Cuando un prólogo se inicia situando al lector ante sí mismo, nos abre un camino de encuentros desde la singularidad de cada persona. Así empieza este libro de pasta blanda de la Editorial Narcea, “a veces es necesario echar la vista atrás y encararse con lo que ha sido tu vida hasta ese momento. Respirar hondo y hacer una sincera mirada a quién eres hoy y, claro, los ladrillos que has ido edificando para esa construcción” (p. 7). Diez capítulos para abordar el estigma desde distintas miradas. Un estigma que todas y todos hemos conocido o vivenciado a lo largo de nuestra propia historia.
En sentido inverso, ser mayor, salud mental, discapacidad, multiculturalidad o género son los tópicos que nos acercan a ideas no tan alejadas de nuestra realidad, aún pensando que no éramos objetivo, o que éramos testigos “muchas veces mudos, de experiencias en las que el prejuicio y los juicios relegan a alguien cercano con quien transitamos, personas que caminan a nuestro lado, construyendo también sus vidas, como pueden” (p. 8).
El estigma nace de nuestra propia condición ciudadana, una marca que en otros tiempos se ponía a fuego sobre la piel para ser vista y hoy se etiqueta con el amparo social de manera no visible, con actitud hostil y de desconfianza, afectando a las personas que conviven con ella de forma negativa. Para ello “las personas pertenecientes a un grupo marginado, son etiquetadas por otras personas como anormales, vergonzosas o indeseables” (p. 13).
El capítulo 1 nos presenta los actuales marcos teóricos de referencia, desde el origen, componentes, tipos y acciones que llevan a estigmatizar a una persona o colectivo, así como sus consecuencias. Pero, ¿cómo podemos afrontar este estigma desde la educación? El capítulo 2 se centra en este binomio nuclear que da título al libro estigma+educación.
El papel de la educación como prevención es patente y es que todos conocemos “personas que han superado grandes dificultades vitales gracias al apoyo institucional y personal recibido” (p. 30). DUA, banco de recursos institucional, metodologías diversificadas, un nuevo modelo de evaluación o un diseño curricular abierto pueden ser medidas políticas que pueden evitar el estigma.
El tercer capítulo nos introduce en los desafíos socioeducativos ante las drogodependencias, desde una investigación que analiza la percepción de estudiantes universitarios en el ámbito socioeducativo en relación a su intervención con personas drogodependientes. Atribuir a una elección propia puede ser el germen del estereotipo y el estigma hacia las personas que la padecen, algo que desde el planteamiento de los autores puede evitarse “combinando aprendizajes teóricos, metodológicos y prácticos, desde los distintos niveles de prevención y diversidad de enfoques” (p. 52).
El cuarto capítulo se inicia con una aclaración de términos determinantes en el ámbito de la educación sexual (sexo, género, identidad sexual, orientación, diversidad) que necesitan ser definidos para conocer cómo el estigma en este ámbito “se origina cuando los individuos se desvían de las normas sociales establecidas en relación con la orientación de género y la orientación sexual” (p. 62). La escuela puede ser el entorno favorable para “ofrecer una educación sexual integral y sistemática” (p. 67) y apoyar así en la formación de actitudes positivas para aceptar las diferencias sexuales de las personas.
Una obra centrada en el estigma no puede evitar incluir el enfoque de la multiculturalidad en la educación, porque el punto de partida habitual de esta perspectiva se plantea ya impregnado de una visión negativa de la diversidad, porque empareja diverso con distinto, y por tanto, con la necesidad de una atención especializada para la dificultad. Pero ¿no somos todos distintos? ¿No encarnamos cada uno de nosotros la diversidad como riqueza? Esta diversidad multicultural en la que se centra el quinto capítulo debe así entenderse como fundamental para el migrante, pero también para la sociedad que acoge y que se constituye como una comunidad multicultural.
El capítulo 6 nos muestra como la necesidad generalizada de utilizar
la tecnología en todos los ámbitos de la vida no está exenta de
problemas, porque su uso se ha convertido en una necesidad constante en
detrimento del resto del entorno para algunas personas.
La discapacidad desde el estigma es el tema central del séptimo
capítulo, que se centra en una revisión de la investigación. Tres
procesos sociales vinculan estigma y discapacidad: discriminación
individual, discriminación estructural y
El título del capítulo octavo nos acerca a las prácticas dialógicas en este caso para el trabajo con adolescentes y problemas de salud mental. Casi la mitad de los trastornos mentales se inician antes de los 18 años, por lo que es fundamental “llevar a cabo una labor preventiva en los centros educativos, con un proceso que englobe aspectos relacionados con el desarrollo emocional, la sensibilización hacia el estigma de los problemas de salud mental y el aprendizaje de estrategias de afrontamiento y de establecimiento de redes de apoyo para mitigar estas dificultades” (p. 130).
