SUMARIO

  1. Referencias

La profesora Gómez-Reino analiza en este libro las trayectorias de coordinación en el espacio político europeo de dos familias de partidos políticos: los partidos nacionalistas minoritarios y los nacionalistas populistas. Los primeros difieren en sus demandas territoriales y en las políticas económicas y sociales que propugnan. Los segundos comparten una ideología basada en el nacionalismo, con posturas contrarias a la inmigración y al establishment. Este trabajo parte de conceptos fundamentales para el análisis político comparado como las familias de partidos ( ‍Mair, Peter, Mudde, Cas. 1998. «The Party Family and Its Study». Annual Review of Political Science. 1: 211-‍229. Disponible en: https://doi.org/10.1146/annurev.polisci.1.1.211.Mair y Mudde, 1998) y de las fracturas (cleavages) que los originan ( ‍Lipset, Seymour Martin, Rokkan, Stein. 1967. «Cleavage Structures, Party Systems, and Voter Alignments», en Lipset, S. M. 1985. Consensus and Conflict. Essays in Political Sociology. New Brunswick: Transaction Books: 113-‍185.Lipset y Rokkan, 1967) y supone una contribución fundamental a la literatura sobre la europeización de los partidos en los países de la Unión Europea ( ‍Almeida, Dimitri 2012. The Impact of European Integration on Political Parties. Beyond the Permissive Consensus. London: Routledge. Disponible en: https://doi.org/10.4324/9780203123621.Almeida 2012;  ‍Caramani, D. 2015. The Europeanization of Politics: The Formation of European Electorate and Party System in Historical Perspective. Cambridge: CambridgeCaramani 2015) y la política europea actual y los partidos nacionalistas minoritarios y populistas ( ‍Kriesi, Hanspeter, Grande, Edgar, Lachat, Romain, Dolezal, Martin, Bornschier, Simon, Frey, Timotheos. 2008. West European Politics in the Age of Globalization. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO9780511790720.Kriesi et al. 2008;  ‍Mudde, Cas. 2007. Populist Radical Right Parties in Europe. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO9780511492037.Mudde 2007).

Las dificultades para la inclusión de partidos concretos en una u otra familia quedan de manifiesto con un par de ejemplos. A pesar de la construcción tipológica y las diferencias empíricas que separan a los partidos nacionalistas minoritarios y populistas, algunos exhiben una doble pertenencia a las dos familias. Están incluidos en diferentes estudios en una u otra familia, el flamenco Vlaams Belang y la italiana Lega Nord, partido este último con un peculiar recorrido, cuyo origen ya fue cartografiado por la autora en un estudio pionero ( ‍Gómez-Reino Cachafeiro, Margarita 2002. Ethnicity and Nationalism in Italian Politics. Inventing the Padania: Lega Nord and the Northern Question. Farnham: Ashgate.2002), que arranca en la primera familia para situarse en la segunda en la actualidad.

El libro se organiza en dos partes. En la primera se examinan las relaciones de estas dos familias opuestas de partidos nacionalistas con la integración europea. En la segunda se analizan las trayectorias de coordinación de ambas familias y su europeización desde 1979. El diseño de la investigación persigue la comparación sistemática entre ambos tipos de partidos y las repercusiones originadas por el proceso de integración y por su coordinación en la arena europea. La primera parte utiliza los datos de una conocida encuesta de expertos sobre las posturas de los partidos frente a la integración europea (Chapel Hill Expert Survey Trend File: https://www.chesdata.eu), complementada por la encuesta retrospectiva de Ray sobre las posiciones de los partidos sobre integración europea (1999-‍2010) junto con la encuesta de Ray-Marks-Steenbergen (1984-‍1999).

La segunda parte analiza datos del Parlamento Europeo y de entrevistas en profundidad con parlamentarios de ambas familias de partidos. Incluye como fuentes primarias entrevistas con eurodiputados y militantes, completadas con los programas políticos y los manifiestos electorales de los distintos grupos, las intervenciones en discursos plenarios en el Parlamento Europeo en Estrasburgo y datos descriptivos de su sitio web. Como fuentes secundarias se utilizan informes de prensa y la cobertura de los medios de comunicación de fuentes generales y especializadas de la Unión Europea.

