Estudios

CIUDAD Y TERRITORIO

ESTUDIOS TERRITORIALES

ISSN(P): 1133-4762; ISSN(E): 2659-3254

Vol. LVI, Nº 219, primavera 2024

Págs. 115-130

https://doi.org/10.37230/CyTET.2024.219.6

CC BY-NC-ND

Plataforma ARADOS: una metodología de diagnóstico urbano participativo aplicada a un proyecto de innovación empresarial desarrollado en el ámbito rural (Valladolid)

Sara González-Álvarez (1)
Mª Rosario Del-Caz-Enjuto (2)

(1) Contratada predoctoral. Personal Docente Investigador (PDI)

(2) Profesora titular

(1) (2) Universidad de Valladolid

Resumen: El artículo presenta la metodología de diagnóstico urbano participativo utilizada en ARADOS, un proyecto de innovación empresarial desarrollado en un entorno rural. Se trata de un proyecto piloto aplicado a la mancomunidad del valle del Esgueva (Valladolid), cuyo objetivo ha sido testar la potencialidad de una plataforma on-line que conecte a los adultos mayores demandantes de productos y servicios con los proveedores de los mismos, y que ha requerido del desarrollo de una metodología innovadora de identificación de necesidades. Ésta se basa en la combinación de experiencias sobre participación ciudadana en el planeamiento urbano y protocolos de actuación para la comprensión de las demandas cotidianas de las personas mayores. Se expone el proceso de elaboración e implementación de la metodología con el fin de mostrar un modus operandi con resultados positivos y, por tanto, replicable.

Palabras clave: Innovación rural; Envejecimiento; Urbanismo participativo; Vida independiente.

ARADOS platform: a methodology of participatory urban diagnosis for an entrepreneurial innovation project in rural areas (Valladolid)

Abstract: The article presents the participatory urban diagnosis methodology used in ARADOS, a business innovation project developed in a rural environment. This is a pilot project applied to the commonwealth of Valle del Esgueva (Valladolid), whose objective has been to test the potential of an online platform that connects older adults who demand products and services with their providers, and which has required the development of an innovative methodology for identifying needs. This is based on the combination of experiences on citizen participation in urban planning and action protocols for understanding the daily demands of the elderly. The process of elaboration and implementation of the methodology is exposed in order to show a “way of doingwith positive results and, therefore, replicable.

Keywords: Rural innovation; Active ageing; Participatory Urban Planning; Independent life.

Recibido: 13.01.2023; Revisado: 30.05.2023

Correo electrónico (1): sara.gonzalez.alvarez@uva.es ; Nº ORCID: https://orcid.org/0000-0002-4683-1884

Correo electrónico (2): rosario.delcaz@uva.es ; Nº ORCID: https://orcid.org/0000-0002-0648-2624

Las autoras agradecen los comentarios y sugerencias realizados por los evaluadores anónimos, que han contribuido a mejorar y enriquecer el manuscrito original.

El desarrollo de este proyecto ha estado respaldado por la cofinanciación obtenida en convocatoria competitiva del MINECO: Ayudas para el apoyo a agrupaciones empresariales innovadoras con objeto de mejorar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas 2020-2021, con el número de expediente: AEI-010500-2020-240.

1. Introducción

La importancia del medio rural en España es significativa, pues afecta al 20% de la población y al 85% del territorio, encontrándose en él la totalidad de los recursos naturales y una gran parte del patrimonio cultural (Consejo Económico y Social, 2021, p. 13; Jefatura del Estado, 2007). Las características de este territorio hacen de él un hábitat potencialmente adecuado para fomentar la sostenibilidad y la resiliencia, así como para generar ecosistemas más justos y naturales que contribuyan a la mitigación y adaptación al cambio climático. El reconocimiento de estas oportunidades no ha pasado desapercibido a las Administraciones Públicas que, en los últimos años, han impulsado diferentes políticas de desarrollo rural fomentando la dinamización de las actividades económicas de estos entornos. Sin embargo, dichas políticas no han conseguido revertir la menor productividad y diversidad económica (todavía muy ligada al sector agroalimentario) de los espacios rurales frente a los urbanos. No se ha producido un cambio en la estructura económica, que continúa estando sostenida, en gran medida y en parte, por pensiones de tipo medio-bajo ligadas al envejecimiento de la población, lo que condiciona un menor nivel de renta per cápita y una menor generación de valor territorial (Consejo Económico y Social, 2021, p. 33). Por ello, se sigue trabajando en el impulso de políticas de desarrollo rural y estrategias que contemplen el reto demográfico, para hacer de las zonas rurales unos entornos más atractivos donde vivir y trabajar, donde poder encontrar una vida mejor; dotándolos de medios para que, generando su propio desarrollo, se adapten a las nuevas circunstancias económicas y sean valorados por el conjunto de la sociedad.

Es importante tener en cuenta que, en los últimos tiempos, el mundo rural ha sufrido una notable transformación en sus características socio-culturales, debido al avance tecnológico de los sistemas de comunicaciones e infraestructuras y a la integración de modelos de vida homogéneos que acompañan al proceso de globalización, haciendo menos evidentes las diferencias entre el medio rural y el urbano y acogiendo a una diversidad de habitantes con historias de vida y expectativas vitales diferenciadas (Thissen & Droogleever, 2021).

Sin embargo, seguimos siendo testigos del fenómeno de despoblación que está sufriendo este territorio, así como del proceso de envejecimiento y masculinización de su pirámide poblacional (Pérez Díaz & al., 2020, p. 9). Un proceso que se acentúa en las áreas rurales por la escasez de oportunidades laborales –que derivan en una emigración del campo a la ciudad– y por el consiguiente descenso de la natalidad, lo que provoca el abandono de actividades primarias, la pérdida de saberes tradicionales, el cierre de comercios, servicios y equipamientos públicos y la degradación de los paisajes culturales agrarios (Jurado Almonte & Pazos García, 2022, p. 63).

Entre otras, se puede identificar como causa de esta situación una falta de una equiparación real de derechos entre los ciudadanos del medio rural y los del urbano, principalmente en lo referente a oportunidades, tanto personales como sociales, relacionadas con el acceso a servicios básicos. Esta realidad es especialmente significativa en el territorio rural de Castilla y León (Banco de España, 2021, p. 17). De hecho, el Comité Europeo de las Regiones, en su análisis sobre las zonas rurales (Comité Europeo de las Regiones, CDR, 2017), alertaba ya de que algunas de las principales razones por las que se produce la despoblación son: menor acceso a la educación y a oportunidades laborales, dificultades en acceder a servicios públicos o transporte y falta de accesibilidad a la sanidad pública y privada. Características a las que se suma la dificultad de organizar y coordinar servicios para personas mayores (grupo poblacional con mayor representación en el medio rural) en estos entornos, pues exigen proximidad entre el productor y el consumidor (Del Caz Enjuto, 2019, p. 708).

