eISSN: 1989-9742 © SIPS.
DOI: https://doi.org/10.7179/PSRI_2025.47.16

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Reseña de libros

“La vida en el barranco. Relato de resistencia, resiliencia y educación social”

Lorena Molina Cuesta y Cristóbal Ruiz Román. Año: 2024. Ciudad: Granada. Editorial: Octaedro Andalucía. N.º páginas: 107. ISBN: 978-84-127093-6-0

“Soy Jose, vengo de un barrio marginal (…). Nací con el mono, temblando. Cuando me echaban el humo de la coca se me quitaba los temblores, eso me comentó mi abuela con quien vivo desde mi tercer día de vida”. Con este relato desgarrador, escrito de puño y letra por el protagonista de esta historia de vida, la autora y el autor –Lorena Molina Cuesta y Cristóbal Ruiz Román–, enmarcan la obertura del presente volumen. Su investigación, situada en los ámbitos de la educación y la pedagogía social, pretende explorar el amplio espectro de la resiliencia para desentrañar no solo los procesos y los espacios en los que se inscribe, sino también, la compleja red de factores que la constituyen como son, la subjetividad, la familia, lo ambiental y los aspectos sociales, entre otras cuestiones.

La obra se compone de 15 capítulos en los que se produce la ruptura de esa cuarta pared científica para que el propio sujeto de estudio, Jose, que cuenta con orgullo su etnia gitana, tome el timón del pulso narrativo. Para preservar el anonimato, el barrio andaluz donde transcurre sus experiencias tanto como la identidad de otras personas y educadores sociales se suscriben bajo pseudónimos, sin embargo, los elementos ficticios se ausentan en la descripción de su semblanza. Esta elección de la autoría no solo es sabia, también es causal, ya que, confabulándose con este testimonio, por entre sus vetas, consigue deslizar las líneas maestras que sustentan el trabajo: la resiliencia, la resistencia y la educación, que a modo de trama, se trenzan en un alarde de práctica inmersiva.

La fiebre de la heroína que eclosionó en este país a partir de 1985, la pobreza, la marginalidad, la etnia y los bajos horizontes a los que sucumben las clases desarrapadas, en su conjunto, integran el marco desde donde se comenzaba a fraguar ese proceso resiliente que entronca los diferentes apartados del libro. No obstante, uno de los pilares que nutre el discurso del protagonista es el acompañamiento socioeducativo que lo arropó en buena parte de su juventud y sobrepasó la adultez. En referencia a esto último, los capítulos 11 y 12 abordan el influjo de este acompañamiento que supone un motor de cambio social en su trayectoria vital: “Yo he tenío muchos educadores, ¿sabes? Eso es lo importante, por eso estoy hoy donde estoy, por ellos”. No cabe duda que la toma de decisiones encadenadas en las diferentes etapas de su vida se impregnaron de la mediación socioeducativa que, en última instancia, desvela otra de las diferentes partes de ese proceso de resiliencia.

De las diversas aportaciones que nos ofrece la publicación, retomando lo que se comentaba más arriba, es menester resaltar la contribución realizada en torno al concepto de resiliencia. El debate educativo que proponen la autora y el autor muestra una compleja pluralidad y una amplitud de enfoques, concitando con su lectura, novedosas reflexiones. Al mismo tiempo que se sumerge en este terreno teórico, el manuscrito se convierte en una herramienta pedagógica y didáctica para su uso en el aula. Las cuestiones emplazadas en la coda de los respectivos capítulos suscita al personal docente –universitario pero también a nivel de secundaria– a desmenuzar sus páginas junto con el alumnado, en el transcurso de las clases, como un recurso en primera persona para abordar la exclusión social, la marginación, el racismo, y a través de ellos, entramar múltiples debates que giren, por citar algún ejemplo, en torno a la resistencia, el acompañamiento socioeducativo además de aquella titánica labor realizada por parte de profesionales y personas para combatir estas lacras sociales. En este sentido, a modo de epílogo, arroja una crítica contra los estereotipos sociales, la exclusión y el rechazo al gitanismo. Todo ello nos deja una cuestión de trasfondo, ¿es también la sociedad que rodea las vivencias de Jose un factor de resiliencia? Es esa lucidez con la que nos responde la lectura del presente tomo sobre la que nos invita a repensar la forma de comprender y relacionarnos con aquella “otredad” desde el respeto, la convivencia y la equidad.

Sergio Blanco Fajardo

Universidad de Málaga