RESUMEN

Este artículo analiza los mensajes de Twitter, en español e inglés, durante el desarrollo del último conflicto entre Armenia y Azerbaiyán por la región histórica de Nagorno Karabaj. Este conflicto, junto con las cuestiones de Abjasia y Osetia del Sur, supone una de las crisis más importantes del Cáucaso Sur. Para ello se han utilizado dos algoritmos diseñados para el procesamiento de grandes volúmenes de información, concretamente LDA (no supervisado) y SVM (supervisado). A partir de la teoría de encuadres se ha llegado a la conclusión de que ambas audiencias se posicionan mayoritariamente con la postura armenia. Asimismo, el artículo muestra cómo los mensajes ponen su foco en otros asuntos fuera de la propia guerra, como el papel de Turquía, la responsabilidad del Gobierno israelí en la venta de armamento al ejército de Azerbaiyán o la orientación religiosa de ambos países. Los resultados muestran cómo las explicaciones humanitarias son muy minoritarias entre ambas audiencias, ya que centran sus mensajes en elementos conflictivos. En definitiva, el presente trabajo intenta identificar no solo los elementos que envuelven el debate público en torno al conflicto, sino también subrayar el potencial de técnicas propias de la ciencia computacional en estudios de comunicación política.

Palabras clave: conflicto armado, algoritmos, redes sociales, comunicación política, Armenia, Azerbaiyán.

ABSTRACT

This article analyzes Twitter messages, in Spanish and English, during the development of the last conflict between Armenia and Azerbaijan over the historical Nagorno-Karabakh region. This conflict, along with the issues about Abkhazia and South Ossetia, is one of the most important crises in the South Caucasus. Two algorithms designed for processing large volumes of information have been used, namely LDA (unsupervised) and SVM (supervised). Based on the framing theory, a conclusion has been reached that both audiences are mostly positioned with the Armenian stance. The article also shows that the messages focus on other issues different from the war, such as Turkey’s role, the Israeli government’s responsibility for saling weapons to Azerbaijan’s army, or the religious orientation of both countries. The results show that humanitarian explanations are rarely used by both audiences whose messages are rather focused on conflicting elements. In short, this work does not only seek to identify the elements of the public debate around conflict but it also highlights the potential of computer science techniques in political communication studies.

Keywords: armed conflict, algorithms, social media, political communication, Armenia, Azerbaijan.

Cómo citar este artículo / Citation: Moreno-Mercado, J. M., García-Marín, J. y Luengo, O. G. (2022). Conflictos armados y la construcción de narrativas a través de Twitter. El caso de la guerra entre Armenia y Azerbaiyán. Revista Española de Ciencia Política, 59, 89-‍114. Doi: https://doi.org/10.21308/recp.59.04

SUMARIO
  1. RESUMEN
  2. ABSTRACT
  3. INTRODUCCIÓN Y MARCO TEÓRICO
  4. METODOLOGÍA
  5. ANÁLISIS Y RESULTADOS
  6. CONCLUSIONES
  7. NOTAS
  8. Referencias

INTRODUCCIÓN Y MARCO TEÓRICO[Subir]

La percepción de la opinión pública sobre las cuestiones internacionales es un aspecto ampliamente señalado en diversos informes y estudios sobre desinformación, comunicación estratégica y relaciones internacionales (‍Tomz et al. 2018; ‍Comisión Europea, 2018; ‍Torres-Soriano, 2020; ‍Koulas et al., 2021). Sin embargo, uno de los grandes retos de esta área de investigación es poder contar con herramientas sólidas accesibles que puedan aportar datos empíricos al respecto. Esta necesidad académica se hace más acuciante si consideramos que la opinión de expertos y medios de comunicación puede arrojar datos poco realistas. Un ejemplo bastante ilustrativo lo encontramos en la afirmación de Gift y Monten (‍2020: 8) en su estudio sobre las percepciones de la opinión pública norteamericana sobre la política exterior de su Gobierno: «Aunque todas las clases de expertos en política exterior subestiman significativamente cuánto apoya el público las acciones exteriores, los medios de comunicación están más desconectados que los expertos».

La progresiva irrupción de las tecnologías digitales ha ido perfilando el espacio mediante el cual los ciudadanos se informan, intercambian sus opiniones y discuten por aquellos asuntos que les afectan o interesan. Esta irrupción y expansión de los llamados social media (Facebook, Twitter, Instagram etc.) ha producido cambios normativos y teóricos dentro del concepto de esfera pública. Esta ha pasado de una concepción habermasiana, excesivamente encuadrada en la cultura de masas del siglo xx (‍Pecourt-Gracia, 2015), a un nuevo entorno mucho más volátil, con nuevos horizontes mucho más fragmentados y con una importancia extraordinaria de los medios digitales (‍Lara 2008; ‍Davis, 2019). We Are Social (‍2021) señala en su último informe que durante el año anterior los perfiles en redes sociales aumentaron un 13 % (490 millones de usuarios). Este cambio de paradigma ha provocado que algunos autores hablen abiertamente de una etapa de transición, denominada esfera post-pública (‍Schlesinger, 2020; ‍Sorice, 2020). Esta nueva esfera pública, ya transformada en esfera digital (‍Luengo et al., 2021) ha dividido a los académicos en dos bloques diferenciados: los optimistas (‍Berry et al., 2010; ‍Bruns, 2008), que ven en estas transformaciones nuevas posibilidades para afianzar los sistemas democráticos y el compromiso cívico, y los escépticos (‍Fuchs, 2017; ‍Pariser, 2011), más preocupados por la fragmentación y polarización que este nuevo espacio puede ocasionar.

Por supuesto, la percepción sobre los acontecimientos internacionales no ha escapado del actual debate sobre el papel de las redes sociales como vías de participación y debate ciudadano. Por un lado, porque hay autores que defienden que Internet abre la posibilidad de crear esferas públicas que aglutinen voces y temas que contrapesen los discursos dominantes (‍Clua et al., 2018). En este sentido, Elswah y Howard (‍2020) señalan, por ejemplo, que la democracia en Túnez tendrá poca viabilidad sin la penetración de plataformas como Facebook. Y, por otro lado, porque existen posturas no tan positivas que detectan altos grados de polarización (‍Freelon et al. 2015) que pudieran estar ligados a fenómenos como los filtros burbuja (filter bubbles) y las cámaras de resonancia (echo chambers). Esta polarización arroja datos significativos en algunas sociedades con escasos posicionamientos partidistas ante cuestiones de política exterior, pero ampliamente fragmentados por las posiciones de las élites políticas, como en el caso de Brasil (‍Raposo-de-Mello, 2019). En otras palabras, un ejemplo de indexación en la esfera digital.

La creciente y actual discusión científica al respecto obliga adoptar una actitud prudente a la hora de hablar de los posibles impactos, beneficios y desventajas. Ello es así especialmente porque algunos estudios demuestran que no existen relaciones significativas que verifiquen que una mayor participación lleve a un aumento de polarización (‍Serrano-Contreras et al. 2020) o, incluso, que la causa de la polarización esté en las propias redes sociales y en la comunicación en Internet (véase, por ejemplo, el reciente estudio de ‍Boxell et al., 2020). Empero, el análisis de redes sociales se ha mostrado como un medidor satisfactorio, aunque limitado, para los estudiosos sobre comunicación política y relaciones internacionales (‍Zeitzoff, 2015). Para reforzar esta afirmación se puede aludir al trabajo de Fisher (‍2020), en el que se concluye que los vínculos de grupos antisistema en Alemania, Reino Unido, Italia y Francia con Rusia influyen en el impacto sobre la positiva imagen de Vladimir Putin, pero tienen un efecto limitado en la preferencia de los ciudadanos europeos hacia Rusia, Estados Unidos y la OTAN. De ahí que «se trata de un debate abierto donde las valoraciones oscilan entre los que consideran que nos encontramos ante un nuevo hype pasajero y los que apuntan hacia un cambio de paradigma que afecta incluso a la viabilidad de los sistemas democráticos» (‍Torres-Soriano, 2019: IX).

En los últimos años se ha producido una gran cantidad de bibliografía en torno a la plataforma Twitter, aunque las referencias que señalan qué tipo de comunicación es la más eficaz todavía es escasa (‍Alvídrez y Franco-Rodríguez, 2016). En el caso de las crisis internacionales y los conflictos armados, la tecnificación de la guerra ha obligado a los diversos contendientes a sumergirse en las redes sociales para encontrar apoyos, justificar sus posiciones y ampliar su red de posibles voluntarios. En este sentido, cada vez es más frecuente y aceptado equiparar los efectos de las amenazas informativas a las amenazas militares convencionales (‍Hatuel-Radoshitzky y Yarchi, 2019), aunque hay que recordar que muchas de las teorías de comunicación-relaciones internacionales han sido más afirmadas que demostradas. Véase el caso del efecto CNN (‍Robinson, 1999; ‍Gilboa et al. 2016).

Las investigaciones al respecto pueden encuadrarse en dos grupos diferenciados. Por una parte, estudios que analizan Twitter y su potencial como herramienta de diplomacia pública de actores estatales y no estatales (‍Orhan, 2020; ‍Collins et al. 2019; ‍Yepsen, 2012). Por otra, trabajos que intentan hacer mediciones sobre la valoración que realiza la opinión pública en dicha plataforma ante sucesos internacionales (‍Roncallo-Dow et al., 2019; ‍Arbeláez-Linares y Matiz-Pulido, 2017). Este artículo se encuadra en la segunda categoría, aunque se plantea desde una perspectiva más metodológica-descriptiva que analítica; sobre todo, porque pretende conjugar técnicas propias del aprendizaje de máquina a través de algoritmos supervisados y no supervisados. A juicio de los investigadores este tipo de técnicas han sido escasamente utilizadas, aunque comúnmente señaladas, en estudios sobre política internacional. Realidad que ha dejado un campo de estudio por abordar y estudiar teniendo en cuenta que cada vez más los procesos comunicativos están siendo dictados algorítmicamente (‍Napoli, 2014). Además, nos encontramos en un proceso en el cual el estudio de la comunicación internacional está consolidándose como una disciplina muy a tener en cuenta en la explicación de fenómenos sociales (‍Manfredi-Sánchez, 2020).

