Estudios

CIUDAD Y TERRITORIO

ESTUDIOS TERRITORIALES

ISSN(P): 1133-4762; ISSN(E): 2659-3254

Vol. LIII, Nº 209, otoño 2021

Págs. 759-776

https://doi.org/10.37230/CyTET.2021.209.09

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Procesos de regeneración urbana en asentamientos humanos informales en América Latina

Alfredo Joaquín Gómez-Villanueva(1)
Golda Rolong-Ojito(2)
Kevin Rafael Therán-Nieto(3)

(1)Doctor en Proyectos y Decano Facultad de Arquitectura de la Universidad de la Costa (Colombia)
(2)Arquitecta y profesora de arquitectura de la Universidad de la Costa (Colombia)
(3)Arquitecto de Universidad de la Costa (Colombia)

Resumen: El objetivo de este artículo es analizar las estrategias de los procesos de regeneración urbana para la transformación integral y sustentable de los territorios con asentamientos humanos informales. La investigación se enfoca en entender las dinámicas sociales, urbanas y económicas, así como, las problemáticas de precariedad, exclusión y marginalidad que se originan en la consolidación de la informalidad urbana en América Latina. Los resultados definen estrategias de regeneración urbana con énfasis en el desarrollo humano sostenible de los asentamientos informales buscando el mejoramiento de la vivienda, calidad de vida, renovación del territorio, reactivación y rehabilitación paisajística.

Palabras claves: Sustentabilidad; Exclusión urbana; Marginalidad; Renovación del territorio.

Urban regeneration processes in informal human settlements in Latin America

Abstract: The objective of this article is to analyze the strategies of the urban regeneration processes for the integral and sustainable transformation of the territories with informal human settlements. The research focuses on understanding the social, urban and economic dynamics, as well as the problems of precariousness, exclusion and marginality usually originated in the consolidation of urban informality in Latin America. The results define urban regeneration strategies with an emphasis on the sustainable human development of informal settlements, seeking the improvement of decent housing, quality of life, territorial renewal and landscape rehabilitation.

Keywords: Sustainability; Urban exclusion; Marginality; Renewal of the territory.

Recibido: 13.06.2020; Revisado: 08.09.2020

Correo electrónico: agomez@cuc.edu.co.; Nº ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1163-5138;

Correo electrónico: grolong5@cuc.edu.co; Nº ORCID: https://orcid.org/0000-0001-8971-0399;

Correo electrónico: ktheran1@cuc.edu.co.; Nº ORCID: https://orcid.org/0000-0002-1357-6880

Los autores agradecen los comentarios y sugerencias realizados por los evaluadores anónimos, que han contribuido a mejorar y enriquecer el manuscrito original

El artículo hace parte de los resultados obtenidos en el desarrollo del proyecto de investigación de tesis doctoral sobre regeneración urbana en asentamientos informales adelantado por el autor Gómez-Villanueva en la Universidad Iberoamericana (UNINI).

1. Introducción

Es necesario iniciar definiendo:

“que los asentamientos informales son con frecuencia, vistos como problemáticos debido a la asociación que se hace de ellos con la pobreza, la irregularidad y la marginalización” (Lombard, 2015: 117).

Desde el contexto internacional, se tiene una concepción muy particular acerca de los asentamientos informales, como un fenómeno presente y característico de las ciudades latinoamericanas, siendo estas consecuencias de diferentes situaciones de índoles sociales, políticas y económicas, que implica su resolución y la implementación de procesos de mejoramiento y/o transformación a nivel urbano, así como la planificación y la gestión del territorio.

En ese sentido,

“la urbanización informal (ilegal, marginal, popular) es un tema que históricamente ha generado una enorme cantidad de investigaciones y aportaciones en América Latina, desde distintas ciudades y perspectivas teóricas” (Delgadillo, 2016: 83).

A nivel internacional, diversos investigadores han aportado a la discusión teórica de la consolidación y marginalidad urbana de los asentamientos informales analizando la exclusión social, ilegalidad y falta de infraestructura de servicios como rasgos comunes entre estos, desde el desarrollo informal en entornos insalubres, deficientes y pobres en la región africana (UNEP, 2006; Moser & Satterthwaite, 2008; Wakhungu & al., 2010), la informalidad urbana en Europa sudoriental y la ocupación ilegal de tierras por parte de la comunidad romaní en París (Francia) (Zeman & al., 2003; CEPE, 2009; Fra, 2009; Nalas, 2011; Parekh & Rose, 2011; Rosenfeld, 2015), hasta el crecimiento de slums, tugurios y barrios marginales en la región de Asia y el Pacífico, India y países del Golfo Pérsico (Chakrabarti, 2001; Kundu., 2003; ONU-Habitat, 2012; Jones, 2016; Jones, 2017).

Por otro lado, muchos son los factores que han influido en el crecimiento de los asentamientos humanos, como la industrialización de las ciudades, la creciente demanda de mano de obra y el aumento de la población a nivel mundial. La urbanización es una constante que se expresa en la construcción de nuevos conjuntos residenciales y conglomerados habitacionales legales en suelos urbanos de la ciudad, no obstante, muchas familias llegan al campo de la informalidad al no tener recursos económicos que les permitan acceder a una vivienda digna, mejorar su calidad de vida o simplemente poder subsistir diariamente. Desde una perspectiva general,

“las altas tasas de expansión y crecimiento de los asentamientos informales se deben a un crecimiento vegetativo de las ciudades, la recepción de población marginada por políticas económicas concentradoras y expulsoras de mano de obra y la inmigración” (Córdoba & Burgos, 2020: 65).

Por lo anterior, los asentamientos informales son escenarios en los cuales se presenta tenencia ilegal de terrenos, autoconstrucción de viviendas y de infraestructura de servicios, pésimas condiciones ambientales, así como la presencia de personas de bajos ingresos económicos; condiciones que están fuera de los procesos de planificación de las ciudades. La ilegalidad y marginalidad de estos asentamientos se presenta en distintas zonas del mundo, donde la precariedad de las viviendas, hacinamiento, falta de servicios públicos básicos y condiciones insalubres son constantes. Asimismo, estos asentamientos son:

“resultados de la dependencia del modelo capitalista y de múltiples maneras de exclusión y marginación de poblaciones” (Castañeda-Pérez & Hernández-Ramírez, 2021: 150).

De acuerdo con Clichevsky (2007) para el mejoramiento de asentamientos informales es preciso la formulación de políticas de intervención urbana articuladas con políticas de fortalecimiento de la economía formal (Empleo, mejora salarial, etc.). Por tal razón, el mejoramiento de las condiciones desfavorables de las comunidades en asentamientos informales debe abordarse desde un enfoque multidisciplinar, permitiendo la adecuada transformación del territorio y calidad de vida. Esto mediante estrategias y procesos de regeneración urbana.

El proceso de regeneración urbana debe responder a una resolución integral de los problemas urbanos, buscando resolver las falencias en el ámbito económico, físico, social y ambiental. Es decir, el entorno urbano se entiende como un elemento compuesto por pequeñas subelementos que permiten el desarrollo humano. El éxito de la regeneración urbana requiere de un enfoque integral en que se contemplen aspectos legales y financieros, y cuestiones de carácter físico-espacial, incluyendo como elementos estructuradores las perspectivas social y medioambiental (ONU-Hábitat, 2016). Por lo tanto, dicho proceso debe dar respuesta a través de una sola intervención a todas las necesidades que se manifiestan en el entorno urbano, en este caso en los asentamientos humanos informales;

“no debe estar exclusivamente enfocado en un solo aspecto – por ejemplo, la estética urbana o la actividad comercial – sino que debe centrarse simultáneamente en todos los elementos o circunstancias deterioradas del área urbana.” (Iraegui, 2015).

Desde esta perspectiva, ¿cómo el enfoque de desarrollo humano sostenible contribuye en la estructuración de la regeneración urbana en asentamientos humanos informales?

El objetivo de este artículo es analizar y definir las estrategias y/o herramientas de regeneración urbana aplicables en comunidades con asentamientos humanos informales, buscando transformar territorios degradados y con problemáticas sociales, económicas, ambientales y urbanas relacionadas con la precariedad, marginalidad y exclusión urbana. Igualmente, el artículo analiza las condiciones, características, rasgos y situación de los asentamientos humanos informales en el contexto latinoamericano. Asimismo, se presenta un estudio de cinco asentamientos informales localizados en la ciudad de Barranquilla (Colombia) y su área metropolitana (Área Metropolitana de Barranquilla, AMB). Estos últimos como muestra del estudio donde fuesen aplicables y válidas las estrategias de regeneración urbana con un enfoque hacia el desarrollo humano sostenible.

