Estudios
CIUDAD Y TERRITORIO
ESTUDIOS TERRITORIALES
ISSN(P): 1133-4762; ISSN(E): 2659-3254
Vol. LVII, Nº 223, primavera 2025
Págs. 227--250
https://doi.org/10.37230/CyTET.2025.223.11
CC BY-NC-ND
Vulnerabilidad laboral cronificada: un análisis de la localización de las ocupaciones elementales en la ciudad de Madrid 2001-2021
Pedro Uceda-Navas (1)
Carlos Echaves-García (2)
Antonio Echaves-García (3)
(1) (2) (3) Grupo de investigación Sociedad, Medio ambiente y Territorio (GISMAT)
(1) Transformaciones Sociales (TRANSOC)
(1) Universidad Complutense de Madrid
(2) Universidad Rey Juan Carlos
(3) Universidad de Sevilla
Resumen: Desde la crisis financiera de 2008 y la pandemia de COVID-19, diversas investigaciones han resaltado las tesis del riesgo global y su proceso de desestabilización de los estables, según el cual, la vulnerabilidad es más heterogénea y se extiende social y territorialmente. El objetivo del artículo es contrastar este argumento a nivel barrial mediante el Coeficiente de Localización (LQ) en la ciudad de Madrid, usando la tasa de trabajadores en ocupaciones elementales como colectivo vulnerable mediante un análisis basado en datos del Censo de Población y Viviendas (Instituto Nacional de Estadística, INE) para 2001, 2011 y 2021. Esta propuesta teórico-metodológica explicita que Madrid es una ciudad fragmentada, donde la vulnerabilidad socioeconómica no sólo no se extiende en el territorio durante el periodo estudiado; también es asimétrica e inseparable de los procesos de segregación socioespacial que genera.
Palabras clave: Desigualdad urbana; Ocupaciones elementales; Vulnerabilidad socioeconómica; Segregación socioespacial; Vivienda.
Chronic occupational vulnerability: an analysis of the location of basic occupations in the city of Madrid 2001-2021
Abstract: From the 2008 the 2008 financial crisis to the effects of COVID-19, much scientific research has highlighted the relevance of the global risk thesis and its associated process of instability of the stable ones, according to which vulnerability becomes more heterogeneous and spreads socially and territorially. The aim of this article, therefore, is to contrast this argument, representing by neighborhoods, a location coefficient (LQ) in the city of Madrid, with the rate of workers in elementary occupations (as a model of a vulnerable group from a socioeconomic perspective), using data from the Population and Housing Census for the years 2001, 2011 and 2021. This approach and methodological proposal have served to conclude that Madrid is a fragmented city, where socioeconomic vulnerability has not only not spread throughout the territory during the period studied; it is also asymmetrical, selective, and inseparable from the processes of social-spatial segregation that it generates.
Keywords: Urban Inequality; Elementary Occupations; Socio-economic Vulnerability; Socio-spatial Segregation; Housing.
Recibido: 09.02.2024; Revisado: 06.09.2024
Correo electrónico (1): puceda@ucm.es; N.º ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5734-7564
Correo electrónico (2): carlos.echaves@urjc.es N.º ORCID: https://orcid.org/0000-0002-7004-4696
Correo electrónico (3): aechaves@us.es; N.º ORCID: https://orcid.org/0000-0001-5217-5003
Los autores agradecen las críticas constructivas recibidas, los comentarios y sugerencias realizados por las personas evaluadoras anónimas, que han contribuido a mejorar y enriquecer el manuscrito original.
A su vez, este articulo está dentro del programa de actividades del proyecto “Vivienda, Arraigos y Vulnerabilidad en ciudades españolas” (VIARVU - PID2022137639NB-10) financiado por el Ministerio de Innovación y Ciencia de España.
1. Introducción: sociedad del riesgo, vulnerabilidad y segregación urbana en clave socioeconómica
El argumento central del presente artículo hace referencia al vínculo que existe entre la vulnerabilidad y las desigualdades de fondo o estructurales que constantemente la están generando y reproduciendo. La vulnerabilidad puede ser entendida como asimétrica y desigual, especialmente si nos centramos en su dimensión socioeconómica, en este caso, laboral, y su representación espacial. El análisis de la vulnerabilidad socioeconómica se define, así pues, como la suma de distintos determinantes asimétricos, concretamente, los llamados riesgos socioeconómicos (Uceda, 2016; Echaves, 2019; Antón-Alonso & Porcel, 2023), entre los que cabe destacar los referidos a las ocupaciones. Frente a modelos integrales, estudiar la vulnerabilidad socioeconómica desde una única de sus dimensiones supone alcanzar menores niveles de sofisticación metodológica, empero, y desde un punto de vista conceptual, no pocas investigaciones siguen considerando que el tipo de ocupación aún resulta fundamental para comprender la posición que se ocupa dentro de la estructura de mencionada vulnerabilidad (Filion, 2013; Marí-Klose & Martínez , 2015; Rendueles & Sádaba, 2015) Por un lado, el objetivo general del presente trabajo es analizar, a través del uso de los datos de ocupación de las diferentes ediciones del Censo de Población y Viviendas del Instituto Nacional de Estadística (INE), la distribución urbana en la ciudad de Madrid de la población ocupada en trabajos elementales y por el otro, como objetivos específicos este trabajo pretende comprobar si los sujetos tradicionalmente vulnerables han cambiado (o no) y si ello se expresa territorialmente, para contrastar así, el proceso de desestabilización de los estables y generar debate académico al respecto. En este sentido, ¿Existe alguna continuidad en la distribución de barrios madrileños que muestran mayor o menor concentración de grupos laboralmente vulnerables a lo largo del tiempo? ¿Cuáles son las áreas que ocupan una posición intermedia, considerando este tipo de vulnerabilidad, dentro del tejido urbano de la ciudad de Madrid? Respondiendo a estas preguntas de investigación, nuestra hipótesis evidencia cómo dicha vulnerabilidad, no solamente es asimétrica, también es selectiva, como también lo es su elemento constitutivo (el riesgo laboral), perfilándose colectivos o grupos poblacionales que, definidos a través de mencionada condición, se localizan de manera persistente en las áreas desfavorecidas de la ciudad. Permanece, pues, una geografía clásica de la diferencia (Harvey, 1996), siendo la asimetría urbana su principal característica y convirtiéndose en protagonistas los mismos colectivos en desventaja, lo que lleva a cuestionar el proceso de desestabilización de los estables (Echaves, 2018; Echaves & Echaves, 2021), al menos, ante los efectos de la gran crisis económica de 2008 y la crisis sanitaria y social del COVID-19, tal y como se verá en las siguientes páginas.
La vulnerabilidad socioeconómica así definida y su entendimiento no supone negar que uno de los efectos de la crisis económica de 2008 y de la más reciente crisis del COVID19 fue el incremento de las situaciones de riesgo (García Calavia & al., 2020). Los profundos efectos de la gran recesión (Abad & Echaves, 2014; Méndez & al., 2015; Salido, 2021) durante más de un lustro conllevaron la aplicación de políticas de austeridad, reduciéndose la cobertura del estado de bienestar y aumentando así las amenazas y riesgos para la población (Marí-Klose & Martínez, 2015; Uceda & Domínguez, 2023).
Efectivamente, se asistió a cierta ampliación de los riesgos, pero al mismo tiempo, la principal característica de esta ampliación fue su distribución diferencial o desigual (Rocha, 2012), por lo que la ya citada reducción de cobertura del estado de bienestar amplió los riesgos en contextos y lugares que ya se definían por la desigualdad (Filion, 2013).
