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SUMARIO

  1. Referencias

¿Son la «igualdad compleja» de Michael Walzer y su pluralismo radical compatibles con su teoría de la guerra justa? ¿Son defendibles sus planteamientos relativistas sobre la comunidad y el Estado en una sociedad en la que conceptos como moral y soberanía parecen diluirse? Estas han sido algunas de las cuestiones que han unido en Reading Walzer a varios de los más influyentes politólogos y filósofos del pensamiento político actual, tanto a históricos detractores de Walzer, como Jeff McMahan o George Kateb, como a autores con una cierta cercanía intelectual, caso de David Miller o Michael Sandel.

Así, un total de catorce autores realizan comentarios a la obra de Walzer a través de cuatro bloques diferenciados, en los que recogen las principales aportaciones de su pensamiento a la teoría política:

  1. «Moralidad en los Estados», en el que la intervención militar de unos Estados sobre otros es abordada desde una perspectiva moral.

  2. «Estado y cultura», donde se trata el papel de la comunidad como sujeto de autodeterminación y el trato a las minorías nacionales o no nacionales dentro de esta perspectiva.

  3. «Política y esferas de la justicia», que estudia la relación entre justicia y equidad dentro de las esferas de justicia de Walzer.

  4. «Teoría de la guerra justa», que revisa el deber de prevención del daño a la población civil, así como la figura del soldado como sujeto activo de la valoración y de vigilancia en los conflictos armados.

Con respecto al primer bloque, titulado «Moralidad de los Estados», David Miller, Ruth Gavison, Charles Beitz y Michael Doyle llevan a cabo diferentes acercamientos al papel de la intervención militar como límite a procesos de autodeterminación de los Estados, con especial atención a su papel en las revoluciones democráticas de la conocida como Primavera Árabe. En este sentido, Miller aborda en el capítulo primero la legitimación de las intervenciones militares en apoyo a movimientos democráticos o en defensa de minorías étnicas o religiosas en riesgo de exterminio, todo ello a través del estudio de conflictos actuales. A continuación, Gavison dedica el capítulo segundo a realizar una aproximación a la relación entre derechos humanos y moral de Estado, argumentando que la labor de autodeterminación y autorganización derivada de la acción colectiva favorece la pluralidad y la diversidad, raíces de la democracia liberal. Por su parte, Beitz lleva a cabo en el capítulo tercero una crítica a la legitimación global de la intervención militar fundada en valores morales, ya que esta es inviable en una comunidad internacional con distintas morales parciales, abogando, por tanto, por una suerte de proceso de internacionalismo moral. Pone fin a este bloque Doyle con el capítulo cuarto mediante una comparación de la intervención en el pensamiento de Michael Walzer y John Stuart Mill, así como una valoración crítica de las argumentaciones morales de ambos.

En el segundo bloque, «Estado y cultura», Jacob Levy, Will Kymlicka y Bonnie Honig, abordan el papel de las minorías dentro de los procesos de conformación y organización de los Estados, mostrando el desafío que la inmigración supone como colectivo al que integrar y dar representación dentro de la organización política estatal. En el capítulo quinto, Levy argumenta cómo la necesidad de diseñar sistemas que den voz a aquellos sectores, dotando a la comunidad de la pluralidad política necesaria para la constitución de cualquier sistema liberal, choca con la concepción de las comunidades como sujetos que crean sus propios valores de justicia y equidad, tal y como las entiende Walzer. En segundo lugar, son objeto de consideración las medidas de integración y representación de las minorías, nacionales o no nacionales, puesto que para Kymlicka –autor del capítulo sexto– no se determinan exclusivamente en función de las particularidades de los Estados en las que se encuentran, sino también en función de las necesidades y particularidades de la minoría a las que van destinadas, contraposición que dota a la cuestión de mayor complejidad, en tanto que ambas concepciones se entrelazan en sujeto determinante, pero a la vez determinado. Unido a ello, se aborda una aparente contradicción entre la voluntad de autodeterminación de un Estado que a su vez fomenta la división cultural, étnica y religiosa entre su población, en tanto que estos son los elementos esenciales sobre los que se constituyen la base de la nacionalidad de un Estado. Por último, en el capítulo séptimo, Honig parte de la teoría expuesta por Walzer en Éxodo y revolución (Exodus and revolution), para reconsiderar el proceso de secularización en la historia judía a través del cuestionamiento del proceso de construcción histórica de lo sagrado.