La investigación realizada contribuye a la generación de nuevo conocimiento acerca de los asentamientos informales en la región de América Latina, teniendo en cuenta que se enfoca en interpretar los procesos de construcción, transformación y consolidación, y entendimiento de las dinámicas sociales y urbanas que contribuyen al crecimiento de los asentamientos informales. Se buscó proponer soluciones conceptuales y prácticas desde la dimensión sociocultural, económica y urbano-ambiental para este tipo de asentamientos, por medio de procesos de regeneración urbana con un enfoque hacia el desarrollo humano sostenible.

2. Revisión de la literatura

2.1 Informalidad urbana en Europa, Asia y el Pacífico, y África.

La pobreza es el principal problema de las ciudades del tercer mundo, con lo cual se definen la forma de las ciudades y su estructura espacial. Ello se refleja en el actual proceso de urbanización y su continuo y rápido crecimiento, sin que se solucionen los problemas más esenciales. Los pobres en la búsqueda de un techo invaden terrenos públicos o privados, compran terrenos en subdivisiones ilegales, alquilan espacios con altos niveles de hacinamiento en inquilinatos, pensiones o villas de emergencia o simplemente una cama. Por ello el proceso de construcción de estos asentamientos contribuye al crecimiento horizontal de las ciudades (Torres, 2009). En los países en vía de desarrollo, los asentamientos informales son muy comunes, aunque reciban diversos nombres por su origen o exclusión, el denominador común es la pobreza y la marginalidad.

En la región africana, más del 90 % del nuevo desarrollo urbano es informal, si bien las ubicaciones, los estándares de construcción, las densidades de población y otros aspectos de los asentamientos informales varían enormemente, muchos asentamientos informales se caracterizan por graves problemas ambientales. En muchos casos, un entorno sanitario deficiente, una ubicación peligrosa y la falta de servicios básicos significa que los problemas de salud ambiental afectan la calidad de vida y las expectativas de vida de los habitantes (Wakhungu & al., 2010). En países como Sudáfrica se presentan problemas urbanos relacionados con las comunidades precarias y/o asentamientos informales. Los asentamientos informales siguen siendo precarios en las principales ciudades del país, construyéndose estos en las periferias y caracterizados por una infraestructura y entorno inadecuado, alta densidad poblacional, condiciones insalubres y numerosos incendios que presentan debido al material de construcción (plástico, cartón, madera, etc.), pobreza, disminución de las tasas nutricionales y de salud, y alta deserción escolar (Moser & Satterthwaite, 2008). En Nairobi existen 134 asentamientos informales, siendo Kibera el barrio marginal más grande y hogar de un cuarto de millón de personas (UNEP, 2006).

Por otro lado, según la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa CEPE (2009), más de cincuenta millones de personas en la región de Europa central viven en algún tipo de asentamiento informal. Un estudio de la CEPE (2009) reveló que el problema es significativo en más de 20 países. Los asentamientos informales en la región cubren desde adaptaciones no autorizadas, construcción sin planificación y/o permiso de construcción, hasta ponerse en cuclillas en la tierra de otra persona (Rosenfeld, 2015). De acuerdo con Nalas (2011), en la región de los Balcanes y Europa sudoriental existe un porcentaje considerado de asentamientos informales; en países como Bosnia y Herzegovina, Serbia y Albania, la informalidad urbana ocupa del 25-50 % de las áreas del suelo urbano destinado para uso residencial.

En Europa se identifican asentamientos informales originados y autoconstruidos por la comunidad romaní. Como grupo migratorio, sin acceso a otras formas de vivienda, los romaníes a menudo construyen alojamientos improvisados sin permiso, en terrenos públicos o privados que no son de su propiedad. Son, por lo tanto, bajo amenaza de desalojo constante. La tierra es a menudo marginal y contaminada, con sitios cerca de instalaciones industriales, vertederos o antiguos depósitos de desechos mineros que aumentan la exposición potencial a patógenos y contaminación química. Además, porque de la naturaleza ilegal e informal de sus asentamientos, las autoridades han sido reacios a formalizar servicios (Zeman & al., 2003) (Fra, 2009) (Parekh & Rose, 2011). Un ejemplo de esto es el asentamiento informal de Triel sur Seil localizado en París (Francia), conformado por 200 personas asentadas en un sitio que fue una vez vertedero de aguas residuales y desechos industriales (Chaudhuri, 2017).

En Asia, los asentamientos informales surgen no solo en tierras desarrolladas privadas y estatales, sino también en tierras consideradas por el sistema formal como inadecuadas y marginales para el desarrollo, como las tierras bajo las autopistas y los corredores ferroviarios contiguos (Jones, 2017). Los estudios en otras regiones, como el Pacífico asiático, indican que a medida que las poblaciones intensifican el patrón de tipos de ubicaciones donde los asentamientos informales se integran, se vuelven cada vez más claros y diversos. Los patrones espaciales de los asentamientos informales reflejan la utilización de los bordes de ríos y estuarios, tierras de acreción en foreshores oceánicas y de lagunas, servidumbres eléctricas, humedales de manglar, lagunas mareales y pantanos, cementerios, peri-tierras urbanas de borde, sitios de eliminación de desechos y aldeas nativas tradicionales con acceso a tierra firme (Jones, 2016).

En la región asiática del pacífico es muy común que los asentamientos informales ocupen tierras de protección ambiental. Lo que supone un riesgo para los pobladores. Asentarse en bordes de ríos presume el peligro de inundaciones en cualquier momento, especialmente, en temporada de lluvias; cerca de estaciones eléctricas pone inmediatamente en riesgo la vida de los habitantes; y en zonas de eliminación de desechos aumenta el índice de enfermedades. La demanda de vivienda asequible y la proximidad a puestos de trabajo en las zonas urbanas deprimidas ejercen presión sobre los terratenientes existentes, los pobladores y sus viviendas, y como tal, la intensificación de los asentamientos informales y la aparición de barrios marginales son inevitables. Esto conduce invariablemente a la fragmentación incontrolable de la tierra, como la subdivisión, así como a viviendas más pequeñas (Jones, 2017).

Por lo anterior, en el sudeste de Asia, 72’500.000 personas viven en asentamientos informales; Indonesia y Filipinas, concentran entre 28’000.000 a 23’000.000, respectivamente, de personas en la informalidad; en Nueva Delhi, hay cinco categorías de asentamientos informales que van desde tugurios hasta colonias no autorizadas y aldeas urbanas (Chakrabarti, 2001; Kundu, 2003). En cuanto a la región árabe, la proporción de viviendas precarias varía de un país a otro. En algunos países de la región, los asentamientos y viviendas informales forman lugares marginales y aislados, mientras que, en otros del 67 % al 94 % de los residentes urbanos vive con una o más privaciones relativas a la vivienda. En algunos países del Golfo, por ejemplo, las condiciones de la vivienda de los trabajadores inmigrantes con bajos ingresos suelen ser muy pobres con respecto al resto de la población urbana (ONU-Habitat, 2012).

2.2 Asentamientos informales en América Latina

“Los barrios o colonias populares, o simplemente asentamientos informales, son mayoritarios en las ciudades de América Latina” (Hernández & Sierra, 2019: 70).

A pesar que la arquitectura y urbanismo informal son evidentes en las ciudades latinoamericanas, solo recientemente su estudio se ha incorporado tímidamente a los currículos de la formación de arquitectos en la región de manera consistente (Miranda, 2017). Junto con el cambio climático y los riesgos que este genera en la mayoría de países latinoamericanos, los asentamientos informales constituyen un problema urbano de varias ciudades de la región: viviendas autoconstruidas, suministro ilegal de servicios básicos y ocupación de zonas de reserva. Asimismo, los residentes de asentamientos informales en la región son algunos de los grupos urbanos más vulnerables a los efectos del cambio climático (Núñez-Collado & Wang, 2020).