Este es un debate que enlaza con las tesis de la denominada sociedad del riesgo global, planteada, entre otros, por Beck (1986) y con la profundización de las incertidumbres de Castel (1995). Si bien es cierto que estos dos autores analizan diferentes tipos de riesgos, coinciden en afirmar que estos procesos constituyen uno de los rasgos definitorios de la tardo-modernidad. Así, los cambios acaecidos desde el último tercio del pasado siglo XX dieron lugar a una gran diversidad de modalidades de riesgo global y a una gran abundancia de perspectivas y enfoques que tratan de entender estas transformaciones y sus consecuencias.
Tanto a nivel internacional (Pressman, 2007; Espinoza & Bazoret, 2009; Foster & Wolfson 2010; Araujo & Martuccelli, 2011) como nacional (Subirats & Martí-Costa, 2014; Alonso & al., 2017), muchos trabajos amplían las reflexiones con investigaciones teóricas y empíricas en torno a los riesgos, convirtiéndose así, en una temática en alza en las ciencias sociales y en sociología en particular. Y a la par de la extensión de este objeto de estudio, tiene lugar una diversificación de los enfoques dando lugar a dos planteamientos opuestos. El primero de ellos, inmerso en las tesis de la sociedad del riesgo globalizado, afirmará que la vulnerabilidad se extiende entre diferentes grupos poblacionales superando así las características tradicionales que definen a las clases sociales (Korstanje, 2010). De esta forma, cobra protagonismo la tesis de la desestabilización de los estables, en la que las transformaciones ocurridas tras las sucesivas crisis conllevan una generalización de las amenazas y de riesgos en lo social y económico, extendiendo sus efectos a segmentos poblacionales intermedios, lo que acaba transformando la desigualdad y la estratificación social propias de la primera modernidad y el análisis de clase asociado.
Investigaciones internacionales, dentro de la tesis de la desestabilización de los estables, van a insistir en la llegada de una nueva pobreza (Freyre, 2012), protagonizada, no sólo por las clases tradicionales más desfavorecidas, sino también por clases medias, analizando el aumento del desempleo y la extensión de la precariedad laboral para, de esta forma, ampliar el universo de estudio de la vulnerabilidad (Espinoza & Bazoret, 2009; Araujo & Martuccelli, 2011; Standing, 2011). Desde un punto de vista analítico, su universo sociológico se hace más heterogéneo, en tanto que habrá más población afectada por la pobreza, lo que llevará a afirmar finalmente que el deterioro de los ingresos y condiciones materiales de las clases medias podría suponer su propia caída (Pressman, 2007; Foster & Wolfson 2010).
Sin embargo, y coincidente con los argumentos que se sostienen en este artículo, se publican algunos trabajos en el ámbito internacional (Filion, 2013; Reeves, 2017) y en el nacional (Rocha, 2012; Marí-Klose & Martínez, 2015; Rendueles & Sádaba, 2015; Valls & Belzunegui, 2017) que, representando el otro enfoque, dudan de la conveniencia del análisis del proceso de desestabilización de los estables o declive de las clases medias, al menos ante los efectos de la gran crisis financiera de 2008. Aunque es cierto que esta línea científica aún no es aún muy amplia, debido a que su producción ha tenido lugar en la última década, sus resultados son significativos y apuntan a la importancia de desigualdades estructurales que establecen los impactos desiguales y diferenciados de los riesgos derivados de los procesos generales de flexibilización y precarización. De esta forma, toda esta literatura converge en el estudio de los mecanismos a través de los cuales se jerarquiza la repercusión del riesgo. Estas investigaciones concluyen que fueron los colectivos tradicionalmente vulnerables los verdaderamente afectados durante y tras la gran recesión de 2008, debido a sus condiciones vitales, salariales, laborales y de vivienda, esto es: partían de contextos anteriores definidos por la desventaja social (Domínguez & al., 2020; Echaves, 2019). A pesar de que se produce cierta extensión de los riesgos, en el periodo estudiado por estos trabajos, se dan argumentos sólidos que apuntan a que la distribución de éstos fue diferencial, asimétrica y selectiva.
Asimismo, las clases medias (grupos más estables) no experimentaron la desestabilización, sino que, debido a un mayor control de las amenazas y riesgos, pudieron haber reafirmado su posición en la estructura social. (Reeves, 2017; Echaves & Echaves, 2021). Todo ello queda evidenciado si a las variables de ingresos u ocupación, se le añaden otras como el nivel formativo (Echaves & al, 2023), capacidad de ahorro y capital relacional (Goux & Maurin, 2012) o incluso, variables relacionadas con las condiciones residenciales. En España, diversas investigaciones apuntan a la variación en los niveles de renta como el indicador clave para comprender el desigual impacto del riesgo, cuestionando de esta manera la supuesta tendencia a la polarización social asociada a la desestabilización de los estables (Marí-Klose & Martínez, 2015; Valls & Belzunegui, 2017). Las desigualdades de merma salarial habrían consistido en la respuesta al desplome de las rentas más bajas, por lo que la estratificación de los grupos ante la vulnerabilidad se mantendría sin cambios significativos (Rendueles & Sádaba, 2015). Este artículo avanza en la dirección de estas investigaciones, evidenciando el impacto diferencial de dichos riesgos y perfilando una vulnerabilidad socioeconómica diferencial y asimétrica. Es más, esta vulnerabilidad socioeconómica es selectiva porque también tiene una forma espacial específica en tal sentido, o si se prefiere, puede ser representada espacialmente con unos resultados que contradicen la ya mencionada expansión de la vulnerabilidad, pues, sería inseparable de los consecuentes procesos de segregación, en tanto en cuanto se produce una localización, persistente en el tiempo, de colectivos vulnerables, desde una perspectiva socioeconómica, en áreas urbanas determinadas y, en este caso, en la ciudad de Madrid.
La crisis económica de 2008 afectó profundamente a las sociedades urbanas españolas, en lo social, en lo económico y en lo político, con un incremento de las desigualdades ya constatado (Sarasa & al., 2018; Sorando & Uceda, 2018) y mantenido, entre otros elementos, por los sectores inmobiliario y financiero (López & Rodríguez, 2010). Tanto la fase expansiva del ciclo inmobiliario y su posterior caída (el famoso estallido de la burbuja), impactaron de manera notable en la distribución espacial de los colectivos poblacionales de las ciudades españolas, en sus pautas de localización (Leal & Sorando, 2016), siendo las grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, casos idóneos donde testar los efectos que el aumento de la desigualdad tiene sobre la distribución de los grupos socioeconómicos en los territorios urbanos españoles (Alguacil & al, 2014; Temes, 2014; Sorando & Leal, 2019, Rubiales, 2020; Domínguez & al. 2021; Nel.lo, 2021; Sorando & al., 2021; Uceda & Domínguez, 2023).
La localización de los grupos socioeconómicos en las ciudades ha constituido uno de los grandes objetos de estudio de la sociología urbana, en donde la segregación espacial, que es socioeconómica y residencial, emerge como proceso clave (Castells, 1985; Harvey, 2007; Sassen, 2015). A grandes rasgos, podemos comprender la segregación atendiendo a las pautas diferenciales de distribución protagonizadas por los diferentes grupos poblacionales en el espacio urbano, y su resultado no es sino “la configuración socialmente estructurada del asentamiento de los habitantes de este territorio mediante pautas de concentración (…) más o menos definidas” (Sorando & Uceda, 2018 p. 386).