Siguiendo a Campos-Domínguez (‍2017), los estudios centrados en el debate político existente en Twitter son los más abundantes en el campo de la comunicación política desde que se iniciaran en 2008. De ahí que cada vez sea más necesario la asunción de mecanismos que permitan realizar inferencias sobre ingentes cantidades de información inasumibles con las clásicas herramientas metodológicas. Para este estudio se asume la minería de texto como método eficaz para la extracción, cuantificación y clasificación de abundantes cantidades de información de diversos usuarios de Twitter en relación con el último conflicto entre Armenia y Azerbaiyán por la región de Nagorno Karabaj. «La idea emana de una traslación de datos cualitativos, en este caso palabras, a otros eminentemente cuantitativos» (‍Serrano-Contreras, 2020).

El 27 de septiembre de 2020 se produjeron importantes conflictos armados entre las fuerzas armadas de Armenia y Azerbaiyán que dieron paso a una escalada de enfrentamientos conocidos como la segunda guerra del Alto Karabaj. Meses antes, en julio de 2020, ambos países experimentaron una de las crisis diplomáticas más importantes de los últimos al darse varios intercambios de fuego de artillería a unas 185 millas de la región de Nagorno Karabaj (‍Welt y Bowen, 2021). La guerra entre armenios y azeríes finalizó tras 44 días de enfrentamientos, el 10 de noviembre de 2020, tras un acuerdo de alto el fuego anunciado televisivamente por Vladimir Putin y amparado por el Grupo de Minsk. Según los datos ofrecidos por ambos países, fallecieron 2425 soldados armenios, 2783 militares azeríes y, al menos, 143 civiles (BBC, 2020)[1]. La gran mayoría de trabajos que han abordado este conflicto desde las relaciones internacionales señalan la importancia que los actores exteriores tuvieron en el devenir del mismo y el reforzamiento diplomático de Rusia, Turquía e Irán en la región (‍Baldeón-González, 2021; ‍Khoshnood y Khoshnood, 2021; ‍Isachenko, 2020), especialmente por el tibio posicionamiento de la Administración Trump, más preocupada en asuntos internos debido las elecciones presidenciales (‍Zarifan, 2021). Todo ello, unido al papel secundario y, en ocasiones, marginal de la Unión Europea como actor relevante en el conflicto (‍Piernas-López, 2021). Y es que, como señalan Gamaghelyan y Rumyantsev (‍2021), la victoria militar del régimen de Aliyev no solo ha debilitado las posiciones de los mediadores y los constructores de paz, sino a los defensores de la democracia en el espacio postsoviético.

El fenómeno abordado presenta unas peculiaridades que deben ser señaladas. El conflicto de Nagorno Karabaj fue uno de los principales casos de estudio, junto con la guerra de Bosnia, que sirvieron como base a las teorías de Mary Kaldor (‍2001) sobre las nuevas guerras que han articulado las principales investigaciones sobre sociología de la guerra y conflictos internacionales. Más allá de la base teórica que aportó el estudio de este conflicto, las tensiones entre armenios y azeríes se han mantenido constantes desde la disolución de la Unión Soviética, siendo uno de los tres conflictos vigentes en el Cáucaso Sur junto con las cuestiones de Abjasia y Osetia del Sur. Además, en el caso del último enfrentamiento armado en 2020 no solo ha provocado una profunda crisis interna dentro de Armenia, sino que ha habido una reconfiguración del sistema de relaciones internacionales en toda la región del Cáucaso Sur (‍Mukhanov y Skakov, 2020).

Es cierto que la imagen mediática del conflicto ha dejado un corpus bibliográfico importante (‍Atanesyan, 2020; ‍Mamedkhanova, 2020; ‍Goltz, 2012), pero no contamos con investigaciones que muestren una medida del debate público que suscita. Cuestión de relevancia científica si tenemos en cuenta que las autoridades públicas armenias y azeríes aumentaron su actividad en redes sociales, como Facebook, para interactuar con las audiencias nacionales y extranjeras (‍Kopečný, 2021). Esta razón da sentido y justificación a la presente investigación si tenemos en cuenta de que se trata de un conflicto donde las potencias involucradas hasta la fecha no han querido desestabilizar una de las principales rutas de petróleo a Occidente (‍Martín-Alesso, 2019), con sociedades fuertemente autoritarias (‍Freedom House, 2020; The Economist, 2020) y escasamente digitalizadas (‍We Are Social, 2020a, ‍2020b). En relación con esta cuestión, los índices sobre democracia y libertad de expresión nos muestran una realidad muy restrictiva en ambos países. Armenia es clasificado como un país parcialmente libre por Freedom House y régimen híbrido por The Economist. Por su parte, Azerbaiyán es catalogado como no libre y régimen autoritario, respectivamente. Los datos de We Are Social muestran que ambas sociedades están escasamente conectadas. En Armenia la penetración de las redes sociales es del 51%, mientras que en Azerbaiyán es solo del 37 %.

En definitiva, este documento tiene una triple intención: primero, explorar los mensajes en Twitter, en castellano e inglés, durante uno de los momentos clave del conflicto, el tercer bombardeo a Stepanakert; segundo, reforzar las tesis que apuntan las enormes posibilidades y ventajas que otorga la ciencia de la computación en los estudios de comunicación política, y tercero, reflexionar sobre los posibles efectos que pueden producir los estudios que argumentan que nos encontramos ante una securitización[2] mediática de los conflictos armados. Tras la presente introducción, que ha servido también como marco teórico, se desarrollará la estrategia metodológica aplicada. Le sigue un cuarto epígrafe dedicado a resaltar los resultados más relevantes. Cierra este trabajo un último apartado dedicado a las conclusiones y discusión derivadas del análisis realizado.

METODOLOGÍA[Subir]

La pregunta de investigación a la que pretende responder este documento es: ¿cómo fue el debate público durante los días del tercer bombardeo a Stepanakert? La capital de la República de Artsaj sufrió diversos ataques, especialmente con drones, que ocasionaron severos daños a infraestructuras críticas, como la central eléctrica de la ciudad, que dejó de suministrar energía a la ciudad durante varios días (‍Tabakian, 2021). Para responder a esta cuestión se ha acudido a Twitter, plataforma considerada la más influyente e importante para consumir información en tiempo real (‍Chaves-Montero, 2018). Además, Twitter posee diversas APIS que permiten la extracción de contenido automatizado.

Como se ha mencionado anteriormente, el análisis automatizado de textos se ha consolidado como una medida adecuada para establecer postulados sólidos sobre diferentes cuestiones politológicas y sociológicas (‍Arcila-Calderón et al. 2020). A través del software Orange Data Mining bajo Phyton, se extrajeron los tweets para el análisis. Se utilizó la API Rest, que permite descargar los tweets publicados en cualquier lugar del mundo y en el idioma seleccionado para, posteriormente, aplicar los algoritmos pertinentes. Con el fin de realizar un estudio más ambicioso se descargaron todos los tweets en español e inglés que contuvieran los términos Armenia, Azerbaijan y Azerbaiyán. Tras eliminar aquellos tweets cuyo contenido fuera distinto al conflicto armado, la muestra final quedó conformada por 12 708 tweets, concretamente 6133 en inglés y 6575 en español, lo que supone un corpus bastante equilibrado. Debido a las limitaciones de la API utilizada por Orange (que permite extraer los datos hasta dos semanas atrás) y que dicho trabajo se realizó durante el desarrollo del conflicto, se decidió acotar el periodo de estudio desde el 3 de octubre al 5 de octubre de 2020. El periodo seleccionado responde a dos cuestiones fundamentales. Por un lado, el conflicto ya estaba suficientemente desarrollado como para obtener datos suficientes y, por otro, porque durante dichos días se produjeron acciones militares significativas como los bombardeos sobre Stepanakert y Shusha[3] o el anuncio por parte de las Fuerzas Armadas Armenias de ciertas retiradas en algunos frentes.

La aproximación metodológica se realizó bajo la premisa de la teoría de encuadres (‍Entman, 1993). Los encuadres suelen cumplir estas cuatro características: a) definen problemas; b) identifican las causas; c) proponen soluciones, y d) establecen juicios morales. A través del análisis de contenido —bajo las premisas clásicas de Krippendorff (‍1990)— se analizaron y clasificaron los tweets que componen la muestra. La localización de encuadres resultó sencilla, ya que al ser este un caso típico de política internacional, los debates y narrativas suelen asentarse bajo la definición del problema (‍Moreno-Mercado y García-Marín, 2020). En primer lugar, se realizó un análisis automatizado de los textos basado en el algoritmo no supervisado LDA (Latent Dirichlet Allocation) para identificar los principales topic models. Estos «son modelos matemáticos estocásticos debido a la existencia de incertidumbre al momento de formular respuestas o salidas de dichos modelos, es decir, esto implica que los resultados o salidas son probabilidades» (‍González et al. 2017).

Este método permite agrupar los tweets en determinados clústeres a partir de la asociación de palabras clave que representan el tema principal de cada grupo. El modelo LDA parte de la hipótesis de que la persona que escribe un documento (en este caso tweets) posee ciertos temas claves en la mente (‍Ostrowiski, 2015). El modelo gráficamente se plasma en una serie de cajas introducidas unas sobre las otras. «Las cajas son “placas” que representan réplicas. La placa exterior representa los documentos, mientras que la placa interior representa la elección repetida de temas y palabras dentro del documento» (‍Blei et al., 2003: 997).

