El liderazgo (no) emocional de Alberto Núñez Feijóo: de Galicia a Madrid
The (un)emotional leadership of Alberto Núñez Feijóo: from Galicia to Madrid
RESUMEN
La figura del líder ha adquirido un papel cada vez más protagonista en la vida política española de los últimos tiempos. El liderazgo es uno de los principales factores explicativos del voto a partido (Jaráiz, 2017), superando incluso el peso de otros componentes tradicionales como la identificación partidista. El sistema político gallego ha estado marcado en los últimos trece años por el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo; un liderazgo consolidado con mayoría absoluta en cada una de las cuatro elecciones al Parlamento de Galicia a las que se presentó este como candidato. Esta consolidación como líder autonómico le permitió dar el salto a la política estatal en abril de 2022, situándose al frente de un Partido Popular en un momento determinante. Las elecciones generales de julio de 2023 supusieron el primer reto de Núñez Feijóo, en dónde el Partido Popular se convirtió en la fuerza más votada, incrementando sus resultados en 48 escaños respecto a los comicios de noviembre de 2019.
El objetivo de esta investigación es dar cuenta de los componentes explicativos que caracterizan el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo, centrándonos, asimismo, en el componente emocional existente detrás de su figura. Para tal fin, mediante el empleo de dos estudios demoscópicos propios, el Estudio Postelectoral Elecciones Autonómicas en Galicia 2020 y la Encuesta Postelectoral Elecciones Generales 2023, realizados por el EIP-USC, se han llevado a cabo modelos de regresión multivariante aditivos. Los resultados revelan que la explicación del liderazgo de Núñez Feijóo responde más a su gestión al frente de la Xunta de Galicia y a los atributos relacionados con ésta que a la presencia del componente emocional, incluso en el escenario estatal, donde no ha gobernado.
Palabras clave: liderazgo, emociones, comportamiento político, elecciones.
ABSTRACT
The figure of the leader has taken on an increasingly prominent role in Spanish political life in recent times. Leadership is one of the main factors explaining how people vote for parties (Jaráiz, 2017), even surpassing the weight of other traditional components such as party identification. The Galician political system has been marked over the last thirteen years by the leadership of Alberto Núñez Feijóo, a leadership consolidated with an absolute majority in each of the four elections to the Galician Parliament in which he stood as a candidate. This consolidation as a regional leader enabled him to make the leap to national politics in April 2022, placing himself at the head of the Partido Popular at a decisive moment. The general elections of July 2023 were Núñez Feijóo’s first challenge, in which the Partido Popular became the most voted party, increasing its results by 48 seats compared to the November 2019 elections.
The aim of this research is to account for the explanatory components that characterise Alberto Núñez Feijóo’s leadership, focusing also on the emotional component behind his figure. To this end, using two of our own opinion polls, the 2020 Post-Election Study on Regional Elections in Galicia and the 2023 Post-Election Survey on General Elections, conducted by EIP-USC, additive multivariate regression models have been carried out. The results reveal that the explanation for Núñez Feijóo’s leadership responds more to his management at the head of the Xunta de Galicia and the attributes related to it than to the presence of the emotional component, even at the national level, where he has not governed.
Keywords: leadership, emotions, political behaviour, elections.
1. INTRODUCCIÓN[Subir]
Parece indiscutible que la personalización de la política es una tendencia que ha ido en aumento en los últimos años, y, como ya apuntaba Blondel (1987:2), el propio liderazgo político es un fenómeno de poder que se produce en condiciones específicas ligadas a la naturaleza de la política. Dicho de otro modo, el liderazgo es una construcción política que responde a las condiciones del entorno político, donde se erige y se ejerce (Jaráiz, 2017:17).
Bajo esta premisa, el objetivo principal de esta investigación es determinar cuáles son los elementos explicativos del liderazgo de Alberto Núñez Feijóo tras las elecciones autonómicas de 2020, las últimas a las que se presenta en Galicia, y las elecciones generales de 2023, las primeras a las que se presenta en el ámbito estatal. En esta línea, se plantean una serie de preguntas de investigación, a las que tratamos de dar respuesta en el presente trabajo. En primer lugar, nos preguntamos si es mayor la influencia del liderazgo de Núñez Feijóo en la decisión de voto al Partido Popular (PP) en las elecciones gallegas o en las generales (P1). Asimismo, vista la reciente realidad política española, nos planteamos si este líder incrementa su capacidad de liderazgo en contextos en los que asume la presidencia del ejecutivo, el legislativo y de su partido (P2). En este sentido, nos preguntamos si existen diferencias en la percepción de la capacidad de gestión de Núñez Feijóo, y de los atributos ligados a ésta, entre los ámbitos autonómico y estatal (P3). Ahora bien, a pesar de su imagen de gestor, nos planteamos si los componentes emocionales también construyen el liderazgo de Núñez Feijóo (P4). Y, por último, tratamos de determinar si la capacidad de movilización emocional de Núñez Feijóo varía de la esfera autonómica a la estatal (P5). En síntesis, buscamos identificar el rol del liderazgo en el voto al PP, así como los componentes que dan forma al liderazgo de Núñez Feijóo, en dos contextos diferentes, ya que se trata del primer presidente de una Comunidad Autónoma (CA) que abandona su cargo para disputar la presidencia de España, con resultados diferentes.
El artículo se distribuye a lo largo de cinco apartados, siendo el primero de ellos la presente introducción. A continuación, recogemos el estado del arte de la investigación sobre liderazgo y su vinculación con el estudio de las emociones. Con ello no buscamos relativizar el potencial impacto de los elementos que han venido explicando la construcción del liderazgo político, sino introducir el componente emocional, factor que ha venido ganando relevancia en los últimos años. Asimismo, en esta parte de la discusión teórica planteamos el surgimiento de nuevos liderazgos en los nuevos escenarios de la política española; incidiendo en la idea de los liderazgos múltiples. El tercer apartado lo dedicamos tanto a la contextualización del caso analizado como a la aclaración de las cuestiones metodológicas. Seguidamente, mostramos los resultados de nuestro análisis, en el que se incluyen variables estructurales y contextuales, cleavages, variables relativas al propio liderazgo y variables de carácter emocional. De esta forma, recogemos no solo aquellos factores que tradicionalmente se han estudiado como variables explicativas del liderazgo, sino que también incorporamos elementos afectivos, como las emociones que los encuestados afirman sentir tanto hacia los líderes como hacia los partidos políticos. Finalmente, presentamos las conclusiones de nuestra investigación.