Dentro de todos los trabajos que analizan cómo el nuevo modelo económico produce nuevas formas urbanas y sociales que estimulan una geografía dual o polarizada, son muy sugestivas las aportaciones de Marcuse & Van Kempen (2000). Estos dos autores, más que un nuevo orden espacial, identifican un aumento de la intensidad de antiguas divisiones y desigualdades en la ciudad. La clave se encontraría en que las nuevas pautas segregativas en las ciudades contemporáneas no responden tanto a la idea de ciudades duales o polarizadas sino más bien a la idea de ciudad partida en un territorio fragmentado con distintos tipos socioespaciales: argumento, éste último, al que se suma el presente trabajo. Es por lo que este debate teórico y sus distintos enfoques, en torno a las nuevas formas espaciales (ciudad dual, ciudad fragmentada), sirven, precisamente, para analizar en esta investigación la vulnerabilidad en clave socioeconómica, pues es asimétrica y selectiva, desde el punto de vista de las condiciones materiales u objetivas de existencia (Bourdieu, 1979). Condiciones diferenciadas, o lo que es lo mismo, tal y como ya se teorizó hace décadas, estructuras de plausibilidad u oportunidad desequilibradas (Berger & Luckmann, 1966; Kaztman, 1999), que, reproducidas y agudizadas en una ciudad como Madrid, y relativas a las ocupaciones, salarios y acceso-condiciones de la vivienda, evidenciarían desigualdades estructurales o tradicionales, con el posible resultado de una localización persistente o cronificada (mantenida en el tiempo) de los grupos socioeconómicos desfavorecidos en áreas específicas de la ciudad.
2. Fuentes y metodología
El objetivo planteado permitirá observar los cambios y la persistencia de la localización, en las últimas dos décadas, de los grupos poblacionales cuya ocupación se vincula con la vulnerabilidad, en este caso laboral, dada la estrecha relación entre este tipo de empleos y su precariedad material adjunta (Echaves, 2019). Como se ha señalado, la característica de los individuos madrileños que se quiere analizar en este texto tiene que ver con su realidad socioeconómica, más concretamente con su ocupación (tipo de ocupación). De esta forma, la variable que se utilizará de los Censos de Población y Viviendas (INE) en el análisis de este fenómeno es la Clasificación Nacional de Ocupaciones (CNO) a un dígito; Nivel mínimo de desagregación para esta variable, pero suficiente para los objetivos del presente trabajo. Variable (y nivel de desagregación) que, por otra parte, y a pesar del cambio de metodología, permite realizar comparativa entre los censos de 2001, 2011 y 2021. Es una variable ocupacional que establece jerarquía, esto es, las distintas categorías establecen una graduación desde las categorías ocupacionales que requieren, en principio, una mayor cualificación, hasta las ocupaciones menos cualificadas. Estaríamos, por tanto, ante un variable aproximativa de clase social o, si se prefiere, que nos informa sobre el estatus socioeconómico de los individuos (Echaves, 2018; Echaves, 2019; Echaves & Echaves, 2021), máxime, y como se verá más adelante, si comparamos salarios.
Entre las nueve categorías de la CNO aquella que se utilizará con el objetivo de delimitar un grupo poblacional más vulnerable socioeconómicamente, o con mayor riesgo socioeconómico, es la de trabajadores en ocupaciones elementales. Así, nuestro indicador concreto, que se territorializará por distritos y barrios, es la tasa de trabajadores en ocupaciones elementales de 16 años y más respecto al total de ocupados de esa misma edad. Estos individuos se encontrarían en posiciones más bajas de la escala o estructura social si esta la analizamos o definimos según la categoría de ocupación. Recordando la composición de esta categoría ocupacional, según el INE comprende a trabajadores no cualificados del comercio, empleados domésticos y otro personal de limpieza de interior de edificios, conserjes de edificios, limpiacristales y vigilantes, otros trabajadores no cualificados en otros servicios y peones: agropecuarios y pesca, de la minería, de la construcción, de industrias manufactureras y del transporte/descargadores.
En cuanto a la confección de este indicador, hay que hacer una puntualización metodológica. El objetivo primero era construir un indicador de trabajadores en ocupaciones elementales introduciendo alguna característica demográfica, como nacionalidad o sexo, o desagregándolo a nivel sección censal. Se decide escoger el barrio como unidad final de análisis para hacer indicadores más robustos y específicos, que solventen los problemas de representatividad de los censos a nivel sección censal, especialmente de 2011, que no permitían la comparación. Para el año 2021 y siguiendo la información del censo, del total de ocupados de 16 años y más para el conjunto del municipio de Madrid, el 11,4% son trabajadores en ocupaciones elementales, un umbral poblacional bajo que impide seleccionar población para esta categoría ocupacional y otras variables como la nacionalidad. Del mismo modo, al seleccionar dos variables a nivel de barrio (ocupaciones elementales y alguna característica demográfica), no se proporciona información o, si existe, se informa del elevado error muestral.
De esta manera, nos hemos focalizado en los trabajadores en ocupaciones elementales como grupo poblacional socioeconómicamente vulnerable sin añadir otros rasgos individuales, analizando los cambios/persistencias de la estructura socioeconómica de Madrid a través de las tasas (2001, 2011 y 2021) de trabajadores en ocupaciones elementales, primero por distritos, y después mediante análisis a nivel barrial. El análisis constata la existencia en la ciudad de Madrid de espacios segregados en los cuales residen ciertos grupos socioeconómicos que forman parte históricamente de los colectivos que Wilson denominó como los realmente desfavorecidos (Wilson, 1987), esto es, de los que sufren procesos de precariedad laboral, desconexión política, exclusión residencial, etc., siendo los ocupados en tareas elementales un claro ejemplo de éstos. Este proceso de segregación espacial genera la existencia, por tanto, de espacios que son históricamente asociados a esta tipología de población con bajos recursos económicos, pero a menudo también, con un bajo capital social y político (Alguacil & al., 2014), lo que supone, finalmente, que la mejora en sus condiciones objetivas de existencia sea difícilmente alcanzable. De tal suerte, se producen y reproducen procesos de anclaje o de inmovilidad urbana que ilustran la realidad de una ciudad fragmentada, tal y como propusieron Marcuse & Van Kempen (2000), donde la impermeabilidad entre los diferentes grupos socioeconómicos (y sus realidades asociadas) es el rasgo característico.
La delimitación de las dinámicas urbanas del colectivo objeto de estudio, y la población en ocupaciones elementales como tipología representativa de grupo vulnerable, son tratados y representados en las siguientes líneas a través de la creación, para las últimas tres ediciones censales (2001, 2011 y 2021), de un coeficiente de Localización1 (QL) que permite entender si se da la sobrerrepresentación de éste en los diversos barrios de la ciudad de Madrid (Iglesias, 2017; Smith & al., 2012; Brown & Chung, 2006) y, por ende, si se produce un proceso de segregación de este colectivo en el espacio madrileño. Este coeficiente pone en relación el porcentaje de población con ocupaciones elementales de una zona concreta (barrio en este caso) en relación con el total de la población que reside en cada barrio y, a su vez, lo relaciona con la totalidad de la población de la ciudad de Madrid, generando un valor que cuantifica la intensidad de la concentración y que determina una sobrerrepresentación de los mismos cuando el indicador toma valores superiores a 1. Una vez delimitado el valor de QL para cada uno de los barrios madrileños en cada año analizado, se ha optado por la georreferenciación de los datos a través del programa QGIS, agrupándolos en cinco quintiles que engloban cada uno el 20% de los barrios según el valor que han tomado en el índice de localización, y que permite establecer un modelo comparativo intercensal sobre la localización de las personas que protagonizan mencionada realidad laboral y socioeconómica.
3. Resultados: cambios y persistencias en la localización de trabajadores en ocupaciones elementales en la ciudad de Madrid (2001-2021)
3.1 Análisis por Distritos de la localización de trabajadores en ocupaciones elementales en la ciudad de Madrid (2001-2021)
Atendiendo ahora a la Fig.1, y siguiendo la evolución acaecida en el conjunto de la sociedad madrileña, en todos y cada uno de los distritos madrileños2 tiene lugar, por una parte (desde 2001 a 2011), un descenso de la proporción de trabajadores en ocupaciones elementales respecto al total de ocupados. No obstante, y por la otra, la disminución no es homogénea para todos los distritos; al contrario, existen diferencias significativas que es necesario recalcar. En general, el descenso en mucho más tímido en la mitad sur de la ciudad, en distritos como Puente de Vallecas, Carabanchel, Usera, Villa de Vallecas, Moratalaz, Villaverde o San Blas. En otros distritos del centro y norte de la ciudad, y a pesar de que parten en 2001 con tasas de trabajadores en ocupaciones elementales mucho más bajas, los descensos en el cambio de 2001 a 2011 son mayores. Tal es el caso de los distritos de Arganzuela, Retiro, Salamanca, Chamartín, Chamberí, Fuencarral-El Pardo, Moncloa-Aravaca u Hortaleza.
