Recibido: 2020/11/30 Revisado: 2020/12/22 Aceptado: 2021/03/03 Preprint: 2021/04/14 Publicado: 2021/05/01
Cómo citar este artículo:
Rodríguez-Hoyos, C., Fueyo Gutiérrez, A.,
& Hevia Artime. I. (2021). Competencias digitales del profesorado para
innovar en la docencia universitaria. Analizando el uso de los dispositivos móviles
[The digital skills of teachers for innovating in university teaching]. Pixel-Bit. Revista de Medios y Educación, 61, 71-97. https://doi.org/10.12795/pixelbit.86305
RESUMEN
Tomando como marco
teórico el DigCompEdu, este artículo analiza las competencias digitales que el
profesorado pone en juego a la hora de utilizar los dispositivos móviles en las
aulas universitarias en experiencias educativas innovadoras. Para alcanzar este
objetivo se diseñó una investigación mixta en la que se utilizaron dos técnicas
de recogida de datos. Se presentan los resultados de un cuestionario en el que
participó una muestra de 155 docentes de diferentes universidades españolas que
habían participado en procesos de innovación docente con dispositivos móviles.
Además, se desarrollaron tres grupos de discusión en varias universidades
españolas destinados a comprender qué significados atribuían los docentes al
tipo de competencias que estaban poniendo en juego al desarrollar procesos
educativos innovadores en los que se estaban empleando dispositivos móviles.
Los resultados sugieren que el profesorado universitario presenta competencias
digitales que les permiten utilizar los dispositivos móviles para la selección
de recursos digitales. El profesorado encuestado sugiere que, más allá de los
dispositivos empleados, el carácter innovador de las experiencias se relaciona
con la forma en que estos se implican en proyectos diseñados para la innovación
y la mejora, aprovechando al máximo su potencial comunicativo y de acceso a la
información.
ABSTRACT
Based on the theoretical framework of the DigCompEdu
this article analyses the digital skills that teachers put into practice when
using mobile devices in university classrooms in innovative educational
experiences. To achieve this goal a mixed investigation was designed in which
two data collection techniques were used. In addition, three discussion groups
were developed in several Spanish universities aimed at understanding what
meanings teachers attributed to the type of skills that were being put into
practice in the development of innovative educational processes in which mobile
devices were being used. This article presents the results of a questionnaire
in which a sample of 155 teachers from different Spanish universities
participated. All the teachers involved had participated in teaching innovation
processes with mobile devices. The results suggest that university teachers
possess digital skills that enable them to use mobile devices for the selection
of digital resources. The participating teachers suggest that, beyond the
devices used, the innovative nature of the experiences is related to the way in
which these are involved in projects designed for innovation and improvement,
taking full advantage of their potential for communication and access to
information.
PALABRAS
CLAVES · KEYWORDS
Alfabetización
digital; educación basada en las competencias; competencia digital; docente;
tecnología
Computer literacy; Competency based teaching; digital
competence; teacher; technology
1.
Introducción y estado de la cuestión
Las competencias digitales docentes están siendo una preocupación central en los trabajos de diversos actores por su relevancia a la hora de abordar la formación universitaria en el siglo XXI, una época en la que se ejerce la ciudadanía digital y en la que el desarrollo tecnológico impregna todas las esferas productivas y sociales (UNESCO, 2011; UNESCO, 2013; Ministerio de Educación Cultura y Deporte, 2017). El término competencia digital es un término polisémico que diferentes estudios coinciden en caracterizar como un constructo complejo y holístico en el que se consideran algunos componentes clave que tienen que ver con el desempeño tecnológico y comunicativo y de tratamiento de la información. También con la alfabetización digital y con los criterios pedagógicodidácticos con los que el profesorado actúa a la hora de integrar las TIC de manera efectiva en una materia concreta atendiendo a las implicaciones que acarrean esas tecnologías para la formación digital (Castañeda, Esteve, & Adell, 2018; Colomer, Sainz, & Bel, 2018; Mangisch & Mangisch Spinelli, 2020). Diferentes organismos públicos y privados han puesto sobre la mesa propuestas que van desde la simple descripción de modelos y marcos de competencias digitales al diseño y desarrollo de pruebas e instrumentos de evaluación, pasando por procesos para la acreditación del profesorado universitario en estas competencias (Lázaro & Gisbert, 2015).
La
mayoría de estas propuestas se presentan como una respuesta a las demandas de
la Unión Europea en su Agenda Digital en el marco de la Estrategia Europa 2020.
Otras dicen responder a la inexcusable necesidad de incrementar la competencia
digital en la población, aludiendo a las demandas que se hacen desde el
contexto laboral a la ciudadanía (Duran, Prendes, & Gutiérrez, 2019).
Habitualmente se parte de una noción de ciudadanía digital limitada que no toma
en cuenta componentes importantes de las implicaciones sociopolíticas de las
tecnologías y de su papel en la sociedad actual (Fueyo, Rodríguez-Hoyos, &
Hoechsmann, 2018) que corren en paralelo a una visión reduccionista y limitada
de la labor docente, en la que se enfatizan las competencias tecnológicas más
instrumentales y se dejan fuera otras ligadas al análisis crítico, la reflexión
o la identificación y manejo de las
implicaciones sociopolíticas de las tecnologías para la formación (Gisbert
& Lázaro, 2015; Ketil, Hilde, & Misfud, 2015; Instefjord & Munthe,
2017).
Hemos
elegido para este estudio el llamado DigCompEdu, repertorio que incluye las
competencias específicas de carácter pedagógico que tienen que ver con el
ejercicio de la profesión docente. En 2017 el Join Research Center (JRC) ha
desarrollado el Digital Competence Framework for Educators. En él se detallan las
competencias específicas del profesorado para la enseñanza en una sociedad
digital distribuidas en 6 áreas: implicación profesional docente, gestión de
recursos digitales como materiales de enseñanza, uso de recursos digitales en
los procesos de enseñanza, evaluación, empoderamiento del alumnado y mediación
para la adquisición de competencias transversales del alumnado (Redecker, 2017;
Cabero-Almenara & Palacios-Rodríguez, 2019).
Si
hay unas tecnologías que han revolucionado las competencias digitales de la
ciudadanía en lo que va de siglo han sido las móviles, que implican tanto a los
dispositivos (teléfonos, tablets, ordenadores portátiles, etc.), como a las
aplicaciones que posibilitan su uso en casi todas las facetas de nuestra vida.
Su difusión masiva entre la población ha hecho que el alumnado universitario
los adopte como una herramienta de primer orden en sus actividades cotidianas.
El profesorado universitario también ha incorporado los dispositivos móviles a
su vida cotidiana, pero su perfil de uso difiere mucho del que presenta el
alumnado. En una universidad como la española fuertemente envejecida (Hernández
& Pérez, 2018), parece que no todo el profesorado ha sabido ver la utilidad
que los dispositivos móviles pueden tener en la enseñanza y, por ello, no se ha
animado a incorporarlos a sus tareas para potenciar el aprendizaje del
alumnado. Incluso ciertos sectores muestran actitudes reacias a su uso y, más
bien, parecen entender que los dispositivos móviles son una distracción o una
amenaza para la buena marcha de las clases (Rodríguez-García, Raso &
Ruiz-Palmero, 2019).
En
una enseñanza en la que siguen predominando unos sistemas de evaluación
tradicionales basados en la memorización, una parte del profesorado ve los
dispositivos móviles como unas modernas y sofisticadas “chuletas” que pueden
servir para burlar cualquier tipo de control docente (Fueyo & Hevia, 2017).
Algunas investigaciones nos muestran claramente que solo una parte del
profesorado percibe la utilidad didáctica de los dispositivos (Castaño &
Cabero, 2013). Esa utilidad está centrada en unos usos comunicativos muy
instrumentales orientados a realizar videoconferencias, gestionar de forma
ubicua chats y foros académicos relacionados con las asignaturas o para el
fomento de la participación del alumnado en la vida académica e investigadora
(Vázquez-Cano & Sevillano, 2014; Vázquez-Cano, 2015).
2. Material
y métodos
Los
resultados de este trabajo se enmarcan en un proyecto coordinado de I+D+i
orientado a conocer las competencias mediáticas de la ciudadanía en la
educación superior. En el marco del subproyecto denominado “Competencias
mediáticas de la ciudadanía en medios digitales emergentes: prácticas
innovadoras y estrategias educomunicativas en contextos múltiples”
(EDU2015-64015-C3-2-R) se han recabado datos que permitan identificar las
competencias digitales que el profesorado universitario está poniendo en juego
a la hora de desarrollar experiencias educativas innovadoras con dispositivos
móviles. Se ha tomado como referencia el marco de DigCompEdu y, concretamente,
los resultados recogidos en este artículo están relacionados con la explicación
de cómo está desarrollando el profesorado universitario aquellas competencias
vinculadas a tres de las áreas del citado marco. Este trabajo
pretende alcanzar los siguientes objetivos:
1. Comprender la competencia vinculada a la
gestión de los recursos móviles en la enseñanza.
