RESUMEN

La irrupción de Vox en la política española ha suscitado un debate en torno a la propia naturaleza ideológica de este nuevo partido. Este artículo aborda esta cuestión a través de un análisis cualitativo de contenido de sus programas electorales y discursos, basado en el método de la cadena causal. Los resultados muestran que Vox es una organización de ultraderecha, que se ajusta a las características de la familia de partidos de la derecha radical. Su ideología está basada en una combinación de nacionalismo y xenofobia (nativismo) y de una visión autoritaria de la sociedad, apegada a los valores de ley y orden. Este autoritarismo, sin embargo, no se manifiesta como voluntad de instaurar un régimen autocrático ni se hace uso de la violencia con fines políticos. Este matiz alejaría a Vox de los elementos más extremistas de la ultraderecha. Por otro lado, el nativismo es el elemento que diferencia a Vox de los partidos conservadores convencionales. Finalmente, cabe apuntar dos especificidades del representante en España de la derecha radical: primero, y a diferencia de muchos de sus homólogos en Europa, el populismo está muy poco presente en su discurso; la retórica de Vox es mucho más nacionalista que populista. En segundo lugar, mientras que muchos representantes de esta familia de partidos tratan de desdibujar sus postulados socioeconómicos para atraer a una base de votantes más amplia, Vox muestra desacomplejadamente una actitud claramente conservadora en temas como los valores tradicionales o una agenda económica de carácter neoliberal.

Palabras clave: derecha radical, partidos políticos, inmigración, nacionalismo, España.

ABSTRACT

The emergence of Vox in Spanish politics has raised a debate around the very ideological nature of this new party. This article addresses this concern by performing a qualitative content analysis of its party manifestos and discourses, based on the causal chain method. The findings show that Vox is a far-right organization as it fits the characteristics of the radical right party family. Its ideology is based on a combination of nationalism and xenophobia (nativism) and an authoritarian view of society, attached to the values of law and order. This authoritarianism, however, represents neither the willingness to establish an autocratic regime nor the use of violence to reach political goals. This nuance moves Vox away from the most extremist elements of the far right. On the other hand, nativism is the element which distinguishes Vox from the mainstream conservative parties. Finally, two specificities of the Spanish representative of the radical right are worth pointing out: Firstly, unlike many of its counterparts in Europe, populism is not very present in its discourse; the rhetoric of Vox is far more nationalist than populist. Secondly, while many representatives of this party family try to blur their socioeconomic position to attract a broader base of voters, Vox shows without complex a clear conservative stance in issues such as traditional values and a neoliberal economic agenda.

Keywords: radical right, political parties, immigration, nationalism, Spain.

Cómo citar este artículo / Citation: Ferreira, C. (2019). Vox como representante de la derecha radical en España: un estudio sobre su ideología. Revista Española de Ciencia Política, 51, 73-‍98. Doi: Disponible en: https://doi.org/10.21308/recp.51.03

SUMARIO

  1. RESUMEN
  2. ABSTRACT
  3. INTRODUCCIÓN
  4. CONTRA «LA DERECHITA COBARDE»: EL SURGIMIENTO DE VOX (2013-‍2019)
  5. MARCO TEÓRICO: LAS CARACTERÍSTICAS DE LA DERECHA RADICAL
    1. Derecha, radicalismo y extremismo: aclaraciones previas
    2. El núcleo ideológico de la derecha radical: nativismo y autoritarismo
    3. ¿Entre la derecha radical y el conservadurismo intransigente?
  6. DISEÑO DE INVESTIGACIÓN, MÉTODO Y FUENTES
  7. EVALUANDO LOS COMPONENTES IDEOLÓGICOS DE VOX
    1. Análisis empírico
      1. 1. Nacionalismo (Central —C—)
      2. 2. Nativismo (Central —C—)
      3. 3. Autoritarismo (Central —C—)
      4. 4. Antidemocracia (No presente)
      5. 5. Populismo (Indicado, pero no explícito —i—)
      6. 6. Valores tradicionales (Central —C—)
      7. 7. Neoliberalismo (Presente, pero no central —p—)
    2. Resumen de resultados y discusión teórica
  8. RESUMEN Y CONCLUSIONES
  9. NOTAS
  10. Referencias

INTRODUCCIÓN[Subir]

El fenómeno del surgimiento y auge de la ultraderecha en Europa ha suscitado el interés de numerosos expertos en la academia y también de ciudadanos y periodistas en los medios de comunicación ( ‍Acha, Beatriz. 2019. «No, no es un partido (neo)fascista». Agenda Pública, 6-1-2019. Disponible en: http://bit.ly/2MMiiEAAcha, 2019;  ‍Anduiza, Eva. 2018. «El discurso de VOX». Agenda Pública, 6-12-2018. Disponible en: http://bit.ly/364YOm6Anduiza, 2018;  ‍Bale, Tim, 2012. «Supplying the insatiable demand: Europe’s populist radical right», Government and Opposition, 47 (2): 256-274.Bale, 2012). En los últimos años, esta familia de partidos políticos ha incrementado su éxito electoral, así como su participación en Gobiernos de coalición a lo largo del continente ( ‍Antón-Mellón, Joan y Aitor Hernández-Carr. 2016. «El crecimiento electoral de la derecha populista en Europa: parámetros ideológicos y motivaciones sociales», Política y Sociedad, 53 (1): 17-28. Disponible en: https://doi.org/10.5209/rev_POSO.2016.v53.n1.48456Antón-Mellón y Hernández-Carr, 2016;  ‍Mudde, Cas. 2012. «Three decades of populist radical right parties in Western Europe: So What?», European Journal of Political Research, 52 (1): 1-19. Disponible en: https://doi.org/10.1111/j.1475-6765.2012.02065.xMudde, 2012). Si hace tres décadas estas formaciones de corte autoritario y xenófobo estaban en los márgenes de la política institucional, actualmente en muchos países se están normalizando —en fondo y formas— y forman parte ya de la esfera pública de manera ordinaria y equiparable a las demás fuerzas políticas ( ‍Akkerman, Tjitske, Sarah L. de Lange y Matthijs Rooduijn. 2016. Radical right-wing populist parties in Western Europe: into the mainstream? Londres: Routledge. Disponible en: https://doi.org/10.4324/9781315687988Akkerman, de Lange y Rooduijn, 2016;  ‍Hainsworth, Paul. 2016. Politics of the Extreme Right: From the Margins to the Mainstream. Londres: Bloomsbury Publishing.Hainsworth, 2016).

En este contexto, sin embargo, el caso español —junto con otros pocos países como Portugal— ha sido siempre una excepción destacada. La ultraderecha en España ha estado muy fragmentada y ha presentado habitualmente un claro sesgo antidemocrático, muchas veces relacionado con la nostalgia por las dictaduras militares del siglo pasado ( ‍Casals, Xavier. 2000. «La ultraderecha española: una presencia ausente (1975-1999)», Historia y Política: Ideas,Procesos y Movimientos Sociales, 3: 147-174.Casals, 2000). El partido Plataforma per Catalunya (PxC) fue la única organización a la derecha del PP relativamente exitosa, aunque básicamente a nivel local, a principios del siglo xxi. En contraste con la extrema derecha tradicional, PxC presentó un aparato ideológico y discursivo parecido al de los partidos de derecha populista radical del resto de Europa ( ‍Casals, Xavier. 2009. La Plataforma per Catalunya: la eclosión de un nacional-populismo catalán (2003-2009). Barcelona: Institut de Ciències Polítiques i Socials.Casals, 2009;  ‍Hernández-Carr, Aitor. 2011. «¿La hora del populismo? Elementos para comprender el «éxito» electoral de Plataforma per Catalunya». Revista de Estudios Políticos, 154: 47-74.Hernández-Carr, 2011). Aun así, nunca superó la barrera electoral del 3 % para obtener representación parlamentaria.

A pesar de estos fracasos —que llevaron a Xavier Casals a definir la situación de la extrema derecha española como «una presencia ausente» ( ‍Casals, Xavier. 2000. «La ultraderecha española: una presencia ausente (1975-1999)», Historia y Política: Ideas,Procesos y Movimientos Sociales, 3: 147-174.2000: 148)—, en un importante artículo sobre el tema, Alonso y Rovira ( ‍Alonso, Sonia y Cristóbal Rovira. 2014. «Spain: no country for the Populist Radical Right?», South European Society and Politics, 20 (1): 21-45. Disponible en: https://doi.org/10.1080/13608746.2014.9854482014) sostienen que en España existen factores de «demanda» que podrían contribuir a la aparición de un partido de derecha populista radical. Las actitudes de la población sobre la inmigración y la existencia de un severo descontento democrático después de la crisis económica así lo atestiguan. El problema aparece por el lado de la «oferta», y más concretamente dichos autores esgrimen tres variables explicativas: en primer término, la existencia de un importante conflicto centro-periferia oscurece el debate sobre la inmigración, tema clave para los partidos de derecha radical. En segundo lugar, el Partido Popular ha sido tradicionalmente exitoso en su estrategia de inclusión de los electores más derechistas en su proyecto político. Finalmente, el sistema electoral actuaría también como una barrera importante para el surgimiento y consolidación de estos partidos.

Tomando en cuenta todos estos datos, Alonso y Rovira se atrevieron a formular el siguiente pronóstico sobre el futuro de la derecha radical en España:

A la cuestión esencial, «¿cabe la posibilidad de que el populismo de derecha radical gane influencia en España en los próximos años?» Nuestra respuesta general es por tanto «sí», pero con un matiz. Dado que en la España contemporánea el potencial electoral de estos partidos guarda más relación con el populismo que con el nativismo y dado que la gran recesión está trayendo al frente preocupaciones políticas materiales en lugar de postmateriales, no sería sorprendente si el país experimentara el auge y consolidación de un partido populista de izquierda a nivel nacional en el futuro próximo (ibid.: 22)

Traducción propia del texto original: «To the basic question, “is there a chance that the PRR will gain influence in Spain in the coming years?” Our general answer is therefore “yes”—but with a twist—. Given that in contemporary Spain the electoral potential of the PRR is related more to populism than to nativism and the Great Recession is bringing to the fore material instead of post-material politics, it will be not surprising if the country experiences the rise and consolidation of a leftist populist party at the national level in the near future».

‍[1]
.

Los autores no estaban equivocados en absoluto. Un año después de esta publicación, surgió un nuevo partido a la izquierda del PSOE que llegó a convertirse en el tercer grupo de la Cámara. En 2019, sin embargo, las proyecciones de los autores deberían ser matizadas. Si las elecciones de 2015 se caracterizaron por la aparición de Podemos, las de 2019 han presenciado otro terremoto político: la entrada de Vox, una nueva formación política a la derecha del Partido Popular. Liderada por Santiago Abascal, antiguo dirigente del PP, la naturaleza ideológica de esta organización ha suscitado numerosos debates. Mientras que algunos comentaristas sostienen que nos encontramos frente al genuino representante de la derecha radical populista en España, otros argumentan que Vox es meramente una versión más dura del conservadurismo tradicional.