Por otro lado, de 2011 a 2021, se produce un aumento de la tasa para el conjunto de la ciudad de Madrid, pasando del 9,2% al 11,4%. Y aunque en términos de media para el municipio esto es cierto, no lo es menos que el cambio en este periodo es desigual en términos de distritos. De esta forma, el aumento es mucho más leve en distritos como los de Arganzuela, Retiro, Salamanca, Chamartín o Fuencarral-El Pardo, y mucho más intenso en Tetuán, Latina, Usera, Puente de Vallecas o Villaverde. En estos últimos dos distritos la tasa de trabajadores en ocupaciones elementales es del 20,3% y 20,4% respectivamente. En otros, por el contrario, la tasa disminuye, como es el caso del distrito Centro y Chamberí. Es en estas áreas centrales de la ciudad donde se aprecian más claramente procesos como el de gentrificación (Leal & Domínguez, 2008; Leal & al., 2012; Barañano & Uceda, 2021). Lo mismo sucede con el cambio entre 2011 y 2021: aunque el aumento del porcentaje de trabajadores en ocupaciones elementales es extensible a la mayoría de los distritos, el crecimiento es desigual y más intenso en los distritos con mayores tasas a lo largo de la serie estudiada, como son Puente de Vallecas, Villaverde Usera y Carabanchel.
En la Fig. 2 aparecen clasificados los distritos madrileños en cuatro tipologías según la intensidad de la tasa en los años 2001, 2011 y 2021. Para el año 2001, existe cierta lógica espacial Norte/Sur, en virtud de la cual los distritos del centro-norte están mejor posicionados y ubicados en las tipologías débil o medio-débil, y los del sur, en base a tasas mucho mayores, se encuentran diferencialmente peor posicionados, lo que hace que se sitúen en las tipologías medio-intensa e intensa. En 2011 y para la tipología intensa, sólo se produce un cambio: el distrito Centro, que en 2001 pertenecía a esta tipología, ahora se encuentra ubicado en la tipología medio-débil, y en su lugar encontramos al distrito Latina, procedente en 2001 del modelo medio-intenso. El resto de los distritos se mantienen estables en el transcurso del periodo intercensal 2001-2011: Puente de Vallecas, Usera, Villaverde, Carabanchel y Tetuán.
Se ha mencionado antes procesos como el de gentrificación en áreas centrales de la ciudad en las que, ejemplificado en los distritos Centro y Arganzuela, y para sus diferentes barrios, tiene lugar una revalorización del espacio (y de la vivienda), provocando la expulsión final de ciertos grupos poblacionales hacia otras áreas de la ciudad (Andújar, 2017; Sorando & al., 2021). Unos grupos poblacionales que pueden definirse según su edad, nacionalidad (Arbaci, 2006) o en su relación con la actividad (Leal & Martínez, 2008), pero también a través de las ocupaciones, lo que supondría la expulsión de ocupados de categorías más bajas o menos cualificadas y su sustitución por individuos con ocupaciones mucho más cualificadas (Leal & Domínguez, 2008). Esto podría reflejarse en el descenso de trabajadores de ocupaciones elementales que residen en el distrito Centro, cambiando desde una tipología intensa en 2001 a la medio-débil en 2011, y desde esta tipología a la débil finalmente en 2021. También en Arganzuela, con los efectos de Madrid Río y la llamada “gentrificación verde” (Galiana-Martín, 2023), pasando de la tipología medio-débil en 2001 a la débil en 2011 y manteniéndose en esta última para el año 2021.
En la tipología medio-intensa para 2011 se mantienen los distritos de Vicálvaro y San Blas incorporándose Ciudad Lineal y Moratalaz, ambos procedentes de la tipología medio-débil en 2001. Por su parte, la tipología medio-débil en 2011 presenta mayor número de variaciones, puesto que sólo permanece estable el distrito de Chamberí; Villa de Vallecas y Centro se incorporan al modelo desde la tipología medio-intensa y la intensa, respectivamente. Lo completan Fuencarral-El Pardo y Hortaleza, que transitan a este modelo desde el débil en 2001. Por último, para el modelo débil en 2011 (mucho más estable que los dos anteriores), se mantienen los distritos de Barajas, Moncloa-Aravaca, Chamartín y Retiro, incorporándose los de Arganzuela y Salamanca, ubicados ambos en 2001 en la tipología medio-débil.
Ya en 2021, en la tipología con las tasas más bajas (débil), se producen dos cambios: se agregan los distritos Centro y Chamberí, ambos procedentes de la tipología medio-débil en 2011. Estos dos distritos sustituyen a Moncloa-Aravaca y a Barajas, que transitan en el último periodo intercensal de la tipología débil a la media-débil. Por su parte, los distritos de Fuencarral-El Pardo y Hortaleza se mantienen constantes de 2011 a 2021 en la tipología medio-débil (inferior a la media el municipio), incorporándose también el distrito de Moratalaz procedente del modelo medio-intenso. El modelo medio-intenso es más estable, pues se mantienen para 2021 los distritos de Ciudad Lineal, Vicálvaro y San Blas, saliendo de él, como ya se ha indicado, Moratalaz y entrando Villa de Vallecas. Finalmente, en la tipología intensa (las tasas más altas) no se produce ningún tipo de cambio en 2021, pues siguen estando Villaverde, Puente de Vallecas, Usera, Carabanchel, Latina y Tetuán.
En resumen, los principales cambios acontecen en las tipologías barriales intermedias (medio-intensa y medio-débil) mientras que apenas se observa variabilidad en las categorías aquí definidas como extremas (intensa y débil), cruzadas por el factor de proximidad, que defiende que, a excepción del distrito Centro, la movilidad dentro de los diferentes estadios de vulnerabilidad por parte de los barrios se produce entre tipologías contiguas y no se producen cambios radicales de mejora o empeoramiento de su condición.
Se ha afirmado antes que los trabajadores en ocupaciones elementales conforman un grupo poblacional más vulnerable socioeconómicamente, o con mayor riesgo socioeconómico, y ciertamente lo es (entre otros factores, aunque fundamental) por sus salarios, en comparación con otras categorías ocupacionales. Según la Encuesta de Estructura Salarial elaborada por el INE, y para el año 2021, si la ganancia media por trabajador para el conjunto de las ocupaciones es de 25 897 euros anuales, en las ocupaciones menos cualificadas esta cantidad disminuye alarmantemente. Así, la ganancia media de los peones de la agricultura, pesca, construcción, industrias manufactureras y transportes es de 18 928 euros anuales, y menor aún en los trabajadores de los servicios de restauración y de comercio (16 311 euros anuales). Los trabajadores no cualificados en servicios es la categoría ocupacional con menor salario de todas: unos exiguos 13 874 euros anuales. En el otro extremo nos encontramos a los directores y gerentes, con una ganancia media de 59 220 euros anuales, y a los técnicos y profesionales científicos e intelectuales (37 986 euros/año). Hay, por tanto, una clara distribución desigual de la renta según ocupaciones.
