Copyright © 2017:  La Revista Española de Ciencia Política tiene el derecho de primera publicación del trabajo, el cual está simultáneamente sujeto a la licencia de reconocimiento de Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obra derivada 4.0 Internacional, que permite a terceros compartir la obra siempre que se indique su autor y su primera publicación en esta revista. 

SUMARIO

  1. Referencias

Desde lo que se ha llamado la tercera ola de democratización iniciada a mediados de los años setenta del pasado siglo en Portugal con la Revolución de los Claveles ( ‍Huntington, Samuel. 1994. La tercera ola. La democratización a finales de siglo xx. Barcelona: Paidós Ibérica.Huntington, 1994), a la que siguen otros países a lo largo y ancho del globo, América Latina ha ido asumiendo elecciones competitivas con diferentes excepciones, y han dado lugar al surgimiento, cambio y estabilización de distintos sistemas de partidos. En este contexto, otros autores han detallado la importancia de algunos de los elementos que ayudaron y ayudan en la actualidad al correcto desarrollo de las democracias en la región analizada, como es el caso de Barreda y Ruiz ( ‍Barreda Díez, Mikel y Leticia Ruiz Rodríguez. 2014. Organismos electorales y calidad de la democracia en América Latina. Lima: JNE-Escuela Electoral y de Gobernabilidad.2014) en su análisis de los diferentes organismos electorales en la región. Por su parte, este trabajo pone el foco en la figura de los tan denostados partidos políticos, y cómo estos se han erigido en garantes y estabilizadores de democracias que se han ido consolidando poco a poco.

Analizar de manera fehaciente el sistema de partidos en los diferentes Estados que conforman la región de América Latina resulta un reto no solo por el amplio número de casos, sino también por el proceso histórico y las diferentes situaciones que ha vivido la región a lo largo de estos años. Esta complejidad de los sistemas y los cambios que han ido sufriendo ya ha sido analizada por algunos autores ( ‍Freidenberg, Flavia y Julia Suárez Cao (eds.). 2014. Territorio y Poder: Nuevos actores y competencia política en los sistemas de partidos multinivel. Salamanca: Universidad de Salamanca.Freidenberg y Suárez Cao, 2014), pero siempre desde perspectivas de caso y no desde un punto de vista comparado. Por ello esta obra, dividida en dos volúmenes, tiene especial relevancia en el marco de las investigaciones y análisis en esta rama de conocimiento dentro de la disciplina en general, y en el encuadre específico de la investigación comparada y de América Latina en particular.

De manera diferenciada a manuales existentes en relación con Latinoamérica, cabe destacar que el acento especial queda marcado por el fehaciente trabajo realizado en la descripción y comparación de la estructura y la dinámica de la competencia partidista en los diferentes países analizados en esta obra. Otras contribuciones, aunque también en perspectiva diacrónica, han buscado únicamente focalizar el análisis en elementos concretos del sistema de partidos ( ‍Hershey, Marjorie R. y John H. Aldrich. 2017. Party Politics in America. London: Routledge.Hershey y Aldridge, 2017), mientras que recientes publicaciones han puesto su acento en las políticas públicas llevadas a cabo en estos países ( ‍Arceneaux, Craig L. 2017. Democratic Latin America. London: Taylor and Francis.Arceneaux, 2017). Ello supone una clara ampliación de contenidos frente a textos ya existentes, dado que se profundiza en los cambios realizados con el paso del tiempo, lo que pone de relieve el valor de esta obra colectiva, que analiza no solo el sistema de partidos, sino también los cambios y retos que ello provoca en la sociedad.

El encaje de estos volúmenes en la literatura sobre los sistemas políticos desde una perspectiva general encuentra su claro acomodo en la publicación de otros volúmenes que resumen, de manera holística, el funcionamiento del sistema político y su trayectoria, sin necesariamente poner énfasis en alguno de sus elementos. Así, recientemente encontramos publicaciones sobre los sistemas británico ( ‍Flinders, Matthew et alt. 2009. The Oxford Handbook of British Politics. Oxford: Oxford University Press.Flinders et al., 2009), francés ( ‍Cole, Alistair. 2017. French Politics and Society. London: Routledge.Cole, 2017) o irlandés ( ‍Coakley, John y Michael Gallagher. 2017. Politics in the Republic of Ireland. Londres: Routledge.Coakley y Gallagher, 2017), entre otros. Por ello, la obra aquí analizada sitúa su objetivo, al igual que lo hace Crepaz ( ‍Crepaz, Markus M. L. 2017. European Democracies. London: Routledge.2017) en su análisis de los Estados de la Unión Europea, en comprender todos los elementos que determinan los cambios que se producen en el sistema de partidos y su afección al resto de elementos.

