RESUMEN

Este artículo investiga la confianza en la Monarquía en España durante la crisis económica reciente, en relación con otras instituciones políticas. El artículo diferencia la opinión pública sobre las instituciones políticas en función de si rinden o no cuentas ante el electorado. El propósito es confirmar si hay homogeneidad interna en la confianza que los ciudadanos depositan en las instituciones políticas de rendición de cuentas como el Gobierno, el Parlamento, los partidos políticos o la Monarquía. El artículo analiza la evolución específica de la percepción sobre la Monarquía, mostrando que esta percepción ha tenido un comportamiento distinto a otras instituciones no responsables durante la reciente etapa de crisis política y económica. También presenta los efectos que la percepción sobre el contexto político y económico tiene sobre ella.

Palabras clave: opinión pública, Monarquía, instituciones no responsables, confianza, crisis económica.

ABSTRACT

This article investigates the trust in the Monarchy in Spain during the recent economic crisis, relative to other political institutions. The article differentiates public opinion on political institutions depending on whether they are or not accountable to the electorate. The purpose is to confirm whether there is internal homogeneity in the trust that citizens place in political accountability institutions, such as the government, parliament, political parties or even the Monarchy. The article analyzes the specific evolution of the perception about the Monarchy, showing that such perception has behaved differently as compared to other “unaccountable institutions” during the recent period of political and economic crisis. It also presents the effects that the perception on the political and economic context has on it.

Keywords: public opinion, Monarchy, unaccountable institutions, trust, economic crisis.

Cómo citar este artículo / Citation: Garrido, A., Martínez, M. A. y Mora, A. (2020). Monarquía y opinión pública en España durante la crisis: el desempeño de una institución no responsable bajo estrés. Revista Española de Ciencia Política, 52, 121-‍145. Doi: Disponible en: https://doi.org/10.21308/recp.52.05

SUMARIO

  1. RESUMEN
  2. ABSTRACT
  3. INSTITUCIONES NO RESPONSABLES Y OPINIÓN PÚBLICA
  4. LA CONFIANZA EN LA MONARQUÍA ESPAÑOLA
  5. RESULTADOS
    1. Confianza en la Monarquía durante la crisis
    2. El efecto de las variables contextuales: el clima político y económico
  6. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES TENTATIVAS
  7. AGRADECIMIENTOS
  8. NOTAS
  9. Referencias
  10. ANEXO

INSTITUCIONES NO RESPONSABLES Y OPINIÓN PÚBLICA[Subir]

Una de las cuestiones sobre las que se ha reflexionado más en la ciencia política es acerca de cómo la confianza en las instituciones afecta a la estabilidad y calidad de las democracias y cuáles son las variables que influyen en la confianza que los ciudadanos muestran hacia los diseños institucionales y el propio régimen democrático ‍[1]. Desde 2008 se han publicado estudios sobre cómo la crisis económica y política ha afectado la confianza de los sucesivos Gobiernos, del Parlamento y de los partidos políticos en España ( ‍Rifà, Roser. 2017. Actitudes políticas en tiempos de crisis. La confianza en las instituciones políticas de España [tesis doctoral]. Universidad Autónoma de Barcelona. Disponible en: https://www.tdx.cat/handle/10803/454992Rifà, 2017), mientras que los análisis sobre otras instituciones, como la Monarquía o el Tribunal Constitucional, son casi inexistentes. Una posible explicación de esta ausencia es la dificultad de encontrar datos sobre confianza hacia estas instituciones de forma longitudinal, tanto en el caso español como en otros países. Por ejemplo, la Encuesta Social Europea, que analiza la confianza en instituciones, no pregunta sobre la Monarquía.

Pese a la influencia neoinstitucionalista de las últimas décadas, este tipo de instituciones han estado ausentes de los estudios publicados, quizá por el énfasis sobre las instituciones responsables, las instituciones democráticas que rinden cuentas ante los ciudadanos ( ‍Przeworski, A., Susan C. Stokes y Bernard Manin. 1999. Democracy, Accountability and Representation. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO9781139175104Przeworski et al., 1999). Desde la perspectiva de la teoría de la agencia, mediante la accountability vertical los ciudadanos pueden castigar en las urnas a los dirigentes políticos a los que, previamente, han elegido para cargos e instituciones responsables. Hay otras instituciones, como jefes de Estado, conseils d’état, etc., que no forman parte de la cadena de accountability vertical y están incluidas en la accountability horizontal, basada en el control de unas instituciones por otras ( ‍O’Donnell, Guillermo. 1999. «Horizontal Accountability in New Democracies», en Andreas Schedler, Larry Diamond, y Marc F. Plattner (eds.), The Self-Restraining State: Power and Accountability in New Democracies. Boulder, Co: Lynne Rienner.O’Donnell, 1999) y cuya función es evitar que la delegación se transforme en abdicación ( ‍Moreno, Erika, Brian F. Crisp y Matthew S. Shugart. 2003. «The Accountability Deficit in Latin America», en Scott Mainwaring y Christopher Welna (eds.), Democratic Accountability in Latin America. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/0199256373.001.0001Moreno et al., 2003). Algunos autores ( ‍Newton, Kenneth, Dietlind Stolle y Sonia Zmerli. 2018. «Social and Political Trust», en Eric Uslaner (ed.), The Oxford Handbook of Social and Political Trust. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780190274801.013.20Newton et al., 2018) diferencian las autoridades electas por la población de las que denominan neutrales o imparciales, como las policías o los tribunales, y sostienen que las neutrales tienen una confianza más alta que el resto de instituciones políticas en las democracias occidentales. Habida cuenta de que algunas de estas instituciones pueden tener, en diversos momentos, una participación en el ejercicio del poder que excedería la calificación de neutral o imparcial, en este estudio se ha optado por referirse a ellas como instituciones no responsables, dado que no rinden cuentas directamente ante el electorado

En el trabajo se va a usar el término de instituciones responsables y no responsables definidas únicamente en términos de que las primeras rinden cuentas ante el electorado y las segundas no.

‍[2]
.

Algunos autores han abordado cuestiones como: ¿los ciudadanos juzgan todas estas instituciones siguiendo el mismo criterio?, ¿algunas son más confiables que otras?, ¿la confianza depende de la economía o refleja otras divisiones sociales? ( ‍Hetherington, Marc J. y Thomas J. Rudolph. 2018. «Political Trust and Polarization», en Eric Uslaner (ed.), The Oxford Handbook of Social and Political Trust. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780190274801.013.1Hetherington y Rudolph, 2018;  ‍Rothstein, B y D. Stolle. 2008. The State and Social Capital: An Institutional Theory of Generalized Trust, Comparative Politics, 40: 441-467. Disponible en: https://doi.org/10.5129/001041508X12911362383354Rothstein y Stolle, 2018;  ‍Uslaner, Eric. 2018. The Oxford Handbook of Social and Political Trust. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780190274801.001.0001Uslaner, 2018), ¿la mayor distancia entre ciudadanos y élites incrementa la desconfianza política? ( ‍Listhaug, Ola y Tor G. Jakobsen. 2018. «Foundations of Political Trust», en Eric Uslaner (ed.), The Oxford Handbook of Social and Political Trust. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/978019027 4801.013.14Listhaug y Jakobsen, 2018). La bibliografía académica cuestiona las respuestas y busca otras relaciones. La ausencia de instituciones no responsables de la cadena de rendición de cuentas electoral, tal vez, explica la carencia de estudios sobre la percepción ciudadana y la confianza en las mismas, aunque no justifica este déficit investigador. Un buen ejemplo es la Monarquía española. Ha habido una exhaustiva indagación histórica y un cierto tratamiento sobre el régimen jurídico de la jefatura del Estado, pero han sido muy escasos los estudios desde la ciencia política o la sociología ( ‍Minoves, Juli F. 2011. Monarchy, a Democratic Paradox: The Head of State in European Parliamentary Democracies [tesis doctoral]. Yale University, New Haven.Minoves, 2011). Como subrayó García del Soto, la «actual Monarquía española es un tema poco estudiado, alrededor del cual se daba hasta hace muy poco un aparente “consensuado respeto” que parecía protegerla» ( ‍García del Soto, Araceli. 1999. Representaciones sociales y fundamentos básicos de la cultura política: opiniones intergeneracionales sobre la Monarquía española [tesis doctoral]. Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales del Instituto Juan March de Madrid. Disponible en: http://bit.ly/2Q9GHoG1999: 7-‍8), si bien es llamativo el hecho de que, pese al «protagonismo sustantivo de la Monarquía en el proceso español de transición a la democracia, la evolución de su percepción ha sido solo superficialmente estudiado» (ibid). Como contraste, en el Reino Unido, habiendo sido dominantes las perspectivas clásicas de historiadores y constitucionalistas, a partir de los años setenta se publicaron estudios sobre la Monarquía centrados en la influencia de los mass media sobre las actitudes de los ciudadanos ( ‍Blumler, Jay G., Joseph R. Brown, Alison J. Ewbank y Thomas J. Nossiter. 1971. «Attitudes to the Monarchy: Their Structure and Development During a Ceremonial Occasion», Political Studies, 19 (2): 149-171. Disponible en: https://doi.org/10.1111/j.1467-9248.1971.tb00667.xBlumler et al., 1971), de cultura política ( ‍Rose, Richard y Dennis Kavanagh. 1976. «The Monarchy in Contemporary Political Culture», Comparative Politics, 8: 548-576. Disponible en: https://doi.org/10.2307/421543Rose y Kavanagh, 1976) y de las representaciones sociales ( ‍Billig, Michael. 1988. «Rhetorical and Historical Aspects of Attitudes: The Case of British Monarchy», Philosophical Psychology, 1 (1): 83-103. Disponible en: https://doi.org/10.1080/09515088808572927Billig, 1988,  ‍Billig, Michael. 1992. Talking About Royalty. Londres: Routledge.1992), etc.

Son numerosos los análisis que estudian la evolución de la confianza política en las distintas instituciones responsables, como se ha señalado, pero son menos comunes los que estudian la confianza en las instituciones partiendo de su clasificación en dos grupos diferenciados, en función de si son responsables en términos electorales o no. Y ello a pesar de que para la confianza lo que importa no es tanto la estructura formal de la institución, sino cómo funciona en la práctica, pues está relacionada con la respuesta racional de los ciudadanos ante el desempeño institucional ( ‍Listhaug, Ola y Tor G. Jakobsen. 2018. «Foundations of Political Trust», en Eric Uslaner (ed.), The Oxford Handbook of Social and Political Trust. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/978019027 4801.013.14Listhaug y Jakobsen, 2018;  ‍Hetherington, Marc J. y Thomas J. Rudolph. 2018. «Political Trust and Polarization», en Eric Uslaner (ed.), The Oxford Handbook of Social and Political Trust. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780190274801.013.1Hetherington y Rudolph, 2018).