2. LIDERAZGO POLÍTICO Y NUEVOS ESCENARIOS: COMPONENTE EMOCIONAL Y LIDERAZGO MÚLTIPLE EN ESPAÑA[Subir]
Está comúnmente aceptado que la figura del líder ha adquirido un papel cada vez más protagonista en la vida política de los últimos tiempos, incidiendo especialmente no solo en los contextos de identidades partidistas debilitadas (Blondel y Thiébault, 2010), sino también en aquellos estados que han vivido una transición hacia la democracia liberal y cuyos liderazgos deben ser estudiados cuidadosamente (Blondel y Cansino, 1996). Es más, podemos afirmar como esa tendencia a la personalización o presidencialización ha ido más allá de los sistemas presidencialistas, siendo una realidad también en los sistemas parlamentaristas (Costa y Curtice, 2014). En este sentido, el caso español es un ejemplo de ello (Riera et al., 2017). Ahora bien, necesitamos de una cuidada lectura, ya que esa creciente centralidad de la figura del líder y de su incidencia en el voto no va, necesariamente, de la mano de una mayor popularidad de los líderes (Wattenberg, 2004).
La idea de liderazgo viene acompañada de la importancia de las características personales que determinan la personalidad y de la relación que, a partir de esos rasgos personales (atributos), se establece entre los seguidores y el líder. Entendemos el liderazgo como un proceso en el que la construcción de los atributos resulta un elemento clave de mediación para su valoración (Rivera, 1992) y cuando nos referimos a ellos, incluimos no sólo aquellos rasgos de personalidad (honestidad, honradez, autoridad) sino también a aquellos que se refieren a competencias (comunicación, conocimiento de problemas, capacidad para realizar proyectos o conseguir recursos).
2.1. Liderazgo y su componente emocional[Subir]
Los elementos de carácter emocional, aun no siendo algo nuevo, han adquirido una mayor centralidad a la hora de entender el liderazgo político. Conceptos como el embudo de la causalidad presentado en The American Voter (Campbell et al., 1960) ya evidencian el impacto de los elementos culturales-afectivos entre los que se encuentra la percepción de los líderes. Más recientemente se ha constatado la importancia explicativa de las variables emocionales en los contextos políticos contemporáneos frente a factores sociodemográficos como la identificación partidista o la ideología (Yates, 2019). Asimismo, subdisciplinas como la psicología política también han abordado esta cuestión. En esta línea, McGuire (2004) afirma que, en una primera etapa, entre la década de 1940 y 1950 la psicología política se caracteriza por estudios sobre la personalidad de los líderes y tipos de liderazgo. De hecho, este autor destaca la importancia de los trabajos de Harold Lasswell Psychopathology and Politics, (1986) y Power and Personality (2017) o la publicación de distintas psicobiografías de líderes destacados.
También cabe destacar la vinculación que, desde algunos ámbitos, se ha hecho de la inteligencia emocional y el liderazgo. En este sentido, se entiende que un liderazgo se ejerce desde la inteligencia emocional si el líder incide de forma adecuada y conveniente sobre las emociones de otros individuos, así como si logra entender las etapas emocionales de éstos (Espina-Romero et al., 2022). Por tanto, podemos definir el liderazgo emocional como aquel que está fuertemente configurado por las dimensiones de la inteligencia emocional y desarrolla las distintas competencias emocionales que lo configuran (Villa, 2021: 128). Ahora bien, no debemos ignorar la complejidad del estudio del liderazgo, ya que éste es el resultado de un abordaje multidisciplinar. Por ejemplo, en cuanto a la idea de los líderes carismáticos, desde la Ciencia Política se ha tendido a simplificar las evaluaciones de los líderes utilizando rasgos generales de personalidad o los conocidos como termómetros de sentimientos. En otros ámbitos, sin embargo, se han empleado diversas escalas con una distinción difusa entre aspectos conductuales y emocionales de la atribución del carisma (Metz y Plesz, 2025).
Tampoco podemos dar cuenta de este interés por el estudio de las emociones en la Ciencia Política sin hacer referencia al conocido como giro afectivo (Arias, 2016; Hoggett y Thompson, 2012; Máiz, 2010; Marcus et al. 2006). El giro afectivo “reivindica el papel de los afectos, las emociones, los sentimientos y las pasiones como elementos necesarios para la comprensión del comportamiento político” (Castro y Jaráiz, 2022: 132). Si bien, a pesar de que resulta evidente la importancia de los elementos emocionales en la construcción y explicación de los liderazgos políticos, los trabajos que analizan esta relación son ciertamente escasos. Propuestas contemporáneas como la Theory of Motivated Political Reasoning (Lodge y Taber, 2000, 2005) afirman que todos los conceptos e ideas que hemos evaluado en el pasado tienen ahora carga emocional y ello se puede aplicar también a los líderes. Más recientemente, también se ha apuntado hacia la centralidad de los elementos afectivos de los discursos de los líderes de la extrema derecha, en los cuales el caso español no resulta ser una excepción (Castro y Jaráiz, 2022; Lagares y Mo, 2020). En este sentido, se ha señalado cómo aquellos temas de carácter social que suelen ser recurso de estos discursos reaccionarios despiertan mayores respuestas emocionales. No podemos pasar por alto cómo a menudo el discurso político, especialmente en campaña, conjuga los elementos políticos contemporáneos con elementos históricos o de un pasado común buscando apelar a lo emocional (Yates, 2016), elementos que también se pueden observar en el discurso de las formaciones de extrema derecha.
2.2. Nuevos escenarios y nuevas formas de liderazgo en el contexto español[Subir]
Todo lo expuesto hasta ahora no nos aleja de considerar el peso que elementos como la identificación partidista o la ideología tienen en la explicación del comportamiento político de los electores, a pesar de la creciente centralidad del liderazgo. En el caso español, se ha comprobado cómo aquellos liderazgos que mejor funcionan en dicha explicación son aquellos que guardan una menor distancia con su partido en términos espaciales (Jaráiz et al., 2020), lo que nos lleva a postular una compleja interacción entre líder y partido. Por otro lado, cabe destacar el diferente grado de personalización entre los nuevos partidos. Mientras que en el caso de Sumar y su líder Yolanda Díaz se confirma un alto grado de personalización, esto no se daría en el caso de Vox y Santiago Abascal (Martínez y García, 2024). En ese contexto de erosión de las lealtades partidistas tradicionales, debemos considerar la estructura de oportunidad política para la generación de nuevos grupos y, en consecuencia, de nuevas identidades (Rebolledo, 2017).