2. Analizar la integración de los
dispositivos móviles en los procesos de enseñanza-aprendizaje.
3. Identificar las competencias digitales
desarrolladas a la hora de definir estrategias de evaluación con este tipo de
dispositivos.
Para
determinar los docentes que se incluirían en el estudio, se llevó a cabo un
proceso de muestreo utilizando la técnica de la bola de nieve (snowball
sampling). Este tipo de muestreo usa la red social de unos individuos (en
nuestro caso los/las coordinadores/as de innovación docente de diferentes
universidades españolas) para acceder a un colectivo específico (docentes que
emplean los dispositivos móviles en sus asignaturas o que han desarrollado
proyectos de innovación con estos dispositivos). Este procedimiento nos permitió
crear una base de datos con la información de 38 de las 75 universidades
españolas (Figueras-Maz, Ferrés, & Mateus, 2018). La población objeto de
estudio fue, por tanto, el profesorado que ha sido identificado como innovador
en el uso de los dispositivos móviles en el aula. Además de este profesorado,
se incluyó en la muestra a personas expertas en la temática, entendiendo por
tales las que han llevado a cabo no solo prácticas sino también investigaciones
sobre el uso de dispositivos móviles en la enseñanza.
En el
diseño de investigación inspirado en el paradigma mixto optamos por un muestreo
de tipo no probabilístico dado que, como hemos explicado, nos centramos en un
grupo de sujetos con unas características determinadas. En la primera fase del
estudio se diseñó y administró un cuestionario semiestructurado a un total de
155 docentes (n=155) de las universidades públicas y privadas españolas
identificados como innovadores. El instrumento diseñado estuvo compuesto por 52
ítems que pretendieron explorar las estrategias innovadoras del profesorado en
relación con las seis áreas de competencias digitales señaladas en el marco
DigCompEdu. Debido a las limitaciones en la extensión del artículo se recogen,
a modo de ejemplo, los ítems del cuestionario relativos a los elementos
pedagógicos de las innovaciones docentes.
Explique
brevemente cómo considera que debe ser una práctica innovadora con dispositivos
móviles en el ámbito universitario.
¿En
qué tipo de metodologías didácticas se emplean los dispositivos móviles para
que trabajen sus alumnos/as? (puede marcar varias):
·
Explique
brevemente cómo considera que debe ser una práctica innovadora con dispositivos
móviles en el ámbito universitario.
·
¿En
qué tipo de metodologías didácticas se emplean los dispositivos móviles para
que trabajen sus alumnos/as? (puede marcar varias):
❏ Lección Magistral
❏ Trabajos individuales
❏ Trabajos grupales
❏ Aprendizaje basado en problemas
❏ Actividades de evaluación
❏ Otras:
·
¿En qué
tipos de docencia utiliza los dispositivos móviles?
·
Clases Teóricas Prácticas de Aula Prácticas de Laboratorio Tutorías Grupales
·
Describa
brevemente dos actividades tipo en las que utilice dispositivos móviles de
manera innovadora.
·
Señale
los usos de los dispositivos móviles que plantea a sus estudiantes (puede
marcar varias):
❏ Consulta de materiales en línea.
❏ Utilización de procesador de
textos.
❏ Anotaciones explicaciones del
profesor/a.
❏ Visualización de videos.
❏ Edición/producción de imágenes
❏ Utilización de Apps específicas
para la materia
❏ Mensajería instantánea entre
compañeros/as
❏ Mensajería instantánea entre
alumnos/as y profesor/a.
❏
Geolocalización
❏
Otras:
·
Sus
estudiantes precisan de su ayuda al utilizar los dispositivos móviles en la
realización de las actividades de su asignatura/as: Sí
No
·
En
caso de que su respuesta sea afirmativa, ¿qué tipo de ayuda precisan? Descríbala
brevemente.
·
Precisa
de ayuda de sus estudiantes al utilizar los dispositivos móviles en la
realización de las actividades de su asignatura/as: Sí
No
·
En
caso de que su respuesta sea afirmativa, ¿qué tipo de ayuda precisa? Descríbala brevemente:
·
Las
actividades que plantea a sus estudiantes implica que estos usen los
dispositivos móviles:
Dentro del aula Fuera del aula En ambos espacios
·
Señale
una implicación negativa y otra positiva que tiene el uso de los móviles:
·
Negativa:
·
Positiva:
Para
garantizar la fiabilidad y validez del cuestionario, se utilizó un sistema de
jueces expertos a partir de una primera administración con carácter
experimental. Una vez aplicado se calculó el Alfa de Cronbach con el fin de
medir la consistencia interna que se situó en un 0,72, que muestra un nivel de
homogeneidad entre los ítems de la encuesta aceptable. Para llevar a cabo el
análisis de los datos, se optó por realizar una estadística descriptiva, no
recurriendo a estadísticas de tipo inferencial (por ejemplo, T de Student o sus
alternativas paramétricas) debido a los criterios de selección de la muestra.
En la
segunda fase de la investigación, destinada a recoger datos cualitativos, se
desarrollaron tres grupos de discusión con docentes en varias universidades
españolas: Universidad de Cantabria, Universidad de Oviedo y Universidad Pompeu
Fabra.
Tabla 1.
Participantes en grupos de discusión
Universidad |
Participantes |
Áreas de conocimiento |
Universidad
de Oviedo |
14 |
Ciencias
Sociales y Jurídicas; Ciencias de la Salud; Ciencias |
Universidad
de Cantabria |
4 |
Ciencias
Sociales y Jurídicas; Ciencias |
Universidad
Pompeu Fabra |
9 |
Ciencias
Sociales y Jurídicas; Ciencias; Humanidades |
El
objetivo de estos grupos fue comprender cómo estaba poniendo en juego el
profesorado las competencias digitales en prácticas con dispositivos móviles
identificadas como innovadoras. Las cuestiones que se plantearon en el grupo de
discusión estuvieron orientadas a profundizar en algunas de las variables
abordadas en la fase anterior para conocer el tipo de usos y prácticas
realizadas, las oportunidades y dificultades identificadas, las competencias
desarrolladas por los docentes, etc. Los datos se analizaron utilizando un
sistema de codificación creado ad hoc siguiendo un proceso inductivo-deductivo.
3. Análisis
y resultados
El cuestionario fue respondido por un total de 155 profesores identificados como innovadores (n=155), de los cuales el 47% (n=73) fueron hombres y el 53% (n=82) mujeres. El grupo de edad más numeroso fue el formado por profesionales de entre 46 y 55 años (que supuso el 35,5% de la muestra), seguido del profesorado de entre 36 y 45 años (33,5%), el de menos de 35 años (16,1%), el de entre 56 y 65 años (13,5%) y el mayor de 65 (1,3%). Con relación a los años de experiencia docente en la universidad, el 37,4% de la muestra (n=58) tenía una experiencia profesional de entre 6 y 15 años, el 24,5% de entre 16 y 25 años (n=38), el 20,6% menos de 6 años (n=32) y el 17,4 % más de 25 años (n=27).
3.1.
Competencias ligadas a la gestión de recursos digitales en la enseñanza
El
marco DigCompEdu señala que una buena parte de las competencias básicas del
profesorado están relacionadas con la gestión de recursos digitales en la
enseñanza. Con relación a las frecuencias de uso, el 40% del profesorado
encuestado (n=62) manifestó usar dispositivos móviles a menudo, mientras que el
33% reconoció usarlos algunas veces (n=51) y un 18% dijo utilizar siempre en
sus clases estos dispositivos (n=28).
El
tipo de hardware más gestionado son los smartphones, siendo empleados por el
91% (n=141) de los docentes entrevistados. El 79% (n=122) de las personas
encuestadas reconoce utilizar ordenadores portátiles, mientras que las tablets
son usadas solo por el 52% (n=80). Junto al tipo de dispositivos usados, el
profesorado encuestado señaló una enorme variedad de aplicaciones utilizadas en
las aulas universitarias: redes sociales (Twitter e Instagram, entre otras);
servicios de aprendizaje móvil y gamificación (Kahoot); aplicaciones para el
análisis de redes inalámbricas (Wifi Analyzer); herramientas para crear
contextos de realidad aumentada (Aurasma) o dispositivos para realizar video
conferencias a través de dispositivos móviles (Adobe Connect, Skype o Google
Hangout), etc.
