eISSN: 1989-9742 © SIPS. DOI: 10.7179/PSRI_2024.45.17
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Dios Diz, Manuel (Coord.). Año: 2023. Editorial Alvarellos. N.º páginas: 235. ISBN: 978-84-18567-40-7
En 1889 Bertha von Suttner, la primera mujer galardonada con el Premio Nobel de la Paz, publicaba Die Waffen nieder! (¡Abajo las armas!), traducida a varios idiomas y llevada al cine en 1914 y 1952. Recientemente, la editora compostelana Alvarellos -una verdadera “fábrica de contenidos culturales”– en colaboración con la Fundación Cultura de Paz, hizo suyo el título para incorporar a su catálogo una obra con la que se retomaba la que había sido editada -en gallego, finalizando 2022– por el Foro OBenComún: Adeus ás armas: que foi do Pacifismo?.
Situando en su título principal el que, en 1929, intitularía una de las novelas más emblemáticas de Ernest Hemingway, inspirándose en un verso del poeta inglés George Peele (1556-1596), sus capítulos resumen las respuestas que aportaron 21 autoras y autores con una reconocida trayectoria investigadora, académica, cívica, pacifista… en la construcción de la educación para una cultura de paz y los derechos humanos. Y, con ellas, su opinión sobre las presencias y ausencias del movimiento por la paz en un tiempo histórico caracterizado por una creciente confrontación bélica -entonces agravada por la invasión de Ucrania por el ejército ruso-, la carrera armamentística y el incremento del gasto militar, superior a los 2,30 billones de dólares en los veinte primeros años del siglo XXI.
Su coordinador, Manuel Dios Diz -fundador y presidente hasta 2014 del Seminario Galego de Educación para a Paz (SGEP), exdirector de la Fundación Cultura de Paz y expresidente de la Asociación Española de Educación y de Investigación para la Paz (AIPAZ)– en su persistente e incansable afán por abrir nuevos horizontes en la reflexión, el diálogo y la acción a favor de la paz, ampliaría la nómina de quienes serían convocados a ofrecer sus testimonios, diversificando o matizando la pregunta original: ¿qué fue del pacifismo y de los pacifistas? ¿dónde están? ¿Qué ha pasado con los movimientos que han promovido la paz durante décadas, denunciando las guerras, la carrera armamentística y la amenaza nuclear? ¿Cuáles son sus realidades de hoy, mirando al futuro? Preguntas inquietantes que no se limitan a interrogar: también describen, interpretan, comprometen y responsabilizan a quienes no pueden ni deben callar, para que alcen sus voces cívicas ante la barbarie y el sufrimiento provocado por los conflictos armados.
En la “nueva” obra, recuperando el sentido coral de la publicada por el Foro OBenComun, se exponen los pareceres y saberes de las “32 miradas incómodas” que encarnan el grito colectivo de los millones de personas que en los movimientos sociales, la investigación, la formación, los medios de comunicación.., siguen confiando en que algo cambie, aunque se eche en falta el clamor social de las calles, como concluye Manuel Dios en su “a modo de epílogo”.
Esta circunstancia, que evidencia una preocupante desafección social hacia los horrores inducidos por la escalada bélica, espejo y reflejo de los riesgos que amenazan la convivencia mundial, contrasta con lo sucedido pocos años atrás. Sin embargo, para quienes han colaborado en la obra, no es tan palpable, proyectando -al menos– una doble y contradictoria perspectiva: de un lado, en las valoraciones que reconocen las fortalezas del pacifismo, asumiendo que está vivo y coleando (¡donde ha estado siempre!) frente a la denuncia de su parálisis, como si estuviese en duermevela o desencantado; de otro, las que proponen alternativas orientadas a diferenciar entre pacifismo y el movimiento por la paz, alentando la búsqueda de nuevos paradigmas, la educación para una ciudadanía global y los desaprendizajes sobre la guerra.
El “lamento de la paz” con el que Erasmo de Róterdam, en 1517, apelaba a la concordia, la unidad y la tolerancia para combatir las intrigas, los fanatismos y sus atrocidades, sigue vigente. Siendo malos tiempos para los derechos y los deberes humanos, educar para un mundo pacífico es más indispensable y urgente que nunca. Federico Mayor Zaragoza, prologando esta obra, nos sitúa en el camino: “que las generaciones que llegan a un paso de nosotros… nunca puedan decirnos: ‘esperábamos vuestra voz… y no llegó’. Delito de silencio”. Rendición ante la fuerza, negación de la palabra: “a veces callada para siempre jamás por los enemigos de la vida y sus cómplices”. El triunfo, diremos, siempre lamentable, de las anti-pedagogías y sus brutalidades.
José Antonio Caride
Universidade de Santiago de Compostela