El liderazgo emerge como una realidad compleja y multidimensional, y dentro de la política española requiere de un cuidadoso estudio para cada uno de los casos, más si cabe teniendo en cuenta la elevada complejidad de la relación entre los líderes y los ciudadanos en los sistemas multiniveles como el español (Ortega y Recuero, 2020), algo que se evidencia con Núñez Feijóo en su paso de la arena autonómica a la estatal. De ahí, la dificultad, pero también la necesidad, en el análisis del liderazgo político, de integrar distintas orientaciones y conceptos (Collado-Campaña et al., 2016; Delgado, 2004).
Además, es necesario comprender cada liderazgo en su contexto particular (Delgado, 2004). Un elemento característico del ámbito español[1] es el refuerzo mutuo del liderazgo tanto en el caso del presidente del gobierno como de los presidentes autonómicos (Álvarez y Pascual, 2002; Jiménez-Díaz et al., 2019). El hecho de que el presidente (Estado/Autonomía) sea, a su vez, el líder de su partido (a nivel estatal o autonómico, respectivamente) y el líder de la mayoría parlamentaria generaría esta lógica de refuerzo del liderazgo. Es decir, el presidente lidera, simultáneamente, (1) el ejecutivo, (2) su organización partidista y (3) el legislativo.
El liderazgo de Núñéz Feijóo contaba con el refuerzo que le proporcionaban el cargo de la Presidencia de la Xunta de Galicia, el de líder de la mayoría parlamentaria en Galicia y de la dirección del Partido Popular de Galicia (PPdeG), lo que podría determinar la influencia de su liderazgo en la decisión de voto y nos lleva a plantear la primera de nuestras hipótesis:
1. La capacidad explicativa de Núñez Feijóo en el voto al PP es mayor en Galicia que en el escenario estatal.
Sin embargo, lo que asume el planteamiento del refuerzo del liderazgo es que las posiciones de poder que ocupa el líder se traducen en la construcción de su propio liderazgo político. No obstante, cuando hablamos del contexto no nos referimos solo a los elementos políticos, sociales y culturales específicos, sino también a los “otros”. Es decir, para lograr entender el liderazgo político de un líder en particular debemos tener en cuenta también a los demás líderes con los que comparte escenario: ¿y si lo que importa es la valoración del “otro” líder? (Fernández-Albertos y Martínez i Coma, 2014). Por ejemplo, resulta muy complicado entender la caída de Casado sin contemplar el desarrollo del liderazgo de Sánchez o de Díaz Ayuso. A este respecto, ya se ha demostrado la complejidad de la construcción emocional de los liderazgos de Sánchez y Casado, en la que entran en juego elementos de carácter (1) estructural, (2) ideológicos y cultura política, (3) cultural, (4) actitudes políticas e instituciones, (5) perceptivos, (6) medios y (7) de escenario político (Maneiro y Lagares, 2025). Asimismo, también se ha identificado la convivencia de otras emociones en esta explicación, mostrando la existencia de una arquitectura emocional (Lagares et al., 2022). En este trabajo (Maneiro y Lagares, 2025) se comprueba si estos siete conjuntos de elementos tienen un rol significativamente relevante en la construcción de las emociones hacia los líderes. A partir del análisis de doce modelos de ecuaciones estructurales se llega a la conclusión de que los elementos propuestos están presentes en la explicación de las emociones. Eso sí, no todos los conjuntos se encuentran en todos los modelos, siendo en cada caso unos elementos predominantes sobre otros. En los dos casos estudiados, se identifica que son las emociones vinculadas a estos líderes, las actitudes hacia la política e instituciones, los elementos perceptivos y los indicadores del escenario político, aquellos que cuentan con mayor presencia. Otro de los hallazgos más interesantes muestra el modo en que operan de forma distinta estos dos liderazgos: el líder socialista posee una gran capacidad de movilización emocional, frente a un líder popular con un limitado efecto movilizador desde lo emocional. ¿Y si esta fuese también la incapacidad de Núñez Feijóo? De esta reflexión, derivan nuestra segunda y tercera hipótesis:
2. El liderazgo de Núñez Feijóo se explica más por su capacidad de gestión que por el componente emocional.
3. La capacidad de movilización emocional de Núñez Feijóo es superior en Galicia que en el plano estatal.
3. METODOLOGÍA[Subir]
3.1. Justificación del caso[Subir]
La selección del liderazgo de Núñez Feijóo como caso de estudio se debe a que se trata del primer líder autonómico en asumir el liderazgo de su partido a nivel nacional. A fin de comprender las divergencias en la construcción de su liderazgo en uno y otro nivel, no podemos olvidar que las cuatro mayorías absolutas conseguidas por Núñez Feijóo en Galicia, que respaldan su liderazgo político, igualando en número a las de Manuel Fraga, se deben, entre otros factores, a la propia configuración del sistema de partidos autonómico. Primero, como Alianza Popular (AP) y, tras su refundación, como Partido Popular (PP), la organización popular en Galicia ha sabido interpretar el mayoritario sentir identitario de los gallegos, impidiendo la emergencia de otros partidos galleguistas de centro derecha. La marca del Partido Popular, a su vez, ha condicionado las estrategias del Partido Socialista de Galicia (PSdeG), tantas veces dependiente de la dirección política de la organización en Madrid y con tantas dificultades para encontrar un liderazgo gallego; y del nacionalismo gallego de izquierdas, con un Bloque Nacionalista Galego (BNG), que se debate entre mantener posiciones más nacionalistas, que lo deja en una situación de minoría electoral o abrazar posiciones moderadas, en las que el mayor respaldo electoral lo sitúa como segunda fuerza política (Lagares, 2024). Todo ello convierte al PP en el partido hegemónico de la CA gallega.
En su salto a la política nacional, la situación de mayoría absoluta de la que gozaba Núñez Feijóo en Galicia, sin una alternativa de gobierno viable, cambia a un escenario nuevo con una lógica de liderazgo múltiple o colectivo, que surge ligado a la conformación de las coaliciones electorales o de las coaliciones de gobierno (Rivera y Jaráiz, 2016), fruto de la competición entre una pluralidad de líderes tanto bajo una lógica inter-bloques como intra-bloques.