Los
datos del cuestionario evidencian que el tipo de estrategias que desarrolla el
profesorado para gestionar los dispositivos móviles y las aplicaciones se
orientan, mayoritariamente, a facilitar el acceso a diversos tipos de recursos.
El 78% del profesorado (n=121) reconoció usar los dispositivos móviles para
facilitar la consulta de materiales de aula, frente a un 22% (n=34) que no lo
hacía. Estos recursos son empleados con frecuencia como un dispositivo que permite
la visualización de vídeos, como evidenció el 66,5% de los encuestados (n=103).
En menor medida pero con un alto porcentaje se utilizan para gestionar apps
específicas (61,3%), favorecer el contacto entre pares a través de sistemas de
mensajería instantánea (47%), llevar a cabo procesos de edición o producción de
imágenes (47%), como sistema para favorecer la interacción docente-discente
(35,5%), como procesador de textos (34,2%), para desarrollar anotaciones o
explicaciones por parte del docente (29%) o como mecanismo para prácticas de
geolocalización (14,8%).
De
forma mayoritaria, el profesorado encuestado manifestó tener problemas para la
gestión de los recursos digitales móviles en las aulas universitarias
(alrededor del 66,5% de la muestra reconoció tener alguna dificultad para
trabajar con estos dispositivos). Los principales problemas señalados están
relacionados con el funcionamiento de la red inalámbrica (47%), la
disponibilidad de dispositivos por parte del alumnado (17,4%), la inexistencia de
apps adecuadas para uso educativo (13,5%) o los problemas de compatibilidad de
los sistemas operativos de los móviles (13%).
Figura 1
Problemas del profesorado en la gestión de recursos móviles
Además
de estas situaciones problemáticas se citan, entre otras, la falta de apoyo
institucional para su uso, la necesidad de utilizar aplicaciones que no
requieran credenciales, los diferentes niveles de alfabetización mediática del
alumnado, la capacidad de almacenamiento de dispositivos móviles, la dificultad
para organizar las prácticas o que el uso de estos recursos genera, en algunos
casos, distracciones entre el alumnado, entre otras.
Como
quedó de manifiesto en los tres grupos de discusión, algunas de las
limitaciones citadas han tratado de solventarse recurriendo a la creación de
sus propias aplicaciones a través de convocatorias como, por ejemplo, las
vinculadas al desarrollo de proyectos de innovación.
Entonces,
en el proyecto de innovación docente que tuvimos en la última convocatoria con
gente de informática, nos pusimos elaborar una aplicación móvil especifica […]
lo que ocurrió es que nosotros elaboramos la aplicación móvil, la aplicación
existe, pero generaba muchos problemas, de cara que tenías que tener un móvil
muy específico, los Iphone no podían utilizarlo (Grupo de discusión Universidad
de Cantabria_ID134).
3.2
Competencias digitales en los procesos de enseñanza-aprendizaje
El
segundo objetivo de investigación estuvo orientado a conocer las competencias
digitales relacionadas con el área del marco DigCompEdu denominada
“Enseñanza-Aprendizaje”, donde se recogen cuatro competencias clave: la
enseñanza, el aprendizaje colaborativo, el aprendizaje autodirigido y el uso de
los dispositivos digitales como guías en el proceso de aprendizaje.
La
capacidad del profesorado para orquestar efectivamente el uso de las
tecnologías digitales en las diferentes fases del proceso de aprendizaje es la
competencia digital fundamental en esta área, y probablemente en todo el marco.
Cuando se interrogó directamente al profesorado por metodologías en las que
incorpora los dispositivos móviles con una finalidad innovadora, el 70% dice usarlos
en los trabajos grupales; el 61% en actividades de evaluación; el 49% en el
aprendizaje basado en problemas; el 45% en trabajos individuales y el 44% para
la lección magistral.
Figura 2.
Metodologías didácticas empleadas por el profesorado con móviles
El
análisis de los datos reveló que el profesorado está empleando los dispositivos
móviles en el marco de este tipo metodologías para una gran diversidad de
estrategias didácticas que tienen que ver con la asignación y distribución de
las tareas; facilitar la interacción entre el grupo clase; favorecer el
aprendizaje activo y auto-dirigido de los estudiantes con el fin de que
planifiquen, supervisen y reflexionen sobre su propio aprendizaje, evidencien
el progreso, compartan conocimientos y presenten soluciones creativas; como
medio para hacer presentaciones y resultados; flipped learning; analizar casos;
aprender entre iguales; consultar materiales, etc.
El
profesorado emplea mayoritariamente los dispositivos móviles como un recurso
para salir del aula. Así, el 81,3% utilizan estos dispositivos para dar
continuidad a las estrategias empleadas en las aulas, afirmando manejarlas
dentro y fuera del aula (n=126), mientras que el 14,2% (n=22) los usaba
exclusivamente dentro y el 4,5% exclusivamente fuera (n=7). En ese sentido, las
intervenciones en los grupos de discusión sugieren que el profesorado
universitario considera la integración de estos dispositivos como una
oportunidad para abrir las aulas universitarias y compartir los aprendizajes
que el alumnado va construyendo en las diversas asignaturas abordadas:
Una
oportunidad valiosa tiene que ver con la construcción de la identidad
profesional: mostrar lo que uno hace, está aprendiendo y sabe a través de redes
sociales. Esto es innovador porque conecta la realidad del aula con la vida
fuera de ella (Grupo de discusión Universidad Pompeu Fabra_ ID256).
En
respuesta a la pregunta abierta sobre “cuando considerar innovadora una
práctica educativa realizada con dispositivos móviles”, un 58% de las personas
encuestadas sitúan el requisito fundamental en que las tecnologías móviles se
integren en el proceso de enseñanza con el fin de aumentar la eficacia de la
docencia y, por tanto, mejorar los resultados. Algunas de estas respuestas
señalan la importancia de planificar adecuadamente el uso de los dispositivos y
las aplicaciones móviles en el proceso de enseñanza-aprendizaje para mejorar
las intervenciones, destacando que lo innovador no es el uso de los
dispositivos sino la forma en que estos se integran en proyectos o metodologías
globalmente diseñadas para la innovación y la mejora. Otras respuestas a la
citada pregunta destacan el papel del profesorado como mediador y organizador
de estos procesos mediante los dispositivos móviles.
Los
resultados indican que, al margen de la gran variedad de estrategias
metodológicas sugeridas por la muestra, el profesorado participante reveló que
no puede desvincularse el uso de estos dispositivos de la arquitectura
pedagógica general de la asignatura, tal y como ponen de manifiesto algunas
respuestas recogidas en los ítems abiertos del cuestionario.
Los
datos obtenidos en nuestros 2 proyectos, con diferentes asignaturas, en
diferentes cursos y con diferentes profesores, han mostrado la utilidad de la
app guiada por el protocolo "extrae lo esencial de cada tema y formúlalo
en ítems de tres alternativas” […]. Por lo tanto, la práctica innovadora ha de
incluir un rol activo del alumnado, de lo contrario no es más útil que los
procedimientos clásicos (Respuesta al cuestionario_ID1111).
Los
docentes coinciden al señalar que el desarrollo de esta competencia solo puede
considerarse innovadora si se utiliza en el marco de experiencias que permitan
romper con las tradicionales estrategias empleadas en las aulas universitarias,
independientemente del tipo de dispositivos o apps usadas.
Cuando
el profesorado utiliza dispositivos móviles de forma innovadora, lo hace
mayoritariamente para apoyar el intercambio en las actividades grupales. El 70%
de la muestra (n=109) reconoce emplearlos en este tipo de estrategias, frente
al 30% (n=46) que dice no tener como objetivo el aprendizaje colaborativo cuando
los utiliza. Los dispositivos móviles también son usados con orientación
innovadora pero, en menor medida, en otras estrategias metodológicas como el
aprendizaje basado en problemas (49%) y en actividades desarrolladas de forma
individual (45,2%).