Sea como fuere, la renta del trabajo, o salario percibido, está destinado (una parte muy importe del mismo) al acceso a la vivienda, ya sea para afrontar el coste de la hipoteca o el coste del alquiler. De nuevo, las diferencias de precios de la vivienda en la ciudad de Madrid son muy significativas en función del lugar donde se resida. Para el caso de la vivienda de segunda mano (€/m2) por distritos, y en evolución desde 2001 a 2021, dichas diferencias llegan a alcanzar los 4000 euros entre los valores mínimos y máximos de la distribución, tal y como puede apreciarse en la Fig. 3. Veamos detenidamente estos datos.
Para el conjunto de Madrid municipio tiene lugar un incuestionable aumento del precio de la vivienda, desde los 2234 (€/m2) en 2001 a 3478 en 2011, ascendiendo hasta los 3750 €/m2 para 2021. Estos incrementos de los precios se producen, además, en la mayoría de los distritos, especialmente entre 2001 y 2011. También aumentan para 2021, aunque con excepciones; unas excepciones localizadas en distritos del sur de la ciudad, donde precisamente además de bajar el precio, la vivienda es más barata: Villaverde (1685 €/m2), Puente de Vallecas (1934 €/m2), Usera (2023 €/m2) y Carabanchel (2142 €/m2), valores todos ellos muy por debajo de la media madrileña para ese año 2021. En el otro extremo, y en esa tendencia al alza generalizada de los precios desde 2001 a 2021, los distritos con mayores precios de la vivienda de segunda mano son los de la conocida “almendra central”. De esta forma, para el año 2021 destacan los distritos de Salamanca (6149 €/m2), Chamberí (5460 €/m2), Chamartín (5198 €/m2), Centro (4896 €/m2), Retiro (4724 €/m2), Moncloa-Aravaca (4091 €/m2) y Arganzuela (4059 €/m2).
Teniendo en cuenta estos datos, recordando lo visto en las Figs. 1 y 2, la localización por distritos de los trabajadores en ocupaciones elementales y los precios de la vivienda (de segunda mano) apuntan a una dirección: mayores precios de vivienda implican (o requieren) ocupaciones más cualificadas y mayores salarios, a la vez que menores precios de la vivienda llevan aparejados ocupaciones menos cualificadas y menores salarios. En términos de desigualdad social se puede afirmar que los trabajadores en ocupaciones elementales, precarizados y con unos salarios muy por debajo de la media, residen en aquellas áreas de la ciudad donde la vivienda es más asequible (Antón-Alonso & Porcel, 2023; Alguacil & al., 2014; Rodríguez & al, 2023).
Fig. 1 / Evolución de la tasa de trabajadores de 16 años y más en ocupaciones elementales por Distritos de Madrid, 2001-2021
Fuente: Censos de Población y Viviendas 2001, 2011 y 2021. Instituto Nacional de Estadística (INE)
Intensa (alta) |
Medio Intensa (superior a la media) |
Medio débil (inferior a la media) |
Débil (baja) |
|
2001 |
Puente de Vallecas Usera Villaverde Carabanchel Tetuán Centro |
Vicálvaro Villa de Vallecas Latina San Blas |
Chamberí Ciudad Lineal Salamanca Arganzuela Moratalaz |
Hortaleza Moncloa-Aravaca Fuencarral-El Pardo Barajas Chamartín Retiro |
2011 |
Puente de Vallecas Usera Villaverde Carabanchel Latina Tetuán |
Vicálvaro San Blas Ciudad Lineal* Moratalaz* |
Villa de Vallecas* Centro* Chamberí Fuencarral-El Pardo* Hortaleza* |
Barajas Arganzuela* Moncloa-Aravaca Salamanca* Chamartín Retiro |
2021 |
Villaverde Puente de Vallecas Usera Carabanchel Latina Tetuán |
Ciudad Lineal Vicálvaro Villa de Vallecas* San Blas |
Moratalaz* Moncloa-Aravaca* Barajas* Fuencarral-El Pardo Hortaleza |
Centro* Chamartín Arganzuela Chamberí* Salamanca Retiro |
(*) distritos que cambian de tipología respecto al Censo anterior
Fig. 2 / Clasificación de Distritos de Madrid según intensidad de la tasa de ocupaciones elementales, 2001, 2011 y 2021
Fuente: Elaboración propia a partir de los Censos de Población y Viviendas 2001, 2011 y 2021. Instituto Nacional de Estadística (INE)
El análisis por distritos nos da pistas sobre la naturaleza de los cambios (2001-2021) acaecidos en la estructura socioeconómica de la ciudad de Madrid, una estructura medida a través de la CNO a un dígito que nos informa de la presencia y localización de un grupo poblacional claramente vulnerable, esto es, el de los trabajadores en ocupaciones elementales, y que habita espacios muy específicos de la ciudad.
Recordando en líneas generales lo observado en el análisis por distritos, se puede afirmar que de 2001 a 2021 tienen lugar ciertas variaciones en la estructura socioeconómica de la ciudad madrileña, aunque ésta no sufre cambios sustanciales que modifiquen su esencia y dinámicas. Tras la elaboración del indicador por distritos, estos últimos se clasificaron en diferentes tipologías en base a la distribución de los datos e intensidad de las tasas que mostraban respecto a la media del municipio, resultando que, a pesar de darse ciertos movimientos de algunos distritos desde una tipología concreta a otra diferente, no se trata de cambios entre tipologías opuestas sino más bien entre tipologías contiguas. Son cambios, además, que se dan fundamentalmente en los modelos intermedios (en torno a la media del municipio, por arriba y por abajo) y nunca o casi nunca en los modelos extremos, es decir, son estos últimos modelos los más estables en el tiempo, algo relevante y que entronca con la hipótesis de partida.
Fig. 3 / Evolución del precio de la vivienda de segunda mano por Distritos de Madrid (€/m2), 2001, 2011 y 2021
Fuente: Estadísticas de Vivienda del Ayuntamiento de Madrid
3.2 Análisis por Barrios de la localización de trabajadores en ocupaciones elementales en la ciudad de Madrid (2001-2021)
Los datos del coeficiente de localización (QL) de los diversos años censales trabajados, demuestran una clara periferialización de la localización de la población con ocupaciones elementales, reforzando la existencia, desde hace décadas, de un arco sureste clave para entender los procesos de desigualdad social en Madrid, tal y como diversos trabajos académicos han puesto de relieve en los últimos años; basándose en la sobrerrepresentación de colectivos vulnerables, como es el caso que nos ocupa, en la zona exterior a la carretera de circunvalación M30. (Uceda, 2016, Sorando & Uceda, 2018; Echaves, 2019; Ayuntamiento de Madrid, 2021).
Además de esta predominancia de la ubicación periférica de la población con ocupaciones elementales, se puede afirmar la existencia de una cronificación residencial en determinadas áreas de la ciudad, especialmente en lo que se refiere a los distritos de Puente de Vallecas, Villaverde y Usera; y de manera más específica, esta concentración histórica del colectivo objeto de estudio se centra en los barrios de San Diego y Entrevías en el caso del primero; San Cristóbal de los Ángeles en el caso de Villaverde; y Orcasur en Usera. Esta relación estrecha de los procesos de localización de la población con ocupaciones elementales sostenidas en el tiempo, o si se prefiere, cronificadas en el espacio, se vislumbra en los gráficos de la Figs. 5 y 6, poniendo en relación los años estudiados, así como la intensidad de la localización de los 127 barrios analizados3. Por otro lado, se produce una deslocalización de este colectivo en las áreas centrales de la ciudad. Los datos del QL del año ilustran una importante presencia del colectivo en áreas centrales de la ciudad como son el barrio de Embajadores en distrito de Centro, en el distrito de Tetuán (barrios de Valdeacederas, Berruguete y Bellas Vistas) o, incluso en barrios como Recoletos o Almagro en el distrito de Chamberí (Fig. 4). Esta presencia se acaba difuminado en los años 2011 (Fig. 5) en los cuales se pierde esta presencia quedando únicamente como representativa la del barrio de Embajadores; mientras que en último año analizado de 2021 (Fig. 6) ninguno de los barrios señalados está dentro del grupo de barrios que tiene sobrerrepresentación de población con ocupaciones elementales, deslocalización vinculada a los procesos de gentrificación y revalorización de áreas centrales de la ciudad.
