eISSN: 1989-9742 © SIPS.
DOI: https://doi.org/10.7179/PSRI_2025.47.17

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Reseña de libros

“Pedagogía Social para educadoras y educadores sociales”

Lozano Díaz, Antonia; Bellido Cáceres, Juan Manuel. Año: 2024 Ciudad Almería. Editorial: Editorial Universidad de Almería. Número de páginas: 106. ISBN: 978-84-12345-67-8

Desde sus primeras líneas, los autores sitúan el libro en el marco histórico de la pedagogía social, resaltando la influencia de la tradición alemana y su adaptación al contexto español. Se expone el surgimiento de la disciplina a partir de precursores que, mediante una reflexión teórica, abrieron el camino para distinguir entre educación social (acción y praxis) y pedagogía social, que incorpora la sistematización teórica y metodológica. La obra se propone como un compendio que integra antecedentes históricos, fundamentos epistemológicos y propuestas prácticas, favoreciendo el diálogo entre teoría y experiencia en un estilo riguroso pero cercano.

El libro se organiza en tres secciones principales. La primera parte ofrece un recorrido histórico que parte de los orígenes en Europa, haciendo énfasis en la influencia de los primeros teóricos y en la adaptación de sus propuestas en el ámbito hispanoamericano. Se analiza la transición de modelos teóricos fragmentados hacia propuestas integradoras que responden a necesidades sociales concretas.

La segunda sección profundiza en la conceptualización de la disciplina. En ella se examinan sus dimensiones epistemológicas, funcionales, normativas y metodológicas, destacando la importancia de evaluar sistemáticamente la intervención, combinar metodologías cualitativas y cuantitativas, y articular aportaciones de diversas disciplinas para enriquecer el debate. Este enfoque posiciona la pedagogía social como una ciencia en construcción, enfrentada a retos en cohesión disciplinaria y reconocimiento profesional.

La tercera parte se dedica a los modelos de intervención socioeducativa. Se exponen diversos enfoques –desde el psicodinámico y el cognitivo-conductual hasta el crítico y sistémico– que ilustran la variedad metodológica disponible para actuar en contextos de vulnerabilidad. La obra subraya ejemplos prácticos y estrategias de aplicación que facilitan la adaptación de las propuestas a entornos reales, enfatizando la necesidad de integrar teoría y praxis para lograr intervenciones efectivas.

Uno de los aciertos más notables del libro es su capacidad para sintetizar una tradición teórica compleja en un formato conciso y accesible, sin recurrir a un lenguaje excesivamente técnico que aleje a quienes se inician en el campo. Los autores logran equilibrar la exposición histórica con la discusión de desafíos actuales, resaltando la importancia de una praxis emancipadora que promueva la justicia social y la participación ciudadana. Su estilo, que combina citas breves y referencias a teóricos como Natorp, Freire, Giroux o Dewey, permite comprender la evolución y posibilidades de la pedagogía social sin perder rigor académico.

No obstante, la obra presenta ciertas limitaciones. En algunos apartados se observa una escasez de ejemplos empíricos que ilustren la aplicación de los modelos de intervención en escenarios actuales, sobre todo en contextos urbanos o digitales, donde las dinámicas sociales han cambiado rápidamente. La inclusión de estudios de caso o testimonios de profesionales en activo habría enriquecido la propuesta, aportando una dimensión más vivencial y permitiendo conectar la teoría con la práctica.

Asimismo, aunque se abordan los fundamentos metodológicos y se subraya la necesidad de evaluación rigurosa, el vínculo entre la discusión teórica y la aplicación práctica podría articularse de forma más estrecha. Resulta esencial que futuras ediciones profundicen en la integración de la tecnología y en el análisis de la transformación digital en la educación social, aspectos indispensables para comprender la intervención en entornos complejos.

A pesar de estas observaciones, la obra destaca por su insistencia en una praxis crítica y transformadora, invitando a repensar el rol del educador social como agente de cambio. La propuesta de una pedagogía que trasciende el aula y se proyecta hacia la acción en la comunidad se alinea con las tendencias contemporáneas, donde la interconexión y la globalización exigen respuestas innovadoras y comprometidas.

Para potenciar su impacto, se recomienda que futuras ediciones incluyan una mayor variedad de estudios de caso y testimonios que evidencien la aplicación de los modelos propuestos en contextos actuales, en especial en entornos digitales y urbanos. Asimismo, ampliar el análisis sobre la integración de saberes interdisciplinares –como los aportes de la sociología y la antropología– podría enriquecer el debate y fortalecer la identidad de la pedagogía social como ciencia y práctica profesional.

“Pedagogía Social para educadoras y educadores sociales” se erige como una obra esencial para quienes desean profundizar en la evolución y los desafíos de una disciplina en constante transformación. Su aporte radica en la capacidad para integrar antecedentes históricos, fundamentos teóricos y propuestas prácticas en un formato condensado que estimula tanto la reflexión crítica como la acción transformadora. En definitiva, la obra invita a un diálogo constante entre teoría y praxis, subrayando la importancia de una educación comprometida con la justicia social, la inclusión y la transformación estructural. Con un estilo riguroso y cercano, Lozano Díaz y Bellido Cáceres nos desafían a replantear nuestras estrategias de intervención educativa, ofreciendo un marco conceptual que inspira a la acción en pos de una sociedad más equitativa y participativa.

María Carmen López Berlanga

Universidad de Almería