Para analizar estos últimos datos la autora emplea la técnica del trazado del proceso (process tracing) lo que le permite seguir la lógica de la acción política y las opciones que sustentan las trayectorias y las consecuencias para la estructuración de las familias de partidos nacionalistas en la arena europea. Por ello, dicha técnica le ayuda a identificar las principales variables explicativas para exponer la coordinación transnacional de los partidos: las ideaciones y los factores ideológicos, las restricciones institucionales y los dilemas estratégicos que afrontan. A continuación se expone su argumento.

Los partidos nacionalistas en Europa se originan en la fractura (cleavage) centro-periferia según la conceptuación clásica de Lipset y Rokkan ( ‍Lipset, Seymour Martin, Rokkan, Stein. 1967. «Cleavage Structures, Party Systems, and Voter Alignments», en Lipset, S. M. 1985. Consensus and Conflict. Essays in Political Sociology. New Brunswick: Transaction Books: 113-‍185.1967) como producto del conflicto generado por la construcción nacional por parte del centro cultural y la desigual resistencia de algunas minorías étnicas, lingüísticas o religiosas en las periferias. El auge de los partidos nacionalistas populistas se considera el producto de una nueva fractura estructural en la política europea, un conflicto entre la integración y la demarcación —ganadores y perdedores de la globalización según Kriesi et al. ( ‍Kriesi, Hanspeter, Grande, Edgar, Lachat, Romain, Dolezal, Martin, Bornschier, Simon, Frey, Timotheos. 2008. West European Politics in the Age of Globalization. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO9780511790720.2008)—. Este nuevo conflicto se basa estructuralmente en la competencia económica (liberalización e integración del mercado) y la competencia cultural (inmigración y cuestiones multiculturales). La primera familia de partidos estaría moderada o intensamente a favor de la integración europea, mientras que la segunda se opondría vigorosamente.

El libro examina, primero, la maleabilidad ideológica de las familias de los partidos nacionalistas y su incorporación a la integración europea. En segundo lugar, el texto explora los desafíos que afronta la construcción de familias europeizadas de partidos nacionalistas. Aunque la división analítica y empírica entre las familias de los partidos nacionalistas minoritarios y populistas es el punto de partida de la investigación, la obra proporciona un marco teórico y conceptual común para analizar sus elementos débiles y «aproximados» en las ideologías de los partidos nacionalistas. El trabajo de Gómez-Reino describe específicamente los dilemas estratégicos que afrontan los partidos en la elección de crear nuevas agrupaciones políticas o unirse a las existentes.

La complejidad de la configuración ideológica de la familia de partidos nacionalistas minoritarios socava las parsimoniosas expectativas de la teoría de la fractura y sus predicciones sobre las posiciones de los partidos sobre la integración europea. La evolución de las posturas de la familia de partidos nacionalistas minoritarios muestra estabilidad en conjunto durante el período examinado. Sin embargo, la trayectoria de esta familia a nivel de la UE ilustra la creciente división entre la posición moderadamente proeuropea de la familia y la prominencia (salience) limitada y la importancia relativa de la integración europea para las estrategias de esos partidos. La autora confirma las posiciones proeuropeas moderadas y estables de esta familia en conjunto. Sin embargo, las múltiples dimensiones de las ideologías de los partidos explican las dificultades de ubicar esta familia de partidos en una posición clara favorable a la integración europea.

Los especialistas argumentan que los partidos nacionalistas populistas tienen razones tanto ideológicas como estratégicas para abrazar un programa euroescéptico. Ideológicamente, el rechazo de la integración europea se basa en la defensa de la soberanía nacional y su oposición a la erosión de las identidades nacionales fuertes y exclusivas. Estratégicamente, los partidos nacionalistas populistas persiguen sus objetivos políticos y electorales presentándose como los únicos defensores de la soberanía y la cultura nacionales, amenazadas por el proceso de integración europea y la globalización. Las consideraciones ideológicas y estratégicas son equivalentes en la evolución del euroescepticismo de los partidos nacionalistas populistas. Durante el período posterior a Maastricht, esta familia se convirtió en un «catalizador de la disidencia» en contra de la Unión Europea (UE) en su búsqueda de la defensa de la soberanía política nacional frente al vaciamiento de las competencias estatales y la centralización de la UE. La firma del Tratado de Maastricht reforzó la posición antieuropea de estos partidos, así como la importancia de la cuestión para la competencia electoral. Aunque estos partidos no atesoran la propiedad del euroescepticismo, se han beneficiado en gran medida de la integración europea como una dimensión principal de la disputa política.

