Dentro de un contexto de globalización, con un horizonte incierto en el ámbito político, económico y social, La década del cambio en Andalucía. Un análisis multidimensional comparado, plantea dar respuesta a un ambicioso objetivo, el diagnóstico de los cambios políticos y el balance electoral y de gestión de los últimos años en Andalucía. Los coordinadores de esta obra colectiva se aproximan a esta cuestión a través de cinco preguntas: (1) qué aspectos de la vida política de los ciudadanos andaluces han cambiado de forma significativa en la última década, (2) qué relación tienen dichos cambios con la crisis financiera y con la crisis sanitaria derivada de la pandemia, (3) cuáles son los efectos de cada una de estas crisis, (4) cuál es la proyección del escenario sociopolítico para el periodo 2020-‍2030, y por último, (5) cuáles son los factores explicativos de estas tendencias de cambio. El estudio arranca dando cuenta del impacto que, las más recientes crisis globales, la crisis financiera de 2008 y la crisis originada por la Covid-19, han tenido en los cambios de comportamiento, actitudes, percepciones y expectativas de los andaluces durante la última década. Y se realiza desde un amplio planteamiento en el que convergen lecturas complementarias, una politológica, con atención a las dimensiones de la competición política y de la cultura política, otra sociológica con especial referencia a los cambios generacionales y a la comprensión de las relaciones que se producen entre la esfera económica, política y social a nivel global.

A partir de este planteamiento, el alcance del trabajo es doble: por un lado, se trata de ofrecer una radiografía de cuáles han sido las transformaciones más significativas en lo que se refiere al escenario y la competición política en Andalucía, por otro, se propone identificar qué factores explicativos sostienen los cambios en la formación de las actitudes, percepciones y expectativas de los andaluces.

Para el análisis se emplea una extensa encuesta realizada en septiembre del 2021 en Andalucía, con una metodología ajustada a las necesidades de la investigación, en la que la elaboración del cuestionario, el diseño de la muestra, la realización del campo y el uso de variables de control y de los índices da muestra de la lógica sobre la que se asienta la construcción de los datos. El resultado es una obra que muestra coherencia interna en el planteamiento de las preguntas de investigación, los objetivos del análisis y la metodología utilizada.

En la introducción, así como en los dos capítulos acerca del contexto (europeo, español y andaluz), los autores hacen un balance de los principales acontecimientos que rodean el proceso de construcción de la Unión Europa hasta nuestros días, sobre los que se asientan buena parte de las condiciones del cambio actual en los escenarios español y andaluz. La formulación de las principales líneas argumentales del libro y las hipótesis de trabajo son la expresión de un conocimiento acumulado a lo largo del tiempo como resultado de trabajos previos.

La compleja década 2010-‍2020 en Andalucía comenzaba con el ocaso de los sucesivos mandatos del socialista Manuel Chaves, presidente de la Junta desde 1990 hasta 2009, y del liderazgo del popular Javier Arenas, al frente de la oposición desde 1993 hasta 2012. La crisis del liderazgo en el Partido Socialista Obrero Español de Andalucía (PSOE-A) viene acompañada del desgaste político ocasionado por el caso de los ERE. Las elecciones andaluzas de 2018 supusieron un punto de inflexión no sólo en la política autonómica sino también en la política estatal, un punto de inflexión en la alteración de la estructura de la competición política que se tradujo en la metamorfosis del sistema de partidos español. Estos cambios de los dos sistemas de partidos, nacional y autonómico, daban cuenta de la crisis de representación de los dos partidos tradicionales en España, la aparición de nuevas formaciones políticas y la influencia que la dilatada crisis catalana ejercía sobre las estrategias partidistas y las preferencias ciudadanas.

¿Cuál es el impacto que todo ello tiene en la arena política de Andalucía? Esta obra nos propone pensar en dos tiempos, las legislaturas de 2015 y de 2018, períodos caracterizado por una elevada volatilidad, a la vez, que por el aumento de la polarización ideológica. Los elementos que destacan en la explicación propuesta, asentada sobre los datos aportados y analizados estadísticamente, son, por un lado, una mayor fragmentación partidista, primero, con la aparición de Podemos/Unidas Podemos y de Ciudadanos y, más tarde, de Adelante Andalucía y de Vox, y por otro, el retroceso de los principales partidos PSOE y PP, lo que confirma un incremento del pluralismo político y los realineamientos electorales que se producen, primero, en el espacio de la izquierda y el centro y después, en el centro y la derecha. La configuración de este nuevo escenario lleva a los autores a reconocer una política de confrontación de bloques que se relaciona con dos tendencias distintas: una competición intrabloques en 2015 y una lógica interbloques en 2018. La importancia de esta segunda fecha descansa en el carácter anticipatorio de las elecciones regionales en Andalucía respecto al escenario político estatal, con la entrada de Vox en el Parlamento andaluz. De esa competición destacan las conclusiones extraídas tras un análisis multivariante: en un contexto de volatilidad electoral y de heterogeneidad ideológica, ambos partidos muestran debilidad en mantener su espacio electoral, sin embargo, a pesar de la prolongada crisis del PSOE-A, su nivel de resistencia electoral parece situarlo en el camino de recuperar la hegemonía en su bloque de competición, algo que para los populares parece resultar más difícil en el espacio de la derecha.