En el bloque de la izquierda se hace evidente esa nueva lógica de liderazgo múltiple propio de un gobierno de coalición y de la creación de formaciones políticas que resultan, a su vez, de pactos y escisiones dentro del gobierno y en la competición electoral. La dinámica de fuertes liderazgos partidarios se ve amenazada por la fragmentación dentro del electorado y entre las élites. No obstante, aunque aparentemente contradictorio, esa dinámica de nuevos gobiernos de coaliciones no va siempre acompañada de un liderazgo debilitado del presidente del Gobierno (Poguntke y Webb, 2015).
En el bloque de la derecha, se abre un escenario nuevo para el PP. Tras la moción de censura a Mariano Rajoy en 2018, y después de unas elecciones primarias dentro del partido, Pablo Casado consigue la presidencia popular. Sin embargo, dos elementos obstaculizan la consolidación de este nuevo liderazgo: el auge de otra formación en el espacio de la derecha (Vox) y el surgimiento de un liderazgo alternativo dentro de su propio partido (Díaz Ayuso). Éste dejaba la dirección del PP, que asumió Núñez Feijóo, presentado como la gran baza del PP para hacer frente a un Pedro Sánchez que sobrevivía a cada crisis. Los populares optaban así por un líder perfilado como moderado y con especial énfasis en su trayectoria al frente del Gobierno gallego durante más de una década. Este liderazgo del PP, basado en la solvencia del técnico, debería hacer frente a otro liderazgo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), bien distinto, surgido de la movilización de la militancia y con un componente más emocional.
A pesar de las posibles divergencias entre uno y otro liderazgo, hay un elemento constitutivo del liderazgo de Núñez Feijóo que parece ser una constante: su imagen de gestor. Aunque el líder popular salta al primer plano de la política gallega al ser elegido en 2006 presidente del PPdeG, su trayectoria política había comenzado en 1991 como secretario general técnico, primero, de la Consellería de Agricultura, Gandería e Montes de la Xunta de Galicia y, tres meses después, de la Consellería de Sanidade e Servizos Sociais. Será desde esta Consellería desde donde dé su primer salto a Madrid para formar parte del Gobierno de Aznar, antes de dirigir Correos y Telégrafos y de volver a Galicia en 2003. En su regreso a la Comunidad gallega, tras ser Conselleiro de Política Territorial, Obras Públicas e Vivenda, es nombrado vicepresidente primero. Esta larga trayectoria, primero en la administración pública, después, al frente de la Xunta de Galicia, le ha servido para alimentar esa imagen de técnico, más que de político, tanto en la arena gallega como en la estatal. Imagen que ha cultivado a propósito también de las elecciones autonómicas de 2020, unos comicios marcados por la gestión de la pandemia del COVID-19, que le llevan a alcanzar un nuevo techo histórico en sus resultados (Llera y Rivera, 2022).
El desembarco de Núñez Feijóo en Madrid se interpreta como una apuesta de los populares por la moderación política y la recuperación del centro (Pérez-Castaños et al., 2024), eligiendo a un líder que, valorado por su faceta de “gestor” al frente del PPdeG, trasladaría el modelo al PP estatal. Los resultados obtenidos en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo de 2023 parecían avalar el cambio de dirección y suponían la antesala de la campaña de las elecciones generales del 2023. Sin embargo, los malos resultados obtenidos por los socialistas en los comicios autonómicos y locales celebrados en mayo provocan que el líder socialista decida adelantar la convocatoria general en un golpe de efecto que lo convierte en el principal responsable de la campaña. De este modo, las elecciones de julio del 2023 se postulan como un plebiscito en torno a la figura de Sánchez; una arriesgada e inesperada decisión que obliga a Núñez Feijóo a reevaluar su estrategia. Si en los contextos electorales polarizados la campaña adopta un estilo más emocional y personalista, este movimiento del presidente Sánchez lo acentúa (Martínez y García, 2024). El resultado electoral convierte al PP en la candidatura más votada, aunque, en contra de lo esperado, no permite que Núñez Feijóo llegue a la Moncloa. El bloque de centroderecha, caracterizado en esta convocatoria por la alta volatilidad entre las formaciones que lo conforman (González, 2024), no logra la mayoría absoluta, lo que llevaría a un proceso de investidura fallida en septiembre de 2023.
En este contexto, en este trabajo buscamos identificar las variables explicativas del liderazgo de Núñez Feijóo tras las elecciones autonómicas de 2020 y las elecciones generales de 2023, así como la configuración del voto al PP en ambas convocatorias, centrándonos en el papel que desempeña su liderazgo.
3.2. Datos y variables utilizados en el análisis[Subir]
Mediante el empleo de dos estudios demoscópicos: el Estudio Poselectoral Elecciones Autonómicas en Galicia 2020 y la Encuesta Poselectoral Elecciones Generales 2023[2], realizados por el Equipo de Investigaciones Políticas de la Universidad de Santiago de Compostela (EIP-USC), para la consecución de dicho objetivo y a fin de dar respuesta a las preguntas de investigación y de contrastar las hipótesis planteadas, se ha adoptado una metodología cuantitativa mediante la realización de un análisis inferencial a través de modelos de regresión multivariante aditivos[3], tanto logística binaria como lineal. La lógica de los modelos aditivos responde a la agrupación de una gran cantidad de variables en cuatro dimensiones: la primera referida a las variables sociodemográficas y contextuales, la segunda a los cleavages, la tercera a la gestión y la labor de oposición y los atributos y la cuarta al componente emocional, tal y como se detalla en la tabla 1.
Tabla 1.