América Latina es una de las regiones del mundo donde gran cantidad de personas habitan en asentamientos informales o, en su defecto, en viviendas precarias. Según una evaluación de 15 países de América Latina, por lo menos el 25% de la población urbana de la región vive en asentamientos informales (MacDonald, 2004). La informalidad en la región latinoamericana ha crecido en los últimos años y tienen una peculiaridad respecto a este tipo de asentamientos a nivel mundial. En esta región, según Clichevsky (2003), se pueden observar dos tipos de informalidad en asentamientos: Desde el punto de vista del dominio, la informalidad urbana se da por ocupación de tierras públicas o privadas en aglomeraciones como villas, favelas, callampas, barriadas y tugurios, donde se ocupa de forma clandestina e irregular los lotes; y desde el punto de vista de la urbanización, donde la tierra ocupada no tiene condiciones urbano-ambientales para ser de uso residencial, es decir, son espacios en condiciones de riesgo ya sea por inundación, contaminación, cerca de zonas industriales, sin infraestructura de servicios, difícil acceso de transporte público y sin cobertura educativa.

Los principales condicionantes para la generación de asentamientos informales en las ciudades de Latinoamérica son los acelerados procesos de urbanización sin planificación urbana. Según lo definido por Fernandes (2011) citado en Chanampa (2015), en la mayoría de las ciudades latinoamericanas dentro los últimos veinte años, los procesos de configuración urbana se crearon a partir de la existencia de asentamientos informales. Es así, como la informalidad urbana en la región latinoamericana tiene sus raíces en ciertos aspectos fallidos de la planificación urbana. Entre los mismos, destacan la expansión de las ciudades, el empobrecimiento de la población, las lógicas de mercado y la escasa participación del Estado frente al manejo de este mercado (Observatorio geográfico de América Latina, 2014).

Por su parte, la falta de planificación urbana ha ocasionado el surgimiento espontáneo de barrios precarios e informales. Los asentamientos informales operan al margen de las regulaciones formales de desarrollo urbano y albergan entre un 20 % y un 50 % de la población de las ciudades más grandes de América Latina. Las condiciones de vida en estos asentamientos son generalmente deplorables, debido a las grandes deficiencias de infraestructura básica, servicios urbanos y malas condiciones ambientales (MacDonald & Simioni, 1999). El déficit y poco acceso a vivienda o seguridad en la tenencia de una vivienda ha llevado a personas de escasos recursos o en situación de desplazamiento y vulnerabilidad, construir de manera ilegal asentamientos humanos. Del total de personas con pobreza económica en América Latina, aproximadamente el 23.5 % (42’300.000 personas) viven en asentamientos informales (Acij & al., 2015).

En el caso de Latinoamérica es bastante común que el factor incidente en estos procesos de informalidad urbana sea la problemática de guerras civiles y la represión social. Con esto, las migraciones de gran importancia entre el campo y la ciudad en Latinoamérica se convierten en una forma de violencia que justifica o promueve las acciones de desplazamiento de la población rural en busca de refugio en las cabeceras municipales de las ciudades más grandes, y que, en teoría, son escenarios para un mejor vivir. Como producto de este fenómeno se encuentra que, la expansión de los asentamientos informales en las grandes ciudades está asociada, como fue mencionado anteriormente, con una idea social de buscar mayores servicios y oportunidades.

Por otra parte, al campo de la planeación urbana le corresponde incorporar de manera activa la visión de trabajar por la segregación residencial y socioeconómica que caracteriza a las diferentes ciudades en Latinoamérica y que fomentan el crecimiento y/o consolidación de los asentamientos informales. Kaztman (2003) citado en Vargas & Jiménez (2013), propone que con la segregación residencial se llega a un consecuente aislamiento de la población en el entorno urbano. Esta separación contribuye a una exclusión desde distintas dimensiones: la educacional, de servicios y usos de lo público, y la laboral. También se suma que los habitantes de los asentamientos informales tienden a convivir y, de alguna manera, llegan a aceptar la existencia de comportamientos delictivos en su entorno, incorporándolas en sus conductas sociales. Estas actitudes obviamente están fuera de los parámetros normativos sociales, lo que promueve aún más el rechazo social por parte de otras poblaciones o barrios cercanos a los sectores informales.

De ese modo, las poblaciones informales de Latinoamérica, al residir en espacios segregados de las ciudades, deben coexistir con una calidad de hábitat deficiente, pero a la vez son capaces de generar un espacio excluido de residencia que se constituye como un espacio territorial relativamente homogéneo, propicio para el desarrollo de comportamientos asociativos y sociales, frente a los problemas comunes que se puedan presentar. Asimismo, López (2016) expone que, los asentamientos informales en la región se enfrentan y son vulnerables a los riesgos naturales particulares de los terrenos y zonas donde se localizan. Además, la tenencia del terreno es insegura y las familias asentadas se exponen constantemente al desalojo y enfrentamientos con la fuerza pública.

En el caso de Buenos Aires, Argentina, los primeros asentamientos informales surgieron en la década de 1930; para el año 2010 aproximadamente 163587 personas vivían en villas o asentamientos informales, uno de los casos recientes es la ocupación del Parque Indoamericano donde las personas asentadas son individuos que habían sido expulsados por un mercado inmobiliario informal y no tenía otra alternativa que ocupar esta tierra. Incluso los asentamientos informales de la ciudad, que tradicionalmente servían como refugio para los pobres, no los recibirían (Van Gelder & al., 2016). Tal vez, por las altas tasas de ocupación de la tierra en los asentamientos informales tradicionales o como un rechazo y exclusión social por parte de ellos.

En Brasil, entre el 20 % y el 25 % de las viviendas en las principales ciudades nacen de una ocupación ilegal de tierras. Por ejemplo, en Rio de Janeiro, entre 1961 y 2009 el número de habitantes de las favelas y de otros asentamientos informales aumentó del 10 % de la población a más del 20 % (de trescientos mil a un millón de personas); los índices de crecimiento informal han sido más altos que los índices de crecimiento de la población urbana y de la incidencia de la pobreza (Fernandes, 2011). Según Dowall (2007) en São Paulo, las viviendas informales aumentaron de un 6.9 % a un 11.9 % del total entre 1991 y 2001. Es a finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI, en el caso de las ciudades brasileras, que se presentaron los casos de ocupación ilegal de tierras y asentamientos informales, tal vez, ocurriendo esto como una necesidad latente de la comunidad por la tenencia de vivienda segura o, por lo menos, un lugar donde pudieran vivir.

En ese sentido, Brasil es uno de los países latinoamericanos que más concentra asentamientos informales en su territorio, aproximadamente 9.9 % del suelo urbano es ocupado por asentamientos informales; en el país se generó la informalidad tempranamente ante la falta de mercado de suelo regulado, las favelas son el ejemplo más grande de la informalidad en Latinoamérica las cuales se presentan en la mayoría de los centros urbanos del país, están en tierras de reserva y/o no urbanizables por motivos ambientales o topológicos (Acosta, 2015). De esta forma, la presencia de asentamientos informales en Brasil está acompañada de la falta de servicios públicos, condiciones insalubres del ambiente, seguridad de la tierra, de suelos urbanizables, marginalidad y exclusión urbana.

De acuerdo con Perlman (2019: 217), las favelas como asentamientos informales en Río de Janeiro:

“no son marginales, pero están activamente marginalizadas por un sistema que se beneficia del mantenimiento de la desigualdad, la exclusión y la represión”.

Butera & al. (2019) analizan el acceso a la energía como un aspecto particular y poco estudiado en los asentamientos informales en Brasil, teniendo como caso de estudio Reta Velha y Jardim Bom Retiro, dos comunidades informales en Río de Janeiro. El análisis de pobreza energética muestra que en Jardim Bom Retiro 47% de los hogares está por debajo del umbral de pobreza energética; en Reta Velha, el porcentaje es mucho menor: 20.6 %. Además, debido a los servicios muy deficientes de agua, alcantarillado y recolección de residuos disponibles, la gente podría percibirlos como más críticos y importante que la energía que, de lo contrario, está limitada solo por la capacidad y / o voluntad de gasto individual (Butera & al., 2019).