Teniendo esto en cuenta, el objetivo del presente artículo es dilucidar la naturaleza ideológica de Vox, a fin y efecto de clasificar esta nueva formación política dentro de alguna de las existentes familias de partidos. La investigación es relevante tanto desde un punto de vista social como académico. Por un lado, el análisis de la ideología de Vox contribuye a informar el debate político y, en la medida de lo posible, a elevar la calidad de nuestra esfera pública. En términos académicos, no solo se proporcionan datos originales sobre una organización de reciente surgimiento y escasamente estudiada aún, sino que el método de la cadena causal —donde se jerarquizan los diferentes componentes ideológicos del partido— ofrece una excelente oportunidad a los comparativistas para, a partir del presente estudio de caso, conocer mejor el núcleo ideológico de los partidos de derecha radical y así robustecer el campo de los European radical right studies ( ‍Arzheimer, Kai. 2018. «Conceptual Confusion is not Always a Bad Thing: The Curious Case of European Radical Right Studies», en Karl Marker, Annette Schmitt y Jürgen Sirsch, (eds.), Demokratie und Entscheidung. Wiesbaden: Springer. Disponible en: https://doi.org/10.1007/978-3-658-24529-0_3Arzheimer, 2018).

El artículo empieza con un breve comentario histórico sobre Vox, desde su surgimiento en 2013. En la siguiente sección se aborda el marco teórico, con una profusa revisión de literatura sobre la derecha radical. El diseño de investigación y los métodos utilizados se presentan a continuación. En la quinta sección se presenta el análisis empírico de la ideología de Vox y se discuten sus implicaciones teóricas. Finalmente, el texto termina con un breve resumen y con las conclusiones.

CONTRA «LA DERECHITA COBARDE»: EL SURGIMIENTO DE VOX (2013-‍2019)[Subir]

Vox se fundó en diciembre de 2013 como escisión derechista del Partido Popular, con la participación de algunos de sus antiguos cuadros más conservadores. Próximos al expresidente José María Aznar, estos criticaban al PP de Rajoy por ser demasiado moderado en cuestiones como los valores tradicionales, la unidad nacional o la libertad económica. La expresión que hizo fortuna más tarde, ya creado Vox, fue la de referirse al PP como «la derechita cobarde». Implícitamente reivindicando estar a la derecha de los populares —por el supuesto viaje al centro de éstos últimos— evitaron, sin embargo, situarse al lado de la ultraderecha y preferían llamarse a sí mismos «el centro-derecha nacional». Su primer manifiesto, en este sentido, se formuló en términos relativamente aceptables para el gran público al declarar que Vox era un proyecto que tenía por objetivos «cohesionar la Nación, conseguir la eficiencia del Estado, mejorar la calidad de las instituciones, garantizar la honradez de los responsables públicos e impulsar el crecimiento económico en beneficio de todos los ciudadanos» ‍[2].

Las primeras elecciones en las cuales se presentó Vox fueron las europeas de mayo de 2014. El candidato fue Alejo Vidal-Quadras, antiguo presidente del Partido Popular en Cataluña (1991-‍1996) y miembro de su ala más conservadora. La nueva formación política se quedó a tan solo 2000 votos de conseguir un escaño en Bruselas. Pocos meses más tarde, Vidal-Quadras abandonó el partido alegando que no quería contribuir a la dispersión del voto de la derecha ante el emergente «extremismo de izquierda de tintes totalitarios», en clara alusión al auge de Podemos. Cuando el exlíder del PP catalán abandonó Vox, el antiguo parlamentario vasco, Santiago Abascal, ya había sido elegido presidente del partido, y volvería a ser reelegido en marzo de 2016. Junto con otros dirigentes como Ortega Lara, Abascal procedía de las filas del PP de línea dura contra el nacionalismo vasco en los años del terrorismo de ETA.

Bajo el liderazgo de Abascal, Vox se ha presentado a todas las contiendas electorales que han tenido lugar, pero no consiguieron ningún éxito hasta las elecciones autonómicas andaluzas de diciembre de 2018. Espoleados por la crisis secesionista en Cataluña, la nueva formación fue ganando momentum y dio la sorpresa al conseguir más del 10 % de los votos y hasta doce escaños en el Parlamento andaluz (tabla 1). En las elecciones generales repitieron resultados en términos relativos, pero un mes después disminuyó sustancialmente su porcentaje de voto en las elecciones europeas, autonómicas y municipales. Aun así, consiguieron superar el 6 % del voto —excepto en las locales— y obtuvieron representación en los distintos niveles de gobierno.

Tabla 1.

Resultados electorales de Vox desde el día de su fundación

Año Elecciones Votos % Escaños/Concejales
2014 Europeas 244.929 1,56 0/54
2015 Municipales 64.385 0,29 22/67.515
2015 Regionales (10 comunidades autónomas) 75.486 0,62 0/620
2015 Regionales (Andalucía) 18.017 0,45 0/109
2015 Generales 58.114 0,23 0/350
2016 Generales 47.182 0,20 0/350
2016 Regionales (País Vasco) 774 0,07 0/75
2018 Regionales (Andalucía) 395.978 10,97 12/109
2019 Regionales (Cortes Valencianas) 278.947 10,44 10/99
2019 Generales 2.664.325 10,26 24/350
2019 Europeas 1.388.681 6,20 3/54
2019 Regionales (14 comunidades autónomas) 684.312 6,67 35/767
2019 Municipales 659.736 2,90 530/66.787

Fuente: elaboración propia a partir de los datos del Ministerio del Interior.

En el proceso de asalto a las instituciones, especialmente desde que Abascal se consolidó como líder del partido, Vox fue radicalizándose de forma progresiva ( ‍Casals, Xavier. 2018. Claves para comprender el ascenso de Vox. Disponible en: http://bit.ly/2qJCkHjCasals, 2018). El punto de inflexión se produjo el 22 de enero de 2017, cuando la nueva formación política participó en el encuentro de la derecha populista radical europea en Alemania junto con Marine Le Pen, Frauke Petry o Geert Wilders. En abril de 2018 se reunieron también con Steve Bannon, jefe de estrategia de Donald Trump, quien claramente identificó a Vox con la tendencia de la nueva derecha en Europa. Al conseguir representación en el Parlamento Europeo en mayo de 2019, la nueva formación política española eligió sentarse en la bancada del grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (CRE) en detrimento de Identidad y Democracia (ID), grupo este último liderado por Le Pen y Salvini.

La implicación política de esta decisión es ambigua y refuerza la necesidad de investigar mejor el núcleo ideológico de Vox, que es precisamente el objeto del presente artículo. Si el grupo de ID es claramente el representante de la derecha populista radical en Europa, los CRE son más heterogéneos e integran desde miembros del Partido Conservador británico hasta la formación polaca Ley y Justicia o los Demócratas Suecos. Los CRE están claramente a la derecha del Partido Popular Europeo y les une una posición antifederalista, pero no todos sus integrantes —empezando por los conservadores británicos— podrían ser llamados ultraderechistas ( ‍Whitaker, Richard y Philipp Lynch. 2013. «Understanding the Formation and Actions of Eurosceptic Groups in the European Parliament: Pragmatism, Principles and Publicity», Government and Opposition, 49 (2): 232-263. Disponible en: https://doi.org/10.1017/gov.2013.40Whitaker y Lynch, 2013).

Más material para el debate es la acción institucional que recientemente viene desarrollando Vox después de las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2019. La nueva formación de la derecha española ha priorizado pactos de estabilidad parlamentaria con el Partido Popular y Ciudadanos para desalojar a la izquierda de las instituciones. Los temas que han puesto sobre la mesa para llegar a acuerdos coinciden plenamente con su discurso y propuestas de campaña: la derogación de las «leyes de género» y LGTBI, la defensa de la unidad de España, la rebaja de impuestos y el apoyo a la iniciativa empresarial, la lucha contra la inmigración ilegal o la protección de la cultura tradicional.

Para clasificar a Vox en alguna de las existentes familias de partidos, así como para conocer la jerarquía de sus distintos componentes ideológicos, la siguiente sección desarrolla el marco teórico de la investigación.

MARCO TEÓRICO: LAS CARACTERÍSTICAS DE LA DERECHA RADICAL[Subir]

Derecha, radicalismo y extremismo: aclaraciones previas[Subir]

Cas Mudde identificó docenas de etiquetas diferentes para nombrar a las nuevas formaciones de carácter xenófobo y autoritario que pueblan los parlamentos de toda Europa: desde la clásica «extrema derecha» al singular «tribalismo reaccionario», pasando por «ultraderecha», «partidos antiinmigración» o «populismo exclusivista» ( ‍Mudde, Cas. 2007. Populist Radical Right Parties in Europe. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO97805114920372007: 11-‍12). En unos términos ciertamente optimistas, Kai Arzheimer ( ‍Arzheimer, Kai. 2018. «Conceptual Confusion is not Always a Bad Thing: The Curious Case of European Radical Right Studies», en Karl Marker, Annette Schmitt y Jürgen Sirsch, (eds.), Demokratie und Entscheidung. Wiesbaden: Springer. Disponible en: https://doi.org/10.1007/978-3-658-24529-0_32018) sostiene que esta confusión nominal no ha impedido la emergencia de una producción académica coherente e interconectada en el campo de los European radical right studies. En todo caso, la elección de una etiqueta en detrimento de otras se hace inevitable, y más importante aún, imprescindible como herramienta para dibujar las fronteras no ya entre nombres, sino entre conceptos.

Por un lado, la expresión «extrema derecha» había sido hasta tiempos recientes la nomenclatura dominante para designar a estos nuevos partidos ( ‍Arzheimer, Kai. 2018. «Conceptual Confusion is not Always a Bad Thing: The Curious Case of European Radical Right Studies», en Karl Marker, Annette Schmitt y Jürgen Sirsch, (eds.), Demokratie und Entscheidung. Wiesbaden: Springer. Disponible en: https://doi.org/10.1007/978-3-658-24529-0_3Arzheimer, 2018: 5). En este sentido destacan las obras ya clásicas de Von Beyme ( ‍Von Beyme, Klaus. 1988. «Right-wing extremism in post-war Europe», West European Politics, 11 (2): 1-18. Disponible en: https://doi.org/10.1080/014023888084246781988), Ignazi ( ‍Ignazi, Piero. 1992. «The silent counter-revolution: Hypotheses on the emergence of extreme right-wing parties in Europe», European Journal of Political Research, 22 (1): 3-34. Disponible en: https://doi.org/10.1111/j.1475-6765.1992.tb00303.x1992,  ‍Ignazi, Piero. 2003. Extreme Right Parties in Western Europe. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/0198293259.001.00012003), Mudde ( ‍Mudde, Cas. 1996. «The War of Words. Defining the Extreme Right Party Family», West European Politics, 19: 225-248.1996) o Carter ( ‍Carter, Elisabeth. 2005. The Extreme Right in Western Europe. Nueva York: Manchester University Press.2005), que contribuyeron a extender la etiqueta de extremista para todos los partidos situados a la derecha de los conservadores, populares y demócrata cristianos. Sin embargo, y aunque este nombre ya había sido utilizado profusamente con anterioridad ( ‍Betz, Hans-Georg. 1994. «Radical Right-Wing Populism in Western Europe», Londres: Macmillan. Disponible en: https://doi.org/10.1007/978-1-349-23547-6Betz, 1994;  ‍Kitschelt, Herbert. 1995. The Radical Right in Western Europe: a Comparative Analysis. Ann Arbor: The University of Michigan Press. Disponible en: https://doi.org/10.3998/mpub.14501Kitschelt, 1995;  ‍Norris, Pippa. 2005. Radical Right: Voters and Parties in the Electoral Market. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO9780511615955Norris, 2005), la publicación de Populist radical right parties in Europe de Cas Mudde ( ‍Mudde, Cas. 2007. Populist Radical Right Parties in Europe. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO97805114920372007) marcó un antes y un después en esta área de estudio.