A pesar de que el algoritmo LDA ya arroja resultados óptimos en el análisis de Twitter (‍García-Marín y Luengo, 2019), el presente texto pretende reforzar metodológicamente la investigación a través del uso de máquinas de soporte vectorial (SVM, en este caso un algoritmo supervisado) para determinar el peso de los encuadres detectados en la muestra (conflicto y drama humano). Ambos encuadres, cuya presencia queda abalada en el análisis LDA, coinciden con los marcos genéricos teorizados por Semetko y Valkenburg (‍2000). Igualmente, a juicio de los autores, permite aportar nuevos datos a las investigaciones que analizan el uso de encuadres durante el desarrollo de conflictos armados. En primer lugar, porque son dos encuadres clásicos presentes en todo tipo de enfrentamiento armado (‍Dimitrova et al. 2005). Y, en segundo lugar, porque suelen ser en la mayoría de los casos mutuamente excluyentes (‍García-Marín y Calatrava, 2018).

Una de las características del modelo LDA es que deben aplicarse a textos muy uniformes, lo que implica que hay que tomar cierta prudencia a la hora de establecer causalidades. Por este motivo deben utilizarse de manera exploratoria o descriptiva (objetivo de este trabajo). Gracias a las facilidades que otorga el algoritmo a la hora de reducir los términos y los tópicos se muestra muy pertinente aplicar el algoritmo supervisado SVM. Primero, porque la presunción de la existencia de encuadres ya viene justificada teóricamente por los resultados del LDA. Segundo, porque permite nivelar el peso de determinados discursos de manera más estructurada y uniforme.

El uso de las SVM, a pesar de que su origen se encuentra en la resolución de clasificaciones binarias, se ha extendido con éxito a otros campos y problemas, como regresiones, categorización de texto e hipertexto y procesamiento de lenguaje natural, entre otros (‍Carmona Suárez, 2014). No obstante, la finalidad de la técnica es la misma: utilizar un hiperplano o separador lineal en un espacio de alta multidimensionalidad que separe las categorías utilizadas. Sin embargo, la aplicación del SVM es sustancialmente diferente al ser una técnica supervisada; es decir, que los propios investigadores tienen que entrenar al algoritmo con una muestra de lo que quieren que localice. Muestra que ha sido de 900 tweets codificados por los autores (75 % entrenamiento, 25 % prueba). La función kernel utilizada ha sido sigmoide (c = 1,30). El resultado alcanzó un 99 % de fiabilidad y un 98 % AUC, lo que supone unos datos realmente excepcionales. Los datos son muy buenos seguramente porque la codificación ha sido mutuamente excluyente; es decir, la presencia de un encuadre excluía la del otro. En ambos casos los textos fueron tokenizados para no alterar el análisis. A través del preprocesamiento de texto se eliminaron los signos de puntuación (así como la ñ en los textos en español), las mayúsculas y los espacios en blanco, así como las stopwords.

Gráfico 1.

Diseño de la investigación

media/image1.jpg

Fuente: elaboración propia.

ANÁLISIS Y RESULTADOS[Subir]

El uso de discursos y narrativas agresivas ha sido comúnmente señalado como uno de los mayores escollos para la consecución de la paz entre Armenia y Azerbaiyán. Los análisis empíricos al respecto señalan que ni siquiera los relatos que han hecho hincapié en el sufrimiento común de los dos pueblos han ayudado a disminuir la imagen negativa que tienen las audiencias de ambas naciones (‍Garagozov, 2012). En este sentido, el estudio de este conflicto desde la plataforma Twitter se muestra muy pertinente. Por un lado, porque convergen narrativas internas y externas, lo que nos aporta una visión general-internacional hasta la fecha inexplorada. Y, por otro lado, por el enfrentamiento armado que comenzó en septiembre de 2020 y cuya magnitud ha vuelto a visibilizar el conflicto en los principales medios de comunicación del mundo.

Naturalmente, Twitter no ha sido una plataforma que haya quedado fuera de dicha tendencia. La tabla 1 muestra los resultados del análisis LDA de los tweets escritos en inglés. Este tipo de algoritmos se han consolidado como una técnica eficaz para detectar grupos latentes de palabras que describen temas existentes en un texto. Por defecto, el algoritmo otorga una gran multitud de posibilidades para agrupar los tópicos existentes (desde uno hasta doce). Por esta razón es fundamental que los investigadores decidan qué número de temas arrojan resultados más clarificadores y relevantes para la investigación. En este caso, el número se ha limitado a tres. Primero, un tema que parece hacer hincapié en el papel de Turquía en el conflicto, sus intereses en la región del Cáucaso Sur y su apoyo armamentístico a las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán. Segundo, un tema centrado en el enfrentamiento armado entre las dos partes que reclaman como propias el territorio, denominado Nagorno Karabaj por los azeríes y Artsaj pot los armenios. Y, tercero, un contenido más humano donde las bajas civiles y los objetivos militares se muestran como elementos narrativos principales.

Tabla 1.

Análisis LDA de los tweets en inglés

Prioridad Topic 1 Topic 2 Topic 3
1 #Turkey Armenia #Azerbaijan
2 Region Azerbaijan Civilian
3 Turkey Armenian #Armenia
4 Turkish Territories Azerbaijan
5 Azerbaijan Attack War
6 Armenia Land #StopAzerbaijaniAggression
7 #Azerbaijan Karabakh Target
8 Figth #StopArmenianAggression #Artasakh
9 #StopTurkey Missil Armenia
10 Call Say Forces

Fuente: elaboración propia.

El análisis LDA parece señalar que los términos giran en torno a la justificación y la atribución de responsabilidades de ambas partes (lo que concuerda con las teorías de encuadres y conflictos), tomando claramente partida por alguno de los actores implicados. Así lo señala la importancia de diversos hashtags como #StopTurkey, #StopArmenianAggression y #StopAzerbaijaniAggression. Sin embargo, el uso de términos hace intuir a primera vista que existe una predominancia de tweets que se muestran cercanos a las explicaciones armenias sobre el conflicto.

  • 1)Why is nothing done stop a longtime #US ally, #Turkey, from using American-made F-16 jets against ethnic #Armenians? #StopTurkey #ArtsakhStrong #ArmenianLivesMatter (@BasmadjianMane, 05-‍10-2020)[4].

  • 2)@NikolPashinyan Are you blind? There is no Turkey in Caucasus, there is only Azerbaijan. Open your eyes and stop lying and calling to the whole world!!! [5]#KarabakhisAzerbaijan #StopArmenianAggression #StopArmenianOccupation (@Narusya4, 05-‍10-2020).

  • 3)19 civilians killed, 80 wounded, over 2700 property and infrastructure damaged in #Artsakh from #Azerbaijan’i war crimes #StopAzerbaijaniAggression #StopAliyev #ArmeniaAgainstTerrorists (@meamoonchild, 05-‍10-2020)[6].

  • Un aspecto interesante que hay que resaltar es la relación de las narrativas oficiales y las narrativas públicas acerca del conflicto. Radnitz (‍2019) establece que los ciudadanos azeríes atribuyen mayoritariamente la culpa del conflicto a la Federación Rusa. En otras palabras, la opinión pública azerí ve en el comportamiento de Armenia una voluntad subyugada a los intereses geopolíticos rusos. Como es natural, a priori el LDA no confirma dicha hipótesis, aunque hay que advertir cierta prudencia a la hora de realizar afirmaciones contundentes. Primero, porque como se mencionó anteriormente la sociedad azerí está poco integrada en las plataformas digitales, como Twitter. Y segundo, porque la proliferación de mensajes provenientes de cuentas turcas (país con amplias tasas de digitalización) pueden alterar el análisis. Sin embargo, encontramos mensajes proazeríes que concuerdan con las explicaciones promovidas por el Gobierno de Aliyev y mensajes que apoyan la tesis de Radnitz.

  • 4)@drapr007 #Armenian #terrorists countinue targeting civilains in #Azerbaijan from inside #Armenia (not from occupied #Karabakh and 7 other districts). They want an excuse for #Russia and others to intervene if Azerbaijan targets them in Armenia. Watch this: https://t.co/wHdZhtNPXJ (@Tebrizli_Baybek, 05-‍10-2020)[7].

  • 5)#BREAKING #Armenia is trying to pull #Russia into war by attacking Azerbaijani territories, says #Azerbaijan’s president (@warsonthebrink, 05-‍10-2020)[8].

  • 6)@NikolPashinyan purposely attacking civil regions of Azerbaijan, to make Azerbaijan bomb Irəvan and other civil regions of Armenia to get help from Vladimir Putin. We’re not that stupid Nikki. Fight like a man (lol, it’s a joke) #KarabakhisAzerbajian #StopArmenianAgression (@green_slonik, 05-‍10-2020)[9].

Los mensajes de Twitter que se alinean con las posturas armenias se apoyan en cuatro elementos básicos: a) La identidad armenia de Artsaj como territorio histórico de la nación armenia; b) la retórica y el recuerdo del genocidio armenio y su posible repetición ante la agresión azerí a Stepanakert y las localidades limítrofes; c) la voluntad expansiva de Turquía y la amenaza que supone Erdogán para la región y Europa, y d) un último elemento, que a juicio de los investigadores resulta pertinente: la responsabilidad del Gobierno israelí como uno de los principales proveedores militares de Azerbaiyán.

  • 7)@lvstberry nagorno karabakh was majority Armenian *before* it was handed to Azerbaijan by the Soviets. Please do more research. (@babkabaklava, 05-‍10-2020).