Al analizar
la pregunta abierta dirigida a explicar cuándo consideran innovadora una
práctica educativa realizada con dispositivos móviles, nos encontramos que el
28,8% de los docentes encuestados señalaron que, para que una práctica
educativa con móviles pueda considerarse así, tiene que fomentar y mejorar las
estrategias de aprendizaje colaborativo: “Debe contribuir a procesos de
enseñanza-aprendizaje más activos y colaborativos, de manera distinta a las de
métodos no digitales. Deben dar un valor añadido a métodos existentes”
(Respuesta al cuestionario_ID1060). En ese sentido, las respuestas sugieren que
la colaboración ha de dirigirse a desarrollar aprendizajes aplicados en los que
los contenidos se pongan al servicio de una tarea significativa, bien desde el
punto de vista profesional, bien desde una perspectiva social. Las
intervenciones indican que las competencias puestas en juego por los
estudiantes al desarrollar proyectos de aprendizaje colaborativo se orientan en
varias direcciones: el uso de aplicaciones y dispositivos para favorecer el
intercambio colaborativo entre los miembros del grupo; la asignación
colaborativa de tareas o su utilización para presentar los resultados de
trabajos o prácticas y que éstos puedan ser sometidos a discusión.
Las
respuestas que identifican las prácticas innovadoras con el uso de dispositivos
para potenciar el aprendizaje autónomo tienen una frecuencia más baja que las
competencias anteriores. Se trata de competencias que el profesorado innovador
pone en juego para conseguir un aprendizaje autorregulado, activo, autónomo o
dirigido a dar protagonismo al alumnado: “Las actividades de aprendizaje activo
tienen por objetivo que los alumnos lleven a cabo un proceso continuo de
aprendizaje utilizando las técnicas de aprendizaje más eficaces” (Respuesta al
cuestionario_ID1296).
Solo
el 16,7% del profesorado enfatizó que se trata de prácticas que pretenden
mejorar la agencia del alumnado a la hora de participar en los procesos de
enseñanza-aprendizaje en varias direcciones: propiciando que planifiquen,
supervisen y desarrollen procesos de meta-aprendizaje; empleando los
dispositivos para evidenciar el progreso de las tareas; compartir las
producciones con el resto de estudiantes o buscar soluciones creativas a
problemas o elaborar proyectos. Algunos docentes relacionan esta orientación
hacia el desarrollo de prácticas que pretenden dar protagonismo al alumnado con
el carácter motivador de este tipo de dispositivos que permite jugar, incluso,
con aquellos conocimientos que el alumnado ya tiene sobre la temática abordada:
“Partir de los conocimientos blandos que ya tienen los estudiantes. Crear una
situación en la que los estudiantes tengan que buscar /indagar acerca de un
problema o aspecto social o educativo” (Respuesta al cuestionario_ID1031).
DigCompEdu
señala la importancia de las competencias que implican usar las tecnologías
digitales para mejorar la interacción con el alumnado, individual y
colectivamente, dentro y fuera de las sesiones de enseñanza. También identifica
el uso de las tecnologías digitales para ofrecer orientación y apoyo al
estudiante de forma adecuada, así como para experimentar nuevas formas
supervisión. Las respuestas a las preguntas abiertas sugieren que solo el 8,3%
(n=13) de la muestra consideró que los proyectos de innovación con dispositivos
móviles son aquellos que los utilizan para interactuar con los y las
estudiantes, ya sea a nivel individual o grupal. Algunas de las respuestas
indican que el profesorado ya está poniendo en juego aquellas competencias
digitales vinculadas a ofrecer información académica, orientación y apoyo a
través de formatos más adaptados a las formas de comunicación que habitualmente
se emplean al manejar dispositivos y aplicaciones móviles, pero parece que
estas competencias no tienen para el profesorado un carácter innovador. No
obstante cabe señalar que hay un 23,2% de la muestra que sí dicen utilizar los
dispositivos móviles para realizar tutorías grupales y un 35,5% dice usarlos
para intercambiar mensajes con sus estudiantes.
3.3
Estrategias de evaluación y retroalimentación desarrolladas con dispositivos
móviles
Finalmente,
analizamos qué competencias estaban poniendo en juego para llevar a cabo procesos
de evaluación y retroalimentación. El 61,3% (n=95) del profesorado encuestado
reconoció que utilizaba estos dispositivos para llevar a cabo procesos de
evaluación, frente al 38,7% (n=60) que no los integraba en la organización de
sus sistemas de evaluación.
Tal y
como se deriva de las respuestas, los dispositivos digitales están favoreciendo
algunas estrategias de evaluación formativa en formatos diferentes de los tradicionales
y se están usando como fuente de información importante sobre el progreso en la
comprensión de conocimientos factuales, conceptos, datos, etc., así como
herramientas para ofrecer retroalimentación inmediata, tanto para el colectivo
discente como para el profesorado. El profesorado, en respuesta a los ítems
abiertos, expresa que la retroalimentación que ofrecen algunos dispositivos
móviles le está permitiendo reorientar su enseñanza de manera más ágil. Son
bastante recurrentes las intervenciones del profesorado en las que reconocen
usar dispositivos móviles para analizar los conocimientos previos o el progreso
de los estudiantes: “Para evaluar conocimientos previos o contenidos vistos en
sesiones anteriores, de forma rápida y a través de preguntas cortas” (Respuesta
al cuestionario_ID1275). En ningún caso
el profesorado aludió a la integración de este tipo de dispositivos en los
diseños de sistemas de evaluación sumativa, reconociendo que algunas herramientas
tecnológicas tienen un difícil encaje a la hora de evaluar algunos
conocimientos abordados en las aulas universitarias: “A propósito de la
evaluación de las tecnologías no nos permiten evaluarlo todo hay cosas que no
se pueden simular y luego evaluar” (Grupo de discusión Universidad Pompeu Fabra_
ID216).
Los
datos analizados ponen de manifiesto que el profesorado está empezando a
utilizar los dispositivos móviles como una herramienta que permite ofrecer una
orientación y asistencia específica, algo que se realiza generalmente a través
de las redes sociales como Facebook o Twitter, entre muchas otras. Así, el
39,4% (n=61) de los docentes encuestados manifestaron emplear estas redes
mientras que el 60,6% (n=94) manifestó no usarlas. En ese sentido el
profesorado reveló que, a menudo, la participación del alumnado en este tipo de
redes sociales para desarrollar actividades académicas presenta todavía algunas
dificultades, entre ellas, su escasa participación en las dinámicas planteadas
y que se desarrollan experiencias en paralelo a las programadas.
Vimos
ese problema, que en realidad en Facebook no comentan. Sí que suben las
imágenes, pero no hay una interacción entre ellos. Sí que puede observar que sí
que hacían cosas parecidas: enviaban las imágenes en grupos de WhatsApp u otras
cosas que no eran las que habíamos planteado en inicio (Grupo de discusión
Universidad de Oviedo_ID342).
Estas
apreciaciones confirman las evidencias de algunos estudios en los que se
resalta que, pese a que un sector del profesorado puede estar orientando su
práctica a la participación en los espacios virtuales, se dan resistencias
importantes del alumnado para pasar de un uso de las redes para la comunicación
y el entretenimiento a un uso más académico.
4. Discusión
y conclusiones
Los datos de nuestra investigación muestran que aquel profesorado que participa en prácticas innovadoras con tecnologías móviles está poniendo en juego algunas de las principales competencias recogidas en el marco DigCompEdu (Cabero-Almenara et al., 2020). En ese sentido, este trabajo está en la línea de aquellos que indican que algunas de las competencias que el profesorado desarrolla de forma más recurrente están vinculadas a la gestión de diversos tipos de dispositivos y de aplicaciones, cuya orientación fundamental está vinculada a facilitar el acceso a medios y materiales didácticos (Vázquez-Cano & Sevillano, 2014; Vázquez-Cano, 2015). En una realidad en la que las tecnologías de la información están muy presentes en todos los campos profesionales (Tourón, Martín, Navarro, Pradas, & Íñigo, 2018), algunos docentes están dando una respuesta innovadora a los retos vinculados al desempeño tecnológico de los futuros profesionales (Chai, Koh, & Tsai, 2010). En ese sentido, esta investigación sugiere que sería necesario reforzar algunas políticas de formación del profesorado universitario, sobre todo aquellas que se orientan a desarrollar competencias referidas a la modificación de los recursos para adaptarlos a las necesidades docentes o del alumnado (González Isasi & Medina Morales, 2018), así como a la gestión compartida de dichos recursos digitales con otros docentes, dado que apenas se hace referencia a ellas por la muestra.