Por ello, este proyecto se centra en la mejora del acceso a diferentes servicios por parte de la población rural, un aspecto clave de la sociedad del bienestar e instrumento fundamental para el mantenimiento de la calidad de vida estos entornos. Teniendo en cuenta, además, que la provisión de servicios juega un papel imprescindible en varios frentes de especial interés, como el de la cobertura de necesidades básicas y especializadas a las personas (en relación con la Ley 39/2006 de 14 de diciembre de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia), y que necesitan una planificación flexible (García Álvarez Coque, 2021, p. 12), articulada y coordinada para atender a las demandas del medio rural.

ARADOS nace, así, con la intención de responder a las dificultades de acceso a los servicios básicos en el medio rural, centrándose en las necesidades de cuidados y atención para la vida independiente y la autonomía personal de la población de edad avanzada y/o dependiente del entorno rural. Y para ello apuesta por aprovechar las bondades de la conectividad digital (Consejo Económico y Social de España, 2021) como oportunidad para evitar que el acceso a servicios sea a costa del detrimento de la eficiencia en la gestión territorial. Se trata de ofrecer una plataforma digital de carácter comunicativo que ponga en contacto directo a demandantes de servicios de atención con proveedores locales, a la vez que ofrece de forma inmediata, accesible y amigable información de utilidad a la población rural. Este proyecto no sólo pretende ser innovador en el ámbito empresarial y digital, integrando diferentes tecnologías en una herramienta sencilla e intuitiva, sino que también trata de serlo en el ámbito social, pues favorece la integración y participación local a través de la construcción de una red de apoyo de intercambio de tiempos y servicios. Un proyecto innovador que forma parte de esa red de procesos de “activación” rural que, desde la experiencia social, se desarrollan en los márgenes de los procesos de desarrollo rural dominantes, y que pretenden reconocer las potencialidades del territorio, tanto en sus formas materiales como socioculturales (De Las Rivas-Sanz & al., 2022, pp.182-183)

Por último, como señala Pons Vigués & al. (2019, p. 537), la participación ciudadana en la implementación de proyectos de innovación-investigación para la atención a las personas es necesaria tanto para fomentar su empoderamiento y autonomía a través de un mayor control sobre las decisiones y acciones que les afectan, como por la mejora de la calidad, la relevancia y el impacto del proyecto. Se trata de una participación activa, que abarque diferentes fases del proyecto (en este caso, identificación de necesidades y testeo de la plataforma piloto) y que sea capaz de ir construyendo el desarrollo del producto junto con el equipo técnico e investigador para poder contemplar realmente las necesidades y prioridades de las personas y comunidades donde se aplica. Pues, como concluyen Napier & al. (2023) y Neville & al. (2016), se debe involucrar activamente y desde el comienzo del proceso a los adultos mayores en la planificación de iniciativas amigables si no se quiere terminar socavando el capital social comunitario existente.

El proyecto, que tuvo un periodo de ejecución de siete meses (entre septiembre 2020-marzo 2021), ha sido el resultado del trabajo de un equipo multidisciplinar e intersectorial formado por entidades públicas (Universidad de Valladolid) y privadas (ITCL_Instituto tecnológico de Castilla y León; ICCL_Instituto de la Construcción de Castilla y León y Cotesa_empresa tecnológica del grupo TECOPY) dentro de una colaboración intercluster AEICE (Clúster de Hábitat Eficiente de Castilla y León-CyL) y SIVI (Clúster de Soluciones Innovadores para la Vida Independiente, de Castilla y León).

2. Objetivos

El objeto final del proyecto es el desarrollo de una plataforma digital que permita poner en contacto directo a los demandantes de bienes y servicios, especialmente adultos mayores1, con los proveedores de los mismos dentro de su entorno próximo en el ámbito rural. Se pretende con esta interacción de servicios conseguir una mejora sustancial de la gestión del cuidado y la atención a la población rural, particularmente a la población de mayor edad. Este nuevo diseño digital favorece también la vida independiente, pues ofrece la posibilidad de acceso a un espacio digital regulado y estable para la demanda y la oferta de servicios de formación, intercambio de conocimientos y buenas prácticas y participación local.

De manera complementaria, se persigue el fomento del empleo en el medio rural. El propio desarrollo del proyecto, planteado desde un enfoque ascendente, movilizando y coordinando a actores en diferentes ámbitos (como los de servicios asistenciales o los de provisión de productos básicos), hace visibles, a su vez, las demandas de empleo en estos sectores relacionados con el aumento de la calidad de vida de las personas, lo que podría generar puestos de trabajo estables entre colectivos como el de las mujeres, con una elevada tasa de desempleo.

Además, el éxito de la herramienta podría contribuir a la fijación y mantenimiento de la población en el medio rural. Pues con la mejora del acceso de las personas mayores a los bienes y servicios desde su vivienda habitual, se evitará el cambio de residencia en la etapa adulta mayor y el abandono del entorno en el que han desarrollado su vida. Se trata de acercar los servicios al usuario de manera específica, en función de las necesidades propias de cada persona, y hacerlo llegando a todos los núcleos de población, sin importar el tamaño o la distancia.

Otros objetivos paralelos que contempla el proyecto son: la coordinación eficiente de servicios de apoyo, asesoramiento, ayuda y atención para la vida independiente adecuando los recursos existentes a las necesidades reales; el fomento de la participación local y la solidaridad intergeneracional y comunitaria a través del intercambio de tiempos y servicios (banco del tiempo); la mejora de las condiciones del entorno físico mediante la identificación y comunicación a responsables públicos de situaciones inadecuadas; así como la proyección transregional de experiencias y buenas prácticas que ayude a crear un ecosistema de innovación rural aportando visibilidad a proyectos de mejora social y ambiental que generen un impacto positivo sobre el territorio.

Por lo que se refiere a la metodología, desarrollada por el equipo de la Universidad de Valladolid, UVa como primera fase del proyecto, el objetivo fundamental fue el de explorar las necesidades relacionadas con el desarrollo de una vida independiente por parte de la población mayor que reside en la mancomunidad valle del Esgueva (Valladolid), así como obtener un primer repositorio sobre la cartera de productos y servicios, tanto públicos como privados, que realizan su actividad en este entorno. Se pretendía también, mediante el desarrollo de un proceso participativo público, favorecer la implicación local en el impulso del proyecto y reconocer su protagonismo como actores en la toma de decisiones del producto final.

3. Metodología general del proyecto

Como proyecto desarrollado bajo una colaboración empresarial público-privada, el propio esquema de trabajo se reformula para integrar metodologías y conocimientos previos de cada área de especialización de los equipos técnicos que forman el consorcio. Para la elaboración y diseño del producto final se ha tomado como referencia el modelo de la Cuádruple Hélice2, que busca generar un ecosistema de innovación participativo a través de la cooperación entre sociedad civil, iniciativa privada, mundo académico y sector público (Padial & al., 2018, p. 492).