  • 8)@antonioguterres why isn’t the UN condemning Turkey and Azerbaijan from hiring and bribing Syrian terrorists to attack #Artsakh and #Armenia. They are attempting to finish the Genocide and annihilate the Armenians. Isn’t this what UN is supposed to stop? (@MarinaManoukian, 05-‍10-2020).

  • 9)@shaileshraibhil @HSajwanization World war three has commenced from #Artsakh. Erdogan is trying his luck everywhere. Syria Lybia Greece Cyprus —now ARMENIA and then Jerusalem— that man can’t sleep without dreaming of distractions and killing people (@GriggsLill, 05-‍10-2020).

  • 10)@haaretzcom @algalitsky Thank you for this article. #Israel must end its shipments of arms to Azerbaijan TODAY. The #Armenians are facing an existential threat and you know it. #NeverAgain right? (@ahairabe, 05-‍10-2020).

En el caso del análisis LDA de tweets en español, los resultados han arrojado datos similares al tratamiento de textos en inglés. Tras realizar diversas comprobaciones sobre el número más adecuado de temas, los investigadores se han decantado por limitarlos a tres. Su justificación la encontramos en no extender demasiado los grupos latentes de términos que, aun pudiendo existir pequeñas diferencias, no aportan datos relevantes para la investigación. Los resultados obtenidos pueden encuadrarse en dos grandes bloques. Por un lado, tweets que simplemente relatan y amplifican acontecimientos publicados en medios de comunicación. Por otro, explicaciones, al igual que en el caso de los tweets en inglés, centradas en el conflicto, las bajas civiles y el rol de las potencias regionales. No es de extrañar la importancia del primer bloque, ya que el conflicto de Nagorno Karabaj es un conflicto geográficamente alejado de las regiones hispanohablantes (tanto España como América Latina), pudiendo asumirse que es un conflicto desconocido para estas audiencias. Otra diferencia importante, que a la vez muestra una menor polarización, es que entre los grupos de términos de los topics no se encuentran hashtags claramente posicionadores. Predomina aquellos que a simple vista pueden calificarse como neutros (#Armenia y #Azerbaiyán).

Tabla 2.

Análisis LDA de los tweets en castellano

Prioridad Topic 1 Topic 2 Topic 3
1 Armenia Armenia Paz
2 #Armenia Azerbaiyán Ciudad
3 Parte Karabaj Pueblo
4 Azerbaiyán Conflicto Misil
5 Soldados Nagorno Militar
6 Guerra Ataque Tierra
7 #Azerbaiyán Parte Necesita
8 Artsaj Azeríes Destruyen
9 Turquía Guerra Derriban
10 Azeríes Civil Bombardeo

Fuente: elaboración propia.

Los dos primeros temas hacen referencia a las características del conflicto, tanto en su dimensión internacional como interna. Una muestra de ello es los tweets que hacen referencia a acontecimientos concretos, como bombardeos sobre diversos objetivos o las reivindicaciones históricas de cada nación. Al igual que en el caso anterior, se transmite una imagen negativa de Turquía, excesivamente expansionista y contraria a los intereses europeos. Empero, se detecta una cierta prudencia al tratar el papel de Rusia, probablemente por su fuerte apuesta en otros conflictos, como el de Siria. El tercer tópico muestra el componente humanitario del conflicto y la necesidad de poner fin a los enfrentamientos mediante un acuerdo de paz.

  • 11)Curioso: la comunidad internacional es incapaz de detener el conflicto entre #Azerbaiyan y #NagornoKarabakh #Armenia. ¿No hay verdadera voluntad para ello? ¿Interesa más la violencia que la #paz? (@cesegusc, 05-‍10-2020).

  • 12)#ÚtimaHora La capital del Alto Karabaj, Stepanakert, fue sacudida la mañana de este domingo por bombardeos azeríes. Guerra en #ElCáucaso (@DperezVlc, 05-‍10-2020).

  • 13)No es cuestión de defender a Armenia, o Turquía y Azerbaiyán. Se trata de defender los derechos humanos o permitir otro genocidio. Se trata de estar al lado de una democracia o prestar apoyo a una dictadura. Se trata de defender la vida de los civiles armenios. (@sarkishakobyan, 04-‍10-2020).

  • 14)@ValentiEsteban Lo que pasa que Azerbaiyán es apoyada por Turquía y Turquía es miembro de la OTAN, no se puede ir en contra de un Aliado de Occidente. Por otro lado Rusia apoya a Armenia y los rusos también son una dictadura (@moraes3036, 04-‍10-2020).

  • 15)#FANTINOALATARDE nadie habla de la guerra entre Armenia y Azerbaiyán!!!!! Mucha gente está muriendo y nadie se acuerda del pueblo Armenio!!! (@KurzFlorencia, 05-‍10-2020).

  • Un elemento que debe ser señalado es la variable religiosa como factor explicativo del conflicto. La existencia de estos mensajes sugiere el escaso conocimiento de la opinión pública hispanohablante que necesita de otras variables que le permitan poder definir la problemática entre armenios y azeríes. Prueba de ello son los tweets que se posicionan a favor de Armenia haciendo alusión al carácter cristiano y occidental del país caucásico (cristianismo/islam, Occidente/Oriente). El hecho de conceptualizar el conflicto como un enfrentamiento religioso es un fenómeno que fue canalizado por diferentes medios de comunicación occidentales (‍ReL, 2020; ‍Higgins, 2020).

  • 16)@laderechamedios Los países con raíces cristianas deberían apoyar a Armenia, aunque nadie quiere enfrentarse a Turquía ( @gonzabostero, 05-‍10-2020).

  • 17)Hay que apoyar a Armenia en todo lo posible. Un pueblo cristiano pacifico que está sufriendo, de nuevo, un intento de exterminio por parte de los musulmanes extremistas. Azerbaiyán y Turquía deben ser condenados internacionalmente y expulsados de todo tratado con occidente (@GabSartori98, 04-‍10-2020).

  • 18)@Narek56603270 Hay que hacer algo bueno en internet. La gente sabe muy poco sobre Armenia. Nuestra civilización tiene que vencer a los terroristas islamicos! (@Yareck90363889, 04-‍10-2020).

Como se ha mencionado anteriormente, no se observan elementos polarizadores en los textos en español. Las cuentas de Twitter hispanohablantes que se posicionan lo hacen mayoritariamente a favor de la postura armenia. No obstante, se puede establecer que entre las cuentas de Twitter que usan el español no se posicionan masivamente hacia ninguno de los países en disputa. En este sentido, el uso de hashtags en las cuentas que utilizan el español no llega al 30 %, mientras que en las cuentas que utilizan el inglés es del 52 %. El uso de estas etiquetas es muy clarificador, ya que sirve como nexo de unión entre posturas políticas compartidas y permite claramente lanzar temas concretos al debate público en Twitter hacia otros usuarios, facilitando las búsquedas. En otras palabras, es un elemento clave para la propagación de mensajes y explicaciones concretas. La tabla 3 muestra el peso de los hashtags (partidistas) más utilizados en ambos idiomas. Se observa una clara predominancia de etiquetas que apoyan la causa armenia (en inglés los hashtags proarmenios superan en diez puntos a los pro-azeríes), aunque los resultados en español indican que el conflicto de Nagorno Karabaj no presenta grupos diferenciados relevantes. Un ejemplo es los escasos resultados que muestra la tabla, el uso de etiquetas en inglés (exportadas) y la falta de hashtags escritos en español.

Tabla 3.

Peso de los principales hashtags en la muestra

Hashtags de tweets inglés
Hashtags pro-Armenia n % Hashtags pro-Azerbaiyán n %
#StopAzerbaijaniAggression 506 8,25 #StopArmenianAggression 388 6,32
#StopTurkey 386 6,29 #StopArmenianOccupation 142 2,31
#StopAliyev 159 2,59 #KarabakhisAzerbaijan 489 7,97
#Artsakh 938 15,29 #AzerbaijanisnotAlone 16 0,26
#StopErdogan 113 1,84 #JusticeforAzerbaiyan 13 0,21
Total 2102 34,26 1,048 17,08
Hashtags de tweets en castellano
#StopAzerbaijaniAggression 98 1,49 #StopArmenianAggression 89 1,35
#StopAzerbaijan 131 1,99 #KarabakhisAzerbaijan 55 0,83
#Artsaj 75 1,14 #StopArmenianOccupation 16 0,24
#StopAliyev 86 1,30 #AzerbaijanisnotAlone 4 0,06
Total 390 5,93 164 2,49

Fuente: elaboración propia.

Como se ha podido ver, en las cuentas de Twitter en español e inglés se ha utilizado un lenguaje similar. Independientemente de la toma de posturas de las cuentas se observa una necesidad de definir cuál es la problemática del conflicto y sus responsables (ellos/nosotros, buenos/malos). El uso de los términos concuerda con las teorías clásicas de encuadres y las características propuestas por Entman (‍1993). No obstante, era de esperar que los usuarios empleasen mayoritariamente la definición del problema para encuadrar la guerra entre armenios y azeríes. Sobre todo, por la falta de contacto y experiencia con el fenómeno y los escasos reporteros europeos que se encuentran sobre el terreno. No obstante, ¿en qué medida las cuentas en español e inglés utilizan términos similares? Para responder a esta pregunta se ha realizado un análisis de frecuencias descriptivo plasmado en la tabla 4.

Tabla 4.

