In memoriam de Leonardo Morlino (28 Junio 1947-18 Junio 2025)
El 28 de junio, el profesor Morlino habría cumplido 78 años. Aunque profesor ya jubilado —emérito en la Libera Università Internazionale degli Studi Sociali (LUISS) Guido Carli— seguía manteniendo una intensa actividad intelectual. Actualmente, estaba pendiente de publicar un libro y un artículo sobre la desigualdad y la democracia en Europa, que espero vean pronto la luz.
Hace apenas unos meses, releyendo por enésima vez su libro Introducción a la investigación comparada, no pude evitar escribirle para preguntar cómo se encontraba y expresarle cuánto ha significado su obra para mi propia investigación y docencia. Me respondió con cariño, sin mencionar su estado de salud, agradeciéndome mis palabras —“particularmente agradables” para un “estudiante mayor”, escribió— y compartiendo conmigo su artículo aún inédito. Tuve la oportunidad de colaborar con él en varias ocasiones y con este recuerdo quiero expresar la gran generosidad que siempre mostró hacia quienes nos acercamos a él, su interés por el trabajo de los demás, así como la profunda huella que el profesor Morlino ha dejado en varias generaciones de politólogos.
Esta generosidad la mostró también con la Revista Española de Ciencia Política (RECP). El profesor Morlino ya era miembro de su Consejo Editorial cuando asumí el cargo de coeditora de la revista oficial de la Asociación Española de Ciencia Política, en 2012. Intentando atraer firmas que publicasen en la RECP y ayudasen a la internacionalización de la revista, le escribí sin conocerlo personalmente y aceptó amablemente enviarnos un manuscrito, a pesar de todos los requisitos que le pusimos de que fuese original, no ser traducción de otro idioma y pasar la correspondiente evaluación por pares. Fruto de ello fue la publicación de su artículo “Transiciones democráticas: entre cuestiones teóricas y análisis empírico” (2015), traducido al castellano de su manuscrito en inglés por Angustias Hombrado. Su lectura resulta obligada para comprender los actores y factores que intervienen en el éxito o fracaso de las transiciones a la democracia.
El nombre de Leonardo Morlino está estrechamente ligado al de los grandes politólogos italianos, habiendo sido su contribución decisiva para la consolidación y proyección internacional de la ciencia política en Italia. Fue alumno y colaborador de Giovanni Sartori, considerado el padre de la moderna ciencia política italiana. Tras doctorarse en Ciencia Política en la Universidad de Nápoles en 1970, Sartori lo incorporó al Centro Cesare Alfieri de Política Comparada de la Università degli Studi di Firenze. Junto con su mentor, Morlino participó en la fundación de la Rivista Italiana di Scienza Politica (1971) y, cuando Sartori se trasladó a la Universidad de Stanford, asumió la función de editor (1977-1991). Desde las distintas posiciones docentes que mantuvo en la universidad de Florencia, Morlino contribuyó decisivamente a la formación y consolidación de la denominada escuela florentina de ciencia política, junto a académicos destacados como Alberto Spreafico, Maurizio Cotta, Gianfranco Pasquino y, posteriormente, Donatella Della Porta y Marco Tarchi. En 2010, Leonardo Morlino se incorporó a la universidad LUISS en Roma, en donde presidía el Research Center on Democracy, que se creó en 2024 de la fusión del anterior International Center on Democracy and Democratization (ICEDD con otros dos centros de investigación. A lo largo de su amplia trayectoria, el profesor Morlino desarrolló una intensa actividad docente e investigadora en otras prestigiosas universidades e institutos internacionales, entre ellos, la Universidad de Standford (1989-1990 1999 y 2002-2003), el Institut d’Etudes Politiques en Paris (1993-1995, 2006, 2009, 2013), el Nuffield College (1998 y 2007) y St. Anthony’s College (2010) en Oxford y el Instituto Juan March (1995-1996) y el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales (2007) en Madrid. Su dimensión internacional le llevó a presidir la International Political Science Association (IPSA) entre 2009 y 2012, tras haber sido vicepresidente (2006-2009) y miembro del comité ejecutivo (2003-2006). Anteriormente, había sido también presidente de la Società Italiana di Scienza Politica de 1998 a 2001.