La reinserción social de las personas que han estado en prisión como distancia de una situación de estigma es el tema del noveno capítulo. Este estigma lejos de ser una consecuencia para las personas que han estado encarceladas al recuperar la libertad, tiene lugar desde la entrada en el contexto penitenciario, cuando la persona tiene que “asumir las costumbres que la propia institución ofrece” (p. 144). El estigma penal no se muestra aislado sino que infiere con características propias de la realidad de cada persona: enfermedades, autoestima, drogas o homofobia, entre otras. Un estigma que no se queda estancado en la persona en prisión sino que afecta a su núcleo más cercano, el familiar.
Y la obra finaliza mirando al estigma desde el edadismo, “un conjunto de estereotipos y prejuicios negativos asociados a las personas mayores y al proceso de envejecer” (p. 161). Una visión negativa del envejecimiento puede dar lugar a actitudes de rechazo, que antes o después nos afectarán a todos.
Esta publicación surge con motivo del homenaje al profesor y pedagogo de la USC Antón Costa Rico, miembro destacado del Grupo de Investigación en Pedagogía Social y Educación Ambiental (SEPA-interea), referencia intelectual y científica “rigurosa y modélica”, ineludible para entender el sistema educativo en Galicia.
Incluye 22 textos originales escritos por 56 autores, la mayoría en coautoría, especialistas en el tema del que escriben, de diferentes perfiles y trayectorias en el ámbito profesional e investigador, coordinados por los doctores José Antonio Caride y Jesús Rodríguez. Se organiza en tres secciones: el pasado educativo y su relación con el presente, retos futuros y nuevas perspectivas de la educación en Galicia, contexto desde el que se plantean los grandes problemas y tendencias que afrontan hoy los sistemas educativos, en un flujo continuo entre lo local y lo universal.
El libro muestra la evolución de escuela gallega, desde inicios del siglo pasado hasta el presente; el lento proceso de dignificación de la profesión docente y de mejora de las condiciones de las zonas rurales, las escuelas públicas y, en particular, las maestras, hasta entrado el primer tercio del siglo XX, con el advenimiento de la 2ª República, que impulsó la escolarización de las clases populares mediante campañas de alfabetización, capacitación docente y extensión cultural, pilares de la educación contemporánea.
La crónica histórica muestra cómo un sistema educativo rural, cerrado y en condiciones precarias fue cambiando, pese a la dictadura, hasta convertirse en un sistema abierto a la lengua y la cultura gallegas, sacándolas de su sometimiento, mediante un proceso de reconstrucción de la identidad democrática y cultural donde agentes sociales de todos los niveles jugaron un papel esencial en una transición, siempre imperfecta, hacia formas más justas de vida humana.
En este viaje van de la mano la renovación educativa y la transformación social, destacando diferentes colectivos pedagógicos, como el Movimiento Nova Escola Galega, que presidió Antón Costa, y, en general, el asociacionismo docente, junto a otros actores colectivos y editoriales que promovieron la enseñanza en gallego y su difusión en la literatura infantil y juvenil.
Destacan las relaciones entre Educación, Cultura y Patrimonio, histórico, natural y, especialmente, lingüístico, como base para la construcción no solo de un discurso identitario sino también de la diversidad cultural y de una ciudadanía global, cuestionando la bondad intrínseca del patrimonio cultural o de la propia educación si ocultan fracturas en la igualdad social.
Compartiendo una evolución general de progreso educativo y social, los autores no evitan mencionar peligros y posibles retrocesos. El neoliberalismo, el cambio climático, la degradación del estado de bienestar, la normalización lingüística, la “disrupción digital” o la exclusión social amenazan la democracia en una sociedad globalizada. Aceptando sus desafíos proponen prácticas de “resistencia democrática”, como la ecociudadanía, el ciberactivismo, la alfabetización posdigital o la educación democrática; sin olvidar marcos de referencia necesarios, como los derechos de la infancia, la inclusión, la perspectiva de género, la coeducación, la ecología o la cultura de paz.
