SUMARIO

  1. NOTAS
  2. Referencias

Cuando Julio Caro Baroja ( ‍Caro Baroja, Julio. 1955. Estudios saharianos. Madrid: CSIC.1955) en el prólogo de su libro planta humildemente las semillas de un científico social y se reconoce como no experto en el estudio etnográfico que le han encargado para el Sáhara Occidental, logra, sin embargo, crear un meticuloso estudio que aún hoy en día sigue siendo utilizado. Esta forma de construir una investigación y plasmarla en un libro, me recuerda a la honestidad y al interés con el que se ha planteado la elaboración de Culture et Politique dans l’Ouest Saharien. Tanto el uno (Baroja) como los otros (Boulay y Freire, editores de la obra aquí recensionada), hacen referencia a Ibn Khaldun para traer a colación la siba. Para Boulay y Freire la ironía de la historia permite que la afirmación khalduniana del conflicto y la inestabilidad de los Estados se siga utilizando aún en el Oeste Sahariano.

La inestabilidad de la zona se ha explicado por la fragilidad de los modelos estatales implantados en el territorio, en donde sus tradiciones nómadas y sus estructuras sociales vertebradas a través de las tribus o las etnias debilitaba los Gobiernos y vulneraba los principios del Estado de derecho. Sus instituciones suelen mostrar un alto nivel de conflictividad, mientras que la lucha por el poder se produce en buena medida fuera de los mecanismos y de las reglas del juego institucional. Por eso, la atención mediática, e incluso política, prestada a Mauritania, el Sahara Occidental y Mali —los estudios de caso elegidos en este libro para abordar el Oeste Sahariano—, siempre recae en el conflicto (territorial y fronterizo), los flujos migratorios, la pobreza y el terrorismo. Sin embargo, lo que se pone de manifiesto en esta obra es que, tras analizar la cultura, la sociedad, la historia y la política de esta región, esa visión tradicional tiene más de reproducción fantasmagórica de una imagen creada por Occidente que de realidad.

Para los autores, la sociedad sahariana está en pleno movimiento, y lo que para algunos es inestabilidad, para ellos es cambio. Las ancladas jerarquías sociales, que reproducían desigualdad, no pueden encorsetar absolutamente a una sociedad en plena ebullición, que se manifiesta y que reclama sus derechos, sobre todo, a partir de la introducción de las nuevas tecnologías. El cuestionamiento de los poderes establecidos (tanto políticos como incluso religiosos), de las fronteras y la toma de conciencia de su potencial como ciudadanía y como dueños de los recursos naturales de su territorio, significan una clara ruptura con la representación khalduniana de la región del Oeste Sahariano.

Este es un libro cocinado a fuego lento, de forma colectiva y con un amplio y profundo trabajo de campo. Es un claro ejemplo de cómo construir conocimiento en las ciencias sociales desde una fuerte base empírica que matiza y cuestiona los lugares comunes. Los lectores españoles no debemos caer en la identificación del Oeste Sahariano, título de este libro, con el espacio de la antigua colonia española, el Sahara Occidental, actualmente ocupado y anexionado por Marruecos. Este término implica algo territorial y conceptualmente más amplio. El libro toma como referencia dentro de ese vasto territorio a Mauritania, el Sahara Occidental y Mali, pero no se trata de la sucesión de uno capítulo tras otro sobre estos países y determinados aspectos, sino que tiene varios hilos conductores que dan coherencia a esta interesante y novedosa obra.

Esta región tiene algunos elementos comunes como la heterogeneidad social (mora o bidán, beréber, negroafricana y tuareg); religiosa (con una importante presencia de hermandades, en la actualidad cuestionadas por la mayor presencia de nuevos modelos religiosos que provienen del salafismo, wahabismo y seguidores del tabligh), y la vigencia de dos importantes conflictos, el del Sahara Occidental y el del norte de Malí. En cuanto a la lengua, la presencia del hassanía, dialecto árabe del Oeste Sahariano (común entre la población bidán), así como ciertos hábitos, como las formas de vestir, la importancia del arte en sus distintas manifestaciones (la música tradicional azawân

Música tradicional de esa región.