Variables introducidas en los modelos de regresión
| Variable | Tipo | Interpretación |
|---|---|---|
| Variables dependientes | ||
| Voto PP | Nominal (dummy) | 1: Voto PPdeG/PP 0: Voto hacia otros partidos políticos |
| Val. Núñez Feijóo | Cuantitativa | 0: Muy mal-10: Muy bien |
| Elementos estructurales y contextuales | ||
| Sexo | Nominal (dummy) | 1: Hombre 0: Mujer |
| Edad | Cuantitativa | 0-98 |
| Nivel de estudios | Ordinal | 1: Sin estudios-7: Superiores |
| Activos remunerados | Nominal (dummy) | 1: Activos remunerados 0: Otra situación laboral |
| Pasivos remunerados | Nominal (dummy) | 1: Activos remunerados 0: Otra situación laboral |
| Activos no remunerados | Nominal (dummy) | 1: Activos remunerados 0: Otra situación laboral |
| Nivel de ingresos | Ordinal | 1: Hasta 300€/mes-10: Mas de 6.000€/mes |
| Val. Situación económica personal | Cuantitativa | 0: Muy mal-10: Muy bien |
| Val. Situación económica actual de Galicia/España | Cuantitativa | 0: Muy mal-10: Muy bien |
| Val. Situación económica prospectiva de Galicia/España | Cuantitativa | 0: Muy mal-10: Muy bien |
| Val. Situación política actual de Galicia/España | Cuantitativa | 0: Muy mal-10: Muy bien |
| Val. Situación política prospectiva de Galicia/España | Cuantitativa | 0: Muy mal-10: Muy bien |
| Cleavages | ||
| Autoubicación ideológica | Cuantitativa | 0: Izquierda-10: Derecha |
| Autoubicación nacionalismo gallego | Cuantitativa | 0: Mínimo nacionalismo gallego-10: Máximo nacionalismo gallego |
| Autoubicación nacionalismo español | Cuantitativa | 0: Mínimo nacionalismo español-10: Máximo nacionalismo español |
| Sentimiento identitario | Ordinal | 1: Únicamente español-5: Únicamente gallego/CCAA |
| Liderazgo y gestión | ||
| Val. gestión Gobierno de la Xunta de Galicia | Cuantitativa | 0: Muy mal-10: Muy bien |
| Val. gestión PSOE/Sumar | Cuantitativa | 0: Muy mal-10: Muy bien |
| Val. gestión Núñez Feijóo/Sánchez | Cuantitativa | 0: Muy mal-10: Muy bien |
| Val. oposición BNG/PSdeG/PP/Vox | Cuantitativa | 0: Muy mal-10: Muy bien |
| Val. líderes políticos | Cuantitativa | 0: Muy mal-10: Muy bien |
| Val. atributos Núñez Feijóo[4] | Cuantitativa | 0: Muy mal-10: Muy bien |
| Componentes emocionales | ||
| Simpatía PPdeG/PP | Nominal (dummy) | 1: Simpatía PPdeG/PP 0: Simpatía hacia otros partidos políticos |
| Emociones hacia los líderes políticos | Nominal (dummy) | 1: Presencia 0: Ausencia |
| Emociones hacia los partidos políticos | Nominal (dummy) | 1: Presencia 0: Ausencia |
Fuente: Elaboración propia.
Dentro de los componentes emocionales se encuentran las variables relativas a la identificación partidista y a las emociones hacia la clase política. La simpatía es la variable a través de la cual se ha medido la identificación partidista. Esta variable se corresponde con la pregunta enunciada de la forma: “En cualquier caso, ¿cuál es el partido por el que usted siente más simpatía o es más cercano a sus ideas?, siendo la respuesta totalmente espontánea. Mientras que la medición de las trece emociones se realiza a través de 3 preguntas: 1) Presencia de la emoción: si el entrevistado ha sentido o no en alguna ocasión una emoción; 2) Intensidad de la emoción que ha sentido en una escala de 1 (poca intensidad) a 5 (mucha intensidad); y, c) Duración de la expresión emocional: si el encuestado sigue sintiendo dicha emoción (para más información, ver Jaráiz et al., 2020). Si bien para la realización de esta investigación, únicamente se ha empleado la presencia emocional.
Siguiendo esta lógica, los modelos de regresión logística binaria planteados en el apartado siguiente nos permitirán comprobar cuáles son los elementos explicativos del voto al PP en cada uno de los contextos analizados, facilitando los efectos marginales de dichos modelos interpretar y comparar el impacto del liderazgo de Núñez Feijóo entre contextos. Asimismo, las regresiones lineales modelizadas nos permitirán observar si son las variables relacionadas con la gestión o con la emoción las que explican el liderazgo de Núñez Feijóo, observando las diferencias entre el contexto gallego y el nacional.
4. ANÁLISIS[Subir]
Tradicionalmente el liderazgo se ha configurado como la variable explicativa de otros fenómenos, en especial, del voto (King, 2002; Wattenberg, 1991). Es por ello por lo que, antes de determinar los elementos configuradores del liderazgo de Núñez Feijóo, nos preguntamos cuál es su aportación, junto al resto de los factores configuradores del voto, a la explicación del apoyo al PP en las elecciones autonómicas gallegas de 2020, las últimas a las que se presentó como cabeza de lista de los populares, y en las elecciones generales de 2023, las primeras que afronta en el plano estatal.
4.1. Determinantes de voto en elecciones autonómicas 2020[Subir]
Comenzando por el voto al PPdeG en las elecciones autonómicas gallegas de 2020, comprobamos cómo este modelo confirma algunas de las ideas planteadas en las primeras secciones de este trabajo. Frente a las variables estructurales, destacan aquellas de carácter más dinámico y, más específicamente, la identificación partidista, el liderazgo y los elementos emocionales. Así, en primer lugar, las variables sociodemográficas y contextuales, al entrar otros elementos en juego, no tienen ningún efecto sobre la decisión de voto. En segundo lugar, entre los cleavages, la ideología es la variable que mantiene su efecto significativo, de modo que por cada unidad que los individuos se ubican más a la derecha, aumenta la probabilidad de votar al PPdeG 0,753 veces. En tercer lugar, mientras el liderazgo del entonces presidente del ejecutivo, el legislativo y del PPdeG tiene un efecto positivo en la decisión de voto a su partido, la percepción de la líder de la oposición, Ana Pontón, tiene un efecto negativo. El efecto significativo de estas valoraciones se complementa, en cuarto lugar, con las respuestas emocionales de los individuos hacia Núñez Feijóo y, en esta ocasión, hacia el líder del otro partido de la oposición, Gonzalo Caballero. Así, el hecho de sentir entusiasmo hacia el líder de los populares y la ausencia de preocupación hacia este, pero sí su presencia hacia el candidato del PSdeG, aumentan la probabilidad de votar al PPdeG. Sin embargo, no sólo son los líderes los que despiertan las emociones de los votantes del PPdeG, sino que son aquellos que afirman sentir esperanza hacia los populares, al tiempo que sienten resentimiento y una ausencia de tranquilidad hacia el BNG, los que más probabilidades tienen de votar al PPdeG en los comicios autonómicos de 2020; explicación en la que la simpatía hacia el partido es la variable con mayor efecto en la decisión de voto. Todo ello nos lleva de nuevo a la importancia, señalada anteriormente, de la valoración del “otro”: el liderazgo no se construye sobre el vacío, sino en relación con las figuras de los demás líderes presentes en el escenario electoral. Más específicamente, aunque hablamos de la convivencia de distintas emociones hacia distintos líderes de forma simultánea, ello no indica la existencia de la ya presentada arquitectura emocional.