A pesar de que Mudde había sido un proponente de la expresión «extrema derecha» ( ‍Mudde, Cas. 1996. «The War of Words. Defining the Extreme Right Party Family», West European Politics, 19: 225-248.1996,  ‍Mudde, Cas. 2000. The ideology of the extreme right. Manchester: Manchester University Press.2000), en su nueva obra apuntó que estos partidos eran junto a la derecha radical un subgrupo de la más amplia familia de la ultraderecha. La diferencia fundamental es que los partidos de la derecha radical rechazan algunos aspectos de la democracia liberal —como el pluralismo político, las instituciones contramayoritarias o la protección de las minorías—, pero no el conjunto del sistema democrático. Expresado de otro modo, no proponen la sustitución de los regímenes actuales por dictaduras u otras formas políticas autoritarias que suspendan la celebración de elecciones libres y el ejercicio de los derechos fundamentales para el conjunto de la población. Este último tipo de partidos serían «extremistas», mientras que los primeros serían «radicales».

Pippa Norris apuntó otra característica de la extrema derecha, que no solo sería contraria al sistema democrático en su conjunto, sino que sería proclive a perpetrar crímenes de odio y a utilizar métodos violentos como la vandalización de sinagogas o mezquitas, el acoso a las comunidades de inmigrantes o las agresiones indiscriminadas contra las minorías propias de las bandas neonazis ( ‍Norris, Pippa. 2005. Radical Right: Voters and Parties in the Electoral Market. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO97805116159552005: 45). Algunas de estas formaciones políticas serían la Alianza Electoral Blanca en Noruega, el Partido de la Ley y el Orden en Alemania o, más recientemente, Amanecer Dorado en Grecia. En contraste, los partidos de la derecha radical no solo aceptan el juego democrático y electoral como medio de participación política, sino que la inmensa mayoría de ellos condenan explícitamente la violencia neofascista. Alternativa por Alemania o el Frente Nacional en Francia serían ejemplos de este segundo tipo de organizaciones.

Por su progresiva generalización ( ‍Arzheimer, Kai. 2018. «Conceptual Confusion is not Always a Bad Thing: The Curious Case of European Radical Right Studies», en Karl Marker, Annette Schmitt y Jürgen Sirsch, (eds.), Demokratie und Entscheidung. Wiesbaden: Springer. Disponible en: https://doi.org/10.1007/978-3-658-24529-0_3Arzheimer, 2018) y aceptación entre los expertos, en el presente trabajo distinguiré entre «derecha radical» y «extrema derecha» en los términos que he expuesto previamente. Asimismo, me parece que la expresión «derecha radical» es más neutra y capta mejor el núcleo ideológico de estos partidos en relación con otras denominaciones que destacan un solo componente concreto como «partidos antiinmigración», «partidos antisistema» o «partidos nacional-populistas». Como se desarrollará en el siguiente epígrafe, y contrario a la obra seminal de Mudde ( ‍Mudde, Cas. 2007. Populist Radical Right Parties in Europe. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO97805114920372007), descarto utilizar la etiqueta «populista» como colofón de la expresión «derecha radical», porque aquella no es nuclear en la ideología de estos partidos. Siguiendo a Rydgren ( ‍Rydgren, Jens. 2017. «Radical right-wing parties in Europe. What’s populism got to do with it?», Journal of Language and Politics, 16 (4): 485-496. Disponible en: https://doi.org/10.1075/jlp.17024.ryd2017,  ‍Rydgren, Jens. 2018. The Oxford Handbook of the Radical Right. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780190274559.001.00012018), una organización de corte xenófobo y autoritario seguiría siendo de derecha radical aun no presentando características propias del populismo.

En contraste con la distinción entre extremismo y radicalismo, la característica o el ser «de derechas» es más sencillo de definir teóricamente. Bobbio ( ‍Bobbio, Norberto. 1996. Left and Right: The Significance of a Political Distinction. Chicago: University Chicago Press.1996) distingue la izquierda como una ideología igualitaria mientras que la derecha se relaciona con la desigualdad y el privilegio. En la mayoría de estudios empíricos, es el componente socioeconómico el que prevalece sobre otras consideraciones para establecer la diferencia entre ambas tendencias políticas. Así pues, la izquierda es partidaria de la intervención del Estado en la economía, mientras que la derecha apoya un marco de mercado libre ( ‍Schwartz, Joseph M. 1993. «Left», en The Oxford Companion to Politics of the World. Oxford: Oxford University Press: 531-532.Schwartz, 1993). En la práctica, sin embargo, existen algunos partidos de derecha radical que no están en contra del Estado de bienestar, siempre y cuando este proteja a los «nativos» y no a los inmigrantes. Consecuentemente, este hecho nos retrotrae a las reflexiones de Bobbio: la defensa del llamado «chovinismo de bienestar» es la expresión de una visión del mundo no igualitaria, donde los autóctonos ocupan un lugar superior a los inmigrantes en la jerarquía social.

A modo de resumen, la familia de partidos de la derecha radical rechaza algunos aspectos de la democracia liberal, pero no el sistema democrático en su conjunto (radicalismo vs. extremismo), y comparte una visión no igualitaria del mundo (derecha). La siguiente subsección va más allá de esta mera definición de los términos nominales al presentar las características esenciales de su ideología. Siguiendo a los autores más reputados de la literatura académica, sostengo que lo que define a esta familia de partidos es una combinación de nacionalismo y xenofobia (nativismo) y una aproximación autoritaria hacia la política y el orden social.

El núcleo ideológico de la derecha radical: nativismo y autoritarismo[Subir]

Si existen docenas de etiquetas para nombrar a las formaciones de ultraderecha, los números no se quedan cortos a la hora de intentar enumerar sus componentes ideológicos. De nuevo, Cas Mudde encontró en la literatura especializada hasta 58 diferentes características imputables a estos partidos ( ‍Mudde, Cas. 2000. The ideology of the extreme right. Manchester: Manchester University Press.2000: 11). Estas definiciones pueden ser simples, como la de Macridis: «Ideología que pivota alrededor de los mismos temas de siempre: racismo, xenofobia, y nacionalismo» ( ‍Macridis, Roy C. 1989. Contemporary political ideologies: movements and regimes. 4th Edition. Glennview, Scott: Foresman and Company.1989: 231)

Traducción propia del texto original: «Ideology [that] revolves around the same old staples: racism, xenophobia, and nationalism».

‍[3]
o extremadamente complejas. Falter y Schumann, por poner un ejemplo, listaron hasta diez características esenciales de la derecha radical: «Nacionalismo extremo, etnocentrismo, anticomunismo, antiparlamentarismo, antipluralismo, militarismo, ley y orden, exigencia de un líder político fuerte y/o ejecutivo, antiamericanismo y pesimismo cultural» ( ‍Falter, Jürgen W. y Siegfried Schumann. 1988. «Affinity towards right-wing extremism in Western Europe», en Klaus Von Beyme, (ed.), Right-Wing Extremism in Western Europe. Londres: Frank Cass. Disponible en: https://doi.org/10.1080/014023888084246841988: 101)

Traducción propia del texto original: «Extreme nationalism, ethnocentrism, anti-communism, anti-parliamentarism, anti-pluralism, militarism, law-and-order thinking, a demand for a strong political leader and/or executive, anti-Americanism and cultural pessimism».

‍[4]
.

La tarea que emprendió Mudde, en este sentido, fue la de buscar las cinco características que de algún modo u otro aparecían en casi todas las definiciones: nacionalismo, racismo, xenofobia, antidemocracia y Estado fuerte ( ‍Mudde, Cas. 1995. «Right-wing extremism analyzed. A comparative analysis of the ideologies of three alleged right-wing extremist parties (NPD, NDP, CP’86)», European Journal of Political Research, 27 (2): 203-224. Disponible en: https://doi.org/10.1111/j.1475-6765.1995.tb00636.x1995: 206). No obstante, en su influyente obra Populist Radical Right Parties in Europe ya citada el mismo autor propuso una «mínima definición» basada en el nativismo y el autoritarismo, en contraste con la «definición máxima» de cinco elementos a la que había llegado años atrás. Para la presente investigación, dado el relativo consenso que existe alrededor de estas características nucleares, utilizaré básicamente el marco teórico de Mudde. El populismo, aunque no es una característica nuclear de la derecha radical ( ‍Rydgren, Jens. 2017. «Radical right-wing parties in Europe. What’s populism got to do with it?», Journal of Language and Politics, 16 (4): 485-496. Disponible en: https://doi.org/10.1075/jlp.17024.rydRydgren, 2017), sino una característica complementaria, aunque ciertamente presente en la mayoría de estas organizaciones, será también estudiado por su importancia tanto teórica como empírica. A continuación desarrollaré, pues, los elementos que definen a los partidos bajo estudio.

Jens Rydgren empieza su reciente libro asegurando que «los partidos y movimientos de la derecha radical comparten un énfasis en el etnonacionalismo arraigado en mitos sobre el pasado» ( ‍Rydgren, Jens. 2018. The Oxford Handbook of the Radical Right. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780190274559.001.00012018: 1). El nacionalismo, y más específicamente una visión esencialista de la nación, es una de las características nucleares de estas organizaciones. El objetivo es alcanzar un Estado monocultural y mononacional ( ‍Mudde, Cas. 2007. Populist Radical Right Parties in Europe. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO9780511492037Mudde, 2007: 16), y para conseguirlo están dispuestos a llevar a cabo un proceso de homogeneización interna que asegure que el Estado esté habitado solo por aquellos que forman parte de «su» nación ( ‍Koch, Koen. 1991. «Back to Sarajevo or beyond Trianon? Some thoughts on the problem of nationalism in Eastern Europe», Netherlands Journal of Social Sciences, 27 (1): 29-42.Koch, 1991). En el caso de Vox, la homogeneización cultural en relación al otro inmigrante se complementaría con la nacional, esto es, la voluntad de hacer coincidir las fronteras del Estado con las de la nación española ( ‍Gellner, Ernest. 1983. Nations and nationalism. Ithaca, NY: Cornell University Press.Gellner, 1983), suprimiendo los proyectos nacionales alternativos de las minorías catalana y vasca.

Cabe destacar, sin embargo, que en algunos casos este proyecto nacionalista puede solaparse con el de los partidos conservadores clásicos. Es por este motivo que, a fin de diferenciar la derecha radical de la convencional cabe añadir otro elemento en la ecuación: la xenofobia. La combinación de ambos elementos —nacionalismo y xenofobia— es lo que la literatura especializada ha venido a llamar «nativismo» ( ‍Akkerman, Tjitske, Sarah L. de Lange y Matthijs Rooduijn. 2016. Radical right-wing populist parties in Western Europe: into the mainstream? Londres: Routledge. Disponible en: https://doi.org/10.4324/9781315687988Akkerman et al, 2016;  ‍Mudde, Cas. 2007. Populist Radical Right Parties in Europe. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO9780511492037Mudde, 2007). Según Mudde, «el nativismo es una ideología que sostiene que los Estados deberían de estar habitados exclusivamente por los miembros del grupo nativo («la nación») y que los elementos no-nativos (personas e ideas) amenazan fundamentalmente al Estado-nación homogéneo» (ibid.: 19)

Traducción propia del texto original: «nativism is an ideology that holds that states should be inhabited exclusively by members of the native group («the nation») and that non-native elements (persons and ideas) are fundamentally threatening to the homogenous nation-state».