Por su parte, en la época de 1940 los asentamientos informales empezaron a presentarse en las grandes ciudades de México, principalmente formadas por población que emigró del campo a la ciudad en búsqueda de empleo, la mayoría de estas personas, al no tener recursos para vivir dentro de la ciudad formal, tenían que recurrir a asentarse principalmente en las periferias aun sabiendo que esos terrenos no contaban con ningún tipo de servicio e infraestructura urbana. Gran parte de estos asentamientos informales creados hace más de 75 años ahora forman parte de la ciudad formal (Acosta, 2015). En la ciudad de México uno de los aspectos que contribuye al aumento de la informalidad urbana son los fraccionadores ilegales quienes venden lotes de 200 metros cuadrados en montos que se han ido incrementando desde el año 2005 (anticipos y pagos mensuales) (Delgadillo, 2016: 95).

Por su lado, en las zonas del Perú, Calderón & al. (2015) describen que, entre 1993 y 2012 los asentamientos informales se han triplicado y su población casi se ha duplicado. Perú trabaja por gestionar y mejorar algunas condiciones sociales a partir de la dinamización de procesos para mejorar el trabajo de la política urbana y lograr desarrollar más la igualdad de oportunidades sociales, tanto laborales como para la adquisición de vivienda. Otros países latinoamericanos como Chile, Argentina y Uruguay no son ajenos a las problemáticas relacionadas con los asentamientos informales y la ocupación del suelo urbano. De acuerdo con investigaciones científicas de Atria & Pérez. (2015), Chile en el año 2007 tenía un total de 533 asentamientos informales en su territorio, 28.578 familias en la informalidad y un 51 % de tenencia segura del terreno; Uruguay para el 2008 concentró 566 asentamientos informales y 63.275 familias en estos, y 64.2 % de tenencia segura del terreno; por último, Argentina, en el 2013 los asentamientos informales ascendieron a un total de 1834 y 532.800 familias, con tenencia segura de terreno equivalente a 16 %, siendo la tasa representativa más baja de esa región suramericana.

Entre tanto, en países como Venezuela, de acuerdo con la investigación realizada por Silva (2016), actualmente la mitad de la población de Caracas vive en asentamientos informales, aunque en términos de territorio representan una cuarta parte de la huella urbana: entre 1966 y 2014 se cuadriplicó las áreas de los barrios informales de 13.5 km² a 43.3 km². Esto debido al aumento de la población urbana originado por las migraciones. De la misma forma, en la ciudad de Quito, Ecuador, la ocupación informal de suelos rurales y de conservación ecológica, y su conversión en suelo urbano, creció desde la década de 1970, a través de invasiones y venta de lotes en mercados informales, principalmente en los contornos de la ciudad en expansión. Cientos de miles de viviendas, muchas precarias, se han ido erigiendo sobre zonas agrícolas, ganaderas, de protección ecológica, quebradas, incluso en zonas consideradas de alto riesgo (Gómez & Cuvi, 2016).

En Nicaragua, se encuentra una comunidad llamada Nueva vida compuesta por secciones comunmente clasificadas como asentamientos informales. Los residentes enfrentan una carga de salud compleja normalmente asociada con comunidades empobrecidas e informales. Los problemas de salud en la comunidad incluye dietas pobres y deficientes en nutrientes que resultan en altas tasas de hipertensión, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiacas. Además, el cáncer de cuello uterino se había convertido en una enfermedad crónica en el asentamiento, embarazo en la adolescencia, asma (probablemente por quemar basura y estufas al aire libre) y cortes, raspaduras, heridas que se infectan son otros temas de interés (Curtis & al., 2017). Asimismo, Los Platanitos es un asentamiento informal en República Dominicana, esta comunidad aún no cuenta con servicios formales de infraestructura, las tasas de desempleo y pobreza siguen siendo altos y los niveles de educación son muy bajos. Al mismo tiempo, los residentes han desarrollado estructuras de apoyo comunales en forma de redes económicas informales, estructura de gobierno y mecanismos de apoyo social (Sletto & Nygren, 2016).

En el contexto colombiano, según Torres (2008), los asentamientos informales se conforman como unidades urbanas que ocupan zonas de protección ambiental, presentándose problemáticas relacionadas con inundaciones, deslizamiento, contaminación y falta de conexiones al servicio público. De igual forma las viviendas son precarias, autoconstruidas y uso de materiales como la madera, cartón, plástico o láminas de zinc. Para Rodríguez & al. (2014), en Colombia por razones de segregación social, los asentamientos informales se ubican principalmente en zonas de alto riesgo ambiental, como deslizamiento de tierras por la inestabilidad del terreno o inundaciones producidas por arroyos en temporadas de invierno. Esto último característico de la ciudad de Barranquilla. En la ciudad de Bogotá (Colombia) en el año 2017 presentaba 20.819 asentamientos ilegales, algunos constituyen barrios enteros y están en alto riesgo de desastre, donde la mayoría de las familias son vulnerables y la densidad poblacional es elevada (Semana, 2017). Por ejemplo, la localidad capitalina de Ciudad Bolívar tiene un nivel de ocupación extremo producto del desarrollo de asentamientos informales (Pava, 2017).

Por su lado, en los asentamientos informales de la ciudad de Medellín (Colombia) se observa carencia definitiva de conexiones de servicio público (Torres, 2008) y niveles altos de pobreza, delincuencia y, marginalidad social y urbana. Un caso de esto es el barrio Santo Domingo Savio, localizado en la Comuna Popular 1, formado por la ocupación marginal e ilegal de la tierra y marcado por la violencia y pobreza, tal como lo expone Ballesteros & al. (2010). Según Smith & al. (2020) quién estudia las estrategias de mitigación planteadas para la gestión del riesgo por deslizamientos en asentamientos informales de Medellín, expoque que la urbanización continúa impulsando el crecimiento de los asentamientos informales en tierras expuestas a peligros como deslizamientos de tierra, aumentando el riesgo por desastres entre poblaciones de bajos ingresos.

2.3 Informalidad urbana en Barranquilla (Colombia)

En el caso de la ciudad de Barranquilla (Colombia), de acuerdo con Gómez & Monteagudo (2019) las viviendas de los asentamientos informales están caracterizadas por la falta de infraestructura y material adecuado de construcción. Lo que hace a estos sectores vulnerables en cuanto a riesgos medioambientales y climáticos, y falta de confort tanto térmico como humano. Así mismo, se presenta un déficit en pavimentación de vías, equipamientos institucionales, vivienda digna y de calidad, y espacio público y/o zonas verdes; sumado la exclusión y marginalidad urbana. Tal como lo expone Torres (2008), en Barranquilla la mitad de la población de estratos medios y bajos residen en los asentamientos informales, habitando viviendas precarias autoconstruidas. Uno de los rasgos comunes de los asentamientos informales en la ciudad es la precariedad de las viviendas, autoconstruidas con materiales como madera, cartones, plásticos o láminas de zinc, con una improvisación de divisiones internas, sin acceso de forma legal a los servicios públicos e insalubridad.

En zonas aledañas a la ciudad de Barranquilla, en los últimos años, se han vuelto comunes los asentamientos informales. En el departamento del Atlántico hay unos 78.845 km² de terrenos con características de playa marítima y terrenos de tajamar, pero aproximadamente 56.061 km² se encuentran ocupados a través de títulos de propiedad ineficaces y delimitados de manera irregular (Jiménez, 2019). En las zonas cercanas a la Ciénaga de Mallorquín en Barranquilla, correspondiente a un sector del barrio Las Flores, 300 familias viven en la informalidad. Las viviendas son construidas como palafitos, sin técnica o condición de habitabilidad (Fig. 1). Esta es la manera que muchas personas han encontrado de habitar una vivienda.

Fig. 1/ Ocupación de la ciénaga de Mallorquín por asentamientos informales en el barrio Las Flores.

Fuente: Archivo personal.

Los asentamientos informales en el territorio han crecido de forma vertiginosa en el período comprendido entre los años 2016 y 2019, producto de las migraciones internacionales y nacionales, de igual forma, en la región atlanticense la informalidad urbana creció para el periodo comprendido entre 2010 a 2013 a causa de los desastres naturales y desplazamientos forzosos. Para el año 2013, según los resultados obtenidos los asentamientos informales en la ciudad ocuparon zonas cercanas a cuerpos de agua, humedales o arroyos, como es el caso de la informalidad urbana presenta en el sector sur de la ciudad. Para el año 2018, 150 familias ocuparon de manera ilegal suelos en periferias urbanas del AMB. En la investigación realizada se seleccionó cinco asentamientos informales localizados en Barranquilla y su AMB, identificando en estos aspectos como cantidad de la población, acceso a servicios, material de construcción de viviendas, necesidad habitacional y percepción de la seguridad (Fig. 2).