Con
relación a aquellas competencias digitales puestas en juego en los procesos de
enseñanza-aprendizaje, los resultados de la investigación suponen una
importante llamada de atención sobre la falta de interés que están produciendo
en el alumnado ciertos formatos de clase expositiva y unidireccional que se
etiquetan como “tradicionales” (Røkenes & Krumsvik, 2016) y la confianza en
que los nuevos dispositivos móviles sean capaces de lograr ese enganche. Los
docentes hicieron explícito que, más allá de utilizar dispositivos móviles o
aplicaciones de última generación, para identificar una práctica educativa como
innovadora es necesario ir más allá del tipo de tecnologías empleadas, y la
sitúan en función de su arquitectura pedagógica, así como de las estrategias
metodológicas diseñadas (Durán, Prendes, & Gutiérrez, 2019). El profesorado
considera que el uso de tecnologías móviles ha de suponer una ruptura con
concepciones sobre la enseñanza ancladas en el pasado que no tienen en cuenta
los cambios que ha venido experimentando, tanto la comunicación a nivel social
como la propia institución educativa (Ruiz, Rubia, Anguita, & Fernández,
2010). Estas apreciaciones están indicando la necesidad de implementar
políticas de formación inicial y permanente en
las instituciones de educación superior orientadas a potenciar que el profesorado combine adecuadamente sus
conocimientos sobre el contenido, la tecnología y la pedagogía de la materia
para poner en marcha metodologías docentes que posibiliten la participación y
la motivación del alumnado, fomentando el diálogo entre los sujetos y poniendo
estos procesos al servicio de los aprendizajes que necesitan los estudiantes de
sociedades democráticas y tecnológicamente avanzadas (Colomer, Sainz, &
Bel, 2018; Mayor Buzón, García Pérez, & Rebollo Catalán, 2019).
Nuestra
investigación indica que el profesorado está poniendo en juego competencias
digitales orientadas a diseñar sistemas de evaluación en los que se integran
dispositivos y aplicaciones móviles. Conviene puntualizar que, si bien la
muestra reconoció utilizar estos dispositivos por sus potencialidades para
facilitar la retroalimentación en los procesos de evaluación, entre los que
destacan los de naturaleza formativa o la autoevaluación de los estudiantes,
estos apenas estaban siendo empleados en la evaluación final del alumnado. En
ese sentido, este trabajo se sitúa en la misma dirección que otras
investigaciones que sugieren que las competencias digitales del profesorado son
aquellas que se orientan a incentivar la presencia del alumnado en la vida
académica (Gegenfurtner, Veermans & Vauras, 2013), facilitando la readaptación
de las estrategias de enseñanza de una forma más ágil cuando no se están
consiguiendo los resultados esperados o adaptando las actividades a la
características y necesidades del alumnado.
5.
Financiación
Proyecto I+D: "Competencias mediáticas de la ciudadanía en medios digitales emergentes en entornos universitarios" (EDU2015-64015-C3- 2-R), financiado por el Ministerio de Economía y Competitividadde España.
1. Introduction and state of the art
Digital competence in teaching is a critical concern in the work of various agents due to its relevance when addressing university education in the 21st century, an era in which digital citizenship is exercised and in which technological development permeates all productive and social environments (UNESCO, 2011; UNESCO, 2013; Ministry of Education, Culture and Sport, 2017). The term digital competence is a polysemic term that several studies have defined as a complex and holistic construct in which some of the key components are considered to involve technological and communicative performance and information processing. It is also related to digital literacy and the different pedagogical and didactic criteria that teachers use when integrating ICT effectively in a specific subject, taking into account the implications of these technologies for digital training (Castañeda, Esteve, & Adell, 2018; Colomer, Sainz, & Bel, 2018; Mangisch & Mangisch Spinelli, 2020). Various public and private bodies have put forward proposals that range from the simple description of digital competence models and frameworks to the design and development of tests and assessment tools, including processes for the accreditation of university teachers in these skills (Lázaro & Gisbert, 2015).
Most of these proposals have been presented in response
to the demands of the European Union in its Digital Agenda within the Europe
2020 Strategy. Others claim to respond to the inexcusable need to increase
digital literacy in the general population, alluding to the demands made from
the workplace to citizens (Duran, Prendes, & Gutiérrez, 2019). They are
usually based on a notion of limited digital citizenship which does not take
into account important aspects of the sociopolitical implications of
technologies and their role in today’s society (Fueyo, Rodríguez-Hoyos, &
Hoechsmann, 2018) which run parallel to a reductionist and limited vision of
teaching work. Along these lines, instrumental technological skills are
emphasised, while others linked to critical analysis, reflection or the
identification and management of the sociopolitical implications of
technologies in education are left out (Gisbert & Lázaro, 2015; Ketil,
Hilde, & Misfud, 2015; Instefjord & Munthe, 2017).
The so called DigCompEdu framework has been chosen for
this study. It has a repertoire that includes the specific pedagogical skills
relevant to the teaching profession. In 2017 the Join Research Center (JRC)
developed the Digital Competence Framework for Educators. It details the
specific skills required by teachers for teaching in a digital society in 6
areas: professional teacher involvement, managment of digital resources as
teaching materials, use of digital resources in teaching processes, assessment,
student empowerment and mediation for the acquisition of transversal student skills
(Redecker, 2017; Cabero-Almenara & Palacios-Rodríguez, 2019).
If there is one technology that has revolutionised the
digital competence of citizens so far this century it is mobile technology,
which involves both the use of devices (telephones, tablets, laptops, etc.) and
the applications that enable their use in almost all areas of our lives. Their
massive diffusion among the population has led to university students adopting
them as a tool of the first order in their daily activities. University teaching
staff have also incorporated mobile devices into their daily lives, but their
usage profile differs greatly from that of students. In university systems like
the Spanish system, which is still rooted in the past, (Hernández & Pérez,
2018), it appears that not all teachers have been able to appreciate the
usefulness that mobile devices present for teaching and, therefore, are not
keen to incorporate them in their work to enhance student learning. Moreover,
some sectors are even reluctant to use them and, in fact, appear to believe
that mobile devices are a distraction or a threat to the smooth running of
classes (Rodríguez-García, Raso & Ruiz-Palmero, 2019).
In a teaching environment where assessment methods
based on memorisation continue to predominate, some teachers continue to regard
mobile devices as modern and sophisticated “cheat sheets” that can be used to
mock any type of testing by teachers (Fueyo & Hevia, 2017). Some research
clearly shows that only some teachers perceive the didactic usefulness of
devices (Castaño & Cabero, 2013). However, this usefulness is focused on
some very instrumental communicative uses such as videoconferences, the
ubiquitous management of chats and academic forums related to specific subjects
or promoting student participation in academic life and research work
(Vázquez-Cano & Sevillano, 2014; Vázquez-Cano, 2015).
2. Materials and methods
The results of this research are part of a coordinated R+D+i project aimed at finding out about the media skills of citizens in higher education. Within the framework of the subproject entitled “Media literacy for citizens in emerging digital media: innovative practices and educational-communicative strategies in multiple contexts” (EDU2015-64015-C3-2-R), data has been compiled that allows the identification of the digital skills that university teachers use when developing innovative experiences with mobile devices. The DigCompEdu framework has been used as a reference and, specifically, the results presented in this article are related to the explanation of how university teachers are developing those skills linked to three areas of this framework. This work aims to achieve the following objectives:
1. Understand the
competence linked to managing mobile resources in teaching.
2. Analyse the
integration of mobile devices in teaching-learning processes.
3. Identify the
digital skills developed when designing assessment strategies with these types
of devices.
In order to select the teachers to be included in the
study, a sampling process was carried out using the snowball sampling
technique. This type of sampling uses the social network of some individuals
(in our case the coordinators of teaching innovation from different Spanish
universities) to access a specific group (teachers who use mobile devices in
their subjects or who have developed innovation projects with these devices).
This procedure allowed us to create a database with the information from 38 of
the 75 Spanish universities (Figueras-Maz, Ferrés, & Mateus, 2018). Therefore,
the study population was teachers who had been identified as innovators in the
use of mobile devices in the classroom. In addition to these teachers, the
sample included experts in the subject, understood to be those who have carried
out not only practical experiences but also research into the use of mobile
devices in teaching.
In the research design, inspired by the mixed
paradigm, we opted for non-probabilistic
sampling given that, as we have explained, we were focusing on a group
of subjects with specific characteristics. In the first phase of the study a
semistructured questionnaire was designed and administered to a total of 155
teachers (n=155) from public and private Spanish universities who had been
identified as innovators. It consisted of 52 items that sought to explore the
teachers’ innovating strategies in relation to the six areas of digital
competence identified in the DigCompEdu framework. Due to the limited length of
this article, the questionnaire items relating to the pedagogical elements of
teaching innovations are provided as an example.
·
Briefly explain what you consider an innovative
practice with mobile devices in the university environment should involve.
·
In what kind of teaching methodologies do your
students have the opportunity to work with mobile devices? (you can tick
several):
❏ Lecturing
❏ Individual work
❏ Group work
❏ Problem-based learning
❏ Assessment activities
❏ Others:
·
In what type of teaching activities do you use mobile
devices?