En contraste con la complejidad ideológica que caracteriza a la familia de los partidos nacionalistas minoritarios, la literatura especializada ha destacado cada vez más la homogeneidad ideológica de los partidos nacionalistas populistas. El nacionalismo, o el denominado nativismo para distinguir el tipo de nacionalismo, actúa como el vínculo ideológico de estos partidos. Este tipo de nacionalismo está directamente relacionado con su xenofobia y sus actitudes contra la inmigración. La antiinmigración es un rasgo ideológico indiscutible de los partidos nacionalistas populistas. También se incluyen otras características básicas para caracterizar a la familia del partido, como el populismo y el autoritarismo. Sin embargo, la literatura también subraya su propia ideología nacionalista como un factor que contribuye a la heterogeneidad de la familia.

La autora muestra que la familia de los partidos nacionalistas populistas ha subsumido la integración europea dentro del nicho de sus demandas programáticas internas. El rechazo a la integración europea vincula sus llamamientos programáticos antimigrantes con sus puntos de vista de sociedades culturalmente homogéneas y el rechazo a una sola identidad europea. La evolución de la posición y la prominencia de la integración europea revelan claramente la relevancia que se otorga a esta sobre las afirmaciones nacionalistas tradicionales y aisladas. Los datos también exponen que las expectativas de la teoría de la fractura con respecto a las posiciones polares de las familias de los partidos nacionalistas minoritarios y populistas sobre la integración europea no se cumplen por completo. La familia de los partidos nacionalistas populistas es la más euroescéptica desde 1996.

Las familias de partidos nacionalistas son las menores en el sistema de partidos europeo. El éxito y la representación de una multiplicidad de partidos políticos nacionalistas en el sistema europeo de partidos ha ampliado e incrementado el potencial para su europeización desde las primeras elecciones directas al Parlamento Europeo. En 1979, el primer Parlamento Europeo elegido solo incluía a un puñado de eurodiputados de la familia de los partidos nacionalistas minoritarios. Los partidos nacionalistas populistas no obtuvieron representación, pero la presencia de minorías y familias de los partidos nacionalistas populistas ha crecido claramente en la arena europea durante este período. La presencia electoral de los partidos nacionalistas minoritarios muestra un aumento gradual de 1979 a 2014, mientras que la de los partidos nacionalistas populistas aumentó muy notablemente en 2009 y 2014. Sin embargo, después de tres décadas de elecciones europeas, las familias de los partidos nacionalistas siguen siendo las más pequeñas del sistema de partidos europeo.

La «ola populista» en las elecciones europeas se atribuyó en gran medida al éxito de los partidos nacionalistas populistas en 2009 y, en particular, en las elecciones europeas de 2014. Las familias de los partidos nacionalistas minoritarios y populistas afrontan, como partidos pequeños, un escenario más difícil para completar su europeización. El número limitado de escaños que obtienen en el Parlamento Europeo limita su capacidad para formar grupos parlamentarios. Además, sus ideologías, eclecticismo y particularismo no facilitan su coordinación transnacional. Se enfrentan a un Parlamento Europeo estructurado en gran parte por familias de partidos tradicionales configuradas a lo largo de la dimensión izquierda-derecha. La formación de grupos parlamentarios en el Parlamento Europeo y los europartidos enfrenta a las élites de los partidos transnacionales con un dilema crucial: coordinar esfuerzos para formar grupos parlamentarios únicos y europartidos bajo una sola bandera o integrarse en otras agrupaciones y europartidos.

La transposición automática de las familias de los partidos principales a los grupos parlamentarios europeos y europartidos contrasta agudamente con el difícil proceso de coordinación partidaria trasnacional de los partidos nacionalistas minoritarios y su evolución desde 1979. Los vínculos transnacionales de los partidos nacionalistas minoritarios son complejos. Más allá de las restricciones impuestas por su menor tamaño, la trayectoria histórica de la coordinación partidaria transnacional responde a la ideología heterogénea y los dilemas estratégicos que afrontan estos partidos en la arena europea.