Como prueba de que los pueblos y los sistemas educativos pueden cambiar a mejor, el libro recoge iniciativas singulares y experiencias educativas esperanzadoras, desde el territorio, orientadas a romper con un modelo de NEE basado en el paradigma individual deficitario; a potenciar el bienestar emocional del alumnado; a crear escuelas saludables e inclusivas; a diseñar ciudades y pueblos educadores… El medio rural es escenario primordial de estas respuestas creativas, como fueron o son la pionera Preescolar na Casa, las Casas Niño, los Centros Rurales Agrupados, los Centros Públicos Integrados o la adaptación de la Formación Profesional.
El libro va más allá de la escuela para adentrarse en las comunidades, la administración local, la construcción colectiva de la educación, el diálogo intergeneracional donde la educación escolar sea, sobre todo, una educación social, con una investigación educativa al servicio de la transferencia docente y de una pedagogía crítica: un proyecto social y político valorado por todos, no solo docentes o familias, para la construcción de la sociedad que queremos.
Cuando asistimos al derribo de los derechos sociales y de la propia convivencia humana, la educación se mantiene como un campo fértil donde sembrar esperanza. Detrás del reconocimiento al profesor Antón Costa, “ejemplo militante de coherencia”, la reflexión y el rigor en el tratamiento de los temas nos transmiten un mensaje alentador: el protagonismo que puede jugar la educación en la mejora y emancipación de una sociedad desde la conciencia y el quehacer colectivo.
El libro "La gamificación en la educación superior: teoría, práctica y experiencias didácticas" es un recurso esencial para los docentes universitarios interesados en explorar el uso de la gamificación como estrategia pedagógica en el contexto de la educación superior. Está estructurado en dos partes y combina una sólida base teórica con ejemplos prácticos y experiencias reales, proporcionando así una visión integral sobre el potencial educativo de la gamificación y su implementación en la educación superior.
Los autores son Oriol Ripoll y Joan-Tomàs Pujolà. Oriol Ripoll es profesor de creación de juegos en el grado de videojuegos de ENTI-Universitat de Barcelona, y de gamificación en el grado de CAFE en EUSES, de la Universitat de Girona. Por su parte, Joan-Tomàs Pujolà es el investigador principal del grupo de investigación realTIC y ha dirigido proyectos de investigación sobre el uso de la gamificación con tecnología en la enseñanza de lengua.
Ambos proponen una idea innovadora al gamificar la lectura del libro, invitando al lector a elegir cómo interactuar con el contenido de manera lúdica. Este enfoque no solo refuerza la propuesta central del libro, sino que también sirve como un ejemplo práctico de cómo se puede aplicar la gamificación en el ámbito educativo.
La primera parte del libro, titulada "teoría y práctica", se centra en proporcionar los fundamentos teóricos de la gamificación y ofrecer un enfoque práctico para su implementación exitosa en el ámbito educativo. En esta sección, varios expertos en el campo abordan diversos aspectos de la gamificación educativa.
El capítulo inicial, escrito por Joan-Tomàs Pujolà, establece una definición de la gamificación, presentándola como una estrategia didáctica que puede ser utilizada para mejorar el proceso de enseñanza y aprendizaje. Este capítulo sirve de introducción a los siguientes, proporcionando un marco conceptual que permite al lector comprender los principios clave de la gamificación.
En los capítulos siguientes, los autores exploran diferentes elementos fundamentales de la gamificación. Ruth Contreras-Espinosa y José Luis Eguia, en el capítulo 2, analizan los elementos de juego y proponen una taxonomía consensuada por expertos nacionales e internacionales, que servirá como herramienta para el diseño de propuestas educativas. Esta taxonomía facilita la comprensión de los componentes esenciales que deben incorporarse en una experiencia gamificada, tales como la competencia, la cooperación, los premios y las recompensas.
Uno de los capítulos más destacados es el tercero, escrito por Oriol Ripoll, quien se adentra en el análisis de la narrativa, un elemento clave para dar coherencia y estructura a los elementos de juego en cualquier proceso de gamificación.
Pere Cornellà, en el capítulo 4, aborda el papel de la tecnología en la implementación de la gamificación. Examina cómo las herramientas digitales pueden facilitar la creación de experiencias de aprendizaje gamificadas y proporciona ejemplos prácticos de plataformas y recursos que pueden ser utilizados por los docentes. Este enfoque es interesante, ya que en el contexto educativo actual, la tecnología desempeña un papel crucial en la creación de experiencias de aprendizaje innovadoras.
Finalmente, el capítulo 5, redactado por Anna Castells, ofrece consejos prácticos y reflexiones sobre cómo planificar de manera significativa una propuesta de gamificación en las aulas universitarias.