Fig. 4 / Índice de localización (QL) de las ocupaciones elementales en la ciudad de Madrid, 2001
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE)
Fig. 5 / Índice de localización (QL) de las ocupaciones elementales en los barrios de Madrid, 2011
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE)
Fig. 6 / Índice de localización (QL) de las ocupaciones elementales en los barrios de Madrid, 2021
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE)
Con la finalidad de entender las dinámicas temporales existentes en los barrios según el grado de representación del colectivo con ocupaciones elementales en los diferentes barrios de Madrid, se ha generado un modelo de regresión lineal que pone en relación el valor que los barrios tomaron entre los años 2001-2021 (Fig.7), concluyendo que aquellos barrios con una QL alto en 2001, lo mantienen elevado en 2021. Como señalamos, en el espectro más amplio de análisis, se mantienen como elementos a destacar los barrios de San Cristóbal (Villaverde) y Amposta (San Blas) como aquellos casos con una mayor sobrerrepresentación histórica en la ciudad de Madrid. Por el contrario, barrios como Embajadores, Butarque, Cuatro vientos o Simancas, que en el año 2001 estaban dentro de los principales espacios de residencia de los trabajadores poco cualificados, dejan de ser relevantes en los años posteriores (2011 y 2021); mientras que barrios que en el primer año de análisis no aparecían como espacios propios de este colectivo se convierten en relevantes en 2021, como es el caso de Zofío y Aeropuerto, Moscardó, Rosales o Casco histórico de Vicálvaro.
Fig. 7 / Gráfico de dispersión Coeficiente de Localización 2001-2021
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Censo de Población y Viviendas. Instituto Nacional de Estadística (INE)
3.3. Una aproximación a posibles factores explicativos
Una vez se han determinado las condiciones cronificadas de la localización de este colectivo de ocupaciones elementales en los barrios periféricos de la ciudad de Madrid, se ha considerado la necesidad de tratar de vincular esta preferencia residencial con ciertos factores que pueden motivar la elección de estos espacios urbanos en el tiempo. Para ello, y siguiendo los apuntes teóricos demostrados en el apartado anterior que consideran que la vivienda y las condiciones de vulnerabilidad son elementos importantes que están detrás de la ubicación de colectivos con menores recursos socioeconómicos, se ha relacionado el cociente de localización del último año estudiado (2021) con tres variables: el índice de vulnerabilidad actualizado del propio Ayuntamiento de Madrid; el precio medio de la vivienda de segunda mano para cada uno de los barrios madrileños; y, por último, la ubicación de empresas en las áreas cercanas a estos barrios; todo ello a través de la realización de tres modelos lineales que determinen si existe una relación estadísticamente significativa entre variables, así como su intensidad.
En el caso del primero de los indicadores utilizados para tratar de ilustrar los componentes de esta locación residencial del colectivo analizado, se ha decidido utilizar una fuente oficial y actualizada que permitiera entender el grado de desigualdad espacial y lo relacione con nuestro objeto de estudio. Para ello, se ha trabajado con el Índice de Vulnerabilidad Territorial Agregado (IVTA) que devuelve una medida para cada unidad espacial basada en dimensiones socioeconómicas de la población, la seguridad ciudadana, el medioambiente, la movilidad urbana, la educación, la cultura, los servicios de limpieza o la salud (Ayuntamiento de Madrid, 2020a). Dentro del análisis de la sobrerrepresentación de población con ocupaciones elementales en los diversos barrios de la ciudad y el índice de vulnerabilidad (Fig. 8), se puede comprobar que existe una clara relación positiva entre ambas variables, estableciendo que a medida que un barrio es más vulnerable, mayor es la localización de este colectivo en dicho barrio. En esta línea, seis barrios del sureste donde mayor concentración de población con ocupaciones elementales reside, se encuentran entre los diez más vulnerables de la ciudad madrileña: San Cristóbal y San Andrés (Villaverde), Amposta (San Blas), Pradolongo (Usera); y San Diego, Entrevías y Portazgo (Puente de Vallecas).
Fig. 8 / Gráfico de dispersión Coeficiente de Localización e Índice de Vulnerabilidad Territorial Agregado (IVTA) del Ayto. de Madrid
Fuente: Censo de población y viviendas 2021 y Ayuntamiento de Madrid
Para analizar las condiciones residenciales y la relación con la ubicación de la población con ocupaciones elementales en la ciudad de Madrid, se ha creído pertinente tomar el valor de la vivienda de segunda mano en los diferentes barrios, entendiendo que, dada la condición precaria de los empleos con una menor cualificación, la ubicación de los mismos tiene que ver con un menor precio de las viviendas (Fig. 9). La variable elegida para este análisis ha sido el precio medio del metro cuadrado de la vivienda en cada uno de los barrios seleccionados, medido en €/m2, proveniente del servicio de estadística del Ayuntamiento de Madrid para el año 2020 (Ayuntamiento de Madrid, 2020b).
Fig. 9 / Gráfico de dispersión Coeficiente de Localización y precio medio de vivienda de segunda mano (€/m2) 2021
Fuente: Censo de población y viviendas 2021 y Ayuntamiento de Madrid
Estos mismos barrios citados en el párrafo anterior como los espacios de mayor concentración relacionados con espacios vulnerables de la ciudad se sitúan, de nuevo, entre los diez barrios madrileños con el menor valor del metro cuadrado de vivienda usada; destacando barrios como Orcasur y Orcasitas (Usera) que aglutinan población con ocupaciones elementales, pero en menor medida que los citados. A su vez, existen espacios que sí contienen una sobrerrepresentación moderada de este tipo de colectivos y cuyo valor medio de la vivienda son especialmente relevantes como pueden ser los casos de Cuatro vientos, (4362 €/m2) casco histórico de Barajas (3104 €/m2), Valdeacederas (3099 €/m2) y Almenara (3419 €/m2), muy por encima de los valores medios de los barrios en los que se localiza principalmente este grupo social.
Por último, y para concluir este apartado, se ha trabajado un análisis de la relación entre esta localización de las actividades vinculadas a las ocupaciones elementales según barrios y su influencia sobre la ubicación de este colectivo en la ciudad de Madrid. Para la generación de esta variable de localización de las empresas y actividades en los diferentes barrios de la ciudad de Madrid, se ha empleado la fuente de datos estadísticos del Ayuntamiento de Madrid y, más específicamente, los datos provenientes del Censo de locales y actividades pertenecientes al año 2021, que recoge información tanto de los locales físicos insertos en la trama urbana, como de las actividades que realizan (Ayuntamiento de Madrid, 2021). Para el caso que concierne a este artículo, se ha trabajado con los datos de actividades desagregados a nivel de barrio con fecha 1 de enero de 2021, agrupando las actividades relacionadas con las manufacturas, las actividades relacionadas con la construcción, así como tareas de almacenamiento y transporte, otorgando de este modo la distribución en este tipo de actividades para cada uno de los barrios de la ciudad de Madrid.
Para ello y tratando de entender si existe relación entre esta concentración de población dedicada a ocupaciones elementales en los mismos barrios en los cuales se concentra este tipo de empleos, la Fig. 10 ilustra la ausencia de relación entre la concentración del colectivo de ocupados elementales y la localización en los barrios en los que se da mayor concentración de estos de empresas que les faciliten empleos; determinando así la deslocalización histórica de los empleos elementales en la ciudad de Madrid desde la década de los ochenta con la desindustrialización del arco sureste de la ciudad. La mayor concentración de empresas cuya actividad tiene un perfil acorde con la población dedicada a ocupaciones elementales se ubica en los barrios de San Andrés (antiguo casco histórico de Villaverde) y el casco histórico de Vallecas (distrito de Villa de Vallecas) principalmente; seguidos en menor medida de barrios como Pueblo Nuevo y Ventas (ambos en el distrito de Ciudad Lineal), Vista Alegre y Puerta del Ángel (ambos en el distrito de Carabanchel).