El objetivo de este trabajo es estudiar la evolución de la confianza en las instituciones, considerando a estas bien como responsables bien como no responsables y comprobar si hay diferencias entre ellas, y se analiza la relación entre esos dos grupos de instituciones diferenciadas y la valoración de la situación económica en especial, precisamente una de las dimensiones más estudiadas en relación con la confianza ( ‍Rifà, Roser. 2017. Actitudes políticas en tiempos de crisis. La confianza en las instituciones políticas de España [tesis doctoral]. Universidad Autónoma de Barcelona. Disponible en: https://www.tdx.cat/handle/10803/454992Rifà, 2017;  ‍Uslaner, Eric. 2018. The Oxford Handbook of Social and Political Trust. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780190274801.001.0001Uslaner, 2018). El análisis se centra en especial en la Monarquía, una de las instituciones menos estudiadas en nuestro país. Finalmente, se plantean unas conclusiones a partir del análisis realizado, así como diversas cuestiones que requerirían un abordaje en estudios futuros.

LA CONFIANZA EN LA MONARQUÍA ESPAÑOLA[Subir]

Este trabajo parte de la consideración de que en el contexto de crisis de la primera década de los 2000 era más plausible la expectativa de que la confianza hacia las instituciones no responsables del sistema podría verse afectada por la evaluación negativa que los ciudadanos realizaban del resto de instituciones políticas y, principalmente, del Gobierno, el Parlamento y los partidos políticos. De especial interés es el contraste entre el mantenimiento de la alta confianza en la Monarquía durante todo el periodo de crisis de los años noventa del pasado siglo, frente a su profundo desgaste durante la crisis más reciente de los años 2000, considerando, además, el actual contexto internacional de crisis de la democracia ( ‍Norris, Pippa. 2017. «Is Western Democracy Backsliding? Diagnosing the Risks», Harvard Kennedy School, Faculty Research Paper Series, RWP, 17-012. Boston: Harvard University. Disponible en: https://doi.org/10.2139/ssrn.2933655/10.2139/ssrn.2933655Norris, 2017;  ‍Mounk, Yascha. 2018. The People vs. Democracy. Why Our Freedom Is in Danger and How to Save It. Cambridge, Mass.: Harvard University Press. Disponible en: https://doi.org/10.4159/9780674984776Mounk, 2018;  ‍Norris, Pippa y Ronald Inglehart. 2019. Cultural Backlash: Trump, Brexit, and Authoritarian Populism. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/9781108595841Norris e Inglehart, 2019). En los noventa fue la institución más confiable, pasando de 6,54 puntos en 1994 a 6,86 en 1998, mientras que su momento más álgido es 1995, cuando llega hasta los 7,5 puntos. En contraste, ha experimentado un progresivo y constante declive en su confianza, al pasar de 5,54 en 2008 a 3,72 a mediados de 2014 (gráfico 1).

La evolución de los mecanismos de accountability vertical de las principales instituciones fue distinta en ambas etapas. En aquella crisis, el desgaste del partido del Gobierno y la alternancia en el poder de 1996 propiciaron una notable recuperación de la confianza del Gobierno y del Parlamento entre 1994 y 1998. En la crisis iniciada en la primera década de los 2000, ni siquiera el cambio de Gobierno de 2011 permitió modificar la tendencia, ya que el Gobierno, el Parlamento y los partidos experimentaron un imparable declive en la percepción de su rendimiento: el Gobierno se hundió desde 4,79 en 2008 a 3,36 puntos en 2011 y a 2,77 en 2015; el Parlamento pasó de 5,54 en 2008 a 3,52 en 2011 y a 2,83 en 2015, etc. La evolución de la confianza en la Monarquía no experimentó apenas deterioro a lo largo de los noventa, mientras los actores políticos asumían el coste del deterioro político y económico; esto contrasta con la evolución negativa paralela de la Monarquía y los actores políticos (Gobierno, Parlamento y partidos) en esta última etapa, entre 2008 y 2015. Lo mismo puede afirmarse del resto de instituciones no responsables, como el Tribunal Constitucional o el Defensor del Pueblo, que para la misma etapa oscilaron entre el 4,93 y el 5,53 en el primer caso, y entre 5,28 y 5,92 en el segundo; en todos los casos, con una ligera pero constante mejora a lo largo del periodo.

Gráfico 1.

Evolución de la confianza en las instituciones (1994-‍2015)

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Fuente: elaboración propia a partir de datos de estudios del Centro de Investigaciones Sociológicas.

No es sencillo explicar este contraste de la evolución de la confianza en las instituciones en la década de los noventa del pasado siglo y en los años 2000 en términos teóricos. Una posible explicación descansa en los «efectos generacionales» y los «efectos periodo». De acuerdo con estudios previos, los niveles de aprobación de algunas de las principales instituciones del régimen democrático pueden explicarse a partir de experiencias compartidas (period effects) ( ‍García del Soto, Araceli. 1999. Representaciones sociales y fundamentos básicos de la cultura política: opiniones intergeneracionales sobre la Monarquía española [tesis doctoral]. Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales del Instituto Juan March de Madrid. Disponible en: http://bit.ly/2Q9GHoGGarcía del Soto, 1999: 32, 145, 223). Una de ellas es el impacto de la crisis económica de 2008, que para algunos países del sur de Europa, ha supuesto una critical juncture ( ‍Morlino, Leonardo y Francesco Raniolo. 2017. The Impact of the Economic Crisis on South European Democracies. Londres: Palgrave Macmillan. Disponible en: https://doi.org/10.1007/978-3-319-52371-2Morlino y Raniolo, 2017: 4;  ‍Rifà, Roser. 2017. Actitudes políticas en tiempos de crisis. La confianza en las instituciones políticas de España [tesis doctoral]. Universidad Autónoma de Barcelona. Disponible en: https://www.tdx.cat/handle/10803/454992Rifà, 2017). Otros estudios subrayan que las actitudes hacia la política de las nuevas generaciones presentan alguna diferencia frente las de cohortes anteriores (life-cycle effects) ( ‍Llera, Francisco J. 2016. Desafección política y regeneración democrática en la España actual. Diagnósticos y propuestas. Madrid: Dykinson.Llera, 2016;  ‍Torcal, Mariano. 2014. «The Decline of Political Trust in Spain and Portugal: Economic Performance or Political Responsiveness», American Behavioral Scientist, 58 (12): 1542-1567. Disponible en: https://doi.org/10.1177/000276 4214534662Torcal, 2014;  ‍Urquizu, Ignacio. 2016. La crisis de representación en España. Madrid: La Catarata.Urquizu, 2016).

Una segunda explicación podría sustentarse sobre bases más evolutivas de la confianza en la jefatura del Estado y su transformación a medida que se consolida el régimen democrático ( ‍Billig, Michael. 1988. «Rhetorical and Historical Aspects of Attitudes: The Case of British Monarchy», Philosophical Psychology, 1 (1): 83-103. Disponible en: https://doi.org/10.1080/09515088808572927Billing, 1988). En las fases de institucionalización de la Monarquía bajo una nueva democracia, se desarrolla un doble proceso de objetivación y de anclaje, en el que la popularidad del monarca suele ser alta o muy elevada; este era el caso del rey Juan Carlos I, debido a su rol durante la transición y su papel en el golpe de Estado del 23-F. Ello hizo que la monarquía se construyera asociada con un conjunto de «poderes metaconstitucionales», en el sentido de Carpizo ( ‍Carpizo, Jorge. 2002. El presidencialismo mexicano. México: Siglo XXI.2002). Su influencia durante los primeros años de la democracia transcendía las funciones que la Constitución de 1978 le otorgaba ( ‍García del Soto, Araceli. 1999. Representaciones sociales y fundamentos básicos de la cultura política: opiniones intergeneracionales sobre la Monarquía española [tesis doctoral]. Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales del Instituto Juan March de Madrid. Disponible en: http://bit.ly/2Q9GHoGGarcía del Soto, 1999). En la creación de esta imagen frente a la opinión pública fue determinante, además, la actitud «protectora» de los medios de comunicación ( ‍Velasco, Ana M. 2018. «Monarquía y medios de comunicación: de la Transición a Corinna zu Sayn Wittgenstein», OBS Journal, 12 (3): 122-137. Disponible en: https://doi.org/10.15847/obsOBS12320181203Velasco, 2018). En la etapa posterior, la fase de acomodación, era previsible, más bien, un notable descenso en la confianza en la Monarquía como consecuencia de una cierta rutinización, como en otros casos ( ‍Billig, Michael. 1988. «Rhetorical and Historical Aspects of Attitudes: The Case of British Monarchy», Philosophical Psychology, 1 (1): 83-103. Disponible en: https://doi.org/10.1080/09515088808572927Billing, 1988).

Una ilustración empírica, en términos de opinión pública, del precario equilibrio inicial de la institución monárquica en la fase de institucionalización es el contraste entre Reino Unido y España. Según los resultados de Rose y Kavanagh ( ‍Rose, Richard y Dennis Kavanagh. 1976. «The Monarchy in Contemporary Political Culture», Comparative Politics, 8: 548-576. Disponible en: https://doi.org/10.2307/4215431976) para el primero, el 84 % de los encuestados opinaba que la Monarquía era necesaria y solo el 16 % señalaba que no lo era, en tanto que el 54 % pensaba que la reina era importante o muy importante. En cambio, según los resultados obtenidos por Linz et al. ( ‍Linz, Juan J., Manuel Gómez-Reino, Francisco A. Orizo y Darío Vila. 1981. Informe sociológico sobre el cambio político en España, 1975-1981. Madrid: Euramerica.1981: 138-‍141) para España, el 61 % opinaba que la Monarquía era necesaria y el 20 % que no lo era, mientras que el 74 % opinaba que el rey Juan Carlos I era importante o muy importante. En las fases de institucionalización de las monarquías, la persona del monarca puede tener una valoración superior a la de la institución, como sucedía en España, mientras que en la fase de acomodación, más avanzada, sucede lo contrario ( ‍Billig, Michael. 1988. «Rhetorical and Historical Aspects of Attitudes: The Case of British Monarchy», Philosophical Psychology, 1 (1): 83-103. Disponible en: https://doi.org/10.1080/09515088808572927Billing, 1988). No olvidemos que la confianza en la Monarquía española experimentó un paulatino deterioro, de 6,86 puntos en 1998 a 5,19 en 2006, en el inicio de la fase de acomodación; y ello sin que se desarrollara en el mismo periodo ningún escándalo o suceso especialmente crítico, como los que sobrevinieron a continuación (gráfico 1).