·
Theoretical Classes, Classroom Practices, Laboratory
Practical Activites, Group Tutorials
·
Briefly describe two types of activities in which you
use mobile devices in an innovative way.
·
Indicate the uses of mobile devices that you suggest
to your students (you can tick several):
❏
Consultation of online materials
❏ Use of a
word processor
❏
Annotation of the teacher’s explanations
❏ Viewing
videos
❏
Editing/production of images
❏ Use of
specific Apps for the subject
❏ Instant
messaging between classmates
❏ Instant
messaging between students and teacher
❏ Geolocalization
❏ Others:
·
Do your students need your help when using mobile
devices to carry out activities in your subject? Yes No
·
If yes, what type of help do they need? Please
describe briefly.
·
Do you need help from your students when using mobile
devices to carry out activities in your subject? Yes No
·
If yes, what type of help do you need? Please describe
briefly.
·
Do the activities you set for your students involve
the use of mobile devices:
·
In the classroom
Outside the classroom In both spaces
·
Point out a negative and positive implication of using
mobile devices:
·
Negative:
·
Positive:
To ensure the reliability and validity of the
questionnaire, a system of expert judges was used based on a first experimental
administration. Once applied Cronbach’s alpha was calculated in order to
measure internal consistency which was 0.72 showing an acceptable level of
homogeneity between the items on the questionnaire. To carry out the data
analysis we used descriptive statistics, avoiding the need for inferential
statistics (for example student‘s t-test or its parametric alternatives) due to
the sample’s selection criteria.
In the second phase of the research, aimed at
collecting qualitative data, three discussion groups were developed with
teachers from different Spanish universities: University of Cantabria,
University of Oviedo and Pompeu Fabra University
Table 1
Participants in discussion groups
University |
Participants |
Areas
of knowledge |
University
of Oviedo |
14 |
Social
and Legal Sciences; Health Sciences; Sciences |
University
of Cantabria |
4 |
Social
and Legal Sciences; Sciences |
Pompeu
Fabra University
|
9 |
Social
and Legal Sciences; Sciences; Humanities |
The objective of these groups was to understand how teachers
were using their digital skills with mobile devices in activities identified as
innovative. The questions raised in the discussion group focused on looking
in-depth into some of the variables addressed in the previous phase in order to
find out the type of uses and practices carried out, the opportunities and
difficulties identified, the skills developed by teachers, etc. Data analysis
was carried out using a coding system created ad hoc following an
inductive-deductive process.
3. Analysis and results
The questionnaire was completed by a total number of 155 teachers identified as innovators (n=155), of which 47% (n=73) were men and 53% (n=82) women. The largest age group was made up of professionals between 46 and 55 years old (representing 35.5% of the sample), followed by teachers between 36 and 45 years old (33.5%), those under 35 years old (16.1%), those between 56 and 65 years old (13.5%) and those over 65 years old (1.3%). With respect to the number of years of university teaching experience, 37.4% of the sample (n=58) had between 6 and 15 years of professional experience, with 24.5% having between 16 and 25 years (n=38), 20.6% had less than 6 years (n=32) and 17.4 % over 25 years (n=27).
3.1. Skills associated with the management of digital
resources in teaching
The DigCompEdu framework indicates that a significant
number of teachers’ core skills are related to the management of digital
resources in teaching. In terms of frequency of use 40% of the teachers who
responded (n=62) said they often used mobile devices, while 33% recognised
using them sometimes (n=51) and 18% said they always used these devices in
their classes (n=28).
The type of hardware most used is the smartphone,
which is used by 91% (n=141) of the teachers interviewed, 79% (n=122) of the
respondents acknowledged using laptops, while tablets are used by only 52%
(n=80). Along with the type of devices used, the teachers in the questionnaire
indicated a wide variety of applications used in university classrooms: social
networks (Twitter and Instagram, among others); mobile learning and
gamification services (Kahoot); applications for the analysis of wireless networks
(Wifi Analyzer); tools for creating augmented reality contexts (Aurasma) or
devices for videoconferences via mobile devices (Adobe Connect, Skype or Google
Hangout), etc.
The data from the questionnaire shows that the type of
strategies teachers develop to manage mobile devices and applications are
mainly aimed at facilitating access to various types of resources. The results
show that 78% of teachers (n=121) acknowledged using mobile devices for
facilitating the consultation of classroom materials, compared to 22% (n=34)
who did not. These resources are frequently used as a device that enables
viewing videos, as evidenced by 66.5% of the respondents (n=103). To a lesser
extent, but with a high percentage, they are used in the following ways: to
manage specific apps (61.3%); to encourage contact between peers through
instant messaging systems (47%); to carry out processes for editing or
producing images (47%); as a system for enhancing teacher-learner interaction
(35.5%); as a word processor (34.2%); to develop notes or explanations by the
teacher (29%); as a mechanism for geolocalization practices (14.8%).
Most of the respondent teachers reported having
problems managing mobile digital resources in university classrooms (around
66.5% of the sample acknowledged experiencing some difficulties when working
with these devices). The main problems highlighted relate to the functioning of
wireless networks (47%), the availability of devices for students (17.4%), the
lack of apps suitable for educational use (13,5%) or compatibility problems
with mobile operating systems (13%).
Figure 1
Teachers’ problems managing mobile resources
In addition to these problematic situations involving
mobile devices, the following issues have also been identified: the lack of
institutional support for their use; the need to use applications that do not
require credentials; students’ different levels of media literacy; the storage
capacity of mobile devices; difficulties organising practice sessions; or the
possibility that the use of these resources could generate distractions among
students.
As demonstrated by the three discussion groups, some
of the limitations mentioned above have been addressed by resorting to the
creation of their own applications through meetings, for example, those linked
to the development of innovation projects.
In the teaching innovation project we had in the last
meeting with IT people, we started work on developing a specific mobile
application […] what happened is that we developed the mobile application, the
application exists, but it generated a lot of problems, because you needed to
have a very specific mobile, the Iphone couldn’t use it (Discussion group
University of Cantabria_ID134).
3.2 Digital skills in teaching-learning processes
The second research objective was aimed at learning
about the digital skills related to the area of the DigCompEdu framework called
“Teaching-learning”, which includes four key skills: teaching; collaborative
learning; self-managed learning; and the use of digital devices as guides in
the learning process.
Teachers’ abilities to effectively manage the use of
digital technologies in the different phases of the learning process is the
fundamental digital skill in this area, and probably in the whole framework.
When teachers were asked directly about the methodologies in which mobile
devices were incorporated with innovating goals, 70% say they use them in group
work; 61% in assessment activities; 49% in problem-based learning; 45% in
individual work and 44% for lecturing.
Figure 2
Didactic methodologies used by teachers with mobile
phones
The analysis of the data revealed that teachers are
using mobile devices in the framework of these types of methodologies for a
wide range of teaching strategies related to assigning and distributing tasks;
facilitating interaction between class groups; promoting students’ active and
self-managed learning aimed at encouraging them to plan, supervise and reflect
on their own learning, demonstrate their progress, share their knowledge and
present creative solutions; as a means for making presentations and sharing
results; flipped learning; analysing cases; peer learning; consulting
materials, etc.
Teachers use mobile devices as a resource to get out
of the classroom. Thus, 81.3% use these devices to follow-up strategies implemented
in classrooms, stating that they handled them inside and outside the classroom
(n=126), while 14.2% (n=22) used them exclusively inside and 4.5% exclusively
outside (n=7). In this regard, the interventions in the group discussions
suggest that the university teachers consider the integration of these devices
as an opportunity to open up university classrooms and share the learning that
students are constructing in the different subjects addressed:
A valuable opportunity relates to the construction of
professional identity: showing what you do, what you are learning and what you
know through social networks. This is innovative because it connects the
reality of the classroom to life outside it (Discussion group Pompeu Fabra
University_ ID256).
In response to the open ended question on “when to
consider an educational practice with mobile devices innovative”, 58% of
respondents consider a fundamental requirement to be the integration of mobile
technologies in the teaching process with the aim of increasing efficiency and,
therefore, improving results. Some of these responses stress the importance of
planning the use of mobile devices and applications appropriately in the
teaching-learning process in order to improve actions, highlighting that what
is innovative is not the use of these devices but the way in which they are
incorporated into projects or methodologies globally designed for innovation
and improvement. Other answers to this question note the role of the teacher as
a mediator and organiser of these processes using mobile devices.
The results indicate that, apart from the wide variety
of methodological strategies suggested by the sample, the participating
teachers showed that the use of these devices cannot be disassociated from the
overall pedagogical architecture of the subject, as indicated by some of the
answers in the open-ended items in the questionnaire.