Leonardo Morlino fue, es y será un referente imprescindible en la política comparada. Puede decirse de él que fue un “auténtico” comparativista. A lo largo de toda su obra, logró articular de manera rigurosa la tríada de teoría, método y análisis empírico, sin descuidar ninguno de estos pilares. Para cualquier comparativista resultan lecturas indispensables La comparación en las ciencias sociales (1994), editado junto con Giovanni Sartori; y, especialmente, las reflexiones sobre su amplia experiencia en el ámbito de la política comparada, Introduzione alla ricerca comparata (2005), traducido al castellano en 2010. Morlino concebía la comparación de forma amplia, asignándole tres funciones: cognitiva, describir otras realidades para conocer mejor los fenómenos estudiados; explicativa, encontrar las explicaciones causales más convincentes que se corroboran en los casos analizados; y, aplicativa, proponer soluciones a problemas políticos. Sus trabajos se distinguían por una exquisita rigurosidad conceptual y por el uso sistemático del método comparado, combinando la utilización de datos tanto cuantitativos como cualitativos. Además, Morlino prestó especial atención a la dimensión histórica de los procesos políticos y al contexto específico en el que estos se desarrollan.
El profesor Morlino fue un autor sumamente prolífico. Su legado intelectual lo conforman más de cuarenta libros y más de dos centenares de artículos y capítulos de libro en obras colectivas. Como él mismo reivindicaba, sus estudios se centraron en temas de especial relevancia política para el mundo en el que vivimos. Entre sus contribuciones, destacan sus investigaciones sobre el cambio político, en particular los procesos de democratización y consolidación democrática; los regímenes híbridos; la calidad de la democracia; y, más recientemente, la relación entre la desigualdad y la democracia.
En sus estudios sobre el cambio político, Morlino abordó una amplia gama de procesos, tanto aquellos que implican un cambio de régimen como los que no. Se interesó por la quiebra de las democracias, las transiciones del autoritarismo a la democracia, la evolución de democracias de baja calidad hacia otras de mayor calidad, así como por los retrocesos en la calidad democrática, anticipándose a las actuales investigaciones comparadas sobre democratic backsliding. Entre sus numerosas publicaciones en este campo, hay que destacar monografías esenciales como Democracy between consolidation and crisis. Parties, groups and citizens in Southern Europe (1998); Democrazie e democratizzazioni (2003); y, Changes for democracy: Actors, structures, processes (2011), las dos últimas editadas posteriormente en castellano. En relación con las transiciones democráticas, Morlino identificó dos fases diferenciadas: establecimiento y consolidación, cada una de ellas caracterizada por su propia dinámica. En relación con la consolidación democrática, una de sus contribuciones más influyentes es su teoría del “anclaje democrático”. Analizando las transiciones democráticas del sur de Europa, Morlino señaló que se requieren anclajes para consolidar las nuevas instituciones democráticas y la sociedad civil. En Italia, tras la derrota del fascismo, fueron principalmente los partidos los que cumplieron esta función; en la España posfranquista fueron las élites; y, en Portugal y Grecia, los aparatos del estado. Ampliando los casos de estudio a otras regiones, Morlino reveló la importancia de otros anclajes adicionales: el clientelismo (América Latina) o los modos de liderazgo y el sistema de medios de comunicación (Europa Central y Oriental).
Por otra parte, Morlino fue pionero en el análisis de los regímenes híbridos. En el primer artículo escrito en castellano sobre este tema en 2008, Morlino definió los regímenes políticos híbridos como aquellos “regímenes que han adquirido alguna de las instituciones y procedimientos característicos de la democracia, pero no otros, y al mismo tiempo conservan algunos rasgos tradicionales o autoritarios o, alternativamente, han perdido algunos elementos de la democracia y han adquirido otros autoritarios”. A partir de una caracterización adjetivada de la democracia, Morlino propuso una tipología de regímenes híbridos que incluía “democracias sin ley”, “democracias protegidas” y “democracias limitadas”. Morlino relacionó los regímenes híbridos con los procesos de cambio político, identificando cuatro posibles vías de surgimiento: desde la evolución de alguno de los distintos tipos de autoritarismo que han existido en anteriores décadas; desde un tipo de régimen autoritario tradicional, como una monarquía o sultanismo; de la crisis de una democracia previa; o, del resultado de un proceso de descolonización que no fue seguida ni de una estabilización democrática o autoritaria. En 2021, realizó una revisión de su enfoque teórico sobre los regímenes híbridos para el Routledge Handbook of Illiberalism, proponiendo una nueva tipología de regímenes híbridos: democracia limitada, democracia sin estado y cuasidemocracia, basada en las dimensiones principales del concepto mínimo de democracia.