‍[5]
. Mi hipótesis es que Vox expresa una ideología nativista basada en la lucha contra los enemigos internos —el «separatismo»— y contra los enemigos externos —los «globalistas» y la inmigración, especialmente la musulmana— a fin y efecto de conseguir un Estado mononacional y monocultural.

Por otro lado, el autoritarismo es la segunda característica nuclear que define a la derecha radical. Este se puede definir como «la creencia en una sociedad estrictamente ordenada, donde las infracciones a la autoridad tienen que ser severamente castigadas» (ibid.: 23)

Traducción propia del texto original: «the belief in a strictly ordered society, in which infringements of authority are to be punished severely».

‍[6]
. Aun así, concebir un modelo de sociedad basado en el principio de «ley y orden» no significa necesariamente apoyar un régimen dictatorial, aunque tampoco lo descarta. Esta reflexión nos retrotrae precisamente a la distinción entre derecha radical y extrema derecha, explicada detalladamente en la subsección anterior. La figura 1 resume el marco teórico a través de una escala de abstracción de las ideologías nativistas ( ‍Mudde, Cas. 2007. Populist Radical Right Parties in Europe. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO9780511492037Mudde, 2007:24).

Así pues, nativismo y autoritarismo son condiciones necesarias y suficientes para que una organización política sea tildada de derecha radical. Sin embargo, el mapa de los partidos políticos de esta tendencia es muy heterogéneo, y más allá de estas dos características pueden presentar otras que son complementarias: populismo, neoliberalismo, antiparlamentarismo, etc. En este sentido, hay autores que se han aventurado a establecer diferentes subfamilias, pero no hay consenso sobre ellas en la literatura. Por ejemplo, Kitschelt ( ‍Kitschelt, Herbert. 1995. The Radical Right in Western Europe: a Comparative Analysis. Ann Arbor: The University of Michigan Press. Disponible en: https://doi.org/10.3998/mpub.145011995) distingue entre partidos fascistas, chauvinistas, nueva derecha radical y populistas antiestatistas. Carter ( ‍Carter, Elisabeth. 2005. The Extreme Right in Western Europe. Nueva York: Manchester University Press.2005), a su vez, propone cinco tipos de organizaciones: neonazis, neofascistas, partidos xenófobos autoritarios, partidos xenófobos neoliberales y partidos populistas neoliberales.

Figura 1.

Escala de abstracción de las ideologías nativistas

Ideology Key additional festure
Extreme right
Radical right
Nativism
Nationalism
Anti-democracy
Authoritarianism
Xenophobia

Pippa Norris, más prudente, no se decide a establecer categóricamente distintos subtipos, pero sugiere que «sería más preciso discernir entre dos o tres distintas «subfamilias», por ejemplo, entre las vertientes «neoliberal», «antiinmigración» o «populista»» ( ‍Norris, Pippa. 2005. Radical Right: Voters and Parties in the Electoral Market. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO97805116159552005: 44)

Traducción propia del texto original: «It might be more precise to discern two or three distinct «subfamilies», for example «neoliberal», «anti-immigrant», or «populist» strands».

‍[7]
. Como puede apreciarse, si acordar una etiqueta común para denominar a estos partidos es complejo, la tarea de establecer subfamilias es aún más ardua y genera menos consenso en la literatura especializada. Por este motivo, en la presente investigación se propone centrarse más en el contenido que en las etiquetas, esto es, bajo la denominación genérica de «derecha radical» se indicará si el partido analizado presenta en su corpus ideológico otras características complementarias además del nativismo y el autoritarismo.

¿Entre la derecha radical y el conservadurismo intransigente?[Subir]

Aunque la principal hipótesis de este artículo es que Vox es el representante de la derecha radical en España, creo imprescindible repasar brevemente las características del conservadurismo tradicional para robustecer las conclusiones y evitar que la investigación se dirija deliberadamente en un sentido concreto. Esta necesidad teórica y empírica, que aporta más honestidad intelectual al trabajo, es además razonable por dos motivos: el primero, porque parte del debate social y político en España ha girado en torno a la pregunta de si Vox es un partido de ultraderecha o «solo» una versión más severa del conservadurismo tradicional. En segundo término, porque el propio origen de Vox como escisión del Partido Popular —la organización conservadora mainstream— podría llevar a los primeros a compartir su núcleo ideológico con los populares más que con la derecha radical europea.

En este sentido, una de las definiciones clásicas de conservadurismo es la de Michels ( ‍Michels, R. 1931. «Conservatism», en: Encyclopaedia of the Social Sciences. Londres: s. n: 230-232.1931), que sostiene que esta doctrina expresa una tendencia a mantener el statu quo así como un apego a la autoridad y a la tradición. Layton-Henry ( ‍Layton-Henry, Zig. 1982. Conservative Politics in Western Europe. Nueva York: St. Martin’s. Disponible en: https://doi.org/10.1007/978-1-349-05519-71982) distingue entre el conservadurismo puro, que se opone a cualquier cambio, y el conservadurismo reformista, que apoya el cambio gradual a través de la reforma con la intención de preservar la sustancia de las instituciones, el poder y los privilegios existentes. En la introducción de su libro, cuatro son las características que establece como esenciales para esta tradición política: autoridad, tradición, religión y nacionalismo (ibid.: 1).

El nacionalismo aquí, sin embargo, es diferente del de la derecha radical en el sentido de que los conservadores no son xenófobos —o en todo caso, la xenofobia no es nuclear en su ideología— y por lo tanto no son nativistas. Su lealtad hacia la nación es además presentada en términos más cívicos que étnicos, una idea que Mudde resumió como «nacionalismo liberal» ( ‍Mudde, Cas. 2007. Populist Radical Right Parties in Europe. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO97805114920372007: 17). Por lo que hace al autoritarismo, comparten con la derecha radical una concepción de la sociedad basada en la ley y el orden, pero en ningún caso están a favor de instaurar regímenes autocráticos como sería el caso de la versión más extremista de la ultraderecha. Por lo que hace a las demás características, y a efectos teóricos, voy a combinar los elementos de tradición y religión bajo la etiqueta genérica de «valores tradicionales». Estos pueden variar según cada país, pero se incluirían temas como la religión, la familia, la defensa de las tradiciones, etc.

Por último, cabe añadir que autores como Girvin hablan de una «transformación» del conservadurismo contemporáneo desde la década de los años setenta y ochenta ( ‍Girvin, Brian. 1988. The Transformation of Contemporary Conservatism. Londres: Sage.1988). Esta alteración se arraiga en la llamada revolución conservadora de Margaret Thatcher y Ronald Reagan, que consolidaron en el núcleo de esta ideología una defensa a ultranza del sistema capitalista y de libre mercado. Estos cambios afectaron a algunas ramas de la democracia cristiana de las décadas anteriores, que favorecían un cierto tipo de capitalismo social. La práctica totalidad de los partidos de derecha y centro-derecha actuales se definen, en cambio, por una agenda claramente neoliberal en el aspecto económico.

A modo de resumen, si Vox fuese un partido de derecha radical debería presentar una combinación de nacionalismo «étnico» y xenofobia (nativismo), junto a una aproximación al orden social basada en la ley y el orden. Su versión extremista añadiría una característica más: antidemocracia. En caso de que pudiera ser clasificado como conservador, cuatro serían las características necesarias: nacionalismo —presentado retóricamente en términos «cívicos»—, autoritarismo, valores tradicionales y neoliberalismo. La tabla 2 resume las características de las que hemos estado hablando, incluyendo el populismo por su importancia teórica y empírica en los estudios sobre la derecha radical. Para cada uno de los componentes se ha indicado si es nuclear en una ideología dada y por lo tanto DEBE estar presente (SÍ), si su presencia es indiferente (-) o si NO DEBE estar presente (NO) en la ideología bajo análisis.

Tabla 2.

Diferentes características ideológicas y su presencia (SÍ) o ausencia (NO) en las ideologías bajo estudio. El guión (-) significa que la presencia o ausencia de determinado elemento no es relevante para la clasificación

Características Derecha Radical Extrema Derecha Conservadurismo
Nacionalismo
Nativismo NO
Autoritarismo
Antidemocracia NO NO
Populismo
Valores tradicionales
Neoliberalismo

Fuente: elaboración propia.

DISEÑO DE INVESTIGACIÓN, MÉTODO Y FUENTES[Subir]

La investigación toma la forma de un estudio de caso ideográfico guiado por la teoría ( ‍Levy, Jack S. 2008. «Case studies: Types, designs, and logics of inference», Conflict management and peace science, 25 (1): 1-18. Disponible en: https://doi.org/10.1080/07388940701860318Levy, 2008: 4). El objetivo no es solamente explicar las características ideológicas del partido estudiado, que nos permiten clasificarlo dentro de una de las familias de partidos existentes, sino que las conclusiones pueden servir también como elemento de comparación con el resto de partidos de la derecha radical europea. Además, el método de la cadena causal —explicado más adelante— permite profundizar en la ideología del partido al jerarquizar por orden de importancia sus distintos componentes.

En este sentido, Mair y Mudde resumieron en un importante artículo los cuatro enfoques principales que se utilizan para clasificar a un partido político dentro de una «familia» concreta: los orígenes y la sociología, los vínculos transnacionales, la ideología y las propuestas políticas, y el nombre del partido. Los autores enfatizan que es importante observar lo que los partidos son más que lo que hacen, por lo que el estudio de los orígenes y de la ideología son los mejores enfoques para clasificar a los partidos políticos ( ‍Mair, Peter y Cas Mudde. 1998. «The party family and its study», Annual Review of Political Science, 1 (1): 211-229. Disponible en: https://doi.org/10.1146/annurev.polisci.1.1.2111998: 226).

Aunque hay muchos estudios sobre la derecha radical que también se centran en la cuestión de la «demanda», es decir, las actitudes y comportamientos del electorado ( ‍Arzheimer, Kai y Elisabeth Carter. 2006. «Political opportunity structures and right-wing extremism party success», European Journal of Political Research, 45 (3): 419-443. Disponible en: https://doi.org/10.1111/j.1475-6765.2006.00304.xArzheimer y Carter, 2006;  ‍Knigge, Pia. 1998. «The ecological correlates of right-wing extremism in Western Europe», European Journal of Political Research, 34 (2): 249-279. Disponible en: https://doi.org/10.1111/1475-6765.00407Knigge, 1998;  ‍Rama, José y Guillermo Cordero. 2018. «Who are the losers of the economic crisis? Explaining the vote for rightwing populist parties in Europe after the Great Recession», Revista Española de Ciencia Política, 48: 13-43. Disponible en: https://doi.org/10.21308/recp.48.01Rama y Cordero, 2018), el objetivo de investigación que guía este estudio es la clasificación de Vox en alguna de las familias de partidos existentes y la evaluación del peso de sus distintos componentes ideológicos. Por lo tanto, es el estudio de la ideología y de las propuestas políticas del partido el enfoque más adecuado para nuestro propósito; esto es, cuestiones que forman parte de «la oferta» partidista. Por supuesto, podrían analizarse tanto cuestiones de «la demanda» como los demás aspectos que citan Mair y Mudde ( ‍Mair, Peter y Cas Mudde. 1998. «The party family and its study», Annual Review of Political Science, 1 (1): 211-229. Disponible en: https://doi.org/10.1146/annurev.polisci.1.1.2111998), pero esto queda claramente fuera del alcance del artículo. Futuras investigaciones podrían abordar estos aspectos para profundizar nuestro conocimiento sobre la nueva formación política española y sobre la derecha radical europea en su conjunto.