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, la poesía), son algunos de esas características compartidas que dan cierta coherencia al Oeste Sahariano y, de forma más evidente, en el Sahara Occidental, el norte de Mauritania y el norte de Mali.

En el caso de Mauritania, ¿dónde podemos ver la contestación al Estado? Un país en el que el actual presidente de la República, Mohamed Ould Abdel Aziz, el general golpista que destronó a Sidi Ould Cheikh Abdellahi en agosto 2008, fue elegido tras la celebración de unas elecciones presidenciales fuertemente contestadas por los partidos de la oposición en 2009, y refrendado en otras elecciones presidenciales en 2014. Estas sucesivas victorias, de más que dudosa transparencia y limpieza, contaron con el visto bueno de las mayores potencias internacionales, incluida la UE, la misma que había impulsado y financiado el corto proceso de transición política (2006-‍2008), vivida desde la independencia. ¿Qué cambio cabe esperar de un régimen cuando el principal líder del movimiento contestatario de la oposición (IRA), Biram Dah Abeid, fue detenido por quemar un libro sagrado en 2012 y también justo después de las elecciones presidenciales de 2014 tras haber llegado a ser, incluso, candidato a las mismas? ¿Qué esperanza se puede conservar cuando un joven internauta, Mohamed Cheikh Ould Mkhaitir, escribió en una red social un comentario crítico en el que se hacía referencia a Mahoma y fue condenado a la pena capital por blasfemia?

Si bien el seguimiento de la actualidad parece no conducirnos a un contexto en evolución, el análisis más cercano y matizado nos permite observar que el papel de nuevos actores en el campo religioso va cobrando mayor relevancia. Las fuerzas reagrupadas en torno a las demandas de carácter social, el reconocimiento de los derechos de los negromauritanos y de los haratin, los antiguos esclavos negros liberados, así como el papel moderado e institucional del principal partido de la oposición, el islamista Tawassoul, arrojan una luz diferente sobre la percepción de estancamiento o incluso involución de un país como Mauritania.

El Sahara Occidental, el otro estudio de caso que se aborda en el libro de forma transversal, ha sido caracterizado en numerosas ocasiones como un conflicto estancado ( ‍Fernández-Molina, Irene. 2015. «Protests under Occupation: The Spring inside Western Sahara», Mediterranean Politics 20 (2): 235-254. Disponible en: https://doi.org/10.1080/13629395.2015.1033907Fernández-Molina 2015,  ‍Ojeda-García, Raquel, Irene Fernández-Molina y Victoria Veguilla (eds.). 2017. Global, Regional and Local Dimensions of Western Sahara’s Protracted Decolonization: When a Conflict Gets Old. Nueva York: Palgrave MacMillan. Disponible en: https://doi.org/10.1057/978-1-349-95035-52017). Desde la firma del acuerdo de paz de 1991, la situación de este dossier parece un permanente déjà-vu, en el que con cada paso que se avanza en la resolución del conflicto se retroceden dos, y en donde la situación que viven miles de personas en los campos de refugiados se hace cada vez más insostenible. Tanto es así, que las voces críticas internas hacia la política oficial del Frente Polisario en las negociaciones diplomáticas con Marruecos bajo el paraguas de Naciones Unidas se orientan hacia la vuelta de la lucha armada.

En cuanto a Mali, el último país abordado, tanto las autoridades como las fronteras se encuentran bajo contestación social y política. La relevancia de la cultura en la vida política también se ha puesto de manifiesto desafortunadamente con la destrucción de siete de los dieciséis mausoleos de Tombuctú, perpetrada por el grupo Ansar Dine. El inicio de las rebeliones del norte en 2012 contó con el apoyo de tuaregs, aunque no de todos. Las fracturas que ha sufrido la sociedad y el cuestionamiento del Estado hace necesaria la búsqueda de mecanismos de acercamiento entre los tuareg y el resto de los malienses. Es una cuestión de reconciliación, sin la cual la situación económica, especialmente en el norte, no mejorará.