El proceso de ejecución del proyecto se ha dividido en 5 fases o actividades: 1. Gestión del proyecto: actividad transversal que garantiza el buen desarrollo del trabajo en equipo; 2. Diagnóstico de la situación actual: fase en la que se han identificado las necesidades en servicios y atención de la población del ámbito piloto; 3. Análisis de requisitos y especificaciones para el prototipo: para la definición de las funcionalidades y los requisitos técnicos de la aplicación web; 4. Desarrollo de la plataforma ARADOS, en la que se han realizado el diseño web y la interfaz de la aplicación3 ; 5. Testeo y validación: evaluación del funcionamiento técnico previa al lanzamiento de la plataforma.

A continuación, se describe de manera pormenorizada la actividad relativa al diagnóstico de la situación actual, que se ha desarrollado según una metodología de elaboración propia adaptada al contexto y a los objetivos del proyecto.

4. Diagnóstico participativo

Esta actividad ha tenido como objetivos principales realizar un análisis y diagnóstico participativo de la situación de partida del ámbito de trabajo (mancomunidad del valle del Esgueva, provincia de Valladolid), identificando las principales necesidades a resolver (especialmente para la población de mayor edad) y las ofertas previas existentes con las que elaborar una base de datos con la cartera de servicios y proveedores del entorno escogido por el proyecto piloto.

Representa uno de los ejes estructurales del proyecto y se desarrolla en la primera etapa del trabajo. Se ha llevado a cabo a través de una metodología propia que deriva de las prácticas de participación ciudadana aplicadas al urbanismo. Se subdivide a su vez en varias etapas (Fig. 1): definición del diseño, selección de los participantes e instrumentos para la participación; desarrollo del proceso participativo; y análisis de los datos obtenidos para el diagnóstico.

Fig. 1 / Organigrama de trabajo para el diagnóstico participativo

Fuente: Elaboración propia

Previamente al diagnóstico participativo, la primera acción que se realizó fue la selección del ámbito del territorio rural sobre el que desarrollar el piloto. Se seleccionó la mancomunidad del valle del Esgueva (Fig. 2) como ámbito territorial que agrupa un conjunto de municipios de pequeño tamaño cuya actividad principal es la agrícola, y que cuenta con una población muy reducida en número de habitantes y un alto porcentaje de personas mayores4. Esta comarca presenta características heterogéneas entre sus localidades, con un bajo valle dentro de una zona de municipios urbanos y rurales de área funcional5 fuertemente influenciada por la ciudad de Valladolid y donde se encuentran los núcleos de población más dinámicos, y un área rural más aislada y menos dinámica en la parte alta del valle. En todo caso, la comarca presenta rasgos identitarios comunes y desarrolla sus actividades en relación con el corredor natural del Esgueva que aúna costumbres y tradiciones. Además, la delimitación mancomunal, que gestiona ciertos servicios públicos compartidos, favorece la toma de decisiones y la realización de acciones en el marco del proyecto.

Fig. 2 / Municipios que forman la mancomunidad del valle del Esgueva en la provincia de Valladolid y sus datos sobre población y% de personas mayores de 65 años

Fuente: Elaboración propia a partir del Instituto Nacional de Estadística (INE) –Padrón Continuo de 1 enero 2020–y de Pérez Eguíluz & Lalana Soto & Castrillo Romón (2021)

4.1. Definición del diseño, selección de los participantes e instrumentos para la participación

Identificar y tratar de definir las necesidades de los habitantes del medio rural depende directamente de las percepciones que cada uno tiene de manera particular y de sus circunstancias propias, por lo que es preciso llevar a cabo un análisis que permita recoger toda esta cantidad de información. Por ello, este diagnóstico se desarrolló a través de técnicas de análisis cualitativo integrado por la combinación de un análisis DAFO (Debilidades, Fortalezas, Amenazas y Oportunidades) reinterpretado y un análisis del discurso sobre los testimonios obtenidos en el proceso participativo.

Además, desde un inicio, se entendió que este acercamiento a la realidad debía realizarse a través de un proceso participativo con la vocación de ser cercano, dinámico e interesante para las personas participantes, intentando generar conciencia sobre las virtudes de la participación ciudadana y haciendo atractiva la reflexión y diálogo sobre lo común (Canicca, 2020, p. 11). Con este objetivo, en un primer momento, se planteó el desarrollo del proceso a través de sesiones participativas en los diferentes ayuntamientos de acuerdo con la metodología de Paisaje Transversal (2018), estructuradas siguiendo la metodología del protocolo de Vancouver6 para la evaluación de la situación de “amigabilidad” con las personas mayores en los núcleos urbanos.

Sin embargo, la situación excepcional de crisis sanitaria en que se desarrolló la totalidad del proceso participativo, junto con el endurecimiento de las restricciones sanitarias, hizo necesario el replanteamiento de la metodología a un formato exclusivamente no presencial. Para conseguirlo, se apostó por la realización de entrevistas individuales y desde los domicilios, como principal herramienta para la participación. De esta manera, las entrevistas debían realizar una doble función: explicar los objetivos del proyecto y controlando las expectativas del proceso participativo y recoger las impresiones derivadas de la experiencia cotidiana de los informantes con carácter abierto y cercano. Las entrevistas semi-estructuradas son un método ampliamente utilizado por disciplinas como la gerontología o la psicología ambiental para la valoración por parte de las personas mayores sobre su experiencia en los entornos rurales (Yu & al., 2021; Colibaba & McCrillis & Skinner, 2020; Neville & al, 2018).

Dado que los formatos para la participación no presencial precisan de un diseño que sea sencillo e intuitivo, además de una elaboración detallada de las instrucciones y explicaciones necesarias para comprender de qué se trata y cómo realizar la actividad, se optó por el medio digital como canal más inmediato y eficiente para una participación individual y a distancia, trasladándose las preguntas a cuestionarios on-line abiertos a todas las personas mediante una dirección URL pública. Sin embargo, pronto se observó que este canal de comunicación conlleva ciertas limitaciones para los participantes en función de su capacidad de manejo de la tecnología y de factores como el acceso a aparatos tecnológicos o a una línea de red estable. Por ello, teniendo en cuenta las características de la población a quién se dirigían los cuestionarios, se decidió ofrecer, además del canal digital, la posibilidad de realizar los cuestionarios en formato papel y a través de llamadas telefónicas.

Una de las metodologías de referencia para el diseño de este diagnóstico participativo, como ya se ha expuesto, ha sido la desarrollada por el programa Age-friendly cities (World Health Organization, WHO, 2007). Este programa evalúa la situación de los núcleos urbanos a través de la técnica de grupos focales. Se trata de reunir a diferentes grupos de agentes implicados en el día a día de la población adulta mayor para poner en común las impresiones sobre un tema específico, observando la realidad desde sus diferentes perspectivas.

