A lo largo de tres décadas de institucionalización democrática, América Latina ha avanzado hacia la consolidación de las elecciones como el mecanismo primordial para la transmisión pacífica del poder político. Con ello, las transiciones políticas en la región han evidenciado procesos de asentamiento democrático con relativo éxito. Para que ello sucediera, teóricamente las instituciones y los actores políticos ejercieron una función principal. Sin embargo, la evidencia empírica no ha capturado claramente esta relación. Esto es debido esencialmente a la gran diversidad de las transiciones, contextos y sus efectos en las instituciones democráticas en procesos de afianzamiento.

El libro Politics and political elites in Latin America. Challenges and trends, editado por Manuel Alcántara, Mercedes García y Cristina Rivas, aborda esta problemática. La obra avanza hacia el estudio de las élites políticas en el ámbito parlamentario, insistiendo en los efectos de estas en la consolidación de la democracia en la región. Como línea argumental, el libro colectivo asocia las cualidades individuales y de partido dentro de los cuerpos legislativos con las estructuras de poder político a nivel sistémico. El valor empírico de la obra resalta la importancia de los miembros legislativos con un recorrido de más dos décadas y media del Proyecto de las Elites Parlamentarias de América Latina (PELA), con poco más de 9000 entrevistas a diputados de dieciocho países, lo que convierta a esta en una de las bases de datos más exhaustiva de los poderes legislativos en la región. Lo anterior lo describe el capítulo uno desarrollado por Mélany Barragán, José Manuel Rivas y Cristina Rivas, titulado «PELA-USAL: A methodological tool for the study of elites».

La obra se estructura en dos apartados y catorce capítulos que analizan la relación sistémica de la democracia representativa con elementos inherentes a la clase política a nivel legislativo. En el primer apartado, las diversas temáticas que se abordan en ocho capítulos mantienen como eje rector la relevancia de esta relación en América Latina desde una perspectiva siempre comparativa y longitudinal. Los capítulos en esta sección se atribuyen a fenómenos centrales para el entendimiento de los sistemas políticos latinoamericanos. Uno de estos temas es la confianza institucional y los procesos democráticos evidenciado en el capítulo 3, «Political trust of parliamentary elites in Latin America», desarrollado por Cristina Rivas y Manuel Alcántara, quienes identifican los niveles de confianza institucional de las élites parlamentarias en América Latina por más de dos décadas, permitiendo observar tanto la estabilidad como los cambios y su relación con el desempeño político y económico de los Gobiernos. Desde otra perspectiva, Ignacio Arana y Carolina Guerrero en el capítulo 7, «Executive-Legislative relations: When do legislators trust the President?», analizan los factores que explican la confianza de los legisladores en los presidentes, identificando tanto la influencia de la relación entre los poderes ejecutivo y legislativo como las dimensiones individuales de los mandatarios. Desde una perspectiva sistémica, Mar Martínez y Araceli Mateos en el capítulo 4, «Satisfaction with democracy in Latin America: Perspectives from political elites and citizens», analizan las similitudes y diferencias entre ciudadanos y representantes respecto a los objetos políticos, lo cual alude a los procesos de representación en la región. De acuerdo con esta visión, el capítulo 6, desarrollado por Asbel Bohigues y Manuel Alcántara, «Political elites and democratic fatigue in Latin America», analiza uno de los temas centrales del libro, encontrando el vínculo entre las precepciones políticas de élites parlamentarias y el desarrollo de la democracia en la región.

Otra línea analítica es la relacionada a los factores individuales de los parlamentarios como elemento argumental de los procesos democráticos. Así lo hace notar el capítulo 2, «Political Ambition in Latin America», desarrollado por Theresa Kernecker, quien analiza las principales explicaciones tras de la ambición política a través de un análisis descriptivo. De manera paralela, Mercedes García y Cecilia Rodríguez en el capítulo 8, «Political paths and gender in Latin America. An analysis of the trajectories of legislative elites», contrastan empíricamente diversos argumentos teóricos en torno a las carreras políticas, principalmente asociados a los factores sociodemográficos, entre los que destaca el género como marco explicativo de los perfiles de los legisladores en la región. En el capítulo 5, «Shopping for votes in Latin America: When do legislators engage in vote-buying practices?», Margarita Corral y Mar Martínez Rosón realizan un estudio sobre el clientelismo político identificando el impacto del desarrollo socioeconómico a nivel distrital, la experiencia política y el acceso a los recursos de los legisladores. Finalmente, el capítulo 9, «Covariance of Latin American Elite Attitudes Towards the USA and China», de Asbel Bohigues y Scott Morgenstern, profundiza sobre las actitudes de los legisladores latinoamericanos hacia los Estados Unidos y China como elemento explicativo de la dependencia histórica de estos en los sistemas latinoamericanos.

La segunda parte del libro contiene estudios de caso nacionales, intentando establecer las diferencias dentro de la región. Esta parte de la obra establece en cinco capítulos la relevancia de los procesos históricos en la evolución de la democracia en Brasil, Chile, Colombia, Guatemala, México, Panamá y Uruguay. El primer ejemplo es el capítulo 10, «What can ideology tell us? An Analysis of deputies and parties in the Brazilian, Chilean, and Uruguayan Legislatures», desarrollado por Carlos Melo, Manoel Santos y Rafael Câmara, que compara entre estos tres países los posicionamientos ideológicos y sus trayectorias tras las dictaduras militares, manifestando sus efectos en la consolidación institucional de sus democracias. En la misma línea, Cristian Márquez y Patricia Marenghi en el capítulo 11, «Democracy and political institutions in Mexico from the perspective of parliamentary elites», ofrecen un análisis sobre los patrones de cambio del apoyo democrático y la satisfacción con la democracia entre ciudadanos y élites parlamentarias. El capítulo 12, «Parliamentary opposition: An explanatory analysis of ideological and evaluative elements in the Congress of Colombia (2006-‍2022)», realizado por Adriana Ramírez y José M. Rivas, realiza un estudio de la oposición parlamentaria en Colombia, identificando los efectos de las condiciones individuales para la autoidentificación no oficialista. Finalmente, el capítulo 13, «Parlamentarios elites en Uruguay», desarrollado por Daniel Chasquetti y Lucía Selios, y el capítulo 14, «Two cases from Central America: Attitudes of political elites in Panama and Guatemala», elaborado por Mélany Barragán, realizan un análisis descriptivo sobre las cualidades democráticas, institucionales y sociodemográficas de las élites parlamentarias bajo una misma línea que resulta de una convicción comparativa que está presente en toda la obra.

En términos generales, esta obra mantiene un análisis exhaustivo de las élites parlamentarias desde una clara perspectiva comparativa fundamentada en una gran riqueza empírica que, además, establece una visión longitudinal de los procesos políticos y democracias en América Latina. Los estudiosos de la política comparada resultarán beneficiados con su lectura, incluyendo aquellos interesados en la definición de metodologías y explicaciones causales de las democracias en la región, así como en otras realidades.