SUMARIO

  1. Referencias

Sintetiza el subtítulo del libro un gran dilema encarado por nuestra sociedad (post) industrial. Al respecto podríamos preguntarnos: ¿es posible optimizar automatización y recursos humanos en la Administración pública? ¿Estamos trabajando para que así sea? En la respuesta a tales cuestiones se concentra un volumen con vocación de debate más allá de la dimensión tecnológica y muy incardinado en sus implicaciones políticas e institucionales.

El profesor Carles Ramió es un reputado académico de larga trayectoria en el análisis de las Administraciones públicas y un experto —teórico y práctico— en la brega que supone adecuar y mejorar la Administración pública en beneficio del bien común y del interés general. El catedrático de Ciencia Política y de la Administración en la Universitat Pompeu Fabra aborda sin mayores prejuicios analíticos la acometida que conllevan los cambios de las aplicaciones de inteligencia artificial (IA) y robótica en la gestión de la cosa pública. Su enfoque, lejos de tratamientos intelectualmente acomodaticios, apunta a superar el desafío de las resistencias políticas, sindicales y corporativas frente a los efectos de los cambios tecnológicos en curso.

El libro está estructurado en diez capítulos, cada uno de los cuales posee entidad propia, aunque buena parte de ellos siguen ejes analíticos como el de la smartificación. Ese es el caso respecto a su impacto general en la Administración pública (cap. 1), a la robotización de la gestión (cap. 5), a la gobernanza público-privada (cap. 6) o a la gobernanza política y social (cap. 7). La renovación de la cultura administrativa (cap. 2), un nuevo modelo organizativo para la Administración pública (cap. 3), la robotización de la burocracia (cap. 5), la gobernanza pública de la inteligencia artificial (cap.8), la desaparición y creación de nuevos perfiles de empleo público (cap. 9), y la organización del futuro empleo de la Administración pública (cap. 10), completan el elenco de contenidos del volumen.

Sostiene Ramió que los actuales procesos brindan una estupenda oportunidad para implantar un nuevo modelo conceptual que ayude a erradicar el clientelismo y la corrupción. Han sido estas últimas dos de sus grandes (pre)ocupaciones analíticas a lo largo de su carrera científica a fin de mejorar la seguridad jurídica y el trato equitativo ciudadano, así como de promover una mayor transparencia y optimizar, en suma, los servicios públicos. En su anterior libro, La renovación de la función pública, nos prevenía de un contexto general en el que la automatización, la tecnología digital y la sociedad en su conjunto avanzasen y se transformaran a un ritmo desaforado mientras las administraciones públicas languideciesen en sus actividades del día a día.

La robotización de nuestras sociedades no es una mera prospectiva para nuestras democracias, es algo que está sucediendo y que determina nuestra vida cotidiana. Su nivel de propensión solo podrá intensificarse con el paso del tiempo. Frente a esa aceleración, la democracia se mueve con parsimonia y hasta con torpeza. Y es que el presente cambio de época constituye una de las mayores revoluciones en la historia de la humanidad ( ‍Moreno, Luis y Raúl Jiménez. 2018. Democracias robotizadas. Escenarios futuros en Estados Unidos y la Unión Europea. Madrid: Los Libros de la Catarata.Moreno y Jiménez, 2018).

En lo que aquí nos atañe, asistimos a una creciente interacción entre humanos y robots. La colaboración es continua y vertiginosa. Si hace apenas unos lustros eran los robots quienes «ayudaban» a los trabajadores, ahora vemos que son los trabajadores quienes auxilian a los robots. Por doquier los agentes productivos mudan sus roles, algo que sucede no solo en el sector privado. En el sector público e institucional se despliegan nuevas iniciativas para la maximización de las nuevas relaciones productivas. Empero la tensiones generadas por las aplicaciones de la IA apuntan a situaciones difíciles de gestionar porque si en un pasado no tan lejano se asumía que los robots asistían a los humanos, en los tiempos que corren se produce el caso contrario ( ‍Kolhatkar, Sheelah. 2017. «Welcoming Our New Robot Overlords», The New Yorker, 16-10-2017. Disponible en: http://bit.ly/2oSPrFBKolhatkar, 2017).