La participación por grupos focales se mantuvo a la hora de definir y realizar tres tipos diferentes de entrevistas. Para este cometido se diferenciaron:

– Los usuarios finales de la plataforma, con especial atención al conjunto de personas mayores. El objetivo fue recoger sus experiencias y saberes acumulados sobre las percepciones de los problemas que se les presentan en el desarrollo de la vida cotidiana en su localidad, así como trabajar la reflexión colectiva sobre posibles soluciones o estrategias de mejora.

– Los cuidadores, que reúne tanto a aquellas personas que realizan tareas de cuidado de manera informal (familiares, amigos, vecinos, etc.) como aquellas cuya situación laboral se materializa en la prestación de servicios de cuidado de personas mayores o con cierto grado de dependencia. Del mismo modo que el grupo de usuarios, en el desempeño de las funciones de cuidador, éstos pueden encontrar obstáculos o problemáticas susceptibles de mejora a través de las aplicaciones ofrecidas por la nueva plataforma digital desarrollada en el proyecto. Por tanto, se buscaba que este grupo focal ofreciera su visión y experiencias respeto a la realización de las tareas de cuidados.

– Los proveedores de servicios y productos, tanto públicos como privados. Otro eje fundamental tanto para el desarrollo de las actividades de la vida diaria en el medio rural como para la formalización de la plataforma digital, es el de los proveedores, tanto de servicios como de productos, que operan en el ámbito geográfico seleccionado. Dentro de este grupo de agentes sociales, se distinguió entre aquellos de carácter público que ofrecen servicios especializados para el colectivo generacional de adultos mayores, y los privados, también haciendo hincapié en los que ofrecen productos o servicios que favorecen la independencia de las personas mayores. Respecto a este grupo focal, los objetivos fueron la identificación de carencias o problemáticas en el desarrollo de sus actividades y programas y su capacidad de acercamiento al usuario, así como la recogida de información de los servicios ofrecidos para su promoción a través de la plataforma digital.

Siguiendo los objetivos del proyecto, a través de este proceso participativo se debían recoger cuestiones que tuvieran en cuenta las vertientes físicas, psíquicas, cognitivas y sociales de la población. Un amplio rango de elementos de estudio que se integró en el contenido de las entrevistas mediante la búsqueda de demandas y necesidades en la realización de las Actividades de la Vida Diaria (AVD)7, siguiendo metodologías como las de los estudios de Zabala González & Domínguez Sosa (2011); Abellán García & Esparza Catalán & Pérez Díaz (2011); De la Fuente Bacelis & al. (2010); Moya Martínez & al. (2009).

La evaluación de la percepción de la salud y la calidad de vida a través de las AVD sigue una clasificación jerárquica por grado de complejidad cognitiva y de independencia personal necesaria para la realización de cada actividad. Romero Ayuso (2007) propone diferenciar entre:

Las Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD), son aquellas rutinas que cuidan el propio cuerpo, son universales y están ligadas a la supervivencia y a las necesidades básicas de la condición humana. Estas actividades están dirigidas por uno mismo con el fin de lograr la independencia y el mantenimiento personal, por lo que son acciones difícilmente delegadas en terceros. Dentro de este grupo de actividades habitualmente se incluyen la alimentación, el aseo, baño, vestido, la movilidad funcional, el cuidado de las ayudas técnicas personales, sueño y descanso.

Las Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (AIVD), tienen como objetivo la interacción con el entorno. Suelen ser un medio para obtener o realizar otra acción, suponen una mayor complejidad cognitiva y motriz e indican la capacidad que tiene el sujeto para llevar una vida independiente en la comunidad. Entre tales actividades se encuentran la utilización de distintos sistemas de comunicación, la movilidad comunitaria, el mantenimiento de la propia salud, el manejo del dinero, el establecimiento y cuidado del hogar, el cuidado de terceros, o el uso de procedimientos de seguridad y respuesta ante emergencias.

Algunos autores distinguen un tercer nivel de actividades cotidianas que tienen que ver con la capacidad de cumplir con la sociedad, comunidad y roles familiares como participar en las tareas de recreo ocupacional. Estas son las denominadas Actividades Avanzadas de la Vida Diaria (AAVD). Estas actividades varían considerablemente de unos individuos a otros y permiten que un individuo tenga una interacción social satisfactoria. Son aquellas actividades que posibilitan el desarrollo personal y la autorrealización del sujeto dentro de la sociedad. Son complejas y requieren de un mayor grado de organización, pero no comprometen la independencia del individuo. Se identifican en este grupo actividades educativas, tareas orientadas a la adquisición y ejecución laboral, así como actividades productivas, exploración de ocio y gestión del tiempo libre, tareas de voluntariado o participación en la comunidad social cercana.

De esta manera, una vez definidas las diferentes actividades e identificadas aquellas que son más relevantes en el desempeño de las tareas cotidianas por parte de la población adulta mayor en el medio rural, se diseñan las entrevistas siguiendo las indicaciones de (Meneses & Rodríguez, 2011) para la elaboración de entrevistas a partir de una tabla de categorías de estudio. En ella se recogen cuestiones en las que se valora, por parte de la población, la interacción entre las cualidades del hábitat rural, sus condiciones particulares y la capacidad para el desempeño de un amplio rango de actividades cotidianas, según la pertenencia a cada uno de los grupos focales definidos. Además de las preguntas directamente relacionadas con los objetivos del estudio, en todos los cuestionarios se reservó espacio para la recogida de información de carácter sociodemográfico, así como para la presentación y valoración de un banco del tiempo solidario, con el objetivo de detectar potenciales intercambios futuros. Por último, se recogió también una sección de preguntas de carácter abierto relacionadas con las cuestiones tratadas en el resto de la entrevista. Tras el diseño de la entrevista por parte del equipo investigador, la validación de su contenido y presentación se realizó, siguiendo el modelo del método Delphi (López Vidal & Calvo Lluch, 2019; Varela Ruiz & Díaz Bravo & García Durán, 2012) a través de la evaluación de un conjunto de expertos (formado por personal técnico especializado en trabajo con personas mayores, tanto del consorcio del proyecto como de Centros de Acción Social [CEAS], Grupos de Acción Local [GAL] y ayuntamientos implicados). El modelo de evaluación contenía una escala de Likert (Urrutia Egaña & al., 2014) para la valoración de una serie de aspectos (la comprensión del contenido, la estructura, la extensión y la capacidad de las preguntas para obtener los datos cualitativos necesarios), así como espacio para aportes y apreciaciones por parte de los evaluadores. Con las respuestas recibidas se depuraron y revisaron las posibles preguntas y se adaptó el formato y la redacción de las mismas para finalmente incorporar las siguientes categorías y subcategorías de preguntas, que sirvieron de base para el análisis:

Actividades Básicas de la vida diaria (ABVD):

– Alimentación: 1) Existencia o no de establecimientos de venta de alimentos en el entorno próximo y capacidad para realizar las compras y la comida de manera autónoma. 2) Valoración de servicios de comida a domicilio, si los hubiera, y breve explicación de su funcionamiento.