Por tanto, el voto al PPdeG en las elecciones gallegas de 2020 viene determinado, en gran medida, por el componente emocional, sobre todo por la identificación partidista con el partido, pero también por la esperanza hacia la formación y el entusiasmo hacia su líder, además de la ideología. Así, mientras el PPdeG despierta en sus votantes una emoción que se construye en futuro, alentada por la imagen de su continuidad en el ejecutivo, Núñez Feijóo es capaz de provocar en su electorado, no solo una valoración positiva, sino también una reacción emocional que anima a la movilización instantánea, tan necesaria en una contienda electoral. Por el contrario, mientras la ausencia de preocupación hacia el líder de los populares aumenta la probabilidad de votarlos, es la presencia de los componentes emocionales de carácter negativo hacia la oposición los que explican el voto al PPdeG. El rechazo a la oposición se materializa en la preocupación hacia el candidato del PSdeG, Gonzalo Caballero, pero sobre todo en el resentimiento y la ausencia de tranquilidad hacia el BNG, al tiempo que se percibe negativamente a su líder, Ana Pontón. Estos datos certifican esa compleja relación entre la identificación partidista y los elementos de carácter emocional, dejando entrever la necesidad de tomar en consideración estos últimos para lograr la comprensión integral de dicha identificación.
4.2. Determinantes de voto en elecciones generales 2023[Subir]
Continuando con la explicación del voto al PP en las elecciones generales de 2023, únicamente queda determinada por el liderazgo y los componentes emocionales, reafirmando junto con el modelo anterior la relevancia de estas variables frente a las categorizadas como estructurales o sociodemográficas. De nuevo, a medida que se valora mejor a Núñez Feijóo, aumenta la probabilidad de votar al PP, pero en esta ocasión, es la percepción negativa de Pedro Sánchez, la valoración que explica el voto al PP. Si bien no es de extrañar que el rechazo al presidente del Gobierno tenga un efecto significativo en el voto a los populares, los componentes emocionales se orientan únicamente hacia los partidos políticos. De nuevo, comprobamos el impacto significativo de las valoraciones hacia el “otro”. Además de la simpatía hacia el PP, el voto a la formación política responde a la esperanza que despierta en los electores y que Vox no sería capaz de suscitar.
Por consiguiente, si se compara la explicación de voto al PP en las elecciones autonómicas de 2020 con las generales de 2023, se constata que, en ambos casos, la variable con mayor capacidad explicativa es la simpatía hacia el partido político, pero el efecto es mayor en las elecciones generales que en las gallegas. Y esta diferencia probablemente se deba a la divergencia en el papel que juega el liderazgo de Núñez Feijóo en unos y otros comicios. Pues, no se trata únicamente de que el efecto de su valoración sea mayor en el voto autonómico que en el estatal, sino que, además, el entusiasmo hacia Núñez Feijóo florece en el ámbito gallego, pero no en el español, siendo capaz el PP de suscitar esperanza en ambos escenarios. Dicho de otro modo, la capacidad de liderazgo de Núñez Feijóo es mayor en un contexto que le es favorable, en aquel donde se da la dinámica de refuerzo de su liderazgo, mientras que allí donde prima la lógica del liderazgo múltiple, su capacidad de influencia en la decisión de voto popular se resiente.
Tabla 2.
Modelos de voto al PP[5]
| Coef. | Galicia 2020 | EG 2023 | |
|---|---|---|---|
| Cleavages | |||
| Autoubicación ideológica | β | 0,753*** (0,205) |
|
| Exp (β) | 2,124 | ||
| Liderazgo | |||
| Val. Feijóo | β | 0,592*** (0,167) |
0,481** (0,164) |
| Exp (β) | 1,807 | 1,617 | |
| Val. Pontón | β | -0,419** (0,158) |
|
| Exp (β) | 0,658 | ||
| Val. Sánchez | β | -0,687*** (0,142) |
|
| Exp (β) | 0,503 | ||
| Componentes emocionales | |||
| Entusiasmo Feijóo | β | 1,987** (0,763) |
|
| Exp (β) | 7,295 | ||
| Preocupación Feijóo | β | -2,716** (0,853) |
|
| Exp (β) | 0,066 | ||
| Preocupación Caballero | β | 1,502* (0,694) |
|
| Exp (β) | 4,491 | ||
| Esperanza PP | β | 1,853** (0,643) |
1,511* (0,690) |
| Exp (β) | 6,381 | 4,530 | |
| Tranquilidad BNG | β | -1,786* (0,809) |
|
| Exp (β) | 0,168 | ||
| Resentimiento BNG | β | 2,869* (1,352) |
|
| Exp (β) | 17,625 | ||
| Esperanza Vox | β | -3,358*** (0,915) |
|
| Exp (β) | 0,035 | ||
| Simpatía PP | β | 3,709*** (0,794) |
5,540*** 1,028 |
| Exp (β) | 40,793 | 254,758 | |
| Constante | β | -6,563*** (1,374) |
-1,854** (0,645) |
| Exp (β) | 0,001 | 0,157 | |
| Logaritmo de la verosimilitud -2 | 126,109 | 82,308 | |
| R 2 ajustado | 90,9% | 89,4% | |
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Estudio Poselectoral Elecciones Autonómicas en Galicia 2020 y la Encuesta Poselectoral Elecciones Generales 2023.
4.3. Construcción del liderazgo en Galicia[Subir]
Aun teniendo en cuenta el peso del liderazgo de Núñez Feijóo en la decisión de voto al PP tanto en las elecciones autonómicas como generales, el objetivo fundamental de este artículo es analizar la construcción de su liderazgo en ambos contextos. Comenzando una vez más por el contexto gallego, la variable que explica en mayor medida el liderazgo de Núñez Feijóo, confirmando esa imagen de gestor con la que se ha querido presentar, es la valoración de su gestión al frente del Gobierno de la Xunta de Galicia (0,415), imagen que se complementa con una serie de atributos, especialmente de uno muy ligado a esa idea de “buena gestión”, la eficacia. Así, por cada unidad que los individuos valoran mejor la eficacia de Núñez Feijóo, aumenta su valoración en 0,219 puntos. También contribuyen a esta explicación, aunque en menor medida, la honradez (0,107), la preocupación por Galicia antes que por el partido (0,071) y, de nuevo, en relación con la gestión, la percepción sobre sus proyectos (0,068).