Los treinta términos más utilizados en los tweets analizados

Término (inglés) Frecuencia global % global Término (español) Frecuencia global % global
Azerbaijan 2942 47,96 Armenia 5285 80,38
Armenia 2818 45,98 Azerbaiyán 3060 46,53
#Azerbaijan 1419 23,13 Parte 1118 17,00
#Armenia 1290 21,03 A 929 14,12
Civilian 1034 16,85 #Armenia 923 14,03
War 927 15,11 Karabaj 841 12,79
Attack 707 11,52 Conflicto 790 12,01
Turkey 684 11,15 Más 741 11,26
#Artsakh 650 10,59 Nagorno 630 9,58
A 640 10,43 Com 604 9,18
Cities 558 9,09 Contra 598 9,09
#Turkey 551 8,98 Turquía 587 8,92
Territories 547 8,91 Si 557 8,47
Fight 517 8,42 M 517 7,86
Region 517 8,42 #Azerbaiyan 493 7,49
People 477 7,77 Apoyo 470 7,14
#StopAzerbaijaniAggression 477 7,77 Pérdida 468 7,11
Intern 476 7,76 Todo 461 7,01
Support 474 7,72 Ataque 434 6,60
Target 439 7,15 País 430 6,53
Conflict 415 6,76 Civil 427 6,49
Countries 413 6,73 Tienen 410 6,23
Peace 412 6,71 Hace 406 6,17
Land 412 6,71 Ataca 400 6,08
#KarabakhIsAzerbaijan 396 6,45 Ciudad 389 5,91
Artsakh 391 6,37 Z 379 5,76
Azerbaijani 386 6,29 Territorio 336 5,11
Turkish 383 6,24 Rusia 335 5,09
Missil 380 6,19 Fuerza 331 5,03
Help 380 6,19 Fuego 229 3,48

Fuente: elaboración propia.

La mayoría de cuentas utilizan términos similares, aunque hay pequeñas diferencias reseñables. Como se muestra en la tabla, los términos Azerbaiyán y Armenia son utilizados de manera igualitaria en los tweets en inglés, mientras que en español las diferencias superan los treinta puntos. Este predominio de la presencia de Armenia en los tweets españoles invita a pensar que los mensajes proarmenios cuentan con una recepción entre el público hispanohablante aplastante en comparación con los mensajes proazeríes, a pesar del poco peso que puedan tener los hashtags (las palabras y hashtags en esta tabla son los que se han utilizado al menos una vez). Todo ello sugiere lo mencionado anteriormente en el análisis LDA. Los tweets españoles sobre Armenia están utilizando otras consideraciones que trascienden el conflicto, lo que nos lleva a la pregunta de si el público hispanohablante tiene una imagen más distorsionada de este fenómeno. Incluso, se podrían considerar otras explicaciones, como las estrategias comunicativas de la diáspora armenia, que engloba una población mayor que la que vive en Armenia. Un ejemplo es la considerable influencia que ejerce la comunidad armenia en Estados Unidos hacia el resto de la diáspora ante cuestiones como el reconocimiento del genocidio armenio y las políticas exteriores hacia Azerbaiyán (‍Machowska, 2020). Esta cuestión, a juicio de los investigadores, resulta significativa, ya que los líderes armenios y azeríes han utilizado los conceptos de víctima y genocidio para deslegitimar las aspiraciones políticas del contrario (‍De Andrade-Carvalho, 2021).

Otra diferencia reseñable es la inexistencia de Rusia entre los treinta términos más utilizados en los tweets en inglés. No obstante, en los tweets en castellano ocupa una posición discreta, con un resultado del 5,09 %. Un aspecto comúnmente señalado es que el Gobierno de Putin no desea implicarse en un conflicto militar donde Turquía se ha posicionado claramente. De hecho, los medios afines al Gobierno ruso resaltan los esfuerzos del Kremlin por dar una salida pacífica al conflicto con el apoyo de otros países, como Francia y Estados Unidos (‍Sputnik, 2020; ‍RT, 2020). Como señala Askerov (‍2020), Rusia (como actor encubierto) y otros actores, con importantes diásporas armenias que influyen en el proceso de mediación (como EE. UU. y Francia), han tratado de imponer un alto el fuego sin cambiar significativamente la situación.

Finalmente, se ha intentado responder a la siguiente cuestión: ¿qué explicaciones están copando el debate público sobre el conflicto? En otras palabras, ¿qué peso están teniendo los diferentes encuadres? Para ello se ha aplicado el algoritmo SVM en dos encuadres genéricos sobre conflictos armados: conflicto y drama humano. La presencia de estos encuadres ha sido ampliamente demostrada en estudios sobre medios de comunicación y son la columna vertebral de las investigaciones sobre framing (‍Semetko y Valkenburg, 2020). Además, el análisis LDA puede ser una muestra de la presencia de dichos encuadres. El análisis de encuadres con SVM tiene la finalidad de dar robustez al presente estudio y sirve de elemento confirmatorio. Además, consideramos que es muy pertinente para intentar arrojar algún aporte empírico sobre los posibles efectos que puede tener la progresiva securitización mediática de los conflictos bélicos. La tabla 5 muestra los resultados obtenidos al respecto.

Tabla 5.

Encuadres en Twitter

Encuadres Resultados (SVM)
n %
Conflicto (español) 5171 78,66
Drama humano (español) 1403 21,34
Conflicto (inglés) 4705 76,72
Drama humano (inglés) 1428 23,28

Fuente: elaboración propia.

La clasificación arroja datos contundentes. El encuadre conflicto es claramente predominante en los tweets en ambos idiomas (78,66 % en español y 76,72 % en inglés, sorprendentemente similar), mientras que las explicaciones humanitarias quedan muy relegadas. El análisis SVM permite demostrar que los usuarios definen el problema de la guerra principalmente desde los propios elementos que envuelven el conflicto. Como se ha visto anteriormente, podemos hablar de diversos issues, pero todos tienen algo en común; pertenecen al mismo encuadre. Más allá de las diversas temáticas, diferencias y similitudes entre ambos bloques de textos lingüísticos, a nuestro juicio estos resultados invitan a pensar que existe una cierta deshumanización del conflicto. Las explicaciones que se centran en el sufrimiento de la población armenia y azerí arrojan resultados muy pobres que no llegan, en ambos casos, ni al 30 % de los mensajes producidos. Resulta pertinente señalar esta cuestión aun cuando podemos considerar que el conflicto todavía estaba en proceso de alta noticiabilidad. Aunque, también puede ser un efecto de la falta de periodistas en el terreno. Esta fortaleza del encuadre conflicto invita a pensar que los procesos de securitización mediática están empezando a tener un impacto considerable en la opinión pública. Más allá de los mensajes puramente propagandísticos, consideramos estos resultados novedosos, ya que los encuadres de seguridad son tratados clásicamente como ramificaciones del encuadre conflicto, aunque ya existen textos que defienden su presencia como un encuadre genérico (‍Moreno-Mercado, 2020).

CONCLUSIONES[Subir]

Una de las premisas clásicas sobre opinión pública y relaciones internacionales es que las audiencias están poco interesadas o considerablemente desinformadas en cuestiones sobre política exterior (‍Berry, 1990). De hecho, una de las claves de la desinformación en política internacional, según Baumann (‍2020: 303), son los discursos antagónicos que difuminan el valor objetivo, siendo cada vez menos natural discernir entre correcto/incorrecto y verdadero/falso. Más allá de las estrategias comunicativas y los mecanismos de desinformación, el presente texto demuestra que los mensajes en Twitter acerca del conflicto en Nagorno Karabaj se circunscriben a elementos muy acotados a lo conflictivo y paradójico. El análisis de grupos de tweets agrupados en español e inglés ha dejado al descubierto ciertas pistas que dejan entrever la falta de información de las audiencias y la lucha por crear agendas externas al propio conflicto, pero intrínsecamente relacionadas. Por citar algunas, el especial hincapié de poner sobre el foco público el papel de Israel en la venta de armas a Azerbaiyán o la interpelación de la identidad cristiana de Armenia, simplificando el conflicto a una cuestión religiosa.

Otro rasgo característico de los estudios sobre opinión pública y relaciones internacionales es la falta de experiencia real en la práctica de los procesos de toma de información y los análisis excesivamente nacionales provenientes de la academia anglosajona. Michavila señala: «La principal conclusión sobre el estado de la investigación [en dicho campo] se puede resumir en que cada vez hay más información disponible sobre lo que piensan los ciudadanos de forma agregada, pero apenas se sabe sobre la motivación de tales opiniones» (‍2011: 38). El auge de las neurociencias (‍Luengo, 2016) y las técnicas propias de la ciencia computacional en el campo de la comunicación política han permitido, a nuestro juicio, romper con ciertos moldes acoplados en las ciencias sociales.

En cuanto a la pregunta de investigación, podemos concluir que ambas opiniones públicas presentan un posicionamiento más favorable a los planteamientos armenios, sobre todo en el caso de los usuarios que utilizan el español. ¿Quiere decir, por tanto, que los usuarios de Twitter tienen una posición clara ante el conflicto? A nuestro juicio, la respuesta es afirmativa, aunque se debe matizar que tales posicionamientos no significan que dichas audiencias estén debidamente informadas sobre la realidad armenia-azerí. La justificación la encontramos en el poco peso que tienen en la muestra el uso de hashtags y etiquetas (pudiendo constituir un ejemplo de refuerzo partidista) y la inclusión de otras temáticas más centradas en actores externos (islam, Turquía, cristianismo, entre otras) que en los contendientes. Además, el peso predominante del encuadre conflicto nos induce a pensar que los procesos de securitización mediática están teniendo efectos deshumanizadores (‍Steuter y Wills, 2009; ‍Hamas-Elmasry y el-Nawawy, 2020), donde el sufrimiento humano de las poblaciones en conflicto queda en un segundo plano narrativo. Elementos propios del llamado war journalism, que entre otras categorías se caracteriza por la omisión de aspectos más relacionados con la dimensión humana (‍Shinar, 2007). Sería recomendable investigar, no obstante, si este fenómeno se debe a la ausencia de corresponsales y, por lo tanto, de imágenes sobre el propio conflicto; quizá la no existencia de imágenes sobre las víctimas propicie el recurso a encuadres diferentes del de drama humano.