– Movilidad funcional: 1) Necesidad de ayuda o apoyo técnico para una buena movilidad diaria y en caso afirmativo, de qué tipo. 2) Existencia o no de profesionales de este ámbito de la salud en proximidad.

– Ayudas técnicas personales: 1) Capacidad para adquirir productos relacionados con el apoyo a las capacidades físicas (bastones, andadores, gafas, audífonos, etc.) de manera autónoma. 2) Existencia o no de establecimientos para la adquisición de ayudas técnicas en proximidad o distancia hasta la más próxima.

– Higiene personal/Aseo del hogar: 1) Autonomía personal o tipo de apoyo necesario a la hora de asearse. 2) Autonomía personal o tipo de apoyo necesario a la hora de realizar las tareas de limpieza en el hogar.

– Dormir y descansar: 1) Valoración de la calidad de sueño en relación al ambiente de la vivienda y al mobiliario utilizado. 2) Necesidad de elementos de ayuda para incorporarse de la cama. 3) Facilidad de desplazamiento por el entorno de la habitación.

Actividades Instrumentales de la vida diaria (AIVD):

– Realización de compras y gestiones administrativas: 1) Dificultades encontradas para realizar gestiones administrativas y compras menos habituales. 2) Localización de los equipamientos que proporcionan servicios de este tipo. 3) Identificación de apoyos para realizar estas tareas.

– Manejo de temas financieros: 1) Autonomía o necesidad de ayuda para la gestión monetaria. 2) Localización de los servicios de banca y modo de acceso.

– Cuidado de la salud y la manutención: 1) Capacidad para gestionar las citas médicas y acudir a consulta. 2) Administración y compra autónoma de posología farmacéutica. 3) De no ser autónomo/a, persona que le presta apoyo en la realización de estas actividades.

– Cuidado del hogar: 1) Oferta y facilidad de acceso a servicios de reparación y mantenimiento del hogar en el entorno próximo. 2) Modo de acceso a la información sobre este tipo de servicios y proveedores.

– Uso de sistemas de comunicación: 1) Qué tipo de sistema de comunicación utiliza con asiduidad (teléfono, escritura, internet, etc.). 2) Capacidad de manejo de dispositivos digitales y Redes Sociales (RRSS).

– Seguridad y respuesta de emergencias: 1) A quién acude en caso de emergencia. 2) Uso o no de servicios de teleasistencia y de qué tipo.

– Movilidad en la comunidad: 1) Medio principal de desplazamiento en la localidad. 2) Motivos por los que se desplaza en la localidad. 3) Valoración de la accesibilidad del espacio público.

– Atención y cuidado de otros: 1) Dificultades encontradas a la hora de tener el rol de cuidador. 2) Atención a mascotas y dificultades en su cuidado.

Actividades Avanzadas de la vida diaria (AAVD):

– Movilidad interurbana: 1) Necesidades de desplazamiento cotidiano fuera de la localidad. 2) Tipo de transporte o movilidad elegida para realizar estos desplazamientos. 3) Valoración del servicio de transporte público y disposición a utilizar otros sistemas de transporte compartido.

– Participación educativa formal e informal: 1) Inquietud por seguir realizando una actividad formativa/educativa. 2) Oportunidades de desarrollo de esas inquietudes en su localidad o entorno próximo.

– Actividades productivas: 1) Realización o no de alguna actividad laboral o productiva en fechas recientes. 2) Existencia de programas de voluntariado o actividad productiva complementaria en proximidad.

– Gestión del tiempo libre: 1) Principales actividades de empleo del tiempo libre. 2) Acceso a oportunidades de ocio y tiempo libre en el entorno próximo. 3) Valoración de la oferta de actividades de ocio y tiempo libre existente en la localidad.

– Participación en la vida comunitaria, asociacionismo, voluntariado, identidad y memoria colectiva.

4.2. Desarrollo del proceso participativo

La primera acción del proceso participativo consistió en la presentación del proyecto a la comunidad de vecinos y vecinas del valle del Esgueva en colaboración con las Administraciones Públicas y entes sociales que prestan servicios en este ámbito territorial. Uno de los ejes de cooperación del modelo de la Cuádruple Hélice es el sector público, sector que, en este caso, acogió el proyecto de manera muy receptiva y que en el transcurso de esta fase de diagnóstico fue fundamental para difundir el proyecto y animar a la población a tomar parte en el proceso participativo. Instituciones como los ayuntamientos, los Grupos de Acción Local o los Centros de Acción Social tomaron el rol de agentes anfitriones y colaboraron decididamente con el acercamiento del proyecto a la población. Antes de finalizar el diseño de las entrevistas a usuarios y comenzar el proceso participativo, se consideró oportuno pasar encuestas a ciertos representantes o técnicos de estas administraciones. Las preguntas incluidas en estas entrevistas fueron de carácter informativo sobre los servicios ofrecidos desde los programas públicos en materia de envejecimiento activo. También intentaron recoger sus valoraciones sobre la cualidad de amigabilidad con las personas mayores que existe en varios ámbitos del entorno en el que desarrollan su trabajo.

Posteriormente, las entrevistas individualizadas se realizaron en su mayoría por vía telefónica, previa cesión de datos autorizada por parte de las entidades públicas participantes. Se comenzó por usuarios de los tres grupos focales que fueran polos de difusión del proyecto y de obtención de nuevos contactos en cada localidad (representantes de asociaciones, farmacias, tiendas de alimentación, locales de ocio, etc.). También se tuvieron en cuenta criterios de representatividad de las características poblacionales del territorio objeto de estudio (muestra teórica), entrevistando a personas de diferente sexo, edad, localidad de residencia o grupo focal. Durante el tiempo que se extendió la realización de las entrevistas, existieron otros canales abiertos para la participación: cuestionarios en papel repartidos por los diferentes servicios municipales a disposición del ciudadano en horario administrativo y formularios webs colgados en la red con dirección URL abierta que se difundió por Redes Sociales (RRSS), correo electrónico y cartelería.

Por último, como una tercera fase en el desarrollo de las entrevistas telefónicas, se realizó un conjunto de llamadas dirigidas a proveedores de servicios y productos que desarrollan su actividad o están ubicados en las localidades pertenecientes al ámbito del proyecto piloto y que previamente fueron identificados por el equipo técnico. Este contacto tuvo como objetivo, además de la valoración e identificación de sus necesidades y problemáticas, el ofrecimiento a estas personas de la posibilidad de formar parte de la base de datos de la plataforma, así como de publicar una oferta que ya estuviera cargada en la aplicación en el momento del lanzamiento de la misma.