Sin embargo, mientras el liderazgo de Núñez Feijóo parece estar fuertemente ligado a su capacidad de gestión, no se construye sobre componentes de tipo emocional, pues únicamente la ausencia de miedo y de enfado hacia su figura tiene un efecto significativo en su valoración. La explicación del liderazgo del entonces presidente de la Xunta de Galicia y del PPdeG se completa con la ideología de los ciudadanos, de modo que por cada unidad que los individuos se sitúen más hacia la derecha, aumenta la probabilidad de valorar positivamente a Núñez Feijóo en 0,055 puntos; además de por el nivel de estudios, ya que a medida que desciende el nivel de estudios de los ciudadanos, aumenta la probabilidad de valorar mejor al líder de los populares gallegos.
4.4. Construcción del liderazgo en el escenario estatal[Subir]
En el caso del liderazgo de Núñez Feijóo tras las elecciones generales de 2023, a pesar de su falta de experiencia como gestor en el plano estatal, son dos atributos muy ligados a esta, la eficacia (0,401) y el hecho de que tenga buenos proyectos (0,231), las variables que más aportan a la explicación de su liderazgo. Es decir, a pesar de su inexperiencia en el ámbito estatal, la faceta del gallego como gestor se traslada a la convocatoria nacional. Asimismo, en este contexto, en el que el PP, a pesar de ser el partido más votado, no logra los apoyos necesarios para la conformación de un gobierno, encabezando la oposición, la valoración de la labor de oposición del PP se revela como uno de los elementos más importantes a la hora de explicar el liderazgo de Núñez Feijóo. Sin bien estos resultados vinculados al perfil de gestor casan con lo presentado previamente, puede resultar llamativo la ausencia de variables emocionales. Esta ausencia iría en línea con la idea planteada respecto a la limitada capacidad de movilización emocional de Núñez Feijóo. De este modo esa capacidad de movilización emocional no es exclusivamente dependiente del líder, sino también del contexto (autonómico vs. estatal) y de los electores. En otras palabras, el liderazgo de Núñez Feijóo y su emocionalidad no se trasladan con él a Madrid. El PP, buscando una ruptura del legado de Casado con Núñez Feijóo, sin embargo, hereda de éste una de sus limitaciones: esa escasa capacidad de movilización emocional del líder.
El modelo se completa de nuevo con la ideología, de modo que, a medida que los individuos se sitúan más hacia la derecha, aumenta la probabilidad de valorar mejor al líder de los populares; y una serie de variables sociodemográficas, que vienen a indicar que son aquellos que disponen de un mayor nivel de ingresos, tanto los trabajadores como los jubilados y pensionistas, los que tienen mayores probabilidades de valorar mejor al líder del PP.
Así, nuestros modelos vienen a confirmar la construcción del liderazgo de Núñez Feijóo en torno a la imagen del “buen gestor”, un perfil que, aunque en un principio se erige en el ámbito gallego, dada su experiencia en el ejecutivo, parece extrapolarse, aunque de manera menos efectiva, al ámbito estatal. Prueba de ello es que, en ambos modelos, dos atributos relacionados con la gestión: la eficacia y que tenga buenos proyectos, explican su liderazgo. Pero, en el caso de Galicia, el sustrato de esa imagen de gestor es más rico que en el español, pues también se sustenta sobre la honradez, anteponiendo los intereses de Galicia a los del partido. Mientras la ausencia de la honradez en el modelo estatal puede deberse a la falta de experiencia de Núñez Feijóo en el ejecutivo nacional, es difícil que los ciudadanos perciban su mayor preocupación por España antes que por su partido debido precisamente a las circunstancias en las que Núñez Feijóo da el salto de la presidencia del PPdeG a la del PP nacional.
Asimismo, nuestros modelos no sólo vienen a confirmar la imagen de gestor reafirmada por el líder y percibida por los ciudadanos, sino que también vienen a indicar que ese carácter tecnócrata parece limitar la capacidad de Núñez Feijóo de suscitar una respuesta emocional en el electorado; tanto en Galicia, pues son aquellos a los que no genera una carga emocional negativa los que lo valoran de forma más positiva, como en el plano nacional, donde no es capaz de despertar ningún ápice emocional.
Tabla 3.
Modelos del liderazgo de Feijóo [6]
| Coef. | Galicia 2020 | EG 2023 | |
|---|---|---|---|
| Sociodemográficas y contextuales | |||
| Nivel de estudios | β | -0,041* (0,019) |
|
| Β estandarizado | -0,028 | ||
| Activos remunerados | β | 0,583** (0,202) |
|
| Β estandarizado | 0,144 | ||
| Pasivos remunerados | β | 0,759*** (0,210) |
|
| Β estandarizado | 0,178 | ||
| Nivel de ingresos | β | 0,004* (0,002) |
|
| Β estandarizado | 0,080 | ||
| Cleavages | |||
| Autoubicación ideológica | β | 0,063*** (0,019) |
0,083* (0,037) |
| Β estandarizado | 0,055 | 0,091 | |
| Gestión de gobierno y labor de oposición | |||
| Val. Gestión Feijóo al frente del Gobierno de la Xunta de Galicia | β | 0,425*** (0,025) |
|
| Β estandarizado | 0,415 | ||
| Val. labor de oposición del PP | β | 0,252*** (0,051) |
|
| Β estandarizado | 0,231 | ||
| Atributos Feijóo | |||
| Val. Eficacia | β | 0,289*** (0,029) |
0,425*** (0,062) |
| Β estandarizado | 0,219 | 0,401 | |
| Val. Honradez | β | 0,095*** (0,027) |
|
| Β estandarizado | 0,107 | ||
| Val. Preocupación por Galicia/España antes que por el partido | β | 0,061* (0,025) |
|
| Β estandarizado | 0,071 | ||
| Val. Que tenga buenos proyectos | β | 0,063* (0,030) |
0,252*** (0,051) |
| Β estandarizado | 0,068 | 0,231 | |
| Componentes emocionales | |||
| Miedo Feijóo | β | -0,315* (0,150) |
|
| Β estandarizado | -0,029 | ||
| Enfado Feijóo | β | -0,198* (0,080) |
|
| Β estandarizado | -0,036 | ||
| Constante | β | 0,474** (0,162) |
-0,711* (0,280) |
| R 2 ajustado | 87,7% | 72,0% | |
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Estudio Poselectoral Elecciones Autonómicas en Galicia 2020 y la Encuesta Poselectoral Elecciones Generales 2023.