Fig. 10 / Gráfico de dispersión Coeficiente de Localización número de empresas cuya actividad se relaciona con ocupaciones elementales. 2021
Fuente: Censo de población y viviendas 2021 y Censo de locales y actividades del Ayuntamiento de Madrid
Esta mayor localización de este tipo de actividades, seleccionadas aquí como las dedicadas a la construcción, logística y transportes y la industria manufacturera, se ubica precisamente en dos de los barrios con una importante presencia de población con ocupaciones elementales como son los cascos históricos de Villaverde y Vallecas de los que dependen varios polígonos industriales en los que se localizan este tipo de empresas; pero en líneas generales, la ubicación de las actividades se extiende por el conjunto de los barrios de la ciudad de Madrid sin unas pautas definidas que lo relacionen con los barrios de residencia preferente del colectivo estudiado. Este tipo de empresas con actividades relacionadas a las ocupaciones estudiadas se reparten, como señalamos, en la geografía madrileña, especialmente en distritos como Carabanchel, en cuyos barrios sí se produce esta localización de trabajadores elementales, pero también distritos como Ciudad lineal, Latina o Fuencarral-El Pardo, cuyos barrios no destacan por ser destino residencial de este colectivo.
Por el contrario, y es importante señalarlo a modo de conclusión complementaria en este apartado, en los barrios en los cuales se concentra la población con ocupaciones elementales como son San Cristóbal de los Ángeles (Villaverde), Amposta (San Blas), Zofío (Usera) o Entrevías y Portazgo (Puente de Vallecas), son espacios en los que la presencia de este tipo de actividades es baja, generando esta imagen de desconexión entre empleo y localización preferente de la residencia de estas personas.
4. Conclusiones
A raíz de la gran recesión de 2008, fueron muchas las investigaciones que advirtieron del advenimiento de una nueva era de la vulnerabilidad: ésta se expande en el territorio y hacen más heterogéneos los grupos sociales que la protagonizan (Foster & Wolfson 2010; Araujo & Martuccelli, 2011; Standing, 2011). Sin embargo, la vulnerabilidad estudiada como un fenómeno puramente socioeconómico, arroja resultados opuestos: los sujetos tradicionales de la vulnerabilidad no han cambiado (Rocha, 2012; Reeves, 2017; Valls & Belzunegui, 2017), y ello, debe tener su expresión territorial (Echaves & Echaves, 2021), tal y como ha quedado plasmado en el presente artículo como contribución fundamental. Como se ha podido comprobar, se produce una cronificación de la localización (Uceda, 2016; Uceda & Domínguez, 2023) en las últimas tres décadas, por parte de la población con ocupaciones elementales en la ciudad de Madrid, determinando una relación significativa entre los barrios madrileños que ya en 2001 servían de espacio residencial preferente a este colectivo y que, en el año 2021, siguen siéndolo; lo que determina, en gran medida, la impronta de los procesos de segregación residencial en la capital madrileña. En un primer apartado se ha podido comprobar la existencia de diferencias distritales en la localización de este colectivo, especialmente en lo referido a la etapa analítica de 2011-2021 en la que el crecimiento ha sido desigual para el territorio madrileño, dándose un aumento mucho más leve en distritos como los de Arganzuela, Retiro, Salamanca, Chamartín o Fuencarral-El Pardo, y mucho más intenso en Tetuán, Latina, Usera Puente de Vallecas o Villaverde, en los que la tasa de trabajadores en ocupaciones elementales ronda valores del 20%.
Siguiendo la lógica del análisis a nivel distrital en base a la presencia en mayor (alta intensidad) o menor medida (baja intensidad) de población de ocupados elementales, los datos del año 2001 muestran cierta lógica espacial Norte/Sur, en la que los distritos del centro-norte están mejor posicionados y ubicados en las tipologías débil o medio-débil, y los del sur, en base a tasas mucho mayores, que se encuentran de manera diferencial peor posicionados. Para el caso de 2011, se mantiene esta dinámica a excepción del distrito Centro que pierde presencia de miembro de este colectivo, lo que puede ser explicado por los procesos de gentrificación y revalorización del centro urbano madrileño. En el caso de 2021, el distrito Centro sigue perdiendo población con ocupaciones elementales mientras que en la tipología intensa (las tasas más altas) no se produce ningún tipo de cambio pues siguen estando Villaverde, Puente de Vallecas, Usera, Carabanchel, Latina y Tetuán.
Esta visión distrital de las preferencias residenciales de la población en ocupaciones elementales se ha tratado de complementar con el análisis desagregado a nivel de barrios, y tras la creación del índice de localización con datos de los censos de 2001, 2011 y 2021. Los resultados demuestran un proceso evidente de periferialización de este colectivo determinado por la sobrerrepresentación del mismo en gran parte de los barrios del sureste de la ciudad, especialmente en los distritos de Villaverde, Usera y Puente de Vallecas. Por otro lado, es interesante resaltar lo que podría denominarse cronificación residencial en determinadas áreas de la ciudad en las últimas tres décadas, y de manera más específica en los barrios de San Diego y Entrevías en el caso del primero; San Cristóbal de los Ángeles en el caso de Villaverde; Amposta (San Blas) y Pradolongo y Orcasur en Usera.
Este hecho, ratifica lo apreciado en el análisis a nivel de distrito: aquellas áreas urbanas que copaban gran parte de la población de este colectivo con ocupaciones elementales siguen haciéndolo, en gran medida, en el año 2021.
También es importante entender las dinámicas opuestas, es decir, el vaciamiento de ciertas áreas o barrios de la ciudad de Madrid, especialmente en la zona denominada almendra central madrileña, que han visto como en los últimos treinta años han perdido efectivos de este grupo ocupacional. Barrios como Embajadores en el distrito Centro o Valdeacederas y Berruguete en el distrito de Tetuán, son ejemplos de espacios urbanos que, si bien en el año 2001 ofrecían una sobrerrepresentación leve de población con ocupaciones elementales, pasan a estar infrarrepresentados en el año 2021.
Por último y con la finalidad de entender las posibles dinámicas relacionadas con esta preferencia residencial del colectivo de ocupados elementales, se ha relacionado este índice de localización con variables consideradas relevantes como son la mayor o menor presencia de este tipo de población en espacios considerados vulnerables; la relación con el mercado de la vivienda; y la presencia cercana del empleo adecuado a su nivel de cualificación. En el caso del primer indicador y utilizando el índice de vulnerabilidad del propio Ayuntamiento de Madrid, se produce una relación importante entre la presencia mayoritaria de esta población con ocupaciones elementales y barrios identificados como vulnerables; determinando que este colectivo termina por residir, mayoritariamente, en espacios desfavorecidos vinculados a condiciones medioambientales, residenciales, sanitarias, educativas, etc., desfavorables. Este hecho se enlaza con la relación entre el colectivo objeto de estudio y el mercado de la vivienda, utilizando como indicador el precio medio de la vivienda de segunda mano que determina una mayor presencia en aquellos barrios en los cuales la vivienda de segunda mano es más asequible.
Por último, y dado a la deslocalización de las actividades en la ciudad de Madrid, no existe una relación significativa entre las áreas de residencia de la población vinculada a ocupaciones elementales y la presencia, en sus barrios de residencia, de empresas cuya actividad esté relacionada con su formación.