Especulando sobre un tipo de interacción sin fricciones entre humanos y robots, la IA se ocupará en modo creciente de organizar nuestra información en manera comprehensiva. Ya es más cómodo y eficaz, por ejemplo, rastrear y obtener datos en internet que en una biblioteca. La optimización se ampliará con la utilización de computadoras cuánticas ( ‍Latorre, José Ignacio. 2017. ¡Cuántica! Tu futuro en juego. Barcelona: ArielLatorre, 2017). En este punto, cobra ahora renovado interés el mito de Sísifo al que el filósofo francés  ‍Camus, Albert. 2012. El mito de Sísifo [ed.original 1942]. Madrid: Alianza.Albert Camus aludió para analizar e interpretar paradojas de la Revolución Industrial y su secuela de la producción fordista. Quizá ahora, y con más ahínco en lo que concierne a la Administración pública, nos dedicamos a realizar tareas repetitivas e inútiles. Subrayaba Camus que el cajero de un supermercado o el operario de una cadena de montaje ganaban salarios para cubrir sus necesidades materiales, pero estaban «perdiendo» como seres humanos. Además, la otra cara de la moneda de tener largas jornadas de trabajos «improductivas», donde se llevan a cabo labores que no añaden valor alguno a la actividad laboral, va en detrimento de poder aportar a la comunidad actividades útiles en el tiempo libre ( ‍Bregman, Rutger. 2018. Utopia for realists. Londres: Bloomsbury.Bregman, 2017). En el caso de la Administración pública, cabría preguntarse si las aplicaciones de IA y de los robots podrían liberar a funcionarios de actividades repetitivas y harto disfuncionales, al tiempo que posibilitarían transparencia y eficiencia en la provisión y gestión de servicios ciudadanos. Para ello se requiere una «complicidad» que, por lo que se puede apreciar, brilla por su ausencia.

Según el propio diagnóstico de Ramió, las Administraciones tienen una increíble capacidad de digestión sin inmutarse ante los cambios de paradigma, sean estos tecnológicos, económicos o políticos. Así, han sabido aprovechar los instrumentos digitales para transformar la atención directa a la ciudadanía, pero han sido totalmente impermeables a modificar ni un ápice su modelo conceptual de organización interna: «Nuestras administraciones públicas siguen trabajando, en términos generales, como hace un siglo. Con los mismos sistemas de selección de sus empleados, con similares perfiles profesionales y con idénticas prácticas clientelares y burocráticas» (p. 8.)

Para el politólogo catalán hay dos posibles estrategias frente a los cambios que deben realizarse con solvencia en la Administración pública. La primera es reactiva y supondría inhibirse y no implicarse siguiendo pautas de «tran-trán» en los circuitos y procesos administrativos ya en funcionamiento. Para Ramió, tal estrategia defensiva de futuro sería penosa con una Administración pública siempre más anticuada e ineficiente. Además «congelaría» sin solución de continuidad el tipo de problemas institucionales y organizativos de sobra conocidos y que se agudizarán con la digitalización y automatización. Valga como ejemplo ilustrativo puntual la tortuosa gestión que deben afrontar investigadores y docentes para la adquisición de material, y que ellos mismos deben iniciar en una aplicación telemática disponible online pero altamente «inamistosa» e ineficiente. Al redactor de estas líneas, y como ejemplo de lo anterior, una colega que obtuvo una financiación de 2,5 millones de euros del Consejo Europea de Investigación (European Research Council) le comentó que tuvo que esperar un año para comprar un ordenador, cuya gestión debía concluirse a través de la administración de su universidad. En el proceso de su adquisición se involucraron directamente dos investigadores del equipo investigador y se intercambiaron no menos de un centenar de correos electrónicos.

La alternativa estrategia proactiva debería, según  ‍Ramió, Carles. 2016. La renovación de la función pública. Estrategias para frenar la corrupción política en España. Madrid: Los Libros de la Catarata.Ramió, aprovechar la revolución tecnológica para renovar la capacidad técnica de las Administraciones públicas y para solventar buena parte de sus problemas, no solo conceptuales, sino organizativos. Las actuaciones respecto a estos últimos deberían estar encaminadas a proveer un mejor servicio público. Valga otro ejemplo, en línea con el anterior de la la compra del ordenador, como ilustración proactiva. Otro colega investigador, asiduo visitante de una fundación científica en Nueva York, me ilustraba que en la fundación anfitriona utilizan un programa informático (robot) que con un programa de control de gasto evalúa instantáneamente la conformidad del cargo por el coste, por ejemplo, de una comida de representación y reembolsa automáticamente la factura al investigador que la ha pagado. En España podrían transcurrir semanas y hasta meses para un reembolso tal después de imprevisibles comprobaciones de la pertinencia del gasto efectuado.