Indicador/Nombre

Los Carruajes

San Vicente

Villa Mojón

Palo Alto

Villa del Mar

Localización

Galapa

Soledad

Barranquilla

Barranquilla

Barranquilla

Población

100-200 hab.

200-500 hab.

100-200 hab.

200-500 hab.

200-500 hab.

Viviendas potenciales

20-30

15-20

30-40

30

30

Materiales predominantes
de construcción

Madera-Plástico

Madera

Madera

Madera

Madera

Suelo

Urbanizable

Urbanizable

En riesgo

Urbanizable

Protección y reserva

Estado legal

No

No

En trámite

En trámite

En trámite

Acceso a servicios

Agua potable y energía eléctrica (Acceso ilegal)

Agua potable y energía eléctrica (Acceso ilegal)

Agua potable, energía eléctrica y gas domiciliario (Acceso ilegal)

Energía eléctrica en trámite y aseo legal

Agua potable y energía eléctrica (Acceso ilegal)

% de Necesidad habitacional

100

20

95

10

60

Cercanía a transporte
público (aprox.)

15 min.

10 min.

5 min.

5 min.

10 min.

Proyección de permanencia
de la comunidad

Alta

Alta

Alta

Alta

Alta

Necesidad más urgente
del asentamiento

Vivienda e infraestructura; Desarrollo comunitario

Vivienda y acceso a servicios públicos

Vivienda y acceso a servicios públicos

Acceso a servicios públicos, infraestructura y ambiental

Acceso a servicios públicos, infraestructura y vivienda

Percepción de inseguridad

Baja

Muy alta

Media

Media

Media

Fig. 2/ Comunidades en asentamientos informales en Barranquilla y AMB.

Fuente: Elaboración propia con base en datos proporcionados por Techo Barranquilla (2018).

De acuerdo con lo anterior, aproximadamente más de 2000 personas en casi 200 viviendas viven en los asentamientos informales estudiados en la ciudad de Barranquilla y su AMB. Además, los asentamientos informales necesitan con urgencia acceso a los servicios públicos y adecuada infraestructura y vivienda. Dos asentamientos informales, Villa Mojón y Villa del Mar, ocupan suelos no urbanizables (En riesgo y en protección y reserva); en estas comunidades es necesario la reubicación o reasentamiento de 70 familias y un total de 700 habitantes. En el resto de las comunidades, en los procesos de mejoramiento y regeneración se puede trabajar directamente en el suelo urbano donde se encuentran, buscando tramitar la legalidad de estos.

2.4 La regeneración urbana y los asentamientos informales

La regeneración urbana no solamente abarca temas de espacio urbano, también entra en el campo sociocultural, político y económico. La regeneración urbana de un sector deteriorado, vulnerable, decadente o que presente ciertos problemas urbanísticos y de crecimiento informal, solamente se logra con la gestión y actuación de todos los agentes que se desenvuelven en la sociedad. La transformación o mejora de las condiciones urbanas en sectores con asentamientos informales se ha llevado a cabo por medio de la regeneración urbana. En este caso, el proceso de regeneración se caracteriza por actuaciones integradas que buscan la mejora del ámbito urbano de forma coordinada y sin limitarse a elementos puramente estéticos, tocando también temas sociales y económicos (Iraegui, 2015).

De esa forma, teniendo en cuenta que Arteaga & Escallón (2012: 59) definen la regeneración urbana como:

“la visión y acción comprensiva e integral que se dirige hacia la resolución de problemas urbanos y que busca dar un mejoramiento permanente en las condiciones económicas, físicas, sociales y medioambientales de un área que ha sido objeto de cambio”.

Por consiguiente, existen diferentes enfoques para la regeneración urbana: la reubicación de actividades y empresas, a veces de residentes de forma temporal o permanente; la actualización y modernización de las infraestructuras urbanas y, en algunos casos, la modificación en los usos del suelo y de la estructura de la propiedad.

Por otra parte, existen otros instrumentos de intervención urbana cuya finalidad es trabajar por el mejoramiento de las problemáticas urbanas. Sin embargo, su enfoque no es de transformación integral como la regeneración urbana sino cambios parciales a nivel estético o recuperación paisajística. En ese sentido, se pueden identificar varios procesos como: la rehabilitación urbana enfocado en restituir las características físicas y estéticas del entorno urbano degradado a su estado anterior (Iraegui, 2015), incluyendo estrategias para evitar el continuo deterioro del tejido urbano y social (Rubio del Val, 2013); la renovación urbana centrada en remodelar los espacios antiguos y viejos para construir ámbitos urbanos nuevos (Iraegui, 2015); y la revitalización urbana cuyo objetivo es detener las consecuencias del deterioro urbano y ambiental de un sector, ayudando a la cohesión social y fortalecimiento de la comunicación entre ciudadanos (Yague, 2017).

De acuerdo con Remesar (2012), la regeneración urbana es un instrumento de intervención enmarcado por estrategias y políticas de actuación, que tiene estas características:

En cuanto a procesos relacionados con regeneración urbana, Zheng & al. (2016), exponen que en el contexto de la ciudad de Hong Kong (China), los indicadores que evalúan la sostenibilidad antes de hacer la regeneración urbana son: el aspecto social, la economía y el trabajo, los recursos y el medio ambiente, y el uso del suelo, identificando una metodología para esta, que incluyan la conservación, la rehabilitación, la reurbanización y la revitalización, todo enmarcado por el desarrollo humano sostenible. Del mismo modo, Ploegmakers & Beckers (2014) hablan de los condicionantes en un proceso de regeneración urbana, teniendo en cuenta los casos aplicados en Países Bajos. Las intervenciones de regeneración en esta región incluyen mejoras, incentivos para el desarrollo empresarial, programas de formación y educación, reglamentos ambientales y de planificación, servicios de mejora de la salud y delincuencia, así como actividades de reducción de la pobreza.

Por otro lado, es importante resaltar que en los últimos años han surgido cambios profundos y acelerados de las políticas urbanas en muchos países europeos, y más concretamente en lo que se refiere a las políticas de regeneración urbana llevadas a cabo a nivel de los barrios precarios e informales. La agenda de transformación para este tipo de procesos ha llegado a incluir cada vez más puntos de vista innovadores, incluyendo la sostenibilidad ambiental, multiculturalismo e inclusión social; implementando a su vez la gobernanza de las redes, como la coordinación multinivel, cooperación público-privada y participación ciudadana (Pares & al., 2012).

En ese sentido, Lees & Melhuish (2015), resaltan que en el Reino Unido lo propuesto por el informe del Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, CNUAH (2004), señala que la regeneración urbana ha llegado a aportar en el desarrollo de la órbita de la vivienda social. Con ese enfoque, Ellerton (2011), afirma que en ese país los procesos de regeneración urbana incluyen elementos conectados entre sí y las demandas específicas de los sectores a intervenir. Por su parte, Mamdouh & al. (2017), presentan puntos claves para la sostenibilidad de la transformación de los asentamientos informales, aplicables en procesos de regeneración urbana. Estos son:

    1. Maximizar el crecimiento económico y reducir el desempleo mediante la creación de oportunidades de empleo con capital intensivo pequeño.

    2. Invertir en sectores comerciales de rápido crecimiento exitoso, como manufactura y actividades agrícolas, como apoyar la manufactura o el procesamiento de costura de alimentos, mezcla de detergentes, agricultura simple y producción de animales. agricultura.

    3. Educar a las generaciones futuras, lo que significa, de manera secuencial, un mayor nivel de vida y un mejor ambiente de vida, considerando diferentes programas que mejoran el crecimiento de las actividades y, por lo tanto, mantienen los niveles de empleo y crean mejores oportunidades de empleo.

    4. Desarrollo de servicios, diseño de viviendas y transporte para ampliar el potencial de empleo en el área. La creación de espacios sociales urbanos permite la diversidad del entorno cultural, educativo y social.

    5. Promover proyectos de erradicación del analfabetismo en instituciones voluntarias, especialmente para mujeres y adultos jóvenes.