Como se ha señalado, en este artículo se analiza, en primer lugar, la confianza en ocho instituciones españolas desde la perspectiva de la opinión pública para poner a la Monarquía en contexto. En segundo término, se investiga si estadísticamente podemos corroborar la existencia de dos grupos diferenciados de instituciones: las responsables y no responsables. Igualmente, se comprueba si existe homogeneidad entre las instituciones que forman parte de un mismo grupo o si la Monarquía se comporta más como una institución responsable que como una no responsable, pese a pertenecer a este segundo grupo. Finalmente, se explora el impacto que la percepción sobre el clima político y económico tiene en la confianza sobre la Monarquía y el Gobierno. La dificultad de definir los conceptos, así como la carencia de datos de encuestas adecuados tanto en España como en otros países europeos, complica el análisis ( ‍Van der Meer, Tom W.G. 2018. Economic Performance and Political Trust, en Eric Uslaner (ed.), The Oxford Handbook of Social and Political Trust. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/97 80190274801.001.0001Van de Meer, 2018;  ‍Stepan, Alfred, Juan J. Linz y Juli F. Minoves. 2014. «Democratic Parliamentary Monarchies», Journal of Democracy, 25 (2): 35-51. Disponible en: https://doi.org/10.1353/jod.2014.0032Stepan et al., 2014;  ‍Bauer, Paul C. y Markus Freitag. 2018. «Measuring Trust», en Eric Uslaner (ed.), The Oxford Handbook of Social and Political Trust. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780190274801.013.1Bauer y Freital, 2018)

Las fuentes de datos utilizadas han sido cinco Barómetros del CIS, con un tamaño muestral similar e idénticos márgenes de error, lo que redunda en una mejor comparabilidad: estudios 2853, 2914, 2984, 3021 y 3080. La serie del CIS que incorpora la confianza de la Monarquía apenas comienza en el año 1994 y finaliza en el año 2015, último estudio explotado. Antes de 2010 los estudios no siguen una regularidad temporal, por lo que su análisis fue descartado.

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.

En este marco, las hipótesis de investigación para contrastar son las siguientes:

  • H1.1. Existe heterogeneidad entre las instituciones responsables y las no responsables.

  • H.1.2. Existe homogeneidad interna en las valoraciones que reciben las instituciones no responsables, por un lado, y las instituciones responsables, por otro.

En relación al impacto de las variables contextuales, como la valoración de la situación económica y la situación política, se plantean dos hipótesis:

  • H2.1. Hipótesis del contexto económico. La valoración de la situación económica no tiene influencia en una institución no responsable como la Monarquía.

  • H2.2. Hipótesis del contexto político. La valoración de la situación política no tiene influencia sobre la Monarquía como institución no responsable.

Para contrastar las hipótesis de trabajo se realizan distintos tipos de análisis estadísticos ( ‍Bauer, Paul C. y Markus Freitag. 2018. «Measuring Trust», en Eric Uslaner (ed.), The Oxford Handbook of Social and Political Trust. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780190274801.013.1Bauer y Freital, 2018). En el caso de H1, se lleva a cabo, en primer lugar, un acercamiento mediante estadística descriptiva y análisis de correlaciones entre el comportamiento de las distintas instituciones, realizando el contraste mediante prueba t para muestras independientes y análisis ANOVA de un factor. En el caso de H2, además de la estadística descriptiva y el análisis de correlaciones entre variables, se emplea un modelo de regresión lineal múltiple, cuya construcción se explica más adelante.

RESULTADOS[Subir]

Confianza en la Monarquía durante la crisis[Subir]

Parece lógico asumir que la crisis política de estos últimos años debería haber afectado a los políticos, los partidos, el Gobierno y al Parlamento ( ‍Rifà, Roser. 2017. Actitudes políticas en tiempos de crisis. La confianza en las instituciones políticas de España [tesis doctoral]. Universidad Autónoma de Barcelona. Disponible en: https://www.tdx.cat/handle/10803/454992Rifà, 2017;  ‍Uslaner, Eric. 2018. The Oxford Handbook of Social and Political Trust. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780190274801.001.0001Uslaner, 2018), pero no a las instituciones no responsables, dado que esa fue la pauta durante la crisis de los noventa. Sin embargo, los datos evidencian que en la crisis de los 2000 el comportamiento de dichas instituciones ha sido diferente y que la erosión de determinadas instituciones no responsables ha sido análoga, o incluso mayor, al de las otras instituciones políticas (tabla 1). En el periodo estudiado, entre 2010 y 2015

Para el análisis se utilizan los siguientes estudios del Centro de Investigaciones Sociológicas: 2853 para el 2010, 2914 para 2011, 2984 para 2013, 3021 para 2014 y 3080 para 2015.

‍[4]
, en una escala sobre 10 puntos, la confianza en el Parlamento había experimentado una caída de 1,18 puntos, el Gobierno de 0,75 y de 0,65 los partidos políticos. En la misma escala, la Monarquía perdió 1,02 puntos, el Tribunal Constitucional 0,92 puntos, el Consejo General de Poder Judicial y el Defensor del Pueblo 0,59 y 0,68 puntos, respectivamente. La confianza en las Fuerzas Armadas, claramente diferenciadas del resto de instituciones analizadas, apenas registró un ligero descenso (0,2 puntos menos).

Tabla 1.

Confianza de distintas instituciones, 2010-‍2015

Gobierno Parlamento Tribunal Constitucional Defensor del Pueblo Fuerzas Armadas Monarquía Partidos políticos CGPJ
2010 3,52
(2,66)
4,01
(2,54)
4,32
(2,55)
4,64
(2,63)
5,71
(2,85)
5,36
(3,18)
2,88
(2,37)
4,13
(2,57)
2011 3,24
(2,75)
3,52
(2,67)
4,07
(2,49)
4,55
(2,77)
5,65
(2,95)
4,89
(3,21)
2,76
(2,51)
3,94
(2,71)
2013 2,42
(2,49)
2,53
(2,36)
3,51
(2,59)
3,94
(2,69)
5,21
(2,88)
3,68
(3,00)
1,83
(2,09)
3,52
(2,59)
2014 2,45
(2,55)
2,63
(2,47)
3,35
(2,59)
3,87
(2,70)
5,29
(2,95)
3,72
(3,03)
1,89
(2,12)
3,31
(2,61)
2015 2,77
(2,62)
2,83
(2,49)
3,40
(2,60)
3,96
(2,68)
5,51
(2,97)
4,34
(3,13)
2,23
(2,25)
3,54
(2,62)

Fuente: elaboración propia a partir de datos del Centro de Investigaciones Sociológicas. Entre paréntesis la desviación estándar.

El análisis longitudinal muestra algunas tendencias claras. En primer lugar, se registra una caída global de la confianza en las instituciones, siendo especialmente significativa en el Parlamento y la Monarquía. El cambio más abrupto se da entre 2011 y 2013, coincidiendo con el periodo de mayor crispación respecto a las instituciones y un malestar caracterizado por la eclosión del 15M y del movimiento Democracia Real Ya. Pero, en todo caso, cabía esperar un mayor desgaste de las percepciones de las instituciones responsables y no tanto hacia las instituciones no responsables, siguiendo con ello la estela de lo ocurrido en los años noventa.

En una perspectiva intertemporal, se observa que 2011 y 2013 se caracterizan por ser los años de mayor caída de confianza de todas las instituciones estudiadas, siendo especialmente destacable la Monarquía, con una reducción de 1,21 puntos entre 2011 y 2013. En cambio, 2014 y, especialmente, 2015 se presentan como años de recuperación de la confianza perdida, siendo de nuevo la Monarquía la que experimenta una mayor recuperación, con 0,62 puntos de incremento entre 2014 y 2015. Si hiciéramos un análisis de ranking de instituciones se apreciaría que las Fuerzas Armadas son durante el ciclo estudiado la institución con una mayor confianza, frente al Parlamento, el Gobierno y los partidos políticos, que de manera estable ocupan la sexta, séptima y octava posición, respectivamente. La Monarquía cede la segunda posición al Defensor del Pueblo en 2013, aunque recupera su primer lugar en 2015. El Tribunal Constitucional es superado por el Consejo General del Poder Judicial en 2013 y en 2015.

Para contrastar la hipótesis de la heterogeneidad entre la confianza que reciben las instituciones responsables y las no responsables, se ha procedido a realizar una prueba t de Student para muestras independientes. El análisis se ha realizado año a año y también para el conjunto del ciclo analizado (2010-‍2015). Como muestran los resultados de la tabla 2, el contraste de medias de los dos grupos de instituciones analizados evidencia que existen diferencias estadísticamente significativas en las puntuaciones recibidas, tanto en el conjunto del ciclo, como para cada uno de los años estudiados.

Tabla 2.

Prueba t de Student para el contraste de medias de muestras independientes

T Sig.
2010 2011 2013 2014 2015 Global
(2010-‍2015)
Tipo de institución -34,371

(p<0.01).

‍[**]
-35,095

(p<0.01).

‍[**]
-44,738

(p<0.01).

‍[**]
-40,677

(p<0.01).

‍[**]
-38,971

(p<0.01).

‍[**]
-85,311

(p<0.01).

‍[**]
[**] (p<0.01).

Fuente: elaboración propia.

La hipótesis de heterogeneidad es ratificada. Sin embargo, no ocurre lo mismo en el caso de la homogeneidad interna en las puntuaciones que reciben las instituciones no responsables, por un lado, y las responsables, por otro. Para el contraste de este supuesto se realizó un análisis ANOVA de un factor, siendo la variable dependiente la puntuación de la institución y el factor la institución, dentro de cada grupo. El análisis realizado evidencia que hay diferencias estadísticamente significativas en las puntuaciones recibidas por las instituciones que forman parte del mismo grupo, por lo que no se confirma el criterio de homogeneidad interna. Además, el valor de F es mayor en el caso de las instituciones no responsables, lo que implica que las diferencias dentro del grupo son mayores, aunque buena parte de esas diferencias son consecuencia del efecto que producen las Fuerzas Armadas (el valor de f para el conjunto del ciclo, excluyendo a las Fuerzas Armadas, es de 191,974 **). Como se pudo observar en la tabla 1, las Fuerzas Armadas presentan un comportamiento diferenciado del resto de instituciones, caracterizado por la relativa estabilidad de su confianza a lo largo del ciclo estudiado, lo que podría estar relacionado con la falta de influencia de elementos contextuales.