También deben ser señaladas otras futuras líneas de investigación que deja abiertas este trabajo. Los resultados obtenidos pueden sugerir que las estrategias comunicativas de la diáspora armenia pueden estar teniendo efectos significativos en las audiencias (especialmente en España y América Latina). Además, la casi inexistencia del papel de Rusia en los tweets analizados nos lleva a preguntarnos si desde el Kremlin se están utilizando bots y otras técnicas de desinformación que alejen del foco público al Gobierno ruso, que ya se ha mostrado reacio a intervenir militarmente en el conflicto, especialmente en una región donde Rusia ha sido un actor muy activo en la detención de megaproyectos internacionales (‍Modebadze, 2021). La utilidad de bots por parte del Gobierno de Vladimir Putin ya ha sido demostrada empíricamente con resultados óptimos (‍Sanagovich, 2017). A pesar de no estar entre los objetivos de la investigación analizar el uso de bots en redes sociales, consideramos que es una línea de investigación abierta que podría arrojar datos significativos en futuros trabajos.

Por supuesto, no hay que olvidar que las sucesivas derivas del propio conflicto pueden alterar el comportamiento de los usuarios de Twitter. Según las estimaciones de Ruíz González (‍2020): «Puede que se inicie una década de relativa calma en la zona, con Azerbaiyán satisfecha de su victoria, Armenia conforme con haber minimizado su derrota, Rusia y Turquía como mediadores principales del conflicto y Occidente excluido por completo de la región». Aunque la derrota militar armenia ha dejado un sentimiento de trauma colectivo y una vuelta a las narrativas victimizadoras de antes de 1994 que dejan un futuro político difícilmente predecible (‍Koutras, 2021). Sin embargo, los hallazgos de este trabajo apuntan a lo señalado anteriormente: la inexistencia de contacto directo con el fenómeno de los conflictos armados provoca audiencias ampliamente sensibles a la desinformación y con menos recursos para bloquear encuadres. Los conflictos y sus entresijos pueden variar, pero los discursos antagónicos que los envuelven parecen ser un caldo de cultivo perfecto para el establecimiento de agendas.

NOTAS[Subir]

[1]

BBC. 2020. «Nagorno-Karabakh Conflict Killed 5,000 soldiers». Disponible en: https://www.bbc.com/news/world-europe-55174211.

[2]

Este término no existe en castellano como tal; es una traducción del inglés securitzation.

[3]

Amnistía Internacional llegó a denunciar que se utilizaron armas prohibidas, como bombas de racimo. Consultar: https://cutt.ly/NKcOMB3.

[4]

«¿Por qué no se ha hecho nada que impida que un aliado de EE. UU. y Turquía use aviones F-16 de fabricación estadounidense contra armenios étnicos?» (traducción propia del original en inglés).

[5]

«¿Estás ciego? ¡No está Turquía en el Cáucaso, solo Azerbaiyán. Abre los ojos y deja de mentir y llama al mundo entero!» (traducción propia del original en inglés).

[6]

«19 muertos, 80 heridos, más de 2700 propiedades e infraestructuras dañados por crímenes de guerra azeríes» (traducción propia del original en inglés).

[7]

«Los terroristas armenios continúan atacando a la población civil en Azerbaiyán desde dentro de Armenia (no desde el Karabaj ocupado y otros 7 distritos). Quieren una excusa para que Rusia y otros intervengan si Azerbaiyán les ataca» (traducción propia del original en inglés).

[8]

«Armenia está tratando de llevar a Rusia a la guerra atacando territorios azeríes, dice el presidente de Azerbaiyán» (traducción propia del original en inglés).

[9]

«@NikolPashinyan atacando deliberadamente regiones civiles de Azerbaiyán, para hacer que Azerbaiyán bombardee Ereván y otras regiones civiles de Armenia para obtener ayuda de Vladimir Putin. No somos tan estúpidos Nikki. Pelea como un hombre (lol, es una broma)» (traducción propia del original en inglés).

Referencias[Subir]

[1] 

Alvídrez, Salvador y Oziel Franco-Rodríguez. 2016. «Powerful Communication Style on Twitter: Effects on Credibility and Civic Participation», Comunicar: Revista Científica de Comunicación y Educación, 47: 87-‍97. Disponible en: https://doi.org/10.3916/C47-2016-09.

[2] 

Arbeláez-Linares, María Paula y Laura Sofía Matiz-Pulido. 2017. Comportamiento de influenciadores y opinión pública en Twitter: el caso de #AylanKurdi y #OmranDaqneesh en 2016. Bogotá: Universidad de La Sabana.

[3] 

Arcila-Calderón, Carlos, David Blanco-Herrero y María Belén Valdez-Apolo. 2020. «Rechazo y discurso de odio en Twitter: análisis de contenido de los tuits sobre migrantes y refugiados en español», Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 172: 21-‍40. Disponible en: http://dx.doi.org/10.5477/cis/reis.172.21.

[4] 

Askerov, Ali. 2020. «The Nagorno Karabakh Conflict. The Beginning of the Soviet End», en Ali Askerov, Stefan Brooks y Lasha Tchantouridzé (eds.), Post-Soviet Conflicts: The Thirty Years’ Crisis. Nueva York: Lexington Books.

[5] 

Atanesyan, Arthur. 2020. «Media Framing on Armed Conflicts: Limits of Peace Journalism on the Nagorno-Karabakh Conflict», Journal of Intervention and Statebuilding, 14 (4): 534-‍550. Disponible en: https://doi.org/10.1080/17502977.2020.1780018.

[6] 

Baldeón-González, María. 2021. «Rusia y Turquía en Nagorno-Karabaj, entre la militarización y la diplomacia», Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos, 17: 111-‍134.

[7] 

Baumann, Mario. 2020. «“Propaganda Figths” and “Disinformation Campaigns”: The Discourse on Information Warfare in Rusia-Western Relations», Contemporary Politics, 26 (3): 288-‍307. Disponible en: https://doi.org/10.1080/13569775.2020.1728612.

[8] 

Berry, Nicholas. 1990. Foreign Policy and the Press: An Analysis of the New York Times’ Coverage of US Foreign Policy. Nueva York: Greenwood Press.

[9] 

Berry, Chris, So-yong Kim y Lynn Spigel. 2010. Electronic Elsewheres: Media Technology and the Experience of Social Space. Minnesota: University of Minnesota Press.

[10] 

Blei, David, Andrew Ng y Michael Jordan. 2003. «Latent Dirichlet Allocation», Journal of Machine Learning Research, 3: 993-‍1022.

[11] 

Boxell, Levi, Matthew Gentzkow y Jesse Shapiro. 2020. Cross-country trends in affective polarization. National Bureau of Economic Research Working Paper Series, 26669. Disponible en: https://doi.org/10.3386/w26669.

[12] 

Bruns, Axel. 2008. Blogs, Wikipedia Second Life, and Beyond: From Production to Produsage. Peter Lang.

[13] 

Campos-Domínguez, Eva. 2017. «Twitter y la comunicación política», El Profesional de la Información, 26 (5): 785-‍793. Disponible en: https://doi.org/10.3145/epi. 2017.sep.01.

[14] 

Carmona-Suárez, Enrique. 2014. Tutorial sobre máquinas de vectores soporte (SVM).

[15] 

Chaves-Montero, Alfonso. 2018. «Twitter como canal de comunicación política y participación ciudadana», en Alfonso Chaves-Montero, María del Mar Rodríguez-Rosell e Irina Salcines-Talledo (eds.), Investigación multimedia: el análisis de contenido en la era digital. Madrid: Egregius.

[16] 

Collins, Sthepen, Jeff Dewitt y Rebbeca Lefebvre. 2019. «Hashtag Diplomacy: Twitter as a Tool for Engaging in a Public Diplomacy and Promoting US Foreign Policy», Place Branding and Public Diplomacy, 15 (2): 78-‍96. Disponible en: https://doi.org/10.1057/s41254-019-00119-5.

[17] 

Comisión Europea. 2018. Final Report of High Level Expert Group on Fake News and Online Disinformation. Disponible en: http://ec.europa.eu/newsroom/dae/document.cfm?doc_id=50271.

[18] 

Clua, Anna, Nuria Ferran-Ferrer y Ludovic Terren. 2018. «El impacto de los jóvenes en la esfera pública: la disolución del Consejo de la Juventud de España en la prensa y en Twitter», Comunicar: Revista Científica de Comunicación y Educación, 55: 49-‍57. Disponible en: https://doi.org/10.3916/C55-2018-05.

[19] 

Davis, Aeron. 2019. Political Communication: A New Introduction for Crisis Times. Polity.

[20] 

De Andrade-Carvalho, Loureiro Heitor, 2021. «The Nagorno-Karabakh War: Disputes Over the Concepts “Victim” and “Genocide” in the Present Time», Tempo e Argumento, 13 (32). Disponible en: http://dx.doi.org/10.5965/2175180313322021E0111.

[21] 

Dimitrova, Daniela V., Lynda Lee Laid, Andrew Paul Williams y Kaye D. Trammell. 2005. «War on the Web: The Intermediate News Framing of Gulf War II», Harvard International Journal of Press/Politics, 10 (1): 22-‍44. Disponible en: https://doi.org/10.1177/1081180X05275595.

[22] 

Elswah, Mona y Philip Howard. 2020. The Challenges of Monitoring Social Media in the Arab World: The Case of the 2019 Tunisian Elections. Oxford, UK: Project on Computational Propaganda. Disponible en: https://cutt.ly/8KvDzBg.

[23] 

Entman, Robert. 1993. «Framing: A Toward Clarification of a Fractured Paradigm», Journal of Communication, 43 (4): 51-‍58. Disponible en: https://doi.org/10.1111/ j.1460-2466.1993.tb01304.x.