La segunda parte del libro, proporciona una recopilación de siete experiencias educativas de gamificación implementadas en diversas universidades españolas. Estas experiencias muestran cómo los conceptos teóricos pueden aplicarse en situaciones reales de enseñanza. Cada experiencia se presenta con un formato uniforme, en el que se describe el contexto, los objetivos, la narrativa utilizada, los elementos de juego incorporados, las herramientas digitales empleadas y el procedimiento de implementación y evaluación.
Las experiencias cubren una amplia variedad de enfoques y disciplinas. Por ejemplo, la profesora Esther Edo-Agustín presenta una experiencia de gamificación estructural en el Grado de educación primaria, utilizando elementos de juego como puntos, emblemas e insignias para motivar a los alumnos/as.
En definitiva, "La gamificación en la educación superior" es un libro fundamental para cualquier docente universitario interesado en explorar el potencial de la gamificación. Su combinación de una sólida base teórica y ejemplos prácticos proporciona una guía completa para implementar esta estrategia pedagógica de manera efectiva, promoviendo un aprendizaje más dinámico, interactivo y significativo.
El libro que se presenta es un monográfico que surge en un momento crucial en el que la inteligencia artificial (IA) ha pasado de ser una tecnología emergente a convertirse en un elemento central en la transformación de nuestra sociedad, especialmente en el ámbito educativo. La IA tiene el potencial de revolucionar los procesos de enseñanza y aprendizaje, ofreciendo herramientas que pueden personalizar la educación, optimizar la gestión del conocimiento y facilitar el acceso a recursos educativos de calidad. Sin embargo, esta transformación no está exenta de desafíos y preguntas críticas.
La necesidad de este libro radica en la urgencia de abordar las implicaciones de la IA en la educación de manera integral. A medida que las máquinas se vuelven más capaces de analizar datos y aprender de ellos, es fundamental reflexionar sobre el papel de los educadores en este nuevo contexto. ¿Cómo pueden los docentes adaptarse a un entorno donde la IA juega un papel tan significativo? ¿Cuáles son los riesgos asociados al uso indebido de estas tecnologías? Y, quizás lo más importante, ¿cómo podemos preparar a las futuras generaciones para que convivan con la IA de manera ética y crítica?
Este monográfico no solo se limita a explorar las aplicaciones prácticas de la IA en las aulas, sino que también se adentra en cuestiones filosóficas y éticas que son esenciales para entender su impacto. A través de un enfoque multidisciplinar, se abordan temas que van desde la capacidad de las máquinas para pensar hasta la necesidad de una regulación normativa adecuada. Además, se examinan las implicaciones para la formación del profesorado y el desarrollo de organizaciones educativas saludables.
La importancia de este libro en la educación es innegable. Ofrece una plataforma para que educadores, investigadores y responsables de políticas educativas reflexionen sobre el futuro de la enseñanza en un mundo cada vez más influenciado por la tecnología. Al reunir las voces de especialistas en diversas áreas, el monográfico proporciona una visión integral que no solo analiza el presente, sino que también invita a imaginar futuros posibles donde la educación y la tecnología coexistan de manera armónica y beneficiosa para todos. En defintiiva, es un recurso valioso para entender y navegar por la complejidad del impacto de la inteligencia artificial en la educación, y su relevancia solo seguirá creciendo en los años venideros.
Esta obra se estructura en nueve capítulos que se organizan de la siguiente forma: (i) ¿Pueden pensar las máquinas? (ii) Educar para la inteligencia artificial: Un enfoque en perspectiva; (iii) La inteligencia artificial en el desarrollo saludable de las organizaciones educativas; (iv) La inteligencia artificial generativa en las aulas: Habilidades, estrategias y contenidos para aprender y enseñar en un paradigma nuevo; (v) Uso y aplicación de la IAG para los procesos evaluativos; (vi) La regulación de la IAG en el ámbito de la docencia; (vii) Irrupción de la IA en la Educación Superior y (viii) La inteligencia artificial y la formación del profesorado..
El libro presenta propuestas y evidencias para mejorar la organización atendiendo a la nueva realidad con la IA, desde los procesos de cambio hasta la evaluación en las organizaciones educativas. Por ello tiene un carácter reflexivo y aplicativo. Establece una síntesis de las principales investigaciones relacionadas con orientaciones funcionales de los procesos que implican la IA, así como de los aprendizajes y experiencias que los propios autores han ido adoptando a lo largo de su trayectoria. En conclusión, es una obra de carácter reflexivo, aplicativo y actual en el contexto dinámico líquido, social y educativo.