Junto con las anteriormente indicadas, la principal diferencia de estos volúmenes frente al resto de literatura especializada reside en que, gracias a su aproximación completa, consigue dibujar una imagen conjunta e individualizada a la par, lo cual permite la realización de forma continua y sistemática de comparaciones entre todos los Estados de América Latina. Estos volúmenes son, además, el complemento perfecto para el análisis de los sistemas políticos realizado por el profesor Alcántara ( ‍Alcántara, Manuel. 1999. Sistemas políticos de América latina. Volumen I y II. Madrid: Tecnos.1999), dado que la fluctuación del sistema de partidos, en ocasiones, viene de la mano de un cambio en las estructuras políticas.

Desde su acceso paulatino a la democracia, los diferentes países de la región han pasado por una de las tres situaciones que se enuncian a continuación: en primer lugar se encontrarían aquellos Estados en los que se ha dado una relativa estabilidad en el sistema de partidos (con escasos cambios, o cambios en alguno de los elementos relevantes para el análisis de los sistemas de partidos); en segundo lugar, aquellos que han visto cómo su sistema sufría un cambio radical fruto del colapso de alguno (o todos) los partidos tradicionales y el surgimiento de nuevas formaciones políticas y, finalmente, aquellos que han experimentado cambios de tipo gradual, pero sin llegar a conformar un nuevo sistema de partidos.

En este sentido, Los sistemas de partidos en América Latina 1978-‍2015 elabora una descripción cronológica y temporal de los sistemas de partidos de los diferentes Estados, e intenta explicar los tres estadios antes mencionados (que en algunos casos se pueden observar en el mismo Estado). Así, la obra escrita por varios autores y autoras a ambos lados del Atlántico bajo la dirección de la profesora Flavia Freidenberg, está compuesta por dieciocho capítulos, divididos en dos tomos. Ambos volúmenes siguen una estructura similar mediante la división de capítulos por países: en el primero se analizan México, los países de América Central y la República Dominicana, mientras que el segundo se dedica al Cono Sur y los países andinos. Los autores llevan a cabo el análisis de una forma sistemática, para lo cual en todos capítulos se siguen los mismos pasos para la descripción y se presta atención a las mismas dimensiones en cada uno de los estudios de caso. A la sazón, estas dimensiones se corresponden con la fragmentación, las preferencias, la competitividad, la polarización y la institucionalización de los diferentes sistemas de partidos nacionales.

Así, en la introducción se indican las diferentes dimensiones empíricas que analizar y cómo estas se aplicarán de manera comparada en cada uno de los Estados de ambos tomos para poder englobar a cada uno en las categorías anteriormente descritas, si bien, los textos se encuentran divididos por orden alfabético en función de la ubicación geográfica de los Estados. Cabe destacar bajo la categoría de estabilidad relativa a México, cuyo sistema de partidos apenas ha sufrido cambios relevantes; El Salvador, con estabilidad a pesar de las alteraciones en las etiquetas partidarias; Nicaragua, con competencia partidaria regularizada, pero que con la vuelta del Ortega en 2006 y la preponderancia del Frente Sandinista de Liberación Nacional vive un proceso de cerrazón de la arena política en torno a este partido; Panamá, con estabilidad desde la intervención militar estadounidense y, finalmente, en esta categoría, también se explican los mínimos cambios en los sistemas chileno y paraguayo.

Por su parte, dentro de aquellos Estados que han sufrido cambios radicales en su sistema de partidos, los autores de estos dos volúmenes ubican a Guatemala, debido a los importantes cambios experimentados desde 2015 y a la gran movilización social existente; la República Dominicana, que tras superar varios procesos democratizadores desde diferentes modalidades de autoritarismo, ha visto como su sistema de partidos se ha ido institucionalizando desde los inicios de este nuevo siglo; Argentina, en donde se explica la continuidad y ruptura de su sistema, dado que en él convive una estabilidad de líderes partidarios con una inestabilidad en las etiquetas partidarias; la región andina, comenzando por el caso boliviano y como la estabilidad se rompe a partir de 2005, cuando se produce un cambio radical del sistema; Colombia, donde a partir de 2003 todo parece indicar que definitivamente se abandona el bipartidismo tradicional; Ecuador, con su punto de inflexión en las elecciones de 2002 y los posteriores comicios generales (hasta tres), además de dos plebiscitos y unas elecciones constituyentes, y Perú, que desde principios de los años noventa del siglo xx avanza gradualmente hacia el sistema vigente en la actualidad, modificando el que surgió con el fin de la dictadura.

Finalmente, se encuentran descritos los países que han sufrido cambios graduales en sus sistemas de partidos y que han conformado otros nuevos. En un primer momento se analiza el caso de Costa Rica, que sí ha experimentado cambios graduales, pero sin lograr alterar el sistema de partidos desde el bipartidismo institucionalizado desde su origen; Honduras, cuyos cambios en el sistema vienen dándose desde finales de la primera década del siglo xxi y que cuenta con la división de una de sus fuerzas políticas del bipartidismo clásico; Brasil y su cambio gradual de su sistema de partidos al pasar del bipartidismo permitido durante la dictadura, a un sistema inicial con cinco partidos, que se irá ampliando hasta los veintisiete actuales; Uruguay, con un cambio gradual que evoluciona del bipartidismo acompañado de partidos menores, a su estructura actual de, al menos, tres partidos fuertes y un elenco de fuerzas minoritarias cuya coalición determina el peso que los tres anteriores tendrán, y el caso venezolano, en donde las fortalezas iniciales de la transición desde la dictadura se convirtieron, a la vez, en las debilidades del sistema que desembocaron en el sistema actual, en donde el principal clivaje existente es el de Gobierno/oposición.