Tabla 3.

Prueba ANOVA para el contraste de medias

F Sig.
2010 2011 2013 2014 2015 Global
(2010-‍2015)
Instituciones responsables 115,060

(p<0.01).

‍[**]
49,896

(p<0.01).

‍[**]
63,600

(p<0.01).

‍[**]
62,370

(p<0.01).

‍[**]
45,353

(p<0.01).

‍[**]
304,851

(p<0.01).

‍[**]
Instituciones no responsables 127,619

(p<0.01).

‍[**]
125,262

(p<0.01).

‍[**]
150,434

(p<0.01).

‍[**]
190,102

(p<0.01).

‍[**]
200,145

(p<0.01).

‍[**]
728,495

(p<0.01).

‍[**]
[**] (p<0.01).

Fuente: elaboración propia.

Pese a que el análisis estadístico indica la falta de homogeneidad interna, se realizó un análisis post hoc de Bonferroni, que pone de manifiesto un comportamiento de relativa homogeneidad entre las instituciones de tipo judicial, como el Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial, y de manera más leve con el Defensor del Pueblo. Respecto a la Monarquía, en el año 2013 el análisis presenta diferencias no estadísticamente significativas con el Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial.

Una vez confirmada estadísticamente la diferencia de medias entre los dos tipos de instituciones, y constatada también la ausencia de homogeneidad interna, se realizaron correlaciones parciales entre las puntuaciones obtenidas por las distintas instituciones a lo largo del ciclo analizado, tras eliminar de ambas el efecto atribuible a la variable año (momento de captura de los datos).

Tabla 4.

Correlaciones parciales entre instituciones (2010-‍2015), controlado por el efecto año

  Monarquía Gobierno Parlamento Tribunal Constitucional Defensor del Pueblo Fuerzas Armadas Partidos políticos Consejo General
del Poder Judicial
Monarquía 1 ,444

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,440

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,433

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,380

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,553

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,353

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,427

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
Gobierno 1 ,796

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,543

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,468

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,380

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,581

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,466

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
Parlamento 1 ,625

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,541

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,400

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,619

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,522

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
Tribunal Constitucional 1 ,656

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,471

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,489

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,685

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
Defensor del Pueblo 1 ,425

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,451

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,555

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
Fuerzas Armadas 1 ,324

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
,460

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
Partidos políticos 1 ,474

La correlación es significativa al nivel 0,01.

‍[**]
Consejo General del Poder Judicial               1
[**] La correlación es significativa al nivel 0,01.

Fuente: elaboración propia.

Los datos de la tabla 4 muestran una relevante correlación parcial entre el Gobierno, el Parlamento y los partidos políticos, por un lado, y por otro una importante correlación entre las instituciones de carácter judicial: Tribunal Constitucional, Defensor del Pueblo y Consejo General del Poder Judicial. En el caso de la Monarquía, la correlación más alta se establece con las Fuerzas Armadas, si bien la correlación parcial con el Gobierno y con el Parlamento es prácticamente idéntica, incluso ligeramente superior, a la que presenta con el resto de instituciones no responsables. Asimismo, los datos evidencian unas correlaciones parciales comparativamente altas del Tribunal Constitucional con el Gobierno (0,543) y con el Parlamento (0,625). En términos globales, las correlaciones parciales más elevadas se darían entre Gobierno y Parlamento, y entre las instituciones de carácter judicial.

De acuerdo con lo previsto en la hipótesis de la heterogeneidad entre instituciones responsables y no responsables (H1), los datos evidencian la existencia de diferencias significativas en las medias que reciben ambos grupos de instituciones (H1.1), confirmándose también que no existe homogeneidad interna entre los grupos de instituciones (H1.2), siendo la Monarquía y el Tribunal Constitucional las instituciones no responsables que muestran un comportamiento más diferenciado respecto a su grupo.

El efecto de las variables contextuales: el clima político y económico[Subir]

La confianza política puede verse afectada por «efectos periodo», como el impacto de la crisis económica o política ( ‍Kriesi, Hanspeter. 2014. «The Political Consequences of the Economic Crises in Europe: Electoral Punishment and Popular Protest», en Nancy Bermeo y Larry M. Bartels (eds.), Mass Politics in Tough Times: Opinions, Votes and Protest in the Great Recession. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/acprof:oso/9780199357505.003.0010Kriesi, 2014), o por una prolongada inefectividad gubernamental y fracasos en los procesos de policy-making ( ‍Magalhaes, Pedro C. 2014. «Government Effectiveness and Support for Democracy», European Journal of Political Research, 53: 77-97. Disponible en: https://doi.org/10.1111/1475-6765.12024Magalhaes, 2014). En España, distintos estudios han abordado los efectos de la economía sobre el comportamiento electoral ( ‍Maravall, José M. y Adam Przeworski. 1999. «Reacciones políticas a la economía», Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 87: 11-52. Disponible en: https://doi.org/10.2307/40184172Maravall y Przeworski, 1999;  ‍Fraile, Marta. 2005. Cuando la economía entra en las urnas. El voto económico en España (1979-1996). Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas.Fraile, 2005), pero no se ha prestado tanta atención al estudio de las relaciones entre el conjunto de instituciones y la situación económica y política nacional ( ‍Rifà, Roser. 2017. Actitudes políticas en tiempos de crisis. La confianza en las instituciones políticas de España [tesis doctoral]. Universidad Autónoma de Barcelona. Disponible en: https://www.tdx.cat/handle/10803/454992Rifà, 2017

Roser Rifà en su tesis (

Rifà, Roser. 2017. Actitudes políticas en tiempos de crisis. La confianza en las instituciones políticas de España [tesis doctoral]. Universidad Autónoma de Barcelona. Disponible en: https://www.tdx.cat/handle/10803/454992

2017
) realiza un interesante análisis de la confianza en las instituciones políticas en España, empleando una metodología distinta a la que aquí se desarrolla y usando unas bases de datos diferentes de las públicas del CIS, aunque no incorpora el análisis de la Monarquía.

‍[5]
;  ‍Uslaner, Eric. 2018. The Oxford Handbook of Social and Political Trust. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780190274801.001.0001Uslaner, 2018), especialmente respecto a las instituciones no responsables ( ‍Newton, Kenneth, Dietlind Stolle y Sonia Zmerli. 2018. «Social and Political Trust», en Eric Uslaner (ed.), The Oxford Handbook of Social and Political Trust. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780190274801.013.20Newton et al., 2018).

En las tablas 1 y 2 del anexo se presenta la evolución de las percepciones ciudadanas sobre la confianza en las principales instituciones en función de la valoración optimista y pesimista de la situación económica y de la situación política. Respecto a la percepción sobre el clima económico, los datos muestran, como cabía esperar, que los entrevistados que valoran peor la situación económica también muestran una peor confianza sobre el conjunto de instituciones. A partir de 2013 se registra un incremento de las diferencias en las valoraciones medias que reciben las instituciones, entre quienes valoran mejor y peor la situación económica. Entre las instituciones no responsables analizadas la que mayor diferencia presenta en la confianza media registrada, en función de si se valora bien o mal la situación económica, es la Monarquía, que llega a registrar una diferencia de 3,22 puntos en 2015. De todas las instituciones consideradas, la que presenta una mayor distancia de medias entre percepción sobre la situación económica es el Gobierno, siendo las más altas en 2014 (3,62) y 2015 (3,91). En segundo lugar está la Monarquía.

En cuanto a la evolución de la confianza de las instituciones, en función de la percepción de la situación política como negativa o positiva, de nuevo se registra una mayor confianza en las instituciones entre quienes se presentan como más optimistas a la hora de valorar la situación política. En cuanto a la Monarquía, cabe decir que, de nuevo, es la institución no responsable que presenta una mayor diferencia en los datos de confianza en el ciclo analizado, especialmente en el año 2014 (3,57) y 2015 (3,44). Igualmente, de nuevo es el Gobierno la institución que más diferencias presenta entre quienes valoran bien la situación política y quienes la valoran mal, con diferencias superiores a las que presentaba en el caso de la valoración de la situación económica.

Realizado un análisis bivariado del comportamiento de la valoración sobre el clima político y económico en la confianza en las instituciones, y siendo conscientes de las limitaciones que este tipo de análisis conlleva para el estudio de la causalidad entre variables, más aún cuando se trata de datos de opinión en un contexto crítico, con escasa muestra de individuos considerados optimistas, se realiza a continuación un acercamiento multivariable con objeto de poder contrastar las hipótesis planteadas (H2.1 y H2.2).

Se pone a prueba un modelo de regresión lineal múltiple para medir el impacto de las percepciones sobre la situación económica y política en la confianza en el Gobierno y en la Monarquía

Debido a la limitación de espacio, el análisis multivariable se realiza exclusivamente para el Gobierno y la Monarquía, ya que son las instituciones que presentan un comportamiento más sensible al contexto político y económico en el análisis descriptivo de cada uno de los dos grupos de instituciones analizados en este trabajo. La selección del Gobierno también responde a su protagonismo en la corroboración empírica que analiza los efectos de los contextos económicos y la atribución de responsabilidad en su popularidad (

Maravall, José M. y Adam Przeworski. 1999. «Reacciones políticas a la economía», Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 87: 11-52. Disponible en: https://doi.org/10.2307/40184172

Maravall y Przeworski, 1999
).

‍[6]
. La variable dependiente es la confianza en las instituciones mencionadas, y las variables independientes son la evaluación de la situación económica general de España, las expectativas económicas a un año, la evaluación de la situación política general de España y las expectativas de la situación política a un año. Como variables de control se ha incorporado la ideología, el sexo, la edad, la ocupación (estar parado frente a no estarlo), los estudios, el recuerdo de voto y el tamaño de hábitat. Los modelos se han puesto a prueba en cada uno de los años objeto de estudio, así como en un modelo agregado de todo el ciclo 2010-‍2015, que incorpora la variable año como factor de control

En el anexo se encuentra el sistema de codificación empleado (tabla 3).

‍[7]
.