[24] 

Fisher, Aleksandr. 2020. «Trickle Down Soft Power: Do Russia’s Tie to European Parties Influence Public Opinion?», Foreign Policy Analysis, 17 (1): 1-‍22. Disponible en: https://doi.org/10.1093/fpa/oraa013.

[25] 

Freedom House. 2020. Freedom in the World 2020. A Leaderless Struggle for Democracy. Disponible en: https://freedomhouse.org/sites/default/files/2020-02/FIW_ 2020_REPORT_BOOKLET_Final.pdf.

[26] 

Freelon, Deen, Marc Lynch y Sean Aday. 2015. «Online Fragmentation in Wartime: A Longitudinal Analysis of Tweets about Syria, 2011-‍2013», The ANNALS of the American Academy of Political and Social Science, 659 (1): 166-‍179. Disponible en: https://doi.org/10.1177/0002716214563921.

[27] 

Fuchs, Christian. 2017. Social media. A critical Introduction. Londres: Sage.

[28] 

Gamaghelyan, Philip y Sergey Rumyantsev. 2021. «The Road to the Second Karabakh War: The Role of Ethno-Centric Narratives in the Nagorno-Karabakh Conflict», Caucasus Survey, 9 (3): 320-‍336. Disponible en: https://doi.org/10.1080/23761199.2021.1932068.

[29] 

Garagozov, Rauf. 2012. «Do Woes Unite Foes? Interplay Narratives, Memory, Emotions and Attitudes in the Karabakh Conflict», Dynamics of Asymmetric Conflict: Pathways Toward Terrorism and Genocide, 5 (2): 116-‍135. Disponible en: http://dx.doi.org/10.1080/17467586.2012.742954.

[30] 

García-Marín, Javier y Adolfo Calatrava. 2018. The use of supervised learning algorithms in political communication and media studies: Locating frames in the press. Communication and Society, 31 (3), 175-‍188.

[31] 

García-Marín, Javier y Óscar Luengo. 2019. «Populist Discourse in the 21st Century. The Definition of Otherness on Twitter in the cases of Spain, Bolivia and Venezuela», en Encarnación Hidalgo-Tenorio, Miguel Ángel Benítez-Castro y Francesca de Cesare (coords.), Populist Discourse: Critical Approaches to Contemporary. Londres: Routledge.

[32] 

Gift, Thomas y Jonathan Monten. 2020. «Who’s Out of Touch? Media Misperception of Public Opinion on US Foreign Policy», Foreign Policy Analysis, 17 (1): 1-‍12. Disponible en: https://doi.org/10.1093/fpa/oraa015.

[33] 

Gilboa, Eytan, María Gabrielsen Jumbert, Jason Miklian y Piers Robinson. 2016. «Moving Media and Conflict Studies Beyond The CNN Effect», Review of International Studies, 42 (4): 654-‍672. Disponible en: https://doi.org/10.1093/fpa/oraa01510.1017/S026021051600005X.

[34] 

Goltz, Thomas. 2012. «The Successes of the Spin Doctors: Western Media Reporting on the Nagorno Karabakh Conflict», Journal of Muslim Minority Affairs, 32 (2): 186-‍195. Disponible en: https://doi.org/10.1080/13602004.2012.694664.

[35] 

González, Claudia, Sebastián Varela y Sandra Miguel. 2017. «Aplicación de algoritmos no supervisados para la detención de tópicos de investigación», en V Jornadas de Intercambio y Reflexión acerca de la Investigación en Bibliotecología. Buenos Aires: Universidad Nacional de La Plata.

[36] 

Hamas-Elmasry, Mohamad y Mohammed el-Nawawy. 2020. «The Value of Muslim and non-Muslim Life: A Comparative Content Analysis of Elite American Newspaper Coverage of Terrorism Victims», Journalism: 1-19. Disponible en: https://doi.org/10.1177/1464884920922388.

[37] 

Hatuel-Radoshitzky, Michal y Moran Yarchi. 2019. «Rally ‘Round the Flag Revised: External Soft Threats and Media Coverage», Media, War and Conflict: 1-21. Disponible en: https://doi.org/10.1177/1750635220917419.

[38] 

Higgins, Andrew. 2020. «Armenia’s Leader Makes Plea to U.S as Conflict Rages with Azerbaijan», New York Times, 4-10-2020 Disponible en https://cutt.ly/RKcnKXT.

[39] 

Isachenko, Daria. 2020. «Turkey-Russia Partnership in the War over Nagorno-Karabakh: Militarized Peacebuilding with Implications for Conflict Transformation», Zur Verfügung gestellt in Kooperation mit. Disponible en: https://doi.org/10.18449/2020C53.

[40] 

Kaldor, Mary. 2001. New and Old Wars: Organized Violence in a Global Era. Stanford: Stanford University Press.

[41] 

Khoshnood, Arvin y Ardayan Khoshnood. 2021. «Iran’s Quandry on Nagorno-Karabakh», Middle East Quarterly, 28 (2). Disponible en: https://www.meforum.org/62069/iran-quandary-on-nagorno-karabakh.

[42] 

Kopečný, Ondřej. 2021. Warfare and Institutional Communication on Social Media in 2020 Nagorno-Karabakh Conflict. Praga: Charles University.

[43] 

Koulas, Emmanouil, Marios Anthopoulos, Sotira Grammenou, Christos Kaimakamis, Konstantinos Kousaris, Fotini-Rafaila Panavou, Orestis Piskioulis, Syed Iftikhar Hussain-Shah y Vassilios Peristeras. 2021. «Misinformation and Its Stakeholders in Europe: A Web-Based Analysis», en Arai, Kohei (ed.), Intelligent Computing. Cham: Springer. Disponible en: https://doi.org/10.1007/978-3-030-80129-8_41.

[44] 

Koutras, Alexandros. 2021. From Hero to Hero: The Influence of Social Narratives of the 2020 Nagorno-Karabakh War on the Armenian Youth Identity. Nijmegen: Radboud University.

[45] 

Krippendorff, Klaus. 1990. Metodología del análisis de contenido. Barcelona: Paidós.

[46] 

Lara, Tíscar. 2008. «La nueva esfera pública. Los medios de comunicación como redes sociales», Telos, 76: 128-‍131.

[47] 

Luengo, Óscar. 2016. «Comunicación política: de la propaganda a las neurociencias», en César Colino, Jaime Ferri Durá, José Olmeda, Paloma Román-Marugán y Josefa Rubio-Lara (coords.), Ciencia política: una aventura vital. Valencia: Tirant Lo Blanch.

[48] 

Luengo, Óscar, Javier García-Marín y Emiliana de Blasio. 2021. «COVID-19 en YouTube: debates y polarización en la esfera digital», Comunicar: Revista Científica Iberoamericana de Comunicación y Educación, 69: 9-‍19. Disponible en: https://doi.org/10.3916/C69-2021-01.

[49] 

Machowska, Monika. 2020. Armenian Diaspora Main Lobbying Agendas in the United States in the 21st Century. Ukrainian Policymaker, 11 (6): 52-‍62. Disponible en: https://doi.org/10.29202/up/6/6.

[50] 

Mamedkhanova, Evgenia. 2020. The Role of Participatory Journalism in Conflict Resolution: The Case of Nagorno-Karabakh Conflict. Nijmegen: Radboud University Nijmegen.

[51] 

Manfredi-Sánchez, Juan Luis. 2020. «Globalization and Power: The Consolidation of International Communication as a Discipline. Review Article», El Profesional de la Información, 29 (1). Disponible en: https://doi.org/10.3145/epi.2020.ene.11.

[52] 

Martín-Alesso, Nicolás. 2019. «Post Guerra Fría inconclusa: el caso del Nagorno Karabaj. El conflicto armenio-azerí y posición de intereses de Rusia, Turquía e Irán en la región», Cuadernos de Política Exterior Argentina, 129: 21-‍39. Disponible en: https://doi.org/10.35305/cc.vi129.14.

[53] 

Michavila-Núñez, Narciso. 2011. «Apoyo público a operaciones militares: factores clave», Cuadernos de Estrategia, 148: 35-‍61.

[54] 

Modebadze, Valeri. 2021. «The Escalation of Conflict Between Armenians and Azerbaijanis and the Problems of Peaceful Resolution of the Nagorno-Karabakh War», Journal of Liberty and International Affairs, 6 (3): 102-‍110. Disponible en: https://www.doi.org/1 0.47305/JLIA2163102m.

[55] 

Moreno-Mercado, José Manuel. 2020. «La seguridad como encuadre genérico de los conflictos: El conflicto del Sáhara Occidental en la prensa de España y Francia», Revista de Estudios Internacionales Mediterráneos, 29: 140-‍130. Disponible en: https://doi.org/10.15366/reim2020.29.009.

[56] 

Moreno-Mercado, José Manuel y Javier García-Marín. 2020. «Conflictos armados y cobertura mediática: aproximación al aprendizaje de máquina supervisado», Convergencia: Revista de Ciencias Sociales, 27: 1-‍26. Disponible en: https://doi.org/ 10.29101/crcs.v27i0.12872.

[57] 

Mukhanov, Vadim y A. Skakov. 2020. «Nagorno-Karabakh-2020: Consequences of the War and Prospects of the Post-War Settlement», Mirovaia ekonomika i mezhdunarodnye otnosheniia, 65 (6): 128-‍138. Disponible en: https://doi.org/10.20542/0131-2227-2021-65-6-128-138.

[58] 

Napoli, Philip. 2014. «Automated Media: An Institutional Theory Perspective on Algorithmic Media Production and Consumption», Communication Theory, 24 (3): 340-‍360. Disponible en: https://doi.org/10.1111/comt.12039.