En el contexto colombiano, particularmente en la ciudad de Barranquilla, Gómez & Monteagudo (2019), proponen un modelo de regeneración urbana con un enfoque hacia la sostenibilidad. Los investigadores establecen políticas, herramientas e instrumentos de la regeneración urbana, estas se enmarcan en instrumentos de multidimensionalidad (física, social, política y ambiental), planificación estratégica (Plasmar la visión integrada del territorio), focalización territorial (Contexto territorial de áreas urbanas en crisis), recuperación socioeconómica (Fortalecimiento de centralidades periféricas), servicios y dotaciones (Desarrollo de equipamientos), espacio público y rehabilitación (Calidad paisajística del entorno y regeneración del espacio público), cooperación público-privado (Proyectos de regeneración urbano), cooperación entre lo local y nacional, y planes urbanísticos. Todo esto con la premisa de la transformación integral del territorio ocupado por asentamientos humanos informales.

3. Metodología

La investigación realizada es de tipo cuantitativo y cualitativo, con enfoque metodológico descriptivo y exploratorio, que permitieron entender el fenómeno de los asentamientos informales en Latinoamérica, desde distintos ángulos, dimensiones y perspectivas teóricas; con el diseño metodológico experimental y transaccional, se estructuró un análisis descriptivo y correlacional de la regeneración urbana como proceso urbanístico para transformar las condiciones precarias, marginalidad y exclusión urbana de los asentamientos humanos informales. Igualmente, se presentó una revisión de la literatura e investigaciones precedentes en el tema de transformación y recuperación de suelos en comunidades con asentamientos informales y/o barrios precarios mediante proyectos y estrategias de regeneración urbana.

Por lo anterior, se seleccionó por muestreo intencional o por conveniencia, cinco comunidades informales en la ciudad de Barranquilla (Colombia) y su AMB, analizando las condiciones sociales, urbano-ambientales y económicas de estos asentamientos. Esto con el objetivo de identificar en sectores degradados, marginados y excluidos, cuáles son los ejes, aspectos y problemas que se deben abordar en los procesos de regeneración urbana de los asentamientos informales; comparando las problemáticas existentes a nivel local con las identificadas en el contexto internacional. De esta manera, las estrategias identificadas sean aplicables en cualquier parte del mundo, no solamente en asentamientos informales, también en otros sectores urbanos degradados.

Finalmente, desde el enfoque del desarrollo humano sostenible, se determinaron e identificaron las herramientas y/o estrategias aplicables para la regeneración urbana de territorios y suelos urbanos donde se presente asentamientos informales, buscando mitigar las problemáticas evidenciadas en las dimensiones sociocultural, económica y urbano-ambiental. Estructurando una matriz metodológica estratégica basada en procesos de regeneración urbana.

4. Resultados

En la investigación realizada se identificó los aspectos desfavorables y aquellos aspectos favorables en las dimensiones ambientales, sociales, culturales, económicas y urbanas de los asentamientos informales seleccionados. Estos aspectos distintivos son puntos clave y elementos estructurantes para la definición de las estrategias de intervención por medio del proceso de regeneración urbana (Fig. 3). De esta manera, el gran reto de las estrategias de regeneración urbana está en hacer compatible la mejora de las condiciones de vida del tejido urbano y social existente, donde se desarrolla la actividad social y económica, sin provocar el desplazamiento forzoso de la población como si fuera un efecto colateral inevitable. Sin embargo, en los asentamientos informales que sea necesario se deberá gestionar la reubicación de las comunidades.

Aspectos ambientales

Aspectos sociales

Aspectos culturales

Aspectos económicos

Aspectos urbanos

Falta de saneamiento

Falta de cobertura del sistema de salud pública

Falta de equipamientos institucionales y espacio público

Alto nivel de desempleo

Ocupación de suelos en expansión y/o periferias urbanas

Riesgos naturales como deslizamientos y desbordamientos de cuerpos de agua

Carencia de seguridad social

Fuerte identidad colectiva de los pobladores

Elevado precio del suelo urbano

Formas deficientes de diseño y construcción

Degradación del
paisaje natural

Bajo índice de calidad de vida

Apoyo comunitario

Brecha entre la oferta y la demanda

Tejido urbano fragmentado y no definido

Destrucción de áreas de vegetación

Exclusión social

Autoconstrucción de viviendas con materiales reciclados de mala calidad y procedencia

Falta de acceso a vivienda digna y
regulación del suelo

Falta de vías adecuadas de acceso y avenidas sin pavimentación

Deterioro de cuencas, humedales y zonas de protección ambiental

Delincuencia e inseguridad

Informalidad laboral para subsistir

Poco acceso directo a los sistemas integrados de transporte público

Aumento de erosión y Sedimentación

Fig. 3/ Aspectos distintivos de los asentamientos informales estudiados

Fuente: Elaboración propia con base en estudios realizados

En ese sentido, las estrategias de regeneración urbana aplicables en los asentamientos informales seleccionados y, asimismo, aplicables en cualquier asentamiento informal en el mundo debe incluir la transformación multidimensional del territorio ocupado. De esta forma, se establecen de forma general y con base a investigaciones precedentes de Gómez & al. (2019), Remesar (2012), Ellerton (2011) y, Mamdouh & Gamil (2017), elementos clave desde el enfoque del desarrollo humano sostenible en asentamientos informales para entender los procesos de regeneración urbana (Fig. 4).

Fig. 4/ Elementos desde el enfoque del desarrollo humano sostenible en procesos de regeneración urbana en asentamientos informales

Fuente: Elaboración propia

De ese modo, estos elementos ambientales, socioculturales, económicos y físicos constituyen una parte fundamental en las soluciones prácticas a los problemas relacionados con los asentamientos informales. A partir de ese enfoque se plantea una matriz metodológica multidimensional y estratégica que recopila las herramientas para la regeneración urbana en comunidades con asentamientos informales, estructurando estrategias desde tres dimensiones del desarrollo territorial hacia la sustentabilidad urbana (ver Fig. 5). Los procesos de regeneración urbana en asentamientos informales se definen en la intervención de tres dimensiones del desarrollo: la sociocultural, abordando enfoques estratégicos de gobernanza e institucionalidad, participación social y comunitaria, desarrollo de industrias culturales creativas, igualdad social y coexistencia, educación e interculturalidad; la económica, con énfasis en estrategias de ecosistema económico regenerativo; la dimensión urbano-ambiental, enfocándose en la transformación integral y sustentable del territorio en los componentes.

Dimensiones
proyectadas

Problemáticas de los asentamientos informales

Enfoques
estratégicos

Estrategias de regeneración urbana

y desarrollo humano sostenible

Dimensión

sociocultural

Tejido social fragmentado: Marginalidad y exclusión social

Gobernanza e institucionalidad

Resignificación del tejido por medio de proyectos de cohesión social e inclusión cultural

Hacinamiento y alta densidad poblacional

Participación social

Redensificación del territorio y
consolidación poblacional

Deserción escolar, falta de cobertura educativa e instituciones de educación

Aumento de cobertura educativa en el desarrollo de programas de educación, construcción de instituciones y programas de alfabetización y promoción escolar para una escolaridad integral, completa y gratuita

Industrias culturales creativas

Delincuencia e inseguridad, altas tasas de criminalidad con baja expectativa de vida y represión social

Proyectos gubernamentales de mejoramiento en la percepción de seguridad y asistencia policial

Igualdad comunitaria
y coexistencia

Disminución de las tasas nutricionales

Programas de acompañamiento nutricional y complementario para todas las edades y gestión nacional de seguridad alimentaria en la población en búsqueda de hambre cero

Déficit en servicios de salud

Educación e interculturalidad

Diseño y habilitación de nuevos centros hospitalarios con altos niveles de atención en salud, y programas de acompañamiento y brigadas de salud.