En las dos siguientes tablas (tablas 5 y 6) se presentan los coeficientes estandarizados (o tipificados) de las regresiones lineales puestas a prueba, lo que permite comparar el peso del prescriptor a lo largo del ciclo, aunque se parta de variables con distintos niveles de medición

A pesar de que los modelos presentan un coeficiente de determinación bajo, es importante puntualizar que en este estudio no se persigue la búsqueda de modelos predictivos, sino conocer el peso de las betas de cada variable a lo largo del ciclo, por lo que un r2 bajo no condiciona nuestro propósito.

‍[8]
. Los resultados del análisis muestran un peso de las variables referentes al contexto político sobre la confianza en la Monarquía más estable que las variables de carácter económico, presentándose la evaluación de la situación económica general de España como no significativa hasta 2014, momento en que irrumpe con un notable efecto, especialmente en 2015, y en el sentido esperado (a mejor valoración y más optimismo sobre el futuro económico, mayor confianza en la Monarquía). Debemos destacar que la variable con un mayor peso en la confianza en la Monarquía es la ideología, siendo la relación positiva cuanto más a la derecha se autoubique el entrevistado mayor confianza en la institución, como han puesto de manifiesto también en otros contextos los trabajos de Listhaug y Jakobsen ( ‍Listhaug, Ola y Tor G. Jakobsen. 2018. «Foundations of Political Trust», en Eric Uslaner (ed.), The Oxford Handbook of Social and Political Trust. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/978019027 4801.013.142018). Respecto a las variables sociodemográficas incluidas en el modelo, destaca la influencia de la edad (a mayor edad mayor confianza en la monarquía) y, en menor medida, el nivel educativo (a mayor nivel educativo menor confianza en la institución). El hecho de estar parado laboralmente frente a no estarlo, el recuerdo de haber participado en las pasadas elecciones y el tamaño del municipio no ayudan a explicar la confianza en la monarquía.

Tabla 5.

Modelo de regresión lineal múltiple de la confianza en la monarquía

2010 2011 2013 2014 2015
R2 Corregida 0,092 0,142 0,189 0,224 0,284
F 16,106 23,503 36,204 45,225 56,928
ANOVA (sig.) 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000
N 1.640 1.499 1.661 1.683 1.552
Coeficientes estandarizados Beta
(constante) 0,000 0,002 0,000 n.s n.s
Situación económica general -,020

(p>0,1).

‍[n.s]
,034

(p>0,1).

‍[n.s]
,032

(p>0,1).

‍[n.s]
,043

(p<0.1);

‍[+]
,113

(p<0.01);

‍[**]
Situación económica prospectiva ,031

(p>0,1).

‍[n.s]
,068

(p<0.05);

‍[*]
,161

(p<0.01);

‍[**]
,065

(p<0.05);

‍[*]
,112

(p<0.01);

‍[**]
Situación política general ,084

(p<0.01);

‍[**]
,070

(p<0.01);

‍[**]
,100

(p<0.01);

‍[**]
,122

(p<0.01);

‍[**]
,130

(p<0.01);

‍[**]
Situación política prospectiva ,054

(p<0.05);

‍[*]
,091

(p<0.01);

‍[**]
,055

(p<0.05);

‍[*]
,078

(p<0.01);

‍[**]
,028

(p>0,1).

‍[n.s]
Ideología ,254

(p<0.01);

‍[**]
,270

(p<0.01);

‍[**]
,208

(p<0.01);

‍[**]
,269

(p<0.01);

‍[**]
,328

(p<0.01);

‍[**]
Sexo ,012

(p>0,1).

‍[n.s]
,056

(p<0.05);

‍[*]
-,024

(p>0,1).

‍[n.s]
,004

(p>0,1).

‍[n.s]
,044

(p<0.05);

‍[*]
Edad ,095

(p<0.01);

‍[**]
,099

(p<0.01);

‍[**]
,097

(p<0.01);

‍[**]
,127

(p<0.01);

‍[**]
,087

(p<0.01);

‍[**]
Nivel educativo -,078

(p<0.01);

‍[**]
-,071

(p<0.01);

‍[**]
-,108

(p<0.01);

‍[**]
-,076

(p<0.01);

‍[**]
-,094

(p<0.01);

‍[**]
Ocupación ,007

(p>0,1).

‍[n.s]
-,016

(p>0,1).

‍[n.s]
,020

(p>0,1).

‍[n.s]
-,010

(p>0,1).

‍[n.s]
,040

(p<0.1);

‍[+]
Recuerdo de voto -,046

(p<0.1);

‍[+]
-,040

(p>0,1).

‍[n.s]
-,020

(p>0,1).

‍[n.s]
-,038

(p<0.1);

‍[+]
-,038

(p<0.1);

‍[+]
Tamaño de hábitat ,037

(p>0,1).

‍[n.s]
,010

(p>0,1).

‍[n.s]
-,026

(p>0,1).

‍[n.s]
-,019

(p>0,1).

‍[n.s]
-,009

(p>0,1).

‍[n.s]
[**] (p<0.01); [*] (p<0.05); [+] (p<0.1); [n.s] (p>0,1).

Fuente: elaboración propia.

Para comparar si la influencia de las variables incluidas en el modelo es mayor para una institución responsable que para la Monarquía, se ha puesto a prueba el mismo modelo de regresión lineal múltiple para el Gobierno. El resultado obtenido ofrece una mayor capacidad explicativa que el modelo realizado con la Monarquía (no obstante, el máximo de capacidad explicativa del modelo es del 39,4 % de la variable dependiente en 2014). Los datos muestran un mayor peso de las variables relacionadas con el contexto político que las de carácter económico, presentándose en este caso las cuatro variables como significativas en los cinco años analizados (salvo la situación política prospectiva en 2011). De nuevo, la ideología se presenta como la variable que más explica la confianza en la institución a excepción de 2011, momento cumbre de la crisis de reputación del Gobierno, derivada de la gestión de la crisis económica. El cambio de signo en el coeficiente de la ideología responde al partido de Gobierno en cada año (PSOE en 2010 y 2011, y PP en el resto de años analizados).

Tabla 6.

Modelo de regresión lineal múltiple de la confianza en el Gobierno

2010 2011 2013 2014 2015
R2 Corregida 0,301 0,113 0,389 0,394 0,344
F 65,817 18,545 97,897 101,011 76,273
ANOVA (sig.) 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000
N 1.655 1.512 1.671 1.695 1.580
Coeficientes estandarizados Beta 
(constante) 0,000 0,000

(p>0,1).

‍[n.s]
0,000 0,088
Situación económica general ,082

(p<0.01);

‍[**]
,088

(p<0.01);

‍[**]
,067

(p<0.01);

‍[**]
,107

(p<0.01);

‍[**]
,167

(p<0.01);

‍[**]
Situación económica prospectiva ,129

(p<0.01);

‍[**]
,116

(p<0.01);

‍[**]
,124

(p<0.01);

‍[**]
,104

(p<0.01);

‍[**]
,101

(p<0.01);

‍[**]
Situación política general ,282

(p<0.01);

‍[**]
,244

(p<0.01);

‍[**]
,252

(p<0.01);

‍[**]
,240

(p<0.01);

‍[**]
,208

(p<0.01);

‍[**]
Situación política prospectiva ,142

(p<0.01);

‍[**]
-,031

(p>0,1).

‍[n.s]
,162

(p<0.01);

‍[**]
,119

(p<0.01);

‍[**]
,044

(p<0.1);

‍[+]
Ideología -,202

(p<0.01);

‍[**]
-,073

(p<0.01);

‍[**]
,293

(p<0.01);

‍[**]
,296

(p<0.01);

‍[**]
,308

(p<0.01);

‍[**]
Sexo -,027

(p>0,1).

‍[n.s]
-,010

(p>0,1).

‍[n.s]
-,061

(p<0.01);

‍[**]
-,015

(p>0,1).

‍[n.s]
-,027

(p>0,1).

‍[n.s]
Edad ,072

(p<0.01);

‍[**]
-,010

(p>0,1).

‍[n.s]
,006

(p>0,1).

‍[n.s]
,101

(p<0.01);

‍[**]
,037

(p>0,1).

‍[n.s]
Nivel educativo -,022

(p>0,1).

‍[n.s]
,025

(p>0,1).

‍[n.s]
,001

(p>0,1).

‍[n.s]
,046

(p<0.05);

‍[*]
-,014

(p>0,1).

‍[n.s]
Ocupación ,005

(p>0,1).

‍[n.s]
-,032

(p>0,1).

‍[n.s]
-,011

(p>0,1).

‍[n.s]
-,025

(p>0,1).

‍[n.s]
-,039

(p<0.1);

‍[+]
Recuerdo de voto -,054

(p<0.01);

‍[**]
-,019

(p>0,1).

‍[n.s]
-,045

(p<0.05);

‍[*]
-,009

(p>0,1).

‍[n.s]
-,044

(p<0.05);

‍[*]
Tamaño de hábitat ,034

(p>0,1).

‍[n.s]
-,027

(p>0,1).

‍[n.s]
-,037

(p<0.1);

‍[+]
-,018

(p>0,1).

‍[n.s]
,015

(p>0,1).

‍[n.s]
[**] (p<0.01); [*] (p<0.05); [+] (p<0.1); [n.s] (p>0,1).

Fuente: elaboración propia.

Con el objetivo de controlar el efecto del factor tiempo se han unido las diferentes bases de datos en una sola, lo que permite introducir en el modelo de regresión lineal la variable año como variable independiente. Los resultados del modelo (tabla 7), aplicado en este caso a la Monarquía, al Gobierno, al Tribunal Constitucional y al Parlamento

Se ha incluido la regresión para el Tribunal Constitucional por presentar a lo largo de los análisis realizados algunas pautas diferenciales, junto con la Monarquía, con respecto al resto de instituciones de su grupo. Asimismo, se ha incluido el análisis del Gobierno a efectos de disponer del análisis de dos instituciones neutrales y dos no neutrales, presentando la confianza en el Parlamento una mayor correlación parcial con la que recibe el Gobierno.

‍[9]
, evidencian, en primer lugar, que las variables de tipo contextual pesan más en la confianza de las instituciones tradicionalmente consideradas responsables que en las no responsables. También cabe señalar que la ideología es la variable que más peso tiene en la confianza en la Monarquía, y que además es en dicha institución en la que comparativamente ejerce un mayor peso. Por otro lado, entre la Monarquía y el Tribunal Constitucional, aunque con un peso muy similar, los factores económicos pesan más en la confianza en el Tribunal Constitucional que en el Gobierno, salvo la evaluación de la situación política prospectiva, que presenta una mayor capacidad explicativa en la confianza en la monarquía.

