores regionales o estatales. Sorprende que —a pesar de ser un tema que ha ocupado las portadas de los medios de comunicación, por su posible importancia en la ejecución de las políticas para mitigar el cambio climático—, el análisis de co-ocurrencia no destaca una asociación importante con las palabras reconstrucción o recuperación. En la co-ocurrencia con COVID-19, solo aparece en las noticias de SeoBirdlife y de Greenpeace. En sus textos manifiestan una clara oposición a que las ayudas y medidas económicas en el mundo post-COVID sean destinadas a empresas de energías de combustibles fósiles y, al mismo tiempo, hacen un llamado a centrar los esfuerzos en crear un nuevo modelo energético.

Es importante señalar que en el análisis temático de las noticias de las ONG no se observa una fuerte relación con políticas públicas específicas, ni en el análisis de temas emergentes ni en el análisis de co-ocurrencia. Por ejemplo, no están entre las asociaciones de palabras menciones a la ley de cambio climático y transición energética, que fue presentada por el Gobierno en 2020 y fue aprobada en mayo de 2021. El número de noticias dedicado a la legislación y normativa ha sido escaso o no ha tenido relación directa con la COVID-19. Ello podría deberse a que la audiencia natural de estas noticias son los miembros de estas organizaciones y no tienen un formato específico de informe o policy report. Sin embargo, analizando algunas noticias a título individual, sí se observa que la pandemia ha limitado otras acciones de movilización como las protestas; y también se sabe que se han llevado a cabo otras estrategias de movilización como las firmas o campañas mediáticas a favor de diversos manifiestos. Entre ellos se encuentra Recuperem la ciutat, que promueve un cambio de modelo en la movilidad y transporte de las ciudades. En suma, se aprecia un papel activo de las ONG del G5 en la creación de marcos de interpretación de los problemas, respondiendo a sus preferencias y creencias tal como nos señala la teoría del framing. Al mismo tiempo, las diferencias entre ellas al enfatizar las diferentes dimensiones de ambas crisis globales se corresponden con los rasgos organizativos como una importante variable explicativa del comportamiento y la estrategia de las ONG y, más en general, de los diversos tipos de grupos de interés.

Aunque sugerentes, estos resultados dejan fuera diversos aspectos que deberían ser tenidos en cuenta en futuras investigaciones. Se apunta a tendencias en los enmarcamientos de las crisis globales por parte de las ONG analizadas, pero es necesario incluir en el análisis a un mayor número de organizaciones y un periodo de análisis más extenso. Ello nos permitiría saber si las temáticas emergentes y las co-ocurrencias se sostienen cuando se incluye a ONG de menor tamaño, especializadas en un territorio más concreto o que no tienen el mismo acceso a las instituciones. También nos permitiría saber si existen diferencias en el enmarcamiento del cambio climático en ausencia de los efectos de la pandemia.

Por otra parte, el presente análisis no permite apreciar hasta qué punto existen enmarcamientos sobre la COVID-19 y el cambio climático que respondan a una lógica de competencia entre las ONG. Para profundizar en ello probablemente se tendría que recurrir a otras técnicas de investigación como las encuestas o las entrevistas a profundidad. Otros temas interesantes que surgen de estos primeros resultados y que deberían de ser tenidos en cuenta en futuro son las posibles en el enmarcamiento que realizan las ramas nacionales de las organizaciones internacionales aquí analizadas como Greenpeace o WWF, o las diferencias que pudiera haber con actores económicos, en particular con aquellos más relevantes en el tema del cambio climático como la energía y el transporte.

AGRADECIMIENTOS [Subir]

Esta publicación es parte del proyecto de I+D+i RTI2018-096950-A-I00, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación MCIN/ AEI/10.13039/501100011033/.

NOTAS[Subir]

[1]

En la emisión de gases de efecto invernadero la producción y consumo de energía son claves. De acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía, este sector representa dos tercios del total de los gases de efecto invernadero, por lo que existe un consenso entre la comunidad cientítica y el mundo ecologista de que los esfuerzos para reducir las emisiones y mitigar el cambio climático deben incluir al sector energético.

[2]

Para más información, ver: https://futureearth.org/networks/global-research-projects/gcp-global-carbon-project/.

