CENTRALES NUCLEARES: UNA VISIÓN HISTÓRICA - PARTE 1

Autores/as

  • ANTONIO GONZALEZ JIMENEZ

Resumen

En el año 1896, el científico y físico francés Bequerel descubrió por casualidad la radiactividad natural, al estar trabajando en su laboratorio y dejar descuidadamente unas sales de uranio junto a unas placas fotográficas que aparecieron posteriormente veladas, a pesar de estar protegidas de la luz solar. Después de varios ensayos, comprobó que el uranio era el causante del velado de las placas, por lo que de esta manera, sin saberlo, se convirtió en el “padre de la energía nuclear”. Cuatro décadas después, en 1938, un equipo de investigadores alemanes formado por Hahn, Strassmann, Meitner y Frisch descubrió la fisión nuclear, a través de la identificación del elemento bario como consecuencia de la escisión del núcleo de uranio. El uranio, al capturar uno de los neutrones con los que se le bombardeaba, se escindía en dos fragmentos, acompañados de una gran cantidad de energía, muy superior a la que se podía producir con cualquier otra reacción nuclear hasta entonces conocida.

Publicado

2014-03-01

Número

Sección

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