Por lo que hace a los métodos, estos se basan en un análisis cualitativo de contenido de cinco fuentes distintas, cuatro documentales y una audiovisual. La audiovisual es el mitin de más de dos horas que Vox llevó a cabo en el pabellón de Vistalegre en Madrid el 7 de octubre de 2018 ( ‍Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJVox, 2018b). Este encuentro fue la primera presentación pública de carácter masivo que realizó la organización antes de su éxito en las elecciones andaluzas, y es útil para conocer qué temas enfatizan en su discurso y de qué manera los tratan. Por otro lado, se analizan los distintos manifiestos y programas electorales que Vox ha ido produciendo a largo del último ciclo electoral: el documento «100 medidas para la España viva» ( ‍Vox. 2018a. 100 medidas para la España viva. Disponible en: http://bit.ly/31OYPXXVox, 2018a), el programa de las elecciones europeas ( ‍Vox. 2019a. Programa electoral para las elecciones europeas de 2019. Disponible en: http://bit.ly/32NGOdVVox, 2019a) y los programas marco de las autonómicas ( ‍Vox. 2019b. Programa electoral para las elecciones autonómicas de 2019. Disponible en: http://bit.ly/2NfhQxJVox, 2019b) y de las municipales ( ‍Vox. 2019c. Programa electoral para las elecciones municipales de 2019. Disponible en: http://bit.ly/2Pk9kQw2019c).

Cada fragmento del discurso y propuestas de los documentos analizados va a ser estudiado según el marco teórico desarrollado en la sección tercera. La parte empírica de la investigación se subdividirá pues en siete partes: nacionalismo, nativismo, autoritarismo, antidemocracia, populismo, valores tradicionales y neoliberalismo. Para cada una de esas características, se codificará si es central en el discurso del partido (C); si está presente, pero no es central (p); si está indicada, pero no es explícita (i); o si no está presente (-). El método utilizado es el de la cadena causal ( ‍Mudde, Cas. 2000. The ideology of the extreme right. Manchester: Manchester University Press.Mudde, 2000: 23-‍40). Este enfoque se propone descubrir «la jerarquía de varias características que forman parte de la ideología. Esto se realiza siguiendo la dirección de la argumentación y evaluando cual es el primer argumento, cual es el segundo, etc» ( ‍Mudde, Cas. 2000. The ideology of the extreme right. Manchester: Manchester University Press.2000: 23)

Traducción propia del texto original: «The hierarchy of the various features that are found to be part of the ideology. This is done by following the direction of the argumentation and assessing what is the prime argument, what is the secondary, etc».

‍[8]
. Un ejemplo es reproducido a continuación a partir de un fragmento del discurso de Santiago Abascal, líder de Vox: «La España Viva quiere libertad con mayúsculas, libertad para disfrutar del fruto de nuestro esfuerzo sin que un político nos lo confisque para pagar traducciones en el Senado cuando todos nos entendemos en una lengua común» ( ‍Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJVox, 2018b: min. 1:58:14).

Esta pieza discursiva tiene, al menos, tres características que analizar. En primer término, los «políticos» son criticados, hecho que podría introducir un elemento populista. No obstante, esta idea surge en realidad de la defensa de un marco económico neoliberal, donde la «libertad» es reivindicada y los impuestos son percibidos como una «confiscación» de la legítima riqueza. El mensaje principal sería, pues, el apoyo a un programa de libre mercado, en el cual el populismo estaría indicado, pero no sería explícito. Más relevante es, sin embargo, la segunda parte de la sentencia, ya que Abascal proyecta un nacionalismo español muy claro al defender la hegemonía del castellano frente a les demás lenguas del Estado. Así pues, la idea principal no sería ni el populismo ni el neoliberalismo: pagar impuestos está mal principalmente porque los políticos utilizan el dinero de todos para complacer a los nacionalismos periféricos.

Si este párrafo fuese el discurso entero, el nacionalismo sería el primer argumento; el neoliberalismo el segundo, y el populismo el tercero. Sería codificado como sigue:

  1. Nacionalismo: central (C)

  2. Neoliberalismo: presente, pero no central (p)

  3. Populismo: indicado, pero no explícito (i)

EVALUANDO LOS COMPONENTES IDEOLÓGICOS DE VOX[Subir]

Análisis empírico[Subir]

1. Nacionalismo (Central —C—)[Subir]

Un desacomplejado nacionalismo español vertebra y está constantemente presente en el discurso, las propuestas y la escenografía de Vox. La organización apoya un estado mononacional y centralizado ( ‍Vox. 2019b. Programa electoral para las elecciones autonómicas de 2019. Disponible en: http://bit.ly/2NfhQxJVox, 2019b: 2), de modo que incluso la autonomía municipal es un peligro para la unidad territorial ( ‍Vox. 2019c. Programa electoral para las elecciones municipales de 2019. Disponible en: http://bit.ly/2Pk9kQwVox, 2019c: 2), y apunta como enemigos de España a los nacionalismos periféricos. En este sentido, la primera medida de su programa para las elecciones generales de 2019 es la «suspensión de la autonomía catalana hasta la derrota sin paliativos del golpismo y la depuración de responsabilidades civiles y penales» ( ‍Vox. 2018a. 100 medidas para la España viva. Disponible en: http://bit.ly/31OYPXXVox, 2018a: 2), y la segunda medida es la ilegalización de los partidos y organizaciones que «persigan la destrucción de la unidad territorial de la nación y de su soberanía» (ibid.).

Paralelamente, el partido pretende dotar de mayor protección jurídica a los símbolos nacionales, especialmente el himno, la bandera y la Corona, aseverando que «ninguna afrenta a ellos debe quedar impune» ( ‍Vox. 2018a. 100 medidas para la España viva. Disponible en: http://bit.ly/31OYPXXVox, 2018a: 2). El apoyo al castellano como lengua nacional en detrimento del catalán, el gallego o el euskera también aparece varias veces en su discurso y propuestas: «No vamos a consentir que conviertan a nuestro país, a nuestra nación, en una torre de Babel» ( ‍Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJVox, 2018b: min 48:15). En este sentido, se reivindican a ellos mismos como «la resistencia ante la estrategia planificada de liquidar nuestra nación» (ibid.: min 1:30:25). España, según uno de los oradores del mitin de Vistalegre, «ni se discute ni se cuestiona: se defiende y se honora. La nación nos llama» (ibid.: min 35:18).

Su concepción de la españolidad está, además, fuertemente arraigada en mitos etnonacionales. Mientras que el resto de partidos de ámbito estatal mencionan la constitución de 1978 como fuente «cívica» para la unidad nacional ( ‍Druliolle, Vincent. 2008. «Democracy Captured by its Imaginary: the Transition as Memory and Discourses of Constitutionalism in Spain», Social and Legal Studies, 17 (1): 75-92. Disponible en: https://doi.org/10.1177/0964663907086457Druliolle, 2008), Vox reivindica una concepción de lo español basada en episodios como el descubrimiento de América o la reconquista de los Reyes Católicos frente a los musulmanes en la Edad Media ( ‍Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJVox, 2018b: 1:56:10). Esto les permite trazar una suerte de hilo histórico con la actualidad, donde una España de raíces cristianas sigue combatiendo al otro musulmán, hoy estigmatizado a través de un discurso xenófobo contra la inmigración. Esta definición monocultural de España la comparten también a escala europea, donde proponen desmantelar «los programas europeos de fomento del multiculturalismo» ( ‍Vox. 2019a. Programa electoral para las elecciones europeas de 2019. Disponible en: http://bit.ly/32NGOdVVox, 2019a: 9).

2. Nativismo (Central —C—)[Subir]

La combinación de una posición etnonacionalista con un mensaje xenófobo es lo que convierte a Vox en una organización nativista. El secretario general del partido, Ortega Smith, claramente combina ambos elementos en su discurso: «[Tenemos] un objetivo muy claro: los españoles estarán primero! Y un compromiso irrenunciable, el de que juntos haremos a España grande otra vez! ¡Viva España y viva el rey!» ( ‍Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJVox, 2018b: 1:26:30). El componente xenófobo está presente de forma explícita en sus propuestas, especialmente contra los musulmanes. En su medida número 25 se exige «a los responsables de la religión islámica en España una absoluta colaboración para la detección de radicales. Exclusión de la enseñanza del islam en la escuela pública» ( ‍Vox. 2018a. 100 medidas para la España viva. Disponible en: http://bit.ly/31OYPXXVox, 2018a: 7). También rechaza que las mezquitas sean financiadas por países terceros y apoyan la expulsión de los imanes «que propaguen el integrismo, el menosprecio a la mujer, o la yihad» (ibid.). Finalmente proponen el principio de reciprocidad para abrir lugares de culto, es decir, si un país no permite la apertura de iglesias cristianas, sus nacionales no podrán fundar mezquitas en suelo español ( ‍Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJVox, 2018b: 7).

Más allá de la islamofobia, el partido apunta hacia la «invasión migratoria» en general. En el programa de las elecciones europeas, por ejemplo, declaran que «las fronteras exteriores de la Unión deben convertirse en una puerta infranqueable para cualquier nacional de tercer Estado que quiera entrar […] al margen de la legalidad» ( ‍Vox. 2019a. Programa electoral para las elecciones europeas de 2019. Disponible en: http://bit.ly/32NGOdVVox, 2019a: 11), y están dispuestos a suspender los acuerdos de Schengen para tal efecto. Bajo el mantra de «tolerancia cero con la inmigración ilegal» proponen la deportación de personas en situación irregular, pero también la de aquellos inmigrantes con residencia válida que hayan cometido delitos. La identificación del inmigrante con la delincuencia es explícita, como muestran estas palabras de Abascal: «España quiere que nuestras abuelas puedan caminar tranquilamente por la calle sin que un delincuente, sea español o extranjero, aunque mayoritariamente son extranjeros, le tire del bolso» ( ‍Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJVox, 2018b: min 2:02:08).

Por último, y dado que el nativismo rechaza a personas, pero también a ideas extranjeras, en su ideología está presente también el componente antiglobalista. Abascal, por ejemplo, pide «a la Unión Europea y a cualquier otra institución internacional respeto por nuestra soberanía, identidad y leyes» (ibid.: min 1:56:10). George Soros, el billonario progresista que suele ser blanco de los ataques del conjunto de la ultraderecha europea, es aquí también criticado por Rocío Monasterio (ibid.: min 29:58). La propuesta 83 de su programa reza que Vox antepondrá «las necesidades de España y de los españoles a los intereses de oligarquías, caciques, lobbys u organizaciones supranacionales» ( ‍Vox. 2018a. 100 medidas para la España viva. Disponible en: http://bit.ly/31OYPXXVox, 2018a: 20). Dentro del elemento nativista, sin embargo, el componente xenófobo y antinmigración está mucho más presente que el antiglobalista.

A modo de resumen, tanto en la subsección 1 como en la 2 he demostrado que Vox combina una concepción esencialista de la nación con una postura xenófoba contra los inmigrantes, especialmente los musulmanes. Vox es por tanto una organización nativista. En este sentido, podría haber reunido ambas partes en una sola subsección, pero las he mantenido separadas en aras de un análisis más honesto. En este sentido, si Vox fuera un partido conservador y no de derecha radical, presentaría un cierto grado de nacionalismo, aunque de carácter más «cívico» (1), pero no de xenofobia ni por tanto de nativismo (2).