5. CONCLUSIONES[Subir]
A lo largo de estas páginas hemos tratado de resolver cuál es la configuración del liderazgo de Alberto Núñez Feijóo. Es decir, se han identificado los elementos que lo construyen y qué impacto tiene en la decisión de voto hacia su partido. Para ello, hemos desarrollado un total de cuatro modelos: (1) dos modelos correspondientes a la explicación del voto del PP y (2) dos modelos correspondientes al liderazgo de Núñez Feijóo. Observando el análisis de los modelos explicativos del liderazgo de Núñez Feijóo tras las últimas elecciones autonómicas a las que se presenta para afrontar su cuarta legislatura como presidente de la Xunta de Galicia, y tras las primeras, y hasta el momento últimas, elecciones generales a las que se presenta al frente del PP nacional, es posible extraer una serie de conclusiones, siendo conscientes de que la comparación se produce entre distintos contextos.
Además de las variables de corte estructural y de la ideología, la construcción del liderazgo de Núñez Feijóo se articula en torno a la imagen de gestor, confirmándose nuestra segunda hipótesis. Un perfil que, primero desde Galicia, se ha tratado de enmarcar en las campañas autonómicas y en su discurso como presidente de la Xunta, a través de frases como “Creo en la gestión”, también poniendo en valor su experiencia presidiendo Correos; y que no ha dudado en exportar al plano estatal, contando con el aval de sus trece años de gestión al frente de la Xunta de Galicia. Pero, Núñez Feijóo no sólo se autopresenta como el gestor, sino que, a la vista de los resultados de nuestros modelos de regresión, la ciudadanía lo percibe como tal. Aunque logra imponer esa imagen de gestor tanto en el ámbito autonómico como en el estatal, este tiene un sustrato más fuerte cuando su liderazgo se extiende desde el partido hasta las instituciones, en el Gobierno y en el parlamento. Prueba de ello es que el liderazgo de Núñez Feijóo en Galicia no sólo se erige sobre la valoración de su gestión al frente de la Xunta de Galicia, sino que se asienta sobre los atributos asociados a esta: atributos de competencia como la eficacia y los buenos proyectos y, atributos personales como la honradez. Y a esa percepción del votante sobre su capacidad de gestión se suma la valoración de otro atributo de liderazgo que mide su grado de autonomía respecto al partido, su preocupación por Galicia antes que por su partido, como uno de los elementos configuradores de su liderazgo. En el plano nacional, en ausencia de esa experiencia al frente del ejecutivo nacional, aunque su liderazgo se construye también sobre la eficacia y los buenos proyectos, es la labor de oposición del PP la que también sustenta su liderazgo. Esto pone de manifiesto algunas cuestiones: primero, la necesidad de construir el liderazgo de Núñez Feijóo en un contexto nuevo, sostenido, de momento, más por la identificación con el partido de sus votantes que por el desempeño del líder. En segundo lugar, el desafío que supone para Núñez Feijóo la competición interna con otro liderazgo, el de Díaz Ayuso, y en la competición externa con Abascal, sostener la imagen de un líder “gestor”.
Esa imagen de gestor de Núñez Feijóo se encuentra tan implementada que, a pesar de que, en contextos polarizados, como el actual, donde la campaña se vuelve más personalizada y emocional, al igual que le ocurría a Casado, no es capaz de generar una construcción emocional propia. No lo es en España ni tampoco lo fue en Galicia, donde únicamente la ausencia de componentes emocionales explica su liderazgo, es decir, aquellos en los que no suscita ni miedo ni enfado son los que lo valoran de manera más positiva. Su perfil de gestor convierte a Núñez Feijóo en un líder plano, sin capacidad para alentar alguna respuesta emocional en los ciudadanos.
Se confirma así, la primera hipótesis, el peso de su liderazgo en la decisión de voto al PPdeG es mayor que al PP, lo que muestra la importancia en la construcción del liderazgo, de la relación entre líder y partido. Y se confirma también la tercera de nuestras hipótesis, mientras que la formación partidista despierta esperanza en aquellos que optan por apoyarla en ambas arenas, el liderazgo de Núñez Feijóo únicamente es capaz de generar entusiasmo en la explicación del voto en las elecciones autonómicas, siendo incapaz de generar una respuesta emocional en el escenario estatal. Quizás la gestión sin emoción ha sido su piedra en el camino hacia la Moncloa.
Somos conscientes de que el análisis emocional del liderazgo requiere de más evidencia empírica acerca de las percepciones de los votantes en los diferentes contextos electorales que permitan comparar las continuidades/discontinuidades en la valoración de un mismo liderazgo, y que, al tiempo, permitan comprender la interacción entre liderazgos, pues como parece demostrar el caso de Núñez Feijóo, un liderazgo exitoso en un contexto puede no serlo en otro distinto. Lo cierto es que, en Galicia, los populares han logrado la presidencia de la Xunta con cuatro líderes distintos: desde 1981 con la primera presidencia de la CA de Fernández Albor, revalidada en 1985, continuando con las cuatro mayorías absolutas de Fraga y las cuatro mayorías absolutas de Núñez Feijóo, hasta la primera mayoría absoluta de Rueda en 2024. Esta sucesión de gobiernos populares, más que apuntar a la fortaleza de sus líderes, parece señalar la gran implantación de la marca del partido en Galicia, situación que Núñez Feijóo no encuentra en su salto nacional. Mientras en Galicia el PPdeG se revela como el partido con el que se identifican los gallegos de forma mayoritaria, sin competencia en el espacio de la derecha ni de un nacionalismo conservador; en el contexto estatal, surge la amenaza de la extrema derecha, con un liderazgo, el de Abascal, que lo arrastra en su discurso y que confronta a Núñez Feijóo con el discurso de Díaz Ayuso dentro del PP.
Esta podría ser una futura línea de investigación: qué elementos permanecen y cuáles cambian dependiendo del contexto y del nivel territorial de competición y de la influencia que los liderazgos tienen entre sí.