El principal objetivo de este libro consiste en destacar los aspectos culturales, sociales e históricos en el proceso de construcción de los Estados nación y del área geopolítica objeto de la publicación. La relevancia de las variables culturales en la política, e incluso su influencia en los regímenes políticos, queda reflejada en estas páginas. Esto supone, a su vez, la generación de una dosis de coherencia en la región del África Occidental, tradicionalmente caracterizada por lo contrario. Y ello a pesar de las contradicciones entre los casos abordados, como sucedió con la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) al constatarse que la construcción de la misma se promovió a partir de la destrucción de las divisiones sociales coloniales, negando así el papel de la vertebración social tribal y de la religión como cemento de unión de la población que habitaba en los campos de refugiados. En cambio, en el caso de Mauritania ocurre lo contrario. Las principales reivindicaciones y oposición al poder establecido provienen de la toma de conciencia del renacimiento de la discriminación y del refuerzo de los particularismos socioculturales.

El libro se estructura en tres grandes bloques: el primero se refiere a las cuestiones culturales; el segundo a la historia y los movimientos de contestación social, mientras que el último se centra en el nuevo activismo y en los nuevos rostros del poder. La hipótesis que cohesiona todos los capítulos se basa en los nuevos actores que intervienen en la arena política, a veces de forma poco perceptible, y que rompen con las normas en vigor con sus nuevas formas de protesta y de actuación, sustentadas y articuladas por las nuevas herramientas de comunicación. Este libro propone otra forma de aproximarse al cambio político, desde los elementos culturales y mediáticos que construyen nuevos escenarios políticos.

Esta es una perspectiva claramente más próxima a la antropología (disciplina a la que pertenecen los dos editores), en donde prevalecen como variables independientes la cultura, la evolución social y la historia. Sin embargo, en algunos de los matices de la contestación social que ha promovido ciertos cambios se puede detectar una apertura política del régimen, promovida por medidas de reforma de tipo normativo e institucional. Los casos de Marruecos y su proceso de liberalización permitieron el asentamiento de Gdeim Izik en 2010 en las afueras de Alayún, si bien es cierto que acto seguido lo reprimió con mucha dureza. Entre la población saharaui y, en especial, entre los activistas, se aplica la política del palo y la zanahoria. En los casos de Mauritania ( ‍N’Diaye, Boubacar. 2018. Mauritania’s Colonels: Political Leadership, Civil-Military Relations and Democratisation. Londres; Nueva York: Routledge.N’Diaye, 2018) y Mali, si en vez de fijarnos solo en los movimientos sociales y sus distintas manifestaciones culturales y en el resurgir de movimientos islamistas opositores, analizamos la celebración de elecciones y la introducción de ciertas reformas institucionales, se puede explicar también el cambio desde un enfoque más institucional y de cambio de régimen político.

Para terminar, solo decir que la estructura del libro, vertebrada en capítulos no muy largos, redactados con un lenguaje ágil y basado en la experiencia y en el trabajo de campo, facilitan y motivan la lectura de este libro. Sin embargo, tanto la utilización del francés (prácticamente en todos los capítulos) como del inglés se convierte en un elemento que en algunas ocasiones rompe el ritmo y la coherencia de la lectura de esta obra, si bien permite, por otro lado, un mayor acceso a un público más amplio. En todo caso, mi recomendación es la de no dejar pasar la lectura de este acercamiento riguroso, sosegado y desde el terreno a una área geopolítica y a una realidad tan desconocida, en muchas ocasiones, a las ciencias sociales y, en particular, a la ciencia política de nuestro país.

NOTAS[Subir]

[1]

Música tradicional de esa región.

Referencias[Subir]

[1] 

Caro Baroja, Julio. 1955. Estudios saharianos. Madrid: CSIC.

[2] 

Fernández-Molina, Irene. 2015. «Protests under Occupation: The Spring inside Western Sahara», Mediterranean Politics 20 (2): 235-‍254. Disponible en: https://doi.org/10.1080/13629395.2015.1033907.

[3] 

N’Diaye, Boubacar. 2018. Mauritania’s Colonels: Political Leadership, Civil-Military Relations and Democratisation. Londres; Nueva York: Routledge.

[4] 

Ojeda-García, Raquel, Irene Fernández-Molina y Victoria Veguilla (eds.). 2017. Global, Regional and Local Dimensions of Western Sahara’s Protracted Decolonization: When a Conflict Gets Old. Nueva York: Palgrave MacMillan. Disponible en: https://doi.org/10.1057/978-1-349-95035-5.