3. Autoritarismo (Central —C—)[Subir]

Un modelo de sociedad basado en la ley y el orden está presente en la mayoría de las posiciones políticas de Vox. La violación de la ley debe ser severamente castigada en relación al secesionismo, la inmigración, el crimen, el terrorismo y para el conjunto de los «enemigos» de España. Rocío Monasterio, portavoz de Vox en la asamblea de Madrid, declaró en Vistalegre que «[un país] se tiene que liderar con una mano de hierro para así garantizar a los nuestros un espacio de seguridad y de libertad» ( ‍Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJVox, 2018b, min. 27:30). Gran parte de sus medidas se basan en endurecer las penas contra la inmigración ilegal ( ‍Vox. 2018a. 100 medidas para la España viva. Disponible en: http://bit.ly/31OYPXXVox, 2018a: 5), los que ofenden los símbolos de España (ibid.: 2) o los que agreden a los médicos privados y a los trabajadores de seguridad (ibid.: 8). También pretenden restaurar la cadena perpetua (ibid.: 21).

El líder del partido, Santiago Abascal, subraya igualmente la importancia de estos temas: «La España viva quiere poder defender su hogar cuando un ladrón violento entra a asaltar su casa, y quiere tener el derecho, si tiene medios de hacerlo, de poder defender su vida y su propiedad dentro de su casa» ( ‍Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJVox, 2018b: min. 2:02:15). Sobre el derecho a la propiedad, se muestran intransigentes con los okupas, que «deben ser expulsados en cuestión de horas de las viviendas donde han entrado. La participación en estas conductas ilegales los excluirá de las ayudas sociales» ( ‍Vox. 2019c. Programa electoral para las elecciones municipales de 2019. Disponible en: http://bit.ly/2Pk9kQwVox, 2019c: 10). En sus discursos suelen vincular a «los progres» y «los podemitas» con el movimiento okupa. El caso de los inmigrantes, aunque ya se ha tratado en la anterior subsección, también se enfoca a través de una posición autoritaria y de Estado fuerte: «La España viva quiere que su hogar sea defendido […], que las vallas de Ceuta y Melilla se defiendan, que se mejoren si es necesario. Que a nuestros guardias, a nuestros policías, a nuestro ejército, a los regulares, a la legión o a quien sea se les den los medios materiales y jurídicos para defender nuestra frontera» ( ‍Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJVox, 2018b: min 1:54:30).

Más allá de la lucha contra el crimen, una moral autoritaria está también presente en diversos campos de la política pública, como por ejemplo el sistema educativo, en el que se defiende un modelo donde prosperar «con esfuerzo, con mérito y con disciplina. Con disciplina. Para eso tenemos que recuperar la autoridad del profesor y la autoridad de los padres» ( ‍Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJVox, 2018b: min. 28:45). La importancia de estos valores se destaca en otros ámbitos, como por ejemplo el de la vivienda, donde se tiene garantizar solo para aquellos que se esfuerzan o que hayan sufrido algún revés.

4. Antidemocracia (No presente)[Subir]

No es ningún secreto que parte de la derecha española hunde sus raíces en el franquismo. El Partido Popular, sin ir más lejos, fue fundado por un exministro de Franco —Manuel Fraga—, y algunos de sus cuadros provienen de ascendencia franquista. Sin embargo, participaron del proceso constituyente de 1978 y de la construcción del nuevo régimen democrático. En la actualidad, el Partido Popular es una organización virtualmente homologable a cualquier partido conservador del resto de Europa. Vox, originalmente escindido del PP, comparte con este último la misma tradición política y agrupa, además, a los votantes más conservadores del país ( ‍CIS. 2019. Barómetro de julio. Madrid: Gobierno de España.CIS, 2019).

Los líderes de Vox, sin embargo, practican un revisionismo histórico explícito en relación con el pasado autoritario de España. Están en contra de la ley de memoria histórica, que entre otros elementos reconoce a las víctimas del franquismo, porque «no puede utilizarse el pasado para dividirnos, al contrario, hay que homenajear conjuntamente a todos los que, desde perspectivas históricas diferentes, lucharon por España» ( ‍Vox. 2018a. 100 medidas para la España viva. Disponible en: http://bit.ly/31OYPXXVox, 2018a: 3). También creen que los causantes de la guerra civil fueron los socialistas y no Franco a través del golpe de Estado que perpetró contra el régimen republicano en 1936 ( ‍Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJVox, 2018b: min 1:59:15).

A pesar de eso, y a diferencia de la extrema derecha tradicional, no hay ninguna evidencia ni implícita ni explícita de que Vox quisiera regresar a los tiempos de Franco o propusiera la instauración de un régimen autocrático en España. Como sus homólogos de la derecha radical en Europa, están en contra de algunos aspectos del orden constitucional y liberal, pero no del régimen democrático en sí. En el caso de Vox, pretenden eliminar el Estado de las autonomías consagrado en la constitución de 1978, presentan un serio desdeño hacia las minorías y los derechos de las mujeres y su retórica es claramente dañina respecto el principio del pluralismo político. Por el contrario, no utilizan métodos violentos para alcanzar fines políticos y de forma implícita apoyan el principio mayoritario y la soberanía popular como fuente del poder político. Por estos motivos Vox sería una organización de derecha radical autoritaria e iliberal en muchos aspectos, pero no antidemocrática.

5. Populismo (Indicado, pero no explícito —i—)[Subir]

El populismo como una ideología fina que contrasta un pueblo «puro» contra una élite corrupta no está casi presente en el discurso de Vox. La palabra «pueblo» no es mencionada nunca, en comparación con apelaciones constantes a «España» —más incluso que a «los españoles»—. Su retórica es mucho más nacionalista que populista. La palabra «corrupción», clave para la ideología populista, no se menciona ni una vez en el programa electoral de Vox para las generales de 2019, y solo una vez en el de las europeas, dos en el de las municipales y dos también en el de las autonómicas ( ‍Vox. 2018a. 100 medidas para la España viva. Disponible en: http://bit.ly/31OYPXXVox, 2018a,  ‍Vox. 2019a. Programa electoral para las elecciones europeas de 2019. Disponible en: http://bit.ly/32NGOdV2019a,  ‍Vox. 2019b. Programa electoral para las elecciones autonómicas de 2019. Disponible en: http://bit.ly/2NfhQxJ2019b,  ‍Vox. 2019c. Programa electoral para las elecciones municipales de 2019. Disponible en: http://bit.ly/2Pk9kQw2019c). La palabra «élites», así mismo, solo aparece una vez, y en el manifiesto de las Europeas ( ‍Vox. 2019a. Programa electoral para las elecciones europeas de 2019. Disponible en: http://bit.ly/32NGOdVVox, 2019a).

Se puede ver un ejemplo de retórica populista en el discurso de Rocío Monasterio en Vistalegre, pero solo durante unos segundos: «Los grandes partidos han caducado. Han caducado víctimas de la metástasis, de la carcoma de la corrupción […]. Han caducado por su aburguesamiento» ( ‍Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJVox, 2018b: min. 15:30). El resto del tiempo la denuncia contra las élites siempre viene acompañada de otra ideología central, que actúa como mensaje principal.

Por ejemplo, en la siguiente sentencia el discurso antiélites es realmente una crítica a los nacionalismos minoritarios: «Conseguiremos que los ciudadanos vuelvan a creer que la política no es un medio para garantizar el bienestar de una élite política que plaga nuestros diecisiete Parlamentos» ( ‍Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJVox, 2018b: min. 13:20). Aquí podemos ver otro ejemplo, esta vez de Santiago Abascal: «Os fastidia que vuestros impuestos paguen diecisiete Parlamentos y a miles de políticos inútiles y traidores» (ibid.: min. 1:44:55). Los políticos no son aquí criticados porque formen parte de una élite corrupta, sino porque han traicionado a España; otra vez, pues, un marco discursivo nacionalista.

6. Valores tradicionales (Central —C—)[Subir]

Tanto los programas políticos como los mítines de Vox tienen como aspecto central la defensa de los valores tradicionales en forma de antifeminismo, antiabortismo, defensa de la familia y de las tradiciones y el mundo rural. Especialmente es destacable la cruzada de esta organización contra la llamada «ideología de género» y el «lobby LGTB», un tema que ha sido nuclear en las negociaciones para formar Gobierno en distintos municipios y comunidades autónomas. Vox pretende eliminar las subvenciones a las asociaciones feministas y LGTBI, que son a menudo descritas como «comunistas y radicales» ( ‍Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJ2018b: min. 29:10) y aboga por suprimir la ley de violencia machista porque «discrimina al varón» ( ‍Vox. 2019b. Programa electoral para las elecciones autonómicas de 2019. Disponible en: http://bit.ly/2NfhQxJVox, 2019b: 7).

El aborto es otro aspecto clave del discurso de la organización. Ortega Smith, su secretario general, habló apasionadamente en el mitin sobre «esas jóvenes madres abandonadas en sus dificultades, o directamente, empujadas sin piedad […] a la tragedia de permitir la muerte de su propio hijo para beneficio de esas malditas clínicas abortistas» ( ‍Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJ2018b: min. 1:21:00). En contraste, Vox propone la creación de centros de apoyo a la mujer y kioskos por la vida con el objetivo de «promover la cultura de la vida» (ibid.). En una línea similar, abogan por la creación de un Ministerio de la Familia y la promulgación de una ley que reconozca a la familia como una institución que precede al Estado ( ‍Vox. 2018a. 100 medidas para la España viva. Disponible en: http://bit.ly/31OYPXXVox, 2018a: 17).

Por otro lado, y aunque no es central, la religión también está presente en las propuestas y discursos de la organización. Por ejemplo, y siguiendo el ejemplo de Viktor Orbán en Hungría, proponen a nivel comunitario la creación de una agencia para la ayuda a las minorías cristianas amenazadas ( ‍Vox. 2019a. Programa electoral para las elecciones europeas de 2019. Disponible en: http://bit.ly/32NGOdVVox, 2019a: 10). La defensa de los católicos españoles ante los movimientos laicos es también reivindicada explícitamente en sus mítines: «Hoy nos dirigimos a todos aquellos creyentes que han visto profanados sus templos, insultada su fe e incluso arrancados sus símbolos religiosos» ( ‍Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJVox, 2018b: min. 1:20:45). Por último, también son partidarios de proteger la tradición de las corridas de toros y la caza como «actividad necesaria y tradicional del mundo rural» ( ‍Vox. 2019c. Programa electoral para las elecciones municipales de 2019. Disponible en: http://bit.ly/2Pk9kQwVox, 2019c: 9).

7. Neoliberalismo (Presente, pero no central —p—)[Subir]

Vox presenta una agenda claramente neoliberal en términos económicos. Su defensa del libre mercado, de la libertad individual y de la propiedad privada es incuestionable. Sin embargo, este elemento se ha codificado como «presente, pero no central» porque tanto en las propuestas como en el discurso de Vox no es un asunto tan relevante como el nacionalismo, la xenofobia o la defensa de la ley y el orden. En algunos casos, además, la defensa de una agenda neoliberal se coloca dentro de un marco retórico nacionalista, por lo que jerárquicamente es menos importante.