«Política y esferas de la justicia» constituye el tercer bloque de la obra, donde Michael Sandel, T. M. Scanlon y George Kateb se centran en la teoría de la justicia en Walzer, tal y como la recoge en su obra Esferas de la justicia (Spheres of justice), ahondando tanto en la relación entre solidaridad y justicia como en los peligros de la igualdad derivada del valor social. Sandel dedica el capítulo octavo de esta obra a exponer cómo, partiendo de la comunidad, ente primario de cuyas prácticas se deriva su realidad moral, la justicia y la solidaridad como factores definitorios se constituyen en valores esenciales en contraposición a la mercantilización, material y moral, inherente al individualismo. Por otro lado, Scanlon en el capítulo noveno realiza una crítica al pensamiento de Walzer al defender que la legitimación del relativismo y de su consiguiente valoración social de las mercancías puede suponer un peligro al justificar la desigualdad a través de la conformación de esferas de justicia que lastren la igualdad de oportunidades. Del mismo modo, Kateb en el capítulo décimo también cuestiona la obra de Walzer, exponiendo las vinculaciones de su teoría ya no solo con los valores liberales demócratas, sino también con el ethos norteamericano.

Por último, los comentarios de Jeff McMahan, Yitzhak Benbaji, David Luban y Nancy Sherman, correspondientes al bloque «Teoría de la guerra justa», profundizan en los riesgos a los que puede exponerse a la población civil dentro de un conflicto bélico y en el papel del soldado como sujeto de valoración moral y toma de decisiones autónomo y legítimo. Este bloque comienza con la sección de McMahan, correspondiente al capítulo undécimo de esta obra, en la que expone cómo el soldado que participa en el conflicto no puede limitarse a un papel mecánico de administrador de violencia, quedando exento de cualquier responsabilidad moral o jurídico de sus actuaciones, sino que al ser un elemento activo de los conflictos y causante directo del peligro al que se enfrentan los no combatientes, reside en él un deber de vigilancia y respeto a las convenciones bélicas en el transcurso de los conflictos. En segundo lugar, Benbaji legitima en el capítulo duodécimo los sistemas de autodefensa en el uso de la violencia por encima del intervencionismo de Walzer al argumentar que incluso los conflictos militares moralmente justificados tienen una tendencia innata a la brutalidad, lo que termina implicando un coste moral inasumible para cualquier Estado que se rija por valoraciones morales. Para David Luban, autor del capítulo decimotercero, la contraposición del nacional y del extranjero, así como del combatiente con el no combatiente invitan a un replanteamiento radical de la intervención y de los conflictos bélicos hacia un mayor internacionalismo moral. Reading Walzer termina con la aportación de Nancy Shermanen, que en el capítulo decimocuarto propone al soldado en su experiencia personal como fuente de argumentación moral y elemento esencial como variable que tener en cuenta a la hora de complementar la teoría de Michael Walzer.

Al final de cada una de las cuatro secciones anteriormente expuestas, el lector encuentra una serie de páginas en las que el propio Michael Walzer reflexiona sobre cada una de las cuestiones que se le plantean. Sin embargo, esta aportación no se limita a una simple contestación y reiteración de sus argumentos clásicos, sino que Walzer toma dichos comentarios como punto de partida para el desarrollo de nuevos aspectos de su teoría, lo que convierte a esta obra, en definitiva, en un diálogo político-filosófico que incorpora y desarrolla nuevos puntos de vista sobre cuestiones tan características de su pensamiento como son la relación entre comunidad y Estado en un mundo cada vez más globalizado o las particularidades de la teoría de la guerra justa en conflictos muy complejos, como las revoluciones democráticos de Túnez y Libia, la protección de la minoría copta en Egipto o la guerra civil Siria.