The data obtained from our 2 projects, with different subjects,
in different courses and with different teachers have shown the usefulness of
the app guided by the protocol "extract what is essential from each topic
and formulate it in items of three alternatives” […]. Therefore, innovative
practice must include an active role for the student, otherwise it is no more
useful than traditional procedures (Questionnaire response _ID1111).
The teachers agree that the development of digital
competence can only be considered innovative if it is used within the framework
of experiences that break with traditional strategies implemented in university
classrooms, regardless of the type of devices or apps used.
The results show that when teachers use mobile devices
in an innovative way, they do this mainly to support sharing in group
activities. In fact, 70% of the sample (n=109) acknowledge using devices in
these types of strategies, compared to 30% (n=46) who say that collaborative
learning is not an objective when using them. Mobile devices are also used in
an innovative way, although to a lesser extent, in other methodological
strategies such as problem-based learning (49%) and in activities developed
individually (45.2%).
When analysing the open question aimed at explaining
when an educational practice carried out with modile devices is considered to
be innovative, we found that 28.8% of the teachers quesitoned indicated that in
order for an educational practice with mobiles to be considered as such it
needs to enhance and improve collaborative learning strategies:“It should
contribute to more active and collaborative teaching-learning processes, in a
different way to non-digital processes. Value should be added to existing
methods” (Questionnaire response_ID1060). The responses suggest that
collaboration needs to be focused on developing applied learning in which the
contents are applied to a meaningful task, either from a professional or social
perspective. The interventions indicate that the skills used by students when
developing collaborative learning projects focus on several areas: the use of
devices and applications to enhance collaborative exchange between members of
the group; the collaborative assignment of tasks; or their use for presenting
the results of work or practices and the possibility of submitting these for
discussion.
Responses that identify innovative practices with the
use of devices for promoting independent learning are less frequent than the
previously mentioned skills. These are skills that the innovating teacher uses
to achieve self-regulated, active, independent or learner-centred learning:
“The active learning activities aim to engage students in a continuous learning
process using the most efficient learning techniques” (Questionnaire
response_ID1296).
Only 16.7% of teachers emphasised that these are
practices that aim to improve the students’ agency in various ways when
participating in teaching-learning processes by encouraging them to plan,
supervise and develop meta-learning processes; use devices to demonstrate the
progress of tasks; share productions with other students and look for creative
solutions to problems or developing projects. Some teachers link the focus on
developing practices that seek to give students a leading role with the
motivating nature of these types of devices which allow them to play with the
knowledge they already have on the subject addressed: “Start with the soft
knowledge that students already have. Create a situation in which students have
to look for/inquire around a social or educational problem or aspect” (Questionnaire
response_ID1031).
DigCompEdu highlights the importance of skills that
involve using digital technologies to improve interaction with students,
individually and collectively, inside and outside teaching sessions. It also
identifies the use of digital technologies to provide appropriate support and
guidance to students, as well as the possibilities of experiencing new types of
supervision. The responses to the open-ended questions suggest that only 8.3%
(n=13) of the sample consider that innovation projects with mobile devices are
those that use them to interact with students, either individually or in
groups. Some of the responses indicate that teachers are already using those
digital skills linked to providing academic information, guidance and support
through formats adapted to forms of communication typically used when handling
mobile devices and applications, but it appears that these skills are not
considered to be innovative by teachers. Nevertheless, it should be noted that
23.2% of the sample state that they use mobile devices to conduct group
tutorials and 35.5% say they use them to exchange messages with their students.
3.3 Assessment and feedback strategies developed with
mobile devices
Finally, we analysed what skills were being used to
carry out assessment and feedback processes. We found that 61.3% (n=95) of the
teachers questioned acknowledged using devices for assessment processes,
compared to 38.7% (n=60) that did not integrate them in the organisation of
their assessment systems.
As can be seen from the responses, digital devices are
facilitating some assessment strategies in formats which are different to
traditional ones. Furthermore, they are being used as a source of important
information on progress in relation to the understanding of factual knowledge,
concepts, data, etc., as well as tools for offering immediate feedback, both
for learners and teachers. In response to the open-ended questions, the
teachers expressed that the feebback some mobile devices provide has enabled
them be more flexible in their teaching. We found recurrent interventions by
teachers in which they acknowledge using mobile devices to analyse previous
knowledge or student progress: “To assess previous knowledge or content seen in
earlier sessions, quickly and through short questions” (Questionnaire response
_ID1275). In no case did the teachers allude to the integration of this type of
device in the designs of summative assessment systems, recognising that some
technological tools are difficult to incorporate when assessing some knowledge
addressed in university classrooms: “With regard to assessing technologies,
they do not allow us to assess everything, there are things that cannot be
simulated and assessed later” (Discussion Group Pompeu Fabra University _
ID216).
The data analysed shows that teachers are starting to
use mobile devices as a tool to offer specific support and assistance,
something which is generally carried out through social networks like Facebook
or Twitter, among many others. Thus, 39.4% (n=61) of the teachers questioned
acknowledged using these networks, while 60.6% (n=94) stated that they do not
use them. The teachers also revealed that often student participation in these
types of social networks aimed at developing academic activities still presents
some difficulties, such as low participation in planned activities and the
development of experiences in parallel to those programmed.
We saw that problem, they don’t really comment in in
Facebook. They do upload the images, but there isn’t any interaction between
them. You can see that they do similar things: they sent images in Whatsapp
groups or other things that we hadn’t initially planned. (Discussion Group
University of Oviedo_ID342).
These observations confirm the evidence presented by
some studies which highlight that depsite the fact that a number of teachers
may be focusing their practice on participation in virtual spaces, there is
significant resistance among students to move from the use of networks for
communication and entertainment to a more academic use.
4. Discussion and conclusions
The data from our research shows that those teachers who engage in innovative practices with mobile technologies are using some of the main skills outlined in the DigCompEdu framework (Cabero-Almenara et al., 2020). In this regard, this work is in keeping with those studies that indicate that some of the skills teachers develop most frequently relate to the management of different types of devices and applications, whose fundamental purpose is linked to facilitating access to didactic material and resources (Vázquez-Cano & Sevillano, 2014; Vázquez-Cano, 2015). In a situation in which information technologies are very present in all professional fields (Tourón, Martín, Navarro, Pradas, & Íñigo, 2018), some teachers are responding innovatively to the challenges linked to the technological performance of future professionals (Chai, Koh, & Tsai, 2010). Our research suggests that reinforcing some university teacher training policies is necessary, especially those aimed at developing skills related to the modification of resources in order to adapt them to the needs of teachers or students (González Isasi & Medina Morales, 2018), as well as the shared management of such digital resources with other teachers, given that there is hardly any reference to this in the responses we received.
With regard to digital skills used in
teaching-learning processes, the results of this research are an important
wake-up call about the lack of interest that certain expository and
unidirectional class formats, labelled as “traditional”, are producing in
students (Røkenes & Krumsvik, 2016) and the belief that new mobile devices
are capable of achieving this engagement. The teachers made it clear that
beyond the use of state-of-the-art mobile devices or applications, in order to
identify an educational practice as innovative it is necessary to look further
than the type of technologies employed and view it in terms of its pedagogical
architecture, as well as the methodological strategies developed (Durán,
Prendes, & Gutiérrez, 2019). Teachers consider that the use of mobile
technologies should involve a break with conceptions of teaching rooted in the
past which do not take into account the changes that have been taking place,
both in communication at a social level and in the educational institution
itself (Ruiz, Rubia, Anguita, & Fernández, 2010). These findings indicate
the need to implement initial and continuing training policies in higher
education institutions aimed at encouraging teachers to combine their knowledge
on the content, technology and pedagogy of the subject appropriately in order
to implement teaching methodologies that enable participation and motivate
students. Thus fostering dialogue between the subjects and placing these
processes at the service of the learning that students of democratic and
technologically advanced societies need
(Colomer, Sainz, & Bel, 2018; Mayor Buzón, García Pérez, &
Rebollo Catalán, 2019).
Our research shows that teachers are using digital
skills aimed at designing assessment systems that integrate mobile devices and
applications. It is important to note that, although the sample acknowledged
the use of these devices for their potential to facilitate feedback in
assessment processes, among those of a formative nature or student
self-assessment, these are hardly being used in the final assessment of
students. Thus, this work is in line with other research that suggests the
digital skills of teachers are those that are aimed at encouraging the presence
of students in academic life (Gegenfurtner, Veermans & Vauras, 2013),
facilitating the re-adaptation of teaching strategies in a more flexible way
when the desired results are not being achieved or adapting activities to the
characteristics and needs of students.