La organización propugna una «drástica reducción del gasto político» ( ‍Vox. 2018a. 100 medidas para la España viva. Disponible en: http://bit.ly/31OYPXXVox, 2018a: 9) y una «radical» bajada de impuestos para todos los niveles de gobierno. Defienden la supresión del impuesto sobre el patrimonio y de sucesiones y donaciones a nivel autonómico ( ‍Vox. 2019b. Programa electoral para las elecciones autonómicas de 2019. Disponible en: http://bit.ly/2NfhQxJVox, 2019b: 5) o los impuestos sobre la plusvalía y el ICIO a nivel municipal ( ‍Vox. 2019c. Programa electoral para las elecciones municipales de 2019. Disponible en: http://bit.ly/2Pk9kQwVox, 2019c: 9). También abogan por medidas liberalizadoras como convertir en urbanizable todo el suelo que no esté protegido ( ‍Vox. 2018a. 100 medidas para la España viva. Disponible en: http://bit.ly/31OYPXXVox, 2018a: 12). Otras propuestas típicas de la derecha de corte neoliberal como la implantación del cheque escolar ( ‍Vox. 2019b. Programa electoral para las elecciones autonómicas de 2019. Disponible en: http://bit.ly/2NfhQxJVox, 2019b: 6) o el compromiso con el déficit cero en las cuentas públicas ( ‍Vox. 2019c. Programa electoral para las elecciones municipales de 2019. Disponible en: http://bit.ly/2Pk9kQwVox, 2019c: 9) también aparecen en sus programas.

En sus mítines se refieren a esta cuestión de forma meridianamente clara: después de citar a Ronald Reagan, un orador aseguró en Vistalegre que «el compromiso de Vox es llevar a cabo una importante rebaja fiscal y así aumentar la renta disponible, es decir, aumentar la riqueza de todos los españoles» ( ‍Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJVox, 2018b: min. 50:50). En una línea similar, la solución que proponen para el desempleo se basa en «un apoyo firme a la iniciativa privada, verdadero motor de la creación de empleo» (ibid.: min. 52:10). Asimismo, el comunismo como «garante de la miseria» es habitualmente criticado en sus discursos.

Resumen de resultados y discusión teórica[Subir]

La tabla 3 resume los resultados en relación al estudio de la ideología de Vox. De acuerdo con el método de la cadena causal y con el marco teórico, solo los aspectos codificados como Central (C) son nucleares en la ideología del partido y por tanto imprescindibles para su clasificación en alguna de las familias de partidos existente. Las categorías que aparecen que no son centrales se consideran tangenciales o directamente irrelevantes para nuestros propósitos clasificatorios, pero igualmente interesantes en el sentido de que contribuyen a trazar la naturaleza exacta de Vox, muy útil en términos comparativos.

Tabla 3.

Resumen con los resultados de las características ideológicas de Vox

Características Presencia en Vox
Nacionalismo Central (C)
Nativismo Central (C)
Autoritarismo Central (C)
Antidemocracia No presente (-)
Populismo Indicado, pero no explícito (i)
Valores tradicionales Central (C)
Neoliberalismo Presente, pero no central (p)

Fuente: elaboración propia.

Así pues, en la ideología de Vox son centrales los siguientes aspectos: nacionalismo, nativismo, autoritarismo y defensa de los valores tradicionales. La agenda neoliberal también es importante para el partido, aunque en menor medida que los elementos previos. El populismo, factor complementario de una parte importante de los partidos de derecha radical en Europa, no es explícito en Vox y cuando aparece lo hace casi siempre subordinado a la retórica nacionalista. Por último, no se ha detectado ninguna propuesta ni fragmento discursivo que nos hiciera pensar que la organización pretende instaurar un régimen dictatorial en España, ni el uso de la violencia forma parte de su modus operandi habitual (antidemocracia).

Teniendo en cuenta todos estos resultados, la discusión teórica está dividida en dos partes: por un lado, en la distinción entre derecha radical y conservadurismo. Se sostiene, de acuerdo con las expectativas teóricas, que Vox es un partido de la derecha radical y no «solamente» una versión más ortodoxa del conservadurismo tradicional. Por otro lado, se analizan las características de Vox a fin y efecto de, dentro de la más amplia familia de la ultraderecha, distinguir al partido de la extrema derecha y subrayar sus singularidades en términos comparados.

Sobre la primera cuestión, Vox comparte con los conservadores el nacionalismo, una aproximación autoritaria al orden social, la defensa de los valores tradicionales y una agenda económica de carácter neoliberal. Si hay autores que sostienen que la ultraderecha se ha venido moderando en los últimos años, el conservadurismo tradicional ha recorrido el camino contrario en parte por la influencia de los primeros ( ‍Bale, Tim. 2003. «Cinderella and her ugly sisters: the mainstream and extreme right in Europe’s bipolarising party systems», West European Politics, 26 (3): 67-90. Disponible en: https://doi.org/10.1080/01402380312331280598Bale, 2003). Esto provoca que a veces se haga difícil distinguir ambas familias políticas si no fuera por un elemento que también es central: el nativismo, esto es, la combinación de un nacionalismo de carácter más bien étnico junto con la xenofobia. Así pues, Vox sería un partido de derecha radical y no conservador por la presencia del elemento nativista como cuestión central en su ideología.

Por otro lado, se ha comprobado que la organización bajo estudio presenta una aproximación autoritaria al orden social, y en algunos puntos podría calificarse como iliberal y contraria al sistema constitucional vigente. Esto se hace especialmente visible en cuestiones como la ordenación territorial del Estado, los derechos de las mujeres y de las minorías o los ataques al pluralismo político y su retórica contra «los enemigos de España» —la izquierda y los nacionalistas—. Sin embargo, ni utilizan la violencia para conseguir fines políticos ni hay ninguna evidencia que nos hiciera pensar que pretender instaurar un régimen autocrático. Siguiendo el marco teórico, Vox sería por tanto un partido radical, pero no extremista.

Dentro de los partidos de la derecha radical, como se ha visto en el marco teórico, hay poco consenso acerca de las subfamilias que la componen. Sin embargo, hay tres aspectos destacables que tienen interés en términos comparados. El primero es que el elemento populista no es explícito en Vox y cuando aparece lo hace subordinado a la retórica nacionalista. Esto les distingue de una parte importante de la ultraderecha europea y de muchos de los estudios especializados, que asumen el conjunto de «derecha populista radical» como familia de partidos.

En segundo lugar, sabemos que hay muchas organizaciones de este tipo que tratan de difuminar su programa económico —o incluso llegan a defender lo que se ha llamado «chovinismo de bienestar» ( ‍Mudde, Cas. 2000. The ideology of the extreme right. Manchester: Manchester University Press.Mudde, 2000: 174)— con el fin de atraer una base más amplia de votantes, especialmente aquellos de la clase obrera. Vox, sin embargo, aboga sin complejos por una agenda neoliberal a través de un programa de reducción del gasto público y de drástica rebaja de impuestos. Por último, su enfoque conservador en la defensa de los valores tradicionales también es explícito, en contraste con otras organizaciones de ultraderecha que, o bien són más progresistas en cuestiones morales o, en aras de ganar más votos, como con la cuestión económica, evitan establecer una posición clara en estos asuntos.

RESUMEN Y CONCLUSIONES[Subir]

Después de que el nuevo partido político Vox entrase en el parlamento de Andalucía en diciembre de 2018, alcanzando así una repercusión mediática nacional, se abrió un debate alrededor de su naturaleza política e ideológica. Mientras que algunos comentaristas aseguraban que esta organización era la representante de la ultraderecha en España, otros sostenían que Vox no era más que una versión más ortodoxa y desacomplejada del conservadurismo tradicional. El objetivo de este artículo ha sido precisamente el estudio de la ideología de Vox a fin y efecto de clasificarlo dentro de alguna de las familias de partidos existentes, así como jerarquizar por orden de importancia sus distintos componentes ideológicos.

A través del análisis, mediante el método de la cadena causal, de siete características doctrinales —nacionalismo, nativismo, autoritarismo, antidemocracia, populismo, valores tradicionales y neoliberalismo— se han trazado las fronteras políticas de Vox y ha sido posible su clasificación como partido de ultraderecha, y más concretamente, de derecha radical. Para tal efecto se han usado cinco fuentes documentales representativas del partido. Los dos aspectos necesarios y suficientes para catalogar a una organización como de derecha radical es presentar un núcleo ideológico basado en una combinación de nacionalismo étnico y xenofobia, lo que se ha venido llamando nativismo, junto con una aproximación autoritaria hacia el orden social. Aunque se parecen a los conservadores clásicos en muchos aspectos, el elemento nativista es clave para diferenciar ambas tradiciones políticas, pues este no está presente entre los partidos de centro-derecha mayoritarios.

Por lo que hace a las subfamilias de la ultraderecha, se ha distinguido a la derecha radical que aquí representaría Vox de la extrema derecha tradicional. En este sentido, las organizaciones extremistas propugnan la abolición del sistema democrático y suelen utilizar métodos violentos para alcanzar fines políticos. Muchas de ellas tienen vínculos históricos o políticos con el fascismo clásico. La derecha radical, en cambio, presenta tintes iliberales en relación al pluralismo político o a la protección de las minorías, pero no propone la instauración de un régimen autocrático ni hace un uso habitual y sistemático de la violencia.

Por último, se han subrayado las peculiaridades de Vox en relación con el conjunto de partidos de la derecha radical europea con un interés manifiestamente comparativo. Dos conclusiones son relevantes de este análisis: por un lado, el discurso de la nueva formación española de ultraderecha es mucho más nacionalista que populista. Las apelaciones a «España» son constantes —más que a «los españoles»—, pero no hay una contraposición retórica entre un pueblo puro y unas élites corruptas. Cuando la hay, además, suele estar subordinada a un marco discursivo nacionalista. Esto diferencia a Vox de muchos de los partidos de la derecha radical europea, que son considerados populistas.

Por otro lado, muchos partidos de ultraderecha suelen difuminar su posición en el eje izquierda-derecha tanto por lo que hace a cuestiones socioeconómicas como a aspectos morales, con la intención de ensanchar su base de electores. Vox, sin embargo, presenta una desacomplejada agenda neoliberal en términos económicos y es claramente conservador en la defensa de los valores tradicionales. Esto colocaría a Vox entre los partidos de la derecha radical con un sesgo marcadamente conservador.

Las conclusiones de este estudio pretenden contribuir a un debate social y político más informado, y en términos académicos ofrecen un análisis original de un partido de nueva cuña, escasamente estudiado. La jerarquización de sus componentes ideológicos mediante el método de la cadena causal, además, facilita la singularización de las características de este partido para así disponer de datos comparativos en relación al resto de formaciones de la ultraderecha en Europa. Futuras investigaciones en política comparada podrían pues incluir los datos que aquí se ofrecen en un análisis más amplio, cuestión que no impediría la aparición de más estudios de caso sobre Vox, como por ejemplo aquellos dedicados a conocer mejor cómo son sus votantes o cuál es efecto de su institucionalización en los partidos de centro-derecha en España.

NOTAS[Subir]

[1]

Traducción propia del texto original: «To the basic question, “is there a chance that the PRR will gain influence in Spain in the coming years?” Our general answer is therefore “yes”—but with a twist—. Given that in contemporary Spain the electoral potential of the PRR is related more to populism than to nativism and the Great Recession is bringing to the fore material instead of post-material politics, it will be not surprising if the country experiences the rise and consolidation of a leftist populist party at the national level in the near future».