4.3. Análisis de los datos obtenidos para el diagnóstico

Como se ha señalado, se utilizó una selección de participantes mixta, pues primeramente se realizó un muestreo en red o cadena mediante participantes clave en cada municipio y, en un segundo momento, se eligieron por conveniencia aquellos que, estando dentro de los colectivos y rangos de edad objetivo para el estudio, aceptaron su colaboración con la investigación. Así se obtuvieron resultados suficientemente representativos, llegando en algunos municipios a la muestra de saturación sobre la información de necesidades y demandas para un desempeño más autónomo de las actividades cotidianas de las personas mayores. Finalmente, colaboraron 11 personas clave (personal político, técnicos municipales, personal CEAS) que respondieron cuestiones sobre el funcionamiento de los servicios sociales, los proyectos de adaptación de los entornos a las necesidades de las personas mayores y la experiencia en la interacción cotidiana con este tipo de usuarios en sus trámites y gestiones municipales, y 50 personas de los tres grupos focales (Fig. 3) que respondieron a la batería de preguntas sobre las AVD y se distribuyeron en un 50% de ciudadanos mayores, un 32% de proveedores de servicios del ámbito de estudio y un 18% de cuidadoras.

Fig. 3 / Tabla resumen de características descriptivas de los participantes

Fuente: Elaboración propia

Respecto a los participantes mayores el 72% de respuestas han sido de mujeres, valor que está alineado con el fenómeno de feminización de la vejez, también presente en este ámbito rural, y con la presencia de más mujeres en las actividades en las que se promovía la participación, y el 28% de hombres. En cuanto a los grupos o cohortes de edad considerados, el 32% tenía entre 60 y 70 años, adultos mayores que tienen, en general, vidas activas, independientes y con un manejo cotidiano de las TIC y las RRSS, el 44% tenía entre 70 y 80 años, grupo en el que los resultados obtenidos en las entrevistas son los más heterogéneos y el 24% tenía más de 80 años, un número no desdeñable que denota la presencia de una mayor longevidad también entre las personas mayores y que presenta características diferenciadas en cuanto a la adaptación de los servicios para la vida independiente. El 100% de las cuidadoras que participaron fueron mujeres, evidenciando la existencia de una mayor presencia de mujeres realizando trabajos de domésticos y de cuidado, y sus rangos de edad estuvieron representados por un 44,44% menor de 50 años, un 44,44% de cuidadoras entre los 50 y los 60 años y un 11,12% mayor de 60 años, que nos muestra una situación emergente en la que las propias cuidadoras comienzan a ser personas con una edad muy avanzada y, por tanto, una mayor vulnerabilidad ante la dependencia. Respecto a los proveedores, hubo representación de diferentes sectores económicos (servicios médicos y farmacias, proveedores de bienes de primera necesidad como alimentos, recursos energéticos o menaje del hogar, construcción y obra civil, alojamiento y restauración, servicios culturales y de ocio, etc.). Por su parte, la selección de participantes clave que, como hemos señalado, constó de 11 respuestas, estuvo representada por un 36,35% alcaldes, un 18,20% técnicos municipales, el 27,25% técnicos de CEAS y el 18,20% técnicos de programas de envejecimiento activo de la Diputación.

El tratamiento y análisis de los datos cualitativos recogidos en las entrevistas se realizó siguiendo el método de análisis interpretativo (Duque & Aristizabal, 2019; Tong & Sainsbury & Craig, 2007 y) de las respuestas por medio de un proceso de codificación y comparación del corpus textual utilizando el software ATLAS.ti.

El proceso de elaboración de las categorías fue deductivo, seleccionándolas según los objetivos de la investigación e inductivo, construyendo categorías emergentes durante el análisis de datos. Además, se han definido 3 ejes temáticos (1. Necesidades de productos y servicios, 2. Oferta de productos y servicios y 3. Tiempo solidario) para articular el contenido con el fin de identificar situaciones que se puedan resolver o mejorar gracias a las prestaciones de la plataforma. Para asegurar la credibilidad de la investigación, y siguiendo la metodología de Salgado (2007) y de Cisterna (2005), se realizó una triangulación de resultados entre los investigadores, así como una transcripción textual de las entrevistas y una descripción sistematizada de la metodología seguida y del objeto de estudio.

Las valoraciones sobre las categorías y subcategorías planteadas en las entrevistas se realizaron a través de una reinterpretación de las dimensiones del análisis DAFO. Se reconocieron así problemas y necesidades cotidianas a la vez que elementos positivos y potencialidades de las diferentes situaciones en los núcleos de población de la mancomunidad. A partir de ello, los temas principales que se identificaron tras el análisis de las narrativas de los participantes, y que posteriormente articularon los contenidos de la plataforma, fueron los siguientes (apoyados en algunas citas textuales del discurso de los participantes durante las entrevistas semi-estructuradas):

– Limitaciones en la realización de ciertas actividades básicas derivadas principalmente de problemas de salud y de una falta en la variedad de la oferta de los servicios de cuidados, demasiado centrados en los cuidados del hogar y de la carencia de cuidadores especializados.

Julia, 82 años, Villafuerte de Esgueva (usuaria): “La chica viene ¾ de hora todos los días, pero tengo que pedirle que me ayude a ducharme por la prótesis... Ahora me cuesta más levantarme porque se me rompió un tendón del brazo izquierdo, tengo que llamar a la asistente social, porque ahora no viene nadie a hacer una evaluación y el tiempo pasa...“. Estrella, 60 años, Encinas de Esgueva (cuidadora): “Los apoyos a otras actividades que no sean limpiar y hacer las tareas de la casa los hacen con los familiares. La ayuda de los servicios sociales es muy específica y se concentra en muy poco tiempo. Si a eso le sumas los desplazamientos, no llegamos...“

– Falta de accesibilidad física a servicios de tipo financiero, administrativo, de compras extra-alimenticias, etc. y, por tanto, necesidad de apoyos informales en la realización de estas actividades, tanto para facilitar los desplazamientos, como para realizar gestiones de manera telemática a distancia. Uno de los motivos de esta falta de accesibilidad al desarrollo de actividades instrumentales de la vida diaria son las carencias en el sistema de transporte público, tanto de disponibilidad horaria como de acceso a la información sobre paradas y horarios y la adaptación física de la flota de vehículos (funciona el transporte a la demanda).