Históricamente, los partidos nacionalistas minoritarios son atraídos hacia la afiliación a las familias partidarias generales. Su heterogeneidad ideológica vincula las demandas nacionalistas de autogobierno con las ideologías tradicionales. La trayectoria de la coordinación partidaria transnacional de estos partidos ha evolucionado desde una dualidad fundamental con las tensiones entre la organización de estos partidos sobre la dimensión de la identidad como una fuerza política única en la arena europea o basando sus vínculos transnacionales en ideologías próximas desde dimensiones secundarias. El período entre 1979 y 1999 marcó la expansión de la Alianza Libre Europea (European Free Alliance: EFA) y la búsqueda de una coordinación partidaria transnacional común. Sin embargo, la activación de otras consideraciones ideológicas y estratégicas pronto restringió los cambios para la formación de una sola familia europea de estos partidos. En la EFA, las bases ideológicas de la coordinación transnacional de estos partidos vincularon los puntos de vista proeuropeos con un principio del mínimo común denominador que permitía superar su heterogeneidad ideológica. Más de dos décadas después de la creación de la EFA, la construcción de una familia partidaria europeizada que representase a los partidos nacionalistas minoritarios ha dividido y consolidado las diferencias en las adscripciones de los partidos a los grupos parlamentarios y euro partidos.

Los modos de integración de los partidos nacionalistas populistas en el sistema de partidos europeo han seguido un curso marginal y sinuoso en las tres últimas décadas. Los heterogéneos partidos nacionalistas populistas quedaron rezagados respecto a todas las familias de partidos en sus intentos de cooperación partidaria transnacional. Los partidos nacionalistas populistas han luchado históricamente para desarrollar vínculos transnacionales en la arena europea y formar sus propios grupos políticos. Las dificultades de la coordinación partidaria transnacional han persistido a pesar de que su representación política en el Parlamento Europeo se ha más que duplicado desde los años ochenta del siglo pasado. Los dos últimos mandatos en el Parlamento Europeo (2009-‍2014 y 2014 hasta el presente) muestran la difícil transposición del éxito electoral en las elecciones europeas a la coordinación partidaria trasnacional común.

La famille espirituelle de los partidos nacionalistas populistas es problemática y existen dilemas estratégicos involucrados en la formación de grupos con interacciones con el plano interno y efectos de reputación. La interacción o los efectos de contaminación del estigma político entre las arenas nacional y europea para esta familia de partidos son muy visibles. La relativa autonomía del proceso de coordinación partidaria transnacional se ve limitada por los vínculos entre ambos espacios de competición política. La posición cambiante de los partidos en el ámbito doméstico y el estigma político explican las oportunidades políticas y los vetos de los partidos sobre diferentes alternativas para la coordinación transnacional.

La posición de estos partidos en los sistemas de partidos nacionales, desde el cordon sanitaire hasta el potencial de coalición, y sus diferentes grados de estigmatización política configuran la medida en que las diferentes alianzas políticas transnacionales han llegado a existir. Los partidos políticos nacionalistas populistas están atrapados en una búsqueda permanente de aliados políticos aceptables. El resultado es una mayor fragmentación e inestabilidad de los vínculos de la familia de estos partidos en la arena europea. Los partidos nacionalistas populistas se dividen entre grupos políticos volátiles en el Parlamento Europeo, los no afiliados y los partidos políticos que escapan, cuando pueden, a otros grupos parlamentarios.

El aumento en la representación política de los partidos nacionalistas populistas en el Parlamento Europeo no se traduce completamente en su coordinación transnacional en la arena europea. El proceso político detrás de la coordinación partidaria transnacional se ha basado en el impacto de los requisitos impuestos por las normas de procedimiento y la interacción de las ideologías de los partidos y los dilemas estratégicos sobre la formación de grupos parlamentarios y europartidos. La creciente competencia política entre los partidos nacionalistas populistas ha dado lugar a la fragmentación de los grupos parlamentarios y los europartidos.