[2]

Vox. Manifiesto fundacional ( ‍Vox. 2014. Manifiesto fundacional. Disponible en: http://bit.ly/2qEsiXO2014: 2). Disponible en: http://bit.ly/2qEsiXO

[3]

Traducción propia del texto original: «Ideology [that] revolves around the same old staples: racism, xenophobia, and nationalism».

[4]

Traducción propia del texto original: «Extreme nationalism, ethnocentrism, anti-communism, anti-parliamentarism, anti-pluralism, militarism, law-and-order thinking, a demand for a strong political leader and/or executive, anti-Americanism and cultural pessimism».

[5]

Traducción propia del texto original: «nativism is an ideology that holds that states should be inhabited exclusively by members of the native group («the nation») and that non-native elements (persons and ideas) are fundamentally threatening to the homogenous nation-state».

[6]

Traducción propia del texto original: «the belief in a strictly ordered society, in which infringements of authority are to be punished severely».

[7]

Traducción propia del texto original: «It might be more precise to discern two or three distinct «subfamilies», for example «neoliberal», «anti-immigrant», or «populist» strands».

[8]

Traducción propia del texto original: «The hierarchy of the various features that are found to be part of the ideology. This is done by following the direction of the argumentation and assessing what is the prime argument, what is the secondary, etc».

Referencias[Subir]

[1] 

Acha, Beatriz. 2019. «No, no es un partido (neo)fascista». Agenda Pública, 6-1-2019. Disponible en: http://bit.ly/2MMiiEA.

[2] 

Akkerman, Tjitske, Sarah L. de Lange y Matthijs Rooduijn. 2016. Radical right-wing populist parties in Western Europe: into the mainstream? Londres: Routledge. Disponible en: https://doi.org/10.4324/9781315687988.

[3] 

Alonso, Sonia y Cristóbal Rovira. 2014. «Spain: no country for the Populist Radical Right?», South European Society and Politics, 20 (1): 21-‍45. Disponible en: https://doi.org/10.1080/13608746.2014.985448.

[4] 

Anduiza, Eva. 2018. «El discurso de VOX». Agenda Pública, 6-12-2018. Disponible en: http://bit.ly/364YOm6.

[5] 

Antón-Mellón, Joan y Aitor Hernández-Carr. 2016. «El crecimiento electoral de la derecha populista en Europa: parámetros ideológicos y motivaciones sociales», Política y Sociedad, 53 (1): 17-‍28. Disponible en: https://doi.org/10.5209/rev_POSO.2016.v53.n1.48456.

[6] 

Arzheimer, Kai. 2018. «Conceptual Confusion is not Always a Bad Thing: The Curious Case of European Radical Right Studies», en Karl Marker, Annette Schmitt y Jürgen Sirsch, (eds.), Demokratie und Entscheidung. Wiesbaden: Springer. Disponible en: https://doi.org/10.1007/978-3-658-24529-0_3.

[7] 

Arzheimer, Kai y Elisabeth Carter. 2006. «Political opportunity structures and right-wing extremism party success», European Journal of Political Research, 45 (3): 419-‍443. Disponible en: https://doi.org/10.1111/j.1475-6765.2006.00304.x

[8] 

Bale, Tim. 2003. «Cinderella and her ugly sisters: the mainstream and extreme right in Europe’s bipolarising party systems», West European Politics, 26 (3): 67-‍90. Disponible en: https://doi.org/10.1080/01402380312331280598.

[9] 

Bale, Tim, 2012. «Supplying the insatiable demand: Europe’s populist radical right», Government and Opposition, 47 (2): 256-‍274.

[10] 

Betz, Hans-Georg. 1994. «Radical Right-Wing Populism in Western Europe», Londres: Macmillan. Disponible en: https://doi.org/10.1007/978-1-349-23547-6.

[11] 

Bobbio, Norberto. 1996. Left and Right: The Significance of a Political Distinction. Chicago: University Chicago Press.

[12] 

Carter, Elisabeth. 2005. The Extreme Right in Western Europe. Nueva York: Manchester University Press.

[13] 

Casals, Xavier. 2000. «La ultraderecha española: una presencia ausente (1975-‍1999)», Historia y Política: Ideas,Procesos y Movimientos Sociales, 3: 147-‍174.

[14] 

Casals, Xavier. 2009. La Plataforma per Catalunya: la eclosión de un nacional-populismo catalán (2003-‍2009). Barcelona: Institut de Ciències Polítiques i Socials.

[15] 

Casals, Xavier. 2018. Claves para comprender el ascenso de Vox. Disponible en: http://bit.ly/2qJCkHj.

[16] 

CIS. 2019. Barómetro de julio. Madrid: Gobierno de España.

[17] 

Druliolle, Vincent. 2008. «Democracy Captured by its Imaginary: the Transition as Memory and Discourses of Constitutionalism in Spain», Social and Legal Studies, 17 (1): 75-‍92. Disponible en: https://doi.org/10.1177/0964663907086457.

[18] 

Falter, Jürgen W. y Siegfried Schumann. 1988. «Affinity towards right-wing extremism in Western Europe», en Klaus Von Beyme, (ed.), Right-Wing Extremism in Western Europe. Londres: Frank Cass. Disponible en: https://doi.org/10.1080/01402388808424684.

[19] 

Gellner, Ernest. 1983. Nations and nationalism. Ithaca, NY: Cornell University Press.

[20] 

Girvin, Brian. 1988. The Transformation of Contemporary Conservatism. Londres: Sage.

[21] 

Hainsworth, Paul. 2016. Politics of the Extreme Right: From the Margins to the Mainstream. Londres: Bloomsbury Publishing.

[22] 

Hernández-Carr, Aitor. 2011. «¿La hora del populismo? Elementos para comprender el «éxito» electoral de Plataforma per Catalunya». Revista de Estudios Políticos, 154: 47-‍74.

[23] 

Ignazi, Piero. 1992. «The silent counter-revolution: Hypotheses on the emergence of extreme right-wing parties in Europe», European Journal of Political Research, 22 (1): 3-‍34. Disponible en: https://doi.org/10.1111/j.1475-6765.1992.tb00303.x.

[24] 

Ignazi, Piero. 2003. Extreme Right Parties in Western Europe. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/0198293259.001.0001.

[25] 

Kitschelt, Herbert. 1995. The Radical Right in Western Europe: a Comparative Analysis. Ann Arbor: The University of Michigan Press. Disponible en: https://doi.org/10.3998/mpub.14501.

[26] 

Knigge, Pia. 1998. «The ecological correlates of right-wing extremism in Western Europe», European Journal of Political Research, 34 (2): 249-‍279. Disponible en: https://doi.org/10.1111/1475-6765.00407.

[27] 

Koch, Koen. 1991. «Back to Sarajevo or beyond Trianon? Some thoughts on the problem of nationalism in Eastern Europe», Netherlands Journal of Social Sciences, 27 (1): 29-‍42.

[28] 

Layton-Henry, Zig. 1982. Conservative Politics in Western Europe. Nueva York: St. Martin’s. Disponible en: https://doi.org/10.1007/978-1-349-05519-7.

[29] 

Levy, Jack S. 2008. «Case studies: Types, designs, and logics of inference», Conflict management and peace science, 25 (1): 1-‍18. Disponible en: https://doi.org/10.1080/07388940701860318.

[30] 

Macridis, Roy C. 1989. Contemporary political ideologies: movements and regimes. 4th Edition. Glennview, Scott: Foresman and Company.

[31] 

Mair, Peter y Cas Mudde. 1998. «The party family and its study», Annual Review of Political Science, 1 (1): 211-‍229. Disponible en: https://doi.org/10.1146/annurev.polisci.1.1.211.

[32] 

Michels, R. 1931. «Conservatism», en: Encyclopaedia of the Social Sciences. Londres: s. n: 230-‍232.

[33] 

Mudde, Cas. 1995. «Right-wing extremism analyzed. A comparative analysis of the ideologies of three alleged right-wing extremist parties (NPD, NDP, CP’86)», European Journal of Political Research, 27 (2): 203-‍224. Disponible en: https://doi.org/10.1111/j.1475-6765.1995.tb00636.x.

[34] 

Mudde, Cas. 1996. «The War of Words. Defining the Extreme Right Party Family», West European Politics, 19: 225-‍248.

[35] 

Mudde, Cas. 2000. The ideology of the extreme right. Manchester: Manchester University Press.

[36] 

Mudde, Cas. 2007. Populist Radical Right Parties in Europe. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO9780511492037.

[37] 

Mudde, Cas. 2012. «Three decades of populist radical right parties in Western Europe: So What?», European Journal of Political Research, 52 (1): 1-‍19. Disponible en: https://doi.org/10.1111/j.1475-6765.2012.02065.x.

[38] 

Norris, Pippa. 2005. Radical Right: Voters and Parties in the Electoral Market. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO9780511615955.

[39] 

Rama, José y Guillermo Cordero. 2018. «Who are the losers of the economic crisis? Explaining the vote for rightwing populist parties in Europe after the Great Recession», Revista Española de Ciencia Política, 48: 13-‍43. Disponible en: https://doi.org/10.21308/recp.48.01.

[40] 

Rydgren, Jens. 2017. «Radical right-wing parties in Europe. What’s populism got to do with it?», Journal of Language and Politics, 16 (4): 485-‍496. Disponible en: https://doi.org/10.1075/jlp.17024.ryd.

[41] 

Rydgren, Jens. 2018. The Oxford Handbook of the Radical Right. Oxford: Oxford University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1093/oxfordhb/9780190274559.001.0001.

[42] 

Schwartz, Joseph M. 1993. «Left», en The Oxford Companion to Politics of the World. Oxford: Oxford University Press: 531-‍532.

[43] 

Von Beyme, Klaus. 1988. «Right-wing extremism in post-war Europe», West European Politics, 11 (2): 1-‍18. Disponible en: https://doi.org/10.1080/01402388808424678.

[44] 

Vox. 2014. Manifiesto fundacional. Disponible en: http://bit.ly/2qEsiXO.

[45] 

Vox. 2018a. 100 medidas para la España viva. Disponible en: http://bit.ly/31OYPXX.

[46] 

Vox. 2018b. Gran acto de VOX en Vistalegre #EspañaViva. Disponible en: http://bit.ly/32LMHbJ.

[47] 

Vox. 2019a. Programa electoral para las elecciones europeas de 2019. Disponible en: http://bit.ly/32NGOdV.

[48] 

Vox. 2019b. Programa electoral para las elecciones autonómicas de 2019. Disponible en: http://bit.ly/2NfhQxJ.

[49] 

Vox. 2019c. Programa electoral para las elecciones municipales de 2019. Disponible en: http://bit.ly/2Pk9kQw.

[50] 

Whitaker, Richard y Philipp Lynch. 2013. «Understanding the Formation and Actions of Eurosceptic Groups in the European Parliament: Pragmatism, Principles and Publicity», Government and Opposition, 49 (2): 232-‍263. Disponible en: https://doi.org/10.1017/gov.2013.40.

Biografía[Subir]

[a]

Profesor asistente e investigador predoctoral en la Universidad de Kent en Canterbury (Reino Unido). Estudió Ciencias Políticas en la Universidad de Girona, un máster en Comunicación y Estudios Culturales en la misma universidad y tiene estudios de máster en Política y Democracia por la UNED. Anteriormente a su puesto en Kent trabajó como profesor asociado de Ciencia Política en la Universidad de Girona. Su campo de estudio es la política comparada, con un interés sustantivo en el nacionalismo, la secesión y los partidos políticos.