En conjunto, esta obra constituye un interesante ejercicio de diálogo e interacción entre algunos de los autores con mayor impacto en la teoría política contemporánea. Para aquellos interesados en el pensamiento de Michael Walzer constituye una lectura obligatoria, al incidir y clarificar algunas de las cuestiones más particulares –y quizás más polémicas– del autor: desde la naturaleza última de la intervención militar hasta la esencia de la comunidad como sujeto político, pasando por su heterodoxa posición con respecto a la consideración de las minorías.

De hecho, esta puede ser una de las principales críticas a esta obra, su quizás excesiva especialidad. Al adentrarse en aspectos tan particulares de la obra de Michael Walzer, si bien alcanzan un notable grado de desarrollo, exige del lector una inmersión previa en las diversas facetas del pensamiento de este autor. En este sentido, sería recomendable para el lector acudir a alguna de las obras más conocidas del autor, como son Just and unjust wars y Arguing about war, para abordar la teoría de la guerra justa; así como a Spheres of justice y Thick and thin para comprender su concepción de la comunidad. Del mismo modo, puede ser de gran utilidad otra serie de obras sobre aspectos concretos de su pensamiento, como son la vinculación entre religión y política con The Revolution of the saints y The paradox of liberation, o su propuesta política con On toleration y Politics and passion.

Por último, de esta especialización en ocasiones también se deriva una cierta independencia de los autores que participan en la obra. Si bien pueden distinguirse cuatro grupos cerrados, se echa en falta una línea argumental común; lo que en ocasiones genera la sensación de falta de conexión entre los diferentes capítulos. Quizás hubiera sido de interés una mayor focalización en aspectos concretos de la obra de Walzer, de tal manera que todos los autores interactuasen y mostraran sus diferentes posturas en tales cuestiones, lo que sin duda habría dado lugar a una interesante producción académica.

En todo caso, esta obra constituye una potente reflexión sobre los principales ejes de la obra de Michael Walzer, que la convierte en una producción más que recomendable, tanto para aquellos académicos centrados en el pensamiento de este autor que deseen ahondar en aspectos concretos de su pensamiento, como para aquellas personas que busquen conocer la riqueza de su obra a través de algunos los debates más controvertidos del momento.

Referencias[Subir]

[1] 

Doppelt, Gerald. 1978. «Walzer’s theory of morality in international relations», Philosophy and Public Affairs, 8: 3-26.

[2] 

Orend, Brian. 2000. Michael Walzer on war and justice. Montreal: McGill-Queen´s University Press.

[3] 

Walzer, Michael. 1965. The revolution of the saints: A study in the origins of radical politics. Harvard: Harvard University Press.

[4] 

Walzer, Michael. 1977. Just and unjust wars: A moral argument with historical illustrations. New York: Basic Books.

[5] 

Walzer, Michael. 1983. spheres of justice: A defence of pluralism and equality. Oxford: Blackwell Oxford.

[6] 

Walzer, Michael. 1994. Thick and thin: Moral argument at home and abroad. Notre Dame: Notre Dame University Press.

[7] 

Walzer, Michael. 1997. On toleration. New Haven: Yale University Press.

[8] 

Walzer, Michael. 2004. Politics and passion: Toward a more egalitarian liberalism. New Haven: Yale University Press.

[9] 

Walzer, Michael. 2004. Arguing about war. New Haven: Yale University Press.

[10] 

Walzer, Michael. 2015. The paradox of liberation: Secular revolutions and religious counterrevolutions. New Haven: Yale University Press.