Tabla 7.

Modelo de regresión lineal múltiple de la confianza en las instituciones

Monarquía Gobierno Tribunal Constitucional Parlamento
R2 Corregida 0,210 0,273 0,113 0,218
F 178,72 255,233 77,886 181,508
ANOVA (sig.) 0,000 0,000 0,000 0,000
N 8.039 8.117 7.223 7.763
Coeficientes estandarizados Beta
(constante) 0,000 0,000 0,000 0,000
Situación económica general ,054

(p<0.01);

‍[**]
,122

(p<0.01);

‍[**]
,057

(p<0.01);

‍[**]
,100

(p<0.01);

‍[**]
Situación económica prospectiva ,087

(p<0.01);

‍[**]
,143

(p<0.01);

‍[**]
,113

(p<0.01);

‍[**]
,133

(p<0.01);

‍[**]
Situación política general ,094

(p<0.01);

‍[**]
,291

(p<0.01);

‍[**]
,140

(p<0.01);

‍[**]
,226

(p<0.01);

‍[**]
Situación política prospectiva ,071

(p<0.01);

‍[**]
,080

(p<0.01);

‍[**]
,062

(p<0.01);

‍[**]
,086

(p<0.01);

‍[**]
Ideología ,278

(p<0.01);

‍[**]
,107

(p<0.01);

‍[**]
,109

(p<0.01);

‍[**]
,083

(p<0.01);

‍[**]
Sexo ,018

(p<0.1);

‍[+]
-,026

(p<0.01);

‍[**]
,022

(p<0.05);

‍[*]
,006

(p>0,1).

‍[n.s]
Edad ,101

(p<0.01);

‍[**]
,044

(p<0.01);

‍[**]
-,040

(p<0.01);

‍[**]
,034

(p<0.01);

‍[**]
Nivel educativo -,080

(p<0.01);

‍[**]
,009

(p>0,1).

‍[n.s]
,011

(p>0,1).

‍[n.s]
,054

(p<0.01);

‍[**]
Ocupación ,007

(p>0,1).

‍[n.s]
-,021

(p<0.05);

‍[*]
-,021

(p<0.1);

‍[+]
-,030

(p<0.01);

‍[**]
Recuerdo de voto -,036

(p<0.01);

‍[**]
-,041

(p<0.01);

‍[**]
-,024

(p<0.05);

‍[*]
-,044

(p<0.01);

‍[**]
Tamaño de hábitat ,000

(p>0,1).

‍[n.s]
-,003

(p>0,1).

‍[n.s]
,018

(p>0,1).

‍[n.s]
,004

(p>0,1).

‍[n.s]
Año -,161

(p<0.01);

‍[**]
-,149

(p<0.01);

‍[**]
-,146

(p<0.01);

‍[**]
-,206

(p<0.01);

‍[**]
[**] (p<0.01); [*] (p<0.05); [+] (p<0.1); [n.s] (p>0,1).

Fuente: elaboración propia.

En definitiva, si bien se observa que las variables relativas a la confianza en el clima político y económico tienen un mayor peso sobre la confianza en las instituciones responsables, no se puede hablar de ausencia de influencia en el resto de instituciones. Aunque la Monarquía se comportó, en términos de confianza, como una institución no responsable durante los años noventa, observamos que durante la última crisis económica la Monarquía se ha alejado de esa pauta y se ha acercado a los niveles de una institución responsable, aunque en menor medida que en el caso de una institución como el Gobierno, por ejemplo. Este comportamiento difiere del registrado en investigaciones previas como un estudio de finales de los noventa, por ejemplo, que concluía que «la Monarquía es la institución más valorada, prácticamente, desde el inicio de la transición y este apoyo constante no parece estar relacionado con el aumento o la disminución de la valoración de otras instituciones del país» ( ‍García del Soto, Araceli. 1999. Representaciones sociales y fundamentos básicos de la cultura política: opiniones intergeneracionales sobre la Monarquía española [tesis doctoral]. Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales del Instituto Juan March de Madrid. Disponible en: http://bit.ly/2Q9GHoGGarcía del Soto, 1999: 8).

Algo similar a la Monarquía ocurre con otra institución no responsable como el Tribunal Constitucional, que como venimos observando presenta pautas diferenciales con respecto a otras instituciones de su grupo, acercándose en mayor medida a las puntuaciones de una institución responsable, lo que quizás podría ser explicado por el protagonismo que ha adquirido el intérprete de la Constitución en el proceso soberanista catalán, la mediatización de algunas causas judiciales relacionadas con la violencia de género o las causas de corrupción política. Sería interesante contar con investigaciones sobre esta institución.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES TENTATIVAS[Subir]

La mayoría de los estudios citados consideran que todas las instituciones se ven afectadas en su confianza por los contextos de crisis económica y política. Uno de los principales hallazgos del estudio es la confirmación de la hipótesis de la heterogeneidad grupal entre las instituciones no responsables y responsables (H1.1). También que los datos hayan desmentido la hipótesis de la homogeneidad de las instituciones no responsables ante la opinión pública (H1.2). Es la Monarquía la institución no responsable que muestra un comportamiento distintivo al asemejarse a las instituciones políticas típicas de la cadena de rendición de cuentas, como el Gobierno, el Parlamento o los partidos políticos. Ello enriquece el debate establecido sobre esta cuestión y, también, contrasta con el comportamiento de la Monarquía ante la opinión pública en épocas anteriores, incluso de crisis, como la de los años noventa, en los que su evolución era muy similar a la del resto de las instituciones no responsables. Los datos nos dibujan una Monarquía que en los últimos años se sitúa en una posición intermedia entre ambos tipos de instituciones y se aleja del espacio que ocupaba hasta finales de los años noventa.

El análisis de las variables contextuales, como la doble crisis económica y política, ha puesto de relieve que hay una relación estadísticamente significativa en el periodo estudiado entre la valoración de la situación política y la confianza de las instituciones consideradas, confirmando las hipótesis del contexto económico (H2.1) y la del contexto político (H2.2). Con respecto a la situación económica, la Monarquía, entre las instituciones no responsables, presenta una pauta específica en determinados años. Los datos muestran que la Monarquía se vio afectada por el contexto de crisis económica de manera más homogénea que las instituciones que deben someterse a la evaluación electoral. Los pocos datos accesibles de otros países con monarquías parlamentarias muestran instituciones que también fluctúan en el juicio de los ciudadanos

Así, por ejemplo, en Gran Bretaña, en 1983 el 86% de los entrevistados consideraba la Monarquía muy importante y para el 2003 ese porcentaje había disminuido hasta el 59% iniciando desde entonces una escalada alcista llegando al 2012 en el que el 75% la consideraba muy importante (British Social Attitudes 30). En Holanda la pregunta se construye sobre la confianza no a la institución si no en la reina. En el 2008, el 73% tenía mucha/bastante confianza, el valor más bajo de la serie lo tenía en 2012 con un 59% y ya en 2018 el 70% tenía mucha/bastante confianza en el nuevo rey (

Ipsos. 2018. La monarquía española, la menos apoyada entre las monarquías europeas. Disponible en: http://bit.ly/2TLCsSP

IPSOS, 2018
). Para Bélgica, en 1990, el 62% de los flamencos y el 59% de los valones consideraban la Monarquía necesaria. Para 2014, los valores eran, respectivamente del 45% y del 66% (

Meuleman, Bart, Koen Abts y Marc Swyengedouw. 2012. Analyse op basis van de postelectorale Verkiezingsonderzoeken 1995-2010. Leuven: ISPO.

Meuleman et al., 2012
).

‍[10]
. Sin embargo, es imposible realizar una comparación habida cuenta de que los indicadores no son similares.

Hasta aquí las conclusiones que podemos extraer a partir de los datos usados en el análisis. Consideramos interesante plantear otras cuestiones que tienen más de conjeturas que de conclusiones y que sugieren líneas de futuros estudios. Quizás la más relevante es cómo podemos explicar este mayor comportamiento de la Monarquía como institución responsable en los últimos años, a diferencia de los años noventa. No es posible llegar a una conclusión válida a la luz de los datos, ya que estos son muy escasos. Se evidencia con claridad la necesidad de avanzar en el análisis de una institución central del sistema político español y de contar con más datos. Sin embargo, sí podemos explorar algunas interpretaciones que han de ser corroboradas con posteriores análisis.

Una primera posible explicación del comportamiento similar de la Monarquía al de las instituciones responsables es, como ya se apuntó, el desarrollo de ciertos atributos metaconstitucionales que la han caracterizado en su construcción. La Monarquía ha contado con un amplio poder de facto originado en su actuación, especialmente durante la transición, que carece de una correspondencia real con sus atribuciones de iure. Estos poderes metaconstitucionales del monarca español, como han sido definidos al inicio de este trabajo, residen en su supuesta influencia política y su ascendiente sobre las principales formaciones políticas del país ( ‍García del Soto, Araceli. 1999. Representaciones sociales y fundamentos básicos de la cultura política: opiniones intergeneracionales sobre la Monarquía española [tesis doctoral]. Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales del Instituto Juan March de Madrid. Disponible en: http://bit.ly/2Q9GHoGGarcía del Soto, 1999). También derivan de su capacidad para ejercer un cierto soft power en el ámbito interno y en la esfera internacional, que le ha permitido desarrollar lo que algunos expertos en marketing y branding político definen como una «corporate brand» ( ‍Balmer, John M. T., Stephen A. Greyser y Mats Urde. 2004. Monarchies as Corporate Brands. Working Paper nº 05-002. Boston: Harvard Business School.Balmer et al., 2004 y  ‍Balmer, John M. T., Stephen A. Greyser y Mats Urde. 2006. «The Crown as a Corporate Brand: Insights from Monarchies», Journal of Brand Management, 14 (1/2): 137-161. Disponible en: https://doi.org/10.1057/palgrave.bm.25500312006).