No obstante, para seguir avanzando en la explicación del fenómeno, y disponiendo ya de los barrios que se mantienen estables con las tasas más altas del indicador a lo largo de la serie histórica, el diseño de una muestra cualitativa representativa supone un punto de partida relevante como futura línea de investigación. En estas páginas se ha tratado el cómo o la forma urbana de la vulnerabilidad laboral, pero será necesario dirigirse hacia el significado de la misma.
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6. Listado de Acrónimos/Siglas
INE | Instituto Nacional de Estadística |
QL | Coeficiente de Localización |
CNO | Clasificación Nacional de Ocupaciones |
IVTA | Índice de Vulnerabilidad Territorial Agregado |
7. Anexo I
Anexo I / Distritos de Madrid
Fuente: Elaboración propia
8. Anexo II
Distrito |
Barrio |
|
1 |
Centro |
Palacio |
2 |
Centro |
Embajadores |
3 |
Centro |
Cortes |
4 |
Centro |
Justicia |
5 |
Centro |
Universidad |
6 |
Centro |
Sol |
7 |
Arganzuela |
Imperial |
8 |
Arganzuela |
Acacias |
9 |
Arganzuela |
Chopera |
10 |
Arganzuela |
Legazpi |
11 |
Arganzuela |
Delicias |
12 |
Arganzuela |
Palos de la Frontera |
13 |
Arganzuela |
Atocha |
14 |
Retiro |
Pacífico |
15 |
Retiro |
Adelfas |
16 |
Retiro |
Estrella |
17 |
Retiro |
Ibiza |
18 |
Retiro |
Los Jerónimos |
19 |
Retiro |
Niño Jesús |
20 |
Salamanca |
Recoletos |
21 |
Salamanca |
Goya |
22 |
Salamanca |
Fuente del Berro |
23 |
Salamanca |
Guindalera |
24 |
Salamanca |
Lista |
25 |
Salamanca |
Castellana |
26 |
Chamartín |
El Viso |
27 |
Chamartín |
Prosperidad |
28 |
Chamartín |
Ciudad Jardín |
29 |
Chamartín |
Hispanoamérica |
30 |
Chamartín |
Nueva España |
31 |
Chamartín |
Castilla |
32 |
Tetuán |
Bellas Vistas |
33 |
Tetuán |
Cuatro Caminos |
34 |
Tetuán |
Castillejos |
35 |
Tetuán |
Almenara |
36 |
Tetuán |
Valdeacederas |
37 |
Tetuán |
Berruguete |
38 |
Chamberí |
Gaztambide |
39 |
Chamberí |
Arapiles |
40 |
Chamberí |
Trafalgar |
41 |
Chamberí |
Almagro |
42 |
Chamberí |
Ríos Rosas |
43 |
Chamberí |
Vallehermoso |
44 |
Fuencarral - El Pardo |
El Pardo |
45 |
Fuencarral - El Pardo |
Fuentelarreina |
46 |
Fuencarral - El Pardo |
Peñagrande |
47 |
Fuencarral - El Pardo |
Pilar |
48 |
Fuencarral - El Pardo |
La Paz |
49 |
Fuencarral - El Pardo |
Valverde |
50 |
Fuencarral - El Pardo |
Mirasierra |
51 |
Fuencarral - El Pardo |
El Goloso |
52 |
Moncloa - Aravaca |
Casa de Campo |
53 |
Moncloa - Aravaca |
Argüelles |
54 |
Moncloa - Aravaca |
Ciudad Universitaria |
55 |
Moncloa - Aravaca |
Valdezarza |
56 |
Moncloa - Aravaca |
Valdemarín |
57 |
Moncloa - Aravaca |
El Plantío |
58 |
Moncloa - Aravaca |
Aravaca |
59 |
Latina |
Los Cármenes |
60 |
Latina |
Puerta del Ángel |
61 |
Latina |
Lucero |
62 |
Latina |
Aluche |
63 |
Latina |
Campamento |
64 |
Latina |
Águilas |
65 |
Latina |
Cuatro Vientos |
66 |
Carabanchel |
Comillas |
67 |
Carabanchel |
Opañel |
68 |
Carabanchel |
San Isidro |
69 |
Carabanchel |
Vista Alegre |
70 |
Carabanchel |
Puerta Bonita |
71 |
Carabanchel |
Buenavista |
72 |
Carabanchel |
Abrantes |
73 |
Usera |
Orcasitas |
74 |
Usera |
Orcasur |
75 |
Usera |
San Fermín |
76 |
Usera |
Almendrales |
77 |
Usera |
Moscardó |
78 |
Usera |
Zofío |
79 |
Usera |
Pradolongo |
80 |
Puente de Vallecas |
Entrevías |
81 |
Puente de Vallecas |
San Diego |
82 |
Puente de Vallecas |
Palomeras Bajas |
83 |
Puente de Vallecas |
Palomeras Sureste |
84 |
Puente de Vallecas |
Portazgo |
85 |
Puente de Vallecas |
Numancia |
86 |
Moratalaz |
Pavones |
87 |
Moratalaz |
Horcajo |
88 |
Moratalaz |
Marroquina |
89 |
Moratalaz |
Media Legua |
90 |
Moratalaz |
Fontarrón |
91 |
Moratalaz |
Vinateros |
92 |
Ciudad Lineal |
Ventas |
93 |
Ciudad Lineal |
Pueblo Nuevo |
94 |
Ciudad Lineal |
Quintana |
95 |
Ciudad Lineal |
La Concepción |
96 |
Ciudad Lineal |
San Pascual |
97 |
Ciudad Lineal |
San Juan Bautista |
98 |
Ciudad Lineal |
Colina |
99 |
Ciudad Lineal |
Atalaya |
100 |
Ciudad Lineal |
Costillares |
101 |
Hortaleza |
Palomas |
102 |
Hortaleza |
Piovera |
103 |
Hortaleza |
Canillas |
104 |
Hortaleza |
Pinar del Rey |
105 |
Hortaleza |
Apóstol Santiago |
106 |
Hortaleza |
Valdefuentes |
107 |
Villaverde |
Villaverde Alto - Casco Histórico de Villaverde |
108 |
Villaverde |
San Cristóbal |
109 |
Villaverde |
Butarque |
110 |
Villaverde |
Los Rosales |
111 |
Villaverde |
Ángeles |
112 |
Villa de Vallecas |
Casco Histórico de Vallecas |
113 |
Villa de Vallecas |
Santa Eugenia |
114 |
Vicálvaro |
Casco Histórico de Vicálvaro |
115 |
San Blas - Canillejas |
Simancas |
116 |
San Blas - Canillejas |
Hellín |
117 |
San Blas - Canillejas |
Amposta |
118 |
San Blas - Canillejas |
Arcos |
119 |
San Blas - Canillejas |
Rosas |
120 |
San Blas - Canillejas |
Rejas |
121 |
San Blas - Canillejas |
Canillejas |
122 |
San Blas - Canillejas |
El Salvador |
123 |
Barajas |
Alameda de Osuna |
124 |
Barajas |
Aeropuerto |
125 |
Barajas |
Casco Histórico de Barajas |
126 |
Barajas |
Timón |
127 |
Barajas |
Corralejos |
Anexo II / Listado de barrios según Distrito
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Ayuntamiento de Madrid (2020b)
1 El coeficiente mide la existencia de concentración de un determinado colectivo en los barrios analizados En nuestro caso, relaciona la proporción de ocupados elementales en cada barrio de la ciudad de Madrid, Para construirlo se emplea QL = (Xij/Xi) / (Xj/Xt), donde: Xij es la población CNO9 en el barrio i; Xi, total población ocupada en barrio i; Xj: total población CNO9 en Madrid y Xt es el total de ocupados en Madrid.
2 Para información geográfica de los distritos, ver Anexo I
3 De los 131 barrios que componen Madrid en la actualidad, el análisis de los datos en el periodo 2001-2021 permite que se puedan utilizar 127 para el análisis. Ver Anexo II para identificación de los diferentes barrios<