Tras los análisis individualizados por país, cada uno de los volúmenes se cierra con el mismo capítulo de conclusiones, en donde se plasman los desafíos que afrontan los sistemas de partidos analizados y cómo se puede establecer una agenda investigadora al respecto, que ayude a analizar los mismos y a proceder a un seguimiento exhaustivo de la situación. Cabe destacar que, como la propia editora resalta en el prólogo de la obra, a pesar de que son varios los autores y autoras que reflexionan sobre el carácter explicativo de los indicadores en sus correspondientes secciones, en ellas se arrojan multitud de comentarios fruto de la literatura específica que referencian, y que ayuda a la conformación de una idea precisa de los porqués de los momentos que los sistemas de partidos han vivido en cada Estado de la región y cómo las diferentes dimensiones han afectado a la conformación de los mismos. En términos generales se puede hablar de la diferenciación entre poseer un sistema legal e institucional estable y no tenerlo. Aquellos Estados que han visto cómo sus instituciones y regulaciones −tanto electorales como de partidos− sufrían variaciones, han desembocado en crisis del sistema y refundación con más o menos éxito de nuevos sistemas de partidos. Sin embargo, los Estados que han encontrado una fuerte institucionalización de los partidos y, por ende, cambios menores en sus regulaciones −tanto estatales como partidarias−, han conseguido estabilizar sus sistemas, con menos cambios en la composición de las cámaras y en la aparición de nuevas formaciones con capacidad real para acceder al poder. Sin embargo, de nuevo como remarca la editora, no es cuestión de un elemento único en cada uno de los Estados, sino de la combinación de la trayectoria particular de las características políticas, sociales y económicas de cada Estado lo que explica la estabilidad o cambio de sus sistemas de partidos.

Entre las fortalezas de esta obra podemos destacar el gran análisis descriptivo que realiza de los diferentes momentos de los Estados sobre los que se pone el objetivo. Ello, junto con la gran operacionalización de indicadores influyentes en los contextos de cambio y estabilidad de los sistemas de partidos, hace que este texto ponga las bases para futuras investigaciones sobre el tema, si bien, estos indicadores no son suficientes para desentrañar todos los condicionantes tanto de la estabilidad como del cambio en los Estados analizados. Varios de los autores y autoras del texto apuntan a la necesidad de ahondar en factores estructurales y contextuales concretos de cada uno de los casos de estudio para poder llevar a cabo un mejor y mayor análisis justificado de la situación existente en cada uno de los Estados de América Latina.

Finalmente, esta obra colectiva tiene un público objetivo muy amplio. Los contenidos y la redacción, claramente científicos, orientan su desarrollo hacia colegas de la disciplina y estudiosos de la región sobre la que versa esta investigación; sin embargo, gracias a su amplio recorrido por los diferentes momentos y las descripciones del momento político, también resulta ser una obra de referencia para estudiantes tanto de grado como de postgrado, a los que ayudará a disponer de una visión de conjunto amplia sobre la situación en la que se encuentran los países de América Latina.

Referencias[Subir]

[1] 

Alcántara, Manuel. 1999. Sistemas políticos de América latina. Volumen I y II. Madrid: Tecnos.

[2] 

Arceneaux, Craig L. 2017. Democratic Latin America. London: Taylor and Francis.

[3] 

Barreda Díez, Mikel y Leticia Ruiz Rodríguez. 2014. Organismos electorales y calidad de la democracia en América Latina. Lima: JNE-Escuela Electoral y de Gobernabilidad.

[4] 

Coakley, John y Michael Gallagher. 2017. Politics in the Republic of Ireland. Londres: Routledge.

[5] 

Cole, Alistair. 2017. French Politics and Society. London: Routledge.

[6] 

Crepaz, Markus M. L. 2017. European Democracies. London: Routledge.

[7] 

Flinders, Matthew et alt. 2009. The Oxford Handbook of British Politics. Oxford: Oxford University Press.

[8] 

Freidenberg, Flavia y Julia Suárez Cao (eds.). 2014. Territorio y Poder: Nuevos actores y competencia política en los sistemas de partidos multinivel. Salamanca: Universidad de Salamanca.

[9] 

Hershey, Marjorie R. y John H. Aldrich. 2017. Party Politics in America. London: Routledge.

[10] 

Huntington, Samuel. 1994. La tercera ola. La democratización a finales de siglo xx. Barcelona: Paidós Ibérica.