Con todo, las razones que explican el voto a la derecha se encuentran en las valoraciones de la situación política y económica, en la percepción sobre la gestión del gobierno de coalición PP-Ciudadanos (durante la pandemia), el liderazgo de Moreno Bonilla, la importancia de los temas nacionales y la ideología.

La alternancia que en Andalucía llega con un gobierno de coalición entre el PP y Ciudadanos, mientras en España gobierna una coalición de izquierdas, se consolida con una mayoría absoluta popular y el ascenso de la extrema derecha. A modo de epílogo, se incluye un capítulo final, en el que se tratan las elecciones andaluzas de 2022, celebradas con posterioridad a la realización del trabajo de campo, pero que vienen a confirmar el cambio de ciclo y el posible retorno a un bipartidismo imperfecto.

Frente a esta descripción del polarizado escenario general destaca la idea de que los cambios en Andalucía se producen en una sociedad ideológicamente moderada, aunque sesgada ligeramente hacia la izquierda, con niveles de estabilidad y de baja polarización respecto a las identidades políticas y a los alineamientos partidistas.

Entre los objetivos de la investigación se encuentra conocer el impacto de los cambios sobre las expectativas de los andaluces, además de analizar el sistema de valores, a partir de la teoría del cambio cultural de Inglehart y su aplicación en España (‍Díez Nicolás, 2000). Un planteamiento recurrente a lo largo de la obra es la idea acerca de cómo las expectativas y un concepto proyectado de progreso afectan en los cambios, de acuerdo con la propuesta de Cantril (‍1965). En esta línea destaca el valor de seguridad en sentido amplio, que cubre un rango de ítems desde la economía, el medioambiente, lo laboral, lo sanitario o lo personal; consecuentemente en lo que se refiere a los valores que prefieren los andaluces con respecto a los objetivos futuros en España se observa consenso hacia los valores materialistas (mantener el orden y luchar contra la subida de los precios) sobre los postmaterialistas (dar a los ciudadanos más oportunidades de participar y defender la libertad de expresión). Ahora bien, llama la atención el orden de prioridad de esos valores relegando la igualdad a un tercer puesto frente a los otros dos valores, la libertad y la seguridad. Más concretamente, la construcción de los índices permite obtener en el análisis la confirmación de algunas hipótesis relevantes sobre la relación entre valores y percepciones (“la relación positiva entre valores postmaterialistas y la percepción de seguridad en todos sus aspectos”).

El trabajo presenta dos importantes virtudes: en primer lugar, representa una contribución empírica de los importantes cambios producidos en Andalucía en los últimos años, como son la entrada de Vox en el Parlamento andaluz, el fin de la hegemonía socialista y la alternancia de gobierno con una mayoría del PP; y la relación que estos cambios tienen con la dinámica de competición política en España. Al disponer de una encuesta propia, y de datos construidos ad hoc para el estudio, proporciona a investigadores y estudiantes de la ciencia social una fuente de información sumamente valiosa para futuras investigaciones.

En segundo lugar, el enfoque del análisis, las preguntas de las que parte la investigación, los objetivos planteados y las principales conclusiones a las que se llegan muestran la madurez y el conocimiento previo de los autores sobre los diversos argumentos tratados.

En síntesis, en este libro, los autores, al mismo tiempo que nos presentan un exhaustivo análisis de esa compleja y cambiante Andalucía de la década 2010-‍2020, tratan de identificar las tendencias de estos cambios en la cultura política de la ciudadanía andaluza entre los que destacan, en primer lugar, el predominio del escepticismo, acompañado de sentimientos de carácter negativo hacia la política, y, por último, la insatisfacción con el funcionamiento de la democracia. No obstante, las conclusiones también apuntan hacia una sociedad moderada ideológicamente y con una tasa de polarización también limitada; dos elementos que, a pesar de las tendencias anteriores, definen un escenario más favorable para la estabilidad política, la confianza en las principales instituciones autonómicas (‍Llera et al., 2014) y la mejora del clima político.