En segundo lugar, los estudios sobre confianza han mostrado que esta varía de acuerdo a «la edad de la democracia» y que las nuevas sufren más oscilaciones, ya que son «más sensibles a las variaciones en la efectividad que las viejas democracias» ( ‍Thomassen, Jacques y Hendrik van der Kolk. 2009. «Effectiveness and Political Support in Old and New Democracies», en Hans Dieter Klingeman (ed.), The Comparative Study of Electoral Systems. Oxford: Oxford University Press.Thomassen y van der Kolk, 2009: 346). Estos cambios en la confianza política en las nuevas democracias pueden tener un impacto distinto en monarquías como la española, frente a la estabilidad en la confianza en las monarquías de las viejas democracias europeas. Así se puede explicar, si bien no hay datos sistemáticos de comparación con otras monarquías, que para 2018 la Monarquía española sea una de las que menos apoyo ciudadano tenía de todas las europeas. En España, el 37 % era partidario de su abolición frente, por ejemplo, al 15 % en Gran Bretaña, el 17 % en Bélgica, el 23 % en Suecia o el 4 % en Japón ( ‍Ipsos. 2018. La monarquía española, la menos apoyada entre las monarquías europeas. Disponible en: http://bit.ly/2TLCsSPIPSOS, 2018). El principal problema, en el caso de una monarquía de reciente instauración en una nueva democracia, como la española, es la discontinuidad con la legitimidad tradicional, típica de las monarquías europeas que no han tenido un historia tan accidentada ( ‍García del Soto, Araceli. 1999. Representaciones sociales y fundamentos básicos de la cultura política: opiniones intergeneracionales sobre la Monarquía española [tesis doctoral]. Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales del Instituto Juan March de Madrid. Disponible en: http://bit.ly/2Q9GHoGGarcía del Soto, 1999: 219); quizás eso explique la diferencia de los datos mencionados.

Por otra parte, en otras monarquías los escándalos de miembros de sus familias reales no han provocado graves crisis en la institución, mostrando una gran «resiliencia» ( ‍Spellman, William M. 2001. Monarchies: 1000-2000. Londres: Reaktion.Spellman, 2001: 274). Una excepción es el caso de Holanda, en el que la reina Juliana llegó a presentar su renuncia por un escándalo de corrupción que involucraba al rey consorte Bernardo, aunque el Parlamento no aceptó su abdicación ( ‍Conradi, Peter. 2013. The Great Survivors: How Monarchy Made It into the Twenty-First Century. Londres: Alma Books.Conradi, 2013: 310). En España, en cambio, la necesidad de reinstitucionalizar la Monarquía, con la construcción de la institución a partir de la figura del rey Juan Carlos durante la transición a la democracia y el golpe del 23-F, construyó un cierto mito alrededor del monarca, cuyos atributos se transfirieron a la institución en lugar de a la inversa, como sucede con cualquier jefe del Estado que asume el cargo en una «vieja democracia» ( ‍Powell, Charles. 2005. Juan Carlos. Un rey para la democracia. Barcelona: Planeta.Powell, 2005;  ‍Bernecker, Walther L. 1998. «Monarchy and Democracy: The Political Role of King Juan Carlos in the Spanish Transition», Journal of Contemporary History, 33 (1): 65-84. Disponible en: https://doi.org/10.1177/003200949803300104Bernecker, 1998;  ‍O’Donnell, Hugh. 2010. «Media, Monarchy and the Management of Official Memory: Juancarlismo», en Mark Mancall (ed.), Monarchy and Democracy in the 21st Century. Bhutan: Bhutan Centre for Media and Democracy.O’Donnell, 2010). De modo que quizá era inevitable que, al tratarse de una nueva democracia, se haya producido una cierta confusión entre la confianza en la institución y en el monarca. Por eso, en España la reinstitucionalización de la Monarquía requería asociar su mandato a su desempeño como jefe de Estado, de manera que la popularidad del propio rey se transfiriera a la institución, tratando así de evitar que el declive en la confianza ciudadana en el titular del cargo, si llegaba a producirse, no se transfiriera a la institución ( ‍Velasco, Ana M. 2018. «Monarquía y medios de comunicación: de la Transición a Corinna zu Sayn Wittgenstein», OBS Journal, 12 (3): 122-137. Disponible en: https://doi.org/10.15847/obsOBS12320181203Velasco, 2018).

Es factible considerar que el progresivo declive en la imagen pública del rey Juan Carlos y el desplome de la confianza ciudadana en su figura acabó por transferirse a la institución, un proceso que solo podría detenerse desvinculando a la persona de la institución, lo que se produjo mediante la abdicación del monarca en 2014 y su sucesión por el rey Felipe VI. Como señaló Santos Juliá ( ‍Juliá, Santos. 2014. «La erosión de la Monarquía». El País, 2-2-2014. Disponible en: http://bit.ly/3aOUcCd2014: 4) poco antes de la abdicación del rey Juan Carlos,

es un lugar común decir que, sin ser ni sentirse especialmente monárquica, la mayoría de los ciudadanos fue, al menos, juancarlista […]. Es el peligro principal de la fuerte vinculación en origen de la institución monárquica a la persona del rey: que la pérdida de confianza en este entrañe la masiva deslegitimación de aquella. Eso es precisamente lo que venimos presenciando de 2008 a esta parte en un proceso inversamente paralelo al ocurrido en los años setenta. Y si entonces la legitimidad otorgada a la institución gracias al ejercicio de su función por el rey volvió irrelevante la cuestión monarquía o república, no es sorprendente que ahora la pérdida de esa confianza en el rey y en su casa acabe por infligir una grave herida a la Monarquía.

Por eso, la sucesión en la Corona contribuyó a una notable mejora en la confianza de la institución y el 87,3 % de la población la consideró acertada ( ‍Expósito, Enriqueta y Rafael Martínez. 2019. «La jefatura del Estado», en Juan Montabes y Antonia Martínez (eds.), Gobierno y política en España. Valencia: Tirant.Expósito y Martínez, 2019: 159). El papel de los medios de comunicación, nacionales e internacionales, también fue importante en la construcción de una determinada imagen del rey ante la opinión pública ( ‍Powell, Charles. 2005. Juan Carlos. Un rey para la democracia. Barcelona: Planeta.Powell, 2005). Sería interesante poder establecer hasta qué punto el cambio sustantivo en el tratamiento del rey en la prensa ( ‍Barredo, Daniel. 2013. El tabú real. La imagen de una monarquía en crisis. Madrid: Berenice.Barredo, 2013;  ‍Velasco, Ana M. 2018. «Monarquía y medios de comunicación: de la Transición a Corinna zu Sayn Wittgenstein», OBS Journal, 12 (3): 122-137. Disponible en: https://doi.org/10.15847/obsOBS12320181203Velasco, 2018) pudo influir en el descenso de la confianza de los ciudadanos hacia la institución monárquica.

En tercer lugar, la Monarquía está abierta, después del proceso de institucionalización, a disonancias típicas de las fases de acomodación, pero debe actuar de acuerdo a las obligaciones derivadas de su rol como símbolo político ( ‍Billig, Michael. 1988. «Rhetorical and Historical Aspects of Attitudes: The Case of British Monarchy», Philosophical Psychology, 1 (1): 83-103. Disponible en: https://doi.org/10.1080/09515088808572927Billig, 1988). Cuando se produce un desajuste entre el rol institucional y las acciones de los actores institucionales pierde sentido la identificación ciudadana con el símbolo y se genera una percepción negativa, como la experimentada entre 2008 y 2014. Si bien en la fase de acomodación institucional pueden producirse estas disonancias, es importante mantener determinados estándares de ejemplaridad en la actuación del jefe del Estado como «símbolo moral», por usar la expresión de Billig (ibid.: 194).

En cuarto lugar, se ha mostrado que la ideología es una variable con cierto peso en la confianza en la Monarquía y también que los ciudadanos con más confianza en la situación económica muestran una mayor confianza en la Monarquía. En los estudios comparados se ha subrayado que la confianza mejora para los ciudadanos que comparten la posición ideológica del Gobierno de turno, especialmente en nuevas democracias ( ‍Anderson, Christopher J., André Blais, Shaun Bowler, Todd Donovan y Ola Listhaug. 2005. Losers’ Consent. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/0199276382.001.0001Anderson et al., 2005: 105). Dado que en gran parte de los años estudiados entre 2011 y 2015 España estuvo gobernada por el PP, de postulados ideológicos más conservadores, esta circunstancia podría explicar el optimismo de los ciudadanos que muestran una mayor confianza en la Monarquía. Para corroborar esta interpretación sería interesante estudiar la confianza en la Monarquía en los años en los que el PSOE ha dirigido el Gobierno y comprobar si, en estos casos, son los pesimistas sobre la situación económica y política los que confían más en la Monarquía

Como se dice en la nota 3, no ha podido realizarse por la inexistencia de datos.

‍[11]
.

Finalmente, como se ha señalado a lo largo del artículo, son abundantes los análisis sobre la relación entre confianza e instituciones responsables, pero no lo son los que estudian la misma temática centrándose en las instituciones no responsables. Este trabajo pone de manifiesto la necesidad de contar con datos que permitan desarrollar estudios sobre confianza e instituciones no responsables. Ello incluye a la Monarquía, pero también a instituciones como el Tribunal Constitucional. Como señalan algunos estudios ( ‍Newton, Kenneth, Dietlind Stolle y Sonia Zmerli. 2018. «Social and Political Trust», en Eric Uslaner (ed.), The Oxford Handbook of Social and Political Trust. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780190274801.013.20Newton et al., 2018), las instituciones no responsables son más confiables en las sociedades más desarrolladas. Sin embargo, este trabajo pone en evidencia que ello no evita que dichas instituciones también se vean afectadas por variables contextuales, políticas, económicas, ideológicas y de valores ( ‍Uslaner, Eric. 2018. The Oxford Handbook of Social and Political Trust. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780190274801.001.0001Uslaner, 2018), que hacen muy importante contar con información para ver en qué medida su confianza afecta al funcionamiento y calidad de la democracia.

AGRADECIMIENTOS[Subir]

Los autores agradecemos las aportaciones realizadas por los evaluadores anónimos, que han enriquecido los resultados de esta investigación.

NOTAS[Subir]

[1]

Norris ( ‍Norris, Pippa. 2011. Democratic Deficit. Critical Citizens Revisited. Cambridge: Cambridge University Press.2011), Torcal y Moncagatta ( ‍Torcal, Mariano y Paolo Moncagatta. 2011. «Political Support», en Bertrand Badie, Dirk Berg-Schlosser y Leonardo Morlino (eds.), International Encyclopedia of Political Science. Londres: Sage.2011) y Uslaner ( ‍Uslaner, Eric. 2018. The Oxford Handbook of Social and Political Trust. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780190274801.001.00012018) plantean propuestas relevantes para enfocar la relación entre confianza e instituciones e incluyen una bibliografía extensa y detallada sobre confianza política. Roser Rifà ( ‍Rifà, Roser. 2017. Actitudes políticas en tiempos de crisis. La confianza en las instituciones políticas de España [tesis doctoral]. Universidad Autónoma de Barcelona. Disponible en: https://www.tdx.cat/handle/10803/4549922017) realiza un análisis sistemático y actualizado de los distintos enfoques teóricos para el estudio de la confianza.