Remedios, 70, Encinas de Esgueva (usuaria): “El Jueves hay un servicio de autobús que va a Peñafiel por la mañana, el precio es de un euro. Pero para lo que no hay transporte es para ir al centro de salud. Tienes que ir en el autobús de las 7 de la mañana que es a la demanda y si no te deja a 7km del pueblo. Antes había autobús todos los días...”; “Han quitado la sucursal bancaria de peñafiel y la oficina del pueblo a la que antes venía una vez al mes. Ahora si queremos sacar dinero, tienen que ser los hijos...”; “Antes había días de atención médica en el pueblo, ahora se realiza a la demanda. Llamamos al médico y si lo considera oportuno, viene. Si no hay que desplazarse a 23km a Peñafiel o a 53km a Valladolid...”. Julia, 82 años, Villafuerte de Esgueva (usuaria): “Antes utilizaba el autocar, pero ahora ya no puedo, está muy alto para subir...”. Edilberta, 74 años, Esguevillas de Esgueva: “Hay una línea de autobús que pasa por los pueblos a las 8, 10 y 4:45h. Yo creo que no hay problemas para cogerlo, pero el horario de tarde no espera si no hay gente en la parada, de eso hay que estar bien informado...”

– Restricciones en la participación social, ocio y tiempo libre en el momento de la realización de la encuesta por falta de adaptación de actividades habituales a condiciones de seguridad sanitaria, así como reducción de los contactos sociales, coincidiendo con estudios que demuestran que para las personas que residen en el entorno rural existe un mayor riesgo de exclusión en relación al ocio (Aristegui & al., 2015, p. 152). También se ponen de manifiesto ciertos estados de soledad derivados de la pérdida de personas cercanas por fallecimiento o traslados de domicilio.

Alfonso, 74 años, Piña de Esgueva (usuario): “En el pueblo hay profesor de gimnasia, aunque ahora llevamos un año sin darla... la mayoría de los vecinos caminamos por el pueblo...”. Soledad, 78 años, Villafuerte de Esgueva (usuaria): “Antes tenía aula de cultura, pero ahora somos todas mayores y el local no es muy grande, así que he cedido mi plaza...”

– A pesar de la situación adversa para el contacto social que existía en el momento de realizar el proceso participativo, se confirmó la existencia de una de las potencialidades de los tejidos sociales de la ruralidad como son la existencia de fuertes lazos de apoyo mutuo y un tejido vecinal compacto. Además, en no pocas localidades, existen asociaciones cultuales que cuidan del mantenimiento de tradiciones y de la organización de encuentros relacionados con festividades.

Gelo, 71 años, Olivares de Duero (usuario): Yo tengo montado un coro con los residentes del pueblo. Tenemos una media de 80 años de edad, pero me aporta mucha ilusión y satisfacción personal. Ensayamos todos los días de la semana a las 5:30h...”. Alfonso, 74 años, Piña de Esgueva (usuario): Yo soy el representante de la asociación de personas mayores, nos ayudamos mucho los vecinos unos a otros...”. Carmen, 75 años, Tudela de Duero (usuaria): Yo organizo talleres para amas de casa y de manualidades. Bajo a hablar con el alcalde y nos juntamos en fiestas y encuentros vecinales...”

Respecto a los relatos recogidos por el colectivo de cuidadoras, denotan una sobrecarga de tiempos de cuidados informales (especialmente por parte de familiares) y de desplazamientos en el caso de las cuidadoras formales, lo que les impide tener una atención suficiente en tiempo y funciones para ciertas personas que requieren de la ayuda domiciliaria. En entrevistas con proveedores se constató una amplia aceptación a participar en la oferta de servicios de la plataforma y dar mayor visibilidad a sus productos, así como la disposición a modificar rutinas de trabajo para dar respuesta las necesidades específicas que los usuarios pudieran solicitar.

5. Discusión de los resultados

Los resultados obtenidos se alinean con estudios que en los últimos años han hecho referencia a las carencias en atención y disponibilidad de servicios de proximidad para el desarrollo de una vida independiente en las zonas rurales (Banco de España, 2021; García Álvarez Coque, 2021; Prieto bueno & Cantero Garlito, 2020). Esta situación es resultado tanto del deterioro de las cualidades fisiológicas personales para el desempeño de las AVD (Prieto Bueno & Cantero Garlito, 2020) como de la falta de accesibilidad a servicios y productos básicos adaptados a las necesidades de este colectivo poblacional (atención sanitaria personalizada, acompañamiento en la ejecución de trámites administrativos o financieros, etc.), lo que alerta sobre la necesidad de integrar servicios de cuidado de larga duración y de calidad para garantizar el bienestar de las personas mayores y su derecho a vivir de forma independiente en la comunidad (Comisión Europea, 2021, pág.19).

Aunque el momento de crisis sanitaria en que se realizó el proceso participativo pudo influir de manera significativa en las carencias detectadas en cuanto en la provisión de espacios para la participación social y de oportunidades de desarrollo personal, lo cierto es que después de meses de confinamiento la adaptación de las actividades socio-culturales previas no se había realizado y era difícil encontrar espacios seguros para el encuentro social. Estos lugares de encuentro comunitario, como señala Monreal Bosch & Del Valle Gómez (2010), son fundamentales para fortalecimiento de la sociedad civil y para la cooperación entre las personas mayores como colectivo social, ayudando a construir proyectos de envejecimiento activo, por lo que se debería de trabajar en su consolidación y mantenimiento por medio de una gestión activa y profesionales comprometidos. También se señaló por parte de los participantes que, como apunta el informe del Consejo Económico y Social (2021, pág. 197), existe escasez y falta de adecuación del sistema de transporte público a las demandas de la ciudadanía mayor, lo que requiere de una reorientación de los transportes públicos colectivos para lograr una oferta más flexible, inclusiva y sostenible.

Por último, cabe señalar que, a pesar del reconocimiento por parte de algunos entrevistados (75 años o más) de su dificultad en el manejo de dispositivos digitales, muchos de los participantes de la muestra del estudio manifestaron hacer uso cotidiano de dispositivos móviles y redes sociales de comunicación (Whatsapp y Facebook) para comunicarse con familiares y amigos e informarse de actividades y eventos, lo que puede significar un cambio en las dinámicas de uso de estos aparatos por parte de la población mayor, coincidiendo con lo señalado por el último informe sobre brecha digital generacional de la Comunidad Valenciana (Papí Gálvez & La Parra Casado, 2023), especialmente después de la experiencia de la pandemia. Esto supone, por tanto, una oportunidad para la puesta en marcha de servicios digitalizados en la atención a este colectivo. Eso sí, siempre que estén acompañados de acciones formativas y de apoyo a las personas con menos recursos y competencias digitales como apunta el informe del Consejo Económico y Social (2021, p. 84).

6. Conclusiones

El resultado final del proyecto ha sido la creación de una plataforma web abierta al público en general para el intercambio de información y ofertas y demandas sobre productos en el entorno rural del ámbito piloto (URL: https://arados.es). El funcionamiento se basa en la creación de perfiles de usuario para poder validar las identidades de los participantes, habilitándose la posibilidad de cargar ofertas y demandas de manera continua, actualizándose los datos de forma inmediata. También acoge secciones sobre información de interés y buenas prácticas. Se reserva un amplio espacio para la interrelación social a través del foro de debate, en el que se pueden compartir experiencias y vivencias previas, las Redes Sociales ligadas al proyecto y la sección de tiempo solidario, donde los usuarios intercambian actividades, conocimientos y cuidados que se valoran en tiempo de dedicación. Se puede ver una imagen de la interfaz de la página de inicio de la plataforma web del proyecto en la Fig. 4.