[3]

Previamente a la publicación de su informe anual, la AIE señaló que, en gran parte como resultado de la crisis de COVID-19, se esperaba que las emisiones mundiales de CO₂ se redujeran en un 8 % en 2020, o casi 2,6 gigatoneladas, a los niveles de hace diez años. Esta reducción interanual sería la mayor de la historia, seis veces más que la anterior reducción récord de 0,4 Gt en 2009 —provocada por la crisis financiera mundial— y dos veces mayor que el total combinado de todas las reducciones anteriores desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

[4]

Entre las numerosas disposiciones, los países reconocieron en un artículo independiente «la importancia de evitar, minimizar y hacer frente a las pérdidas y los daños asociados a los efectos adversos del cambio climático, incluidos los fenómenos meteorológicos extremos y los fenómenos de aparición pausada» (CMNUCC, 2015). Este compromiso resolvió uno de los temas más controvertidos de la agenda de la Conferencia de París, al incluir tanto un artículo independiente como una decisión separada que excluye la responsabilidad y la compensación. Este resultado se consideró, en general, como una ganancia para el posicionamiento de las ONG.

[5]

Este grupo es llamado G5 o las Cinco Grandes.

[6]

Ver: https://www.tlab.it/.

[7]

Para consultar adhesiones, véase: https://www.recuperemlaciutat.com/.

[8]

Las fuentes naturales del dióxido de carbono incluyen plantas en descomposición y materia animal, incendios forestales naturales y volcanes. Las principales fuentes humanas de CO₂ proceden de la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas) y de la deforestación. Los científicos atribuyen la mayor parte de la concentración de CO₂ a estas fuentes procedentes de la acción humana.

Referencias[Subir]

[1] 

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[2] 

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[23] 

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[25] 

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[27] 

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[29] 

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[32] 

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ANEXO[Subir]

Tabla 1.

Socios y seguidores de las ONG del G5 2020-‍2021

ONG Número de socios de acuerdo con la memoria anual de 2020 Seguidores en Twitter
(octubre 2021)
Amigos de la Tierra No proporciona información 308.000
Ecologistas en Acción Más de 300 organizaciones confederadas (no publica número total de miembros individuales) 158.206
Greenpeace 130.000 612.599
Seobirdlife 18.359 107.430
WWFEspaña No proporciona información 183.417

Fuente: elaboración propia a partir de la información pública en la memoria anual de las organizaciones del GT y en su perfil de Twitter.

Tabla 2.

Noticias sobre COVID-19 y cambio climático entre enero y diciembre de 2020: ONG del G5

Mes 2020 Amigos de la Tierra Ecologistas
en Acción
Greenpeace SeoBirdlife WWFEspaña Total general Atención %
Enero 0,0 0,0 0,8 0,0 0,0 1 0,35
Febrero 0,0 0,0 0,0 0,0 2,4 1 0,35
Marzo 4,8 6,9 5,3 0,0 4,9 13 4,59
Abril 9,5 24,1 17,4 17,9 4,9 43 15,19
Mayo 19,0 24,1 17,4 17,9 7,3 48 16,96
Junio 7,1 20,7 13,6 17,9 19,5 42 14,84
Julio 14,3 6,9 10,6 10,3 9,8 30 10,60
Agosto 0,0 0,0 3,8 5,1 7,3 10 3,53
Septiembre 16,7 6,9 14,4 12,8 17,1 40 14,13
Octubre 19,0 6,9 3,8 5,1 9,8 21 7,42
Noviembre 7,1 0,0 6,8 5,1 7,3 17 6,01
Diciembre 2,4 3,4 6,1 7,7 9,8 17 6,01
Total general 42 29 132 39 41 283 100

Fuente: elaboración propia a partir de la información proporcionada por los buscadores de noticias de las páginas web de las organizaciones del G5.

Biografía[Subir]

[a]

Profesora agregada de Ciencia Política en la Universidad de Barcelona. Su investigación se centra en la política de los grupos de interés, los grupos de defensa de causas y sus estrategias de movilización. Es miembro del grupo de investigación «Calidad de la Democracia» (www.q-dem.com), cuyo objetivo es analizar la interrelación entre la agenda gubernamental, parlamentaria y mediática, así como la política de los grupos de interés.