[2]

En el trabajo se va a usar el término de instituciones responsables y no responsables definidas únicamente en términos de que las primeras rinden cuentas ante el electorado y las segundas no.

[3]

Las fuentes de datos utilizadas han sido cinco Barómetros del CIS, con un tamaño muestral similar e idénticos márgenes de error, lo que redunda en una mejor comparabilidad: estudios 2853, 2914, 2984, 3021 y 3080. La serie del CIS que incorpora la confianza de la Monarquía apenas comienza en el año 1994 y finaliza en el año 2015, último estudio explotado. Antes de 2010 los estudios no siguen una regularidad temporal, por lo que su análisis fue descartado.

[4]

Para el análisis se utilizan los siguientes estudios del Centro de Investigaciones Sociológicas: 2853 para el 2010, 2914 para 2011, 2984 para 2013, 3021 para 2014 y 3080 para 2015.

[5]

Roser Rifà en su tesis ( ‍Rifà, Roser. 2017. Actitudes políticas en tiempos de crisis. La confianza en las instituciones políticas de España [tesis doctoral]. Universidad Autónoma de Barcelona. Disponible en: https://www.tdx.cat/handle/10803/4549922017) realiza un interesante análisis de la confianza en las instituciones políticas en España, empleando una metodología distinta a la que aquí se desarrolla y usando unas bases de datos diferentes de las públicas del CIS, aunque no incorpora el análisis de la Monarquía.

[6]

Debido a la limitación de espacio, el análisis multivariable se realiza exclusivamente para el Gobierno y la Monarquía, ya que son las instituciones que presentan un comportamiento más sensible al contexto político y económico en el análisis descriptivo de cada uno de los dos grupos de instituciones analizados en este trabajo. La selección del Gobierno también responde a su protagonismo en la corroboración empírica que analiza los efectos de los contextos económicos y la atribución de responsabilidad en su popularidad ( ‍Maravall, José M. y Adam Przeworski. 1999. «Reacciones políticas a la economía», Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 87: 11-52. Disponible en: https://doi.org/10.2307/40184172Maravall y Przeworski, 1999).

[7]

En el anexo se encuentra el sistema de codificación empleado (tabla 3).

[8]

A pesar de que los modelos presentan un coeficiente de determinación bajo, es importante puntualizar que en este estudio no se persigue la búsqueda de modelos predictivos, sino conocer el peso de las betas de cada variable a lo largo del ciclo, por lo que un r2 bajo no condiciona nuestro propósito.

[9]

Se ha incluido la regresión para el Tribunal Constitucional por presentar a lo largo de los análisis realizados algunas pautas diferenciales, junto con la Monarquía, con respecto al resto de instituciones de su grupo. Asimismo, se ha incluido el análisis del Gobierno a efectos de disponer del análisis de dos instituciones neutrales y dos no neutrales, presentando la confianza en el Parlamento una mayor correlación parcial con la que recibe el Gobierno.

[10]

Así, por ejemplo, en Gran Bretaña, en 1983 el 86% de los entrevistados consideraba la Monarquía muy importante y para el 2003 ese porcentaje había disminuido hasta el 59% iniciando desde entonces una escalada alcista llegando al 2012 en el que el 75% la consideraba muy importante (British Social Attitudes 30). En Holanda la pregunta se construye sobre la confianza no a la institución si no en la reina. En el 2008, el 73% tenía mucha/bastante confianza, el valor más bajo de la serie lo tenía en 2012 con un 59% y ya en 2018 el 70% tenía mucha/bastante confianza en el nuevo rey ( ‍Ipsos. 2018. La monarquía española, la menos apoyada entre las monarquías europeas. Disponible en: http://bit.ly/2TLCsSPIPSOS, 2018). Para Bélgica, en 1990, el 62% de los flamencos y el 59% de los valones consideraban la Monarquía necesaria. Para 2014, los valores eran, respectivamente del 45% y del 66% ( ‍Meuleman, Bart, Koen Abts y Marc Swyengedouw. 2012. Analyse op basis van de postelectorale Verkiezingsonderzoeken 1995-2010. Leuven: ISPO.Meuleman et al., 2012).

[11]

Como se dice en la nota 3, no ha podido realizarse por la inexistencia de datos.

Referencias[Subir]

[1] 

Anderson, Christopher J., André Blais, Shaun Bowler, Todd Donovan y Ola Listhaug. 2005. Losers’ Consent. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/0199276382.001.0001.

[2] 

Balmer, John M. T., Stephen A. Greyser y Mats Urde. 2004. Monarchies as Corporate Brands. Working Paper nº 05-‍002. Boston: Harvard Business School.

[3] 

Balmer, John M. T., Stephen A. Greyser y Mats Urde. 2006. «The Crown as a Corporate Brand: Insights from Monarchies», Journal of Brand Management, 14 (1/2): 137-‍161. Disponible en: https://doi.org/10.1057/palgrave.bm.2550031.

[4] 

Barredo, Daniel. 2013. El tabú real. La imagen de una monarquía en crisis. Madrid: Berenice.

[5] 

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ANEXO[Subir]

Tabla 1.

Evolución de la confianza media (0-‍10) de las instituciones españolas, según el clima económico

Gobierno Parlamento Tribunal Constitucional Defensor del Pueblo Fuerzas Armadas Monarquía Partidos políticos CGPJ
Evaluación de la situación económica negativa 2010 3,15 3,74 4,22 4,48 5,77 5,37 2,69 4,08
2011 3 3,35 3,92 4,44 5,6 4,8 2,62 3,82
2013 2,24 2,38 3,4 3,82 5,11 3,56 1,72 3,43
2014 2,1 2,36 3,12 3,66 5,09 3,48 1,67 3,11
2015 2,17 2,3 2,96 3,63 5,13 3,82 1,84 3,17
Evaluación de la situación económica positiva 2010 5,12 5,34 4,82 5,21 6,11 5,43 3,61 4,41
2011 4,73 4,59 4,92 5,21 6,36 5,69 3,73 4,76
2013 3,92 4,2 5,22 5,55 5,82 4,77 2,55 4,82
2014 5,72 5,07 5,52 5,69 6,14 5,59 3,82 5,96
2015 6,08 5,42 5,29 5,52 7,72 7,04 4,31 5,12

Nota: la evaluación de la situación económica negativa incluye las categorías muy mal y mal de la variable original; mientras que la evaluación de la situación económica positiva incluye las categorías muy bien y bien de la variable original. El resto de categorías (regular, no sabe y no contesta) fueron excluidas de este análisis.

Fuente: elaboración propia a partir de datos del Centro de Investigaciones Sociológicas.

Tabla 2.

Evolución en la confianza media (0-‍10) de las instituciones españolas, según el clima político

Gobierno Parlamento Tribunal Constitucional Defensor del Pueblo Fuerzas Armadas Monarquía Partidos políticos CGPJ
Evaluación de la situación política negativa1 2010 2,73 3,45 3,96 4,21 5,56 5,28 2,43 3,85
2011 2,78 3,15 3,83 4,34 5,56 4,68 2,47 3,74
2013 1,95 2,21 3,29 3,71 4,97 3,34 1,54 3,29
2014 1,88 2,2 3,03 3,57 4,92 3,28 1,51 3
2015 2,17 2,32 2,99 3,61 5,14 3,8 1,85 3,18
Evaluación de la situación política positiva2 2010 6,65 6,22 5,62 5,96 6,55 5,76 4,63 5,14
2011 6,16 5,89 5,35 5,71 6,42 5,6 4,64 4,81
2013 7,09 6,02 6,26 6,86 7,12 6,5 5,26 6,05
2014 6,78 6,1 5,51 6,2 7,63 6,85 4,88 5,58
2015 5,92 5,55 5,75 5,8 7,88 7,24 4,72 5,49

Nota: la evaluación de la situación política negativa incluye las categorías muy mal y mal de la variable original; mientras que la evaluación de la situación política positiva incluye las categorías muy bien y bien de la variable original. El resto de categorías (regular, no sabe y no contesta) fueron excluidas de este análisis.

Fuente: elaboración propia a partir de datos del Centro de Investigaciones Sociológicas.

Tabla 3.

Sistema de codificación de variables empleadas en los modelos de regresión

Variable Sistema de codificación
Confianza en instituciones 0-10
Situación económica general 0 “muy mal + mal”; 1 “regular”; 2 “buena+ muy buena”
Prospectiva económica a un año 0 “peor”; 1 “igual”; 2 “mejor”
Situación política general 0 “muy mal + mal”; 1 “regular”; 2 “buena+ muy buena”
Prospectiva política a un año 0 “peor”; 1 “igual”; 2 “mejor”
Ideología 1 “izquierda” — 10 “derecha”
Sexo 0 “hombre” — 1 “mujer”
Edad Escala
Educación 0 “sin estudios”; 1 “primaria”; 2 “secundaria”; 3 “F. P.”; 4 “universitarios medios”; 5 “superiores”
Ocupación 1 “parado/a”; 0 “resto”
Tamaño de hábitat Ordinal en 7 niveles
Año 0 “2010”; 1 “2011”; 2 “2013”; 3 “2014”; 4 “2015”
Recuerdo de voto 0 “resto de categorías; 1 “no votó”

Fuente: elaboración propia.

Biografía[Subir]

[a]

Profesor titular de Ciencia Política y de la Administración y vicedecano en la Facultad de Derecho de la Universidad de Murcia. Doctor en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid y licenciado en Derecho. Es autor de varios libros sobre diseño constitucional e instituciones políticas, elecciones y comunicación política.

[b]

Catedrática de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad de Murcia. Ha sido, previamente, profesora titular en la Universidad de Salamanca. Es maestra en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México y doctora en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense de Madrid.

[c]

Profesor de Ciencia Política y Coordinador del Máster en Análisis Político Aplicado en la Universidad de Murcia. Doctor en Ciencia Política por la Universidad de Murcia. Desde el 2012 es el secretario ejecutivo de la Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales (ALICE).