Bajo desarrollo y promoción de actividades culturales

Disponibilidad y construcción de equipamientos institucionales que promuevan el desarrollo cultural sostenible

Dimensión

económica

Pobreza extrema

Ecosistema
económico regenerativo

Desarrollo de programas e incentivos para el desarrollo empresarial y comercial

Informalidad laboral

Oportunidades de empleo con capital intensivo pequeño

Bajo desarrollo económico y empresarial

Promover el cooperativismo y proyectos de agricultura urbana comunitaria

Dimensión

urbano-ambiental

Falta de infraestructura de servicios

Transformación integral y sustentable del territorio

Resignificación del suelo urbano

Ocupación de zonas en riesgo, protección ambiental y/o no urbanizables

Distribución equitativa de los usos del suelo urbano

Proyectos que garanticen acceso a vivienda digna y definición de tipologías edificatoria

Entorno sanitario deficiente

Cobertura total y adecuado acceso en infraestructura de servicios

Exclusión social

Recuperación de zonas de protección ambiental

Tenencia ilegal del terreno

Regulación del uso de la tierra

Déficit en acceso a vivienda y tenencia segura

Definición del espacio público efectivo y distribución de zonas verdes

Fig. 5/ Metodología estratégica y multidimensional aplicable en procesos de regeneración urbana de asentamientos humanos informales

Fuente: Elaboración propia

Por lo anterior, la metodología multidimensional aplicable en procesos de regeneración urbana de asentamientos humanos informales se plantea para la recuperación, transformación y rehabilitación de las condiciones desfavorables de estos territorios. En ese sentido, desde una perspectiva general y los resultados obtenidos en la investigación, se define la regeneración urbana como una vía e instrumento para la adecuación del territorio, de mudar las condiciones de las áreas destruidas de la ciudad, de recuperar los centros históricos urbanos, de activar el espacio público, de preservar el paisaje tanto urbano como natural, de conservar los recursos, de revitalizar la economía y desarrollo, y, sobre todo, de permitir a las comunidades más afectadas una buena calidad de vida. Es por esto, que se selecciona la regeneración urbana como la alternativa más efectiva para el mejoramiento de las condiciones de comunidades con asentamientos humanos informales, proponiendo estrategias encaminadas al desarrollo humano sostenible.

De acuerdo con la metodología estructurada, en la dimensión sociocultural las estrategias de regeneración plantean la resignificación, consolidación y fortalecimiento del tejido social. El tejido social es una metáfora para referirnos al entramado de relaciones que configuran lo que llamamos realidad social (Sztompka, 1995); la salud, educación, desarrollo cultural, seguridad social y servicios básicos son componentes del tejido social de una comunidad, por tal motivo, en los procesos de regeneración de los asentamientos informales es importante la búsqueda de la calidad de vida de la población asegurando que todas las familias vulnerables tengan acceso a los derechos correspondientes. Igualmente, en esta dimensión, el enfoque estratégico de gobernanza e institucionalidad debe significar el apoyo de entidades gubernamentales y/u organismos estatales en todos los procesos que involucren el mejoramiento de la calidad de vida en los asentamientos informales. Es preciso la gestión gubernamental en la prestación de los servicios de salud; en las comunidades informales se debe disponer de un centro hospitalario cercano que cuente con los niveles de atención requeridos por la comunidad. Asimismo, la realización de brigadas de salud, acompañamiento médico presencial o remoto, y control de las condiciones sanitarias en la población.

Por su parte, en los asentamientos informales es necesario garantizar el acceso a una educación de calidad promoviendo programas de alfabetización, infraestructuras escolares y gratuidad en la educación tanto primaria, secundaria y superior. De igual manera, los proyectos de regeneración deben involucrar el diseño, habilitación y construcción de espacios arquitectónicos para el desarrollo cultural y afianzamiento de talento en jóvenes y adultos; estos espacios arquitectónicos deben repensarse con el objetivo de ser entornos de creación, coexistencia, multiculturalidad, ideologías de género, transformación social y trascendencia en las sensaciones y experiencias de la comunidad. Mediante programas de promoción y desarrollo cultural se puede reducir la brecha de desigualdad, delincuencia y generación de conflictos territoriales, que son constantes en el afianzamiento de los problemas sociales de los asentamientos informales.

Por otro lado, una de las problemáticas observadas en los asentamientos seleccionados son las bajas tasas nutricionales. De ese modo, es esencial la asistencia gubernamental en gestión de Programas de Acompañamiento Nutricional (PAN), implementado en todas las edades. El objetivo es llegar al nivel de “hambre cero”, donde las familias de estos asentamientos tengan acceso a una alimentación adecuada y control nutricional por parte de expertos en el tema. Por último, uno de los aspectos destacados o favorables identificados en los asentamientos informales es el cooperativismo y ayuda comunitaria; las familias se ayudan constantemente en procesos de autoconstrucción de vivienda, protección y limpiezas ambientales. Así, la metodología planteada se va enfocando en la coexistencia, cooperativismo e igualdad comunitaria, donde los procesos de regeneración urbana prioricen el “sujeto” (individuos que habitan en los asentamientos informales) como un grupo que crea conexiones y se interrelaciona entre los miembros de la comunidad forjando lazos de mutualismo y cooperación en un entorno.

Para la dimensión económica, los procesos de regeneración urbana se enfocan en estrategias de ecosistema económico regenerativo buscando mitigar las problemáticas de pobreza, informalidad laboral y bajo desarrollo económico. Por tal razón, se plantea promoción de programas e incentivos para el desarrollo empresarial y comercial donde se den nuevas oportunidades de empleo con capital intensivo pequeño y proyectos de agricultura urbana comunitaria. Es importante reconocer que todos estos planteamientos serán posible en la medida que los gobiernos nacional y local y, empresas públicas y privadas intervengan con apoyo financiero. Se debe reducir las tasas de desempleo o empleos informales observados en los asentamientos informales seleccionados. Ciertamente, no todos los miembros de estas comunidades cuentan con estudios especializados para ejercer ciertas laborales, algunos solamente terminaron primaria o secundaria. Aun así, se puede capacitar en estudios técnicos o tecnólogos a jóvenes y adultos para la generación y ofrecimiento de nuevas oportunidades laborales y creación de nuevas ideas de negocios que consigan apoyo por innovación y creatividad por parte de empresas.

Por último, una de las dimensiones que abarcan elementos físicos transformadores es la dimensión urbano-ambiental. Esta dimensión tiene un enfoque estratégico con base a la transformación integral y sustentable del territorio. Por tanto, uno de los elementos a intervenir en los procesos de regeneración es el tejido urbano. Del tejido urbano, las ciudades Latinoamericanas y del Caribe, así como otras de diferentes contextos, presentan fragmentación y segregación ocasionados por el desarrollo del mercado neoliberal, el desarrollo inmobiliario contemporáneo y los asentamientos informales como un resultado inherente que plantea una diferencia del resto de tejidos y texturas urbanas y demarca visualmente las desigualdades territoriales que los identifica. De esa forma, las estrategias de regeneración se deben basar en la regulación de la ocupación y precio del suelo urbano, la compensación de los usos del suelo, la definición de un nuevo tejido urbano (tipos de texturas y tramas), rehabilitación del espacio público, construcción de equipamientos de carácter institucional y comercial, generación y preservación de zonas verdes y ecosistemas naturales en el entorno urbano, y generación de oportunidades en acceso a vivienda digna, así como la construcción de nuevas viviendas.

Para la regularización del suelo, es decir legalizar las viviendas en asentamientos informales y otras viviendas en suelos irregulares en términos legales, los países latinoamericanos han propuestos leyes, decretos, programas y proyectos como instrumentos de regularización de la informalidad del suelo. En Nicaragua y Venezuela han optado por leyes y decretos; en Argentina, Bolivia, Brasil y México han optado por leyes y programas; en Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay han optado solamente por programas. Por su lado, Ecuador es el único país latinoamericano que implementa programas y proyectos como instrumentos de regularización del suelo informal. De este modo, en los procesos de regeneración la regularización del suelo debe conseguirse mediante gestiones gubernamentales y apoyo público para tramitar la legalidad de los asentamientos en los casos que el suelo sea urbanizable.

Por otra parte, en la dimensión urbano-ambiental es primordial la recuperación del paisaje natural degradado mediante la desocupación de zonas en riesgo o no urbanizables por protección ambiental y la construcción del nuevo tejido urbano. Los asentamientos informales en tierras no urbanizables no pueden seguir ocupando estas zonas, por tanto, se debe garantizar su reubicación, no promoviendo un desalojo por uso de fuerza pública, sino implementar proyectos de reasentamiento y nueva generación de barrios mejorados integralmente. Asimismo, otro elemento necesario en la dimensión es la generación de nuevas alternativas y acceso a vivienda; en la búsqueda de la solución adecuada a los problemas relacionados con los asentamientos urbanos, los países latinoamericanos han adoptado ciertas medidas que van desde políticas públicas de vivienda, hasta proyectos y programas cuyo objetivo es vivienda para todos.