Más allá de lo anecdótico de los ejemplos anteriores, late una pulsión de cambio que Ramió identifica como contingencial. Es decir, con la revolución tecnológica los elementos más estructurales del sistema político e institucional pueden ser objeto de revisión y cambio, algo que las élites funcionariales o los influyentes gremios de los funcionarios de carrera recelan y temen. Para algunos de ellos lo que ahora está en juego es «resistir» y adecuar la IA y la robotización a sus esquemas mentales y operativos, mucho de los cuales están largamente obsoletos. En su pervivencia ponen en práctica recursos de poder funcionarial de resistencia y hasta de bloqueo. Lamentablemente —y con frecuencia— se olvida que los funcionarios son ante todo servidores públicos ( ‍Denhardt, Janet V. y Robert B. Denhardt. 2015. «The New Public Service Revisited», Public Administration Review, 75 (5): 664-672. Disponible en: https://doi.org/10.1111/puar.12347Denhardt y Denhardt, 2015) y deben anteponer los intereses de participación ciudadana a los suyos propios como funcionarios ( ‍Wirth, Wolfgang. 1991. «Responding to Citizens’ Needs: From Bureaucratic Accountability to Individual Coproduction in the Public Sector», en F. X. Kaufmann, (ed), The Public Sector Challenge for Coordination and Learning. Berlín: De Gruyter.Wirth, 1991).

El debate público puede estar dominado por intereses organizados y con recursos, y/o por activistas expertos en estructurar las cuestiones, lo que condiciona altamente el resultado de las discusiones. Asimismo, los modelos mercantiles pueden ser apropiados en la gestión de recursos humanos, pero no debería olvidarse que el árbitro último de los procesos de gobernanza democrática debe ser el colectivo ciudadano.

La aportación del libro de Ramió contribuye en modo oportuno a la creciente literatura que se ocupa de la regeneración de nuestros sistemas políticos e institucionales, todo ello a la luz de los cambios inducidos por la última conformación del desarrollo tecnológico de la cuarta revolución industrial. Quizá en una próxima entrega, el profesor Ramió pueda incorporar referencias bibliográficas, ausentes en este volumen, a fin de contrastar aproximaciones, enfoques e interpretaciones en curso relativos a la última literatura publicada sobe el desarrollo de la Administración pública. Ello contribuiría a optimizar los trabajos recogidos en un libro no solo destinado a estudiosos y profesionales de la gestión pública, para los cuales está especialmente recomendado, sino para todos aquellos lectores interesados en el porvenir de nuestras sociedades robotizadas.

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[1] 

Bregman, Rutger. 2018. Utopia for realists. Londres: Bloomsbury.

[2] 

Camus, Albert. 2012. El mito de Sísifo [ed.original 1942]. Madrid: Alianza.

[3] 

Kolhatkar, Sheelah. 2017. «Welcoming Our New Robot Overlords», The New Yorker, 16-10-2017. Disponible en: http://bit.ly/2oSPrFB.

[4] 

Denhardt, Janet V. y Robert B. Denhardt. 2015. «The New Public Service Revisited», Public Administration Review, 75 (5): 664-‍672. Disponible en: https://doi.org/10.1111/puar.12347.

[5] 

Latorre, José Ignacio. 2017. ¡Cuántica! Tu futuro en juego. Barcelona: Ariel

[6] 

Moreno, Luis y Raúl Jiménez. 2018. Democracias robotizadas. Escenarios futuros en Estados Unidos y la Unión Europea. Madrid: Los Libros de la Catarata.

[7] 

Ramió, Carles. 2016. La renovación de la función pública. Estrategias para frenar la corrupción política en España. Madrid: Los Libros de la Catarata.

[8] 

Wirth, Wolfgang. 1991. «Responding to Citizens’ Needs: From Bureaucratic Accountability to Individual Coproduction in the Public Sector», en F. X. Kaufmann, (ed), The Public Sector Challenge for Coordination and Learning. Berlín: De Gruyter.