Los partidos nacionalistas populistas comparten una posición hostil contra la UE y opiniones similares sobre su déficit democrático y su falta de legitimidad política. Sin embargo, parece bastante obvio que, a pesar de las declaraciones de Marine Le Pen, el euroescepticismo «no es suficiente» para unificar a los partidos nacionalistas populistas y coordinarlos en la arena europea.

La evolución electoral de ambas familias de partidos nacionalistas muestra su peso diferencial durante el período examinado en el libro de Gómez-Reino, 1979-‍2014. Los partidos nacionalistas populistas han duplicado el tamaño de la familia de los partidos nacionalistas minoritarios durante este período. No hay duda de que las limitaciones geográficas de las familias de partidos y la limitada expansión electoral de los partidos nacionalistas los sitúan en una posición política diferente con respecto a las familias de los partidos principales, los liberales, los socialistas y los populares. Las principales familias de partidos basadas en divisiones funcionales estructuran la arena europea con legislaturas en el Parlamento Europeo dominadas por resultados centristas y mayorías favorables a la integración europea. En cambio, las familias de partidos nacionalistas se han mantenido al margen de las principales divisiones europeas.

El libro subraya que las familias de los partidos nacionalistas minoritarios y populistas comparten desafíos estructurales, electorales e institucionales similares en su búsqueda de la coordinación transnacional en la arena europea. La presencia territorial de ambas familias se ve limitada a pesar de que aumentó en las últimas tres décadas. Las normas institucionales formales que definen la coordinación transnacional en los grupos políticos en el Parlamento Europeo y en los europartidos desempeñan un papel crucial, a menudo descuidado en la literatura académica, limitando sus opciones. El libro ha demostrado que las familias de los partidos nacionalistas minoritarios y populistas difieren en sus trayectorias de coordinación transnacional, en la cadencia, las expectativas y los esfuerzos para consolidar la acción colectiva transnacional.

Se trata de un trabajo que reúne características muy elogiables: es muy relevante en términos conceptuales y directamente políticos, su contribución metodológica comparativa y cualitativa es un soplo de aire fresco en un ámbito disciplinar en el que la estadística refinada trae consigo, con frecuencia, trivialidad analítica y, last but not least, es muy oportuno pues aparece en momentos populistas globales y con unas elecciones europeas en ciernes. El libro interesará a los lectores especializados en europeización, las familias de partidos y, en especial, a los concernidos con los partidos nacionalistas minoritarios y populistas y con la política en la Europa contemporánea, en general. Un detalle menor: el texto se habría beneficiado de una edición más cuidadosa pues las erratas no son infrecuentes. Tampoco resulta muy cómoda para el lector la ubicación de las notas y referencias al final de cada capítulo en vez de situar ambas al final para facilitar una lectura más fluida y la consulta de comentarios y fuentes.

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[1] 

Almeida, Dimitri 2012. The Impact of European Integration on Political Parties. Beyond the Permissive Consensus. London: Routledge. Disponible en: https://doi.org/10.4324/9780203123621.

[2] 

Caramani, D. 2015. The Europeanization of Politics: The Formation of European Electorate and Party System in Historical Perspective. Cambridge: Cambridge

[3] 

Gómez-Reino Cachafeiro, Margarita 2002. Ethnicity and Nationalism in Italian Politics. Inventing the Padania: Lega Nord and the Northern Question. Farnham: Ashgate.

[4] 

Kriesi, Hanspeter, Grande, Edgar, Lachat, Romain, Dolezal, Martin, Bornschier, Simon, Frey, Timotheos. 2008. West European Politics in the Age of Globalization. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO9780511790720.

[5] 

Lipset, Seymour Martin, Rokkan, Stein. 1967. «Cleavage Structures, Party Systems, and Voter Alignments», en Lipset, S. M. 1985. Consensus and Conflict. Essays in Political Sociology. New Brunswick: Transaction Books: 113-‍185.

[6] 

Mair, Peter, Mudde, Cas. 1998. «The Party Family and Its Study». Annual Review of Political Science. 1: 211-‍229. Disponible en: https://doi.org/10.1146/annurev.polisci.1.1.211.

[7] 

Mudde, Cas. 2007. Populist Radical Right Parties in Europe. Cambridge: Cambridge University Press. Disponible en: https://doi.org/10.1017/CBO9780511492037.