[59] 

Orhan, Duygu Dersan. 2020. «Making Foreign Policy Through Twitter: An Analysis of Trump’s Tweets on Iran», en Handbook of Research on New Media Applications in Public Relations and Advertising. Atilin: IGI Global. Disponible en: https://doi.org/10.4018/978-1-7998-3201-0.ch022.

[60] 

Ostrowiski, David Alfred. 2015. «Using Latent Dirichlet Allocation for Topic Modelling in Twitter», en Proceedings of the 2015 IEEE 9thInternational Conference on Semantic Computing. IEEE. Disponible en: https://doi.org/10.1109/ICOSC.2015. 7050858.

[61] 

Pariser, Eli. 2011. The filter bubble: What the Internet is hiding from you. Londres: Penguin. Disponible en: https://doi.org/10.3139/9783446431164.

[62] 

Pecourt-Gracia, Juan. 2015. «La esfera pública digital y el activismo político», Política y Sociedad, 52 (1): 75-‍98. Disponible en: https://doi.org/10.5209/rev_POSO.2015.v1.n52.45423.

[63] 

Piernas-López, Juan Jorge. 2021. «La Unión Europea y el conflicto de Nagorno Karabaj», Revista UNISCI, 57: 297-‍316. Disponible en: https://doi.org/10.31439/UNISCI-128.

[64] 

Radnitz, Scott. 2019. «Reinterpreting the enemy: Geopolitical beliefs and the attribution of blame in the Nagorno-Karabakh conflict», Political Geography, 70: 64-‍73. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.polgeo.2019.01.009.

[65] 

Raposo-de-Mello, Anna. 2019. Brazilian Foreign Policy on Twitter: Digital Expression of Attitudes in the Early Months of Bolsonaro’s Administration. Sao Paulo: Universidade de Sao Paulo.

[66] 

ReL. 2020. «Guerra por Nagorno Karabaj: la Armenia cristiana está luchando en solitario por su propia existencia». Religión en Libertad. Disponible en https://cutt.ly/nKctoNS.

[67] 

Robinson, Piers. 1999. «The CNN Effect: Can the News Media Drive Foreign Policy?», Review of International Studies, 25 (2): 301-‍309. Disponible en: https://doi.org/10.1017/S0260210599003010.

[68] 

Roncallo-Dow, Sergio, Ana María Córdoba-Hernández y Marcela Durán-Camero. 2019. «Aylan Kurdi, Twitter y la indignación efímera», Revista Española de Investigaciones Sociológicas, (165): 121-‍142. Disponible en: https://doi.org/10.5477/cis/reis.165.121.

[69] 

RT. 2020. «Putin, Trump y Macron acuerdan una declaración sobre la situación en Nagorno Karabaj», RT. Disponible en: https://cutt.ly/mKctzcL.

[70] 

Ruiz-González, Francisco José. 2020. Breves reflexiones sobre el conflicto de Nagorno-Karabaj. Global Strategy. Disponible en: https://cutt.ly/tKctXYC.

[71] 

Sanagovich, Sergey. 2017. Computational Propaganda in Russia: The Origins of Digital Misinformation. Nueva York: New York University.

[72] 

Schlesinger, Philip. 2020. «After the Post-Public Sphere», Media, Culture and Society, 42 (7-‍8): 1545-‍1563. Disponible en: https://doi.org/10.1177/0163443720948003.

[73] 

Semetko, Holli y Patti Valkenburg. 2000. «Framing European Politics: A Content Analysis of Press and Television News», Journal of Communication, 50 (2): 93-‍109. Disponible en: https://doi.org/10.1111/j.1460-2466.2000.tb02843.x.

[74] 

Serrano-Contreras, Ignacio Jesús. 2020. «La minería de texto como método de análisis: una mirada a la Administración Local en la prensa española», Revista Iberoamericana de Gobierno, 16: 1-‍12.

[75] 

Serrano-Contreras, Ignacio Jesús, Javier García-Marín y Óscar G. Luengo. 2020. «Measuring Online Political Dialogue: Does Polarization Trigger More Deliberation?», Media and Communication, 8 (4): 63-‍72. Disponible en: https://doi.org/10.17645/mac.v8i4.3149.

[76] 

Shinar, Dov. 2007. «Epilogue: Peace Journalism. The State of the Art», Conflict and Communication Online, 6 (1).

[77] 

Sorice, Michele. 2020. «La ‘piattaformizzazione’ della sfera publica», Comunicazione Politica, 3: 371-‍388. Disponible en: https://doi.org/10.3270/98799.

[78] 

Sputnik. 2020. «Nadie está más interesado que Rusia en la solución del conflicto en Nagorno Karabaj», Sputnik. Disponible en: https://cutt.ly/oKcyjdi.

[79] 

Steuter, Erin y Deborah Wills. 2009. «Discourses of Dehumanization: Enemy Construction and Canadian Media Complicity in the Framing of the War on Terror», Global Media Journal: Canadian Edition, 2 (2): 7-‍24.

[80] 

Tabakian, Gregorio. 2021. «En un territorio en disputa Artsaj/Nagorno Karabaj», Revista Uruguaya de Antropología y Etonografía, 6 (1): 165-‍174. Disponible en: https://doi.org/10.29112/RUAE.v6.n1.13.

[81] 

The Economist. 2020. Global Democracy Has Another Bad Year, The Economist, 22-1-2020. Disponible en: https://cutt.ly/RKcuzY8.

[82] 

Tomz, Michael, Jessica Weeks y Keren Yarhi-Milo. 2018. Public Opinion and Decisions about Military Force in Democracies. Stanford: Center of Global Poverty and Development. Disponible en: https://doi.org/10.1017/S002081 8319000341.

[83] 

Torres-Soriano, Manuel Ricardo. 2019. «La tormenta perfecta», en Manuel Ricardo Torres-Soriano (coord.), #Desinformación. Poder y manipulación en la era digital. Granada: Comares.

[84] 

Torres-Soriano, Manuel Ricardo. 2020. «Democracia vs desinformación. Propuestas para la protección de las sociedades abiertas», Actualidad (Centro de Estudios Andaluces), (87): 1-‍18. Disponible en: https://doi.org/10.54790/actualidad.0010.

[85] 

Welt, Cory y Andrew Bowen. 2021. Azerbaijan and Armenia: The Nagorno-Karabakh Conflict. Washington: Library of Congress.

[86] 

We Are Social. 2020a. Digital 2020: Armenia. Disponible en: https://datareportal.com/reports/digital-2020-armenia.

[87] 

We Are Social. 2020b. Digital 2020: Azerbaijan. Disponible en: https://datareportal.com/reports/digital-2020-azerbaijan.

[88] 

We Are Social. 2021. Digital 2021. Disponible en: https://wearesocial.com/blog/2021/07/digital-2021-i-dati-di-luglio/.

[89] 

Yepsen, Erika. 2012. Practicing Successful Twitter Public Diplomacy: A Model and Case Study of US Efforts in Venezuela. Los Ángeles: Figueroa Press.

[90] 

Zarifan, Julien. 2021. «Trump’s United States and the Nagorno-Karabakh War», Politique Étrangère, 1: 119-‍129. Disponible en: https://doi.org/10.3917/pe.211.0119.

[91] 

Zeitzoff, Thormas, John Kelly y Gilad Lotan. 2015. «Using Social Media to Measure Foreign Policy Dynamics: An Empirical Analysis of the Iranian-Israeli Confrontation (2012-‍13)», Journal of Peace Research, 52 (3): 368-‍383. Disponible en: https://doi.org/10.1177/0022343314558700.

Biografía[Subir]

[a]

Doctorando en el Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad de Granada. Graduado en Ciencias Políticas y Máster en Cultura de Paz, Conflictos, Educación y Derechos Humanos por la misma universidad y el Instituto de la Paz y los Conflictos (IPAZ). Ha sido investigador visitante en el Instituto de Ciencias Sociales (ICS) de la Universidad de Lisboa y en la Universidad Hebrea de Jerusalén (Israel). Fue galardonado con el I Premio Juan del Pino al mejor Trabajo Final de Máster (TFM) de Andalucía otorgado por el Área de Sociología de la Universidad de Málaga. Sus líneas de investigación giran en torno a la comunicación política y al comportamiento de los medios de comunicación durante el desarrollo de conflictos armados, áreas donde posee diversas publicaciones.

[b]

Profesor titular del Departamento de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad de Granada. Es doctor en Ciencia Política, licenciado en Historia Contemporánea y máster en Economía y Relaciones Internacionales. Ha sido profesor visitante en la London School of Economics and Political Science, en la Universidad de Glasgow (Glasgow Media Unit), en la Amsterdam School for Communications Research, el Institut d’Études Politiques de Burdeos y la Universidad de Buenos Aires. Es colaborador en múltiples proyectos internacionales.

[c]

Catedrático de Ciencia Política en la Universidad de Granada. Ha sido subdirector del Comité de Investigación en Comunicación Política de la International Political Science Association (IPSA). Director de la Escuela Iberoamericana de Altos Estudios en Gobierno Local de la Unión Iberoamericana de Municipalistas (UIM). Distinguished visiting scholar en la Universidad Internacional de Florida (FIU). Doctor europeo en Ciencia Política por la Universidad Complutense de Madrid. Experto en Análisis de Datos por el Centro de Investigaciones Sociológicas; especialización en Derecho Constitucional y Ciencia Política por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales. Ha sido investigador y docente en más de una decena de centros internacionales: Florida International University; University of California, Berkeley; Anadolu Üniveristesi (Turquía); Mykolas Romeris University (Lituania); European University Institute (Florencia, Italia); Johannes Gutenberg-Universität (Mainz, Alemania); ASCOR (Holanda). Autor de cinco libros y de varias decenas de artículos científicos sobre comunicación y marketing políticos.