Otra gran aportación de Morlino a la ciencia política se produce en el ámbito de la democracia y, particularmente, de la calidad de la democracia. Morlino sostenía un concepto de la democracia, a la vez, normativo y empírico. Desde el punto de vista normativo, Morlino señalaba que era posible encontrar un acuerdo generalizado en la definición de la democracia como el conjunto de instituciones dirigidas a la consecución de la libertad e igualdad. Desde el punto de vista empírico, siguiendo la tradición de Robert Dahl, defendía una “definición mínima empírica” que casi todos los politólogos pueden aceptar: elecciones libres, competitivas, recurrentes, sufragio femenino y masculino, competencia entre más de un partido, fuentes alternativas de información, a lo que Morlino añadía la posibilidad de los elegidos de tomar decisiones sin la influencia fuerte o dominante de otros grupos, ya sean económicos, militares o externos. De acuerdo con su concepto de democracia, Morlino definía la democracia de calidad como “aquel ordenamiento institucional estable que mediante instituciones y mecanismos que funcionan correctamente realiza la libertad y la igualdad de los ciudadanos”. Morlino distingue la calidad de las democracias respecto al procedimiento, al resultado y al contenido. En relación con estos tres aspectos, Morlino identificó cinco principales dimensiones para evaluar la calidad de la democracia de forma empírica, en relación con tres aspectos: calidad con respecto al procedimiento, estado de derecho (1-rule of law) y la responsabilidad o rendición de cuentas tanto horizontal como vertical (2-accountability); calidad con respecto al resultado, satisfacción de los ciudadanos por la capacidad de las democracias para responder a sus demandas de los ciudadanos (3-responsiveness); y, calidad en cuanto al contenido, efectividad en el ejercicio de la 4-libertad e 5-igualdad política, social y económica. En función de la presencia o ausencia de estas dimensiones y la combinación entre ellas, Morlino identifica cinco tipos de democracia de calidad: efectiva, responsable, legítima, liberal, igualitaria y, en caso de que las cinco dimensiones estén presentes, perfecta. Su análisis de la calidad de la democracia puede considerarse un punto de partida en la reciente línea de investigación sobre la resiliencia democrática en política comparada.
El profesor Morlino, junto con otros de sus colegas, dedicó sus últimos años a estudiar en mayor profundidad los principios básicos de la democracia de la libertad y, especialmente, la igualdad. Después de varias publicaciones sobre el tema, en Equality, Freedom, and Democracy. Europe After the Great Recession (2020), Morlino y su equipo explicaron cómo y por qué la crisis económica de 2008 —la recesión más crítica desde la Gran Depresión de 1929— ha cambiado la implementación efectiva de los principios democráticos de libertad e igualdad en las democracias europeas. Se parte de la consideración de que los principios ideales de libertad e igualdad se formulan y se aplican de forma distinta y responden a diferentes posiciones e intereses, lo que influye en el alcance de estos principios en cada país. Uno de los muchos aspectos a destacar en este libro es la idea de que no existe una tensión entre igualdad y libertad: la igualdad solo es posible si se garantizan y se aplican las libertades; y, al mismo tiempo, algunas dimensiones económicas y sociales de la igualdad, en materia de educación, salud y nivel de vida, son condiciones clave para apoyar las libertades y disfrutarlas.
El profesor Morlino nos ha dejado demasiado pronto, cuando todavía tenía muchas enseñanzas que ofrecernos en estos tiempos convulsos. Nos queda su amable recuerdo y su obra como legado.