En los asentamientos informales seleccionados en Barranquilla, diversas ONG latinoamericanas como TECHO trabajan arduamente por mejorar las condiciones de vida y viviendas precarias. Sin embargo, su esfuerzo se suma en mejorar de forma parcial y no integral la estructura de la vivienda. En Colombia, existen programas para el acceso a la vivienda, buscando mejorar la tenencia de la vivienda en los colombianos: Programa de Vivienda gratuita, Ahorra Tú Arriendo del Fondo Nacional del Ahorro (FNA), iniciativa estatal Mi casa ya o French No Vis, etc. Además, cada distrito y ente territorial en Colombia tiene políticas de regulación de la ocupación del suelo y de asentamientos informales. Así como lo concibe ONU-Hábitat (2016), para el desarrollo del territorio es necesario reforzar las condiciones sociales del tema de la vivienda. De esa manera, bien gestionado, el sector de la vivienda puede ser una importante fuente de crecimiento económico, estabilidad y flexibilidad urbana, tanto en las nuevas planificaciones como en la rehabilitación y recuperación de los asentamientos informales.

Por lo anterior, los procesos de regeneración urbana en estos asentamientos buscan un desarrollo y acceso a vivienda digna, transformando de forma integral las tipologías edificatorias con cobertura total de los servicios públicos y evitando el hacinamiento o alta densidad por casa. Para esto los proyectos de regeneración, en el contexto del estudio colombiano, pueden plantear el diseño de Viviendas de Interés Prioritario (VIP) o Viviendas de Interés Social (VIS), con un área de construcción dependiendo de los requerimientos proyectuales. En cuanto al área construida de las viviendas que se proyecten, en el caso de los asentamientos informales muestra del estudio (estratos 1-2), estas pueden mantenerse en el rango de tamaño y área construidos de las viviendas actuales en Barranquilla y AMB, dependiendo del estrato socioeconómico. Según Camacol (2015) del total de viviendas actuales, el 32 % tiene un área que oscila entre 60 m² y 84. 9 m², el 18 % entre 85 m² a 99 m², 15 % entre 45 m² a 59 m², 9 % entre 100 m² a 149 m², 8 % menos del 45 m², 6 % entre 150 m² a 199 m², 4 % entre 200 m² a 249 m², 3 % entre 250 m² a 299 m² y 4 % con más de 300 m². Por tal razón, el área de construcción de viviendas en los procesos de regeneración de estos asentamientos puede oscilar entre 60 m² a 90 m², basándose en la estratificación socioeconómica y el número de habitantes por vivienda garantizando una ocupación habitacional adecuada.

5. Conclusiones

La precariedad, pobreza, ilegalidad, ubicación de asentamientos informales en zonas de riesgo ambiental, la falta de infraestructura y técnicas de construcción, y los millones de personas que viven en la informalidad, son rasgos que identifican y caracterizan a los asentamientos informales en cualquier parte del mundo. No obstante, los mayores problemas relacionados con los asentamientos informales se presentan en los países o regiones del mundo en vía de desarrollo. De acuerdo con lo analizado, las posibles causas del surgimiento de asentamientos informales son las migraciones de campo a ciudad, el aumento de la necesidad habitacional e inseguridad en la tenencia de viviendas por parte de familias vulnerables o en situación de pobreza, la inadecuada planificación urbana, el desarrollo de mercados neoliberales que provocan la fragmentación urbana exponiendo las desigualdades sociales y económicas de los menos favorecidos y la informalidad laboral. Todos esos aspectos conllevan a la formación de asentamientos informales, normalmente localizados en zonas marginales de las ciudades, pertenecientes a suelos no urbanizables.

Asimismo, la principal consecuencia de la informalidad urbana es la marginalidad, exclusión urbana y segregación espacial que se presentan en estos asentamientos, donde el tejido urbano es compacto, las viviendas son autoconstruidas con materiales poco convencionales, hay alta densidad poblacional y hacinamiento, falta de infraestructura de servicios públicos, poco acceso a educación y salud, insalubridad, condiciones de delincuencia e inseguridad y problemas ambientales relacionados con inundaciones, deslizamientos y contaminación. Es importante, desde la arquitectura y urbanismo, proponer estrategias para el mejoramiento de las condiciones urbanas, sociales, ambientales y económicas de los asentamientos humanos informales alrededor del mundo.

Por otro lado, la regeneración urbana se plantea como procesos estratégicos y urbanísticos en búsqueda de la transformación integral y sustentable de las comunidades vulnerables o que se encuentren en entorno degradados, en este caso, los asentamientos humanos informales. La multidimensionalidad de la regeneración urbana enmarca enfoques estratégicos en sus distintas dimensiones buscando la prosperidad urbana y calidad de vida, mejor uso del suelo urbano, mejora de la vivienda, equilibrio entre lo físico y social, y el fortalecimiento del urbanismo sostenible. De esta manera, la aplicación de la regeneración urbana en los asentamientos informales puede ser eficaz y efectivo. En tanto, las estrategias planteadas estén apoyadas financieramente por la gestión del Gobierno para promover el mejoramiento y regeneración del sector con asentamientos informales, focalizando en cada uno de los aspectos a cambiar (dimensión social, económica, cultural y ambiental) en el sector.

Por su parte, los procesos de regeneración urbana deben enfocarse en el acceso a vivienda digna y mejoramiento de las condiciones sanitarias del entorno mediante acceso a los servicios básicos. Las políticas y programas de vivienda que se proponen en muchos territorios para que las familias tengan acceso a un hogar digno, no son suficientes para satisfacer la verdadera demanda y necesidad habitacional. En algunos casos, la vivienda social es seleccionada como la herramienta para “beneficiar” a las personas de escasos recursos, a la población más vulnerable, para aquellos que quieren tener casa propia, pero su salario mensual no le alcanza para construir una o como la solución arquitectónica de viviendas en el mejoramiento integral de barrios. De cierto, la construcción de viviendas sociales ha mejorado las condiciones de vida de muchas familias que vivían en situaciones vulnerables, en otros casos, no se mejoró por completo el problema, puesto que la situación socioeconómica de las familias seguía siendo desfavorable.

La regeneración urbana de asentamientos informales debe transformar de forma integral las condiciones físicas, territoriales, ambientales y económicas de los asentamientos informales. Este proceso de intervención urbana debe tener un enfoque hacia el desarrollo sostenible, mitigando los problemas urbanos ocasionados por la ocupación ilegal de la tierra como la marginalización, exclusión social y urbana, pobreza económica, bajos niveles de salud, proliferación de enfermedades, contaminación ambiental y riesgos por deslizamientos o erosión de tierra. En América Latina es primordial el trabajo mancomunado entre la academia y los entes gubernamentales para la formulación de estrategias de intervención y transformación de asentamientos informales; modelos teóricos, conceptuales y prácticos aplicables en cada una de las zonas de la región latinoamericana, estudiando y caracterizando los tipos de informalidad y cómo deben ser la recuperación de estas zonas. En Colombia, la informalidad urbana ha sido un proceso de continuo crecimiento en los últimos años. Solamente en la ciudad de Barranquilla se identificaron más de cinco nuevas comunidades informales en los últimos tres años y la expansión informal en otras áreas ya urbanizadas de la ciudad, ocupando zonas de protección ambiental como el caso del barrio Las Flores.

Para concluir, a través del estudio realizado se estableció la indispensable necesidad de aplicar el desarrollo humano sostenible que busca armonizar las relaciones económicas, sociales y ambientales de tal manera que garanticen la supervivencia de sus habitantes, la necesidad de implantar un diseño institucional lo suficientemente fuerte que permita alinear las normas, las instituciones y la inversión buscando un mismo objetivo social que garantice el desarrollo sostenible de las comunidades con asentamientos informales. Todo esto acompañado de un trabajo cercano con la población para que acepte y acompañe las políticas planteadas desde la planificación pública. La transformación integral de la vivienda, la recuperación del suelo urbano y el desarrollo sociocultural y económico, son puntos para tener en cuenta en las propuestas de solución a los problemas relacionados con sectores en asentamientos informales.

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