5. Funding
R+D project: "Media literacy for citizens in emerging digital media in university environments" (EDU2015-64015-C3- 2-R), funded by the Spanish Ministry of Economy and Competitiveness.
References
Cabero-Almenara, J., &
Palacios-Rodríguez, A. (2019). Marco Europeo de Competencia Digital Docente
«DigCompEdu». Traducción y adaptación del cuestionario «DigCompEdu Check-In». EDMETIC, 9(1), 213-234. https://doi.org/10.21071/edmetic.v9i1.12462
Cabero-Almenara, J.;
Gutiérrez-Castillo, J.-J.; Palacios-Rodríguez, A.; & Barroso-Osuna, J.
(2020). Development
of the Teacher Digital Competence Validation of DigCompEdu Check-In
Questionnaire in the University Context of Andalusia (Spain). Sustainability, 12(15),
6094. https://doi.org/10.3390/su12156094
Castaño, C., & Cabero, J.
(2013). Enseñar y aprender en entornos
m-learning. Síntesis.
Castañeda, L., Esteve, F., &
Adell, J. (2018). ¿Por qué es necesario repensar la competencia docente para el
mundo digital? Revista de Educación a
Distancia RED, 56(6), 1-20. http://dx.doi.org/10.6018/red/56/6
Chai, C. S., Koh, J. H., & Tsai, C. (2010). Facilitating preservice
teachers' development of technological, pedagogical, and content knowledge
(TPACK). Journal of Educational
Technology & Society, 13(4), 63-73.
Colomer, J.C., Sainz, J., & Bel, J.C.
(2018). Competencia digital
en futuros docentes de Ciencias Sociales en Educación Primaria: análisis desde
el modelo TPACK- Educatio Siglo XXI, 36(1), 107-128.
Durán, M. C., Prendes, M. P., &
Gutiérrez, I. (2019). Certificación de la Competencia Digital Docente:
propuesta para el profesorado universitario. RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 22(1), 87-205. http://dx.doi.org/10.5944/ried.22.1.22069
Figueras-Maz, M., Ferrés, J., &
Mateus, J. C. (2018). Percepción de los/as coordinadores/as de la innovación
docente en las universidades españolas sobre el uso de dispositivos móviles en
el aula. Revista Prisma Social, (20),
160-179. https://bit.ly/2tm2T3j
Fueyo, A., & Hevia, I. (2017).
Prácticas docentes con dispositivos móviles: investigar para innovar la
docencia universitaria. En A. Gutiérrez, A. García, & R. Collado, (Eds.). Actas del III Congreso Internacional de
Educación Mediática y Competencia Digital (p.p. 1925–1934). Universidad de
Valladolid.
Fueyo, A., Rodríguez-Hoyos, C. &
Hoechsmann, M. (2018). Construyendo ciudadanía global en tiempos de
neoliberalismo. Confluencias entre la Educación Mediática y la Alfabetización
Digital. Revista Interuniversitaria de
Formación del Profesorado, 91(32.1), 57-68.
Gegenfurtner, A., Veermans, K., & Vauras, M. (2013). Effects of
computer support, collaboration, and time lag on performance self-efficacy and
transfer of training: a longitudinal meta-analysis. Educational Research Review, 8,
75-89. https://doi.org/10.1016/j.edurev.2012.04.001
Hernández, J., & Pérez, J. A. (2018). Demografía de la Universidad
Española. Aproximación a su dimensión, estructura y evolución. Estudia XXI. Fundación Europea
Sociedad y Educación.
Gisbert, M., & Lázaro, J. (2015). Professional development in
teacher digital competence and improving school quality from the teachers´
perspective: a case study. Journal of New
Approaches in Educational Research, 4(2),
115-122. https://doi.org/10.7821/naer.2015.7.123
González Isasi, R. M., & Medina
Morales, G. C. (2018). Uso de dispositivo móviles como herramientas para
aprender. Pixel-Bit. Revista de Medios y
Educación, 52, 217-227. https://doi.org/10.12795/pixelbit.2018.i52.15
Instefjord, E. J., & Munthe, E. (2017). Educating digitally
competent teachers: A study of integration of professional digital competence
in teacher education. Teaching and
Teacher Education, 67, 37-45. https://doi.org/10.1016/j.tate.2017.05.016
Ketil, B, Hilde, T., & Mifsud, F. (2015). Guidelines and Regulations
for Teaching Digital Competence in Schools and Teacher Education: A Weak Link? Nordic Journal of Digital Literacy,10(2), 69–83.
Lázaro, J. L., & Gisbert, M. (2015). Elaboración de una rúbrica para evaluar la competencia
digital del docente. UT. Revista de
Ciències de l’Educació,1(1),
48–63. https://doi.org/10.17345/ute.2015.1.648
Mangisch, G. C., & Mangisch Spinelli, M. D. (2020). El uso de dispositivos móviles como
estrategia educativa en la universidad. RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 23(1),
201-222. https://doi.org/10.5944/ried.23.1.25065
Mayor Buzón, V., García Pérez, R.,
& Rebollo Catalán, M. Á. (2019). Explorando factores predictores de la
competencia digital en las redes sociales virtuales. Pixel-Bit. Revista de Medios y Educación, 56, 51-69. https://doi.org/10.12795/pixelbit.2019.i56.03
Ministerio de Educación Cultura y
Deporte (2017). Marco Común de
Competencia Digital Docente. Enero
2017 INTEF. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. https://bit.ly/2jqkssz
Ministerio de Educación, Cultura y
Deporte. (2017). Datos y cifras. Curso
Escolar 2016/1017. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
https://bit.ly/2E96QNO
Prendes, M. P., Gutiérrez, I., &
Martínez F. (2018). Competencia digital: una necesidad del profesorado
universitario en el siglo XXI. RED.
Revista de Educación a Distancia, 56(7),
1-22. http://dx.doi.org/10.6018/red/56/7
Redecker, C. (2017). European
Framework for the Digital Competence of Educators: DigCompEdu. Publications
Office of the European Union. http://dx.doi.org/10.2760/159770
Rodríguez-García A. M., Raso, F.,
& Ruiz-Palmero, J. (2019). Competencia digital, educación superior y
formación del profesorado: un estudio de meta-análisis en la Web of Science. Pixel-Bit. Revista de Medios y Educación, 54, 65-81. https://doi.org/10.12795/pixelbit.2019.i54.04
Roig Vila, R., & Pascual Luna,
A. M. (2012). Las competencias digitales de los futuros docentes. Un análisis
con estudiantes de Magisterio de Educación Infantil de la Universidad de
Alicante. @tic. revista d'innovació
educativa, 9, 53-60. http://dx.doi.org/10.7203/attic.9.1958
Røkenes, F., & Krumsvik, J. (2016). Prepared to teach ESL with ICT?
A study of digital competence in Norwegian teacher education. Computers & Education, 97, 1-20. https://doi.org/10.1016/j.compedu.2016.02.014
Ruiz, I., Rubia, B., Anguita, R.,
& Fernández, E. (2010). Formar al profesorado inicialmente en habilidades y
competencias en TIC: Perfiles de una experiencia colaborativa. Revista de Educación, 352, 149-178.
1
Tourón,
J., Martín, D., Navarro, E., Pradas, S., & Íñigo, V. (2018). Validación de
constructo de un instrumento para medir la competencia digital docente de los
profesores (CDD). Revista Española de
Pedagogía, 76(269), 25-54. https://doi.org/10.22550/REP76-1-2018-02
UNESCO. (2011). UNESCO ICT
competency framework for teachers. United Nations Educational, Scientific
and Cultural Organization. https://bit.ly/2V9TuYC
UNESCO (2013). El futuro del aprendizaje móvil. Implicaciones para la planificación y
formulación de políticas. Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Cultura y la Ciencia. https://bit.ly/1Oi42ZR
Vázquez-Cano, E. (2015). El reto de
la formación docente para el uso de dispositivo digitales móviles en la
Educación Superior. Perspectiva
Educacional, Formación de Profesores, 54(1),
149-162. http://dx.doi.org/10.4151/07189729-Vol.54-Iss.1-Art.236
Vázquez-Cano, E., & Sevillano,
M. L. (2014). Análisis de la funcionalidad didáctica de las tabletas digitales
en el espacio europeo de educación superior. RUSC. Universities and Knowledge Society Journal, 11(3), 67-81. http://dx.doi.org/10.7238/rusc.v11i3.1808
Wilson, C., Grizzle, A., Tuazon, R., Akyempong, K., & Cheung, C. K.
(2011). Alfabetización Mediática e informacional: Currículum para
profesores. Organización de
las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. https://bit.ly/2CrwA7m