Fig. 4 / Visualización de la página de inicio de la aplicación ARADOS web

Fuente: https://arados.es (fecha de referencia: 14-07-2022)

Finalizada la plataforma, se realizó una sesión informativa para explicar su manejo tanto a usuarios finales (personas mayores, cuidadores y proveedores) como a entidades que desarrollan su actividad en relación a la atención para el mantenimiento de la vida independiente de los adultos mayores en sus domicilios por el mayor tiempo posible. En ella participaron representantes de algunas administraciones locales como el Ayuntamiento de Renedo de Esgueva y de Tudela de Duero, técnicos y trabajadores de los CEAS de la mancomunidad y un número importante de usuarios, algunos de ellos, los propios participantes de las entrevistas. En el momento actual, la plataforma web se encuentra en fase de prueba por parte de los usuarios del valle del Esgueva para poder detectar, además de posibles fallas en su configuración, cuál es el nivel de aceptación y uso de esta aplicación: dificultades en su manejo, utilidad de las funcionalidades recogidas, versatilidad de contenidos, etc. Este trabajo se está llevando a cabo, una vez más, con la colaboración de agentes de desarrollo local que, además, se han ofrecido a ceder espacios para realizar algún taller de formación en el uso de la aplicación web por parte de la ciudadanía.

Cabe señalar que la propuesta basada en la digitalización y el uso de las TIC de este proyecto ha de enfrentar el problema de la brecha digital en su doble vertiente: tanto desde el punto de vista de la desigualdad en el acceso a infraestructuras de red del ámbito rural frente al urbano, como de las carencias en la comprensión y manejo de dispositivos electrónicos por parte de la población mayor (Morales Romo, 2016; Consejo Económico y Social, 2021). Frente a estas limitaciones detectadas durante el proceso participativo, y que pueden considerarse debilidades hacia el éxito y la sostenibilidad futura del producto obtenido, el proyecto ha contemplado dos acciones complementarias. Por un lado, se fomenta un uso de la plataforma comunitario y no individualizado, de manera que la información pueda llegar a todos los usuarios, incluso a aquellos que no tienen un acceso directo a tecnología digital, a través de posibles agentes intermedios (familiares, cuidadores, vecinos, etc.). Por otro lado, se han añadido al programa piloto sesiones de formación en los primeros meses de vida de la aplicación con el objetivo de mejorar la e-inclusión de la población rural, entendida como la capacidad para acceder de forma habitual y sencilla a los distintos servicios y programas existentes tanto «online» como «offline» y realizar un aprovechamiento de sus utilidades vinculado a las necesidades específicas de cada usuario (Abad Alcalá, 2014, p. 177).

De manera complementaria a la actual fase de puesta en marcha del piloto, se están definiendo las líneas de trabajo que en adelante pueden mantener viva la plataforma y retroalimentar su contenido y utilidad. Primeramente, se está valorando la cesión de la gestión a una Administración Pública con competencias en el desarrollo local y en la atención a la dependencia como puede ser la Diputación de Valladolid, para que la herramienta sea sostenible en el tiempo, ya que precisa de personal que administre y dinamice los contenidos. Por otra parte, también se plantea ampliar la plataforma con un observatorio de la amigabilidad de los entornos rurales mediante la definición y medición de indicadores.

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9. Listado de Acrónimos/Siglas

AAVD: Actividades Avanzadas de la Vida Diaria

ABVD: Actividades Básicas de la Vida Diaria

AEICE: Clúster de Hábitat Eficiente

AIVD: Actividades Instrumentales de la Vida Diaria

AVD: Actividades de la Vida Diaria

CEAS: Centros de Acción Social

DAFO: Debilidades, Fortalezas, Amenazas y Oportunidades

ICCL: Instituto de la Construcción de Castilla y León

ITCL Instituto tecnológico de Castilla y León

OMS: Organización Mundial de la Salud

RRSS: Redes Sociales

SIVI: Clúster de Soluciones Innovadoras para la Vida Independiente

TIC: Tecnologías de la Información y la Comunicación

WHO: World Health Organization


1 Según los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se define como adulto mayor a toda persona mayor de 60 años. Se considera que la persona adulta mayor, por naturaleza, ha alcanzado rasgos que se adquieren desde un punto de vista biológico, social y psicológico que derivan de experiencias y circunstancias propias y del entorno social y familiar enfrentadas durante toda su vida.

2 Este modelo de cooperación abierta ha sido el adoptado por la “Asociación para la Innovación en Envejecimiento Activo y Saludable” de la Comisión Europea en el desarrollo de soluciones digitales para la autonomía y la vida independiente. Establece cinco fases en el proceso de diseño de una solución digital en el que las personas mayores son parte activa del proceso de creación, estas son: empatizar, definir, idear, prototipar y evaluar. Se pretende con ello mejorar la acogida de la solución digital por parte de las personas destinatarias (Padial & al., 2018, pág. 492).

3 Para la que se han seguido los criterios de diseño expuestos por Luna García & Mendoza González & Álvarez Rodríguez (2015) para generar aplicaciones web con interfaces amigables con las personas mayores.

4 34,60% de población mayor de 65 años en localidades rurales de la mancomunidad según el padrón continuo a 1 de enero del 2020 (INE).

5 Para delimitar las áreas funcionales de la región castellano-leonesa, Pérez Eguíluz & Lalana Soto & Castrillo Romón (2021) lo han hecho en base al tiempo de recorrido por carretera, considerando un máximo de 30 minutos de distancia a núcleos mayores de 50 000 habitantes y de 20 minutos para los de 20 000 a 50 000 habitantes.

6 El Protocolo de Vancouver es un protocolo de investigación desarrollado en el marco del Proyecto “Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores” promovido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La metodología de investigación se basa en el trabajo con grupos focales para la evaluación de la “amigabilidad” de la comunidad y el entorno con las personas mayores, pudiendo localizar puntos débiles o ventajas específicas de cada localidad, barrio o ciudad.

7 La definición de las actividades de la vida diaria, también conocidas como AVD, (Acosta & González Celis, 2010, p.394), ha sido un concepto ampliamente utilizado en las ciencias de la salud para la evaluación funcional del adulto mayor en el desempeño de su independencia y autonomía personal, directamente relacionada con la percepción de su salud y calidad de vida. Se definen como aquellas tareas y rutinas que realiza una persona diariamente y que le permiten vivir de forma autónoma e integrada en la sociedad.