El libro es de gran prestigio, teniendo en cuenta dos ámbitos: la calidad editorial y los autores. Editorial Dykinson, S. L. se posiciona en la cuarta posición de Educación. También cabe tener en consideración la índole de los autores de la obra, ya que destacan tanto a nivel nacional como internacional. En este libro podemos encontrar autores como Francisco Bellas (profesor catedrático de la Univerdade da Coruña), Isabel del Arco y Ramon Béjar (ambos profesores titulares en la Universidad de Lleida), Miquel Àngel Prats (profesor titular de Blanquerna – Universitat Ramon Llull) o Jorge Balladares Burgos (profesor de la Andina Simón Bolívar, sede Ecuador).
El libro “La Universidad y el Aprendizaje-Servicio: Lo que importa es la calidad”, de Miguel A. Santos Rego, María del Mar Lorenzo Moledo y Daniel Sáez Gambín, publicado por Narcea Ediciones en 2025, ofrece un análisis riguroso sobre la implementación del Aprendizaje-Servicio (ApS) en la educación superior. La obra se centra en la necesidad de garantizar la calidad en los proyectos de ApS, proporcionando herramientas teóricas y metodológicas para su correcta planificación, ejecución y evaluación. A través de un enfoque académico sólido, los autores argumentan que el éxito del ApS en la universidad no solo depende de su expansión, sino de su integración efectiva en el currículo y de su capacidad para generar impactos educativos y sociales significativos.
El Aprendizaje-Servicio se ha consolidado como una estrategia pedagógica que combina la formación académica con la acción social, permitiendo a los estudiantes desarrollar competencias disciplinares y transversales mientras colaboran con su entorno. Sin embargo, la mera implementación de esta metodología no garantiza su efectividad. La clave, según los autores, reside en diseñar experiencias de ApS que cumplan con criterios de calidad bien definidos y que contribuyan tanto al aprendizaje de los estudiantes como al bienestar de la comunidad. Este enfoque queda plasmado en el libro mediante un análisis detallado de los principios del ApS, la identificación de buenas prácticas y la formulación de indicadores para su evaluación.
Uno de los principales aportes de la obra es la identificación de los elementos que determinan la calidad en los proyectos de ApS. A partir de un marco conceptual sólido, los autores establecen criterios para evaluar el impacto del ApS en tres niveles: el aprendizaje de los estudiantes, el beneficio para la comunidad y la transformación institucional dentro de la universidad. En este sentido, destacan la importancia de un diseño pedagógico estructurado, una vinculación efectiva con las necesidades sociales y un sistema de evaluación que permita medir resultados y fomentar la mejora continua.
La obra también se distingue por su aproximación empírica, ya que incluye el análisis de experiencias concretas de ApS en diversas universidades. Estos estudios de caso permiten ilustrar la aplicación de los principios teóricos en distintos contextos institucionales y disciplinarios, ofreciendo ejemplos de buenas prácticas y señalando los desafíos más frecuentes en la implementación de esta metodología. Asimismo, los autores subrayan la necesidad de que el ApS forme parte de la estrategia institucional de las universidades y no se limite a iniciativas aisladas de docentes o grupos de estudiantes.
Otro aspecto clave abordado en el libro es la evaluación del impacto del Aprendizaje-Servicio. Se enfatiza la importancia de contar con herramientas metodológicas que permitan medir de manera objetiva tanto el aprendizaje adquirido por los estudiantes como los efectos en la comunidad y en la propia universidad. Esta perspectiva contribuye a consolidar el ApS como una práctica académica rigurosa y basada en la evidencia, diferenciándola de otras formas de voluntariado o prácticas comunitarias sin un enfoque pedagógico estructurado.
Desde un punto de vista académico, esta obra se presenta como un texto de referencia para docentes, investigadores y gestores universitarios interesados en la innovación educativa y la responsabilidad social de la universidad. Su énfasis en la calidad y la evaluación lo convierte en una obra imprescindible para quienes buscan no solo implementar el ApS en sus instituciones, sino hacerlo con rigor y efectividad.
En definitiva, este libro representa una aportación fundamental al estudio del Aprendizaje-Servicio en la educación superior. Al combinar una base teórica rigurosa con estudios de caso y herramientas para la evaluación, los autores ofrecen una guía clara y fundamentada para mejorar la calidad de esta metodología. La obra subraya la importancia de que el ApS sea una práctica académica bien estructurada y sostenible en el tiempo, asegurando que su impacto trascienda el aula y contribuya de manera efectiva tanto a la formación de los estudiantes como al fortalecimiento del compromiso social universitario.